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Alianza Ensayo Daniel Balderston, David William Foster, ‘Tulio Halperin Donghi, Francine Masiello, Marta Morello-Frosch, Beatriz Sarlo Ficcién y politica. La narrativa argentina durante el proceso militar Alianza Editorial / Institute for the Study Buenos Aires of Ideologies & Literature Madrid University of Minnesota 108 Ficcién y polities, La narativa argentina durante el proceso militar las variantes de este cinismo con un fuerte cono de joda, de carnavaliza- ibn, que los hace pertinentes para este inventario, Los reventados, publi ‘ado originalmente en 1973, tenia mas resonancia en su versiin de 1976, ¥ la serie inaugurada con Carne picada (198 1) procuraba un extenso pano- Tama de la época. También habrfa que mencionar el Cuaderno de Oberdin Rocamora (1977), la no muy feliz actualizacion de la Optica de las agua fuertes arltianas. Carezco de informacién sobre una versién totalmente ‘carnavalesea correspondiente al periodo del Proceso (aunque las hay antes Guia de pecadores (1972) de Eduardo Gudino Kieffer— y después ~Ba- zar de 0,95 (1984) y Kermese (1985) de Geno Dfaz)~ y-tas malogradas tentativas de Asis, por supuesto, dicen mucho sobre las condiciones de ex- presién entre 1976 y 1983. mm, Evito cerrar este informe con una lista de otros escritores cuyas obras debiera 0 quisiera analizar, La critica sobre la literatura argentina siempre ‘oscila entee la desesperacién provocada por la enorme produccién editorial del pais, aun en los peores momentos econdmicos y politicos, y una acti tud que tiende a descartar casi todo como efimero y torpemente imitativo, El simple hecho es que muchas obras maestras de ln novelistica argentina son el fruto del exilio y hay que aceptarlo como uno de los datos singula tes de la cultura nacional. Pero las novelas publicadas dentro de la Argenti- nna durante el decurso del Proceso no pueden ser desdeniadas como textos lncrados por la imposibilidad de una expresion adecuada de la vida nacio nal, Si, indudablemente, muchos adolecen de una profunda ambigiiedad proveniente de las circunstancias de Ia escritura y la edicion bajo la tirania, ‘pero hay mucho valor, en los dos sentidos de la palabra, en el mero hecho de haber querido sostener la funcién social del novelista bajo el estado terrorista EL SIGNIFICADO LATENTE EN RESPIRACION ARTIFICIAL DE RICARDO PIGLIA YEN EL CORAZON DE JUNIO DE LUIS GUSMAN Daniel Balderston* Con respecto a su supuesta posiion provisions, fa nueva junta militar argentina en 1976 se Iamé a si misma “Proceso de Reorganizacién Nacio- nal", un nombre que la gente redujo con exquisito sentido de la ironiaalde “Proceso”. Este nombre recordaba inevitablemente al munio literario de Katka, en el eval aun cuando las normas nunea son explicias, todos sufren sus consecuencias. La literatura influida por el “Proceso” he sido bisicamente de dos clases: la acusatoria, publicada fuera de la Argentina durante los anos de Js dictadura militar (0 tatdfamente en visperas de las elecciones de fines de 1983), y de otra clase, mis dificil de claificar y de leer, pubicada en la Argentina durante los afos el “Proceso”. pero que escape a la atencién de los censores debido a una serie de técnicas que intentaremos dilucidar agus, Las dos figuras mas importantes de esta segunda eorriente son Ricar- ‘do Pigs y Luis Gusman, j6venes novelistascuyas respectivas novelas, Res pirecion artificial (1980) y Bn el corazén de junio (1983), obtuviron Sucesivamente el Premio Boris Vien, un premio para novelistas serios no tomados en cuenta por los premios nacionales oficiales. Ambos textos son obras de vanguardia de gran virtuosismo, escritas de un modo fragmentado ¥ alusivo tipico de cierta tradici6n narrativa dol siglo XX. La difieultad de los textos constituye un desafio que vale la pena enfrentar, sin embargo, ‘debido a la intensidad de la meditacién de ambos novelistas sobre Ia histo- ria y la sociedad argentins, y como parte de una larga tradicién de lo que Univeridad de Tulane. no Ficcign y politics. La narrative avgentina durante el proceso militar podria llamarse Ia literatura del silencio. Al principio de sus carreras Piglia y Gusman estuvieron estrechamente asociados: Piglia escribié Ia introdue- ‘ion a la escandalosa (y durante mucho tiempo censurada) novela de Gus- man £1 frasquito, En afios recientes, sin embargo, actuaron en diferentes y exclusivas esferas de influencia. Gusman fue uno de los directores de Sitio, una revista que se caracteriz6 por sus extravagantes ya que no impe- netrables criticas de las obras de Piglia,! Borges y otros escritores. Sin em- ‘argo, sus diferencias recientes no ocultan una comunidad de esfuerz0s, En el primer nimero de Sitio, dedicado al examen de la censura, el artfcu- lo principal es una reimpresion parcial de un ensayo que aparecié por pri- ‘mera vez en inglés en 1941, “La persecucién y el arte de la escritura”” de Leo Strauss. La elfsica declaracién de Strauss sobre la dinémica de la escritura y la lectura entre lineas es una introducci6n tit a las novelas de Piglia y Gus- rman, Strauss escribe: La persecucibn... da lugar a una téenica peculiar de escritura, yy de esa manera a un tipo peculiar de literatura en fa cual la ver- ded sobre todas las cosas cruciales es presentada exclusivamente fentre lineas, Esa literatura no se dirige a todos los lectores sino ‘solamente 8 aquellos dignos de confianza e inteligentes(p. 25). Las téenicas especificas mencionadas por Strauss como itiles a ese “tipo peculiar de literatura” incluyen “oscuridad del plan, contradicciones. (y) omision de nexos importantes del argumento” (p. 31). Si bien esta des- ccripcion pareceria abarcar el conjunto de la eseritura experimental moder na, Strauss aclara que se refiere especificamente a esos claros, esas contra- Gicciones y oscuridades que tendrian un significado particular para un lec- tor alerta y disidente del tiempo y el lugar en cuesti6n. Escribe: Solamente es legitima Ja lectura entre Iineas que arranca. de tuna consideracion exacta de las declaraciones explicitas del autor. E] contexto en que ocurre una declaracion, y el cardcter literario de toda la obra asi como su plan, debe ser perfectamente com- prendido antes que una interpretacion de ta declaracién puede pretender razonablemente ser adecuada o siquiera correcta (p. 30) El desaffo, entonces, consiste en captar tan exactamente como sea posible tanto el mensaje explicito como el implicito, para entender asi los T Reseha de Jonge inkls de Respiacion orti/ile de Pgla en Sitio 2. Un examen més serio de esta novela, desde un fngulo muy diferente del mio, esol de Roberto Echaverten “La Wterariedad: Respbecion artifical de Ricardo Pils”. Véase también ln entrevista con Pils en Encuesta al literatura argentina contempordner, en el que ‘Genorina ala iteratura “un arte de To npifcto™(p. 163), El signiticado latente en Ricardo Pili y Lals Gustan um instantes precisos en que ocurren Jo que podriamos llamar las “maniobras el eédigo”. Pierre Macherey también nos pone sobre aviso en lo que respecta a las dificultades que entrafa “leer” el silencio de un texto, y en To que respecta ala importancia de la tarea, Macherey escribe: El discurso del libro proviene de cierto silencio, un asunto al gue dota de forma, un terreno en que traza una figura. Asi el li- bro no es autosuficiente; esti necesariamente acompanado por cierta ausencia, sin la cual no existiria. Un conocimiento del libro ddebera incluir una consideracion de su ausencia(p. 85). Y aflade: “El silencio revela al discurso salvo que el discurso revele al silen cio", y llama a e505 “dos métodos de explicacin en que se recurre alo latente 0 lo oculto (que) no son equivalentes”: cl segundo... concede menos valor a Jo latente, puesto que se ‘manifiesta una ausencia de discurso mediante el discurso ausent La primera imagen es la més profunda, en cuanto nos permite recuperar la forma de la segunda sin verse atrapada en una mec nica problemética de transicion: al ser un medio necesario de ex- Dresidn, este terreno de silencio no pierde su significacion, No et el nico significado sino aquél que otorga significado al significa: do... Lo latente es un recurso intermedio: esto no significa rele- garlo a.un segundo plano; significa meramente que lo latente no otro significado que finalmente y milagrosamente disipa el significado primero (manifiesto). Asi podemos advertir que elsig- nificado esti en la relaci6n entre lo implicito y lo explicito, no en uuno 0 en otfo...(pp. 86-7). Tanto Macherey como Strauss, pues, nos advertirin que leyésemos las lineas, de un lado a otto entre lo explicit y lo implicit. Las metdforas ~explicito ¢ implicit, manifesto y latente~ aluden incesantemente a lo exterior y lo interior del texto, y mientras reconocemos la naturaleca figu- rativa de esos nombres con respécto al significado textual podemos admitir Ja importancia de las ideas que denotan, puesto que ésta srven para ani ‘mat nada menos que el discurso humano en la historia. La dedicatoria de RespiraciOn artificial dice: “A Elias y a Rubén, que me ayudaron a conocer la verdad de la historia? En espaol contemporé- neo esta frase ~"la verdad de la historia"— al comienzo de la novela pare ceria como una renuncia del autor que reconoce que su historia proviene de segunda o tercera mano gracias alas personas nombradas. Otralectura, sin embargo, més compatible con la totalidad de la novela, interpretaria 2 Piglin me informé recientemente que el Elfas y el Rubén de la dedicatorla son dos de los miles de desaparecidox. 12 Flccién y politica, La narativaagentina durante el proceso militar istora en sentido literal en espaol, afiemand 0 ol, afirmando ast que hay una verdad en Testor ana verdad qu (smn implica I slcion de congeer en vet de saber) puede ser conocida parcialmente en ver de cabalimente.” La dedicato ta de iin ambien vet un derecho ace a veded de ik (ria universal 0 @ una historia mas especifica (probablemente argentina) E ambi ijs or het, qu sr nvr un soemernn tspecti de la Argentina y un examen able de la cultura historia Hetty tatu ueneata ceil En Respacin artificial el acceso ala verdad es sempre parcial y fru trante Las tes pinclplsperonales son todos inslectunles. qo nen poco que mostrar de sus obs, Renz, el naador, es un joven earilor Fastrado, un novelsta que no est stsfesho con su primer libro y comp: ne su segundo ibro con un compendio de pensmisitos, conversacions , documentos fagmentados la novel (sh rtefato) ex una conse ns noe Et de Rees Nagi vn Mordor ue at ‘na contahstria de los conflctos dela Argentina del Six cantante no en Rows © Sarvento no en uo figura naga iapada en el medio, un agente Cobley ialmente un sida, Enrique Osorio, a quien Maggi conser como smbolico del paisen a ‘oad, ya sea como proyecto ut6pi 0 (Alberdi, Sarmiento) 0 como ideal naciona- Woue (Koon), Tardews, amigo de Magi n exido poco bando ev dentemente tn Witold Gombrowcd xn {sof ouyas Hess sobre cartes Her, Witgentiny Kafka son facinants mientras lt expone eaten, pero le resulta imposible de desnrrollar en forma pres (i ter que publics parte des eo poco dexputs de sepa a Argent Ta, Sitio abstrdo de a stuacibn cunndo vo que se apelido ba mal exrito en la parte superior de fa pina pero no pd leer elartulo tno en sv verun espatok, Kencl, Magl y Tardewski comparten el dion de la inproviscin oral y una incapacdad para desaolrpleamen- te aun Henson form impresel bro ed hecho de au intents ores por ‘expresar la verdad pero nunca la verdad enteramente revelada. En realidad, iets hombres pen cn eres ena lactones eth, Se over fal y ue conta Verda eid, Sus nsw ciones de que existe ota version de la histor, la vrd istori Sirchton stesenun cone cone demplo aus dan como tes ines tual fracasdos! et deine indivi puede no logar dec su verdad pero ru fracaso nos permite vsumbrar parte de ely 1s tres eiempls Fartculares al penntins vsumbres de divers parcels del verdad pat — 3 -Sobee hiroriavéase et interesante atfeulo de Wardtopper so " Lee lode Wardroppersobxe Cervantes: "Don 1 spifieado atnts en Ricardo Pg y Las Gasman u3 cial, pueden acharar la nocion de verdad histies,aportando une imagen Gtenclalde la Argentina como idea metaffsicay realidad historia Lae relatos de los tres protagonistas sobre la verdad secreta son oscur cidos por otras visiones sobre qué secetos puede encerar la verdad. El pet senaje mis vago de la novela es el censor del siglo XX, Arocen, que inter Sepia cartas escritas a Ossorio a mediados del siglo pasado, y trata de crest en ells verdades secretas y subyersivas. (Ossorio es consciente de {Que Arocane le su correspondencia, y prapone uns oscura novela ut6pica iedsdn en epistolas censuradas del futuro). Un ejemplo del método de Aro- waste Osrorio recibe una carta ininteligible en la que se menciona escrtores canes mericanos contemporaneos como Donald Barthelme y Grace Paley, sein encvento fortuito en Nueva Yorks después de varias horas de trabajo, J Miter reduce a carta a un mensaje criptico de “Raquel” en Nueva York, ue amuncias ‘No hay novedades. Espero el contacto” (p. 124), Después SR Sauir aplicando téenicas de desciframiento, la carta queda reducida 2 oe aa crbeién: "Raquel leg a Ezeiza el 10, vuelo 22.03” (p. 125), que, ane ja posterior reduction de “Raquel” a “Aquel” aparentemente se ree ser aegreso de Pers en 1973.* Sin embargo, el trabajo de Arocena, por Tfeenteso que sea, no puede ser considerado sino e de un paranoicocvan- se iho reflexions en el hecho de que esté leyendo cartas dirghdas a un fomabee que murié en Chile en 1852. De igual manera, Maggi insste en la itoportancia de Ossorio como figura historia simblica al menos parcial sree debido a les deliantes visiones del futuro (nuestro presente) que rans Ossorio, comsiderando la vida exeéntrica de Ossorio un testimonto de Te tqueliuma “el reverso de fa historia” (p. 35). Es deer la verdad como es waite vslumbrada’” es lo que esté ausente, 1 que est suprimido w ocul ae io que no estéexpresado en un documento histico 0 fieticio, Esta Ceara, excéntrica opinion sobre Ia verdad hist6rica coexiste en Ia novela Gan el ejemplo de los tres personajes principales, cada uno de fs euales Soo reedad de fa historia” (p. 77). Aqui Piglia se aparta de sus decla~ fale tmaestros en la literatura argentina, Borges y Ark, y se acerea® Bian- ‘que eserbi6 en Las rags: “Acaso la verdad sea ta rica, tan ambigua, $ preside de tan Ios nuestra modestas indagacones humans, que todas 1 interpretaciones puedan canjearse y que, en honor ala verdad, lo mejor wsbadames hacer es desir de inoewo propésito de leans, Pigs sssP personajes no dessten del intento de determinar la verdad, peo sus 2 easier de alcanzarla atestiguan, segin Ia frase de Bianco, le nocion de aris verdad preside nuestro mundo desde un lugar roto, quia finak ‘mente inalcanzable ZDaT a Marta Morello-Frosch ta informackin de que “*Aquel” era na mancre veda de referse a Porn en el periodo previo a su regreso del exio 14 Ficcién y polftica, La natrativa argentina durant el proceso militar La paranoica lectura que Arocena realiza de las cartas dirigidas a Osto- rio apunta dentro de la novela a la necesidad de una lectura mas sutil entre lineas, al hecho incuestionable de que Piglia ha escrito entre Iineas. La no- vvela de Piglia, por su tono elusivo, que se contradice a si mismo y por su aproximacion fragmentada de la verdad sugiere de una manera muy pode. rosa la presencia de la-persecucidn 0 un estado mental inquisitorial en el pafs en que fue éscrita, y muestra cémo un escritor ingenioso puede eludir alos inquisidores. En su primera carta a Renzi, Maggi escribe: “Hay que hacer la historia de las dertotas” (p. 18). Pigla y sus personajes consideran su tarea como ta de soportar un doloroso testimonio que contradice la gloriosa versién ‘convencional de ls historia argentina, una versi6n que no puede sino resul- tar més dudosa que nunca después de los acontecimientos de los iltimos ‘aflos. En la misma carta Maggi se refiere a Joyce como un hombre preocu- ppado por un problema dnico: c6mo narrar los hechos reales (p. 20). Junto ‘con Joyce, Piglia insistir‘a eit que la mejor manera de decir a verdad sobre los hechos reales.no es necesariamente la mis directa. Al hacerlo se aparta de otros escritores de:su genoracion como Jorge Asis y Osvaldo Soriano, ‘para quienes la narraciOn testimonial o picaresca del pasado reciente tiene la virtud de dar una visién del pasado y de las realidades actuales aparente- mente cruda, directa, si bien como tales sus versiones deben sufrir el incon- veniente de ser visiones de la historia no mediatizadas, Piglia propone una version mediatizada de la verdad historica, Su interés en la historia argen- tina del siglo XIX es compartido por novelistas argentinos de los dltimos aflos tan diversos como Enrique Molina en Una somibra donde suefa Carn- a O'Gorman (1973), Marta Mercader en Juanamanela mucha mujer (1980) y César Aira en ma, Ja cautiva (1981), Si bien dos de los novels tas mencionados experimentan con lo que Borges denomina el anacro- ‘nismo deliberado, (p. 450), Mercader al insertar ideas feministas contem- pporineas en su narracién de la historia de Juana Manuela Gorriti, y Aira al hacer que los inidios pampas discutan las ideas marxistas de la plusvalia, ninguno de ellos logra la riqueza del relato alusivo de Piglia del fracaso de las ideas ut6picas y_ nacionalistas en la Argentina, tanto en el presente ‘como en el siglo pasado, o la fuerza de evocacién del doloroso pasado y de las realidades aetuales. Su lectura 0 escritura salteada de la historia argen- tina es una historia de derrotas y frustraciones, pero también, debido a su misma lucidez, de alguna esperanza Unas palabras sobre el titulo: a respiracién artificial nunca es mencio- nada en la novela, de manera que el significado de Piglia debe ser lefdo en tre ineas. La frase misma, respiracion artifical, sugiere un acr6stico apro- ximado de Repiblica Argentina. La respiracién artificial es una técnica El significado Intente on Ricardo Pigliay Luls Gusman ls para salvar a aquellos que no pueden eespirar por su cuenta la vida s insur flada en ellos por otro. Piglia pareceria considerar su misin como novels ta Ia de insuflar vide 2 los muortos y los agonizantes en la Argentina: dar voz a los desaparecidos,insuflar vida en el pasado. La metéfora es desespe- raa pero apropiada. Piglia, pues, utiliza una estructura abierta —inicialmente la de wun inter- cambio de cartas, y més adelante la de un didlogo infinito~ para referise 2 una serie de t6picos que no son, que no pueden ser, tratados de manera ris directa. La escala de referencias es vasta, pero la estructura narrativa risa es mis bien compacta. El lector, al identificarse con Renz, espera constantemente que Maggi se manifieste, y el suspenso producido por la perpetua postergacion de este hecho da tension y coherencia a libro. Si Maggi es, como se sugiete ticitamente, otra victima’mis de la violencia policial, el intento de su sobrino de prestarle une vor en la narrecin es entonces mucho mas urgente La diferencia entre la novela de Pigla y la de Gusman es instructiva or las diversas maneras de presenta e significado latente: En Piglia obser ‘amos una estructura narrativa bien definida (0 cerrada) que se abre exte Tiormente por medio de la alusiOn, ya sea Iiterara,flosica, hisrica 0 politica, En cambio, la narracién de Gusman aparenta sec abierta en su Estructura, pero‘¢s més bien limitada en su alusi6n, pues tanto el autor ‘como us eiticos se refieren a una mitologfa personal bien definida en su ‘obra.? Dentro de esa estructura mis svelte el autor proporciona ideas mis claras sobre el eer entre lines. Una novela anterior de Gusman, BI frasquito (con un prblogo de alia) refiee el azesinato de un mellizo, enterrado secretamente en la tumba de Gardel en el cementerio de la Chacarta en Buenos Aire. Prohibida por inmoral, tambign refiere el regalo que un cantante de tango fracasado hace a su amante de un tubo de ensayo que contiene su semen. Gusman cuenta Ia historia de la prohibicin del libro en su prélogo ala reedicin del mis rmo en 1984, en que refiere su encuentro con uno de los guardianes de la moral nacional y dice de sf mismo: “me he convertido, y no por la fatal dad, en el personsje de Stevenson, en ese Dr. Jekyll, ‘no por haber inge- rido el contenido de BI fraxquito sino por haberlo escrito” (p. 11). Tam- bign comenta: “Hoy, que desereo de una literatura maldita que encuentra su razon de ser en la intencionalidad, pienso que la historia de este libro ste que ver con el lugar en que sus propias palabras To han situado™ ~F Wiase is contratapa de En ef coroz6n de junio: “El ator etoma cic personales’ —espirtiemo, leonograffas sagradas y profana fometas~ oon el modo de relato de su primer libro: £7 fraquifo". En una entrevista Gusman admite: "Uno sempre eserioe el mismo libro" (Encuesta, p65). 6 Fieein y politica, La narrativa argentina durante el proceso militar (p. 14). Esta primera novela fue seguida por Brillos (1975), Cuerpo velado (1978) y la novela que aqué nos concierne, En el corazén de junio (1983). Ademas de sus actividades literarias con respecto a su escritura y la revista Sitio, Gusman es un psicoanalista asociado con la revista lacaniana Conje tural y la Escuela Freudiana de Buenos Aiees. En el corazin de junio es un texto dificil de resumir, ya que un rest ‘men implicarfa que tiene una historia y un significado determinados, lo ‘que no pienso que sea el caso. La novela se compone de fragmentos con Uitulos, catorce en total si incluimos en esta lista la repeticién de uno de los fragmentos més breves. Esos fragmentos tienen diversos narradores y personajes, si bien los personajes de los suelos, fantasias, trances y relatos de algunas secuencias aparecen directamente como personajes en otros seg- ‘mentos. Los primeros dos segmentos son los mas extensos: “El hombre de Jos gansos", de unas noventa piginas, esti contado por el Sr. Flores, que vive gracias al corazén que le transplantaron de un funcionario piblico la- ‘mado Cigorraga. Es seguido por un segmento con el titulo en inglés “Dark- ness”, de, unas cuarenta paginas, narrado por el Sr. Soler, que busea a una dama espafiola y es perseguido por su enemigo, llamado simplemente “el Rubio”. El resto de la novela (unas ciento cincuenta piginas) consiste en segmentos mas breves que corresponden a dos grupos: cinco fragmentos. con el titulo comin “En videncia”, el primero y el illimo de los cuales soit idénticos, y siete fragmentos que refieren los incidentes de ese famoso 16 de junio contado por Joyce en Ulises, tam- bbign el dia de 1955 en que Stanislaus Joyce murié on Trieste, mientras la Fuerza Aérea en Buenos Aires bombardeaba la Plaza de Mayo como prelu- dio de la “Revolucién Libertadora” de setiembre de ese mismo afio, (Debi- do a las bombas, Gusman escribe el término joyceano “Bloomsday"). Esos fragmentos de “Bloomsday" son narrados por Juan Rodolfo Wileock, un eseritor aigentino que dejé su pais debido a su oposicidn a Pern y que ‘murid en Italia en 1979 mientras terminaba la traduccion italiana de Fin- nnegans Wake: murié de un ataque al coraz6n, y fue encontrado varios dias después con un libro sobre el corazén humano abierto en su regazo. La no- vela de Gusman termina con Wilcock que espera “el rayo que atraviesa el pecho, el que fulmina. El rayo solitario y terrenal, el quedo santo” (pp. 295.6): termina, como comienza, con referencias al corazon. {a novela de Gusman est construida en torn a una serie de juegos, i palabras. El titulo de uno de los segmentos, “EI hombre de los gansos”, 'Goose-Man”, se refiere al apelido del autor. De igual manera, el capitulo “El camino del 200” juega con efecto grotesco sobre la diversas expresio- rnes en castellano que utilizan a los animales para comentar la conducta humana: “ligrimas de cocodrilo”, “mosquitas muertas”, “pez gordo” y asi PT SR EAN El signiticado latenteen Ricardo Piglia y Luis Gusman ny sucesivamente (p. 273). Los incidentes del 16 de junio de 1955, en torno ala Plaza de Mayo son descritos de esta manera: ‘Recuerdo que en las vias los chanchos estabai alborotados y se paseaban de un lado a otro de la estacion.. El tio no tardé en volver. Durante el viaje de regreso conté cb- mo los corderos corrian por la plaza y se quebraban las patas con- tra los bancos de mérmol, Mientras tanto desde el cielo se ofan los aritos de los gorilas que atacaban. En la estacion no todos eran chanchos y gorila, ya que tam bién habia un carnero pelirrojo (p. 235). Una serie similar de juegos de palabras con el verbo lati culminan en la fra se: “Asf es en estos latifundios en que un dedo en cruz es la seftl del que- do santo” (p. 171). La falsa etimologis que hace derivarlatiundio de lati remite a una palabra que no esti mencionada porque apunta al impulso que anima al texto,® una palabra importante tanto para el psicoanilisis como para la literatura: lavente, El centro del texto consiste en una serie de enigmas que aparentemen- te nunca son resueltos: ol mal cometido por Cigorraga que lo llev6'a donar su coraz6n, lo que ocurrié a la dama espafiola, qué actos malvadbs han de sof cometidos por la mujer que se aproxima a una iglesia en las visiones de un trance, el secreto sobre Tolstoi que Wileock éspera encontrar en Ulises ¥y en los manuscritos de Stanislaus Joyce, y la relacion que existe entre las diversas series de personajes y relatos. El texto propone dos medios de dilucidar esos enigmas: le interpretacion de las visiones y steflos¥ la Iectu- ta de los textos. Flores en el primer sogmento, por ejemplo, cuando no puede averiguar nada sobre Cigorraga, propone dilucidar el misterio del corazon donado leyendo libros cuyos titulos comienzan ‘con Ia palabra corazon: Un coeur simple de Flaubert, Coraz6n débil de Dostoievsky, El corazén de las tinieblas de Conrad. La lectura que realiza de es0s textos sugiere en abyme una manera de leer la novela de Gusman, Comentaré aqui su lectura del cuento de Flaubert La lectura que Flores haco de Flaubert std centrada en dos leitimo tive: el del coraz6n de Félicité y ol de sus relaciones con los péjaros. Cuan os entos de 1a obra de Gusman siempre han observado su preferencla or los significadosalusvosy ltentes on ver de Jos manifistos. Juan Carlos De Braslesrbe ‘Cuando ae toman los textos de Luis Gusman EI fesquito, rilos y Del muerto sina avalaneha de sugerencias y desarollos parclales so precipita sobre el lector". Con ‘menos simpatfa, Nora Catel se rfirs.2£n el corazén de unto como a “este reguero de ssociaciones libres que unen, zutcon »hilan ensoBciones de costurerta (muy pr- Zximas alas inertadas en Pubis angelical de Manuel Pug) y sordos aldabonsz0s en I ‘cra grande dels iteratura". Sobre Bel corazOn de junio véase también los ato tos de Antonio Oviedo y lorge Monteleone, ctados més adelante us FFocign y politic La narativa argentina durante el proveso militar do parafrasea a Flaubert reeseribe el texto de manera de llamar Is atencién seeks esos leitmotive. Por ejemplo, Flaubert escribe que Félicité, cuando ea la joven Virginie hacer su primera comunion, “avee imagination que omnent los vrais tendresses, i ui semble qu'elle état elle-méme cetteen- (08). Flores roescribe est fragmento de la manera siguiente bile hostia. Bn ese instante Felicidad crey6 que en su pecho infantil” (p. 58). El desenlace del cuento, en el cual Fél ‘Std invierte todo su amor en un p§jaro embalsimado, sugiee que ella siem fre sitio una especial afinidad con los pijaros; por consiguiente, una sere Ue acontecimientos apenas mencionados en el original adquieren gran in portancia en la versién de Flores (y de Gusman). Flores escribe: "Necesito Bralizar los hechos eseapando de las imégenes que el autor propone para it juatificando a santidad de esa vida simple. Si haste hubo un erimen qui; Mie, el hecho, de que la victima haya sido un ave no le resta importancia” (p54). El erimen en.el cuento de Flaubert.es poco mis que una fantasia (P Pakicité, que trata de esa manera de explicar la muerte del loro; en la ovela de Gusman adquiriré una importancia trascendental. Més tarde, Mando Féliité colocd el loro embalsemado en su cuarto, Flores cree que Gin duda ella habl6 con el mismo: “Hablar con Luld (el loro) era como be bins con el espiritu santo... Entonces, como yo sospechaba, ella hablaba fom el loro” (ps 62). Al buscar un orden oculto en el.cuento, la sospecha, Soab su propis verdad, una verdad que reside sobre todo en los “hechos Gecupando de las imigenes”. Es uns verdad que el autor propone, pera que Solovun lector como Flores expone: una verdad oculta. Desde luego, no es aro si el autor intent6 (conscientemente o no) expresar esas ideas, 0 scl SGrden sospechado esté en el texto de Flaubert en algin sentido eal, 0 Flores lo impuso en ese texto debido a su obsesién con el corazon donedo. Como sugitid Macherey, hay dos tipos de silencio en un texto: uno que es tuna ausencia de significado, otro que implica la presencia de un significado Iateate (pp. 8687). Lo que el texto no dice: fo que oculta(y dice « través de ‘sa silencio), lo que no puede expresar y deja como un misterio (que ni Siquiera ol silencio puede expresar), Llamaré a esas dos clases de silencio en fl libro de Gusman lo que esti borrado y lo que es legible (o més suscints. mente en espaftl, lo borrado y lo borvoso). Las porciones borradas del texto pueden ser lienadas por el lector alert; las porcionesilegoles perma necerin en el dominio del enigma, en el corazén de las tinieblas. Tas borraduras en la novela de Gusman se-refieren al contexto ist6ri- o y politico en que fue escrta: En el transcurso del texto hay referencias Sbetetvas a erfmenes violentos. Una frase que se repite varias veces en las Sscenas de trance es: “esta tierra esté lena de delitos de sangre” (pp. 161, 316) Algunos de los muertos.duermen un suefio drogado en el fondo det nar, adonde fueron arrojados desde el cielo. En las escenas de trance hay SRN TERETE TTT Er sigiftcade latente en Ricardo Pala y Luts Gus ne un aterrador coche negro que sc deliza silenciosamente en as calles dela seeeg En el relato de Soler hay un hombre santo, el hermano Jost, 2 Goien mihas personas "van a preguntatpor los euerpos families. arese aie el hombre repte siempre lo mismo: “Veo agua, mucha agus FE apus 0 sre todo’, Sin embargo los visitantes insisten: "Donde estén los ever pos? Donde estén Tos cuerpos?”” (p. 124), Pero sel signiiad® oculto de Pos daciones parecerfa obvio es porque yo lashe juntado aqut: en el tex- ‘ory pargen digpersa ao largo de una srie de relatos aparentements ico: xe apart lector debe buscar una ilacion (precisamente como se nos init Mo que hicitramos en la lectura en abyme que hace Fores de Jos tins Je tienen que ver con el corazin y asf como Wileock lo haes on Uses). Fe ueton en este caso —los erimenes sangrientos y las preguntas iniston- ca isete victimas y vitimarios~ se refiere a circunstanchs extratextuvies, te poet Falcon de los fuerzas de represiOn, los eaddveres arrojados al Rio Pete Plata desde aviones y helicopteros, las gestiones de bens corpus “Tamara Kamenszain escribe en su libro Bt texto silencioso: fuerza mayor (en 108 Iiinites casi vergon- Cuando Ge mpone la realizacion de un deseo) la antocensura se ranetonna en esa circunstancia donde To hermético coincide son repsicnitido, Circunstancia en-la que el'desco de “decir10 que R.RicT tiene que pasar por los filtros tortuosos que impone JP enlgontrar alli formas nuevas de burlaslo. Asi surgen textos eit Vata enfrente del habla, all donde el silencio excite ge ive Se go. que para la conversacion ~para la censura imperante— no se entiende (p. 39). Hasta aqui los elementos herméticos ia variedad legible. Porque es un texto censura (de todos modos muy atenuada a cera (itdo 2 pocos lectores.El"silencio excito” en el texto de Gusman habri ho mis hermético que el de la novela de Piglia, que a pesar de su ¢s rMlajeva fragmentari tiene la continuidad de un didlogo digresive ¥ = ata terrumpido. Las borraduras en la novela de»Gusman son lepities ee en un palimpsesto, a bien habri de requert considerable pacientia, aor embargo, las zonas borrosas en el texto-de Gusman son de un idad, Si las borraduras en El corazén de junio er nivel de la palabra, lo borroso en él esté més bien Cuando se escribe por cen el texto de Gusman pertenecen 2 “dificil sin duda pas6 inadvertido ala ‘mediados de 1983) pero también erie vel Gel capitulo y de la aticulacion entre segmentos. ;Cufles son tra noxos entre los diversos segmentos?’ {Flores logra deseubs final? {Qué le ocurre a Sol el esto del texto? {Qué bus ohtasen el texto hacen casi imposible lerto como una narracion, Y* fector esté privado de la posibilidad algo al ler? ,commo se vinculan las escenas de trance con ira Wilcock? Todas estas(y muchas otras)incég que el ‘de encontrar un orden o un significado 120 Ficeiny potitica La nerrativa argentina durante el proceso militar en el mismo, Pero sospecho que ésa es precisamente Ia intencion de Gus- shan: proponer un texto sin un significado determinado, que no encuentra wu razon de set en la intencionalidad”. Un texto en el cual las borraduras jndican que el sgnficado no esté en las palabras excita, en el cual lo bo- rroso rugiere la imposbilidad de conocer Ia verdad. Flores sospecha que Ci gormga un funcionario piblico, como ya he dicho- ha cometido un acto wil y que el corazén donado oculta ese acto vil en tu propio pecho. Bien puede oourrir que esa maldad esta relacionada con ln mujer en las escenas Ge trance, con los asesinatos cometidos por el hombre jadeante, con todas tas maldades que lenan ese lugar con hechos sangrientos, Culpa que nunca ts enteramente entendida, que podefe ser mas que a culpa de algunos ind Siduos, quiz4 esté mejor expresada en un texto borroso como éste, un tex- to en que, como se-nos recuerda un par de veces en el transcurso de lan fracion, "Todo esta velado" (pp. 278-295), En el corazdn de junio ¢8 un fento que exaspera por su dificultad, pero el lector de Gusman no puede fino percibir en el mismo To que un personaje llama "su desesperacion por tserbir, por poner algo a salvo de la muerte" (p. 294. Ea ambus novelas, pues, miltiples capes de significado son producto dé un intento desesperado de expresar lo inexpresable. Pigla y, Gusman fon intensamente-conscientes de Io inadecuado del lenguaje (y de la ambi- fpiedad del dlencio), y eligieron una condensacién, una ambigiedad y una fragmentacién tortuosas para comunicar una verdad que no puede ser ex presada directamente. Resulta interesante que ambos recurran @ métodos para la prolongacion artificial de la vida humana ~trasplantes de corazén J respiracion artificial~ como metéforas del acto de escribir. Piglia-y Gusman, como otros escrtores en situaciones represivas de tn historia humana; logran textos rcos, sugestivos mediante la atencién que prestan alo multiplicidad de significados en el lengua y mediante téenicas. fatrativas que interrumpen el mero acto de narrat. Si bien otras importan- tes narraciones modernas como Ulises y Rayuela también wtilizanIa:fag- imentacion y le ambigdedad, esos rasgos en fas novelas de Piglia y Gusman ‘oxigen une lectra espectficamente politica, ya que hay en elas indicacio- net evidentes de que fos elementos reprimidos tienen que ver con la Argen- tina del "Proceso".” Los rxgos que Strauss asociaba con la esritura codifi Tr En unvavifcis sobre la poesta dela década del 70, Andrés Avellaneda firma ‘que-e. sane politic’ del perfodo tuvo por resultado una densidad creciente de expre- ‘cuenta que el fora del poema fuera o.no politico, Escribe: “La nue- se tH do la palabra postica parece entonces derivar de un doble origen: por una Tete ls Désqueda de otto nguse partir do las formas gartadas por el populism rare ite, por otia part, la imposicign de [a realidad repzesivs, responsable aqui de Bdobles det significado y del lengua segundo, del reflexion, ol cuidado y el etor- ciniento” (0.4) Sera El significado ltenteen Ricardo Pgs y Lals Gasman 12 cada ~“oscuriad del plan, contradicciones, omision de importantes nexos Get argumento'’~ estan presents, mientras quel necesidad de una lector see desciara los mensajes latentesenté mostradn en abyme por el wo o> ie de de personajes que estan ocupados en ler entre Leas. Bl igfiade cucnte Ge Deno Io sgieren los juegos de palabras de Gusman— estéen el ent imo. de esos textos; es su vida misma, Lectura y escritura deser fan a la muerte y al silencio: Ia letra da vida. Obras citadas amirana, Cats y Suto, Bestia, Bnesta ai literatura arentng con Altamiano, Cats gales, Centro Editor de América Latin, 1982, eave, "bei, dotnet, Pos argentine] sees”, Teo Avalineda, Ande pcs Nee Folge, 1 (1083), 1-12 Bianco, Jose, Los rates { Sombrassuele vestr. México, Siglo XX1, 1978 Borges, Jorge Luis, Obras completa Buenos Aires, Emect, 1974. 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