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 Daniel Medvedov
E
l
C
aso de los
M
aestros
Barcelona 2017
 
Los Maestros espirituales son de dos tipos: Independientes y Grupales. Los que  pertenecen a un Grupo, - como una religion, por ejemplo, - bautizan, o sea “inician” al discípulo - en ese grupo, o religion, y volens nolens – estás metido en ese peo de la religion del maestro. En cambio, los Maestros Independientes, aunque ellos sean iniciados en tal o cual religion, al declararse “independientes” han salido del Egregor de tal grupo y son libres y autónomos, o sea son reyes en su territorio. El caso es que en la iniciación se entregan unas palabras secretas que pueden ser también conocidas por cualquiera, pues su secreto es el poder que ha recibido el “iniciado” durante la iniciación. Desde ese momento crucial de la historia de una persona, ese sujeto pertenece al Rosario de los Adeptos, y tiene pleno derecho de iniciar a otros buscadores, con la condición de que ellos deben reconocerlo como su Maestro y viceversa, el Maestro está obligado a reconocerles como sus “iniciados”. No obstante, los “maestros independientes” tienen el  privilegio de transmitir esa pristina y singular libertad a todos sus iniciados, los cuales a su vez son “independientes”, sin pertencer a partidos, peñas, grupos, religiones, etc. Sin embargo, el maestro, reconocido como tal por un discípulo, debe transmitir sus propias  palabras, y no las palabras de su maestro. Existen mantras generales que se pueden usar, con la condición de ser “entregados” [es palabra masculina “mantra”] por el Maestro. En mi experiencia como maestro espiritual recuerdo que hace casi treinta años atrás me visita en Caracas, en el Parque del Este, una delegación de mi maestro de la India, Charan, - para advertirme que habían oído que yo estaba “iniciando” a buscadores, y con esa ocasion me dijeron que tenía prohibido comunicar las palabras secretas recibidas en mi iniciación con Charan. Yo les respondí que se vayan tranquilos, pues yo comunicaba mis propias palabras y no las palabras de mi maestro Charan. Como esto es un don esotérico – me refiero al don de ser “adepto”, o sea “iniciado”, nadie te lo puede quitar. Hay muchos secretos en la vía. Lo más bello es ser libre, independiente, autónomo, y no estar ligado a ninguna religión, grupo, o peña alguna. El adepto tiene derecho de “bautizar” es decir “iniciar” a un sinnúmero de buscadores en el camino de la “búsqueda de si mismo” y sólo a Dios va a prestar testimonio de lo que ha hecho, a nadie más.

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