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He aqui el problema actual es que las parejas lo hacen al

revs. lo
que la gente suele llamar amor es, en realidad,
necesidad. Hay una gran diferencia entre ambos.
Pregunta a la gente por qu ama a su novio o novia y
nueve de cada diez personas te darn respuestas como
estas:
Me hace sentir amado.
Me entiende y me acepta por lo que soy.
Me da espacio y me hace sentir segura y protegida.
Saca lo mejor de m.
Se preocupa por m y me trata con respeto.
Todos ellos son sentimientos agradables. Pero todas
estas respuestas, aunque pueden sonar como
definiciones de amor, no lo son. Lo que describen es una
necesidad. En otras palabras, las personas que ofrecen
estas respuestas estn hablando sobre sus propias
necesidades y deseos. Eso no es amor. El amor no
consiste en recibir. El amor no es lo que obtienes de una
relacin. El amor consiste en dar. El amor es lo que
ests poniendo en la relacin, de forma incondicional, sin
expectativas ni deseo de recibir algo a cambio.
El amor nunca se basa en el yo. El amor se basa
nicamente en la otra persona con quien ests
compartiendo. El placer y la satisfaccin derivan del
acto de compartir con la persona que amas.
Experimentas su felicidad. Es cierto, se trata de un
estado de conciencia elevado, pero todos podemos
alcanzarlo si dedicamos aos al crecimiento y la
transformacin espiritual.
Todas las relaciones comienzan como una forma de
necesidad mientras buscamos satisfacer nuestros
propios deseos. Pero si utilizamos la sabidura y el poder
de una tecnologa espiritual para
transformarnos, obtendremos gradualmente la
capacidad de amar a la otra persona
incondicionalmente, y de ser amados de la misma
manera. Ambos integrantes de la pareja derivan su
propio placer de satisfacer y complacer, al otro.
En tal estado, aceptamos la bondad, el cuidado, el amor
y los regalos que nuestra pareja nos concede porque
sabemos que el acto de darnos le brinda mucho placer.

Ahora estamos recibiendo con el propsito de compartir.


As se establece un circuito de energa maravilloso por
el cual incluso el acto de recibir se ha transformado en
un acto de compartir. Es una dinmica poderosa que
crea nada menos que milagros y activa un indecible
placer Divino para ambos.
Reglas espirituales de las Relaciones.

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