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Conchas y caracoles prehispanicos exentos de policromia, extraidos de contextos arqueolégicos Luisa M, Mainou Introduccién El siguiente texto se circunscribe a las conchas y caracoles que fueron utilizados de diversas maneras y objetivos por el hombre prehispé- nico y observa particularmente a los que no presentan policromia alguna y que provienen de rescates arqueo- légicos. Algunos de los problemas a los que se enfrenta el investigador que se aboca al estudio de un tema muy especifico son, tanto la escasez de informacién como la dispersion y el aislamiento de los datos. En el caso de la concha en el dea de la conservacién, es posible observar esta situacin cotidianamente. Sus caracteristicas de composicién las hacen vulnerables, y por ende, no son abundantes en contextos <= 7 arqueolégicos. Sin embargo, de una manera u otra han sido de gran utilidad para el hombre convirtién- dose en agentes culturales debido a que fueron traasformados por la ‘mano del hombre en nuevos objetos que permanecen después de la desaparicién de la sociedad que los reé y por consiguiente, en los Gnicos registros de su existencia. Estos objetos como norma, son rescatados, encontrados o hallados por los arquedlogos que retinen ¢ integran los diversos datos arqueolo- gicos a través de los cuales recons- truyen parte de la conducta humana y su dindmica cultural; paralelamen- te, la disciplina de la conservacién preserva, conserva y restaura estos vestigios, siendo sin duda, una parte medular de la arqueologia, pues sin la presencia fisica de estos objetos algunos eslabones de la cadena cultural se pierden. ‘Asi pues, es que en la época moderna en los trabajos de arqueo- logia se han encontrado objetos de concha y caracol con los cuales se pueden recrear o reconstruir frag- mentos de la historia a la que pertenecemos. Desgraciadamente, estos hallazgos no siempre corren ‘con un destino adecuado de preser- vacién, ya que para este tipo de ‘objetos cuyos componentes princi- pales son el calcio y la materia, orgénica, la influencia del tipo de suelo donde se encuentran enterra- dos influiré de manera contundente, propiciando alteraciones fisicas, quimicas y mecénicas. Antecedentes Cuando el hombre reunié una serie de materiales como madera, piedras, guajes y conchas para Usarlos como armas y utensilios. Con el tiempo a estos materiales se alterandolos intencionalmente con lo que se aumentaron sus posibilida- des de uso. ‘Quizd las conchas de los molus- ‘cos se empezaron a usar como tutensilios en una época muy tem- prana como vasijas para comida y agua. Estos objetos fueron llevados y traidos de un sitio a otro hasta que se integraron al comercio. Cuanto mis lejos fueran llevados estos articulos, mayor valor adquirian, y asi, tierra adentro, las conchas de ‘mar pudieron convertirse en un Conservacién in situ de materiales arqueolégicos. Un manual ‘objeto altamente apreciado. El simbolismo del que fueron presa las hizo doblemente apreciadas como objeto de veneracién o de muy alta estima, Las conchas serfan atesora- das por los vivos y enterradas con los muertos, cumpliendo asi e! vital que se les habia asignado. A través del tiempo las funciones de la concha fueron multiplicéndose de modo gradual: fue trabajada en una {gran variedad de formas (pendien- tes, orejeras, pectorales, horquillas, narigueras, etcétera),sirvié como fetiche y con frecuencia fue usada fen actos ceremoniales y en la danza mistica ‘Agrupar las diversas obras de arte hechas en concha, agrega un fragmento mas a la cadena cultural. Facil de destruir por sus caracteris- ticas, estas rliquias rara vez se conservan, y sélo porque fueron colocadas en entierros es que se pueden obtener vestigios de ellas (Holmes: 19: 20). Las conchas por si mismas son el indicio de la alimen- tacién de un grupo social especitico, muestran la industria de esta materia prima, la tecnologia usada para manufacturarlas, los instrumen- tos de trabajo con que contaron y la especializacién de los artesanos. Muestran igualmente la manera de adornarse de personajes y reyes, cuyo rico atavio incluye abundantes ‘objetos hechos de valvas y caracoles, indicando ademés el rango social, religioso 0 politico de quien tas Portaba. Por Giltimo, indican claras rutas de comercio (Holmes: 19: 10). El comercio de las conchas segun algunos datos arqueolégicos co- mienza desde el preclésico; durante el clésico y el posclésico se continéa, diversifica e intensifica, existiendo una red comercial enorme, que intercambia productos suntuarios y (CNCA ® INAH ® CNRPC materia prima a través de rutas de ‘comercio a grandes distancias. En Mesoamérica y Aridoamérica el comercio de la concha y caracol propicié la fabricacién de utensilios, instrumentos, implementos y adornos. La exigencia por parte de los artesanos y los objetos en si mismos impulsaron a una busqueda yy captura de nuevas conchas obte- nidas de mares lejanos intensifica dose de esta manera el comercio. La produccién regular y sistematizada de los objetos ceremoniales v ‘ornamentales, asi como los instru- mentos y utensilios dieron origen a un abastecimiento regular de la ‘materia prima. Este abastecimiento podia lograrse por medio del inter- cambio con sitios que tuvieran 0 pudieran obtener la materia prima requerida. También podian conse- guirse a través del tributo, ya fuese maquilada 0 entera.' En todos los casos, la industria de la concha generé rutas de intercambio necesa- tias para abastecerla entre el sitio de origen y el lugar de manufactura 0 consumo de los objetos fabricados. Asimismo, y desde otro punto de vista, las conchas y los caracoles ‘ocupan un lugar especial en el mundo debido a su extraordinari belleza, extraiio atractivo y rareza. Cada una difiere de todas las demas no sdlo en color y forma, tamafios y estructura, sino también en el habitat donde se desarrollan. Hay especies marinas, de agua dulce y terrestres. Unas viven en las profun- didades del mar mientras otras viven en la superficie, otras en aguas Cayo (PO,)(F) + CO,T+ O, Para hidroxiapatit Cayq (PO,) (OH), + 2F—> Cayo(PO,)eF2 El pH necesario para que se lleve a cabo la disolucion de los compo- nentes debe ser menor de 4.5. Igualmente, el fior tiene una accién inhibitoria sobre el metabolis- mo de las bacterias que favorecen de biodegradacién. Parte del fldor se libera en forma de F- y se combina con los iones H+ del medio, forman- do FH, el cual penetra a través de la membrana celular de las bacterias. Una vez dentro del citoplasma celular, el FH se disocia de nuevo en. F-y Hs, acidifica el medio intracelu- lar (que comunmente es alcalino) y cambia su potencial eléctrico, que interfiere en funciones celulares como la entrada de iones K+ y PO, H,, el transporte de glucosa y el metabolismo energético; en concre- to toda la actividad celular queda disminuida de tal manera que la produccién de acido y su actividad ‘legradadora quedan parcialmente inhibidas. + Antes de realizar la extraccién tomar la temperatura y el pH del suelo donde se encuentran los objetos. + Identificar otro tipo de objetos/ materiales, que se encuentran conjuntamente en el hallazgo. ‘+ Determinar si las conchas y los aracoles son los objetos princi pales del hallazgo, sino es asi definirlos como objetos secunda- Tios, terciarios 0 de relleno. ‘+ Realizar la extraccién con guan- tes de hule, preferentemente de cirugia. Es necesario que la persona que haga la extraccién sepa de antemano si es alérgica al latex. Actualmente existen guantes ahulados hipoalérgicos que pueden ser adquiridos en los depésitos dentales. © Una vez extraidos los materiales conquioliticos, lavarlos rapida- mente en agua destilada. + Silas objetos presentan disgrega- ion -pulverulencia, escamacis apariencia deleznable 0 de qi mojado-, aplicar en toda la superficie unas gotas de flor. Et fidor se vende en las farmacias en pequefios botellas con gotero, su nombre comercial varia depen- diendo del fabricante, el nombre genérico es floruro de sodio. + Una vez impregnada toda la superficie del objeto se deja secar al aire libre, a la sombra los rayos del sol directos afectan el proceso de remineralizacin- y sobre una superficie plastica. NUNCA SOBRE METAL O VIDRIO (la superficie puede ser una bolsa, o cualquier contenedor de plastico). * Mientras persista el problema de disgregacién, aplicar nuevamen- te el producto tantas veces sea necesario. Cada aplicaci6n se realiza después de un secado completo de la pieza. + Controlado el problema de conservaci6n preventiva, los ‘objetos se envuelven en plastico autoadherente. Posteriormente se pueden embalar de manera tal que la informacién que requiere el arquedlogo quede clara. Los plumones indelebles pueden ser utilizados en el plastico para identificar a los objetos. ‘+ Trasladar los objetos al laborato- rio taller de conservacién y restauracién correspondiente. Para fines de conservar y restaurar convenientemente los objetos, es indispensable entregarlos con toda la informacion que se sefala 2n los primeros cuatro puntos. Bibliografia Bergeron, André y France Rémillar; L’archéologue et la conservation: vade mecum québécois, Archaeology and ‘conservation; Quebec Vade Mecum; ICCROM; 1992. Beverlander, G. y P. Benzer; “Calcification in Marine Molluscs"; en Science; Vol. 119. 1996. Pp.176-183. 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