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v.i.s.u.a.l. iclones/metales pesados Ronald Kay DEL ESPACIO DE ACA El tiempo que se divide enimicato. Enel La fotografia retarda el tiempo hasta el punto de su de escenario de la toma se eaptan, se precipitan, se distibuyen, sin y se solidifiean materialmente energias innombradas que traman 2 tiempo, Camuflado en las manchas que la luz props ;inado por el luminoso mimetisma que lo exterioriza en su semejanza ade su imagen en el negativo, mecinica, el hombre se pone en escena en dimensiones espaciotemporales de una espontancidad otra, de une materia diversa, de un curso rltemno, de un aleance por conocer, de una fatalidad queva, Reencatnada en el extra po que introduce Ia miquina fotogrifica, la anatomia humana compone un lenguaje fisico que lo aetualiza segin un orden fulminante (Que energias, qué crrientes se ponen en circulacién, qué constelaciones se conectan cuando la luz penetra e invade, quema, mancha ¢ inzendia las mesetas sensibles (p.j. de 400 Asas) de bromuzo y nitrata de plata, donde cada roca de sus granos es lesionada por la luz que porta {a imagen, Por la herida abierta por la luz se mantiene en el plano fotosensible para siempre el tivo, Ocuure, prudiera decirse, una catistrofe edsmica: el aislamiento, la incomprensit temancipacion d cntoro de la imagen esiellada sobre Ia extensin del ney a imagen de la inmedistez las cosas y de los seres, En las infemperies de las perturbadas superficies fotosensibles se exhie el parto cruel de una imagen, contenida ya no en Ia contingencia de los su fijay libre en la huella éptica, aparte y o desprendimiento niguila la primacia de los objetos en la visualidad; aniquilamiento que toda foto muestra como su revés: el especticulo trigico del abandono de la vida, infuso en ellas como un euadro paranoico en otro cuado Mas allé de captura el Aujo vital shorrindolo detenido para los archivos de la memoria, la papila de! lente violenta lo visto, traspasa su tiempo pasajero undo a olro atilcial, al presente infinito y sinttieo El enfoque del ojo tSnico hunt 3s estatuas en blanco y negro (0 en tee Jo que ella encatman, en I econologia arestada siempre repetible del automatism as eranea Gel olvido orinico, para hacerlas reparecer muda dobladas en Ia superficie stable df instante Generada por una percepeiin que no 5 la de las sentidos, presente pero da de hhumanidad, veka efigie mecinica, pemanece sitisda por el abnupto silencio binable a disereeidn, En este recipraco mecanismo de cita al interior de la foo, mora ltente la eualidad dacumenial de ka huella Spica (Queda de manifiesto, que fa constitucién de la foto no es el efecto de un mero reflejo, sino una traduceién que logra la separacién constructiva entre inca y el ojo mecinico; la disociacién visible entre lo Sptica mente conseiente y lo dpticamente inconsciente por formalizarios en sis temas signicos diferenciados; Iz pasibilidad, por lo tanto, de estar simultinearente en la mirada y fuera de ella sin abandonar lo visible. En esta perspectiva aparece el ojo Totogrifiea como critica a la mirada fisea aqui reside su fuerza revalucionara La reproduccién del Nuevo Mundo Dura ho XIX, en la época desu invencién, la cmara sea en Paris © cen Londres transcribe, su placa sensible, objetivdades que pertere "> que el propio proceso de interven ido -una estacign de Ferocalo la tore Eiffel esta grado de desarrollo tno! reprodeeidin. Lo fotozra ubieado en el mismo estmato tenico y temporal, que la Formalizaidn ete nica participa y va que proyectarespec- exterior indusilizado y su por el lente. Median jst0 mecinico, Ia 1 via toa si misma, Debido a esta continidad entre tmediacin vistal meciniea, par esta especie de homolog ir que Ia foto coincide consiga misma. El nu jor naeve que registra, En suona: la éeniesnatraliza te el significante y significado, se puede de exterior confirm el ex El provedimiento document choca violentamente con tual de la pintura, fa que es convertida en pasado al ‘mentos, por mostrar la fotografia cémo piensa la pintura a diferencia de ella Destutoriza a te pintuta por su muitiplieabiliéad meciniee en varios aspectos, omo pe oiginalidad, la autentcidad, el aguty ahora, revolucio «dy temporalidad coletivas, Pintursy fotografia empiezan a tiulacién de to visual. La ivergeneia de sus respetivos sistemas de enuncacién ve deterninando, tanto para el uno como pars clot, Fanciones indita para la captura de imines de e inde nents, ea uno se eonsiaye respecto al oro en su correspondiente extero Fila sin salise de! campo visivo™. Est le permite 2 cada cual verse por el otto id afer y tradcine dpticamente por medio del otro; pasbilitando @ ambos ilexionarse y redefinitse frente ala erica material que cada sistema propone 3 oiro por su diferencia especie, La Foto Inmediotamente después de su invencién la edmara penetra (hacia 1850) cen el espacio americana, donde ineorpora a sus negativos sujetos y objetos, fen comparacion con su ultramodernidad teniea y perceptiva, anaerénicos, {esaraigacls, fantsticos, sorprendidos, en sum, prefotogrificos, Por con- echo de resto que es el ent, mates y waduce, como heterouéneo jue hace ingresar a su documental de la eseena americana: pobla~ Jos incipientes en cuasipaisajes indominados e inconclusos abeuptamente aciuales, tasportables y ubicuos, presas y tolees de la exeeria fotogrific bajo la especie de lo exético, Por su calidad documental, 0 sea, por la com tneneia material, bajo a forma de buella Sptica, dels tive mecinico-quimico)y del significado (Io “real cada caso impronta- ificante) en una sola imagen, que tespacie-tiempo tnico y contingents, trasladindalo a sera Io “real” d ria, plural y miltiplemente citab coneretamente en la foto misma y se precipitan sobreimpresos dos tiempos tliscontinuos en sentida social, Varios tiempos y una sola imagen, por tanto, imagen estratficnda, Una diseronia, El efecio espe veneidn fotogrifiea en América: la produccién de una unidad significatva, 1 una discontinaidad temporal sue Ia consti aque eontiene en custo im tuye y en la que se citan dos tiempos histéricas distantes. Esta relacién la, en cuanto signo, en lo fotogrificamente retenido, Habra ‘que encontrar la eualidad tedrice de la dimensidn contenida en ese abismo temporal. (ver Add ina 52) La aceién de los procedimientos fal riicos imporiadas se realiza la vez en un espacio imaginal infrapictérico, vale decir en la ausencia de una tradicién pietoriea consolidad La indigencia pictoriea en Ariérica Latina, a orientatse por modelos importados, se cansttuye en censu'a del cosmos Visual precolombino, deaegando la posibilidad de cualquier continuseién del espacio abierto en él. La pulsién imaginal de ese cosmos, al set reprimida y casteada, se convierte en 1 realidad y coastando los intentos pictarie indole fala La fotografia en el Nuovo Mundo le roba a In pintura desde ya inexorable- mente, la posibilidad de constiuirse en tadicién, por imponer con fuerza social masiva dimensiones espacio-temporales propias de ella, como ln ‘ugacidad y Ia repeticidn, (las que condicionan pricticas antagonicas y desconstructoras de Ia nocién misma de tradicidn), en opos-cidn a las ia obsesionante que desde el inconsciente, que xe operand, restando jedan asi marcados en si singularidad y perdaracién de Ta pintute, que son preeisamente los cimiet tos de Ia tradieton, En un mundo donde lo que funda la posibilidad de pin tur ya se encuentra previamente desautorizado y sustraido, necesariamente deben ser otras las coordenadas en donde la visibilidad se 0 La fotografia se insala antes que la pintura en América, Retospecivamente | pintra pier st virtaliced de desrrllarseindependientemente del handicap de los mecanismos de repraducciéa mecinic, Por ello se puede afrmar que no hay un solo cuacro en el Nuevo Mundo que haya orientado y deterninado de un ‘ado Socialmente vigentey comprometedor un “pasa” "an Jbemos en form colectiva del espacio american por una ca tidad sucesva,dspersay diseminada de fotos. La fotografia ls sueesivos mecanismios de reproduccién mx T.¥,) eondcionan wna pereepein que se construe en la distraecin y no en la concentracion y contemplacion que son los modes cultuales ddepereepeion de Ta pinta, lisparidad de tramas peroeptivas que reticula Ie espacial latinoae cana, a dficultad de distnguirlas y de medir sus efectos hace imprescindibles ua praxis visual que ls objetve y une teotia que ubique lash cones a que est suet, és, nesta estratificada pereepci6n El paisaje pictrico, en euanto género y tépica constituyente det espa- cio europeo, es la transferencia visual de In habitacién que de un paraje la hhecho una eivilizacin; es la aduecin seSpica de su prolongada domesti- cacin, es el sedimento éptico de un inveterado intercambio con una exten sién dominada, En cambio, las vistas fotogrificas del interior de un desier- to, las instanténeas panorimicas de la selva o de los extremos de la Antitida, no son reflgio de su consuetudinaria tenencia, sino que implican abruptas ireupciones en el continente desconocido, allanamientos y viol ciones visuales de un espacio tramado por mentes otras, aborigenes”. Estas romas son sefales dpticas de puntos gengrélicas descubierios; constituyen le prueba de su real (y no fantistica) existencia; son la noticia docu mentada de su conguista, A In vez eonnotan el inventario de | por ocupar, por explotar. Son en cierto modo toma fotogritica en el Nuevo Mundo efectia una toma de pos Lo exétco es el iltino resplandor de la naturalezao hurmanidad aut6etona, ‘que se asoma y despide ala vez en esa, su primera y itima instanténea. Y es or rada una de esas vistas mecinicamente retenidas tienen nanatas. De esa cualidad emocion esas colectividades impintadas, qu distancia a la reproduccién mecinica que ellos sini su dable fotogritico, una resistencia (ya que Ia eémara no se euadrado por ella, nada ni nadie en lo reproducido la corrabora, silo Ia pura distancia focal fo invade todo, el lente documenta su propia ausencia; luna resistencia que logra, aunque sea fuga2 y transitoriamente, denunciar su intervencién devastadora. Es como si el aparato fotogréfico, de hecho visible en la toma, fuera lo efectivamente grafiado y expuesto, como si ‘quads, que de imborrable melancolia, ue las empara par dentro como que las perme, estudiar los fundamentos, los, que esas caras prefotogénicas. que os euespos refractatios, por Ia maxima emanate de aquellas intemperies sorprendidas, de aquella humanidad des- colocada, una materia sensible y efectiva que registra la edmara incrustan dla indescfada en su aura t nsparente, como un fs ig 2»

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