Está en la página 1de 1

LACAN - Roudinesco

El marqus de Sade y Nietzsche eran las dos figuras emblemticas de esa


cruzada sacrificial, a las que se aadan las de Kierkegaard, Don Juan y
Dionisio. Desde el primer nmero, en un artculo titulado El monstruo,
Klossowski mostraba su juego: Habiendo renegado de la inmortalidad del
alma, los personajes de Sade, a cambio, presentan su candidatura a la
monstruosidad integral. El hombre sadeano era el modelo del hombre
moderno sin dios, condenado a escapar de su prisin como el acfalo de su
cabeza y el sujeto de su razn, a fin de gozar de los objetos del deseo
destruyendo su presencia real. (p. 200)
Ya desde fines del siglo XIX, la obra de Nietzsche haba empezado a
conocerse y traducirse en diversas revistas literarias francesas. Fue en el
sentido de un nihilismo y de un antirracionalismo como se la relacion, ya lo
hemos visto, con el bovarismo bajo la pluma de Jules de Gaultier. Pero
circulaba oscuramente bajo la pluma de Andr Gide y de Paul Valry. En
cuanto a Maurras, lo admiraba a la vez por la crtica de Bismark que
contena y por su lado antisocialista. Por su parte, Breton era muy poco
nietzscheano, aun cuando reconoca la radicalidad de la ofensiva del filsofo
contra todos los valores de la razn occidental.45 Ese mismo Nietzsche era
el de Lacan hacia 1925, quitando la adhesin profunda a los temas del
Zaratustra (yen especial a la teora del superhombre). P. 201

También podría gustarte