Un accidente cerebrovascular en el giro angular derecho le impidi descifrar el le
nguaje que antes enseaba. Su mayor fuente de satisfaccin era transmitir el amor por la lectura. | Corbis ANA PREZ / QUO 2014-03-19 La mayor fuente de satisfaccin de MP, una maestra de educacin infantil de 40 aos, e ra transmitir a los ms pequeos el amor por la lectura. Su especialidad, precisamen te, era ensear a los nios a leer y narrarles historias. Pero todo esto cambi un jueves por la maana cuando se encontraba de pie frente a u na docena de nios y, al echar la vista sobre el libro, no pudo articular palabra. Las frases que antes le eran tan familiares ahora se haban convertido en un jero glfico imposible de descifrar. Era la misma historia que llevaba aos leyendo, pero aun as comprob que se trataba d e su cuaderno de siempre, y el pnico termin por apoderarse de ella cuando descubri que tambin era incapaz de leer las letras que haba preparado para adornar su clase por Halloween, ya a la vuelta de la esquina. "No poda", apunta con tristeza en la publicacin cientfica de su caso, "cmo iba a segu ir con mi trabajo?" As que cogi la baja hasta descubrir qu pasaba. Los das siguientes surgieron ms dificultades. Descubri que era incapaz de saber la hora que era en un reloj, y tard casi toda una maana en hacer la maleta para trasl adarse a casa de su madre. En estas condiciones, no poda seguir viviendo sola. Ad ems, cada da que pasaba notaba que necesitaba hacer mayores esfuerzos para encontr ar las palabras, y su pensamiento se haba ralentizado mucho. Convencida por su ma dre, MP fue al hospital ms cercano, donde, despus de muchas pruebas, los mdicos le informaron de que el origen de todo era un accidente cerebrovascular. Y como consecuencia, padeca alexia sin agrafa, comnmente conocida como ceguera de p alabras. Se trata de unsndrome neurolgico raro, cuyos enfermos se vuelven incapace s de leer, pero s pueden escribir y comprender el habla. Sin embargo, quienes lo padecen tambin pueden sufrir hemianopsia derecha (prdida de visin lateral derecha); anomia del color (impide reconocer los colores por su nombre) y diversas apraxi as (desrdenes del habla). Aunque este sndrome puede tener su origen en daos en varias partes del cerebro, el de MP est muy localizado en la zona del lenguaje. Su primera reaccin fue autoensea rse, como lo haba hecho con los nios, pero no tuvo xito. Ahora se ha resignado a vi vir sin leer y est pensando en escribir un libro con su historia.