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4ANTROPOLOGIA APLICADA, O LA APLICACION DE CUALQUTER ANTROPOLOGIA? UNA PROPUESTA TECNICA. Dr. Josep M. Fericgla Universitat de Barcelona Fl tema que he decidido abordar, 1a antropologfa aplicada en Espafta, ti dificultad previa sobre la que es preciso reflexionar aunque solo sea un ins-tante: se trata de su propio contenido. {De qué ha-blaré al referirme a la Antropologfa aplicada? ;Acaso un estudio del modelo etnografico de los tasaday de Filipinas, por ejemplo, no es susceptible de conver-tirse en un conocimiento tan aplicado como Io puedan ser los mecanismos de integracién de los inmigrantes africanos residentes en Espafia? ,Acaso solo se trata de que exista un demandante de tal informacidn para aplicarla a sus intereses especfficos (sean politi-cos, militares ‘© ccmerciales) y la antropologfa auto-maticamente se convierte en antropologia aplicada? En realidad, en nuestra disciplina cientffica no se da la gran distancia que hay en otras ciencias entre la investigacin basica y la aplicada, Y se me ocurren, por Io menos dos motivos obvios. La tradicién antropolégica aplicada europea se inicid durante el siglo XTX en Ambitos de interés colonial, y a pesar de que no es preciso alargarme sobre este tema suficientemente explotado, tampoco creo innecesario recordar este nacimiento como referente a tener en cuenta. Mas adelante fué la antropologta aplicada norte-americana 1a que se abri6 camino a lo largo de la y IT Guerras Mundiales resolviendo problemas de estric- ta aplicabilidad militar. Y posteriormente pasé a tratar 4mbitos civiles e ind- ustriales como forma de supervivencia, ambitos en los cuales se desenvuelven los estudios de antropologfa aplicada puntual que hoy se realizan en EEUU, tinico 299 _ Pac. Fy C.. Hiueaeion UNIV, DE SEVILLA BIELIOTECA pafs con una cierta -y solo cierta- tradicién contemporanea en el campo de la antropologfa aplicada. Como reflejo de ello, y hasta donde yo sé, tan solo es en los Estados Unidos donde se mantiene una publicacién regular mds 0 menos dedicada a la antropologia aplicada. Me refiero a la revista Human Organization. Cabe citar que también en los dos tiltimos dece-nios los antropslogos japoneses han iniciado el uso aplicado de nuestra disciplina cientifica, especial-mente como herramienta de soporte en su progesiva apertura de nuevos mercados comerciales Asf pués, tanto los unos como los otros estén desarrollando estudios de antropologfa aplicada, pero ya no tan solo al campo de la resolucién de problemas socio-culturales en presente, sind aplicada a la realiza-cion de modelos prospectivos de simulacién de futuro. O lo que es lo mismo: aplicada al cambio cultural dirigido, como se Ilam6 hace unos aos; 0 a la ingenierfa social, como se viene denominando en Europa. Por nuestra parte, los antropélogos europeos -y dentro de ellos por supuesto los espaiioles- parecemos estar aletargados frente a estos intentos de abrir nuevos campos de supervivencia y aplicacin cient(ficas. Los ultimos textos europeos editados que se re-fieren a la antropologfa aplicada son textos de auto-res franceses publicados hace veinte afios aproximada-mente; 0 las ponencias del Dr. Esteva Fabregat reali-zadas en congresos espafioles, hace una década y media por Jo menos. Y atin la mayorfa de ellos dedicados en buena parte a la discusién ética de la antropologfa aplicada, Algo se hace obvio ante el mundo que nos envuel-ve: hoy es preciso crear la antropologia aplicada eu-ropea. Y no lo refiero a Europa por la moda de su pretendida unificacién, siné porqué realmente existen problemas y situaciones comunes que permitirfan la creacién de una red de trabajo unificado sobre Ambitos de interés comunitario, como detallaré mds adelante. Hay una propuesta en este sentido realizada desde Inglaterra, aunque por el momento con poco éxito de interlocutores. ai Recupero de nuevo el interrogante que he plan-tenado al comienzo de mi exposicion: {Qué es la antropologfa aplicada? Engaflosamente la respuesta parece deducirse del mismo enunciado: es aquella que se aplica, En tal caso, una simple conferencia que enuncie, por ejemplo, los principios del relativismo cultural aplicado al quehacer terapéutico, expuesta ante un auditorio de médicos que les haga reflexionar sobre la no universalidad de sus procedimientos tera-péuticos, o sobre la relativa validez de su taxonomfa médica, y que a raiz de ello algunos de los terapeu-tas del auditorio realicen pequenas o grandes varia-ciones en su 300 praxis médica gserfa un acto de antropo-logta aplicada ya que la teorfa etnoldgica ha sido aplicada a algo?. En el otro extremo hallamos las aplicaciones que conducen explicita y direstamente a propiciar nuevas realidades a través del cambio cultural dirigido - © prospectiva antropoldgica-, la cuales han generado vivas polémicas sobre la validez moral de manipular poblaciones enteras. Ademés de todo ello, también se puede afirmar que la situacién en que se halla la aatropologfa aplicada -me refiero a la etiquetada con tal nombre- no es en abscluto representativa de las aplicaciones reales que recibe nuestra disciplina cientffica. Efectivamente, desde diversos dmbitos tales como la medici-na, la educaci6n, la regulacion de normas sociales, el apoyo al trabajo legislativo, el conocimiento de determinadas situaciones en los procesos de integracién de inmigrantes, incluso en el disefio de lugares de trabajo, etc, se da una accién antropoldgica de forma clara y aplicada, a pesar de que a menudo no reciba tal nombre. Un buen ejemplo que conozco a fondo es el del Institut de Prospectiva Antropold-gica, de Barcelona, donde anualmente se realizan diversas investiga- ciones de campo propiamente antropoldgicas dirigidas al asesoramiento sociocul- tura’ y en su mayor parte disefiadas para la aplica-cién inmediata de sus resultados. Al margen de esta aplicacién puntual y contem-poranea que se observa actualmente en Norte América, Jap6n y en una escala mucho mds pequefia en Europa, hay, obviamente, un campo de interés més dmplio al que podrfamos Hamar "antropologfa aplicada twadicional", Me refiero a las investigaciones propiamente dirigidas a aclarar problemas relacionados con la aculturacién de pueblos primitivos, cuestiones de integracién y cambio de patrones culturales, econo-mfa, andlisis y orden social, etc. En ambos casos, y de forma para mf indiscutible se trata de antropolo-gia aplicada, se la ame o no asf (cuestiones btices al margen pero no obviadas). Fatendiendo la antropologia aplicada en un sentido muy dmplio, pués, que exclaye de forma casi tinica a la antropologia tedrica basica (de la cual también estamos faltos) y a la académica (por otro lado y en la actualidad bastante estéril fuera del ambito docente), se plantea de inmediato la divisién de campos u objetivos a los que aplicar el quebacer antropoldgico. Asf pugs, la antropologfa aplicada puede dividir su campo de accién en dos grandes dmbitos: 1) pueblos primitivos y sociedades tradicionales, y todo lo re- ferente a ellos, por un lado; y 2) sociedades com-plejas o industrializadas por otro. En esta ocasién prefiero dejar de lado las multiples aplicaciones de la iplina que nos ocupa referidas al punto 1), es decir en relacién con las 301 sociedades primitivas y tradicionales, ya que en Es-pafia es un campo que va a quedar apartado de la ocu-pacién de la mayorfa de antropdlogos. En cambio, por ejemplo, este ambito de aplicacidn es objeto de inte-resantes y abundantes trabajos en el continente suda-mericano (concretamente el Instituto Colombiano: de Antropologia y el Departamento gubernamental de An-tropologfa de Colombia son un buen ejemplo de insti-tuciones dedicadas a la antropologfa aplicada a regu- lar las relaciones con sociedades tradicionales y primitivas, mds que a la manipulacién de su proceso de integracisn). Por tanto, voy a centrarme en la antropologta aplicada a nuestras sociedades y problemas, i Para emprezar quiero dirigir la atencion hacia el hecho de que actualmente hay un gran handicap que afecta la préctica de la antropologfa aplicada en toda Europa aunque muy especialmente en Espaiia. Me refiero a que la sociologfa, y en concreto la micro-sociologfa, muy a menudo copa dmbitos de investiga-cidn y de aplicacién de la disciplina que hace tan solo diez afios hubieran sido objetos claros de la antropologfa. Y no tan solo esto, siné que (para mf bastante més grave) los socidlogos a menudo se dedi-can a ejercer su profesién enarbolando un cartel genérico de "especialista en ciencias sociales", que de alguna forma margina a otros especialistas, tales como antropdlogos, demdgrafos 0 psivslogos sociales. Ello se estd dando en Espafa sincronicamente al hecho de que los antropslogos nos hemos dedicado a perder el tiempo en peleas corporativas que han dado como resultado la prdctica muerte de nuestra disci-plina fuera de d4mbitos academicistas, que como conse-cuencia actualmente estén dominados por intereses de poder personal mds que por intereses cientifico Por ello pués, los marcos de aplicacién de las ciencias sociales, en Espaita, incluida la psicologfa social, 1a antropologia, el marketing, etc, en estos utiltimos aios ha sido monopolizado por el trabajo de los socislogos, y ello constituye un problema grave para nosotros ya que a la que pretendemos salir del campo de accién de los pueblos primitivos y de las aulas universitarias no se reconoce ninguna aplicabi-lidad de nuestra disciplina. Y a pesar de que cada dfa estén mas cerca todas las disciplinas human{sti-cas, tanto por objetivos como por metodolo- gfas de trabajo, todavfa hay corpus diferenciales importan-tes. Repito, ello se debe a la buena estrategia seguida por los especialistas en sociologfa, y a la falta de agilidad profesional de la corporacién antropolégica. 302, Asf pués, en este momento histérico es muy impor-tante alimentar la antrepologfa aplicada, ya que em-pujada por la necesidad siempre propici naci-smiento de nuevos postulados tedricos, empiricos y metodolégicos, ahora muy necesarios ya que estamos metidos en el ego- y etnocentrismo de la Hamada antropologfa postmoderna. Y no estoy en con-tra de ella, al revés: realmente hacfa falta una profunda reflexidn sobre el papel del antropdlogo, nuestras formas de representar la realidad y demds temas de trabajo de la antrapologfa contempordnea, pero una yez hemos navegado por este juego de espejos que es el postmodernismo, una de dos: o bien optamos por quedarnos en un rincén y abandonar la vida del mundanal ruido, o bien aprendemos la leccién y busca-mos de nuevo caminos para seguir. Jo me inclino por lo segundo, incluso ‘como obligacidn histérica con la disciplina cientffica que ejerzo y a la que quiero y Fespeto. Iv Asf pues, en lo referido a la antropologfa apli-cada a nuestras sociedades complejas, hay algunos grandes bloques temdtivos que permiten trabajar em- pleando en ellos los conceptos, la metodologfa y el enfoque propiamente antropoldgico. A continuacisn y como pérrafo final, enumero los 9 bloques que pro-pongo para dividir la accién de la antropologfa apli-cada a nuestras sociedades. }) la prospectiva antropolégica, que de por sf constituye una disciplina con aplicacién de modelos experimentales, escenarios y horizontes prospectivos; dedicada a la elaboracidn de modelos sociales y cul-turales posibles en el futuro, y a la configuracién de las premisas que en la actualidad han de ponerse en marcha para hacer real cualquiera de los modelos probables elaborados. ID el Ambito de trabajo constituide por los colectivos de inmgrantes de pafses poco industria-lizados que estan irrumpiendo en Europa, y cuya im-portancia previsiblemente aumentaré en las préximas dos décadas. Esta inmigracién conlleva habitualmente estados de anomia social que desembocan en conflic- tividad segura y en problemas mentales, de identidad, etc IID) El tercer bloque temético al cual aplicar la antropologfa est constituido por el conflicto macro-social del choque entre las dos tendéncias actuales en Europa: por un lado, el renacimiento de las iden-tidades étnicas y tradiciones ny S diferenciales como estrategia -segiin entiendo- para defenderse de la homogenei- zacién alienante del consumismo postindus-trial; por otro lado las estructuras estatales que sc sienten atentadas por las tendencias anteriores, ejemplificado a diario Io que Clastres Hams "la sociedad contra el Estado" IV) otro gran campo de actuacién de la antropologfa aplicada esté relacionado con los intereses mercantiles de la industria y de las empresas de marketing. Nadie mejor que un antropdlogo puede ayudar a resolver problemas humanos 0 a orien-tar una campaiia publicitaria dirigida a un colectivo especttico. V) el asesoramiento politico es un Ambito que, como se desprendre de los epfgrafes anteriores, ya ha sido campo de trabajo del antropélogo en épocas mo- dernistas y lo seré dé nuevo en un futuro proximo. VI) Ia antropologia aplicada a la ancianidad, y en general a situaciones historicamente sin prece-dentes que surgen a raiz del envejecimiento de la poblacién de la sociedad industrializada, es otro de los caminos que podria seguir la antropologta apli-cada. Ya existen precendentes de ello en los EEUU, y més recientemente en el Master de Gerontologia Social de la Universidad de Barcelona. VII) el tema de la nutricidn y La salud consti-tuye uno de los més recorridos ya en la actualidad, y faltan especialistas provinentes de la antropologfa. VIII) la diversidad de metodologfas de investi-gacién que se utilizan en antropologfa aplicada podrfa -y deberfa- ser otro campo de trabajo. Y tal vez el més urgente por ahora. IX) finalmente, otro bloque tematico propio de la antropologfa aplicada deberfa estar constituido por la dimensidn ética de todos los estudios sociales aplicados. Y por ello me refiero tanto a la antropo-logfa aplicada, como a los valores éticos que muestra cultura necesita para regular la actividad de la publicidad y el marketing, de la politica, y de los propios estudios sociales Me gustarfa que de este seminario o simposio salga el embrién que ha de animar el renacer de la antropologia aplicada en Espaiia 304

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