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A tu cuerpo casi muerto

clavo dos cuchillos


el uno color de arroyo
el otro olor a cedro.
Tus ojos, mirando el otoo
destilan gotas de vida
y yo afirmo mis manos
con fuerza en tu alma herida
Tu pecho cruje de asombro
tu aliento desfila aturdido
mi delito lo descubre el viento
que emana de tu cuerpo,
oh fantasma mo.
No te veo, no te veo
deshice en esta jaula oscura
recuerdo de amor y tortura
que siempre acompaan
al ensueo y a la sepultura
Ayer, dije te quiero
hoy un cadver entierro
pero su permanente sombra
reclama palabras y das.
Es tiempo de mudar la casa
es hora de cantarle a la vida
Sin embargo su muerte me alcanza
y solo puedo llorar su agona.
Ahora ella vive de muerte y cndida risa
desde el sueo a la vigilia
no deja ni por descuido
en sosiego el alma ma.
Al entrar mi tormento causa
al salir mis ojos destilan
como en aquella tarde
sus pupilas la contenan
Yo la mate dos veces
por si reviva
le clav los cuchillos despacio
y verla bajo mi brazo
sufrir hasta que caa.

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