cuando hace la calor, cuando los trigos encaan y estn los campos en flor, cuando canta la calandria y responde el ruiseor, cuando los enamorados van a servir al amor; sino yo, triste, cuitado, que vivo en esta prisin; que ni s cundo es de da ni cundo las noches son, sino por una avecilla que me cantaba el albor. Matmela un ballestero; dle Dios mal galardn.