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Harold Julián Villamizar Ramírez 1094241890

Gestión Cultural I.

Domingo 30 de mayo de 2010, Elecciones presidenciales: ¿Cultura o Prácticas


políticas?

En esta fecha en la que los colombianos llevan a cabo su famosa “fiesta” democrática,
ocurren una serie de hechos que hacen un trasfondo tremendo a la reflexión acerca de si en
este país se tiene cultura política, o se llevan a cabo prácticas políticas.

Bien primero hay que decir que la política colombiana está enmarcada por una fuerte tradición
familiar, y esto afecta de manera irreversible la intención de voto de los colombianos. Hasta
ayer se sabía que los partidos tradicionales, liberal y conservador, eran los que acudían a esa
tradición con el fin de contabilizar el mayor número de votos; cabe destacar que no importaba
el candidato ni la propuesta, simplemente lo que importaba a la tradición era el color. ¿Se
podría llamar a esto cultura política?, o más bien ¿lo enmarcaríamos dentro de las prácticas
políticas?. Las elecciones de ayer solo dejaron ver un fenómeno muy simple, Los
colombianos, sin importar la edad, seguimos actuando bajo esas tradiciones políticas, pero en
este tiempo esto sí es muy grave, pues ya la mayoría de votantes asisten a una formación
técnica profesional, lo cual supondría que tienen criterios de reflexión al momento de elegir,
todo con el fin de romper con aquellas tradiciones políticas, terminar con las prácticas
corruptas de hoy día, y comenzar una nueva cultura política.

Todavía se sigue observando en las calles en el día de elecciones, a personas con una súper
publicidad política, sobre todo en las entradas a los centros de votación; esto se hace con el
fin de cambiar a última hora la intención de voto de los colombianos. Aquí surgen varias
preguntas, por ejemplo, ¿será que logran cambiar la intención de voto de alguna persona?,
¿será que hay personas tan débiles de criterios, que se dejan cambiar en último instante
todas sus reflexiones?, ¿será que si existe una mínima reflexión política entre la mayoría de
los votantes?; solo se responderán las preguntas con la siguiente frase: “LOS
COLOMBIANOS SOMOS TAN INGENUOS, QUE AUN UNA PEQUEÑA MINORIA NOS
SIGUE USANDO COMO IDIOTAS UTILES”. Fue por ejemplo lo que se vio con las famosas
encuestas y los noticieros nacionales, quienes en realidad son los que hacen su campaña,
pues son ellos a voluntad los que juegan con la intención de voto de los colombianos, pero
¿Por qué lo hacen?, bien ellos ya descubrieron que los colombianos, somos unos flojos a la
hora de leer, que preferimos que todo nos lo cuenten y así lo damos por última palabra, en
pocas palabras ellos siempre han sabido de la ignorancia que recubre el pueblo colombiano,
esto les permite una manipulación con fin a satisfacer intereses propios. Se creía que esta
tradición se iba a romper, pues nuestros jóvenes ya están siendo profesionales, y por ende
tienen más criterios de reflexión acerca de las propuestas políticas, que pena decirlo, pero
parece que el estudio y la academia no han servido de nada, las famosas tradiciones, vacías
de análisis, son las que imperan en la mente del colombiano común.

Ya se sabe que la política en Colombia es un empleo denigrante, ser político es una


vergüenza, prácticamente se asocia a la palabra ladrón. Esto es una tradición que se viene
dando desde la colonización española y que aun no logramos romper, y simplemente es una
cultura política, no una cultura política positiva, pero si una cultura política. Las prácticas
políticas existentes en el país no se podrían llevar a cabo sin que existiese una cultura
política. Se aclara que la cultura política puede ser positiva o negativa, en el caso de Colombia
sigue creciendo vertiginosamente, la mala cultura política.

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