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Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Juridica Virtual del Instituto de Investigaciones de la UNAM unam www. juridicas.unam.mx BENITO JUAREZ: LA EDUCACION Y EL ESTADO Jaime Hugo TALANCON ESCOBEDO* ‘YJudrez construyé la nacién mexicana que no existia. VICENTE LOMBARDO TOLEDANO SUMARIO: |. Introduccién. Il. Los desnudos y los muertos. III. Liberales en el tiempo. 1V. La revancha como examen de admisién. V. El barro y la forma. VI. Vege- tal y fantasma. VII. México y nosotros que lo queremos tanto. VIll. Bibliogratia. I, INTRODUCCION Observar el desmantelamiento de la educacién publica y en consecuencia el olvido del laicismo, como una nueva embestida con que los apologistas de las ideas conservadoras desean dar permanencia a su proyecto politico, es una postura cémoda: sdlo obliga a ver el fendmeno en su vaga especificidad, sin tomar ningun compromiso. Es necesario retornar a la reflexién de nuestra tradicién educativa, con la pasién de los conocimientos proporcionados por ia historia nacional de los dos Ultimos siglos, y mantener la atencidn en los hechos presentes. IL. LOS DESNUDOS Y LOS MUERTOS El discurso que hace la administracién federal del actual proyecto educativo, echa por delante un pufiado desigual de argumentos de caracter modernizador * Gatedtético de la Facultad de Derecho de la UNAM en las materias: Teoria de ta Constitucién, Teoria General dal Derecho y Derecho Constitucional 49 “I Revista del Posgrado en Derecho de la UNAM, Vol. 2, ntim. 3, 2006 y afirma que a la vispera, con la aplicacién paulatina de los nuevos métodos de educacidn, estaremos situados en un lugar envidiable en el concierto interna- cional, dotados de un amplio legajo de conceptos a la par de la vanguardia educativa, con tecnologias profundas y elementos cibernéticos reclamados por los nuevos sistemas de produccidn; que seremos un pals de poliglotas que producira generaciones de técnicos eficientes que activaran la economia para competir, con gran productividad y costos ventajosos. Pero el discurso educativo de la administracién actual carece de filosofia, de identidad y de valores nacionales, lo cual lo convierte en simple propaganda. Sus consideraciones suelen ser previsibles y sus conclusiones también: no lo- gran embonar en las expectativas de una nacidn con gente inteligente y capaz, tampoco encienden la mecha del entusiasmo por un proyecto que se pierde en el marasmo, teoricamente generoso en sus presupuestos econdmicos, pero falaz y mediocre en sus resultados. Y es que el proyecto educativo impulsado en el actual sexenio, tiene severas. limitaciones que podemos detectar de origen. Acaso la primera provenga de que no fue diseriado a partir de los grandes intereses y necesidades nacionales, sino que ha improvisado un cuerpo, el cual esta constituido con una heteroge- neidad de elementos, cuyo origen y destino son los apremios del capital y el revanchismo histérico de la derecha nacional. No podemos identificar en la idea educativa de hoy la sinceridad de los maes- tros rurales que con su caminar y su compromiso forjaron un gajo de la historia, ni de aquellos pioneros y fundadores que estuvieron atentos de los avances en la materia, y al mismo tiempo hondamente concentrados en las caracteristicas y necesidades del pueblo mexicano. No es posible identificar, con los lineamientos educativos actuales, las acciones que ponen a mano a los auténticos misione- ros con una idea de Nacién, con un concepto de solidaridad, interesados en desarrollar la inteligencia con respeto a lo genuino. Subyace la conviccién de que el asunto educativo de los mexicanos vuela sin reflexion, sin ideas profundas ni disposicién social; y que la vision otrora sostenida por la amplitud iaica y publica de su contenido, hoy se detiene en los margenes de lo empresarial, para despejar el camino a ia educacién privada, sin cuestionarle su contenido ambiguo, religioso o excluyente, aun menos su posible ineficacia. En sélo cinco afios se ha proyectado el fenémeno de vulnerar la educacién publica, para someterla a conceptos ajenos al Estado nacional. No se diga en la formacién basica. Pues su discurso se centra en la cantidad superlativa de millones de pesos invertidos, pero no habla de conceptos, de ideas, de lo que verdaderamente desean los mexicanos, de su vision de patria, Benito Juarez: La educacién y el estado 5 Lt de soberania, de conocimiento e imaginacién, de tradiciones. Mientras alude infatigabiemente al deslumbrante apoyo brindado por el gobierno federal a las escuelas primarias publicas, se denuncian en los estudios especializados y re- portajes periodisticos las precariedades y francas ausencias materiales en ellas.’ En qué consiste, entonces, la nueva promesa educativa? gResponde a los principios laicos y a las necesidades sociales? ;Tenemos claridad del modelo educative para el desarrollo eficaz, justo y equitativo de la nacién? ;Nos garan- tiza el desarrollo cientifico y tecnolégico con pautas de innovacién que fortalez- ca nuestra soberania? {Esta el proyecto actual inspirado en una idea incluyente o estratifica su calidad? {Fue pensado por inteligencias con un agudo amor por el pais, 0 es la simple implantacién de los modelos que diseminan por el mundo los organismos financieros internacionales? ;Podemos decir que para su dise- fio fue tomada en cuenta la opinion de la sociedad y, lo que es mas importante, la de los maestros? 4O se puede sostener que en las actuales iniciativas en materia educativa privaron los intereses de la poblacién sobre las expectativas econémicas Ue los inversionistas extranjeros? Las interrogantes pueden ser muchas. Sdlo se mencionan las mas inmedia- tas. En el fondo, subsiste el convencimiento del olvido de los principios que, con e| tiempo de buena parte del siglo xx, enriquecieron la educacién a la par que al pais. Entre ellos destaca, por supuesto, el /aicismo como piedra angular de nues- tra vida republicana,? pero también como marco de nuestra educacién, creen- cias, sensibilidad, imaginacién y produccién intelectual. Ala educacion publica “Se te considera el refugio de los que no pueden evitarla, los desconocidos de siempre, los carentes de acceso a los beneficios de la alta tecnologia y ia compaitia escolar de los que serdn poderosos Porque sus padres ya lo son. En las escuolas piblicas, se insiste, no hay nada que hacer; los maestros son unos irresponsables, no hay los estimulos del desarollo (viajes, facilitades de estudio, prestigio intimo). No s@ quiere destruir la educacién pablica para que los asalariados sepan ieer y escribir, o algo que se le parezca, sino profetizar o atestiguar la suerte atroz de sus egresados y expulsados. No aluda aqu‘ a la calidad de la educa- clon publica y privada sino a la campara de desprestigio intenso contra la ensefianza que proporciona el Estado iaico. Si bien con la UNAM las calumnias se han desbaratado, en el caso de la educacién publica se ha implantado ya la especie: ventaja de clase es destino. No se admite lo innegable: tras el menasprecio trenético de las escuolas publicas se fevanta otro capitulo de la lucha de clases (version globalizada). Y esto se agrava on fos sectores indigenas y traténdose de la aplicacién del presupuesto. A jos nifias indigenas se ies relega estrepitosamente, mientras los recursos educativos disminuyen. El neoliberalismo exige un pais competitive Concentrado en la productividad, y este mismo se ocupa en evitar la capacidad educativa de los sectores Populares. (..] Lo que procede ahora es la dofensa de la educacién publica y saber que no habré el desarrollo nacional preciso si se desdetia la formacién de las mayorias.” Ideas centrales de la intervencién de Carlos Monsivais en Los Pinos, ante el presidente Vicente Fox, con motivo de la entrega de los premios nacionales de ciencias y artes. En el periédico “La Jornada’, 1 de febrero de 2006. ® Conviene recardar una detinicién de laicismo, que sirva como medida entre el ser y el deber ser de las fuerzas. ollticas de derecha en México: "ingl, Laicism; franc. Lacisme}. Con este término se entiende 6! principio de la 52 Revista del Posgrado en Derecho de la UNAM, Vol. 2, nim. 3, 2006 Este olvido no es casual. Los actuales dirigentes educativos del pais no son sinceros en su propuesta y no lo pueden ser porque no estan manejando ideas genuinas, pues no han aproximado su oide al corazon de los mexicanos. Su maquinaria conceptual nada tiene que ver con las expresiones culturales; tal parece que su /eit-motiv quedé enganchado en el pasado remoto de unos privi: legios barridos por el proyecto liberal, concebido por Benito Juarez, quien con la secularizacion,? recobré para el Estado mexicano Ia idea toral del laicismo lo que consegu/a hacer un claro deslinde de la cultura del miedo, de la subordina- cién como relacién social inmediata, de la dependencia clerical, de los privile- gios de quienes vivian sobre la ignorancia de los demas, para darle vigencia a los ideales republicanos de un pais diverso y plural, para fincar un proyecto de Estado-nacién moderno. Hoy tenemos frente a nosotros a una generacion de dirigentes que desea defender el estrecho marco de ideas de la derecha, con relacién a los prable- mas educativos; y que sostienen la creencia de que en é1 también esta conteni- do el orden que prescriben las tesis neoliberales. Esto es absurdo. El neoliberalismo por un lado, la postura conservadora y de derecha por el otro: dos corrientes de agua contaminada que se buscan y repelen, pero se seducen yllegan a acuerdos. Sdlo pragmatismo, nada de fondo, ignorancia de la historia, pocos acercamientos a las tesis filosdticas de nuestro pasado educativo recien- te, nula voluntad por retomar lo mejor de nuestros conacimientos y experiencias acumulados. Aligual que el resto de la administracién publica, este es un amasijo amorfo, sin pies ni cabeza, pragmatico en su contenido, pragmatico en su aplicacin, pragmatismo puro a la hora de la interpretacion de los resultados. autonomia de las actividades humanas, 0 sea la exigancia de que tales actividades se desarrollen sagin reglas propias, qué no le Sean impuestas desde fuera, con finalidades o intereses diferentes a los que ellas mismas se dan. Este principio es universal y puede ser legitimamente invocado a nombre de cualquier actividad humana legttima, entendiéndose por actividad “legitima’ todas aquellas que no obstaculicen, destruyan o imposibiliten a las dems. Por lo tanto, no puede ser entendido sélo como la reivindicacién de la autonomia del Estado frente alla Iglesia, o para decitlo mejor, frente al clero, ya que ha servido también, como lo demuestra su historia, en la detensa de la actividad religiosa contra la actividad poltica y atin se utiliza con esta finalidad, en muchos paises; sive también para sustraer la cioncia y, en general, la esfera del saber, a las influencias extrarias y doformadoras de las ideologias politicas, de los prejuicios de clase, 0 de raza, ete.” Consultado en: Diccionario de filosofia. Coordinado por Norberto Bobbio. 3 Secularizacién: proceso histético con el que se denomina, por un lado, la separacién entre la religién y los sistemas politicos, sociales y culturales, y por ot, la creciente cantidad de personas que se alejan del mundo simbélico religioso. Dieter Nohlen, en Diccionario de Ciencia Politica. Ecitorial Porria México, El Colegio de Veracruz 2006. P.1235. Benito Juarez: La educacién y el estado La revancha histérica que desea el conservadurismo mexicano carece de asi- deros. Son parcos para exponer a la opinion publica la actualizacion de sus plan- teamientos, y ocultan su inmovilidad intelectual; guardan con pudor en sus publicaciones marginales o de oscuras sociedades secretas la deficiencia estruc- tural de sus propésitos, pergenados con una redaccidn hostil a la imaginacién. Este afan educativo, entonces, ve en el revanchismo un fin en si mismo, sin ideas alternativas de jerarquia, ni el imperio de la inteligencia como marco que las rija. Es un nuevo pataleo del pasado que ve en la ignorancia del tiempo presente una virtud de la que gozan.* III, LIBERALES EN EL TIEMPO “La instruccién es la primera base de la prosperidad de un pueblo, a la vez que el medio mas seguro de hacer imposible los abusos del poder.” Benito JUAREZ Se considera que la figura del benemérito ha sido homenajeada en multitud de eventos, con discursos de una floritura verbal alucinante, pero es paradéjico constatar que el andlisis riguroso acerca de sus ideas fundacionales no pasan por el mismo rasero. Es tiempo de recordar a Benito Juarez, cuando afirmaba que el Estado libe- ral sdlo podria ser defendido en el espacio abierto de la educacion publica, con la herramienta universal del laicismo. Desde entonces, ha corrido mucha tinta en relacién con la importancia de este giro educativo que, a la par de la separa- cidn de la Iglesia y el Estado - “Para que cada instancia cumpliera eficazmente con su contenido”, seguin el doctor Mora-, lo alejé de! obligado culto religioso. Es decir, cumplié con la necesidad politica primero, y con {a libertad de pensamien- to después, para mantener las instituciones escolares estrictamente apartadas * El costo del olvido de Juarez en este sexenio “ya le resulta al pais demasiado alto. [..] el procer triunté sobre los que hey nos gobiernan: yunques, velas perpetuas, caballoros de Colén, personeros de un neoliberalismo en. slena decadencia, castradores de los simbolos patrios, degradantes denostadores de las mujeres a las que comparan con lavadoras electro domésticas. ;Cémo les cuesta a nuestros gobernantes recordar a Judrez!" Comentarios de Enrique Herrera en el Foro dedicado al benemérito de las américas, en el afo del bicentenario de su natalicio. Nota de Ménica Mateos-Vega, en el periédico “La Jomada’, 22 de febrero de 2004, Revista del Posgrado en Derecho de la UNAM, Vol. 2, num. 3, 2006 i de toda practica confesional, de toda practica religiosa. "La educacién era con- siderada, asi, como el puente mas sdlido entre el nuevo estado y la organiza- cidn social. La funcién educativa expresaba la voluntad del estado de contrib a la transformacién; el educador, por su parte, era la figura representativa de esa voluntad en tanto personaje que vinculaba la nocién de servicio con la orga- nizaci6n politica’.® Sin embargo, es importante apreciar que la fuerza del argumento a favor de la educacion publica en las Leyes de Reforma, estaba estrechamente relacio- nada con las reflexiones de otros liberales: Valentin Gomez Farias, José Ma. Luis Mora, Melchor Ocampo, Guillermo Prieto, Ignacio Manuel Altamirano, Fran- cisco Zarco, Miguel Lerdo de Tejada, José Maria Iglesias, Jestis Gonzalez Orte- ga; mexicanos que habian observado con gravedad el agua estancada, casi podrida, de la educacién concebida por la Iglesia, que “...] en lugar de crear en los jévenes el espiritu de investigacion y de duda, que conduce siempre y aproxima mas o menos el entendimiento humano a la verdad, se les inspira el habito del dogmatismo y disputa, que tanto aleja de ella en los conocimientos puramente humanos. [...] En efecto, la disputa y la obstinacion y terquedad, sus compafieras inseparables, son el elemento preciso y el tinico método de ensefianza de la educacion clerical; [...] De aqui nace la aversidn con que se ve toda reforma y la resistencia obstinada a toda perfeccién o mejora; de aqui el atraso de las ciencias y el desdén con que se ve toda ensefianza en que no hay disputa [...]".* La singular reflexién del Dr. Mora, fue pionera en el pais, sus convicciones fecundaron en una realidad inestable y desordenada, con pocas esperanzas de sortear a corto plazo los problemas sociales abiertos por la vida nacional inde- pendiente, y en una situacién de absurda continuidad de los privilegios de la Iglesia. Uno de elios, concretamente, era su hegemonia sobre la vida politica y social y de especial manera sobre el asunto educativo, desde donde imprimia su visidn del mundo a las sucesivas generaciones de estudiantes que se con- vertirian, con el tiempo, en dirigentes politicos y profesionales del pais. Esta posicién de ventaja no le era ajena a los liberales que, como Mora, la consideraron peligrosa para los propésitos nacionales: “En cuanto a la educa- cidn, ya se ha hecho ver antes que el clero ni da ni puede dar otra que la 5 Limén Rojas, Miguel. “La educacién y el estado mexicano”. en Ei Estado Mexicano. Jorge Alonso, Coordinae or. Editorial Nueva Imagen, 1982. P.334, ® Mora, José Maria Luis. E/ clero, fa educacién y la libertad. Empresas Editoriales, 8.A. México, D. F. 1949, 9p.90-91. Benito Judrez: La educacidn y el estado TTT LT mondstica, 0 alguna que mas o menos se le parezca; y siendo como es ésta incompatible, o a lo menos inconducente a formar hombres que deben vivir en el mundo y ocuparse de otras cosas que de las practicas de los claustros, claro es que era necesario exonerar a la clase eclesidstica de este trabajo y de pres- tar a la sociedad un servicio que no lo era’.” Mora sabia ver y sostenia sus tesis en el apoyo de hombres positivos capa- ces de llevar a cabo reformas, especialmente de educacién; pero esos hombres positivos fueron perseguidos por otros hombres atiliados al retroceso. Fue ne- cesaria una larga guerra civil y el triunfo sobre Ja intervencidn francesa para ver realizado, en Gabino Barreda, su ideal de educacién. “Mora nos expone como ideal educativo el de una educacién no dogmatica, una educacién basada en la experiencia. De este ideal surge su critica a lo que llama vieja educacidn, la cual, al decir del mismo Mora, separa la teoria de la prdctica’,* donde el esque- ma educativo tradicional conducia a la reproduccidn de los privilegios de la Igle- sia y sus aliados. Benito Juarez hizo del contexto opresivo de postguerra una nueva posibili- dad; interesado en los problemas educativos desde su trabajo como funcionario y gobernante en Oaxaca, dio espacio a un idea! educativo bajado a la estera de lo concreto: tal ensefianza tendria que ser publica, laica y gratuita. En esta trini- dad se cultivaba la médula del Estado nacional, de la democracia, de la honra- dez, en la austeridad, del respeto entre Iglesia y Estado, de la independencia de cultos, de la libertad, del pensamiento. El periodo de 1824 a 1857 sorprendio a un pais con una reserva de ideas que demandaba bajar a tierra. Su puesta en marcha iba a requerir de los afios y nuevas experiencias, invertidos en una batalla sin cuartel, ideolégica y militar, en contra de la Iglesia, la intervencién extranjera y sus aliados conservadores. Si la Constitucion de 1857 se habia limitado a declarar la “ensefianza libre”, en 1859, en el Manifiesto del Gobierno Constitucional a la Nacién, publicado en el puerto de Veracruz, el presidente Juarez sefialo: “{...] el gobierno procurara, con el mayor empefio, que se aumenten los establecimientos de ensefianza primaria y gratuita, y que todos ellos sean dirigidos por personas que reuinan la instruccion y la moralidad que se requieren, para desempefiar con acierto el cargo de preceptores de |a juventud, porque se tiene e! convencimiento de que * Idem, * Zea, Leopoldo. E! positivismo y fa circunstancia mexicana, "Lecturas Mexicanas’, Fondo de Cultura Econémi- ca-Cultura SEP, México, 1985, p.83. 56 Revista de! Posgrado en Derecho de la UNAM, Vol. 2, num. 3, 2006 la instruccién es ja primera base de la prosperidad de un pueblo, a la vez que ef medio mas seguro de hacer imposible los abusos de! poder”? Después, en 1861, al recuperar temporalmente la Republica, el Presidente Juarez decieté que fuera la Secretaria de Justicia e Instruccién Publica la que se hiciera cargo de todos los negocios de la ensefianza publica, primaria y pro- fesional. Con la derrota del Segundo Imperio en 1867, los liberales triuntantes emprendieron, en el marco de su proyecto politico y social, las tareas que eleva- ran a la educacién publica para cumplir un papel estelar. Justamente, en 1867, a la hora de concluir la guerra contra los franceses, el presidente Juarez invité a Gabino Barreda a emprender la reorganizacion edu- cativa que el pais demandaba: ‘[...] es en este mismo afio que el presidente de la Republica triunfante, Benito Juarez, hace llamar al Dr. Gabino Barreda para que reestructure la educacidn del pais. Parte de esta reestructuracién estuvo representada por la creacién de la Escuela Nacional Preparatoria. Al cabo de cien anos la Nacién mexicana ha celebrada, y aun sigue celebrando, estos dos actos: el del triunfo contra la agresion y el de la reorganizacién educativa que le permitiera al pueblo evitar nuevas agresiones. La doctrina liberal, que hizo posi- ble la Reforma y permitié la resistencia y triunfo de un pueblo, fue sustituida por otra doctrina que si bien tenia la misma raiz, tendia a organizar, a ordenar la libertad: el positivismo. Una doctrina de orden para poner fin a la anarquia, a la guerra civil que habia hecho que una parte de! pueblo se enfrentara a la otra en una guerra fratricida”.'° Quienes consideran que la empresa de Benito Juarez en la educacién estu- vo al margen del buen sentido politico, con una insensibilidad en frontera con el autoritarismo y la arbitrariedad, no han logrado abundar en las caracteristicas de su mando y el empefio invertido en el convencimiento, por encima de la imposicién; en el fondo, la derecha desea estigmatizar el proyecto, reduciéndo- lo auna simple caceria de brujas en contra de las ideas religiosas.'' Sin embar- ® Amaut, Alberto, “La educecién laica en México”, revista Linea, diciembre 2001-febrero 2002; afio 1, nim. 1, pp.2-41 *© Zea, Leopoldo. £7 positivism en México. Nacimiento, apogeo y decadencia. Fondo de Cultura Econémica. 1968, p.12, Resulta curioso el desdén de los estudiosos por regresar al la obra de Barreda, no obstante su riqueza ideokigica y capacidad de organizacién: seguramente, ha sido mas tuert ia influencia de tos prejuicios ‘que la asimilacién de un grupo de ideas que dieron cuerpo al sistema educativo del México de Juérez, cuyos \razos perviven on sectores de la educacién popular por la fuerza de las cosas. ™ La solucién mexicana a las relaciones Estado-Iglesia se impuso en la guerra, pero buscando la paz. Garan- {iza que las energ/es del pueblo mexicano se dediquen a lo que al propio pueblo interesa. No seremos nosotros ‘quienes reiniciemcs contlictos que, resueltos 0 insolubles, estén superados. La solucién mexicana a las relacio~ Benito Juarez: La educacién y el estado go: ‘[...] la neutralidad y el respeto en materia religiosa de la educacion laica naciente no implicaba una instruccién neutral en todos los aspectos. Por el con- trario, la educacion laica liberal era una palanca para destruir los elementos de perturbacidn social, moralizar al pueblo y afianzar para siempre las instituciones democraticas.” Aun més: “La legislacién educativa liberal no se limitd a excluir la ensefianza religiosa de las escuelas oficiales del gobiemo federal, sino también de las escuelas particulares subsidiadas por el gobierno federal que aceptasen sus planes de estudio y su supervisidn”.'? Benito Juarez da asi espacio y honra a uno de los repuntes mas altos de ia ideclogia liberal de los mexicanos, con la apropiacién, andlisis y adaptacién prdctica de las tesis educativas que venian fraguandose desde décadas ante- riores y complementadas con el ideario que, en la plenitud del régimen juarista, Gabino Barreda asimilé de Augusto Comte. Aqui, el laicismo y la educacién publica, simbiosis afortunada para el Estado mexicano, son el puente que rela- ciona a los incipientes liberales de la vieja orden, con otros provenientes de la apertura cultural de México con el mundo. IV. LA REVANCHA COMO EXAMEN DE ADMISION «Juarez se quema a diario en las Hamas del infierno. No se les ocurra rogar por él.” RUEGO DE SACERDOTE EN MISA Hacer memoria del Estado y la defensa de la educacién publica en Benito Juarez nos da oportunidad de regresar a uno de los principios basicos que garantizan nuestras libertades, en donde reconocemos complejidad, pero también ricos planteamientos juridicos y filosdficos. Frente a la idea del desarrollo y sus implicaciones sociales, el laicismo es el garante que impide establecer prete- nes Estado-glesia es una buena solucién. Acabé con una monstruosa mezcla que hacia al Estado Iglesia y ala Iglesia Estado. Corté el brazo gubernamental a ia Iglesia y el brazo teocritco y contesional al Estado: establecid las libertades espirtuales y suprimid tueros legales que sustraian a la jurisdiocidn estatal cuerpos privlegiados: logr6 una Iglesia que no es priortaria y amortizadora de los bienes, pero que tampoco as asalariada y, como tal, subordinada. Obtuvo una sociedad libre, integrada por hombres libres, y nos dej6 una norma que es un mandato histérico: mezciar la religidn y la politica es desnaturalizar a una y a otra. Reyes Heroles, Jess. José Maria Luis, Mora, en Los Caminos de la Histaria.. Universidad Nacional Auténoma de México. 2002. P. 77 Arnaut, Alberto, op. cit. Revista del Posgrado en Derecho de la UNAM, Vol. 2, ntim. 3, 2006 Tencias o privilegios a favor o en contra de religion alguna, de defender el dere- cho que tiene el individuo de adoptar la creencia religiosa de su preferencia, o bien no profesar creencia religiosa alguna, sin correr el riesgo de discrimina- cidn, coaccidn u hostilidad."? Si la educacidn fortalece la democracia y la educacién basica en México debe tener un caracter universal y obligatorio, es necesario disefiar planes y programas que omitan los credos religiosos. Esto no conlleva riesgo o conflicto; al contrario, enriquece al estudiante con una educacién abierta y libre de dog- mas: “La educacién laica no cuestiona los fundamentos de las religiones, pero tampoco se basa en ellos, sino en los resultados del progreso de la ciencia, cuyas conclusiones no pueden ser presentadas sino como teorfas que se cote- jan con los hechos y los fenémenos que las confirman o refutan. Prescinde asi, de pretensiones dogmaticas y se ubica en la libertad”. ~Podra la derecha involucrarse en un debate de altura que desmitifique el cardcter “demoniaco” del laicismo y su permanencia en la educacién ptiblica? éPodra hacer un reconocimiento de la religiosidad como factor de intolerancia en el trabajo educativo? Y es que la idea, prejuiciosa por naturaleza, con que los diversos organismos de padres de familia y agrupamientos religiosos de México desean sustentar la formacidn de los futuros ciudadanos, es muy limitada: “Cuan- do la derecha reclama la libertad de ensefianza, oculta [su deseo de], y esto ya se ha dicho muchas veces, que la educacién catequista, que es la especifica de la Iglesia, se pueda impartir de una manera totalmente libre. Lo que la derecha quiere es impartir el catecismo en la escuela. Y quiere impartir el catecismo en la escuela porque la pura ensefianza catequista ya resulta poco atractiva. El catecismo, como la escuela, tienen que luchar, por ejemplo, contra la television. Es decir, que la derecha aspira a hacer del catecismo una ensefianza obligato- tia, fundiéndolo con la ensefianza escolar’. Pero, ademas, la derecha ha tomado el asunto en sus manos ayudandose de la clandestinidad, ignorando la norma acerca de la libertad de ensefianza: “[...] queda claro que si hay libertad de ensefianza religiosa. Y que la ensefianza '® 2Qué es en el fondo e! laicismo? E! laicismo es la defensa de la independioncia de! individuo, fa familia y fa sociedad. del poder eciesiastico, Cien afios costé implantar el faicismo. El aicismo es e! valadar para impedit ‘Que se inicie un proceso de concentracién de la educacién, y que do nuevo calgamos en la educacién vnica, en la escuela-iglesia. Por algo las religiones rinortartas siempre apoyan at laicismo, porque es una defensa inclusive para ellas mismas. Reyes Hecoles, Jests. Comparecencia en la Camara de Diputados, 4 de diciembre Ge 1984, en Jesus Reyes Heroies y la educacién. Fondo de Cultura Econémica- CONACULTA. 1284, P. 92 ** Limén Rojas, Miguel, "Educacién,laicismo y vida cotidiana’. Er Lafckfad. Texto presentado en El Cotagio de México, 6 de abril de 2000, Benito Juarez: La educacion y el estado escolar religiosa existe ostensiblemente de manera ilegal. Eso es lo que esta detras de la cuestidn de la libertad de ensefianza. El otro problema consiste en que al amparo de la libertad de ensefianza se puede impartir cualquier cosa. Todos fos que hemos dado clases en colegios catdlicos, sabemos de la clasica cuestién acerca del origen de! hombre. El director eclesidstico llama al profesor y le dice que el problema esta resuelto con la historia de Adan y Eva. Es decir, se retrotrae a la época predarwiniana. Si el profesor es progresista, tiene que tratar lo que dice la antropologia moderna de manera subrepticia, pro- curando que no lo escuchen a través del micr6fono instalado en el salon de clases y que trasmite a la direccién. Eso es lo que se llama libertad de ensefianza”.” Es evidente el rezago de la derecha en asuntos educativos, un rezago volun- tario que no desea intervenir en el debate acerca del laicismo y la educacion ptiblica; su criterio esta congelado y sdlo muestra un dedo admonitorio en con- tra de todo lo que huela a Benito Juarez. Lo que persiste es su deseo de impo- ner nuevamente el pensamiento unico de la Iglesia en la educaci6n; para él no existen balances histéricos que cuenten. Si el laicismo es un principio indisociable de nuestro sistema politico, es absurdo constatar cémo hay gente que ignora su esencia y sus consecuencias, sélo por tener su origen en el Estado liberal de Benito Juarez. Lo que existe es una idea soterrada de revancha, en donde la Iglesia finge posturas modernas y un poco de apertura: “La Iglesia catdlica, que siempre ha sido y es adversario del laicismo y que se presenta de modo arrogante como una societas perfecta y superior a los estados por la suprema mision de exten- derse hasta el ultimo rincén de la tierra para predicar la Verdad absoluta y defi- nitiva que le fue revelada en el proceso de la Heilgeschichte (historia de la salvacién), se ha ido amoldando a los aires de la modernidad, renunciando fre- cuentemente a la idea de Estado catdlico, pero solamente in verbo, nunca in pectore, y aprovechando siempre la ocasién que pudiera surgir. Ha tenido que aceptar, por siguiente, un régimen de separacidn del Estado. pero procurando que esta “separacién” no sea absoluta y estricta, sino solamente relativa y limi- tada. Lo que la teologia catélica formula como un régimen de cooperacién ar- moniosa entre un poder ptiblico de orden espiritual (Iglesia) y un poder puiblico de orden temporal (Estado), mas con una cierta preeminencia moral de la Igle- sia en materias que afecten a los fines espirituales del ser humano."* + Villegas, Abelardo. “A educarse por la derecha’, en: proceso.com.mx, 23-01-02. ™ Puente Ojea, Gonzalo. “El laicismo, principio indisociable de la democracia", en: Iniciattva Socialist yew inisoc.org/ofaa65.ntm. 4-06-2003. 60 Revista del Posgrado en Derecho de la UNAM, Vol. 2, nim. 3, 2006 a Sila convivencia civilizada de los ciudadanos encuentra su origen etimolégico y seméntico en la forma politica de civitas, et laicismo entrafia por su ideario una vocacion universalista, racionalista, civilizadora."” Por ello, su compromiso con la educacidn publica, en donde debe existir un desarrollo integral y autonomo de la conciencia libre, como valor supremo del proceso de humanizacion y civi- lizacin de los ciudadanos que reclam6, en sus reflexiones y programa politico, Benito Judrez.'* 'V. EL BARRO Y LA FORMA Qué bonita es la revancha cuando Dios nos la concede é»Reescribir la historia reivindicando a Iturbide, Miramén, Diaz y acabar con los mitos de Judrez y las Leyes de Reforma que siguen dafando al pats»? Jesds Diaz Ci, LIDER DEL YUNQUE Y CONSULTOR CULTURAL DEL VATICANO. Las intervenciones publicas mas recientes de personalidades destacadas del clero, de algunas asociaciones patronales y profesionales, y aun de miembros importantes del Partido Re-Accién Nacional, desnudan una actividad silencio- '? “Dentro del sistema de educacién nacional, defendemos ol laicismo como defensa de la libertad de ensefian- za y como defensa, @ la postre, de la libertad de conciencia, de la tolerancia y de todos @s0s principios que hacen posible ta convivencia de los distintos credos que existen en este pais". Reyes Heroles, Jesus. Compa- recencia en la Camara de Diputados, 4 de diciembre de 1984, en Jesiis Reyes Heroles y fa educacién. Fondo de Cuttura Econémica-coNacutTa. 1994. P. 92 ‘8B! laicismo que es e! resultado de haber estructurado moderamente a la sociedad con base en la libertad humana, significa que la ley estatal es el crterio Unico o principal del bian y mal social, de fo socialmente permitido 0 prohibido. El Estado constitucional de Occidente nace debido a la quiebra da fa rellgién como estructura de orden social. La prescripcién religiosa unica del bien y de! mal social se volvié causa de anomia ¥ conflicto més que de convivencia segura a partir del momento en que la fe cristiana se partié en dos por la retorma protestante. Hubo entonces que producir normas postreligiosas de coexistencia social y crear un poder ‘soberano no religioso con la capacidad e imponer las prescripciones legales a todo el mundo y evitar una vida en comtin canallesca. Entre nosotros, el modem ordenamiento juridico de la sociedad ocurrié en contronta- Lo de Abascal fue una defensa que mostré a los mexicanos {a profundidad con que los espacios de la administracién puiblica, aun los mas relevantes y los de mayor responsabilidad, han sido ocupados por personajes decimonénicos inoperantes, cuya falta de agudeza administrativa va de la mano con un alar- mante destasamiento politico y cultural que pone en crisis severa al Estado laico. {Defender las ideas del atraso y la intolerancia? He aqui la gran paradoja de una derecha sometida a la prueba de identidad, carente de un minimo baga- je que la muestre afin al mundo moderno. ‘mucho, para lograr una posiciin dentro del aecidentado gabinete federal. Tal vez la cUpula de la poltica mexi- cana tranquilice asi su conciancia moral; lo que no podemos saber es si también descanse del mismo mado su conciencia poltica. Un puesto clave en fa politica de cualquier pais e! ministerio del interior o la Secretaria de Gobernacién, entre nosotros, se encarga de la convivencia politica nacional, del buen funcionamiento de las instituclones. Quien ocupa hoy las sendalias del secretario de Gobernacién se ha manifestado por sus frutos y por ellos habremos de conacerlo como dice el Evangelio, acerquémonos a las raices ideoldgicas del flamante secretario. En 1973, Carios Abascal Carranza publicé en Editorial Tradicién, Las Relaciones entre e! Poder Espirtual y el Poder Temporal, tesis con la que abtuvo el titulo de abogado en la Escuela Libre de Derecho. El tema parece poco adecuado para una profesién en la que las libertades son fundamentales; pensemos que se trata de una obra de juventud, uno de esos dislates que nos causan una sonrisa al paso de los afos. Pero que ‘esulta grave si continda siendo el credo de quien hoy es el responsable de conducir el diélogo en un pals. [1 Hasta donde un abogado podia entender, las bases de la vida politica eran: ta voluntad soberana del puedio, ‘expresada por sus representantes: la concorcia bajo la ley laica, promulgada de acuerdo con los pracedimien- tos constitucionales, y e! dmbito de libertades y derechos inalienables de los seres humanos. A menos que una revolucién haya sucedido en su conciencia y Sea tan comprometidamente laico como los somes muchos mex! ‘canos de hoy, el secretario piensa que los pilares de la vida politica son “el fin superior de la Iglesia, que por ser ‘celestial y eterno, sobrepasa al fin del Estado que es bien puiblico terrenal y que, por lo tanto, le esta supeditad. ‘También cree on “a voluntad formal de Cristo, la practica de los apdstoles, la doctrina y la préctica de la iglesia durante 20 siglos, y las razones de orden natural y juridicas” como las demés bases de la vida politica, Serrano Migalién, Fernando. Las Sandalias de! Socretario. En el periddio "EI Universal.” Sabado 25 de junio de 2006. 2 Jesiis Silva-Herzog Marquez, en el periddico “Reforma”, 24 de octubre de 2005, Benito Juarez: La educacién y el estado 67 OOOO Las pifias son diarias y compiten, por su maniqueismo y grado de absurdo, con e| surrealismo tardio: “El asunto se complica cuando hay algunas personas que habian de “derechos divinos” o de la “voluntad de Dios”, al que supuesta- mente ellos son los Unicos que pueden interpretar. Por ejemplo, dice el cardenal Rivera que la autoridad civil “sdlo tiene poder para legislar a favor de los debe- tes y derechos humanos, sin oponerse a los divinos”. Lo cual es falso. El Estado laico se construy6 precisamente para que ningtin grupo religioso pudiera impo- ner su visién de! mundo a los otros pobladores de un determinado pais utilizan- do la fuerza del Estado. Y las autoridades civiles no fueron votadas y designadas para atender la voluntad de unos cuantos que dicen transmitir la voluntad divina, sino para servir al interés publico, es decir el bien de todos. El cardenal le quiere imponer al resto de los ciudadanos, catdlicos 0 no, su visidn de la vida y de la muerte. Poco le importa lo que piense o diga la mayoria, incluso la de los caté- licos”.26 VII. MEXICO Y NOSOTROS QUE LO QUEREMOS TANTO. Quienes opinan que la llegada sigilosa al poder de las fuerzas de derecha, ade- mas de alentar la democracia, no amenaza la integridad del laicismo del Estado mexicano, viven un error cuyo parangén mas inmediato es la inconsciencia na- cional que no supo identificar el lamentable fendmeno del nacional socialismo en Alemania. La verdad es que seria iluso argumentar que no se trasluce de sus accio- nes, y en ellos, una intencién de golpe a traicion en forma de estrategia, auna- do a su eficacia al ocupar posiciones importantes y medulares de la administracién publica. Sin embargo, podemos aducir la prueba que eviden- cia todo, su postura e incomprensién acerca del laicismo, una negacién aosur- da en contra del tiempo histdrico, muestra del desconocimiento del ambito en el que les toco vivir. Y como muestra un boton: Calderén a la hora de considerarse “Candidato del futuro” y afirmar que: “Lo mas importante es la ayuda que yo pueda aportar como persona en mis creencias y mis convicciones.” 4Cudles creencias, cudles convicciones? ¢ Qué nos quiere decir con este tipo de declaraciones? No olvide- mos que: ‘[...] Calderén ya se manifests contra el aborto en cualquier circuns- ° Roberto Biancarte, en el periédico “Milenio”, 18 de octubre de 2005. 68 Revista del Posgtado en Derecho de la UNAM, Vol. 2, nim. 3, 2006 eS tancia, las parejas del mismo sexo, la legalizacidn de las drogas y la PAE, cuya inclusién en el cuadro basico de medicamentos, el 11 de julio, dio lugar a una movilizacién de protesta de organizaciones y personajes panistas y filopanistas de la extrema derecha”.”” El laicismo, como garante de la autonomia de las actividades humanas, reci- be cotidianamente los embates de los mismos que, en su momento, objetaron las Leyes de Reforma porque dieron fin al monopolio espiritual y deshicieron las ataduras entre el Estado y la religidn catélica.8 El espiritu de la ley es claro en atender los aspectos educativos y de concien- cia, pero hoy es evidente que los obligados en aplicarla introducen ideas persona- les y de partido, para garantizarle subrepticiamente a la Iglesia y a la derecha espacios que no corresponden a su influencia politica en el pueblo de México; ideas arcaicas, negativas, y soberbias que no han caido en la cuenta de su decre- pitud. Que nos quieren someter a la inmovilidad medieval; y desean enterrar en un mausoleo el espiritu critico, y el desarrollo humano: “Lo anterior, si hiciera falta, demuestra que el México viejo se niega a retirarse del todo. Subsisten los demo- nios del prejuicio y ta intolerancia y acabar con ellos es tarea colectiva, plural, entre otras razones porque la fobia hacia uno u otro credo tiene consecuencias que rebasan con mucho la esfera meramente contesional. En el triste paramo de la intolerancia religiosa florecen plantas malignas que envenenan la convivencia politica, limitan la libertad econdmica y condenan las heteradoxias filosdficas. Es. 2 Delgado, Alvaro. “Calderonismo ultraconservador’, en la revista Proceso, No. 1527, 5 de febrero de 2006. Los liberales tienen propdsitos muy claros. Lo primero era constituir ol Estado, el verdadero Estado, para que desde di la nacién contine haciéndose. Una nacién se hace haciéndose y el Estado puede ser factor decisive para tograrlo. No plensan en ei puro Estado encerrado en lo suyo y que ahogue lo que en la sociedad a integrarse plenaments y transformarse. No pretenden identiticar sociedad y Estado; aspiran a un Estado que interprete el sentry las necesidades sociales, que eleve la sociedad al rango de nacién, El Congreso Constituyente de 1857 trata de dar cauce a la sociedad para que ésta legue al estacio de nacidn. Miitiples circunstancias lo impiden y poco después nos entrascamos en la guerra de Tres Afios 0 guerra de Reforma, que viene a ser el gran avance sin punto de retorno. Se nacionalizan los bienes de manos muertas, se suprime el tuero eclesidstico, se establece la supremacia civil del Estado, se seculariza la sociedad, se disuet- ‘ven los restos del ejército colonial factor de inestabilidad durante muchos afios. Fueron tres afios, de 1858 a 1861, en que no se anduvo @ paso de sandalias; se dejaron las sandalias para ir de prisa. El Estado se constituyé y en las luchas de 6! y por é! se formé la nacién. Siuna nacién sélo se hace haciéndose, la nuestra se hizo con todos sus antecedentes, que rebrotaron a a luz del combate en esos tes afios, Esto ‘explica que cuando ocure la intervencidn francesa y se instaura el llamado Segundo Imperio, sea una patria la ‘que resiste y vence. Menos de 20 afios antes atin no la teniamos”. Reyes Heroles, Jesus, en la Geremonia Civica Conmemorativa del GLXXIV Aniversario del inicio de la Independencia de México, efectuada en la Co- lumna de la Independencia. 16 de septiembre de 1984, en Jesus Reyes Heroles y la Educacién, Fondo de Cultura Econémica y CONACULTA. 1994. P. 76. Benito Judrez: La educacion y el estado 69 a ci | ahi donde se persigue a los diferentes y hasta ser originario de otra parte es motivo para el desprecio, la humillacion y, en el colmo, el asesinato”.2° Un balance preliminar de esta nueva edicion del debate acerca del laicismo, denota que la franquicia conservadora nada ha desarrollado en su ideologia y programa desde su derrota frente a Benito Judrez. Como bien lo afirmara Car- los Monsivais: “Aunque en el sigilo obtenga sus victorias administrativas, el fundamentalismo de derecha ha perdido en México una tras otra las batallas culturales”.*° Esto sin olvidar su alusién al secretario de Gobernacién, capaz de hacer nada por mantener el Estado laico, capaz de amonestar rudamente a la maestra de su hija por ser independiente e intentar la lectura colectiva, un tanto inocente, de Aura de Carlos Fuentes. El costo de la presencia conservadora y de derecha en la direccién politica dei pais, durante este sexenio, ha sido muy alto. Traer mas hechos concretos a colacién, acerca de su peligro e incompetencia, es redundante; hoy no basta rectamar la presencia de la imagen del Benemérito en las salas publicas: es preciso reclamar -por medio de un debate agudo, inteligente e implacable- el tegreso a los principios que dan fundamento a nuestra vida republicana, como elemento esencial del Estado Mexicano es necesario defender las cuotas mas altas del pensamiento liberal mexicano, es importante regresar a Benito Juarez, e imprescindible reapropiarse de la secularizacién y del laicismo como piedras torales de nuestra vida publica para defender con energia la educacién publica. Benito Judrez representa la lucha encarnizada en el terreno de las armas y de las ideas por establecer un nuevo orden juridico contrapuesto al orden de la Colonia. Ese orden puede sintetizarse en estas aspiraciones supremas: el siste- ma republicano, antagénico al regimen monarquico; la voluntad popular como base de la soberania de la nacidn; los derechos del hombre como fundamento y objetivo de las instituciones sociales; el poder civil, como unico poder legitimo de la nacién; la igualdad de los individuos ante la ley y, por tanto, el desconoci- miento de los fueros y privilegios de las personas fisicas y de las corporaciones; la soberan/a de la nacién como contenido de sus relaciones internacionales.” 2 Musacchio, Humberto. "Estado leicismo", en el periddica “Reforma”, 1 de octubre de 2002. *® Mateos-Vega Ménica y Roman, José Antonio: “El fundamentalismo de derecha ha perdido las batallas cultu- rales", en ol periddico “La Jornada", 1 de febrero de 2006. ** Lombardo Toledano, Vicente, “El epistolario de Benito Juérez” en Benito Juarez El tiempo agiganta su figura Seleccion de Textos Marcela Lombardo. Centro de Estudios Filoséticos, Politicos y Sociales Vicente Lombardo Toledano 2005. P. 10, 70 Revista del Posgrado en Derecho de la UNAM, Vol. 2, nim. 3, 2006 VIII. BIBLIOGRAFIA ALONSO Jorge, Coordinador, E/ Estado Mexicano, Editorial Nueva Imagen, México,1982. DIETER Nohlen, en Diccionario de Ciencia Politica, Editorial Porria, México, El Colegio de Veracruz ,2006 MORA, José Maria Luis, EI clero, la educacién y la libertad, Empresas Editoriales, S.A. México, D. F., 1949. REYES HEROLES Heroles, Los Caminos de la Historia. Universidad Nacional Auténo- ma de México, México, 2002. REYES HEROLES, Jesus. Jess Reyes Heroles y la educacién, Fondo de Cultura Eco- némica- CONACULTA, México, 1994, ZEA, Leopoldo, E! positivismo en México. Nacimiento, apogeo y decadencia, Fondo de Cultura Econémica, México, 1968. ZEA, Leopoldo, E/ positivismo y la circunstancia mexicana, “Lecturas Mexicanas’, Fondo de Cultura Econémica-Cultura SEP, México, 1985. 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