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COLABORADORES
Nacionales:
Manuel José Cepeda
Rafael Nieto
Carlos Eduardo Mejía
Diego López
Mauricio García
Marcel Tangarife
Internacionales:
Juan Enrique Vargas – Chile
Santos Pastor – España
Alberto Binder – Argentina
Héctor Chayer – Argentina
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• La gestión del sistema ya no estará a cargo de los jueces sino a los
administradores. Los jueces solamente tomarán decisiones judiciales.
• La gestión judicial se impactará cada vez más con la importancia del valor tiempo
en la sociedad contemporánea, la competencia de los medios de comunicación
que juzgan en 24 horas y la velocidad de los intercambios judiciales.
• Se modificarán sustancialmente las especialidades para los jueces, surgirán
subespecialidades: seguridad social, derecho bancario, etc.
• Los sistemas de evaluación de desempeño y de incentivos irán poco a poco
alineando los intereses de los operadores del sistema legal con los del ciudadano,
pasando a ser la satisfacción en el servicio que recibe, uno de los principales
indicadores del desempeño institucional.
• Cada vez más el sistema de justicia estará más expuesto al juicio popular, por eso
el reto es abrirlo cada vez más al escrutinio público, con suficiente transparencia
sobre su accionar y generando información pertinente y oportuna para
evaluar, interna y externamente y en forma permanente sus resultados.
• Se seguirán expandiendo los MASC.
• La Justicia seguirá acercándose a donde esté el ciudadano para facilitarle el
acceso.
• En Colombia parecería que aún no han concluido las reformas estructurales, pero
en ellas estará más involucrado el propio poder judicial: Aún no se resuelve el tema
de tutela contra sentencias, se oyen voces de que solo debe existir una Corte
Suprema y de la necesidad de insistir en la reforma del gobierno del poder judicial.
• La conflictividad propiciada por el narcotráfico, el conflicto armado. la
desmovilización de las estructuras paramilitares seguirá presionando al sistema.
• La justicia va a estar, como ya lo está en lugar protagónico en la etapa del post
conflicto. Y su legitimidad estará a prueba por la aplicación de la ley de justicia y
paz y por su no respuesta rápida y eficiente en caso de reincidencia de
desmovilizados.
• Las 3 globalizaciones que están en desarrollo: la penal, la de derechos humanos y
la económica es necesario acompasarlas, en el marco de nuestro ordenamiento
jurídico y de nuestro sistema judicial.
• El derecho que los jueces van a aplicar como consecuencia de estas 3
globalizaciones, constituye un reto para la administración de justicia.
• Surge como una prioridad inaplazable la armonización del ordenamiento interno
debido a las globalizaciones, por ejemplo el tema de la expropiación se maneja
distinto en varios países que tienen relación con Colombia, algunas conductas
permitidas en el DIH son punibles en el derecho interno.
• Marginalización de la justicia de los temas políticos. Es necesario tratar la justicia
desde sus 4 perspectivas: Jurídica (que procedimientos y códigos necesitamos);
Gerencial (como tratar el tema de la congestión, cómo hacer la justicia más
eficiente); Socio- jurídica: conectar la justicia con la sociedad, política: la justicia
como eje de consolidación del Estado; la justicia debe estar presente de manera
efectiva en las zonas recuperadas. Los temas de construcción institucional y
seguridad democrática deben estar enlazados con la justicia.
• Consolidación de la justicia como poder. La justicia sólo será importante si es
poderosa. La sociedad aún no admite el poder de los jueces y muchos jueces no
lo ejercen de manera adecuada.
• Se debe atajar la avalancha de penalización de todos los conflictos.
• La jurisprudencia debe volverse fuente principal del derecho.
• Es necesario generar más conocimiento y mayor discurso que sustente a la Justicia