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ESCALA TONAL.

-ARMONA

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cesitadas para las manipulaciones que exigen estos m. todos, toman probablemente ms tiempo que el acto de
audicin mismo. Por lo dems, el msico no tiene nece
sidad de ninguna otra prueba que la de su propia con
ciencia, para testimoniar que comprende realmente las
sucesiones sonoras de Ja rapidez en cuestin, y que hasta
puede corregir las inexactitudes de entonacin. La po
sibilidad de esta percepcin, de este registro tan asom
brosamente rpido de los sonidos, se explica, sin duda,
por el hecho de qu el primer sonido de un trozo de m
sica, acuerda, por decirlo as, el odo sobre un nmero
restringido de sonoridades. La atencin se encuentra
desde entonces fijada sobre stas en todo lo que sigue,
hasta tal punto, que la entonacin de las sonoridades su
cesivas es esperada; no se trata ya, pues, de un valor
acstico a determinar, sino de un valor determinado que
basta con reconocer. La importancia de estas afirmacio
nes es tan grande, que nos detendremos en ella algo
ms ( 1 ) .
No se ignora que el diapasn, l o que Jos alemanes
llaman stimmung, los ingleses pitclt, es cosa puramente
convencional, y que ha cambiado en el curso de las eda
des. El conjunto del dominio tonal no se divide en un
nmero limitado, por grande que sea, de sonidos de en
tonacin diferente; se puede, en efecto, intercalar siem
pre entre los grados de una escala musical algunos so
nidos intermedios entre los grados ms prximos. La

(1) Se cuenta que. en 1794 Beethoven toc a primera vista, y


en su verdadero movimiento, una obra que le era completamen
te desconocida. Un oyente observ entonces que le haba sido ma
terialmente imposible ver todas las notas de aquel presto. El
maestro respondi: c{Es que tampoco hace falta; cuando usted
lec rpidamente, no se fija usted en las erratas de imprenta, aun
que sean numerosas, por poco que usted conozca el lenguaje de
la obra de que se tratai>. (Thayer Beethoven, I, 202.)

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