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importancia del bien juridico, etc., ser sancionado penalmente, En esta decision el legislador se guia no s6lo por criterios de Justicia, sino también de oportunidad y utilidad social. Ambos criterios interfieren y son igualmente necesarios para establecer el concep- to de merecimiento de pena. En un Estado de Derecho seria fun- damentalmente injusto, desde luego, castigar un hurto de escasa cuantia con pena de muerte 0 con yeinte aiios de prision, por mas que ello fuera titil desde el punto de vista de la prevencién de es- tos delitos. Pero igualmente puede ser desaconsejable castigar, por ejemplo, como hace el art. 297 del Cp, con pena de prisién un com- portamiento ciertamente injusto, como el impago de pensiones al cényuge 0 a los hijos, cuando ello puede producir mas daiio que beneficio a las victimas. En caso de duda sobre el merecimiento de pena de una condueta debe clegirse la via de la impunidad o la despenalizacién (in dubio pro libertate). En definitiva, la proteccién del Derecho penal es antes que una cuestién dogmitica, un problema de Politica criminal (véase infia capitulo X.C). Y en este sentido s6lo se pueden dar aqui algunos criterios © pautas orientadores que deben ser tenidos en cuenta a la hora de crear los correspondientes tipos penales en la Parte Es- pecial 1°) Una consecuencia inmediata del principio de proteccién de bienes juridicos es, por ejemplo, la exclusion del ambito de protec- cién penal de las meras discrepancias ideolégicas, politicas o reli- giosas (cfr., sin embargo, arts. 504 y 543) y las meras inmoralidades sin trascendencia en los derechos de terceros. En general se puede decir que las leyes penales que no protegen bienes juridicos son nulas por arbitrarias o por infringir el principio de intervencién minima del Derecho penal, aunque en ningtin precepto de la Cons- titucién se recoja expresamente este principio (cfr. ROxiN, Parte General I, 1997, p. 63). La mision del Estado es, por tanto, garantizar el orden externo y no tutelar moralmente a sus ciudadanos. De acuerdo con este principio, han ido desapareciendo del moderno Derecho penal delitos como Ta homosexualidad, el adulterio, la blasfe- mia; comportamientos considerados tradicionalmente como inme y castigados por el Derecho penal pero qu sién de bienes juridicos particulares determinados, han dejado de se punibles, En relacién con el cjercicio de la sexualidad se ha producido, en consecuencia, una restriccién de la punibilidad y en el Cédigo penal gente se tipifican en el Titulo VIII como

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