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La maestra.

Me duele el estmago cuando hace contacto visual conmigo, inhalo por


la boca pues mis pulmones se niegas a aspirar nuevamente. Debo llevar
ya una hora contemplndola moviendo sus manos rpidamente y
hablando con elocuencia, se desliza de un lado al otro como un pndulo
silencioso, su voz nos enreda a todos llenando todo de una atmosfera
inusual. Sus pensamientos se estructuran rpidamente, ms rpido de lo
que sus labios se mueven; le brillan los ojos con la diversin de causar
conflictos en nuestra cabeza, es como una nia traviesa a la que nadie
le dice que hacer.
Es preciossima como la refraccin de luz sobre un cristal, con sombras
multicolores, es ese tipo de belleza que vibra en silencio.

En una de esas ocasiones volteo conmigo. Poda sentir su mirada


examinndome, pero aun as no alce mi cabeza.
-Por qu haces eso?
-hacer qu?
-eso de fingir que no me vez, cuando te volteo a ver y nuestros ojos se
encuentran desvas la mirada y agachas la cabeza-deje escapar una
risa nerviosa
-tengo que irme-tome mis cosas y me marche sin ms miramientos.

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