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D

o s

p o e m a s

i n d i t o s

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Dos poemas inditos


Fermn Herrero

Lo primero que hacen es poner con mimo

Cada vez que aparece, con grande algaraba e irrisin

los bocadillos en los radiadores, de canto;

se pegan a la valla para mofarse, se burlan

despus, bajo la frialdad de los fluorescentes,

del hombrecillo desdentado. Lo graban con el mvil,

bostezan, abren los cuadernos, los libros,

exhiben corrector dental, lo insultan. Cosa

disimulan un rato algunos fingen bien

de cros, dice un compaero, los chavales ya

hasta que suena el timbre y se abalanzan

se sabe. Entonces pienso: la suciedad

hacia el patio, se empujan, chillan,

de la maana, risas de chimpanc. Y el burro

tiran el papel albal de los bocatas

se para porque s, menea el rabo. Caga.

hecho bolas, se empujan, gritan algunos

El carro slo lleva alambres sueltas,

ceden, se achantan. Hoy ha pasado por la calle

oxidadas, las ruedas son de goma.

el hombre con el carro, pantalones


remendados, cigarro en la boca. Sentado
en el estribo como una mujer, arreaba
el burro, que llevaba una alforja de esparto.
Me pregunto de dnde saldr, tan tardo y pobre y retrasado.

N 9 - 10 , 2 0 0 9 

Entre el todo y la nada


nos destruye
el poema: mi casa
son sus ruinas.

Pliegos Yuste
de

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