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Las ramas de la economia nte, Hacia de! pow Sos xicas. Se establecieron en T ‘ de los me- jad economica ¥ poselasico la can sector de fos fh Jo Mesoamerica desde 108 aos oles no hubiera sido produjeron de los espanotes no habia ara jos mayas. Pero otras co sta haya sid trabajo y ls adap-, ron las cambios ba la tierra, iva, el de roza y €l 5, los bosques nie uno 0 dO a que la “wee ci6n sechas anuales. En la practica, exist n entte los dos modelos 1uchas combinaciones. sistema de roza es casi siempre edad les. Torquemada describe el procedimiento, tes términos: los de esta la maior 0, mo todos y asi se acomodaban nes de los sitios. "ox parte, Labradotes, y Gente, que lad de Ti sgocaban de una misma cal fn sus Labrangas, 4 las condic ‘os, y que participan de Ti elas Inderas, y gargantas de las Sierras, desmontando los Arbo. les, brefias, para sembrar el grano. ¥ sor tan fertles las Tertas, na) y queman: las cenicas, que quedan, y se rasta que con cuia sombra se wuel Tierra, y se reforma para otra siembra. Esto omiun en todas las Sierras, donde los M ‘otra vez han nacido brefas,y ia cubr ve 4 humedecer (como digo) es Hanos: aunque tienen las Aguas de Arroios, y Aho en los Temporales (Rojas y Sanders, zado sobre todo en fas zonas de ical, de baja elevacién y suficie n el periodo de crecim precipi 10 de las plantas in plus F168) Sade Sage: tg ananandedne quemada en el proceso procedimiento costaso, porque muchos de los material rtivos no destruidos por el fuego son arrastrados por el agua vegetal, el fér sion (Melgarejo, 19 pos prehist6ricos. La 3s paises tro- vegetacion salvaje la y que despt ‘cupera casi completamente la ' de algunos aftos la parcela pue un aio o mas, mientras que el més simple de todos, pero dad de la poblacién. Estudios carnpesinos mayas de Yucatan roza Ia densidad maxima ps rado, mientras que con el sistema nsidad posible de 169 per: personas por kilmetro cu: de labrado, Palerm calculé una 4 is por ki ble que a finales di ntaba exclusivamente en el cultivo de roza era parcialmente ada, sistema de labrado comienza como el con la semocién de la vegetacién existente y su quema, aun cuando Esta no se realiza im situ. A\ sna derora noes apable Tambien en ee sista se dea un pio de deca, perolo que suede ese nt ga o menor ue el empo deus, Durante este laps, la ere queda sin vegstaciono con solo una degada capa de paste clus sin medidas expeiles fa erosion endear ma rita, y la desrucion dels nt menor Cuando ls cond excensin paral plead jentes minerales del sue- rante 1po mayor, 10.p. 12,6280 Rois Sanden 1170) ppterernerenrenis ears anii a fica con sociedades de escasa estrati ros ceremoniales importantes, mientras que la de labrado los sistemas de lal el ciclo de prod cin. Primero para prepararlo para se rompfan los terrones y se po y se aflojaba li Irededor de las plantas 1s luz, aite y sostén, Las semillas —segtin los infor- n— habrian sido cuidadosamente escogi n tacha ni mécula lo ‘Se apartan 10 de nuestro sustento, Arrojan las semi las podridas, las menudas. Lo mejor escogido se desparra- 1gua; por dos dias, por tres dias estén en el la tierta labrada en lugares asi se siembran.” Para sembrat, se hacian hoyas previamente, desmenuzando con cuidado la tierra dentro de ellos y mezclandola con abono. Los hoyos distaban tin paso uno del otzo y estaban alineados lo largo de jones. En cada uno de elles se enterta: sro © cinco granos. En las tierras de humedad y riego, la 'a todos los afios ¢ incluso dos veces al afio. 1s que estan sanas, 3s pasa ban ¢ operacion se reps los valles mas f 's toda la tierra era trabajada, no habia 1p palmo de tierra vacua 0 sin Por lo habitual se isa parcela varias tas, ya fuera en forma alternada o en mosaico de acuerdo con el ciclo de cada planta, Ademés se tienen indicios claros de la aplicacion de sistemas de rotaci6n o sucesién de culti- vos diferentes para mantener la productividad de la tierra. & mente complejas, con cosechas veces estas practicas eran en cada parcela en diferentes épocas, de maiz, frijol 0 calabaza, para repartir el riego, obtener una variedad de productos y istribuir los dias de trabajo a lo largo del afio, en forma mas rovechosa. La mas comin era la asociaci6n de maiz, frijol y ‘alabaza. Pero también se 's hojas que la envuelven. La operaci tar las hojas el campesii sina se sentaban. Luego el que habfa en la parcela o operaciones estan graficamente era almacenado con sus y ramas as, porque en épocas de hambre matticulas de tributo. El haba. pesinos mesoamericanos construian terrazas que trabajo y esfuerzos de mantenimi tructuras contribu grosor del terreno, su mai atenuar los efectos de la e astillo habla de balsas que lan recogian las heces humanas pa idades agricolas. De los canales de revenderlas en los mercados, cor acuerdo con Sahagiin, entre los nahuas se usaban varias deno- mminaciones para | jerra estercolada, distinguiendo incluso esti€rcol (idem: 156). El conocimiemo de tos ute idades agricolas en las socieda- des de los periods clasico y posclasico es muy fragmentario, Sin embargo, podemos describir algunos de ellos. término coa se ha aplicado en forma genética para de: instrumentos que los espafioles idei con el azad6n, la azada y ta pala, sin embargo éste no es un afortunado, Deben distinguirse el bast6n plantador que Jo cuya punta se afila y endurece al fuego 0 se calza de una picza de cobre. Su tamaho vasiaba de LS # tres metros y se hacia con maderas muy duras como el roble, el encino y el ban los que te i diversos icaban posteriormente punta de madera pero éstas, también ser de piedra © metal. Estudiando las fas que servian para designarlo, se pueden inferir, instru ala. nto, usos muy diversos. Haba también el uictt de hoja 0 coa de hoja. Se trata de que en uno de sus extremos tomaba una forma plana lose primero y aguzindose al final para adquirir una forma tcangulas recta pos wn lado, curva del otto. En vatias zo: nas, 1a parte plana estaba hecha de cobre endurecido. Su era multiple y se encuentran referencias a su uso en la agricul: tura, pero también en fa consteucci6n y Ja itrigacién. Las coas ura de un hom: bre y estaban compuestas dle dos piezas (una de ellas muy pa recida a ta pata} amarcadas con alguna fibra, cuero 0 bejuco. El remate en forma de cabeza de animal servia para cargar con fuerza el peso del cuerpo del trabajador sabre nento. Las formas de esos instrumentos variaban mucho. A eso hay go zoomorfo eran mas cortas que la que agregar las hachas de muchas formas y tamaitos. estaban disefiadas expresamente para 74) para acarteat las cosechas se utilizaban canastos ¥ ayates col0- cados en la espalda y sostenidos con mecapal en ta frente 0 los hhombros. En la lucha contra péjaros ¥ ratones, se usaban res- pectivamente espantapdiaros hechos de hoja y venenos vege= 1s mezclados con alguna comida iguiente paso es la itrigaci6n, que pert agua a ios cultivos en los momentos més decisivos por me: ‘dios artificlales, La irrigacidn podia ser de pequetta escala, como la que tiene lugar en huertos casefos, 0 de gran escala cuan- do una comunidad 0 una ciudad se une en un esfuerzo colec- para constiviry regular un gra sistema, £1 funcionamiento introduci tivo de estos sisternas entrafta delegacién de autoridad, organiza- ‘on sociel'y ocupacién prolongada de un Area, Puede ser usada a therra de ceraporal o emplear- para aumentarla humedad de ce en tiempo de secano, aumentando su productividad. ostiene que una de las causas de fa difculiad para apreciar Ia idl riego en el México prebispanico es la dispersion emas, debida en buena parte a fa geografia de altiba- jos del pats Y por que se manifiesta en las chinarny ban las descripciones de los espanoles en el fuentes, una buena parte de ia agricultura de este dia a combinaciones sofisticadas de todos los elementos de mo esté el ensamblaje amiicial de tierras, como el pas y las terrazas, Como prue- Jo xvi y otras fo respon la agricultura intensiva mejor de ellos eran las chinampas que cubrian las costas Ico y Xochimilco, pero que también abun- Itelolco y en el de los lagos de daban en los alrededores de Tenoch' Grea de Xaltocan (Coe, 1964). Las chinampas son ten general rectangulates fodeadas de agua al menos Por wes Jadios, Su tamaiio varia considerablemente y las fuentes regis de 400 a 10000 metros jas de tierra tran superficies prehispanicas que van ya7st una especie de cucl en una bolsa que se cma ply Probable hy wa i dela pews de Chae ree sombreado. 10s drboles cumplen ade-. la erosién de las plataformas en (Moriany, 1992). En uno de los lados de la pl rma se colocan las filas de chapines, pequetios cubos de lodo endurecido en el centro de a plantado una semilla recubierta de abono. Estos una especie de inen. Una vez que esto ha sucedido, los chapines son colocados en canastas y Juego plantados en el lugar que les cortesponde en la chinampa. +o antes, !a superficie de la chinampa es preparada cuidadosa- , removiendo la tierra con la oa y fertilizandola, Luego \cen agujeros en cuyo fondo lodo y agua y sobre scubren con una pet invernadero en donde son dejados plantadas en suelo firme. Extremad: 1a de chinampa es de enorme que una hectérea puede dar 4000 kg de maiz, lo que repre: de los lagos una cosecha de cuatro chinampero produce entre 2000 y 3000 kg de matz al atic. sulos para mediados del portancia de la chinampa pats depende de muchos factores 4 lun esfuerzo similar, Ademés, Jos grandes templos fiteron cons- \uidos y reconsteuidos varias veces entre el principio de nuestra eray el ano 300. ‘Tenoci politica y mercado central sino como tin cen, two hecho para impresionar a los adversarios y servir de sede imperial. 4 diferencia de otras ciudades que ten ‘un trazo ‘aprichoso, ‘Tenochtitlan habia sido cuidadosamente planea- da “onstruida de acuerdo con principios politicos, religiosos, tares y funcionales. La planeacién estaba centralizada y expresaba el poder del huey tlatoani. Los canales y caminos es- {aban trazados en angulos rectos, siguiendo una sola orienta- ci6n para toda la ciudad y el trfico y los embarcaderos estaban rigurosamente ordenados. Las principales avenidas de acceso contaban con puentes levadizos para dejar pasar las canoas y las casas de dos pisos, propiedad de nobles y ricos mercaderes eran bastacte comune. Los instrumentos cortantes de obsidiana son uno de los logros mas impresionantes de la tecnologia artesanal anspor dew 1972: 57, Cie Mendon. 64 (186) ericana. Aun cuat .cturada en laminas con filos muy agudos. En real ia es quebradi que el de cualqui No es de escogido esa piedra para ade trumento, antiguo 0 moderno. tes de Mesoamérica hayan ro de instru- sgada de los espanioles, el trabajo de to nivel de perfeccidn. Con navajas y puntas de espa- a, que los espafoles aprendieron pronto a respe- tuna gran variedad de instrumentos caseros y ladros, agujas y puntas de 1s que fabricaban navajas trabajaban fabricar una vei los mercados y en - de piezas. Después de | alfareria, los instrumentos de obsidiana son los restos mas los sitios residenciates de los mexica 1187) jc su producci6n se ini era extraida de poz0s ut lego se trabajaba con diferentes técnicas hasta strumento deseado. El alto nivel de habilidad ne- 8 indica la prese! 1996: 87) estaba equipado con varios objetos de cers conservacion de alimen. figuras para el culto, asi como juguetes para los ni- fos. Tambien se han encontrado pipas para tabaco, campanas y silbatos. La cetémica era producida a mano y luego tostada a fuego © posiblemente en hornos. Sahagin sugiere que habia, 08, los que fabricaban diversos objetos y los jaba en las minas en ando instrumen: ia de que se especializaban en la elaboracion de comales. Pero otras fuel 's sefialan una especializacion mayor. Segtin Torquema- ;nos que hacfan vajillas de barto y los que se espe- confeccién de jicaras y tecomates hechas de la Igodén tenian muchos usos entre los indige- para la elaboracién de ropa, asi como pata ropa de objets decorativos, armaduras y os. En forma de ra enn dio de cambio, regalos y objetos de tributo, Entre los mexicas, solo los nobles podian usar ropa de algodon, mientras los idos de nas. Serv cas para los muer- ‘eli, una larga lada, servian de me- maguey, ELhil lo eran ocupaciones reservadas para las. mujeres. La produccién comenza mpieza y el pei nado del algodén crudo. Luego venia la elaboraciér: del hilo @ mano con un huso de 25 4 80 cm cuya punta descansaba en una base de piedra o cerdmica insectos eran aplastados y variedad de plantas e #go hervidos para producir los (188) colorantes que se usaban para tefir el hilo. Estos colorantes eran generalmente obra de especialistas que los vendian en el mercado. La tela era tejida en un telar de cintura, La mujer amarraba un extremo del artefacto a un arbol 0 u otto a una tira que rodeaba su cintura, Luego se cia atrds, regulando con su posici6n la tensién del telar. Des- graciadamente, las lanzaderas eran de madera 0 hueso y muy pocas sobreviven en los sitios arqueol fusamente en las ilustraciones de los cédices. En las zonas cA das se tejia en mayor cantidad telas de algodén, mientras que en el Valle de México predominaban las de fibras de maguey. Lo sabemos por la frecuencia en que aparecen en esta ultima regi6n los husos que se utilizaban para fabricar tejidos de suey y que eran més grandes. Muy importantes también eran las industrias que se ocu- paban del beneficio del maguey. Tanto las hojas como la sa adas para elaborar diferentes productos, princips 08, pero aparecen pr ko Casio, 1972: 89. Cale At (3891 mente fibras y pulque. Para hacer fibras, las pencas eran ablan- dadas en una solucién o tosténdolas en un agujero en el sue- lo. Luego, con un raspador, se separaba la fibra que se dejaba secar. Las fibras secas eran iladas para elaborar cuerdas 0 un. ilo grueso que era empleado para la fabricacisn de tejidos. pulque se obtenia de la savia en un procedimiento no muy ferente del que se usa en la actualidad (Goncalvarez de Lima, 1978: 30-56) En los nos dos siglos del posclisico, Mesoamérica esta ba entrando en la era de la metalurgia. Introducidas probable- mente por los incas cuyos atepasados las habian descubierto hacia ya un milenio, las téenicas del trabajo del cobre se exte fan répidamente. Apatecieron pri ero en el occides cia el siglo xv, los herreros de varias partes del imperio mexica habfan perfeccionado tales. El mattilleo en frfo. 0 ersas técnicas pata abiertos o de cera, eran usados para obtener proditctos suntua- rios come anillos, campanas y ornamentos 0 de ts0 col no como las agujas para coser, eran vendidos en el mercado de la sy anzuelos que Jos mexicas, que las usaban también para la confecci 1996: 96, 97). Ademés de estas especialidades. las fuen. tes etnchistoricas se refieren a los artesanos que se ben de armas ban de la resina de pino y los que elaboxaban medicinas y aniorchas, Muy importante debe de haber sido la industria de la cons- truccién de canoas y piraguas, Para Tenochtitlan, el trafico de canoas no sélo era mas eficiente y barato que el que iba por tierra, sino frecu: emiente mAs corta. No se sabe con precision 1901 x z ico de canoas, aunque era importante. cutin extenso era el tr can gran niimero de piraguas, probablemente 100000 canoas iduales y 60000 0 70000 canoas grandes. Hay un registro de una canoa de una longitud de 30.8 por 9.8 metros, n cuando el promedio tenta una longitud de 4.28 metros. La capatidad de acarveo era de varias toneladas por canoa y la ve- \ocidad promedio a la que se desplazaban era de entre 2.6 y 3.5 km por hora, Es evidente que la produccién y manteni- verdadera industria y perso- nal altamente especial {assig, 2000: 71-73). Los bienes suntuarios tenfan una gran importancia en la economia y la sociedad mexicas. Eran las principales mercancias, en el comercio a larga distancia y simbolos distintivos de iden- 1ueta y preferencia religiosa. Se daban. como regalos para sellar acuerdos diplomaticos, alianzas poli- miento de esa flota exigia de u ado tidad, jerarquia social, et lazos sociales. ‘mayoria era usado exclusivamente por los nobles y los sacerdotes,y la organizacién de su produccién ciferfa con- siderablemente de la de los arios. Los artesanos de bi productos se de aI mercado donde sus compradores pertenecian por lo general 4 la misma clase. Los artesanos de algunos oficios estaban orga- nnizados en una institucién que recuerda los gremios medievales .n sus propios calpuls. La mayor parte de la informacion, 1es suntuarios eran especialistas de tiempo completo y sus inaban directainente a sus mecenas nobles © sobre e308 bienes proviene de fuentes espatiolas 10s de los objetos de arte mas bellos y sofisticados, pertenecian ah de cobre, que no estaba ampliamente establecida en el Valle de México, el trabajo de oro era una ocupa técnicas utilizadas sugiere Tenodl La complejidad di hot) Con las plumas se haci +05, capas, adornos para la cabeza y tapices decorativos que eran considerados muy valiosos. tbat ‘as. escudos, trajes guerre Los pintores eran conocidos c importancia de su trabajo tiene testimonios directos. La pintu 13 mural estaba extendida por toda Mesoan quedado como testimo rica. De el io los murales de Bonampak, ‘Tee y las excavaciones del ‘templo Mayor han pro- bado que los mexicas decoraban profusamente sus edificios ‘can, Cacaxt 1986: 162-170). s de productos suntuarios, sobre todo los mas dotados, formaban parte de una clase media que tenia derecho a poseer tierras, vivir en los palacios de los nobles y gozar de 3s. Junto con las puchtecas, representa- trato plebeyo en ascenso que se confundia com las capas mas bajas de ia nobleza ‘A.eso debemos agregar la industria militar que di ocupado a una gran variedad de artesanos, la compl cuya labor podemos deducir dela descripcién que hace Bernal Diaz del Castiilo de un arsenal que encontré en Tenochtitlan. grandes ¥ padas de a dos que den con ell unas como macanas, y otras a manera de es- anos, engastadas en ellas unas navaja, que aun- en un broquel 0 rodela no an, y conan, en fin, con nnavajas, que se rapan con ell las eabezas. ‘Tenian muy buenos arcos ¥ Nechas y varas de 2 dos gaios, ¥y otras de a uno, con sus tirader sy piedras paveses, que son de arte que los pueden arrollar arriba cuando no pelean, porque no les rollizas hechas a ‘ily ee sia ost aS iertos sus cuexpos de arriba abajo. bién tenia muchas armas de algodén colchadas ¥ rica mente tabradas por fuera de plumas de muchos colores, a mane- sa de divisase invenciones,y fenian otros como capacetes ¥ cascos nuy labrados de plima por fuera le madera y de hueso, tambie jz, 1981: 328-329] TRAPICO ¥ COMERCIO EXTERNO eben distinguirse dos tipos de economia ligados al cambio: la 1e deriva del comercio a larga distancia y que sepresenta rercambio entte elites ¢ incluso entre Esta~ ados en esas tareas, y las igar entre los concurrentes mercaderes especi lianas que tienen los mercados lecales en dias de plaza, tn el primeto, los productos intercambiados son rias primas de aito valor y objetos de lujo, sus propietarios os nobles y sus agentes, mercaderes en gran- ae: bjetos son generatmente de uso com son individuos, sea nerciantes (sauer iderlos, ceupando un I mnediarios s) que adquieren stable como pequenis inter cia genera grandes utilidades ¥ ‘ymblan cuantiosas fortunas, 4 poder un nivel s6lo inferior al de los guerreros, En cambio nes que tienen lugar en los mercados son en gene ‘jas dimensiones, sus ganancias son modestas ¥- .cen como actividad comple- ral de peat los artesanos que lo ejercen lo En sus viajes, los comerciantes servian con frecuencia como emisarios p. tados, apresados y asesinados y estos cidentes servian para ban en la imposicién . Una vez que esto sucedta, diversos bienes que antes na Tenoch aban ahora como idad alguna. El papel de los comerciantes de los guerretos y los cobradores de im- Puestos. Los pueblos mas débiles ter mercio y el respeto de los pochtecas o la guerra y la imposicién del quienes se desplazaban jos. Su atraccidn no era amigos. hi97) F198) PAMAS BELA EeOWOMIA . iguo a larga distancia, no 1a generacion en desaparecer; e dia de “plaza” en cambio sobreviven hasta nuestros dias. 1s mercados No podemos dejar de observar que la diferencia en el dest de ambos es una prueba mas de la di la €poca El comercio de larga distancia gozaba de al a importan que precedian la salida de una caravana y sdad mexica, como lo pruebs Sy las cerem el hecho de Itrato de los pochtecas por otras naciones ‘se ocupaban preferentemente dei comercio exterior; Berdan, a diferencia de otros estudiosos, considera ue es posible probar que también comerciaban en las ciuda- era intermedia y probablemente estaba en transicién. Com- Rian privilegios y tradiciones con los nobles y deberés con nunes, Podian a veces, como los primeros, poseer tierra, ortar simbolos de nobleza y mandara sus hijosa les zlmecac. Peto como los segundos, pagaban tcibuto, aun cuando sélo en especie (estaban exentos del trabajo obligatorio de los mace ules). Sahagtin los lama “aobleza por fantasia’, Algunos, 8o- 1 todo los mas ricos, eran poderosos y muy apreciados por el soberano, peto raramente admitidos en la corte barrios y formaban corporaciones en las cuales se asociaban con 's de otras ciudades. Era el Unico sector de la socie- s leyes, y sus gremics eran jo de hpi ss disfrazados que jo de condicion era josas (Leén-Port valor y habilidad wvana comercial inclufa esclavos portadores » Idados que iban como proteccién, y otros 12021 L203) tos onicrnrs : ? : as RAMS OF, 1A ECONOMIA mantas de algod6n, que los ieron con los de Tialtelolco. 2 (aoe (205 F902 1 (200) sansonvo $07 de ruz, el norte de Oaxaca y el Xoconusco, is fronteras del imperio se ci ba en la tegién dle Xilango en la costa del Golfo, el suroeste de Guatemala y el golfo de Honduras. No existe registro de que haya sido un de comercio pata los pochtec: Esto es expli ecuerda que el monarca recibya cada ao como tr cargas, cantidad que probablemente cubria las nece- ro el cacao no era el ivalente labia ademas pe- ndar, polvo de oro, envases transparentes, ricas plumas y también pequenas quenas piezas de tela de algodén en medidas as de cobre. Acerca de cémo circulaba ese dinero atcaico sabemos poco, pero Sahagiin registra algunas equivalencias, Escribe que una canoa valia un quachili (pieza de tela). El equi- valente parece haberse usado mas en los mercados internos, mientras que en ¢l comercio de larga distancia predominaba e! tueque. En este libre de precios. registro de la formacién. (98 términos del cambio eran fijados por las autoridades en los puertos comerciales 0 por convenio entre las partes, pero debe de haber habido una gran cantidad de in- tercembio desigual directo, tinica forma de acumular tiquezas en una economia de produccién para ¢ Las grandes fortunas de los p¥ las ricas mansiones, no podian provenir mente de los regalos que el monarca les otorgaba por lujosisimas fiestas sus servicios. Es muy probal Hevaran tambien sus propias mercancias y de idades importantes, Sus fortunas se cuantific cie. El éxito y an en espe- dependian de los dela cote y su intensa actividad ‘pal la obtencion de ese estatus, no la s per 8. oder de los comerciant bt favores que lograbi tenia por objeto pri acumulaci6n de bi (208 | il Lntre los mayas el comercio de larga distancia tenfa una importancia atin mayor que entre los pueblos det centro, La economia, las guertas y la estratficacién social parecen haber dependido en gran medida del buen funcionamiento de sus jones comerciales con el exterior. Como estaba sustenta- do en la ecolo} Ja caza, la caida de Tenochtitlan produjo una seria disrupcién Jos centros de poder econémico y politico. Ya antes de la consumacion de la conquista de las ierras mayas, la estructura econ6mica habia cambiado considerablemente y hacia media- dos del siglo xv la red de relaciones comerciales del trafico de larga distancia habia desaparecido de lo que sucedia con los mexicas, quienes se dedicaban al comercio entre los mayas formaban parte de la nobleza e incluso se tiene registto de familiares de monar- fan la profesion. No patece exist en esa sociedad da de los comerciantes como grupo del resto de la sociedad ni tampoco se encuentran las complejas Jes que caracterizaban al porkteca. Los ppolomes, como se les llamaba, estan mas cerca del monarca y no, hay Je partcipen en los mercados locales. Las regional y en la especializacién agricola y de tan mas preciosas y sal. Las operaciones entre los mercaderes de iarga distancia se realizaban en ciudades o aldeas que se han designado con el nombre de puertos comerciales aun cuando no necesariamen- te estuvieran al borde del mar. A menudo estos puertos tenfan lun raggo comin: eran poblaciones auténomas y neutrales, Lo que les permitia ejercer sus funciones independientemente de los conflictos politicos y militares de la regidn. En ellos, las autoridades controlaban las transacciones y con frecuencia fijaban los precios. Sucedia que los n« les del lugar sitvieran, (2091 : Los onicenes . de intermediarios de manera que, por ejemplo, los mercaderes mexicas no trataran directamente con los ppolomes de Yucatan, sino que se servian de los chontales del area de Xicalango. Esto, a su vez, no impedia que esos intermediarios estuvieran direc- tamente involucrados en empresas comerciales muy amplias que integraban al circuito internacional a los productores lo- tales de bienes demandados. Si bien el lesartollo hist6rico de esos puertos es materia de conjetura, se cree que los centros neutrales se desarrolla- ron como resultado de conflictos entre ciudades-Estado que ban cierta seguridad para realizar sus transacciones sin, permitir a emisarios de sus rivales el acceso a su tervitorio, Sin embargo, esa naturaleza neutral no parece ser de todos los puertos de comercio, Algunos les claras de la presencia de fort lores se refer icaciones y de domi: ica_en puertos comerciales del sur como Xoconochco © Xicalango, sugiriendo que un pariente de Moctezuma era el lider de los comerciantes mexicas residentes en este htimo 1975: 170-196). imeras y maravilladas descripciones del impresio- -ado de Tlaltel Jco que hacen Jos conquistadores, bien pueden servir de punto de arranque para aquilatar la importancia del mercado local (tianguitzli) en la sociedad me- xica. Bernal Diaz nos dice que el murmuilo de las voces de (es se escuchaba a una legua de distancia y que al gunos soldados espafioles que habfan estado en Constant etal . declararon no haber visto nada com Cortés, por su parte, calcula que la plaza que daba al mercado era el doble de la plaza de amanca mente participaban en él 60.000 persenas y que la vatiedad de productos no era inferior a la de cualquier pais del Viejo do. (2101 ee Oras de la afluencia (unos 20 a 25000), pero aceptan de mercado ma- n a 40 0 50000 personas (idem: 197). Puesto que la mayoria de los autores sidera que no se produjeron cambios s ddos aborigenes en los primeros 50 afios de la Colonia, podemos utilizar las abundantes fuentes de ese periodo para reconstruir su pasado prehispanico. Los mercados de plaza eran comunes inte en todas Jentes son mas moder nporineos con: es en los merca. no s6lo en las ciudades mayores sino practican as de Mesoamerica. Slo variaban fan. las poblaciones signifi cn euao a fecuenciayvariedad de productos que oft puna periodcidadl de 20 dias (mes mexica) y a tnque nco dias (semana mexic: .s ciudades mayores todos los dias eran de mercado. Esto les viajat de unos a otros para cado mis importante dei permitia a los pequefios comerc elolco, .dos los productos de Mesoamé- vender y comprat: En ino, era posible encontrar rica, desde venian de mu} ue interesaban a pueblos que se encontraban frecuentemente cen guerra y por tanto atrafan a comerciantes profesionales de. diferentes nacionalidades (Rojas, 1986: 239-248), 1s mercaneias que sz intercambiaban era La diversidad de asombrosa y puede servir como ia, amplitud y profusion de los ida de los habitantes de! centro de México. José sta de tre los cuales se cuentan materias primas cera y adobes; herramien- estaio, palas, remos, punzones, a elaborado autores de la época, ‘como plumas, hilo de algodsn, tas como hachas de lat6n, cobs 0 como petates, canastas, loza, co > como mantas de henequén, huipiles y telares; menaje dom males y espejos; vestua ida y de manta; adornos de piedra atén, cobre, imales vivos, entre s, perdices, codornices y tértolas; animales la pesca como fieras, venados, culebras y 8; Vegetales y frutas, entre ellos ajos, be- mameyes, guayabas y miel de abeja y de maguey, elotes co- e, carne cocida y asada, tortillas de huevo amas; alimentos y empanadas de pescado y, por fin, servicios como los que proporcionaban herbolarios, boticarios, alfaretos, carpinteros y canoeros bien la mayorfa de los mercados oftecian una gran va- nos se especi tos, 3 famoso por sus perros; Texcoco por sus mantas, jedad de bienes, al izaban en unos ct Acolman jfearas ¥ cerémicas: Cholula sobresalfa por sus joyas, piedras preciosas y plumas, mientras que Azcapowalco lo era por sus esclavos. Duran sugiere que esto era resultado de una pi ndiente a controlar la circulacién de esos bienes, pero auras fuentes no coinciden con él, Tanto los hombres como !as mujeres participaban en las le vendedotes y compradores en el mercado 0. Incluye a los vendedores de cacao, de mantas, na vender nportadores. Asi, por ejempl estaban en manos de los poch cacao y el algod tegoria era la de las personas que oftecian luqueros 7 tamemes, gran variedad de arte- leros libres que alq estaban suijetos al c (212) | ! dades puiblicas, Bernal registra en Tlaltelolco Ia presencia de tres jueces y numerosos inspectores que revisaban tanto las iciones mas generalizadas es que nadie debfa comprar y vender afue- ra de los mercados. Algunos autores creen que el propésito de esa prohil cion era evitar el robo, pero sin duda obedecia sobre todo a! la necesidad de reglamentar y controlar esta importante acti- vidad, Sea como fuere, cualquier persona que operara afuera mercancfas cotno las transacciones. Una de las regi de la plaza, era castigada. Cortés observa en 1519 que en los andenes donde se des- cargaban las canoas con mercancfas para el gran mercado de Tlaltelolco habia garitas en las cuales se cobraba impuesto. Duran, por su parte, habla de un impuesto de mercado cuyo producto era dividido entre el gobernante y la comunidad, 7 Torquemada dice que el impuesto se pagaba al gobierno. Tam- bign se -registran pequefias cantidades destinadas a los jueces. No se conoce la forma de pag de esos impuestos ni qué pro- porcion de las transacciones representaban, pero seguramente icativo en el abastecimiento de las casas jugaban un papel si de los nobles locales. Comercio en merida loa Se puede decir que existen datos suficientes par: una idea parcial de las equivalencias reinantes. El valor de cier- tos bienes como el cacao se incrementaba co: distancia y la estacién, y también se cuenta con referencias expli toa la calidad en las equivalencias. Fse tipo de variaciones ha- fa rentables los viajes de los mercaderes. Los bienes se vendfan por cantidad y medidas pero no habia unidades de peso, y los fraudes eran frecuentes, por ejemplo, que los “malos” vende- dores de maiz dispusieran en los lotes el mejor tas respec- 10 arriba, mientras que abajo abundaba grano inflado por la humedad y desperdicios. Sahagtin nos dice que una manta de primera cal 100 granos de cacao, una de segunda 80 y una de tercera 65. (Otras fuentes inforinan que 20 cargas de ambar liquido valian 100 mantas y que éstas podian cambiarse también por cinco cargas de cochinilla, 2000 piezas de hule o 400 campanas de cobre; 20 lingotes de oro podian cambiarse por 600 mantas y éstas a su vez se cambiaban por 20 bezoies; 40 pieles de iaguar n 800 mantas 0 400 plamas grancles y raras; tres piedra de jade de Xoconochco vs de la misma piedra, le se compraba por dos cargas de oro y un por dos esclavos. A su vez, un esclavo podia #€ por 100 grantos de cacao y los servicios de una pros- entre ocho y 10 granvs. En 1545, en el mercado de guajolote valia 200 granos de cac 40, y un gallo, 20. Una 100 granos y un conejo pequeno por 30, Un aguacate recién vali los de fan 1200 mantas y un hilo 10 de Cuetlaxtlan, val 6000 mantas. Tlaxcala, de Cast bre grande se conseguia por cosechado valfa tres granos y uno maduro, un grano; 20 tes pequeios valian un grano y dos chiles verdes ten! mo precio. Una tuna o un zapote valian, iespe: grano de cacao, i2n4i ny no sabemos con certe- tas za qué significaba wna “manta” y sila earga de cacao equival siempre a 24000 granos, como dice Motolinia, Pero si sabemos {que habia cierta regularidad en las equivalencias y que éstas cam- biaban de un mercado a otro, reflejando el juego de los costos, de transporte y la demanda y ls oferta locales. Sin embargo, les como el maiz estaban sujetos a equivalencias brienes ese fijadas por la autoridad La mayorfa de las fuentes afirma que la forina mas cofnin del cambio era el trueque. Es decir, cualquier bien era cam- biado directamente por el que se iba a consumirt. También hay’ wvalences que a su vez eran siempre bienes cons ‘mpanas de cobre (de uso ce- temonial), etc, Polanyi sostiene que el dinero de usos miltiples no existe en las sociedades arcaicas. Se usaban mas bien dife- ntes objetos para cada funcin: medio de cambio, medida de valor, pago y almacenamiento. O, en ottas palabras os diferen- ados en un solo objeto. referencias a sumibles: cacao, am: tas, joyas, tes usos del dinero no estaban uni Muchos autores consideran la m nes, la de medio de cambio. Sos demanda comenzara a fungir como medio de cambio cuando la gente comience a aceptarlo a cambio de otros bienes, aun cuando no lo necesiten para el uso directo. A pa mento el objeto es deseado no sdlo por su valor de uso sino portante de esas funcio- que un bien de gran last lor de cambio, Estos autores sostienen que las demas nes derivaran de ésta. La mayoria de las fuentes espatio- las de la época coinciden en que ¢l cacao podia set cambiado practicamente por cualquier otro bien. Esto incluta pago por trabajo, como los 40 granos que se pagaban por una jornada o en los campos de magueyes a mediados del © los 20 granos que se pagaban a los portadores por una jor- nada en Yucatén. Si es asf, el cacao servia tanto para cambiar pagar. Su importancia se reafirma en las pricticas de icacin que consistfan en rellenar céscaras de granos con tierra y certar el agujero con gran hal come auténticos lad para hacerlos pasar De allf que los participantes en la operaci6n se empefia ran en palpar con gran cuidado los granos. Clay jero sugiere jidad 10, mientras otros tres eran utilizados exclusivamen- {que los mexicas empleaban un tipo de cacao de mayor para el te para el cambio. Fs decir, habla una separacién material de jones de! cacao. Por su parte Bartolomé de las Casas a veces ei cacao era usado para complementar opera- las dos relata q ciones de trueque, lo que explicarfa la existencia tanto del trues que como del dinero en los mercados. Por ejemplo: un gua- jolote = 100 granos de cacao, y un esclavo = 200 granos; un guajolote y 100 granos de cacao se cambian por un esclavo. De serasi, el cac \ctuaria como medida de valor de un nivel abstracto, Otro equivalente muy difundido es la manta de algo- dén 0 quachili que servia, entre otros, para la compra de esclavos tos. Mis tarde, el quachtli fue pat Jido por el peso espanol Todos los objetos que fungian como equivalentes se ob- jo que timita. a su abastecimiento, Para los mexicas, el cacao, las mantas de jan fuera de las zonas donde eran usados, (216) 19 obtenidos p (ol estatal de la oferta. Los mayas, por su parte, obtenian el cacao de Tabasco t Honduras y las campanas de cobre y las hachas de provincias mexicas sure. fas. Si eso es cierto, tanto el cacao como el quachtli cumplian ambas funciones, las de medios de cambio y de pago. y la ulti na era ademas usada como medida de valor, ya que todos los bienes eran referidos a ella (Berdan, 1975: 209-230) Los mercados locales regulares eran uno de los mecanis mos que hacfan posible la especi la produccién de grandes excedentes y la distribucion adecuada de los recursos lad de productos estaba dispo! ble con equivalencias razonablemente predecibles para todo los, tanto para el con to, lo cual sugiere también un cor productivos, Una gran cant aquel que los neces sumo como para la produccion. Ademas, si se recuerda que parte del tributo real era canal Jos comerciaiites, se podra tener idea de tiltimos (Rojas, 1986: 252-256). ara y pudiera adqu aco hacia los mercados por imporancia de estos dades de Mesoamérica albergaban un gran ntimera de produc- lores especializados. Se calcula que en Monte Alban, de 10 a 13% de los habitantes eran artesanos profesionales. En Teoti- huacan la propotcién se incrementa a 25%. Fsto no significa hubiera uaa divisién del trabajo menor, dad estaba rodeada de un numero importante de aldeas especializadas que deben de Jo una red de interdependencias entre las aldeas .d. ¥ aun cuando los artesanos trabajaban, fen buena parte por encargo impuesto por menaza, Desde el Valle de Morelos, Para sob s zonas exter quista ido de la poblacis 1430-1519 imponia ineludiblemente la aventura imperial, y idos desde finales del siglo xv presagiaban catas- aren por hacerse real a poblacién de 100000 pers: tenochea en los aftos los reveses su trofes que te 230 La economia politica y cultural de los mexicas Ex. suoo siesoasenicano que se enfrent6 a los conquista- doves espanoles era extraordinariamente complejo, Habia ante s que se derivaban de la ati- tud, el cla, el acceso a fuentes de rego, la calidad de los suclos dlensidad de poblacidn. ‘Tambien era notable la diver- giatca de los pueblos, que frecuentementes6lo icarse entre si por medio de in terceridioma que rv de lengua franca, como e! nahuath iudades-tstado de diversos tamafios. Esta cn basica en Mesoam: entre los nahuas el nombre de altpetl. Mis tarde, los espatioles la llamaron ciudad:cabecera, Aun cua n todas sus variaciones) es comparable ala ciudad-stado del mundo antiguo mediterraneo, su estructura es muy diferente nstaba de un territorio definide, varios calpuls yun tatoans general éste pertenecia an call que ocupaba una posi dominante, El centro urban no constituia una jurisdiccion separada sino que formaba parte del trritor Sus habiantes se sentian unidos por el origen étnico, el~ ‘0 un pasado histérico compartdo. Si bien estos asgos 10s eran comunes a todos los altpets, la organizacion in- de éstos podia adquitir una gran complejidad, debido a la jo su tamano de uno de los cal bas 12311

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