Me encontraba de pie frente a l; Tambin poda escuchar a un nio, deca -Dicen que es mitad ave
mirad hombre!-con gran emocin.
Yo solo miraba a un hombre sentado en un columpio dentro de una gran jaula. En aquel instante un pensamiento se apodero de m. l observndome, de igual manera y al contiguo, a todos al mismo tiempo, eso no tena importancia para l. Saba que nosotros nos encontrbamos encerrados en nuestra propia jaula, construida por la inconsistencia de nuestros pensamientos, de nuestros actos. l estaba convencido, l estaba afuera, era libre, pero nosotros nos aferrbamos a lo contrario. En efecto l era un ave y poda volar.