tintos y aplicables tambin a otros dominios del conoci
miento sensorial. Es preciso, sin embargo, notar de pa sada, la cuestin propuesta por Lotze y que Stumpf exa mina con gran cuidado de saber si las variaciones de intensidad estn comprendidas como constantes, con tinuas o no, Stumpf admite que en el crescendo de la messa di 1'oce o de su imitacin por un instrumento de viento o de arco, el aumento de intensidad nos parece continuo; pero cree muy posible que esta continuidad aparente sea el resultado de un nmero definido de gra dos distintos que nuestros rganos de percepcin mez clen en una progresin constante. Stumpf se pregunta Si, por un trabajo inconsciente de la imaginacin, el aumento graduado de intensidad no es transformado en un crescendo continuo , fenmeno anlogo al que hemos comprobado en la concepcin de los grados de entona cin bajo forma de lnea continua. El simple parelelismo que parece poder establecerse entre los factores de entonacin y de intensidad del so nido, no deja de ser bastante precario, pues la causa primera de la intensidad sufre transformaciones notables en el interior mismo de cada vibracin. En efecto, si es verdad que la amplitud de las vibraciones (o el grado de condensacin de la columna de aire) es el representante real de la intensidad sonora, no es menos cierto que, por el paso continuo del mximum al mnimum de exten sin y viceversa, las vibraciones no pueden suministrar ms que una sensacin intermitente de la intensidad re presentada por los ma:ima. El aumento de la amplitud de las vibraciones por el acrecentamiento de la fuerza generatriz del sonido, no da por resultado, de ningn modo, una elevacin oonstante de los mxima, pues s tos estn an separados por mnima, que aumentan en la misma proporcin; es ms, todos los grados intermedia rios posibles se intercalan entre estos dos extremos y la posicin de reposo. No se podra objetar aqu la rapidez