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Querido Antonioni... ‘canes venta 1980) ‘Con motivo de Ia entepa de premio Archiginedio d'Oro a Mi ‘Anionioniel 28 de enero de 1980 en Boloni En su tipologia, Nietzsche dstngue dos figuras sacerdote yl aista, Hoy end, tenemos sacerdotes de sobre toc a eligi ‘nes incluso fuera de la religién; pero jamtistas? Quisiera, quero Antonioni, que me prestara un momento algunos nisgos desu obra ara permite fj las tres fuerzas,o, ilo prefiee, as tres vires {que a mis ojos constuyen al artista. Las nombro ahora misma: avi ailancia, la sabiduray, Ia ms paradojica de tod, la fragilidad. CContrariamente al sacerdote el artista se sorprende yadmr: sa ‘mirada puede ser ertca, pero no es acusadora: el arsta no cana l reseatimiento. Porque usted es un artista, su obra est aber aT “Moderno. Muchos toman lo Madero como una bandera de combo te cootta el viejo mundo, conta sus valores comprometidos, per, para usted, lo Modemo no es el término esttica de una oposicién {cil lo Moderna es, por elcontario, una dificultad active ark s- {Quiros cambios del Tiempo, ya no solamente en el nivel ces arin Historia, sino también en el interior de esa pequetia historia cxys ‘medida es la existncia de cada uno de nosotros, Iniiads al dia si 78 La TonRE EIFFEL ‘uiente de fa hima guerra su obra ha ido as, de moment ent mo= ‘ment, segin un movimiento de vigilancia doble, al mundo conter- porsnco y a uted mismo; cada une de sus filmes ha sido, ala esea- Ia que a usted le es propia, una experiencia histrica, es decir, el bandono de un aniguo problema y el planteamiento de una nueva ‘eesti; esto quiere decir que usted ba vvido y trata Ia historia {de estos trina stimos afos con suileza, 90 como la materia de un reflejo artistico o de-un compromiso ideoldgico, sino como una substancia de la que tenia que captar, de obra en obra, su magnetis- ‘mo. Para usted, los contenido y las formas son igualmente histi- os; los dramas, como ha dicho, son indistintamentepsicolgicas y plisticos Lo social, lo narrativo, lo neurético, no son més que nive- les, prtnencias, como se dice en ingistca, del mundo coal, que {sel objeto de todo artista: hay sucesia, y no jerarqua, de ls inte- ‘ese, Hablando con propiedad, contrariamente al pensador, un at- tist no evoluciona explora como un instrumento muy sensible, lo "Nuevo sucesivo que le presenta su propia historia su obra no es un ‘elle jo, sino un muaré donde penetran, ezin la nclinacign deka ‘mirada y ls tentaciones del tiempo, las figuras de lo Socal o de lo Pasional, y las de las innovaciones formes, desde e! modo de na- ‘raidn al uso del Color. El cuidado con el que usted tata a ép0ca ‘noes el de un histriador, un politico o un moralista, sino mas bien cl de un utopista que procura percibir el mundo nuevo en unos pun- tos precisos, porque tiene ganas de ese mundo y ya quiere formar Pare de 6, La vigilncia del artista, que es la suya, es una vigilancia amorosa, una vigilaneia del deseo, amo sabidura de! artista, no a una vid antigua, y menos 1o- davis aun discurso medioct, sino, al contario, a ese saber moral, ‘esaagulea de discernimiento que le permite ne confundiraunca et sentido y Ta verdad, ;Cusintos erimenes no ha cometido la humani- dad en nombre de a Verdad! Y, sin embargo, esa verdad no era mis ‘que un sentido. El artista, por su prt, sabe que el sentido de una ‘cosa noes su verdad; est Saber es una sabidurla, se podifa decir tuna loca sabiduria, puesto que le aparta de la comunidad, del rebaio de los fandticos y de ls arogantes. Sin embargo, no todos ls aistas tienen esta sahidurt algunos hipostasian el sentido, Esta operacinterrorsta se llama general mente realismo, Cuando usted declara (en una conversicién con ‘queRtDo ANTONION. 9 Godard) «Tengo la necesidad de expresar la realidad en unos tsmi- nos que no sean del todo realistas, también atestigua una impresién {usta dl sentido: no To impone, pero tampoco lo anula. Esta dalée- ica confiere a sus filmes (utlizaré otra vez. a misma palabra) wna ‘gran sutileza su ate consist en dejar siempre ablerta yun poco in- ‘decisa, por eserdpulo, Ii via del sentido, Con ello cumple usted may previsamente con a tarea del artista que nuestro tempo necesita: ni ‘dogmatic ni insignificant. Asi en sus primeras cortometajes S0- bre los basureros de Roma ola fabricacin de ray en Torviscosa, la deseripcidn ertica de una alienaci social vaca, sin desvane- cers en benefcio de una sensacign mds patéica, mds inmedits, de Jos euerpos que trabajan. En El ria el sentido fuerte de Ia obra es, por asf decirlo, la misma incertidumbre del sentido: el vagabundeo de un hombre que no puede confrmarsuidentidad en ninguna par te, y la ambigiedad dela cnaclusin(sucidi o acidente) leva espectador a duda del sentido del mensaje. Esta huida del sentido, {que no es su abolicin, le permite sacur las Hjeza psicalégicas dei realismo: en El desiertoroj, la crisis ya no es una crisis de set rmientos como en El eclipse, pues los sentimientos son seguro ( hheroina ama a su mario): todo se anuda y duele en una zona secun- daria donde los afectos ~el malestat de los afectos- se escapade esa armazén del sentido que es el o6digo de lus pasiones. Finalmente par ir ripido~ sus kimos filmes conducen esta crisis del senda al corazén dela dentidad de los acontecimients (Blow up) ode las personas (EI reporter) En el fondo, a hilo de su obra, hay unaeri- ‘ica constant a vex dolorosay exigente, de esa marca fuerte det ‘sentido que llamames destino, Esta vacilacién ~prefeririadecit, con mayor pecisgn, esa sin: copa del sentido- sigue unos caminos técnicos, propiamente fil? micos (decorado,planos, montaje), que no me corespande saalizar, [pues no tengo esa competenca; creo que estoy agu para decir cémo su obra, mis all del cine, compromee a todos los artists del mua ‘docontemporineo: usted wabaja para hacer sul el sentida defo que ‘el hombre dice, cuenta, veo siento, y esa sutleza del sentido, ex coaviecién de que el sentido no se detene toscamente en la cos i ha, sino que va siempre mds lejos, fascinado por el sinsentido, es, «reo, la de todos los artistas, cuyo abjtivo noes esta 0 aquells tc nica, sino un fendmeno extra: la vibracign. El abjeto represen do vibraen dtrimento del dogma, Pienso en las palabras del pinion 180 LATORRE SIFFEL Braque: «E! cuadro estéterminado cuando ha borrado idea», Pieaso en Matisse dibujando un olivo, desde su cama, poniéndose, al cabo de cierto tiempo, a observar los vacfos que esti entre sus ra- ‘mas, y descubriendo que, mediante esta nueva vsin, se escapa de 1a imagen habitual del objeto dibujado, del cliché wolivon. Matisse

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