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n ELVIRA NARVAIA DEARNOUX, Finalmente, en el capitulo 4, estudio las operaciones de reformula~ cidn a partir de la serie de tres versiones de la novela de Juana Manso, Los Misterios del Plata, cuyo texto fuente es de 1846. El corpus esta cons tituido, fundamentalmente, por las secuencias descriptivas referidas al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manel de Rosas, sobre el cual se centran las criticas, y las correspondientes al gaucho aceptado, Miguel, quien pase de apoyar al gobernador a defender al adversario per- seguido, El andlisis permite entrever las representaciones del género y de la situaci6n de enunciacién que guian los cambios y, al mismo tiempo, observar lo que esti en juego, la restructuracién de los vinculos politicos {que van a servir para organiza el pats bajo la hegemonta portefia. ‘Como vernos, en el recorte operado sobre materiales de archivo co- rrespondientes ala etapa de formacién y consolidacién del Estado nacio- nal, la figura del pueblo aparece reiteradamente. Es este otro de los hilos del trabajo. Se debe, tal vez, mas alld de los intereses intelectuales pro- pios, al hecho de que uno de los problemas politicos de ese largo trayecto fue el de ajustar las formas de representacion asociadas a las practicas democriticas y controlar los modos de participacién directa en el dificil cequilibrio entre la movilizaciGn, necesaria parallevar adelante los nuevos imperativos politicos, y 1a no menos imperiosa manipulacién para evitar os“barbaros” desbordes. Capiruto 1 EL ANALISIS DEL DISCURSO COMO CAMPO, INTERDISCIPLINARIO Partimos de considerar al analista del discurso como un profesional que debe ser capaz de articular saberes provenientes del campo en el cual el discutso ha sido producido con los conocimientos elaborados por las ciencias del lenguaje. En el recorrido interpretativo debe reconocer determinadas marcas discursivas como indicios a partir de los cuales for- mula hip6tesis, en relaci6n con un problema que se ha planteado o que Ie ha planteado otro profesional. Si bien lo interdiscfplinario es constitu- tivo del anélisis, los modos de abordario y el alcance que se le dé difieren seguin las distintas posiciones tedricas. En la primera parte del capitulo resefiaré algunas perspectivas acorca de lo interdisciplinario; en la sogunda, focalizaré la activided interpre- tativa en su necesatio apelar a disciplinas diversas; lucgo, ilustraré el procedimiento analitico con un caso proveniente del campo juridico; finalmente, vincularé este capftulo con los restantes. Perspectivas sobre lo interdisciplinario Podemos considerar que el anélisis del discurso se define como espa- cio académico a fines de los afios sesenta, Desde entonces ha predomi- nado la concepeién de que analizar el discutso implica articularlo con lo social, entendido ya sea como situacién de enunciacién, institucién, estructura social, condiciones de produccién, esferas de la vida social o, simplemente, contexto. “ ELVIRA NARVAIA DE ARNOUX Si observamos algunas afirmaciones de manuales recientes podre- ‘mos reconocer ese aspecto compartido. Helena Calsamiglia y Amparo ‘Tus6n, por ejemplo, seftalan: El andlisis del discurso es un instrumento que permite entender las précticas discursivas que se producen en todas las esferas de ta vida social en las que el uso de la palabra —oral y excrita— forma parte de las actividades que en ellas se desarrollan. Se puede apilcar —y se est aplicando—a émbitos como la sanidad, a divulgacién del saber, la ad- ministracién de la justicia, los meciios dle eomunicacién de masas, las relaciones laborales, la publicidad, la traduccin, la ensefianza, es decir alla donde se an relaciones interpersonales a través del uso de la pala- bra, y personas con caracterstcas diferentes (por edad, sexo, lengua, ni- vel de conocimiento, origen de clase, origen étnico, profesién, estatus, et.) se ponenen contacto (hombres mujeres, ensefiantes yapren dices, rédicos y paciontes, especialistas y legos, administradores y usuarios dela administracién, anunciantes y consumidores, et] Elobjetivo es, como vemos, comprender las précticas discursivas aso- ciadas con Ambitos diversos de la vida social. Las variables que diferen- cian a los sujetos que interactiian son atributos mas 0 menos estables y lasrelaciones consideradas se enmarcan en instituciones. La perspectiva, eneste caso, privilegia las interacciones verbales yla dimension interper- sonal, Recordemos que los analistas del discurso se diferencian no solo por sus enfoques sino también por los materiales con los que trabajan: estan, entre otros; los que prefieten, como se evidencia en el fragmento citado, las distintas formas dialogales, los que trabajan con textos de ar- chivo, como lo haremos en los otros capftulos, o los que se especializan en los medios y en la combinacién de distintos sistemas semisticos. Consideremos ahora lo que afirman Norman Fairclough y Ruth Wodak: ElAnilisis Critico del Discurso interpreta el discurso—el usodel lenguaje enel habla— como una forma de “préctica social”. EI hecho de describir el discurso como practica social sugiere una relacién dialéctica entre un ()Helena Calsamiglia y Amparo Tusén, Las cosas det dectn Manual de anditss det discurso, Barcelona, Ariel, 1999, p. 26. En esta como en ls otras cltas las basterillas ‘me pertenecen. EL ANALISIS DEL DISCURSO COMO CAMPO INTERDISCIPLINARIO 13 suceso discursivo particular y las situaciones, intitucioves y estructuras sociales que lo enmarcan. Ahora bien, una relacién dialécticaes siempre biditeccional: el suceso discursivo esta moldeado por las situaciones, instituciones y estructuras sociales pero a su ver.les da forma. Otrama- nera de expresar este fendmeno es decir que lo social moldea eldiscurso pero que este, asu vez, constituye lo social: constituye Tas stuaciones, los objetos de conocimiento, la identidad social de las personas y las relaciones de estas y de los grupos entre si. Las constituye en el sentido de que contribuye a sustentar y reproducir et staru quo social, y también en el sentido de que contribuye a transformarlo.®: Estos autores parten de la definicién més amplia de discurso como —en términos de van Dijk—“el uso real del lenguaje por locutores reales ensituaciones reales’,” pero dan un paso més y afirman la relacién dialé ctica entre o discursive ylo social, en la que io social moldea el discurso.a la vez que es constituido por él. Lo interesante es el clerre del fragmento ‘que justifica el término “critico” del sintagma denominativo, anunciando el gesto militante que subyace al procedimiento de desmontar los meca- nismos ideol6gicos de sometimiento y discriminacin. Debe destacarse que el Andlisis Critico del Discutso ha atendido particularmente a las. problematicas del racismo, de las valoraciones de género 0 de los fené menos de exclusién en relacién con minorfas de distinto tipo. EI ultimo de los fragmentos seleccionados pertenece a un texto de Dominique Maingueneau: El interés que gobierna el anélisis del discurso es el de aprehender el discurso como articulacién de un texto y un lugar social, es decir que su objeto no es nila organizacién textual ni la situacién de comunicacién, sino aquello que los anuda a través de un modo de enunciacién. Pensar los lugares independientemente de las palabras que ellos autorizan o pensar las palabras independientemente de los lugares de los que for- man parte, seria permanecer fuera de las exigencias en las que se basa el anilisis del discurso, La nocién de “lugar social” no debe, sin embargo ser consideracio de manera sociol6gica. Puede tratarse de un posiciona- ‘miento en un campo discursivo (politico religioso,.... En todos los ca~ 808 se debe se debe poner en evidencia el cardoter central de la nocién de (6) Norman Fairclough y Ruth Wodak, "Analisis crtico del discurso’, en Teun van. Dijk (comp), El discurso como interacci6n social, Barcelona, Gedisa, 2000, p. 367. (@) Teun Van Dik, Handbook of discourse analysis, Vo. 1, Londres, London Aea- omic Press, 1985, 6 ELVIRA NARVAIA DE ARNOUX, _género de discurso, que a titulo de “institucién discursiva’” desbarata toda exterioridad simple entre “texto” y “contexto’. El dispasitivo enunclativo correspond a la vez @ lo verbal ya lo institucional.” Maingueneau enfatiza el hecho de que, desde sti enfoque, el andlisis del discurso se interesa por la forma en que se relacionan enunciativa mente un modo de organizacién textual y un lugar social, por lo cual en este caso la nocién de género es central. El género es “institucién discur- siva’ en tanto haz de rasgos verbales asociados a una practica social que, asu vez, define La acentuacidn del vinculo con el universo social que se evidencia en estos textos —concebido més o menos dialécticamente segiin los casos— exige en el andlisis apelar no solo a los saberes lingitisticos sino también a los de otras ciencias, particularmente las ciencias sociales ya que son las que pueden dar cuenta de las “practicas sociales’, Es una de Jas primeras razones porlas cuales se habla del analisis del discurso como campo interdisciplinario. Luego veremos que el abanico de ciencias con las que el analista del discurso se vincula es mucho més amplio y puede extenderse a las zonas més diversas del campo cientifico, ‘Oto modo de abordar el cardcter interdisciplinario del anélisis del discurso deriva de que este puede convocar, de diferentes maneras e in- togrindolas si es necesario, disciplinas lingtifsticas variadas. En su expre- sidn actual estas son, a menudo, resultado de lo que podemos considerar cl estallido de las ciencias del lenguaje, que va més all de los primeros recortes dependientes de los niveles del lenguaje que estudiaban. Esas nuevas disciplinas, si bien a veces parecen ser solo generadas por ne- cesidades académicas, en otros casos exponen diferencias importantes acerca delo que es el lenguaje, de quées lo que merece ser estudiado y de cudles son los procedimientos adecuados para hacerlo. Para muchos investigadores, el trabajo analitico debe apelar, segiin el tipo de problemas que se plantee—y, sobre todo, de materiales—a unau otra de esas disciplinas: si el interés reside en definir los modos de refor- mulacién intradiscursiva presentes en un texto didactico, se incursionara ena Lingiiistica del texto; sise trabeja, por ejemplo, con géneros conver- sacionales, posiblemente se recurra a la Etnografia de la comunicacion 0 al Andlisis conversacional; si se contrastan textos breves, donde es conve- niente analizar la dimensign interpersonal, los modos de ozganizacion y la estructura de los eventos, se considerarn los aportes de la Gramatica (@)Dominique Mainguenesu, "Peut-on assigner des limites & Yanalyse du dis- courat”, Modoles linguistiques, XX, fase. 2, Lille, 1999, p. 66 EL ANALISIS DEL DISCURSO COMO CAMPO INTERDISCIPLINARIO ” sistémico-funcional. Este enfoque de lo interdisciplinario aparece, entre ‘ottos, en el texto de Calsamiglia y Tusén cuando enumeran con el titulo de “disciplinas implicadas en el analisis del discurso” las siguientes: An- tropologia lingifstica, Etmografia de la comunicacién, Interaccionismo simbélico, Andlisis de la conversacién, Sociolingitistica interaccional, Psicolingiistica, Filosofia del lenguaje, Pragmatica, Lingiiistica fun- ional, Lingitistica textual, Teorfa de la enunciacién, Retérica clasica y Nueva retorica.® Estén implicadas porque se interesan por los usos del lenguaje y, por lo tanto, se presenta como legitimo recurrir a ellas. Sin embargo, ¢! listado es incompleto, pero spodria no serlo? Desde nuestra mirada todas las disciplinas lingiifsticas estan implicadas, Pensemos solo en el andlisis del discurso poético donde el investigador deberd recuttir a conocimientos producidos en el marco de la Teoria literaria como ast también de la Lexicologia, la Morfologia, la Fonologfa o la Sintaxis, Maingueneau, en cambio, opta por afirmar el carécter distintivo del Andlisis del discurso aunque no excluya el didlogo entre disciplinas. In- siste en el hecho de que los mismos materiales pueden ser analizados por distintas disciplinas que toman el discurso como objeto pero que la perspectiva que cada uno adopta define el tipo de andlisis y su alcance, Por otra parte resalta la centralidad que habjamos visto del género dis- cursivo como instancia articuladora de lo social y lo lingiistico con sus rasgos enunciativos, composicionales y estilisticos: Consideremos un debate televisado sobre algiin tema social. El analista de la conversacién o el de la argumentacién no focalizarén los mismos aspectos de ese material. Ei lingUlsta del texto se interesara por los mo- dos de cohesién / coherencia de los enunciados; el analista de la con- versacién lo estudiar como interaccién oral, interrogéndose sobre la negociaci6n de los turnos de habla, la preservacién de laimagen, los ro- Jes asumidos pot los interactuantes, los fendmenos paraverbales, etc. cl specialist de la argumentaci6n centraré su atencién en la naturaleza yelmodo de encadenamiento de los argumentos; en cuanto al analista del discurso, se interrogard antes que nada por el género de discurso, los roles sociodiscursivos que implica, Los registros de lengua que moviliza, las relaciones entre el debate en el espacio priblico yel funcionamiento de ‘ese género televisivo ...) Cada una de estas disciplinas puede ser levada ‘tomar en cuenta las perspectivas de otra pero en relaeién con un sitio’ en particular.) (9) Calsazniglia yTus6n, op. cit, pp. 19-28. (10) Dominique Maingueneau, op. ct, p65. 8 ELVIRA NARVAIA DE ARNOUX, E] texto expuesto ilustra el hecho conocido por Jos lingaistas de tra- dicién saussuriana de que el punto de vista determina el objeto, lo que implica diferenciar entre objeto empfrico y objeto de conocimiento. Por otra parte, destaca que los rasgos que se retienen son aquellos pertinen- tes para una determinada practica disciptinaria, Si agregamos, por ejem- plo, la Etnografia del habla, 1os rasgos pertinentes serén aquellos que aseguran la contextualizacién, es decir, aquellos indices que remiten al contexto. Asf, la pertinencia de un conocimiento no depende del objeto sino de la prdctica en la cual se lo hace intervenir. Esto nos permite plantear una tercera mirada sobre lo interdiscipl nario. Los discursos son también objetos de conocimiento para distin- tas ciencias humanas y sociales que desde sus respectivos enfoques y preocupaciones los abordan, En muchos casos recurren al Andlisis del discurso como caja de herramientas metodoldgicas posibles. Esta instru- mentalizacion es legitima y tiende a probar hipétesis formuladas desde los propios campos disciplinarios, Sintetizando, lo interdisciplinario, considerado en sentido amplio como necesario y productivo contacto entre disciplinas, se plantea en Jas reflexiones contemporéneas 0 como derivado de la articulacién de Io discursivo con lo social, o como vineulo, realizado o posible, entre distintas disciplinas lingiifsticas —tanto las que convoca el trabajo ex- ploratorio del analista como las que construyen a partir de los mismos materiales distintos objetos de conocimiento—, 0 como utilizacién por patte de otras ciencias de procedimientos del andlisis del discurso. En todos los casos, en mayor o menor grado segtin las posiciones, opera lo que Edgar Morin llama el paradigma de la complejidad, generador de lo ‘que prefiere designar como nueva transdisciplinariedad: “un paradigma que permita distinguir, separar, oponer relativamente los dominios cien- tificos pero que los pueda hacer comunicar sin operar las reducciones propias del paradigma de la simplificaci6n’." Este ultimo consistinia en la reduceién de la complejidad de lo real que se quiere describir y ancli- zat, através de reducciones metodolégicas que limitan los elementos en {nteraccién; simplificacién por disyunci6n ya sea de lo real, reducido a fragmentos que no se relacionan entre ellos, ya sea de la ciencia que se hiperespecializa para abordar esos fragmentos. (1) Eagar Morin, Science avec conscience, Pris, Fayard, 1982, pp. 272-273 EL ANALISIS DEL DISCURSO COMO CAMPO INTERDISCIPLINARIO o Entorno ala interpretacién Desarrollaré la perspectiva que adoptamos en el marco de la Maestria en Andlisis del Discurso de la Universidad de Buenos Aires. En Iineas ge- nerales, consideramos al analisis del discurso como una précticainterpte- tativa que atiende a todos los discursos y que segin los problemas de los que parta recurre a unas u otras disciplinas lingufsticas y no lingiiisticas. Si bien compartimos muchas de las observaciones resefiadas, el pun- to de partida es diferente. Bl analista del discurso es pensado como un profesional cuya experticia puede ser requerida por distintas institucio- nes 0 por otros profesionales, es decir que debe estar dispuesto a operar con materiales variados y a responder a problemas que pueden plan- tearle otros. Esto Hleva a que la pertinencia de los fenémenos discursivos que focaliza o las marcas que privilegia esté determinada, en la mayorfa de los casos, por otro campo que no es el de una disciplina lingtiistica como podria ser la Lingtifstica del texto o la Gramética sistémico fun- cional— sino el del Derecho, el Psicoanalisis, ls Ciencias de la salud, la Educacién, la Historia, los Medios, la Polftca, etc.. ¥ pasa aqui lo que sefiala Umberto Eco para los procesos semiticos en general “el criterio para el reconocimiento —de las marcas— cambia en funcién de los con- textos (...) No hay ninguna regla general para determinar los criterios de pertinencia, Estos dependen de diversas exigencias practicas’." En un atticulo clasico de Michel Pecheux “Sobre los contextos epi temolégicos del analisis del discurso’, publicado en 1984," este te6rico planteaba que lo crucial, lo que estaba en juego en el andllisis del discur- so era construir interpretaciones. ¥ aclaraba que “el andl no pretendia instituirse en especialista de la interpretacién dominando ‘el’ sentido de los textos, sino solamente construir procedimientos que expusieran a la mirada-lectora niveles opacos a la accién estratégica de un sujeto’, Esto se vinewla con una concepcién de sujeto como aquel que solo tiene un dominio parcial sobre su palabra, que no controla total- mente su discurso, que no es duefio de lo que dice, que metaféricamente es también hablado por otto. El andlisis devela asf lo que el sujeto no se propone decir pero dice por las opciones que hace. (12) Algunos analistas del discurso se inscriben en una u otra disciplina que, como las senaladas, trabajan con materiales discursivos, y ponen a prueba en compus es- pecificos categorias y operaciones generadas en el marco de esa perspective te6rica. Pero en la seleccién de los temas inciden el ipo de materiales que van 2 abordar ylos saberes ya construidos respecto de ellos. (13) Umberto Eco, Les limites de Vinterpretation, Paris, Grasset, 1990 (14) Michel Pécheux, “Sur les contextes épistemologiques de TAD’, Mots, 9, 1984, pas. er [ELVIRA NARVASA DE ARNOU Interpretacién y “niveles opacos a la accién estratégica de un sujeto” nos ubican en el marco de disciplinas regidas por lo que Carlo Ginzburg define como paradigma de inferencias indiciales.® Son disciplinas “eminentemente cuelitativas, que tienen por objeto casos, situaciones y documentos individuales en cuanto individuales, y precisamente por 0 alcanzan resultados que tienen un margen insuprimible de aleato- riedad; basta pensar en el peso de las conjeturas(...) enla medicina o en Ia filologia’, Como ilustraci6n Ginzburg resefia el método de Morelli para establecer la autorfa de cuadros antiguos. Este experto rastreaba para ello. Jas sefiales que posefan la involuntariedad de los sintomas y de la mayor parte de los indicios: eran los detalles menos trascendentes y por lo tanto no influidos por las escuelas pictéricas, como los I6bulos de las orejas, Jas uflas, etc. Morelli afirmaba que, paradéjicamente, “a la personalidad hay que buscatla alli donde el esfuerzo personal es menos intenso”, En el andlisis del Moisés de Miguel Angel, Freud aplica este método, basado en lo secundatio, en los datos marginales, a la interpretacién de la obra de arte."" Es una operacién de develar lo fundamental, lo que genera el efecto estético a partir de marcas involuntarias, de detalles periféricos, de rasgos desdefiadas, no observados habitualmente. Este modo de pen- samiento conjetural —afirma también Ginzburg—, es lo que caracteriza a Sherlock Holmes, quien interroga indicios que “a Ia mayorfa resultan imperceptibles” y formula hipstesis a partir de ellos." El analista del discurso, por su parte, opera de una manera préxima alla de los ejemplos dados. Considera al discurso como un espacio que expone las huellas del ejercicio del lenguaje por parte de los sujetos. ‘Supone que en cada punto o tramo de la cadena hay un abanico de po- sibilidades, una familia parafrdstica, de cuyos integrantes uno se realiza en el discurso; que, globalmente, se adopta un dispositive enunciativo yy formas de puesta en secuencia o modos de organizacién del texto y se desechan otros. En la opcién pueden intervenir tanto restrieclones ge- (15) Carlo Ginzburg, “Indicio. Raices de un paradigma de inferencias indiciales ‘en Mitos,erablernas,indicias, Barcelona, Gedisa, 1999, (16) "Una interpretacién que utiliza ciertos detalles insignificantes para llegar ‘una soxprendente interpretacién de toda la figura y de sus propésitos” (Sigmund eu, "El Moisés’ de Miguol Angel’, Obras Completas, Buonos Aires, Fdiciones Nuevo Mundo, 1974). (12) Daniel Ferrer ("Le matériel et le virtual: du paradigme indicia Ta logique ‘de mondes possibles", AVY; Pourquat la critique génétique? Méthoces, chéories, Pats, ‘CNRS Editions, 1988, pp. 11-30) soniala que también la ertica genetica se interesa 2 "los residuos de la creacién, a lo que ha sido puesto de lado por et artista (el borrador, primer esbozo, la palabra tachada)”. EL.ANALISIS DEL DISCURSO COMO CAMPO INTERDISCIPLINARIO a néricas, situacionales 0 propias de la variedad sociolinguifstica del sujeto como imperativos psicol6gicos 0 ideolégicos. En algunos casos, puede ser resultado de decistones conscientes pero, en general, no lo son. Son fendmenos a los que el hablante no presta atencién, fenémenos perifé- ricos, secundarios del decir. Es en ellos en los que se interesa el analista del discurso. i Lo crucial para él es cémo selecciona las huelias, 0 por qué a algunas de esas huellas las considera indicios reveladores de alguna regularidad significativa o de los cuales puede inferir un origen o causa, 0, en térmi- nos més generales, cémo aparece el vinculo caso/regla.'"® Esto depende del problema al que intenta responder el andlisis y, a partir de él, de un proceso de relevamiento, gracias a procedimientos exploratorios va- riados, de algunos fendmenos recurrentes, asi como de Ia permanente puesta en relacién de los rasgos discursivos que se van identificando con saberes no lingilfsticos. Si se analizan, por ejemplo, los relatos de cuen- tos tradicionales —Caperucita Roja, en este caso— realizados por pa- cientes con demencias tipo Alzheimer y se contrastan con las versiones habituales del cuento atendiendo a las operaciones de reformulacién se observard, entre otros fendmenos, el anclaje en el mundo cotidiano oen situaciones més préximas a los hablantes —optar por “patio” en lugar de “bosque” 0 por un caballero en lugar det labo— y la permanencia, a pesar de la progresiva perturbacién dela memoria, de una mattiz de his- toria —adulto que seduce a una nifia— y una moraleja. Bl interés de es- tos fenémenos surge de su relacién con los mecanismos de la memoria. Ahora bien, en el primer caso, en el reconocimiento y fa interpretacion de nuevos hechos los cambios léxicos— intervienen conocimientos ya producidos en el campo neurolingiiistico: la dificultad para construir universos distantes, entre otros, los ficcionales. Enel segundo revela algo nuevo 0, mnejor dicho, propone una hipétesis: el esquema genérico y la interpretacién y evaluacién moral de Ia historia parecen ser més resis- tentes en el avance de la pérdida de memoria. Pero tanto en uno como en otro se han articulado o confrontado los conocimientos médicos y neurolingtfsticos con los que surgen del “reconocimiento” discursivo. En otras palabras, en lo que se infiere, en Io que se formula como hip6. tesis acttia, junto con lo que se revela como indicio, esa mediacién de los saberes ya producidos. (18) Umberto Eco (Les mites... op. cit.) subraya que “el verdadero problema no es saber si hay que encontrar primero el caso o primero la regia, sino mas bien cémo en- ‘contrar caso y regla al mismo tiempo porque estén recfprocamente correlacionados’ 2 ELVIRA NARVAIA DE ARNOUX El hecho de sugerir hipétesis tanto de una ley general como de otro hecho particular que se supone es la causa de los primeros—a partir de un conjunto de “hechos sorprendentes” (Eco) ¢s lo propio de la abduc- ci6n peirceana, es decit, de la inferencia hipotética construida en base a premisas inciertas. Esta hipstesis —explicativa'!— debe ser luego pues- ta a prueba, verificada.” En este sentido, Umberto Eco en otro de sus trabajos sobre la interpretacién,2” preocupado por el fluir incontrolado de interpretaciones textuales, sefialaba respecto de la critica literaria que una interpretacion que parece plausible en un momento del texto solo serd aceptada si es confirmada o, por lo menos, no cuestionada en otro momento de] texto, En realidad, el razonamiento abductivo procede @ través de un encadenamiento de hipdtesis a partir de nuevas confron- taciones con Jos textos. En relacién con esto, Pierre Boudon afirmaba (que la gran dificultad en un razonamiento abductivo es el problema de la hipétesis inicial que desencaciene Ia serie de hipGtesis cada vez, més plausibles. Por eso sostenfa que “el inicio del razonamiento abductivo es el que contiene la verdadera Innovacién, ‘la buena idea, ‘la luz que bro- ta El afinamiento de las diferentes hipstesis puede volverse luego mas sistematico y ser conducido metédicamente, pero el inicio del proceso es lo realmente dificil") El analista del discurso, para hacer surgit esa luz primera explora diversos procedimientos analiticos pero lo esencial ¢s, ala ver, la inmersion en el corpus y la indagacion en el otro 0 los ‘otros campos a los que remite el problema estudiado. Si debe atender a tuna denuncia de plagio respecto de una telenovela, por ejemplo, deber estudiar la legislacién vigente sobre plagio y la jurisprudencia existente ¥, también, los trabajos tedricos sobre el género “telenovela” al mismo tiempo que se sumerge en el corpus. Este juego interdisciplinario del que habjamos hablado al principio, ese iry venir de uno a otro campo, indica, en general, la forma de entrada més productiva y da cuenta de la media- cién, ala que nos referiamos antes, de los otros saberes. {A Peltce (Collected Papers, Cambridge, Harvard U. Press, 1981-1995,5.171) dice: “La abduccidn es el proceso de formular hipstesis explicativas. Bs la tniea operacidn, lgica que introduce alguna nueva idea’ (20) Gératd Deladialle (Leer @ Peirce hoy, Gedisa, Barcolons, 1996, p.178) recuerda ‘que en la abduecidn se trata de la eleccidn de una hipétesis yno de su verificacién. Ta verificactn viene después y corrosponde a la induccién en at sentido peirceano: puesta a prueba dea hipétesis"proyectada” (Ja que se adapta después de determinar fe verdad de algunas de sus instanclas, las demas quedan aun por determina). {GN} Umberto Eco, Interpretation et surinterpretation, Pari, PUK 1996. (22) Pierre Boudon, “Entre Rhétorique et Dislectique: la constitution des figu ‘argumentation’, Langages, 137, 2000 "Sémiotique du discours et tensions rhétor!- ques’ pp. 67-86. [EL ANALISIS DEL, BISCURSO COMO CAMPO INTERDISCIPLINARIO. 2 Amodo de ilustracién: un caso jurfdico Dos tipos de problemas aparecen reiteradamente en el aparato juri- dico que requieren la intervencién de un analista det discurso: la atribu- cidn 0 no de autorfa a un texto, y los casos de denuncia de plagio. Nos referiremos al primero de ellos. En un juicio comercial, referido a un negocio inmobiliario, una de las partes reconoce la autoria de algunos documentos, que ha firmado, y niega la de otros, que no ha firmado aunque su nombre figure al final del escrito como responsable primero 0 como aquel que ha delegado la tarea en otro pero que asume la responsabilidad, Los textos que reco- noce son una Carta de Intenciones y un Informe General, escritos en un registro formal y con un plan textual bien definido. Los que desconoce son tres cartas con planteos y discusiones acerca de la negociacién, en tun registro més informal que convive con dispositivos propios de una negociacién sobre la explotacidn de un edificio. La solicitud del juez, al perito es expedirse sobre “las similitudes ortogréficas, de puntuacién, sintacticas y seménticas existentes entre los documentos atribuidos al actor y desconocidos por éste (...) asf como entre cada uno de ellos ylos atribuidos al actor y reconocidos por este segiin st presentacién (...) y si Jos documentos adjudicados al actor y desconocidos por este pueden ser razonablemente atribuidos al actor, teniendo en cuenta los documentos admitidos por este”, Es decir, solicita un relevamiento de semejanzas y diferencias y una conclusidn respecto de si ‘pueden ser razonablemente atribuidos al actor’. Lo orientador es el “razonablemente” del juez que corresponderia, en el anzlisis de los relatos a lo verosfmnil, Esto se debe, sobre todo, al hecho de que, porel tipo de materiales, las posibilidades de juegos estilisticos asignables a una individualidad son minimas, El ana- lista del discurso se ve confrontado, entonces, a un problema de autorfa, para lo cual apela a los conocimientos acerca de las diversas instancias productoras de un discurso y al problema del estilo propio, cuyas limi- taciones y las restricciones que operan sobre él conoce. Y debe adaptar estos conocimientos a la perspectiva juridica para la cual lo importante “la responsabilidad de un actor". Atendamos a los distintos problemas que se le plantean, en este caso, al perito recordando lo que habfamos semialado acerca de marcas, indi- cios, hipétesis y pertinencia, Por un lado, solo uno de Jos documentos que la parte desconoce es de la misma época que los que reconoce, los otros dos tienen una fecha cuatro afios posterior. La situacién entre las partes ha varlado signifi- cativamente —de un acuerdo inicial que se discute se ha pasado a. una negociacisn accidenteda e, incluso, violenta—; pueden, ademas, haber “ ELVIRA NARVAIA DEARNOUX cambiado los empleados que arman el escrito o puede haber asumido la escritura el ‘actor’, en términos jurfdicos, Si atendemos en las dos notas més alejadas al dispositive enunciativo, una diferencia muy marcada, por ejemplo, entre las dos notas tiltimas y las anteriores es la prese cia reiterada del pronombre de primera persona del singular. Como sabemos que este uso no solo no es obligatorio en espafol sino que es enfatico, se podria evaluar como una diferencia significativa con los restantes, donde domina la primera persona del plural y pocos casos de singular sostenido por las terminaciones verbales, e inferir otro autor. Si relacionamos esta marca con el cambio operado en las relaciones entre las partes la descartamos como indicio confiable de un actor diferente, ya que acompafia la insistencia enérgica del autor sobre los derechos que le asisten para exigit un determinado acuerdo, de alf el uso enfético. Es decir que esa abundancia estadisticamente interesante del “yo", esa op- ion activada, podria ser pertinente si el objetivo fuera delimitar el tipo de relacién entre las partes, pero deja de serlo desde fa perspectiva de la autorfa porque es un rasgo estilistico ligado ala situacidn y admitide por el género adoptado. No es pertinente oponeria al “nosotros” de una carta formal de intenciones producida en una situaci6n de acuerdo. Elanalista releva, asi, fenémenos pero no los considera indicios que le permitan inferir la autorfa, Hay fendmenos que hacen signo(s) pero solo son perti- nentes, es decir se vuelven indicios —en este caso, de la presencia de un autor individual— si antes no son desechados al confrontatlos con otros, conocimientos —como, aqui, el hecho de que el dispositive enunciativo expone el tipo de relacisn interpersonal Por otro lado, hay diferencias en cuanto a la intencién comuntcativa y Ja tematica especifica abordada que inciden en los aspectos discursivos, Los escritos reconocidos son, como difimos, una carta de intenciones, y um informe general posterior a un estudio y visita de la obra en construc- cién y que contiene propuestas puntuales acerca de distintos aspectos del emprendimiento. Entre los que desconoce, el cronolégicamente primero manifiesta la disposicién a presentar una propuesta (de la cual se enuumeran los aspectos que se tendrén en cuenta y se anuncia el nom- bre de una posible firme interviniente, referente a la promocién y venta bajo el sistema de “tiempo compartido"), e! segundo es una propuesta en la que se detallan las bases de un posible acuerdo (para participar en el proyecto de explotacién de un edificio) y el tercero es un andl de las posiciones respectivas en las tratativas respecto del proyecto de explotacién de otro edificio e indicacién de los pasos para alcanzar un acuerdo, Los escritos de la primera serie tienen un carécter més formal, como dije antes, que se evidencia no solo en la cuidada disposicién de los textos sino también en la redaccién globalmente mas prolija que en ELANALISIS DEL DISCURSO COMO CAMPO INTERDISCIPLINARIO 25 los de la otra serie. Bs decir, que el perito debera comparar textos en los cuales muchos de los rasgos que se pueden delimitar como diferentes dependerdn de la matriz. genérica o del registro y no de rasgos propios del hablante/escribiente. Por ejemplo en uno de los textos cuya autoria no se reconoce disminuye significativamente el ntimero de oraciones en Ja pagina, en general el mimero de relativas es menor y menos variados Jos relacionantes. Pero estos rasgos se corresponden con un escrito mas informal, de allf que tampoco puedan ser utilizados como indicios de autora ‘Ademés, el juego hablante / escribiente en la instancia emisora pue- de implicar desde que alguien escriba al dictado, que pase en limpio borradores de otro, que dé forma a orientactones globales dadas por el responsable del asunto 0 que escriba algo que seré luego corregido 0 no y firmado 0 aceptado para el envio al destinatario, pasando por la po- sibilidad de que el responsable directamente escriba su texto, es decir, que planificaci6n, puesta en texto y responsabilidad se atinen. Inciuso, Ja primera serie tiene marcas més claras de la presencia de un empleado experto en escritura de documentos puiblicos que las otras. Pensemos que lo que se plantea es un problema de autor‘a y sabemos muy bien las dificultades que plantea responder a ;quién es el autor? Para el sistema jurfdico ta firma autografa es lo que indica la autorfa, solo cuando ella no estd son necesarias las pericias de lenguaje, como en nuestro caso, en el que los textos que el actor desconoce no tienen firma autdgrafa aunque se lo reconozca como responsable al indicar su nombre al final. A pesar de las distintas posibilidades que he sefialado, del pedido del juez se puede inferir que considera un autor y no atiende a distintas instancias emisoras aunque solicita que el perito se expida tanto en lo referente ala produccién material del texto escrito —ortografia, signos de puntuacién, a lo que podemos agregar, uso de maytiscules, abreviaturas, subtitulos, construccién del parrafo, formato de encabezamiento— como a otros as- pectos que se vinculan més con competencias lingifsticas y discursivas, ‘generales —el juez indica caracteristicas sintdcticas y semédnticas. Por otra parte, la actividad en la que se enmarcan los textos es la inmobiliaria donde abundan los acuerdos econémicos y las decisiones respecto de un emprendimiento econémico comtin, En ese émbito se realizan miltiples operaciones similares, lo que impone en gerieral que se adopten por razones précticas formulas y formatos que se repiten y adecuan a cada caso en particular. Las formulas de apertura y cierre son por ejemplo muy cercanas. La apertura en los textos teconocidos es "Me es muy grato dirigirles..” y“Me complace dirigitme a Uds...” yen dos de los textos no reconocidos, porque el tercero se inicia directamente: “Nos s grato manifestaties...”, “Me place manifestarles...”. Por mas que sean 26 ELVIRA NARVAIA DE ARNOUX préximas no se puede inferir ahora la misma autorfa. Lo mismo ocurte, por otra parte, con el procedimiento de uso de maytisculas seguidas con funcién de realce; o el uso reiterado de sintagmas, que modifican aun témino nominal, con la preposici6n “a’ yun infinitivo: “derecho a perci- DIP, “Dagatero a conven”, oumea a perclirTaclidad a convenit. Se deberd atender, entonces a aquellas opciones lingtifsticas no 1 guladas por el género ni por Ia préctica a la que los documentos estén asociados ni por el cambio de relaci6n entre los interlocutores. Es decit, ‘aaquellas que indiquen preferencias y caracterfsticas estilisticas propias. Y, entre ellas, siguiendo el paradigma indicia, las menos controladas por elsujeto. Laexploraci6n primerase caracteriza por tanteos diversos y por lalec- tura de la causa, Si bien se consideran las areas establectdas por el juez, se van seleccionando algunos fendmenos a partir de los conocimientos lingliisticos previos: por ejemplo, armado de las oraciones, presencia de relativas, tipo de relacionantes, uso de conectores, etc. Se observa, como mostramos antes, si las diferencias o semejanzas estén regidas por el g nero, la situacion, la relacidn entre destinadory destinatario o si implican elecciones porque pueden alternar : por ejemplo el uso de paréntesis 0 de rayas en el escrito, el uso de conectores proximos —‘asimismo’, “ade- més’, ‘también’, “por otra parte’—; la posicidn de los modalizadores en relacién con la oraci6n, uso de los pronombres antepuestos o postpues- tos al verbo cuando ambos se admiten. En cuanto a los menos controla- dos, diferencias dialectales o sociolectales. En relacién con este caso, podemos seftalar que no hey diferencias significativas que remitan a distintos autores. Por el contrario, hay algu- nnos rasgos comunes interesantes que permiten responder afirmativa- mente al “razonablemente” del pedido del juez: 1—Un uso reiterado de las rayas para acentuar el cardcter de modi- ficador oracional de un adverbio, dat mayor realce a una palabra 0 seg- mento o asignarle el valor de aclaracién:" 4) ....porque implica —simplemente—orge (0 —al menos— cobrar su uso nocturmo. que —de todos modos—son modulares, b) ...adelantandoles que—probablemente—se trata de... ‘mediante un contraté que —simulténeamente— rescindiera di- cchos derechos. (23) Bn) agrupamos segmentos de los textos reconocidos par el “actor” y en (b) los que desconoce como propios. L ANALISIS DEL PISCURSO COMO CAMPO INTERDISCIPLINARIO a ame otorgara en cambio el derecho a percibir —hasta que se ven- dieran todas las semanas de tiempo compartido— the concluido que —en sintesis— aspira a... al interés —de méxima al oxtremo— MC podria. imi crédito es —-con mucho— superior En esos entomos el uso mas corriente es fa coma, por Io cual puede ser uno de los indiicios de los cuales se podria inferir Ia autorfa material del texto. 0, por lo menos, un rasgo escrito habitual en la empresa. 2-— En los casos en los que el pronombre étono puede anteponerse 0 postponerse al verbo se prefiere esta segunda bicacién: adelantdmoste, reiterdmosles, propéngales, saltidoles, proponémosles en los reconocidos como en Jos no reconocidos. En todas los casos en los que aparece un saludo se utiliza el “Ie” o “les” enclitico: “nos complace saludarles’, “salt doles”, “aprovecho para saludarles’, “Saltidoles muy atentamente’. Este lefsmo puede ser considerado de cortesia pero muestra una clara prefe rencia estilistica, 3—En todos los casos en los que se dirige a un interlocutor plural utiliza “vuestro” como posesivo desechando “sus” 0 “de ustedes’: “Me place manifestarles que podsfa interesarme participar en vuestro pro- yecto’, “vuestra firma y el suscripto’, “Me complace dirigitme a uds por ‘elasunto de referencia (...) Contiene nuestros puntos de vista y criterios que tienden a contribuir a la formacién de v. decisiones” 4 —Algunos rasgos son compartidos por algunos de los textos no re- conocidos y por los reconocidos. Por ejemplo, el texto mas préximo tem- poralmente utiliza en una pagina tres veces e] conector “asimismo’, que aparece en uno de Ios textos reconocidos que, por otra parte, no utiliza otro conector aditivo. En el tiltimo de los textos no reconocidos aparece también como tinico conector aditivo. Las marcas relevadas como indicios que remiten al “actor” son, enton- ces, aquellas opciones secundarias que no se pueden, o se pueden solo muy parcialmente, asignar al género y que destacan ciertas preferencias. ‘Sin embargo, esto és solo un orlentador més en una causa jurfdica en que Esta rapida presentacidn de un caso, bastante limite, al que se puede ver enfrentado un analista del discurso tendfa a ilustrar algunos de Jos aspectos a los que nos hemos referido. La pericia parte de un pedido del juez y el informe va a insertarse en una causa que se debe estudiar asf ‘como el modo en que se plantea la problemética de la autoria en el ém- bito juridico y en el campo lingufstico, Para seleccionar algunas marcas y desechar otras debe indagar en las restricciones genéricas, situacionales, 0 derivadas de cambios en la relacisn de los intervinientes, que operan 28 ELVIRA NARVAIA DE ARNOUX sobre las opciones realizadas. Al privilegiar formas que pueden alternar y cuya recurrencia implica ciertas preferencias estilisticas —-conectores aditivos, ubicacién de los pronombres atonos, eleccién del posesivo “yosotros’, uso de las rayas— se debe recurrir a saberes gramaticales. decir que en el proceso de andlisis lo interdisciplinario se presenta en el hecho de convocar tanto a disciplinas linglifsticas como a saberes jurfdi- cos. Por otra parte el criterio de pertinencia en el relevamiento de marcas surge del problema que el juez plantea, la asignacién de autorta, Los otros “casos” En los capitulos siguientes, a diferencia del ejemplo propuesto, se exponen andlisis de materiales seleccionados por el investigador y cons- tituidos en corpus a partir de problemas que é! se ha planteado. Sin en bargo, se han seguido los mismos pasos: relevamiento de marcas gracias a variados procedimientos exploratorios —estudio del entomo de algu- nas unidades Iéxicas, rasgos de genericidad, subjetivemas, secuencias privilegiadas, etc.—; indagacién de las condiciones de produccién de los textos; decisién respecto del abordaje metodolégico que se privile- sgiard; seleccién, en relacién con la hipétesis de base, de algunas marcas como indicios de una regularidad o de una estrategia discursiva; enca- denamiento de hipdtesis en nuevas confrontaciones con los textos hasta alcanzar cierta “saturacién’. Si bien los presentamos como consecutivos alos efectos de su identificacién, en la préctica del analista estan sujetos a.una dinémica de superposiciones y ajustes. En la escritura de los capitulos el orden responde a otros requeri- mientos. Nos detenemos, asi, en la primera parte de cada uno, en una exposicion de la situacién de la cual emergen os textos estudiados, no solo porque facilita la comprensién sino también porque los andlisis realizados articulan lo discursivo y lo hist6rico presentando las marcas como indicios de operaciones y representaciones de sujetos socialmente ‘situados’. La Historia es el campo privilegiado: nos suministra, por un lado, datos imprescindibles para la seleccidn de las entradas al texto y para la interpretacién pero es también, como ocurre en el capitulo 3 y, parcialmente, en el 4 aquello que es construido por el discurso. Si bien nos hemos referido en este primer capitulo a les orientaciones me- todolégicas generales, en los siguientes destinamos un espacio a los ‘enfoques particulares adoptados para cada corpus y anunciados en la presentacién: andlisis contrastivo de formaciones discursivas, estudio de laconstruccién de objetos discursivos y reconocimiento de las operacio- nes de reformulacién. En el capitulo 2 se incluyen en el anexo los textos [EL ANAUSIS DEL ISCURSO COMO CAMPO INTERDISCIFLINARIO 2 comentados; en el 4 se presentan extensos fragmentos de los tramos de la novela considerados; y en el 3 solo se incluye el comienzo de uno de los capitulos estudiados pero el escueto anexo es compensado, en parte, .s en el cuerpo del texto. La bibliografia se indica en las notas 10 la correspondiente al campo del andlisis del da, Aiscurso que ha sido

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