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X. LOS FUNDAMENTOS. DEL NUEVO ESTADO. ‘Usa ver promulgada la Constitucién de 1917 y electo comio presidente constitucional Venustiano Carranza, toca al pais reconstruirse y apagar los brotes de guerra centre facciones. La tarea urge, pues coneluida la prime- ra Guerra Mundial, las grandes potencias no tolerarfan una guerra civil en México. Entre las dos guerras mundiales, todos los pafses, i cluso México, se abocaron a la tarea de responder a las dlemandas sociales. A diferencia de otros gobiernos, el nuevo gobierno de México no disponia de medios para responder a las exigencias de una sociedad recién salida de una revoluci6n; tampoco tenia claros los mecanismos institucionales para hacer efectivos los postulados de Ia Constitucién recién promulgada. Disponia, sin embar- 0, de Ia energia y de la voluntad para innovar, como lo ‘expresa su respuesta al dlesafio impostergable de recons- tmuirla economfa del pats sobre bases que impulsaran el hienestar de todos y una convivencia Social, pilar de un sistema demoeritico, Los decenios 1920-1940 que ahora narrames son Ia historia del nacimiento del Fstado mexicano, del EL LECADO DE LA REVOLUCION {La Constitucién de 1917 fue la herencia mayor de afios de guerra entre mexicanos. En la Carta Magna se ins cribjeron los derechos de nuevos grupos sociales, las exi- ggencias de obreros y campesinos; un Estado regulador yun Poder Ejecutivo con mayores facultades y se ati {6 laseparacién de la Iglesia y el Estado. Fstos prineipios bisicos del liberalismo democritico perfilaban el Mex co por construir: con poderes equilibrados, libertad y ley para todos y el derecho a la proteecién de los secto- res mas débiles de la sociedad. Siasi se presentabs el perfil futuro de México, la vila cotidiana mostraba los estragos de la guerra civil. El pro- ‘cto interno bruto eayé 10%, y las hambrunas, las epi- demias, el tfo, la fiebre amarilla y al final la tervible “gripe espaaola acabaron por diezmar a la poblacién que sobrevivié a la guerra. Apagar los focos de rebeldia y restablecer la estabilidad y regularidad de las fancio- nes politicas fue una tarea prioritaria, La fragmentacién del poder se agudiz6 con la guerra dé facciones entre 1915-1916, cuando emergieron en la ‘Convencidn de Aguascalientes una ala radical popular, ta zapatista y la vllista, yun centro reformador, el cons- titucionalismo, dividido en facciones. Venustiano Ca- rranza encaberé la tendencia conservadora, poco abierta ‘los sectores populares, Alvaro Obreqsn estaba al frente del constitueionalismo progresista, relacionado con las “eahierz0 colecivo de una sopiedad y de una elise Pol tiea que supo resolver el levantamiento militar, las pre- siones y amenazas externas y dar estabilidad politica all pais, 350 popuiares-qi mocraticas. La tensiGn entre facciones afects Ia estar bilidad politica de esos tres afios de presidencia de Ve- fustiano Carranza. Ademds, la nueva clase dirigente ‘yah ev as md A I PS mriey debia responder a la agresividad estadunidense, por el articulo 27, que amenazaba sus yacimientos mineros, pe troleros y la propiedad agricola. Ante todo, urgia orde nar un pais fragmentado y fragil, donde los jefes militax res y gobernadores vietoriosos manejaban sus estados como sis ranches, por el solo hecho de haber partici palo en la Revolucién. Algunos estados, los mas ricos, Como Yucatén con su henequén o Veracruz con #4 pe- tréleo, fueron “sangrados" para el sostén del gobierno federal. La presidencia de Venustiano Carranza sen sésiener sobre un mando politico-militar dvid rrafza muinca admitié un grado militar, y 1917 actus como Primer Jefe de una confederacién de ejércitos al mando de generales como Alvaro Obregén, Pablo Gonzalez y, al inicio, Francisco Villa. Los dos pri meros,jefes militares del constitueionaliamo, se sentian los candidatos idéneos para suceder a Verustiano Ca- rranza, por lo que fortalecieron sus propias bases de poder y nambraron gabernadares y jfes militares alle tgados. De 1917 a 1920, se repartieron los cargos elect- vor, dejando excaso juego politico a otros candidatos, Elcontral de la economia y del transporte en regiones ‘bajo su mando los convirtié en centro rector de tn te- rritorio, con mayor influencia que el propio goberna- dor. Las relaciones con los empresatios fueron frecuen- tes, ptes el control del transporte yel comercio estaba a cargo de los militares, lo que los lleva involucrarse en Jos negocios de Entre los grupos politicommilitares destacan dos: et sip sOnorense, personificado por Alvaro Obregén y Salvador Alvarado, de Sinaloa, y el de noreste, bajo 352 i Pablo Gonzalez. El primero representaba los intereses agroindustriales del norte, con fucrtes nexes con Call fornia, y los intereses henequeneros de Yucatan, rela. cionados con Nueva York. La otra faccién, la del nore te, estaba integrada por una clase media que habia ascendido en el periodo de atige del Porfiriato y milite do en Ia oposicion al régimen de Diaz, pero que habia caido en desgracia junto con Carranza, 18 Kideres politicos en escena sometieron sus ambi- clones # dds principios constitucionsles: por via de las ‘armas ninguno seria reconocide y el respeto a la no recleccién. Estos dos preceptos fueron los mecanismos ‘is poderosos que impulsaron cl proceso de institu. cionalizaci6n politica del patsy subordinaron el ejérci to al poder civil Disciplinary someter las fuerzas mili tares al poder civil fue una gran faena politica: pues en 1920, cuando Alvaro Obregon llegé ala presidencia de Ja Repiiblica, existian 679 generales, 4453 jefes (de coronel a mayor) 15421 oficiales y 98000 solados.jEsto representaba un militar por cada 121 mexicanos, in considerar alos grupos armados del pats! No se crea, sin embargo, que este ejército constitula vuna casta militar, una corporacién profesional. En su caricter de ciudadanes en armas desarrollaron poli ‘as alianzas con distintas agrupaciones y sectores dela sociedad. La tryectoria de Alvaro Obregén es el mejor ejemplo. Sindico de su estado, sostén del maderismo y Juego de Carranza, en calidad de Jefe dela Divisin del 7 det Norosste, 56 rodeo ae tropa sonorense eindios yaquis. Una ver que desprendis su columna de su base tertorial para adentrarse en cl centro de la Repriblica, supo que para subsist yerecer 353, a debia desarrollar una politica flexible, de alianzas con ‘grupos politicos de las regiones que ocupaba, A dife- rencia de Francisco Villa, Pablo Gonzalez y el misino Venustiano Carranza, quienes ocupaban y gobernaban las cindades y los territorios que conquistaban, Obre- g6n mantuvo su ejéreito como una colunna mévil, para To que recurrida alianzas, dejando bajo el mando de sus sliados civiles las ciudades o territories que ocupaba Io que le permitia contar con su ejército para los frentes de batalla. _Obregén, con una estrategia incluyente, pacts con 163 Iideres de la Casa del Obrero Mundial en 1915; los apoy6 para organizar a los obreros en los centros y vias fabriles de las ciudades que ocupaba e] constitucions- lismo. Esta politica flexible y pragmatica le rindié fae tos cuando inici6 su campaia por la presidencia de la Republica. De gran valor estratégico fue obtener el apoyo de Emiliano Zapata, quien, en octubre de 1918, acepté aliarse con el obregonismo a cambio del reco” nocimiento del Plan de Ayala. La importancia de este hecho es fundamental por varias razones: termina con la imagen de un zapatismo provinciano y presenta un proyecto de nacién en cl que se establecen alianzas con otros segmentos de la societlad. En esta ocasién, Maxi- mino Avila Camacho fue e! intermediario politica, Este personaje también sell6 un acuerdo —en similares ci cunstancias— con el gremio ferrocarrilero, Luego, en. ‘agosto de 1919, se firmé un pacto secreto de apoyo mi tuo con la Confederacién Regional Obrero Mexicana {ckOM). Todos estos hechos arrojan luz en torne a wna gran coalicién democritica en ciernes, de matriz agra. ra, obrera, populs y de clases medias que el mismo Avila Camacho, junto con Benjamin Fill, confor recorrer el pais para fundar clubes liberales, Obregén contaba también con bases en el ejército, donde muchos lo reconocian como su jefe; uno de ellos, el subsecretario de Guerra, Jestis Agustin Castro, le aseguré el apoyo de los jefes de guarnicién en los estados. Cuando en febrero de 1920 Carranza convocs tun c6nclave de gobernadores para afianzar a su candi- dato a la presidencia, el embajador en Washington, Bo- nilla, algunos gobernadores cerraron fils en torno Obregén: Pascual Ortiz Rubio, de Michoacan, y Fram co Figueroa, de Guerrero; y cuando Carranza orde- 1n6 su arresto, los ferrocarrileros le salvaron Ia vida y lo trasladaron, desde Ia ciudad de México, por territorio ‘apatista, hacia el estado de Guerrero, bajo la protec- cidn del gobernador Figueroa PRIMEROS RESULTADOS EI Plan de Agua Prieta, de abril de 1920, no lo suscribié ‘Obregon porque la Constitucién de 1917, en su articu- Jo 82, inhabilitaba para ser presidente de Ia Repiiblica ‘a quien figurara directa 0 indirectamente en alguna aso- nada, motin o cuartelazo. El Plan lo firmaron otros, ext giendo el respeto a la soberania de los estados, a las 1tias indivielnales yal sufragio efectivo, ademds del leno cumplimiento de la Constitucién de 1917. Se disefié un mecanismo para nombrar como presidente provisional a Adolfo de la Huerta, quien prepard las elecciones. En junio de 1919, Obregén lanz6 su candi ‘acura, sin “compromisos de ninguna indole ni dentro . « © e e e © “ ‘ ‘ SSRSEEESE SE EET ni fuera de pais”. Prometis depurar ls fla de eféreh. 10 Y de los funcionarios det Estado que “abandon ron el camino del honor. y han creido que ia Rewohacon ew como finaliad tinica enriquecer a Tor que se ine corporaton a ella’. Al poco tiempo results cette prene dente constiacional para el periodo 1920-1904 ante e303 cairo aiios el pais retomé au march GbreEn cumplio su pacto con los zapatsts ys de Toe 1.1923, reparté la totaidad de las haciendas en poe piedad eidal Erepartoagrario avanzdsde 192) 6 Yess) se distibuyeron 1.2 millones de heetiress en todo el Pais, beneficiando unas 152969 familias (750000 per Sona). A sectores moderados anticarrancista les ex. tendié garanss para que depusieran las armas, pros pictatios de fincas en Chiapas y en ol Golfo de Merce Ya terratenientes enue ellos Manuel Pelacr—v apne nes cobraban regaias por la explowacign del peuvicn any sus propiedades. Respecto de las organieacones ager ¥istasy obrera, fue dadivoro con sus lideres Lackones fundé en 1918; sa lider fue Luis N. Morones, un se Calista laborista. Este, junto con Ricardo. Trevino. del ‘ww (nternational Workers of the World), Jacinto Huy ttn, Celestino Gasce y otros dirigentes de ideslogia anarquista, unionist, taborsta,sindcalien y sects Jncegeé el Grupo Accién, Su sede seria Agusscaionea, donde Carranza no tenfainjerencia. La haciendo cacy, lderes, mis el apoyo que recibieron dela faccion cine, gonista,explica el inmensa poder que en pocos aren Adquirieron. En 1919 fundaron el P Mex slcano y firmaron un pacto secreto con Obregon ave Drevis la ereacin del Ministerio de Trabajo en mares ‘le-un laborist, Mediante tx mancuerna Obregorchloe 356 rones, presidente dela Repiblicay sceretario general de la caom y lider del Partido Laborisa,respecenanense, enctmbr en el poder el ierazgo obrera con awe oe ganizaciones 1a composicicn de la ckost fue de lo més heterogé rea incluyé organizaciones agrarias, pequcnostalercs y sindicatos de industria y de Fabrica, uniones y gre ios, su ntimero de aliados siempre fue “inhasoy, pues Morones dio cifras desproporcionactas pars ex erat su fuerza, El iimero de trabajadores dels indee {tia en todo el pais en los afios 1920 no era superior & tanos 100000, y de éstos, la crow escasamente podia acreditar unos 5000, pues la mayoria del prolewciado industrial se mantuvo fuera de la gran cental obrers, los ferrocarrleros, por ejemplo, eran enemigos hic: sicos de la CkoM, y agrupaban a cerca de 47000; ls pes woleros otro tanto, y los electrcistas unor 3000. Estos obretos tendian a fortalecer sus organieaciones ya mantener un sindicalismo independiente. Lax bases de Ja 6R0M, por lo tanto, se formaban, ademas de los 3000 de la industria ya mencionados, de pequefas agrupa. cones de artesanos, operariog, tabajadores de mam facturastradicionales y un mimero de organizaciones azgrarias, Obregin, ya como presidente, apoys ala CkoMt con recursos, organizacién e incrementos notables en Jos silarios; si en 1912 un obrero ganaba un salut ‘hominal de 1,90 pesos al dia, en 1926 subi6a #21 pesos diarios. El artculo 125 consttucional se hizo eféctivo muchos otros aspectos se crearon las Justas de Co ciiacin y Arbitraje y prosperé el derecho de huelgs como mecanismo poderoso de mejoras en el tabajey para fortalecer la organizacién obrera (hubo 778 buck 357 Ee he HH Hi Hd ft mcm rsartencenentnenvomneene een gis entre 1921 y 1994), E} sistema federal dejaba en ma: nos de los estados las relaciones laborales que entraban en su esfera de soberania; esto condujo aque, en alg nas entidades, los tabajadores gozaran de lejes labors Jes mis favorables al sindicalismo, lo que generé signifi. £25, mantos, mass oyacimientos, consitiyan depitos cua nnaturaleza sea distinta a los componentes de los terrence El principio constitucional fijé lo que lamnamos la doc- trina Carranza, que guia la politica exterior de Mexico, Esta doctrina hizo suyos los postulados de la doctrina Calvo, un jurista argentino que aun antes de la primera Guerra Mundial sent jurisprucencia en el derecho in. temacional. La doctrina Calvo afirma que la deuda de los gobiemnos no puede ser objeto de lesidn de la sobe- sania nacional, gracias a lo cual se reafirma el derecho del ala irate iguateact Jjuridica de los estados y a le no intervencién de un Fs- ‘ado en los asuntos internos de otro, Con base en estos postulades, el Estado mexicano 362 fij6 un impuesto a la produccién de petrsleo, que aca 6 por ser una fuente principal de ingreso federal, En 1918 establecié que todos los depésitos dle petsdien comprendidos los cedidos bajo la legislacion de 1887, eran de dominio directo dela nacién. La astucia del go. bierno de Carranza fue fijar las nuevas relaciones in. ternacionales de México, con base en el petréleo, que interesaba a todas las grandes potencias: a empresas estadunidenses, a Gran Bretaita, a Holanda e incluso a Francia Las nuevas relaciones internacionales también se ens contraron con un eambio en Ia diplomacia del gobier- no estadunidense, que con el presidente Wilson deja de fundarse en las armas, para sistentarse en la penetra: ‘cidn econdmnica. El presidente Wilson sostenia que la nueva diplomacia estadunidense debia extender el fi derazgo de los Estados Unidos @ pueblos y naciones libres, en defensa de los principios liberales, para crear tun mundo exento de socialismos y fuerzas reacciona- rias burguesas o imperialistas. Fl Senado estadunidlense derroté el ideal wilsoniano, porque las voces del asta pié la derra mas rica y de agricultura comercial, sino también la agroindustria ligada a ella. En 1937 se nacio- nalizaron Ios ferrocarriles y, al afio siguiente, el petro- leo. En la agenda de ese tiltimo afio, el de 1938, se pro- ponia la expropiacién eléctrica, que se suspendi6. Gabe aqui hacer hincapié en un proceso que se re- fuerza con cada una de las reformas. En la medida en. que el manejo y direccién de Ias expropiaciones se in- ducia desde la presidencia, habia poco margen de auto- noma de los otros dos poderes de la unién y de los pro pios actores sociales. Los poderes Legislative y Judicial {de hecho ceden su autonomia frente a un proyecto “na cional", fortaleciendo asf el poder presidencial, al trans. ferirle la representacién y direccién del interés de la na- iin, E] proceso simultineo del bien nacional y del reforeamiento del Poder Ejecutivo es esencial para la comprensién del régimen presidencial mexicano. Grarica x.1, Reparto agrario 1915-1940 Elplan sexenal del gobierno de Gérdenas contempls desde st inicio, como hemos visto por lo ya expuesto, la expropiacién directa de ramas econémicas, altamente concentradas y de peso estratégico para la conducciéa, econémica del pats, Justamente por ello se promulgé Ia ley de expropiacién y se amplié su contenido al intro ducir una nueva concepcidn juridica de la propiedad, Jade interés social. A partir de esta mutacin en su fun- cién y naturaleza, et Estado vo la facultad para inter venir con rapidez si la propiedad no se explotaba o si algin agente de la produccisn rompia el equilibrio; en general, podria intervenir en toda acci6n de direccién, (que garantizara el bienestar de la sociedad. El plan se coneibié como modelo para avanzar e in- luso acelerar el desarrollo econémico y social del pais no se propuso abolir el predominio capitalista sobre la ‘economia mexicana, ni mucho menos entregar “los medios de produccién a los obreros”. EI principio eco- rnémico fue fortalecer y expandir el mercado interno y crear las condiciones para un desarrollo industrial. El concepto bisico fue un sistema de economia mixta donde el Estado ocupara un sitio estratégico como ree. tor de la economia, redistribuyendo el ingreso y bus cando un equilibrio sociopolitico. Mas atin, en deter- minadas areas econémicas, el Estado fancioné como propietario de los medios de produccién. El supuesto basico del plan nacional fue Ia interven Gin directa del Estado en el rea centralizada de la ynomia: energéticos, electricidad y petréleo, comu- 2 = 3 s # 3 e Pursre Fsadiicashistreas de México, nectar, México, 1085 384 nicaciones y sector financiero. Se consideré que la mi nerfa requeria de mayor centralizaciGn y se propuso un plan de reorganizacién previo, dirigido a su fucura na- 385 Gonalizacion. La distribucin de bienes de consumo se ordenarfa via el control © administracién de las vias férreas y de comités reguladores del mercado de sub- sistencias, La industria en manos privadas nacionales y ‘extranjeras se dejaria libre a condicién de que no lesio- nara el interés de la sociedad en su conjunto. Las miles de empresas de pequefio capital: industria, manufactura en pequefo, artesanado, comerciantes, cooperativas, pequeiios propietarios de tierras, debian abandonarse a la iniciativa privada y a la libre compe- tencia, La idea era que, con el apoyo estatal, se organi zara un sistema de cooperativas de trabajadores en las {bricas, en las minas y entre los agricultores. En teoria, el uso det alto poder interventor del Estado aumenta. ia el ritmo del proceso de transformacién econdmica, Hasta hoy se sucle caracterizar el periodo de gobierno, de Lazaro Cardenas como esencialmente agrarista. Con. sidero que, si bien la politica ejidal fue un aspecto me- ular del cardenismo, el plan de accién del gobierno se dasd sustancialmente en el fortalecimiento de un mer cado interno y en el desarrollo de la agroindustria y manufactura. La aceleracién del reparto agratio es visi- ble en cuanto afects cerca de 184 millones de hectareas ybeneficiéa mas de un millon de jefés de familia, Elre- sultado fue que los ejidatarios constituyeron 41.8% de la poblacién dedicada a la agricultura, y posefan 47% de kas tierras de eultivo. ‘Coma Feforma agraria y @l reparto masivo de Uerras| de agricultura comercial se cumplieron diversos propé- sitos. En lo econémico, la expropiacién de Ios latifun- dios potencialmente més productivas del pais desplazs capitales del campo hacia la industria, desviando ter dencialmente su inversion hacia areas mas dinmicas de la economia. Con esa medida, liberé al sector industrial del arrastre negativo del sector agricola. Ala vez, con el reparto agrario se creé un mercado de consumo de aproximadamente un millén de familias, nada menos que un tercio de la poblacién econémica total del pate La oligarquia terrateniente no opuso mayor resisten. cia al reparto agrario masivo que se efectud de 1936 a 1987 por dos motivos basicos. EI primero, porque no cexistia un sector militar, como en Brasil 0 Argentina, en quien spoyarse. Fl segundo, porque ante un merea. do internacional inestable y deprimido, no tuvo mas al. ternativa que acelerar Ia tendencia de reinvertir en las reas de industria y comercio nacionales, que en sf mis. ‘mas eran atractivas por la nueva demanda interna del mereado mexicano, La intencién econémica corrié a la par con la polit ‘ca. Con el reparto agrario se ered una clientela eautivas el ejidatario, Asi, se estabilizé © nulifieé politicamente al sector social ms volatil y¢e coarté la proyeceidin del twabajador agricola hacia el sindicalismo agrario mis combativo. Es decir, se liberd al Estado del arrastre po- litico negativo del sector potencialmente més peligroso, cl campesino, yse consolidé una base de apoyo que bin. daria invaluables margenes de autonomia estat El rasgo distintivo de este periodo fue la intervencin satal, cx imad y calidad s é ‘ratégicas, mediante reformas y cambios estructurales encaminados directamente a la creacién, ampliacién y Feconversi6n de infraestructura fisica e institucional, incluso participando en actividades productivas direc tas. Sobresale su funcién como agente fortalecedor del . ‘ « ‘ € « & e e e e « « ‘ ‘ « ‘ ‘ « ‘ ‘ « MEV a a ff i ts Hi 0 amen eee Cue OFTUT EHV OT TE COOOBCoES crecimiento econémico, que tiene lugar en la confor macién de un nuevo modelo de desarrollo endégeno, Se inicia el abandono del esquetna primario export dor, y el eje de la acumnulaci6n se desplaza hacia el sector agroindustrial y de manufacturas, Es decir, tiene Ingar tun proceso de cambios sustantives en la estructura pro- ductiva, cuya demanda responde cada vez mas a factores internos. Asi, el principal soporte de la politica guber- nalmental quedé conformado por cuatro dreas impor- tantes: el uso del gasto piblico como instrumento para Ia formacién de capital, la creacién de instituciones nancieras y bancarias, la politica de expropiaciones y la reforma agraria A diferencia del callismo, los cardenistas reconocie- ron la peligrosidad de las clases medias, por ello les asignaron una funcién prioritaria en el Plan Nacional de Desarrollo, al englobar en la clase media tanto a pequefios propictarios, artesanos, industriales, agri tores como a ejidatarios. El argumento central fue que |i formulacién de cualquier proyecto de desarralla debia partir del reconocimiento de que la clase media “es partidaria de la propiedad privada, de la indepen- dencia econémica y de la libre competencia”s profesa una ideologia democratica correlativa; “odia al gran ca- pital, condena los monopolios, yse yergue contra el im- perialismo, porque instintivamente percibe que a ellos debe su ruina como clase aut6noma. Pero oda avin mas al socialismo y a la clase obrera que la profesa, porque considera a ésta inferior y se resiste a caer en sus fila” La consecuencia politica y econdmica de este anal sis, en apariencia s6lo social, es que la economfa nacio- nal no puede construirse siguiendo ef modelo capita- 388, lista ni el modeto socialista; debe hacerse “con el con- curso de Ia clase media, 0 no sera”, Este concurso de la clase media slo se puede tener —dice el estudio— si la nueva economfa nacional se inspira en Ia idea de que este grupo limitara el peso del gran capital monopoli- co, garantizando a su ve7 la libre concutrencia. Con tal de obtener estos dos objetivos, dice el citado Plan, la cla: se media puede incluso aceptar “una pérdida de liber- tades politicas y una regresiGn antidemocrética siempre que se mantenga incélume el respeto a la propiedad individual”. Garantizados estos fines, las clases medias “respaldardn al gobierno en contra del socialismo y del proletariado”. Al caracterizar a las clases medias de este modo, el gobierno pudo entrever el posible intercambio politi 0: apoyo de la clase media a la nueva economia nacio- nal a cambio de garantias econémicas, sumada a la aceptacidn de las clases medias de las metas y priorida- des definidas auténomamente por la clase dirigente En efecto, el anzlisis del Plan Nacional de Desarrollo insiste mucho en el hecho de que, si bien his clases me- igs son el sector social numéricamenté mas importan- te, no.estin en una fase de desarrollo que pudiera ge- nerar una accién coordinada y sostenida, pues carecen de un centro capaz de organizarlas en modo auténomo, Diferente fue el andlisis que en el Plan se hizo sobre el proletariado, pues si bien lo consideré como un sec- ior estrateGieo, su reducida dimensién cuantitativa lo obligaba a actuar politicamente con elapoyo del Estado Yy como su aliado. Estratégico, porque laboraba en las reas econsihicas dé mayor concentraci6n de capital, y :ninoritario, porque no pasaba de 600.000 trabajadores, 389 de Tos cuales unos 200000 eran efectivamente abreros industriales Los dos supuestos Hlevaron a pensar que el moxi= miento obrero onganizado podia ser reconducida 2 los objetivos establecidos en el Plan, En efecto, el Estado. reconocia y legitimaba las reivindicaciones econémicas de los sindicatos a condicién de que ellos reconocierar la existencia de tin iiteré’ superio? al_pursincnte de Clase, el interés de la nacién, BI resultado final fue un cambio sustancial del estatns del obrero, que de “prole- convertirse en trabajador al servicio 0, Como lo muestran la nacionalizacién de los 8 y la expropiacisn petrolera, La evoluciGn de las relaciones laborales a lo largo del sexenio 1934-1940 se dlstinguié por este tipo de relacién centre obreros y Estado. En efecto, la tensién entre sind- catos y Estado se expresé cuando ciertas conquisias eco imicas debieron ceder ante las industrias nacionales. Por su parte, el Estado rechaz6 ser considerado como patrén y reconocis al obrero como un “servidor priblico”, argumento que mantuvo frente a los sindicatos cuando Ia nacionalizacidn de los ferracarriles (1987) y del pe- tréleo (1938). Categéricamente afirmé que la misién del Estado era velar por el bienestar de Ia sociedad en su conjunto; por lo tanto, acceder a las demandas sin- dicales terminaria por perjudicar a la nacién, o incluso tuaicionarla, Esta idea la expresd el presidente Carde- 1 aja dores Petroleros para rechazir sus demandas econémi- cas: “Algunos dirigentes sindicales no se han dado cuenta del cambio operado al pasar Ia industria del petréleo de Jas empresas extranjeras a poder de la Nacién y bajo la 390 responsabilidad e interés conjunto de los trabajadores ‘lel propio Gobierno" ydel prop EL NUEVO PARTIDO: £1, PARTIDO DE LA REVOLUCION MEXICANA, Una vez que la sociedad se organiaé por sectores, hubo que institucionalizarla bajo un drgano politico. El eré- dito del eNk se encontraba por los suetos, no s6lo entre la sociedad, sino tambien entre sus miembros. Las re- formas, cambios y paricipacién de diversos agrupamien- tos populares promovidos por el gobiemo de Cardenas hicieron menos sostenible un partido ya caduco: era necesario adecuar la organizacion por sectors (militar, obrero, campesinoy clases medias) enn nuevo partido, Los preparativos comenzaron en 1937, ante la inmi- nente formacién del partido que Lombard Toledano organizaba, el Partido Socialis, “representante de la verdadera igquierda", Como lider dela poderosa Cr, Lombardo Toledano disponia del fuerza suficiente para encabezar la organizacién politica de los grupos mis radicals, nada le impedia integrar a la gigantesca cNe y la energfa del agratismo, Por otra parte, Ia oposicién al régimen se hacta cada dfa_ mas fuerte. Fl sinarquismo decia contar con tn millén de adeptos; el candidato de la oposicién, Alma- reciherehsstidersporerde p cares corr servadores; la Hamada clase media urbana se sentia afectada por el tono politico radical y por las nacional zaciones, por lo que yase manifestaba lrancamente anti cardenista am nanalannnanannnnamnannapeerrnced EIEIO smacin dela Bsads en Meso, 1928-1945, Sigho XXL, Mexico, 1! OFCUEH HOOF HOOPS ORSOOOO OOOO UDO BEDE Grice x2 Organos de diem dl Py, sein ls etorutas de 1938 ues, Luis vier Carvido,£t Pari de le Resin Iatuionalzade La for Ni remotamente pasé porla mente del gobierno dejar sueltos todos aquellos cabos. El paso del gobierno fue reorganizar el partido de manera que incorporara a los sectores populares ereados y fortalecidos por el régimen. Aprincipios de 1938, el gobierno lanz6 la convacatoria ‘la asamblea constitutiva del nuevo Partido de la Revo- lucién Mexicana (Pm), para el 30 de marzo de ese aio. Fue el climax del periodo cardenista, cuando el enorme poder y el prestigio personal de Gérdenas se encauza- ron y eanalizaron sectorialmente a través de aquel par- tido nuevo y de su novedosa maquinaria politica El sector obrero lo represent6 la c1M, Ia CROM, la CGT yl Sindicato de Mineros y Metaliirgicos, con 96 dele- gados, de los cuales Ia Cra tuvo la mayoria. EI sector agrario lo representaron tres delegados por entidad federativa, elegidos entre los secretarios en funciones de las Ligas de Comunidades Agraries, y los sindicatos campesinos constituidos, o que se formaran antes det 29 de marzo de 1998; en donde no se hubiera constituido dicha liga, la cox en colaboracién con el CEN del PNR, vigilaria la elecciGn de candidatos. El ejército designé 40 delegadlos, que representaron las 38 zonas militares, dos zonas navales, tres direcciones y las oficinas superio- res de la secretaria. La Confederacién Nacional de Organizaciones Po- ppulares (cNoP), a pesar del medio milldn de miembros {que se le avibuyeron, era un grupo disperso adonde fueron 2 parar los miembros del PNK que no se incor poraron en los otros tres sectores: los grupos femeniles y juveniles, profesionales y comerciantes en pequeiio, ‘obreros o artesanos ajenos a las centrales del sector obrero. 303 El ser miembro de un sindicato, ejido, corporacién, direecién militar u organismo de la cXo? automitien- mente daba la prerrogativa a ser miembro del rev. Lo _mas importante fue que las organizaciones se coimpro- metieron a desarrollar toda actividad politica en blo- que, por sector, y sélo dentro del marco del partido, En tales condiciones, el néimero de miembros del partido salt6 de menos de un millén en 1937 a mas de cuatro lones, repartidos de la siguiente manera: sector obre- ro, 1250000; sector campesino, 2500000; sector popu- Tar, 5000000, y sector militar, 55000, ‘Aunque la representacién fue proporeional, cada sec- tor se distinguié: los campesinos fueron el sector mas amplio y Ia base de legitimidad popular del régimen; los obreros organizados constituian una fuerza impor- tance, no por su niimero, sino porque en sus manos estaba Ia produccién industrial del pais y cualquier decision que tomaran podria acarrear serios trastornes econé- micos y politicos. El sector popular (CNOP) rechité una clase media urbana que, dejada libre, podia ser presa ficil de almazanismo y del recién creado Partido de Accién Nacional (PaN) (1939). El ax —formado por ‘grupos liberales y catGlicos— se habia organizado en ‘oposicién a las politicas corporativas del gobierno, con un programa liberal, ¢ integraba a l4 amplia sociedad {que no participaba de la organizacién por sectores del regimen. 304 XI, ESTABILIDAD Y CRECIMIENTO AL DEAR Lézaro Gérdenas la presidencia, la sociedad mexicana y su sistema politico habian vivide transfor ‘maciones de la magnitud de las que ocurrieron entre 1911 1917. Los acontecimientos por venir cambiatian radicalmente el rostro de México. El sentido y velocidad de los avances permiten sugerie que, en las décadas de 1930 y 1940, México entra de leno en la contempora- neidad. Percibo el México de hoy como la continuacién de los grandes cambios que se dieron en esas dos déea- das, de los desafios que el nuevo contexto internacio nat impuso a México y a los mexicanos. Se trata de un reto similar al que conoci6 el pais durante la Indepen- dencia 6 hacia mediados del siglo xix, con la diferencia de que el cambio actual ocurre en un periodo de paz. Una gran diferencia que expresa cémo el nuevo orden surgido de la Revolucisn sirvi6 de base para sostener la gran wansformacién iniciada a partir de 1940. LESTABILIDAD Y CRECIMIENTO Elperiodo que va de Ia Gran Depresién (1920-1933) al fin de la segunda Guerra Mundial (1945) fue funda mental para todos los paises, yen concreto para México y América Latina. Los cambios en materia econémica —iniciados en 1914 como resultado del colapso del sis 395, rata nnn nonp pene nonene WRSH hw mh HAS HO

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