Helmholtz declara que hacia el la1, se puede distinguir perfectamente una diferencia de una decena de vibracio nes por segundo , y creo que se ha quedado corto. ::ltumpf va ms lejos, pero estima que el motivo inicial (contrabajos) del fugato, en el sclierzo de la sinfona en do menor de Beethoven, es demasiado rpido para que pueda ser bien comprendido. Aqu yo ser tambin me nos afirmativo. En efecto, la poca claridad que un con junto de cuatro a seis contrabajos y de seis a ocho vio lonchelos da en general a este pasaje, tiene, sin duda, otras causas que la incapacidad de nuestro odo de per cibir doce sonidos por segundo aun en una regin sono ra muy grave. Sea de ello lo' que quiera, no tenemos in conveniente en confesar que los sonidos ms graves son al mismo tiempo los ms pesados, y estn muy lejos de poseer una movilidad igual a los de la regin aguda. Pero es fcil distinguir ya sucesivamente, en una regin moderadamente grave, hasta treinta y tantos sonidos di ferent.es por segundo y apreciar los defectos eventuales de entonacin de cada uno de ellos. Esta facultad no sera menos incomprensible si ciertos fundamentos, muy sencillos, no diesen a la diversidad y a la movilidad de la frmula musical uua unidad interna, una especie de dis ciplina que permite notables breviaciones o contraccio nes de las percepciones sucesivas. Ningn otro dominio de las percepciones sensoriales sufre la comparacin, desde este punto de vista, con el del odo musical; insis to, no sin motivo, sobre estas palabras: odo musical, en efecto, slo cuando se trata de msiCJa la acCJin del ner vio acstico se precisa tanto y la rapidez de las percep ciones alcanza proporciones tan . extraordinarias. Los mtodos psicofsicos, para la medida del tiempo que se para la resonancia del sonido de
su
percepcin cons
ciente, no nos son desgraciadamente de ninguna utili
dad, pues los razonamientos. y las determinaciones ne-