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Muertes notables

[Jueves] 12 de abril

Hace poco leí un artículo sobre los Darwin Awards, creados para premiar a aquellos que "aportan a
la especie humana autoremoviéndose de ella". Se trata de todos aquellos que, de pura estupidez o
mala suerte, terminan quitándose la vida o víctimas del homicidio absurdo. Pero también está el
componente cómico-tétrico de algunas de esas muertes. Hacía ya un buen tiempo venía yo
deleitándome con estas anécdotas sobre occisos raros, principalmente por lo inverosímil a veces
del modo como ocurrieron sus decesos, pero por cierto, jamás inventados. Creo que más que
darles un premio a la estupidez, me causan a mí, como escritor, gran curiosidad. Aquí hay algunos
simpáticos casos, que he recogido tanto de email en email como navegando por la web:

 El filósofo griego Crisipo, de la escuela estoica, se cree que murió de risa (bien toteado)
tras observar a su mono borracho comer higos.
 El dramaturgo Esquilo murió cuando un águila dejó caer una tortuga viva sobre su cabeza,
confundiendo su calvicie con una piedra.
 Francois Vatel, el chef de la corte de Luis del Sol, se suicidó porque su orden de mariscos
llegó tarde y no pudo soportar vivir el futuro con una comida retrasada en su historial.
 Para quienes consideramos el comer un placer, está la anécdota del rey sueco Adolfo
Federico, muerto en 1771 tras consumir una cena consistente en langosta, caviar,
sauerkraut, arenques ahumados y champaña, que antecedió a los 14 postres que también
engulló. En Suecia se le conoce popularmente como "el rey que se comío a sí mismo
hasta morir".
 David Douglas, botánico escocés, cayó inexplicablemente en un hoyo, y poco después, en
la misma trampa, un enorme toro. Murió como una tortilla.
 A fines del siglo XIX, el Presidente francés Félix Faure murió de un infarto mientras le
practicaban sexo oral en su oficina.
 Leonard Warren se derrumbó en la Metropolitan Opera House en 1960 debido a un infarto.
Se ha dicho que su última línea como barítono de "La Forza del Destino", antes de
desplomarse, fue: "¿Morir? ¡Tremenda cosa!"
 Jerome Irving Rodale murió de una falla cardíaca mientras le hacían una entrevista en
1971 para The Dick Cavett Show. Al dormirse súbitamente, Cavett le preguntó "¿Lo estoy
aburriendo, señor Irving?"
 Un terrorista envió una carta bomba a su víctima y, un mes después, le estalló en las
manos al ser devuelta por "dirección errónea".
 Jennifer Strange, la mujer de Sacramento que participó este año en el concurso de la
estación local KDND 107.9, murió de "intoxicación por agua" (por todos lados) al participar
en el concurso "Hold your Wee for a Wii", es decir, para ganarse una consola Nintendo Wii.
Lo que me llama la atención, además de la estupidez, es el juego de palabras: "Hold your
Wii" debió decir.

Publicado por © La Redacción de Adentro y Afuera   

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