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estudios de PSICOLOGIA _ del MEXICANO a A RN EE i La neurosis y la estructura psicoldgica de Ja familia mexicana’ Aumia@tos este trabajo con una descripeién de la familia raexicana, Deseamos aclarar desde un principio que tal descripcién sél hace justicia al patrén psico-sociocultural familiac dominante en México, ‘demas, la expresién “patron daminante” se utiliza aqui en forma similar pero no idéntica a la forma como Florence Kluckhohn * la utiliza, En todo caso, variantes a este patron de familia dominante sélo serdn tocadas incidentalmente La estructura de la familia mexicana se funda pusiciones fundamentales: ra en des pres a) La supremacia indiscutible det padre, y ) el necesario y absoluto autosacrificio de la madre, Desde tiempo inmemorial, el papel de la madre ha adquirido su agecuada expresién en el término “abnegacién” que significa, ni mis ni menos, la negacién absoluta de toda satisfaccién egoista, Estas proposiciones fundamentales de Ia familia mexicans. pare cen detivar de orientaciones valorativas “existenciales” implicadas en la cultura mexicana, 0, mejor dicho, de premisas generalizadas Implicitas, 0 presupuestos. socioculturales generalizados que su: tienen, desde algo muy profuulo, la superioridad indudable, biole ica y natural, del hombre sobre la mujer En este trabajo vamos a tra desompefiados por los miembros de la familia mexicana se derivan de demostrar que los. pape * Publicado originalmente cx ol Anrerican Journal of Psyeliany, vol 11, nim, 6, pags. Alt a 47, 1 , 7 F, Kiucktconn, pags. 468 a 433 en Talcott Parsons y Edward Shtls, ecitores Towards a General Theory of Actiou, Cambridge, Harvard Uni: versity Press, 1981 n 4 La neurosis y ta est uetura psicolénien inevitablemente, como las conclusiones de las premisas, de las pro- posiciones socioculturales indicadas, Antes de que nazca un nifio, en el seno de la familia mexicana ccxisten ya en forma activa una serie de expectacionss 0 anticipacio. ws especificas. Hay muchas sociedades en donde la preferencia por nifios y no por nifas. En México es mas grave el apremio: idebe ser nif! EL nacimiento de una n menos que sno © dos, pero con preferencia de tres ni 4 tragedia emotiva, En-el pasado con mas seriedad, y recientemen. 'e con mas sentido del humor, la virilidad de un padre que da naci nifento a una niiia queda en entredicho. Pero fuera de esta amenaza J nacimiento de una nifia significa: 108, tiene sus rasgos 4) Econémicamente hablando: mal negocio. b) Desgaste fisico y preocupacién moral de la familia, que de. bera compulsivamente cuidar su honor que es el de la familia, (En realidad, en lo fundamental, la pérdida de la virginidad en la- mujer fuera det matrimonio hiere brutalmente a la pre- misa esencial de la femineidad y abnegacién en la mujer-) ©) Aun la mejor solucién del problema anterior a través del maitimonio fuerza dentro de la familia a un intruso del sexo masculino. d) Ademés, en caso de no casarse, se convertiré en una cotorra, cuyas eternas quejas neuréticas son una carga para la familia En vista de todo esto, se podria fécilmente preguntar: entonces, ué posible motivo puede haber para tener una nila? Pues bien, spués de varios varones serfa de desearse tener una, a fin de que wa a sus hermanos, permitiendo ademés en esta forma que la ma- » disponga de mas tiempo a fin de cuidar maternalmente a su Pero, gqué papel tiene y debe desarrollar el nifo? Antes que la, debera desarrollarse de acuerdo con su digno pepel de varén. da de mufiecas ni de casas de mufiecas. Jugaré con soldados, 1olas, cascos, caballitos de Todos los Santos, espadas, etc. Debers lar titénicamente y poder provocar panico a grupos de nifias. Se ela familia mexicana desaprobard severamente toda demostriciin de intereses de tipo femenino. En esta desaprobacion patticipan todos: hermanos, tis, primos y hasta la madre. Los silos mayores disriminan a lose nores sobre la base de que no son todavia lo sufcientements "Kom bres" para partcipar en sus juegos que se hacen progresivamelit una orgullosay dramtica mesculinidad), Ast los nites fos anticpan con ania el logro de una mayor viiidad. A las wines se las ignora o se toma ante elias una actitud demoledora La niia debe erecer hasta ser igual a su destino: femineidad peviatva, el Hoga, Ia maternidad. De pequefia se entrettene con mufecas y jugand 4 a casita, Deberd mantenerse slejada de hos juegos bruscos de tos nitos, porque, como explics la gente edu 50 no es propio de una miijerita; pero esta idea inchs se fun menta en variantes de la extendida ereencia de que si brincase o corriese podria perder su fecundidad 0, peor, conwerttse om hony bre. El hombre comin dice c hacen hombres, Muy temprano empieza la nina a ayudar « su madve en sus iabores domésticas. Una area que es tabti para el varén. Para adquitir supe. | ‘ior femined, la nia deberaineiarse en vl aprendiraje de elie ds lnboresfemeninas; como bordado,tsjdo, et. Mas tarde, pode ender @ tocar un instrument musical, a pinta, leet versoe, ete Pero aun de pequefuela deberd siempre vest como mujer, men tenerse limpia y bien vestida (a menudo muy clegantemente¥ com mujer chiguita), debera ser graciosa y coqueta. Es interesents ") peque wa, fo corran, porg cer notar que uno de los posturlados, a partir de los cuales labors jus un tiempo la educacién piiblica en México, fue que uno de los sseales educativos seria hacer que los hombres fuesen mas tipicament hombres y las mujeres mas t*picamente mujeres, Durante toda Ia nifiez, el signo de virilidad en el hombre es el valor hasta la temeridad, la agresividad, la brusquedad, y el “no rajarse". Pero tanto el nifio como la nifia «leben ser obedientes res. pecto a la familia, Paraddjicamente, un padre puede sentirse orga Moso de que su hijo no rehtya una pelea callejera, pero en casa castigarle severamente por descbedecer sus drdenes al respeci. de peleas callejeras. Esto parece significar que el nifio debe ser culino, pero no tanto como su padre. 6 han wosis y la estruet ra psicolégiea Durante la adolescencia, el signo de virilidad en el macho es hablar o actuar en la esfera sexual. Quien posea informacién o experiencia en relacién a asuntos sexuales ¢s, inevitablemente, el lider del grupo. Una vez mis, los prepiideres son friamente diseri minados de las “sesiones” sobre las bases de que no son suficien- temente “hombres” para participar. Las jovencitas, en ver de ser evitadas, son la codiciada meta de los jovenss. Durante la adoles- cencia, se desarrolla un extrafio fenémeno: la persecucién de la hembra se desarrolla en dos aspectos. En uno, el adolescente se lanza a la busqueda de la mujer ideal, aquella a quien desearia con- vertir en su esposa. Esta debe poseer todos los atributos de la fe ‘mineidad perfecta: debe ser casta, delicada, hogarefa, dulce, mater nal, sofiadora, religiosa, angelical, viriuosa; no debera fumar ni crwrar las piernas; su cara debera ser hermosa, especialmente sus ‘ojos, pero no necesariamepte su cuerpo. El papel de la sexualidadl cs muy secundatio. En el otro aspecto, el adolescente se lanza a la busqueda de ta hembra sexualizada y con el claro propdsito en mente de la relacién sexual, En este caso, Ia redondez de las lineas y su cantidad son el factor determinante; el ideal sexual del mexica ‘ho implica senos y caderas, sobre todo caderas, mucho mis activas y tfandes que lo que se consideraria propio en otras partes, digamos en Estados Unidos. Interesa destacar que, en easitodos los casos tan pronto encuentra el individuo a la mujer que puede idealizar, todas Jas otras mujeres se convierten en objetivos sexuales y tentadores sujetos de seduccién. Al avanzar desde Ia adolescencia hacia la juventud y la adultez, Ja diferenciacién extrema de objetivos femeninos pierde paulati rnamente su momento. Y si bien la expresién gntera de la sexuali dad queda abierta s6lo a amantes o prostitutas, también es cierto que el joven o el adulto que busca a una mujer con intenciones matrimoniales pondra un poco ms de atencién, previa a decidir, a Ja calidad y cantidad de las earacteristicas senuales secundarias de la mujer. Vale la pena de reiterar, sin embargo, que aun en estos casos, la vastidad y los otros factores de la femincidad continian siendo muy importantes. Desde la adolescencia en adelante, y a través de la existencia entera del var6n, la virifidad ser medida per la potencia sexual, y de In Familia mexicana sélo secundariamente en términos de fuerza fisica, valor @ audacia ‘Tan es asi, que estas caracteristicas de la conducta, como otras sist mis sutiles, se cree dependen de la capacidad sexual, El acavie reeae sobre los drganos sexuales y su funcidn, El tamaio del pene tiene su importancia, EL tamatio de los testiculos tiene mis, ye mis importante que el tamafo fisico es el “tamafiy funcional” da por descontado que funcionan bien cuando: 4) EI individuo actita eficientemente en el area sexual o habla (se jacta en forma convincente de sus miiltiples Exitos cor seductor, 1b) Cuando afirma convincentemente o demurstra que no tiene miedo a la muerte, ¢) Cuando el individuo se distingue en los campos de ta inths tualidad, de la ciencia, ete En cada quienes habla el doctor Samuel Ramos, como bien capaves i Jas cosas con crudeza, dirin: “Este cuate tiene muchos huevo-” » bien, que los tiene muy bien puestos. Esta proposicidn sociouslins! de abismal profundidad y amplitud parece englobar en sn jurisd cidn a Ja mayoria de las socioculturas latinoamericanas. Un mei cubano me dijo una vez —mientras relataba el hecho de que uny sv los presidentes de Cuba habia ido solo a una fortaleza cuye evs dante estaba preparando un cuartelazo, y de homt s6lo le hizo confesar, sino le hizo prisionero de suis propios solr 10 de estos casos, los “pelados ea hombre, 1 dos—: {Qué hombre; tiene unos huevos més grandes que uns tedral!” Pero no ¢s s6lo el tamaylo monumental que se atribuye ‘alos testiculos lo sorprendente, sino también la inclusi6n en tna ule frase de los dos grupos de premisas socioculturales opuestis: lo los, la virilidad; Ia catedral, los valores femeninos. testic Finalmente, aun Ia indispu gar puede explicarse por el hecho de que él tiene testiculos y ella a lo i ble atoridad del hombre en el b> no. No hace muchos afios, e comin que sucec ier jos: si una de las relativan entre los estudiantes aniversit pocas mujeres de carrera obtenia altas calificacimes en sus es menes, se formaban corrillos en donde uno de tos estudiantes, vn ficticio pera obvio esfuerzo, expresaria, con cai 2 La neurosis y Ia estructura psicolégien Sonoro, que sabe de cierto que Ja joven “jlleva varios meses sin ‘menstruar!” Ante tal afirmacién, un norteamericano concluiria que la pobre joven se encuentra embarazada, La implicita conclusién en los corrillos, después comentada en medio de alborozo y satis. faccién, es que la joven esté en proceso de convertirse en hombre, Pero volvamos a la mujer. Después de terminada la primaria, se le retorna al hogar. No es femenino obtener conocimientos supe. tiores. Durante la adolescencia, las mujeres aprenden a més y thejor los variados aspectos de su papel en Ia vida, sustituyendo 0 ayudando a la madre en su cuidado y atencién a los varones. Plan. ccha, lava, cocina, cose botones, remienda calcetines, compra la ropa interior de sus hermanos y se supone debe ester alerta para com- placer sumisamente el menor de sus deseos, Los hermanos, en cambio, son fieles custodios de la castidad de la mujer, Sobre la base de que nada puede sucederle a la herman mientras no haya otros hombres alrededor, aun inocentes cortejos. en los cuales bien- intencionados caballeros platican a través de las rejas del ventanal con las jévenes, se ven con desconfianza. En consecuencia, se hosti liza a estos pretendientes, que son vistos desde un Angulo del ojo, y las baterfas familiares estén listas a disparar en el caso de que tal novio ose tomar entre las suyas Jas manos de la hermana. Las pre- cauciones se llevan a tal extremo que con frecuencia ni los amigos del padre o de los hermanos se admiten en las casas; excepto, claro, si hay fiesta, pero es que durante las fiestas se derrumban en buena parte y en buen numero las premisas. En todo caso, en esta forma Ja joven se prepara a dar y dar y recibe poco o rada, Sin embargo, durante la adolescencia y Ia juventud las mujeres mexicanas atra viesan el. periodo més feliz de sus existencias. En efecto, tarde o temprano, se convertirén en la mujer ideal de un hombre dado. Sern entonces colocadas delicadamente sobre un pedestal y seran altamente sobrevaloradas. A la joven se le dedicarén poemas y canciones, escuchard serenatas, ser sujeto de la galanteria y de toda la ternura de que el mexicano es capaz. Esta es mniltiple y rica, pues el mexicano ha aprendido muy bien, a través de sus relaciones infan: tiles con la madre, un intenso y extenso repertario de expresiones de afecto. AdemAs, y como parte de los ideales maternos, el roman. ismo y el idealismo tienen profundas rafces en la estructura men: tal del mexicano. De cualquier manera, nuestra Cenicienta, que de ta Famili hasta ese momento lo ha dado todo sin recibir nada en carnbio, entra en un estado de éxtasis por resultado de esta veneracién, de esta in. creble sumisin de esclavo a reina, del imponente, arroyante, pagado, de si mismo y dictatorial macho. Muchos aiios mas tarde la muje mexicana experimentard un éxtasis de Ia misma calidad cttende su. hijos la consideren el ser mis querido que existe. Pero esto no ilebr: sorprendernos, ambas expresiones de sentimentalidad son s6lo ti mificaciones del mismo y fundamental fenémeno: el geupo de valo: res maternales, Poco después de concluir la luna de miel, el esposo pasa de esclavo a rey y Ja mujer entra en la prueba mas dura de su vida. El idealismo del vardn se canaliza ripidamente hacia la madre. Para empeorar Ia situacién, no se consider sexual en un amplio sentido, Los m Ta sexual a la esposa come objet idos repetidamente opinan que lad debe practicarse en una forma con la esposa V en otra con Ia amante. La explicacién mas comiin se refiere al temov dk que la esposa pudiese Hegar a interesurse demasiado en el sexs 1 Ia intyodujese en las sutitezas del placer. En otras ocasiones, el | temor se expresa en forma mas clara al decirse que la esposa potlria terminar en prostituta, El esposo debe trabajar y prover. Nada sabe y nada quiere sa ber acerca de lo que suceda en su casa. Sélo demanda que todos lo obedezcan y que su autoritlad sea indiscutible, A menudo, después de las horas de trabajo, se retine con sus amigos y prosique con ellos una vida que en nada difiere de la que practicé antes de ca sarse. Hacia sus hijos muestra afecto, pero antes que nada, autori dad. Aunque él no tos sigue, demanda adherencia a los preceptos religiosos “maternales”. A menudo s6lo impone la aulevidail se su estado de humor 0 antojo, esti satisfecho con que tos hijos obedez can “tuerto o derecho". Es, pues, una vez més la premisa de la auto ridad indiscutible. La esposa se somete y, privada de stt previa idea Fizacién, deberd servirle a su entera satisfaccién “en ia forma ea gue mamé Jo hizo”. Pero, como esto no es posible, el esporo es a menudo cruel y aun brutal hacia la esposa, Asi la esposa mexicana entra, mucho antes de Ja maternidad, en el camino real de la abnegacién, la negacidn cle todas sus necesidades yla prosecucién absoluta de Ia satisfaccién de las de todo; los «lems, 30 La neurosis y la estructura psicoléqiea en la familia mexieana Ee eee cee Va oem ce aS Cee | eee isi eit aobea leg caer ered 0 | — cados. Deberin convertirse en los nifios modelos que tendran por | faoral que emajar en el itema de obedienca sbscluta de Tos een lest oe Meso CT Scam a Nieaal eee ealemenyae ara ate ast esc wate eT ae ta pec eae ead er eceal ene aa| SeaTac a nae ve nat es cna Superior le hablaré de “ti”. El nifio debe ser bier educado,y si para | ariel eliilgo| fica E1/nlo| tiene qe laprencer /atmnilidaly foto" | isms fa canes anes Ca ween os SCO sere de i ralén entdion, Pare tenrlr esin descrpeén See ea ae aa esate eee es cy 36 «as) 40 a 9) (62) oo 6) 0 13 (ay (32) 1 i 5 6 2 10 6 n 56 «aay 3 St 64 us) 43) Ti (43) (33) Bh 6 (29) ay (2a) Tama Tt GRADO DE SALUD MENTAL. anterior (Roceuto Diaz-Guenneno “Teoria y resul lad, y aun de la porcién mis amplia de las expresiones culturales del mexicano. La literatura, pintura, escul- tura, filosofia y religién estén saturadas de alusiones, directas 0 simbélicas, a Ja madre. A pesar del hecho de que ésta es una sumaria e incompleta boracién del patrén psicocultural de la familia mexicana, se puede concluir con facilidad que la constelacién resultante es favorable ado’ Lis soi que acompaia este libro <0: sde confiar en la gente? ipo de trabajo con el que se cil concentrarse en lo que lee jae spares contestaciones que han sido encerradas al desarrollo de las neurosis, Ademds nos lleva a pensar en que la mujer mexicana a menudo es vietima de la neurosis. La tabla T parece confirmar en cierto modo tales predicciones. El 32% més, ‘menos 2.65, de la poblacién masculina por encima de los dieciocho aflos de la ciudad de México est4 formada po: “neurdticos", y el 4496 ms, menos 2.83, de la poblacién femenina sobre los diecio- cho afios de edad es “neurética”, La diferencia de porcentajes entre ye se pu mayoar det ¢Se lleva Ud, mejor con amigos que con 9. gCree Ud. au ¢Sufre Ud. frecuentemente de la bilis? * Esta tabla proviene de un trabejo nu: @Se siente Ud, faci Gana la vida? © estudia? g a 3 ei a 6. gSe siente Ud. muy triste a menudo? 5 E 3 5 2) i 7. che gusta a Ud. el 10. GEncuentra Ud. 32 Ua neurosis y Ia estructura -olégiea hombres y mujeres es estadisticamente verdadera con un nivel de confianza det 0.4%. pecificando, se podré deducir qu que existi en el hombre tendrian 4) problemas de sumisién, conflicts y rebelién en el area de sus relaciones con personas de autoridad; 6) preocupacién Y angustia en relacién con su potencia sexual; } conflicto y ambi. valencia en relacién a su doble papel: debe a veces amar y en general actuar tierna, maternalmente, y en otras te; d) dificultades en superar la etapa materna’: individuos semi- afeminados con exagerada dependencia de la medre; e) problemas ‘antes y durante el matrimonio: el amor a la madre interfiere con el amor a otra mujer. (Aqui se deberd anticipar una area importante de conflicto en donde el esposo, la esposa y la madre del esposo dan vida a la dindmica de los celos); /) el complejo de Edipo, como Freud lo describe. Casi todos los detalles de una atmésfera ideal sexual y virilmen- para su desarrollo estin provistos por las premisas de la cultura ¥ por las caracteristicas y juego de los papeles masculino y feme: nino. En realidad, las areas de problema b, c, dy e pueden ser con. sideradas como expresiones parciales de la dinémica del complejo de Edipo. En la mujer, el area de mayor dificultad deberia recaer alrede- dor de su variable éxito respecto a satisfacer los tremendos req sitos que las premisas culturales demandan, Su inhabilidad de vi vir de acuerdo con ellos deberfa producir sentimientos de menor valia y tendencias a la depresién. Otra area de claros e intensos disturbios debera aparecer alrededor det ‘omplejo” de las “‘coto- Los datos reportados en las tablas Ty II provienen de una public cacién nuestra (Rogelio Diar-Guerrero, “Teoria 'y resultados preli res de un ensayo de determinacién del grado de salid mental personal ¥y social, del mexicano de la ciudad". Psiquis, 2:31, 1952). En tal estudio Se hizo un esfuerzo por medir a través de un cuesticnario de 46 pregun. tas el grado de salud mental det metropolitano. ‘Tals datos se basaron cen Ia tabulacion sobre resultados obtenidos en ios 2% cuestionarios que fueron contestados. Los cuestionarios se distribuyeron en la ciudad de Mexico siguiendo la técnica de la muestra representa:iva relativa de Can: tril. (M, ‘Canta, Gauging Public Opinion, Princeton, Princeton Uni- versity Press, 1944.) Se obtuvo una cooperacion de 5796. La importancia de factores dinémicos, psicolégicos en’ general y semnticos, ast como la influencia de condicionamientos socioculturales fueron ienidos en ‘cuenta para derivar un criterio de “salud mental”, El estudio fae un estuerzo preliminar do ta familia mexicana, st tras", Finalmente, la transicion répida de las premisis sociocul: turales puede afectarla, Es muy interesante el hecho de que hasta un observador oca sional tenéria oportunidad de apreciar signos de pobre salud mental cen las dreas descritas para el varén. Mi propia observacién en la prictica de la psicoterapia, en muchas ocasiones ha confirmadto la anticipacién de que tales son las areas de mayor agobio (stress). Por lo que respecta a las mujeres, la evidencia es vscasa. Las mujeres de México rara vez ven al psiquiatra, Es una observacion comin, sin embargo, que mas mujeres que hombres van al inedivo general, con padecimientos psicosomsticos. La tabla 1 demuestra que la pregunta que hace referencia a la tristeza es difevencialmen te contestada en sentido afirmativo por las mujeres. Por otra parte, la tinica pregunta seleccionada con cuidado en relacién a padeci mientos de tipo psicosomatico: ¢Suire usted frecuentemente de la Dilis?," muestra que la sufren casi dos veces mas mujeres que hombres, Pero lo que parece todavia mas comin, si bien con intensidad variable, es la existencia en el varén mexicano de tn sindrome cuyo denominador comin es el sentimiento de culpa. La separacion extrema entre los valores femeninos y los masculinos, tnis el hecho claro de que la mujer educa y desarrolla ta personalidad «lel nino, provoca a menudo en el varén sentimientos de culpa respecto a desviaciones del patrén de valores femenino. En realidad, a tin de estar en paz con el patron de valores masculino, debe romper constantemente lanzas con el femenino. Tal vez no sea accidental que el simbolo religioso mas alto sea una mujer: la Virgen de Gus dalupe. De su conducta parece que los varones han caido en la red de un compulsive pedir perdén al mismo simbolo que traicionarin si han de set machos. Sélo porque buen niimero de varones lian tenido éxito en mantener sus dos papeles aparte, a través de una clara distincién de lugares y situaciones adecuadas para la expre sién de cada uno, no se desarrollan mas o con mayor seriedad los + Existe la creencia en México de que ou © cruclmente frustrada por otra, "la bills se le va-a la sangre". esto pro ucira por consecuencia todo tipo de extraios sintomas: dolores abuts ‘minales, néuseas, vomitos, diatrea, dolores. de cabeza, marcos, opre sion, Jaguecs, etcéiera, En realidad, casi cualquiera de los que. ahora lamamos, siguiendo Ia reciente clasiticacion de la American Psychiatric Association, desdrdenes psicolisiologicos, ptleden productrse, ndo una persenta es mals Lea neurosis y la estructura psicaligica de 1a familia sresicuni, Mujeate Aisturbios mentales, En muchos pacientes varones que Ine atin & yy pote existe, en un grado o en otro, pero predominante en e} cttadiis i batalla del “superyo” y el “ello”, et primero representans vt t76n de valores maternos, y el segundo los piternos. Me ar oF 86 luna metapsicologia freudiana « la mexicain, Desde esta perspectiva se podria decir que muchos contlicias 3 I mea Ne % que provocan neurosis en el mexicano son conflictos "interna, decir, provocados en mayor gradu por colisién de valores «ums yon choque det individuo con la realidad externa, Que esto sea sot hv sugiere también un estudio de José Gomez Robleta.’ tnvestiyinle las valoraciones del “mexicano medio” encontré que el 34.44". a los individuos investigados sostuvieron que su principal int en la vida era la “sesuatidad y el erotismo”, y el 17.17 9, los valo ¥ 5 son excepciones; aqui la ro estudio original (Ibidem:). Las contesta: Tata + PREMISAS SOCIOCULTURALES (VALORES) madre el ser mas querido que Sxiste? 1. GEs para Ud. la 5g aon Te 3 aE misticos y religiosos. Sate an] # Fe Los datos de la tabla II parecen dar validez a la dicotomia sc « 38 Pr g gf cultural masculino-femenina. La tabla queda explicada en el car % Ao c BES texto de nuestras afirmaciones acerca de las premisas sociocultn 4 Bae g8 2 og rales fundamentales. Con técnicas més adecuadas del estudiv ,1 fgguiagagd dye 'a opinion piblica se podria medir el grado y quiza incluso In sain te feiss ¢ 3] sees idad” de la variacién a partir de los patrones dominantes, Irn ag Poe & 8 2] gee clemplo, se observa que existe poca variacién por lo que se tel ori ze $22 g & gE &) BGag 4 Ia premisa cultural: “La madte es el ser més quesids ne on feat g 84 5 3] g8cs pero hay un cambio iremendo en relacién a la preinisa: “Lo aGyeny § 23 8 8) gigs bres son més inteligentes que lus mujeres." See de oaks & 4] Bass - agedeg.? ef a & ag Sustano sageders f.8 2 8) Fede Se presentan los presupuestos culturales que s¢ cree sientan lay gag 83g? gE City Sg a] gbs8 bases para gran parte de la interaccisn en los papeles jnpaoe ry Soigg eg os 35 a8 222] 2.32 los miembros en Ja familia mexicana, Se dan ejemplus para t af Gees phy ge Ss8daces®uyahu is] 283 mostrar el efecto de las presuposiciones, Se hacen alivieactones ot eee aege Arr hies gal 8932 especto de: a) las éreas en donde podrian anticiparse dite, 3s Gea by ga Be aeee Sticas a partir de los presupnestos v de li inter nina ce SsGe babe bbbe gs! 3: neurdticas a partir de los presupuestos v dle la inter i 228 a PENERERES EG! Ty les; b) cierta evidencia que parece verificar las antieipaciones. ce ee ss) sl 83 Propone: que encuestas de la opinién pliblica pueden servi. al pres 3.3: Bowe Romans, Zmagen def mevicano, México, Seoreania de iby _ cacién Publica, 1948, 36 La neurosis y Ia estructura psicoligica de la familia mexicana = posito de identificar el grado de variacién que en un periodo dado Sula un grupo respecto a su patrén sociocultural dominante, Comentarios al primer estudio Como se indica en el prélogo, este estudio fue leido el mes de ‘mayo de 1955 en una de las sesiones del Congreso Anual de la Socie- Gad Psiquiatrica Norteamericana. Didse el :aso de que estuviesen Presentes en esa sesién algunos psiquiatras latinoamericanos, El trabajo provocé abundantes comentarios ent-e los asistentes, Es in- teresante notar que los latinoamericanos, con excepcién de un pe- ruano, indicaron que el panorama descrito en el articulo se ajusta exactamente a las familias de los distintos paises de donde prove- nian. Posteriormente, los doctores Maldonado Sierra, Fernéndez Marina, y Trent, del Puerto Rican Institute 0; Psychiatry, mostraron intenso interés por el estudio y por el ctestionario original, espe- cificamente en la parte del citado cuestionatio que se refiere a las premisas socioculturales de la familia mexicana, El doctor Trent, con huestro permiso, claboré un cuestionario de ciento veintitrés pre. Buntas, jncluyendo las diez originales de la escala de premisas socio. uiturales, Este cuestionario no sélo amplia el original, sino que considera todas las precauciones que aconseja la técnica estadistica moderna para que los resultados sean mas cignos de confianza, El interés fundamental en el trabajo de los doctores puertorriquerios era aplicar a una muestra de puertorriqueties dicho cuestionario y comparar los resultados con los obtenidos otiginalmente por nos otros, En el volumen XLVIIT, pags. 167 a 181 del Journal of Social Psychology, publicado a principios de 1958, aparecen los resultados del estudio de los doctores arriba citados, bajo el titulo de “Three Basic Themes in Mexican and Puerto Rican Family Values”, Des. és de referirse a una amplia evidencia bibliografica relativa a Jas semejanzas psicolégicas existentes entre 0s distintos paises la- Hinoamericanos, presentan los resultados de la aplicacién del cues- tionario a 521 estudiantes de ambos sexos en Ia Universidad de Puerto Rico. En la tabla TIT comparamos los resultados obtenidos = ‘en relacidn a las ocho preguntas que fueron seasiblemente iguales en " ERTORRIQUENOS* E a ie) g a 3 rortommauaos (nine de la majer es el hog. MISAS SOC! MEXICANOS ¥ 7. Es natural que 2. Elluger Tae 1 IRMATIVAS Di e idas? | Ud. que es natural que los hombres casades tengan que ridas? ies que las mujeres? de los INTAS RELACIONADAS CON LAS PRI wawouwor (wie, S85) los hombres son i levar los pantalones ‘A PRECU! PORCENTAJE DE RESPUESTAS a GEs para Ud. la madre el ser mas ‘Querido que existe? 2. (Cree Ud. que el lugar de le mujer fos san los padres mejor se for hombres casados tienen qu Cree Ud. @ ‘que deben en el hogar? 4. ¢Cree Ud. que entre mis estric: acre & el hogar? 6. e€ree Ud. que lav mayori 1 3 38 La neurosis y la estructura psicoligiea de 1a familia mexicana los dos cuestionarios. A pesar de que nuestro estudio fue hecho ‘mediante un muestreo més © menos representativo de Ja poblacién de la ciudad de México por arriba de dieciocho afios, y que el mues- treo puertorriquefo se refiere a estudiantes universitarios, el grado de similitud en las valoraciones es casi inctei le. EL estudio puer- torriquefio amplia nuestro conocimiento de la psicologta de Ia fa- milia latinoamericana y lo recomendamos a las personas interesadas en estos problemas. ‘Aun cuando ya hemos indicado en el prdlogo que el propésito fundamental del estudio sobre la familia mexicana era encontrar los factores dentro de ella que tendiesen a provocar conflicto y frustracion y por ende neurosis, debemos advertir, una vex més, gue existen dentro de tal familia una serie de valores positi vos que pese a no estar representados en este estudio, tienen va- lidez. Por ejemplo, la tradicional cohesién y cercania de los miem bros de la familia mexicana parecen tener valor definitive en Jo que se refiere a la prevencién de la delincuencia juvenil. Varios aspectos positivos de la familia mexicana hen sido comentados por el doctor Abraham Maslow y nosotros en un articulo intitulado “De- Tinguency as a Value Disturbance”, que pablicamos mancomuna ddamente como uno de los capitulos del libro que Heva el titulo Festschrift for Gardner Murphy, y que 1 editorial Harper and Brothers sacé a la luz el aio de 1961 2 Presuposiciones del mexicano acerca de las relaciones interpersonales' Es ineuestonante la irecuencia con qi los psicoterapeutas les dicen a sus pacientes: “El problema fundamental es que usted no quiere enfrentarse a Ia realidad.” Esta afirmacién acerca de! pio blema del paciente parece ser simple y obviamente vélida. Los su puestos implicitos son, sin embargo, que existe una “realidad” qe: todo el mundo puede ficilmente reconocer, y, por otra parte, que la tarea de la psicoterapia es primero ay a enfrentar y aceptar tal ‘realidad’ Hay por debajo de este supuesto el familiar concepto de li civi lizacién occidental acerca de una realidad objetiva y ca No hay la menor dar al paciente a ver y htey uda de que esta realidad es imports y debemos reconocerla. Pero, gnu hay otro tipo d» "vealidac que deban ser tenidas en cuenta? Aqui me he de relerir « la “re lidad’ creada por la interaccién de dos 9 més personas en una relacién social 0 comunicativa: las actitudes de uno hacia otto, lis anticipaciones que uno tenga acerca del otro, los muchos intangi bles —y sus resultados— conscientes e inconscizntes mientos mutuos. Esta “realidad int de sts seni: personal", como me gustaria denominarla, puede ser mas importante en las relaciones hurnanas aque la realidad externa, Distingamos, pues, entre estas dos clases de realidad, fa reatidat fisica externa, la ves i de Ia naturaleza, y la realidud interpers nal, resultante de la compleja interaccin de dos o «is persons, Seleccionemos ahora algunos ejemplos de esta realidad inter per sonal a partir de una comparacién entre Ias culturas mexicana » * Publicado originalmente en ETC, A Review of Genseal Semantics, volume XVI, nim: 2, 1959, 0 Presuposiciones del mexicano acerea de horteamericana, Hay algunas diferencias fundamentales entre los Supucstos socioculturales del complejo grupo mestizoindo-hispano, ue constituye Ia nacionalidad mexicana, y los de la cultura anglo. sajona y curopea occidental de los Estados Unidos. Los norteamericanos ven la realidad externa como algo que han de dominar y sujetar por su voluniad. Bl éxito de Ia tecnologia Horteamericana es In mejor evidencia de esta orientacién, Los la. Hinoamericanos, por otra parte, toman una actitud fatalista ante 'a naturaleza y se sienten subyugados por ella. Tradicionalmente, et mexicano ha hecho poco por controlar Ia realidad externa. En cam. bio, sorpresivamente~ el mexicano presupone que la realidad in. terpersonal puede modificarse a voluntad, La realidad interpersonal no-es un estaclo de cosas dado y hecho, como lo 28 tan a mentido para lus norteamericanos ("Los vecinos son hostiles", El seficr Smith sun snob), La realidad interpersonal es fluida porque yo estoy en ella y soy capaz de modificarla, La inplicacién mds impor. tante de este presupuesto cultural es que los seres humanos tienen en sus manos crear tos aspectos mds importintes de la realidad interpersonal. He aqui otro presupuesto de Ja cultura mexicana: una interac cin interpersonal se valora de acuerdo con la satisfaccién y placer inmediatos que produzcan. Con esto, claro, no me refiero a conse- guir que se construya un puente, y ni siquiere a conseguir un tra. bajo, sino a que se provea intima satisfaccién humana para los interlocutores, Un norteamericano sélo tiene que preguntarle a un mexicano or la direceién de una calle o un camino. El mexicano iniciara w compleja serie de explicaciones y gestos, sonriendo con frecuen el norteamericano sentir’ bienestar y contento, pero jlas direccio. nes pueden ser completamente equivocadas! simplemente, por no saber la direccién, el mexicano nunca daria al traste con las posi- Dilidades de una placentera relacién interpersonal, Si hemos de definir en forma operante este aspecto del criterio de la realidad interpersonal como lo hallamos en el mexicano, di riainos: “el grado de realidad de una relacién interpersonal estriba en Ia frecuencia, calidad y calor de las relaciones interpersonales ue logran vivirse en un determinado periodo de tiempo". las relaciones interpersonates " Scmejantes reacciones son espontaineas y mucho tas a mentils acciones libres que respuestas convencianales. Pero ain cuando verbalicen en forma convencional no son estereotipedas, siaw que atesorani un variado y agradable contenido emotivo, EI mercado de los aztecas era un lugar mucho mis de social zacién que de comercio. La tradicién continita atin: una india es Hende su mercancia en la calle: dos docenas de platus y tazas. turista le gusta el precio y desea comprarlo todo. Ante la sorpresa del turista, Ia india contesta horripilada: “jNo!, si usté los merca todos, luego yo qué vendo.” El proceso, la ceremonia, la socialist cién del vender son para ella mas importantes que la ven sea obvi Aung que tanto ella como su familia necesitan el dinero. “l: mexicanos han desiurvollado formas exquisitas de tela ciunaese: cv tesfa, buena edueacion, amnigabilidad, vomanticismo, etc. A pes te estos gestos sociales dlel mexicano han sido eritica.tos como tn ras formalidades, a mi me parecen tan reales y genuiinos como ctl auier otra expresién humana. Quiz los mexicanos han ido dents siado lejos en esta forma de ser; a menudo prefieren perder Argument a perder un amigo. Los norteamericanos, en catibiv ganan argumentos. Pero los mexicanus pueden perder nv solu av gumentos, sino tiempo y dinero por no perder el placer interper sonal Este concepto de la realidad interpersonal es ext-ematament: sugestivo en lo que se refiere a las rela jones matrimoniales, 1 este caso, el grado de ‘verdad” de las afirmaciones hechus entre deberia medirse no en términos de s. correspon dencia a la realidad externa, sino términos del grado ea que permitan que Ja pareja se Heve, Los intercambios verbales en el Matrimonio no deben ser valorados en términos de relacién de mapa a territorio, como si fueran afirmaciones hechas en un con reso de fisicos,* sino en términos de su wtilidad pari crear y re crear la relacién en el tiempo, No se propone aqui un rompimicnt con la realidad externa; se quiere enfatizar que hay €1 Li vela isin matrimonial algo mucho ins importante que el hecho de etar ol jetivamente en “lo cierto” en las controversias dome s La expresign “relacion de mapa a territorio” es muy usadla en tos escritos de semaatica general. Se reficie a 13 relaclon eit ine maciones (mapa) y Ios hechos demastrables {terion 2 Presuposieiones del rexieano acerea do Las escuelas psicoanaliticas en sus sistemas son dindmicos. ‘que se adhier fados Unidos consideran que Sin embargo, en Ia practica, puesto a la idea de que la realidad es algo a lo que hay que “enfrentarse” y no hacen Ia distincién entre la realidad externa y Ja realidad interpersonal, terminan sosteniendo un punto de vista extremadamente estético de las relaciones humanas. Es més, a me- mudo profesan un punto de vista muy elaborado, pero rigidamente limitado, acerea de cémo son Jas relaciones inte:personales. Asi, lun nifio “no puede” evitar odiar a su padre, “ro puede” evitar querer eliminarle, "no puede” evitar desear libidinosamente a su anadre, “no puede" evitar tener celos de su hermano o hermana. Los padres estén incapacitados para modificar la situscién, las relacio- hes interpersonales son asi, Hasta el mismo Harry Stack Sullivan, de la “teoria interpersonal” en psiquiatria, prefiere —tan més fle- siblemente, como se quiera—, definir y cristalizar las relaciones interpersonales sobre la base de evitar la angustia. ‘Todavia més, en demanda a sus pacienies de que se enfrenten 4 la realidad, los psiquiatras norteamericanos a menudo presupo- hen que semejante tarea tiene que ser inevitablemente desagradable para el paciente, que ver lo que hay que ver, es ver algo agobiante, tenebroso, repugnante. Un mexicano no concederia fécilmente que la realidad, especialmente la realidad interpersonal, es necesaria- mente repulsiva. Al hacer psicoterapia un mexicano no verfa razén ‘alguna @ priori, por la cual no debiera incluirse mucho de anima. in, jovialidad y buen sentido del humor: Los psicoterapeutas han legado generalmente a reconocer que existe dentro de los individuos un fuerte sentido de Ja propia iden- tidad, a menudo denominado sentimiento de “para mf", Puede ha- ber un sentimiento similar entre individuos, que podria denominar- se “‘sentimiento de gozo mutuo y reciproco”. Hay una manera més profunda de: “para nosotros y entre nosotros" # (togetherness), que la explotada ahora por ciertos esfuerzos public.tarios norteame- Este “nosotros” de Ia realidad interpersonal es tan importante, sobre todo en relacién psicoterapéutica, que otras realidades no 2 En el articulo publicado en inglés no logramos hacer suliciente. mente claro este aspecto, que implica hasta la forrracion de una wel Iluichanung coneepeién del mundo) de los posibles “nosotros”, sean parejas, familias © BTUpOs, las relaciones interpersonales 3 egan a tener consecuencia o significado hasta que las person grupos implicados desarrollan una relacién razonablemente y amistosa y crean su propia realidad interpersonal. Si d2 hecho, ‘como aqui s¢ propone, ¢l aprendizaje realizado en relaciores inter- personales depende de nuesira habilidad para crear la i realidad, podemos ver facilmente la necesidad de explorar ‘vis este “sentimiento del nosotros”, altamente valorado en las culturas 1a Iuida ccuada tinoamericanas, 3 Las motivaciones del trabajador mexicano’ Me ps mucho gusto estar entre ustedes, y espero poser deci algunas cosas y que me digan otras tsntas, a fin de «qu amos aweerca del problema, que es en realidad un problems fen hasta ahora: el problema de la motivaeion del tral mexicano. En realidad, creo que en ¥ odos apres jos aspecto.. esti ret ew tiene sus matices historicos; es muy probable que #ta sea mera vex ett lt historia de México que un grupo cor el pre con un psicélogo y un grupo de ejecutivas, se sienta « disci acerca de la conducta del trabajador mexicano en relaciéia, nats ralmente, a su trabajo, ¥ esto, sobre toda, porque el acercamiento es especificamente destle un punto de vista psicoldgica que, ean decia el seflor Campbell no tiene que ver con aquellos aspects mas 0 menos superficiales de la conducta, sino con las casas js fundas, causas mucho més persistentes y que con mayos intensi conciernen a Ia actividad de los individuos, Lo primero que j driamos hacer es revisar algunas expresiones del mexicana ser: « de los tépicos del trabajo. Estas expresiones no son particularmen te optimistas en cuanto se refiere a que el mexicano se sienta gra demente motivado a trabajar. Ustedes las habrin ofde mncha veces, pero en vista de nuestra presente preocupacion jes van resonar quiz con mayor intensidad. Los mexicanos decimos que “el trebajo embrute la expresién original que indica que “el trabajo ennoblece". Devi mos que “Ia ociosidad es Ia madre de una vida padre", en ver dv decir que “la ociosidad es la madre de todos los vicios”. Los mesiva rodiands + Conferencia dictaca de Negocios, A. C. ol 16 « > Ditector de TMAN. €l Instituto Mexicano de Administeacion, brit de-1989. hos comentamos unos con otros que lo primero es hacer dinero en esta: vida y luego acostarse a “rascarse la karriga”. Hablamos mu- has veces de que “mtisica pagada toca mal son", Indicamos en otras que “trabajar de balde ni a tu padre”. En esta serie de expresio- nes encontramos algo de lo que, por lo menos en tn sentido comin superficial, se dice del trabajo. Si fugsemos a tomar en serio estas expresiones, cerrariamos esta conferencia inmediatamente y diria. ‘mos que no hay remedio, que estamos perdidos, que no hay manera de motivar al mexicano a que trabaje, Pero, gen cudntas de estas expresiones se revela el mexicano con seriedad? No hay que olvidar que el mexicano tiene un gran sentido del Humor y que ademas es bien posibie que con esta serie de expresiones se refiera a los as pectos mas dificiles del trabajo, como creo que es muchas veces el hecho de que el mexicano cuando trabaja es raras veces compren. dido.“Si esto es cierto, si cuando el trabajador mexicano Hega a trabajar no se le comprende en sus motivaciones, es facil que se sienta naturalmente molesto, desesperanzailo, quiz4 humillado, que, entonces, naturalmente, no tenga mucho que ofrect trabajo. =Partamos de la hipétesis de que las expresiones contra el trabajo no se refieren al trabajo en s{ mismo, sino a las condiciones del trabajo, sobre todo en lo pasado, pero también en fo presente de México. Hace algunos aiios c la oportunidad de Hevar al eabo un estudio” en el cual hicimos una serie de preguntas a una muestra representativa de la poblacién de la ciudad de México, Una de las preguntas era: "gLe gusta a usted el tipo de trabajo con el que se gana Ia vida?” El 68 9% de la poblacién varonil de la ciudad de Mé- xico respondié que si Je gustaba el tipo de trabajo con que se gana- ba Ia vida, e1 2796 indicd que no, y el 5%, que no sabia. Cla- ro que un 27 % de contestacién negativa significa aproximadamente que uno de cada tres piensa asi, y esto ya es problema; pero, de todas maneras, las afirmaciones de que “la ociosidad es la madre de una vida padre”, etc., no parecen tener fundamento tan deci dido y definido si al 68 % sf le gusta el trabajo con que se gana Ia vida, Entonces, vemos que hay cierta contradiccién cuando menos, » R. Diaz-Guennexo, “Teoria y resultados preliminares de un ensayo de determinacion del grado de salud mental, personal y social del mext ano de la ciudad”, en Psiguis, 2, pag. 31 a 56, 1982, (rabajador mexicano ¥ el hecho de existir contradiccion nos indica que sh re haber oI mis, que debemos tratar de investigar més la situacién, Nu py driamos en verdad partir de esta conferencia diciendo que el i cano odia el trabajo, y ahadir Inezo que el 68% de los hubitante varones de la ciudad de México por encima de los dizeiocho aos edad dicen que les gusta el trabajo con que se ganan la vide. 1 ploremos mas a fondo esta situacion, En primer lugar, necesitamos tener una idea motivacién, es decir, a qué nos referimes con esto de la inotivaciais de la conducta, Todos sabemos que enorme niimero de necesislacs distintas impulsan a los seres humanos a la accién, Por otra par ustedes saoen bien, ya que algunos lo habran leido en Freud, Audios Jung 0 Horney, etc,, y otros lo habrin oido, que cacla ano de es ores indican que hay una necesidad fundamental en cl humano, que explica, por si sola, su forma de condita, Eu 1 lidad, claro, no hay verdadera contradiceién. Ninguno de es autores est equivocado, sino que cada uno parece conceser mar & una sola de las multiples necesidades urna psicologia reciente cobra cada vez mis conciencia de que la motivacién de la cond ce lo que «| ‘a humana es multiple, yt sélo depende de una tinica y excluyente necesidad. Asi, esto de bs motivacién humana se refiere a las fuerzas, motivos, necesidacles descos, instintos, impulsos —como quieran ustedes Mamarle etedtera,que conciernen a las acciones de los seres humanvs: con li que hacen, con lo que dejan de hacer, y con lo que prefieven har etcetera. Luego, si vamos a hacer un andlisis de las motivaciones cs trabajador mexicano, necesitariamos tener una idea genérica, pov de conjunto, de cuales son las necesidades humanas fundamentals ésicas, de acuerdo con los conocimientos psiculopicas mas cientes y validos Decéamos que, et aos recientes, Ia pluralidad ws. los moti © impulsos de la conducta humana es lo mas aceptulo. Este 1 ralismo ha sido sostenido por los més distinguilos psicvtoy norteamericanos: Allport, Murphy, Maslow, ete, Por i putt tambien lo he sostenide y publiqué hace tiempo o esencisl « tuna concepcida similar aqui en Mexico.! Sin embargo, hast al +R, Diaz.Gueaneno, “Ensayos de psicologia dinsimica y cientitica”. va Filosofia y Letras, vol. XXV, nurs. 4930, paps. 97 4 150, Mesie, 153, ad Las motivaciones del nadie creo ha sido mas claro, coherente y comprensivo acerca de ssta actitud pluratista de Ia motivacién humana que Maslow. Ut Hearemos aqui lo fundamental de sug ideas al respects tomadae de una publicacién suya donde las expresa con gran sencillens Dice Mastow que, ante todo, existe un grupo de necesidades fi siolégicas. Esto resulta tan evidente que ninguno se opondria, Po: ciemplo: los humanos necesitamos comer, necesitamas agua —no

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