La paz es un vocablo abstracto que significa mucho ms que la negociacin de
paz de La Habana. El objetivo principal a lograr con este proceso es un doble propsito: acallar los fusiles y por lo tanto, acabar con la fbrica de vctimas. Vctimas de toda ndole; si uno se pone a pensar, vctimas de este conflicto somos todos: es un pas el que ha sufrido secuestrado, extorsionado, explotado y abaleado durante dcadas. Pero por supuesto, estn las vctimas directas del conflicto: los muertos, los masacrados, los mutilados, los discapacitados, los secuestrados, los extorsionados. Aqu, debemos resaltar algo trascendental para comprender la utilidad de finalizar la guerra: todas estas vctimas lo han sido en vano. Nada han logrado ni las vctimas ni sus victimarios. Ningn muerto vale la pena. En cambio, la vida es sagrada y cada persona es una oportunidad nica de vida, familia, sociedad y futuro. Y mucho ms, claro. Por otra parte, el silencio de los fusiles no slo permitir rescatar vidas en peligro y otras vctimas de crmenes que trae la guerra. Permitir hacer silencio para escucharnos por fin entre todos, para escuchar la voz que grita en el desierto. Para revelar la verdad y traer con ello justicia, reparacin y no repeticin. Estos valores son trascendentales como cimientos de una nueva sociedad. Un nuevo comienzo. Sin embargo, hay mucho ms por hacer luego del fin de la guerra y es la reconstruccin nacional en paz. Donde la Paz sea la condicin sine qua non para el ulterior desarrollo de la nacin. Y es a partir de la vivencia de este principio elemental de la vida moderna que podremos descubrir esos otros principio y valores fundamentales indispensables para el desarrollo de todos. Esos valores estn dados en la Justicia, la reconciliacin, el perdn, la vida como fenmeno sagrado, la seguridad, el trabajo, entre otros los cuales iremos descubriendo en el dilogo democrtico nacional. Esta nueva democracia ms incluyente y participativa, este nuevo aire de paz y reconciliacin desembocarn en una nueva constituyente que conserve lo mejor de la Carta del 91 pero que cambie lo que no funciona, pues es mucho lo que hay por mejorar. Y en ello caben muchas, demasiadas propuestas que por su variedad e incongruencia entre unas y otras pondrn en nuevas dificultades la vida nacional, pero ello debe comprenderse desde la paz y la democracia como tales.