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XIV ENCUENTRO EDUCATIVO “EL MUSEO Y LA ESCUELA”

LAS VISITAS GUIADAS EN EL MUSEO DE LAS ESCUELAS

Servicio educativo: Adriana Holstein, Constanza Pedersoli, Mercedes Pugliese, Dina Fisman,
Mercedes Moreno y Marisa Ojeda.
Asesoramiento: Silvia Alderoqui (Coordinación general), Cristina Linares (Curadora)

El Museo de las Escuelas

El Museo de las Escuelas viene a llenar un vacío con respecto a la conservación de la memoria en el
campo educativo, posibilita rescatar las huellas del pasado antes de que se hayan borrado y ser un
espacio de comprensión del presente y de construcción de futuros.
Presenta a través de sus exposiciones diferentes momentos de las escuelas y de la educación en la
Argentina incluyendo las rupturas, las alternativas, las luchas y los conflictos de la actividad
educativa. Se plantea como una narración construida con la memoria de sus protagonistas, una
exhibición de colecciones de objetos que construyen versiones del pasado y presente escolar, un
espacio móvil de sentidos, de intercambio, interacción y comunicación.
Recupera, colecciona, conserva, da a conocer, expone y proyecta de manera crítica expresiones
educativas y lingüísticas, objetos –útiles escolares, juegos y juguetes especialmente educativos,
materiales didácticos- del universo de infancias y adolescencias, prácticas escolares oficiales y
alternativas que ponen de manifiesto la variedad y riqueza del patrimonio educativo argentino.
Mobiliario, libros –de enseñanza, de divulgación- y documentos son puestos a disposición de los
visitantes e investigadores y también colabora con las escuelas y con la comunidad para el estudio
de su historia escolar. El museo abarca un escenario temporal que va desde un aula lancasteriana de
1820 hasta la década de 1980 aproximadamente.
El Museo de las Escuelas fue creado en el año 2002 por la Secretaría de Educación del Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires y la Universidad de Luján para preservar el patrimonio de la historia,
presente y futuro escolar. La primera exposición tuvo por sede al Instituto Félix Bernasconi. Luego
se presentó en el Centro Cultural Recoleta, la Feria Internacional del Libro, la ciudad de Rosario y
desde el mes de septiembre del año 2003 se encuentra en el Galpón del Ministerio de Educación,
Ciencia y Tecnología de la Nación Argentina. En este trabajo se reflexiona sobre el modo en que se
concibe en el museo las visitas guiadas, entendidas como espacios de encuentro entre diversos
saberes, sentidos, historias y experiencias.

Las visitas guiadas como mediadoras en la construcción del conocimiento


Las visitas destinadas a alumnos y docentes de diferentes niveles del sistema educativo formal,
constituyen una actividad central en el Museo de las Escuelas por ser un elemento fundamental en la
mediación de la construcción del conocimiento. Se parte del supuesto de que los contenidos no son
independientes de la forma en que se muestran y la presentación del conocimiento en formas
distintas le da diferentes significaciones y lo modifica (Edwars 1993: 25). El conjunto no
homogéneo de prácticas que los guías y alumnos establecen en el transcurso de las visitas influye en
el modo en que éstos últimos construyen sus conocimientos. Allí adquieren connotaciones
específicas las palabras, los gestos, las miradas, los juegos y las propuestas.
En la propuesta pedagógica del Museo de las Escuelas, los recorridos no están estandarizados y
pautados totalmente de antemano. Existe un guión escrito a partir de los objetivos del museo que se

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actualiza en cada visita y se va adaptando a los intereses y las necesidades de los grupos que
participan y a las particularidades de cada guía.
Al igual que la exposición, las visitas se proponen establecer una relación dinámica y creativa con
los visitantes y se plantean como una narración construida con la memoria de sus protagonistas, un
espacio móvil de sentidos, de interacción y comunicación donde pueden recrearse diferentes
versiones de la historia escolar. No están centradas solo en dar información sino en provocar la
interacción por medio de las conversaciones elaboradas. Siguiendo a Gaea Leinhardt (2000), el
aprendizaje del museo puede ser pensado como una conversación elaborada, porque es el proceso
más significativo y ocurrente en la experiencia del museo. Por conversación se refiere a un tipo
particular de hablar que ocurre en un grupo o dentro de un individuo mismo durante la visita a un
museo. Este tipo de conversación enfoca en la naturaleza del significado y la experiencia del museo
y permite la reflexión acerca de los procesos de negociación cultural entre el museo y el visitante. La
conversación es un proceso natural, disfrutable, compartido con personas que visitan el museo como
grupo; es el lugar para la aparición de lo nuevo, de lo desconocido, donde las ideas se expresan para
ser compartidas con otros, de un modo que permite a los miembros del grupo construir su propio
conocimiento, comprensión y significado; es el lugar para el pasaje de la información a la
generación nueva, a los más jóvenes. Según esta autora, las conversaciones que los visitantes tienen
con amigos, compañeros o miembros de su familia mientras recorren una exhibición reflejan ciertos
aspectos de la identidad de esos visitantes y median su compromiso y comprensión.

Estrategias y criterios en la definición de las visitas guiadas


Para propiciar las conversaciones elaboradas, se diseñaron diferentes guiones de visita de acuerdo a
las edades: a) nivel inicial b) primer y segundo ciclo del E.G.B |escuela primaria. b) tercer ciclo del
E.G.B y polimodal| escuela secundaria c) Profesores, adultos, alumnos de profesorados. En el
desarrollo de esas visitas se ponen en juego modalidades o estrategias de intervención que
promueven diversos modos de acercamiento a los relatos del museo.

La exposición oral
Este método es el más usado históricamente. Su ventaja primordial es la posibilidad de trabajar gran
cantidad de contenidos con un ahorro importante de tiempo y energía. La desventaja es que requiere
alta concentración y que es el que menor incidencia tiene en la asimilación del espectador. Es
importante ser conscientes de esto al elegirlo y tener en cuenta que dentro de una exposición hay
muchas variantes para facilitar la aprehensión del espectador que pueden ir desde recursos con el
discurso mismo, por ejemplo usar el humor, o con la incorporación de recursos externos, imágenes,
música, objetos, olores, que acompañen la exposición.
En el museo se utiliza en cada sala en función se situar históricamente los hechos y
contextualizarlos. Una de las ideas centrales es "desnaturalizar" a la escuela y entenderla como
resultado de un proceso de construcción socio-histórico-político.
La expresión oral aparece en tres momentos:
a. Antes de comenzar el recorrido o la visita en una sala. Es una forma de dar información
previa al contacto con los objetos. Por ejemplo, en la parte inicial, algunos guías exponen sobre los
inicios de la escritura en tiempos de la Antigüedad, la escritura tipográfica en los inicios de la
Modernidad hasta llegar a la oralidad secundaria representada por los medios de comunicación
audiovisuales y el ordenador. Es decir miles de años condensados en cinco minutos.

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b. Dentro de las salas. En esta instancia es común que se parta de objetos y fotos. Por
ejemplo, se muestra cómo funciona un tintero involcable y después se hace una reseña tecnológica e
histórica del objeto.
c. Al final del recorrido o sala. Para reordenar los conceptos surgidos y desde ahí aportar
nuevos conocimientos. En el jardín de infantes, por ejemplo los chicos realizan una actividad y al
terminarla se retoma lo que les ocurrió y a partir de eso se explica la idea de Froëbel y Ma.
Montessori.

Las preguntas
Este método tiene gran vigencia en la actualidad. Trabaja a partir de las preguntas que se le hacen al
espectador a partir de un objeto. Existen distintos tipos de preguntas que van de lo más simple que
es nombrar los que aparece hasta preguntas relacionadas con opiniones del espectador. Genera
mayor atención que el método anterior porque el visitante está incluido dentro de la propuesta. El
guía podrá tomar los conocimientos previos como herramienta desde donde construir su explicación,
pero también el espectador tendrá otro tipo de recepción porque esas preguntas remueven sus
propias ideas generando una necesidad de respuesta. Es decir, el aprendizaje se convierte en más
significativo porque está respondiendo a dudas propias.
Este método es utilizado en todas las actividades propuestas en el museo. Al ser la escuela un objeto
que hasta el momento todos los espectadores conocen por experiencia directa, son muy ricas las
anécdotas y las asociaciones que surgen a partir de lo propio. Es muy fácil que surjan las
comparaciones y las reflexiones sobre distintos hechos ocurridos. Un ejemplo es la actividad de los
papeles antes de comenzar la visita. Se hace sentar a los chicos en ronda y se les dan recortes
rectangulares que simulan pupitres. Ellos deben ordenarlos según la ubicación actual que tienen en
su escuela. A partir de esto surgen discusiones y se les hacen preguntas que incitan el análisis de las
ventajas y desventajas de cada opción. Los adultos también participan contando lo que pasaba
cuando ellos eran chicos.

El juego
Es una actividad libre a la que se entra por gusto en donde el interés es natural e inmediato. Es la
primera forma de aprendizaje del hombre, no hay persona que no haya jugado alguna vez. Johan
Huizinga en su libro “Homo Ludens” habla de esto y dice que se habla de homo faber, homo sapiens
y que él agrega, homo ludens.
“ [...] jugando fluye el espíritu creador del lenguaje constantemente de lo material a lo
pensado. Tras cada expresión de algo abstracto hay una metáfora y tras ella un juego de palabras”.
Johan Huizinga, Homo Ludens, Alianza Editorial, Madrid, 1972, p. 15 y sig.
En el museo aparece directamente como forma de conocimiento, pero también como objeto de
estudio.
El juego como forma de conocimiento:
Puede considerarse juego a las dramatizaciones o rol play (Huizinga lo llama “juego de
mímesis”). En el museo se utiliza en el aula lancasteriana, al recrear la escena de lectura, el
consultorio, donde varios alumnos representan distintas escenas escolares imitando lo que se hacía
en esos ámbitos.

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Aparece también el juego compartido en el jardín de infantes cuando los visitantes se sientan
en mesas de cuatro y entre todos exploran materiales de jardines de principio de siglo y juegan a
construir libremente o según consignas.
Existe también el juego lingüístico. Basado en teorías surrealistas y en Gianni Rodari. En el
museo está representado en “si la escuela fuera...”. Este tipo de juego da espacio para la aparición de
la metáfora como representación de una idea.
El juego como objeto de estudio:
Es objetivo del museo analizar también las transformaciones del juego como parte del
universo del niño que asistió a la escuela.
Hay vitrinas en donde se observan juguetes de distintas épocas para analizar los cambios que
se produjeron a través de los tiempos.
También existe espacio del patio de la escuela en donde los chicos pueden observar a qué se
jugaba a principios de siglo y establecer comparaciones con sus propios recreos.
Por último los chicos analizan el no-juego del aula, el disciplinamiento, y se compara con
situaciones actuales de juego en algunas clases.

La experiencia interactiva
Es la mejor forma de construcción de conocimientos porque la persona participa activa y
directamente con el concepto. La desventaja es que lleva más tiempo y hay que centrarse en un
objetivo preciso. Es importante recordar que dentro del museo no se considera a la experiencia como
“el hacer por el hacer mismo”. Siempre se desprenderá de alguna necesidad de conocimiento. Es
común que se la utilice luego de plantearse un conflicto previo o luego de analizar un objeto.
El aula de 1900 es el lugar donde esto se expresa más claramente. Sentarse en sus bancos, no poder
moverlos, usar plumas cucharitas, sellos, bordados, etc son experiencias que los chicos vivencian
directamente. Cada uno probará lo que es por ejemplo escribir mojando la lapicera en el tintero y
cuidando que no se le manche la hoja. Esta experiencia será imborrable, pero perdería gran parte de
su fuerza como objeto histórico si el visitante no lo relacionara con el contexto en donde estas
prácticas surgen y los fines perseguidos con ellas

La educación en los museos no se trata solamente de los museos enseñando a los visitantes sino de
los visitantes usando museos de modos significativos para ellos. La esencia de esta sociedad
educativa tiene que ver con la construcción del significado. Ya sea que involucre a los visitantes
interpretando sus experiencias o al personal del museo interpretando colecciones. La construcción
del significado está en el corazón de los esfuerzos de los dos. (Roberts, 1997) Por estos motivos, los
criterios de comunicación y educación son parte de estas estrategias y no un agregado a posteriori.
Del propósito se derivan algunos criterios museológicos para articular con las narrativas de los
visitantes que se concretan en el espacio museográfico y las visitas guiadas:
Conexiones significativas: Alcanzar a los visitantes para que la experiencia del museo empiece
antes de que lleguen. Proveerlos de conexiones significativas con el museo, construir una
motivación positiva para la visita. Asegurar que las expectativas de los visitantes se encuadren con
las realidades de lo que actualmente se exhibe para poder construir conexiones entre las experiencias
del museo y sus vidas, antes y después de la vivencia del museo.
Intercambio generacional: Retomar las tradiciones escolares en el sentido de conservar y re-editar
cierto enigma para que la narrativa de los visitantes adultos no quede atrapada en las redes de “todo

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tiempo pasado fue mejor”. Diseñar situaciones de intercambio de experiencias en la que los
visitantes adultos puedan incorporar el punto de vista de los visitantes de las generaciones menores.
Presentar acciones que permitan incluir las interpretaciones de los visitantes y enriquecer
conceptualmente sus experiencias.
Niveles de abordaje: Presentar la experiencia en diferentes niveles de abordaje de modo que los
visitantes puedan personalizar la información presentada, elegir la complejidad y profundidad de la
información que necesitan y desean en ese momento para apropiársela. Las vivencias se presentarán
en función de resolver problemas, formular hipótesis, clasificar, comparar elementos y fenómenos,
verificar la veracidad o falsedad de una información, emitir juicios críticos, etc. Colocar puntos de
medida, desafío, controversia, recompensas y conciencia del propio aprendizaje de los visitantes.
Agregar la emoción a la experiencia de aprendizaje (humor, eventos discrepantes, finales inciertos,
interacción con otros).

Bibliografía

ALDEROQUI, S. y C. LINARES, (2004) “El Libro de Visitantes del Museo de las Escuelas: un
diálogo entre narrativasi” en Enseñanza de las Ciencias Sociales. Revista de Investigación, lugar
(¿?), (en prensa).

EDWARS, V, (1993) “La relación de los sujetos con el conocimiento” en Revista Colombiana de
Educación nro. 27, pp.23- 68.

LEINHARDT, G.Y CROWLEY, K. The museum learning collaborative.


http:||museumlearning.com|default.html
ROBERTS, L, (1997) From Knoledge to narrative. Educators and the changing museum,
Washington, Smithsonian Institution Press,

i La Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Universidad de Luján crearon el Museo de las Escuelas por medio

del Protocolo Adicional N° 3 al Convenio firmado entre la Universidad Nacional de Luján y el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El
Museo de las Escuelas fue inaugurado el día 10 de septiembre de 2002. Son sus antecedentes el Proyecto de la Universidad de Luján "Operación
rescate de las huellas del pasado” (1998-1999) y el Museo Virtual de la Escuela, y la Muestra de nivel inicial: Imágenes, textos, luchas, historias...
Sobre el Jardín de Infantes. Dirección Área Educación Nivel Inicial, GCBA, junio 2002.

Servicio educativo
Lic. Adriana Holstein, Lic. Constanza Pedersoli, Prof. Mercedes Pugliese, Lic. Dina Fisman,
Mercedes Moreno y Marisa Ojeda.
Asesoramiento
Lic. Silvia Alderoqui (Coordinación general), Lic. Cristina Linares (Curadora)

Email: museodelasescuelas@yahoo.com.ar

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