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SHERLOCK HOLMES

Aristteles juzg que hay dos cosas de las cuales no puede hablarse: lo
prohibido y lo obvio. El policial restituye la palabra la razn a lo obvio.
El ejemplo se impone: La carta robada, de Edgar Allan Poe. En ese texto
se exhiben dos formas de la percepcin.

El primer modo de percepcin:


exhaustiva, pormenorizada, es la que ensaya la institucin policial y podra
ser caracterizada como visin proyectada hacia lo oculto. La exploracin
casi milimtrica del mbito donde se supone ha sido escondida la carta del
ttulo, por cierto, fracasa; y ah debiramos situar el punto donde una
suerte de crisis de lo excesivamente razonado o bien de lo metdico en
extremo, emerge.

El segundo modo de la percepcin


corresponde al detective y no sera errneo clasificarla como visin de lo
evidente: la carta se encontraba a la vista de todos y justamente ese
carcter de cosa plenamente ostensible, revestida del impdico halo de lo
extremadamente manifiesto, es lo que la tornaba invisible a la primera
mirada.
Lo obvio es lo que no vale la pena ser dicho lase: representado y, por
eso mismo, lo que se resiste a ser percibido. En lo evidente suelen
ocultarse las huellas del crimen con ostentosa eficacia. El investigador, por
ello, ser un observador constante de lo que salta a la vista. Su modo
de razonar consistir, primero, en una renuncia al mtodo (que supone un
automatismo) para intentar, despus, un singular cruce entre reflexin e
imaginacin.

De nuevo Holmes:
[Ahora nos estamos acercando] a la regin en que sopesamos las
posibilidades y elegimos la ms probable. Es el uso cientfico de la
imaginacin, pero siempre tenemos alguna base material para iniciar
nuestras especulaciones.

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