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TORRE ROIA apartrde? shoe En eta divertidisima historia Soloman es lun héroe gue no posoe pevteres sobrena frales, Es “ado tn hombre" que logra, on @t sentido comtin, to que los dems Superhéraes ne cormiguen tom sus pose. fen mycin y extrarinarion, [Ramén Garcia Domingues, periodista y scritor espaol ha comsagrado gran par- tedesu labor informativay iteraiaa los hhinow: Ha creado y drigido suplementos Infantles en algunos periédicos, Lo mise ‘mo que programas radiotGnices para i fos. Tgualimente, ha publicade varios libros ifantiles y juveniles, entre ellos st ‘ben [Por todos fs doses otra tale Je sta colecion. Wii CONTENIDO ‘superhéroe recién frenado ‘«capote» de Superman 53 Esto no es un baile de 63 - distraces! ERHEROE RECIEN ESIRENADO @ pocos, poquisimes aitos, quiz jiera uno, puede que ni un mes, @ ni un dia, digamos que hace tan Jo unos instantes, se reunieron to- Jos superhéroes del cine, de la glevision y de los dibujos animados. los sin faltar ni uno. Los habia con- ‘ado la Organizacion Internacional Dibujantes de Superhéroes. El presidente de la Organizacion, “un hombrecito redondo y chiquitin como un garbanzo, comenz6 a pasar lista: —Los Cuatro Magnificos. | =iPresentes!—respondierona coro. —Superman —Repito: Superman! —No ha llegado atin, sefior presi- dente —contesto alguien. El presiciente de la Organizacion de Dibujantes de Superhéroes dio un pu- fetazo en la mesa hace lo mismo, esto es 1 jResulta que es al que mas Je hemos dado; puede volar de la luz, y siempre llega a las reuniones! jPues esto no sguir asi! Si antes de un mi- se presenta en esta sala. iYa estoy aqui sefior presidente! | todo vestido de azul y ‘capa roja, acababa de entrar a ventana. Se adelants hasta la 1 de la presidencia y se disculps .. verd usted, senor presi- --«, cuando recibi la convocatoria la reuni6n... pues resulta que Ja capa recién lavada y... ¥ qué? —pregunts el presidente n voz. de trueno. —...y tuve que plancharla, Soné una carcajada mayéscula en vuelva a ocurrir! (La que llegue usted tarde, tad de volar durante 1, con la cabeza gacha, se os demés superhéroes. lo redondo como un Ivi6 a tomar la palabra. . La Organizacion Internacio- bujantes de Superheroes los lo a todos ustedes para importante. Ni mas ni me- para presentarles a. un nuevo ro, creado por uno de nues- ijantes. Se llamar... Jos reunidos estiraron el cue- lenos de curiosidad Mamara SOLOMAN! Como dice? —pregunts el Hom= e Enmascarado, retirandose el anti- de los ojos y subiéndoselo hasta inte. “He dicho SOLOMAN —repitis el siclente de la Organizacion -+ ni saltar de cornisa en cornisa, travesar los muros, ni nadar como submarino, ni tendré mas fuerza us miembros que un oficinista co- te'y moliente, 2 tampoco podra volar? —pre- to Superman, sin atreverse dema- jo a levantar la voz. Tampoco podiré volar, senor Su- —repuso el presidente con gua- Y menos si tiene la capa sin plan- fodos los superhéroes volvieron a ea carcajadas, Nuestro personaje ni tendra capa ladora —continus diciendo el hom- illo rechoncho que presidia la reu- on—, ni alas de murciélago, ni nada nada, <2 a e30 se le puede llamar «su- \éroe™, sefior presidente? —pre- #6 alguien con un tono de cierto precio. (Por supuesto que si —respon- ‘en forma airada el hombrecillo re- ilo creen, ;verdad? —continué Jidente de la Organizacion de tes —. ;Pues yo les demostraré go razdn! Y para empezar, voy er el gran honor de presentarles des a SOLOMAN, el nuevo su- oe creado por nuestra Organi- cién Internacional de Dibujantes. qui eceeesta! 4 jueflo presidente estir6 la ma- Be ina crtzyrlaatealyesbos “una gran sontisa. Pasaron unos se- gundos, pero no apareci6 nadie. —zQué ocurre? —comenzaron a pre- | guntarse unos a otros. “— que su nuevo \Paiiero lleva en el pecho es la ini- de su: nombre. No olvide que se a SOLOMAN. Pero también ha- Observado que dicha letra es iscula, mientras que la «S» que ostenta en el pecho es ma- lay descomunal. SOLOMAN, isamente porque sélo es un hom- "5 tin poco menos arrogante que fan Superman. {Satisfecho con la licacién, caballero? ¥ bien, amigos, Perdamos mas tiempo, es ya hora comenzar la prueba —iMe permite usted una pequena tima observaci6n, sefior presiden- —intervino de nuevo SOLOMAN, ue habia perdido ya toda su timi- Y se mostraba risueno como un —Usted dirs. Es solo un ruego para todos mis pafieros de aventura. Yo les pe- la que pusiesen un poco de carino Jo que van a hacer, —2Queé es lo que ha dicho? —ex- el Capitan Marvel, saltando co- un resorte—, Supongo que habré jo mal! —No, no ha ofde usted mal, Ca- In. He dicho carifo. Angela se lo rece. Ella esta hospitalizada desde ace quince dias, y cuando reciba una lapola de cualquiera de nosotros se a sentir muy feliz. Por eso les pido je no consideren esta aventura como 1a mas de las que ustedes estan acos- !brados a protagonizar. Pongan en la. un poco de afecto y de simpatia mejor dicho... pongamos. Seguro i asf nos saldra mejor, —iBlandenguerias, iiofeces! —mu- por lo bajo Batman, alisando sus Is negras de murciélago—., jEsta es aventura mas absurda que he tenido mi vida! jLlevar amapolas a una ica enferma, y ademés andar con licadezas! jHabrase visto cosa igual! -¢Decia usted algo, senor Mur- cielago, digo, senor Batman? —pre- _gunté en vor alta el pequeno y re- ~ dondo presidente de la Organizacién No, seftor presidente, no decia ‘nada especial. Solamente que tengo “unas ganas locas de ponerme ya en accisn. —Ah, gsi? Pues muy bien, caballe- rs. En este mismo momento doy por inaugurada la prueba, Aquel super- Inéroe que logre entregar primero una amapola a Angela, Ia muchacha del hospital, seré el ganador. ;Suerte para todos, amigost cariTULo iGRAN COMPETENCIA DE SUPERHEROES! PSOLOMAN salié disparado como un _ rayo. Apenas habia acabado de hablar _ el presidente, cuando ya se habia lan- ‘zadb al pasillo para llamar el ascensor. Todos los superhéroes soltaron risi- “tas de compasién. —iPobre muchacho, tiene que usar el ascensor como cualquier humano! —comentaban entre si, disponiéndo- se unos a salir por las ventanas, mien- tras los otros trepaban a la azotea del ; para marchar a través de los fejados de la ciudad. :piensas hacer? — pregunts a Flash-Gordon, destizan- ymbos por la cornisa de un dé- piso. _ —iNo hay prisa, amigo mio, no hay prisa! Mientras el pobre novato se mata para llevar la amapola a la chica, utilizando autobuses, taxis y quién sabe si el mismisimo «metro», noso- tros, con nuestros poderes super miagicos, resolveremos la cuestion en un abrir y cerrar de ojos, no te pa~ rece? —iPor supuesto! Y, por cierto, ta conoces alguna tienda de flores por aqui cerca? —Hay una en la plaza Amarilla, Po- demos acercarnos y comprar de paso nuestra amapola. jTodavia no acabo de creerlo! 274i te ves con una amapola en la mano, amigo Spiderman? jJa, ja, ja... Los dos superhéroes rieron con ga- nas y, por arte de birlibirloque, se pre~ sentaron en la puerta de la floristeria aX ™ ‘en menos de lo que se tarda en decir amén, En ese mismo instante egaba Su- perman, aterrizando triunfalmente en la acera con los putios estirados y la capa flameando al viento. Los tres en- traron en la tienda. —{Qué desean los... sefiores? les ‘pregunt6 una joven dependienta, sin poder disimular su asombro ante per- sonajes tan extranos. —Queremos tres amapolas, seno- rita, Tres qué? —A-ma-polas. La dependienta comenz6 a reirse con una risita nerviosa al principio, y a grandes carcajadas después. —iPero qué graciosos son los se- ores, ja, ja, ja, qué graciosos y qué bromistas, ja, ja, ja, mira que venir a pedir amapolas, ja, ja, ja, amapolas aqui, qué graciosos, ja, ja, ja...! —{Pero no es ésta una tienda de flores, senorita? —iClaro que sf, pero la amapola es yna flor silvestre, sefores, una flor campo, y no una flor de jardin le invernadero! Los tres superhéroes se_miraron desconcertados y salieron precipitada- mente de la floristeria, ;Qué bochor- Tno, qué bochorno! {Y qué ignorancia a suya! Ninguno se atrevia a confe- sarlo, pero los tres estaban pensando ‘lo mismo: que conseguir una amapola “no era una empresa tan sencilla como ‘habian creido en un principio. —Tendremos que ir, pues, al campo —comenté Spiderman, después de un largo silencio, 2 a qué clase de campo? —pre- gunté Flash-Gordon—. Porque yo, al menos, no sé dénde crecen las amapo- las, sien los bosques, en los huertos, junto a los rios 0 en las anchas pra- deras.- fi —Tendremos que enterarnos —re- plied Spiderman. —Si nos damos prisa —propuso Su- Perman—, legaremos a la Bibliote- ¢a Municipal antes de que la cierren. Alli podemos consultar una enciclo- pedia Se apresuraron cuanto sus poderes magicos les permitfan, pero aun asi egaron tarde, La biblioteca estaba ce- rrada al ptiblico. —No podemos esperar hasta ma- Aana —coments Flash-Gordon—. Se- ria demasiado tiempo perdido. —zEntonces qué haremos? —pre- gunt6 Spiderman. —Tenemos que pensar en algo —in- tervino Superman—. Debemos inten- tar colarnos por alguna ventana. Recorrieron una por una las del pri- mer piso, del segundo, del tercero, del cuarto, pero todas estaban cerra- das a cal y canto. Los tres superhéroes se miraron desconcertados, —Hay que subir al tejado del edifi- cio —propuso Superman, ‘Treparon en un abrir y cerrar de Ey ,¥ alli la suerte les fue mas favora- ,. Una claraboya de ventilacién se mntraba abierta. Echaron a suertes y le tocé desli- tse primero a Spiderman, —Procura no hacer rui jaron sus dos companeros, mien- s le ayudaban a descolgarse en el terior de la biblioteca. El consejo vitil, pues de pronto soné un es- jendo tan descomunal que helé la ingre a los dos superhéroes del te- ido, —¢Qué ocurre? —pregunt6 Flash- rdon, introduciendo la cabeza por 1 —son6 una voz risa, por favor, como aqui no se ve pi goth ci ha calls extn encima y casi me aplasta... Acudieron prestos los otros dos su- perhéroes en ayuda de Spiderman, y después de librarlo de un montén de librotes que casi lo tenian enterrado, » dispusieron los tres @ buscar una iclopedia que les explicase dénde .cian las amapolas. —EI caso es que si encendemos la Juz, nos podrian descubrir —argu- ‘ment6 Flash-Gordon. Podriamos haber traido una lin- “ternal —se laments Spiderman. {No hacen falta ni luz ni linternas! exclamé, arrogante; Superman—. {Acaso habéis olvidado los rayos X de mis ojos? $i puedo atravesar con la mirada muros y planchas de acero, mucho mas las hojas de un libro, 20? iTranquilos que en un momento re- suelvo yo el problema! Fij6 los ojos en los anaqueles de libros, y fue recorriéndolos despacito, palmo a palmo, con aire de verdadero misterio. —iNa lo tengo! —exclamo de pron- to—. Es una enciclopedia que trata precisamente sobre flores y plantas. Dejadme que me concentre con mas intensidad para atravesar las paginas con mis poderosos ojos y buscar la Palabra «amapola>. Pasaron unos segundos. i¥a esta! Escuchad con atencién: «Amapola, flor silvestre de color rojo {que se cria en las lindes de los caminos ¥en medio de los trigales», —O sea que tendremos que bus- ‘ar un trigal —dijo Flash-Gordon, con gesto pensativo. —Justo —repuso Superman. —Pero ya cayé la noche, y a oscuras resultard dificil distinguir un campo de trigo de otra plantacién cualquiera arguments Spiderman. —Podemos hacer una cosa —inter- vino Superman—: aprovechemos la noche para atravesar la Gran Ciudad, y cuando empiece a. amanecer nos en= contraremos ya en pleno campo. De ese modo habremos ganado tiempo. Se acepts la idea, y los tres super- héroes abandonaron la biblioteca pi- blica por la misma claraboya por la que habian entrado. 2 “cuando apenas habian dejado a ‘espalda los dltimos barrios de la in Ciudad, ya comenzaban a insi- “nuarse en el horizonte Jas primeras -Tuces del dia. El campo, fresco y olo- “Toso en esta hora temprana del ama- | necer, se extendia sin fin ante los ojos aténitos de los tres superhéroes. —Si os he de ser sincero —confesé Spiderman—, hacia anos que no pi saba el campo. Realmente es hermoso, sin duda —Muy hermoso, claro que si —rati- fic6, extasiado, Superman—. Pero yo he de confesaros quea mime... como 5 lo dirfa?, me asusta un poco... Me ento mas a gusto en la Gran Ciudad, entre rascacielos de cien pisos y ruido de coches, tranvias y sirenas. —Bueno, bueno, dejaos de reflexio hes y vamos a lo nuestro —atajé con impaciencia Flash-Gordon—, Lo pri mero que tenemos que hacer es buscar tun campo de trigo, gno es eso? ;Pues en marcha! Durante varias horas recorrieron los 5 personajes toda la zona, y ya an- jaba el sol encaramado en lo alto del slo, cuando Spiderman divis6 un tri- 1 a lo lejos. Alli, alli hay uno! iY esté todo manchado de rojo! ‘exclam6 Flash-Gordon. —jClaro —repuso Superman—, son recisamente las amapolas! —¢Pero tantas hay? —exclamo Spi- —Tenemos suerte —sefalé Super- m—, podemos recoger cuantas que~ 08. | —Ya sabes que a Angela, la mucha- ‘ha del hospital, le basta con una sola --replicé Flash-Gordon, —iQuietos, quietos todos! —grité de pronto Spiderman, deteniendo a ‘sus dos compaferos con ambos bra- ‘70s—. {Mirad alli! —iCierto! —exclamé Flash-Gordon, observando el trigal—, ¢Quién puede ser toda esa gente? —No lo sé —contest6 Superman—, me temo que sean guardianes I campo de trigo. Por todos los diablos! —exclamé iderman—, resulta que eso de con- eguir una simple amapola va a ser, in efecto, més complicado de lo que —Bueno —dijo Superman—, tam- ‘poco es para desesperarse. Acabo de Contarlos y sélo son diez, repartidos por todo el campo. —2Y qué vamos a hacer? —pre- ‘gunt6 Flash-Gordon. —iLuchar! —zLuchar? zY si buscdsemos otro trigal que estuviese menos protegido? Quizé el resto de nuestros compa- fieros ha tenido més suerte y ha en- contrado las amapolas sin tantos pro- blemas. —iNo nos importa la suerte que hayan corrido los otros superhéroes, amigos! —exclamé Superman con to- no orgulloso—. jEI destino nos ha de- | parado este trigal, y aqui nos queda- ‘Temos! Buscar otro campo seria tanto ‘como desertar, y desertar es propio de cobardes. Y ademas, :qué signifi- ¢an diez pobres humanos para tres Superhéroes como nosotros? ;Derro~ témoslos, y todas las amapolas seran nuestras! Y diciendo esto, el gran Superman Partié como un rayo hacia el trigal, dispuesto a la pelea. Sus dos com- Pafieros lo siguieron lanzando gritos de combate. El choque de ambos bandos fue des- comunal. Los tres superhéroes co- menzaron a repartir golpes a diestra y siniestra, deshaciendo a sus contrin- ‘antes en mil pedazos. jPor el aire sal- taban_brazos, piernas, cabezas...! jAquello era horsible! De pronto, alguien comenz6 a dar Britos desde lejos. —iEh, eh!, :pero ustedes qué estan haciendo? Quietos, por favor, jdeten- ganse! Superman, con el cuerpo inerte de 10 de sus enemigos levantado en el aire, escuchd las voces y se detuvo mn instante —aPero si es SOLOMAN! —excla- 16 leno de asombro, Los otros dos superheroes al oirlo, letuvieron igualmente la pelea En el camino que bordeaba el trigal LOMAN acababa de aparcar, en fecto, una motocicleta, ¥ se encami- ‘haba corriendo hacia el lugar del com- ate. Llegs jadeando y cubierto de su- dor —iPero si son ustedes! —exclamo, con verdadera sorpresa, al ver a sus tres companeros. —LViene usted también por la ama- pola, no es eso? —pregunté con sorna Flash-Gordon—. Pues ha tenido suer- te, amigo, acabamos de dejarle el cam- Po libre. Si llega a venir antes que nosotros, diez guardianes que acaba- mos de destrozar es posible que lo hubiesen hecho anicos a usted. jos como platos—. jPero si son es- antapajaros, mufecos de trapo que 3s labradores ponen para que las aves 10 se coman el trigo! EL «CAPOTE> DE SUPERMAN, | ue el propio SOLOMAN quien trats de quitar Importancla’a la’ extrana ldescabellada ayentura, Viende que lot tres superhérdes no encontraban pala. bras para disculpar su metedura de pata, cambié répidamente de conver- facion. Bien, lo cierto es que han legado ustedes antes que yo. iSi les contase Tas peripecias que he corrido hasta le. gar aqui! Primero tomé el «metros hasta el barrio mas extremo de la ciu- dad. Alf tratéde conteatar un taxi que ‘me trajese al campo, pero todos se negaron rotundamente alegando que Jos caminos eran infames y polvorien- tos. Después de muchas vuelias, logré al fin alquilar aquella vieja motocicleta que ven ustedes alli. ;Cielos, qué ca- charro! ;Tres veces se me ha parado por el camino y he tenido que repa- rarla de mala manera! Espero que a la vuelta se porte un poco mejor. En fin, lo importante es que aqui estén las amapolas, y que. SOLOMAN se detuvo en seco. Mir6 fijamente por encima del hombro de sus tres companeros, que se encontra- ban frente a él, y les hizo un gesto para que permanecieran quietos. —No se muevan, por favor —mu- sité—. En un campo vecino hay una manada de toros pastando, y uno nos ests mirando fijamente. —zUna manada de qué? —pregunts Spiderman comenzando a asustarse. —De toros, de toros bravos. Pero no se preocupen, si actuamos con cau! s tela no ocurriré nada. Vamos a hacer una cosa: vamos a ir despacito, muy despacito, hasta la linde del trigal. iConformes? Los tres superhéroes asintieron con la cabeza, y comenzaron a caminar tras el joven SOLOMAN. Habian ya recorrido cincuenta metros, cuando Spiderman, leno de curiosidad y quien sabe side miedo, volvié la ca- beza y vio que el toro caminaba tam- bien muy despacito siguiendo sus pa- 508. Se asusté, al ver aquellos cuernos tan afilados y amenazadores y, lan- zando un grito de espanto, echd a co- rrer con todas sus fuerzas. Lo propio hicieron los otros dos per- sonajes, y a SOLOMAN no le qued6 otro remedio que emprender igual- mente la carrera, viendo que el toro se habia lanzado como un torbellino tras de ellos —iAmigo Superman! —le_gritaba Flash-Gordon sin dejar de correr—, no podrias elevarte con tu capa por % Jos aires y arrastrarnos también a no- otros? —iNo puedo, amigo Gordon, no Puedo! (Siempre que me pongo ner vioso, me fallan mis poderes magicos! —£¥ qué vamos a hacer? —pregun- t6, jadeando, Spiderman—. jEI toro cada ver esta mas cerca! —iNa lo tengo! —grit6 SOLOMAN en ese momento—. Quitese la capa roja y démela, seior Superman. —¢Que le dé mi capa? jNo preten- derd usted usarla para volar! —Oh, no, descuide. Quiero usarla para algo mucho més practico en este caso. Présteme la capa y déjeme ac- tuar. Ustedes ponganse detras de ese 4rbol al que nos estamos acercando, y yo me enfrentaré al toro. Accedi6 de mala gana Superman, y en cuanto SOLOMAN tuvo la tela roja en sus manos, se detuvo en seco y plants cara al animal. —ile, torito, je! —gritaba mostran- dole la capa. El bicho arremetié. con su furia, y el joven y flaco su- le: propiné un pase torero primera categoria. Volvi6 a embestir el toro, y SOLO- MAN volvis a capeario con destreza. Los otros tres superhéroes, escondi- - dos tras el arbol, miraban aténitos la ‘efaenay. Pronto comenzaron a entu- siasmarse y a vivar al torero. —jOlé!, Ooole! Poco a poco, con gran habilidad, SOLOMAN fue llevandose al toro hasta reintegrarlo en la gran manada que pastaba en la pradera cercana. Fl |__ peligro habia pasado. Los tres superhéroes salieron de su escondrijo y felicitaron a SOLOMAN iEs usted un verdadero maestro en el arte del toreo! —exelamé Flash- Gordon, Gracias a su capa roja, sehor Su- perman —replicé nuestro héroe qui tando importancia a su hazafta—. Es- pero no habérsela arrugado dema- siado. Y bien, creo que es hora de 6 “nuestras respectivas amapolas ra'la ciudad. La prueba aan ha terminado. YY va a volver con esa vieja moto- a? —pregunt6 Spiderman, como " deseaso de poder ayudarlo después de cuanto SOLOMAN habia hecho por ellos. Por supuesto. Regresaré con la motocicleta y luego intentaré tomar ‘un taxi que me lleve hasta el hospital. Pero no deben preocuparse: cada cual debe emplear los medios y facultades de que ha sido dotado, Esas son las reglas de juego,

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