De los trabajos que Cristo padeci en su Pasin

Santo Toms observa que Cristo fue martirizado en todos sus sentidos:
en el tacto, porque fueron rasgadas todas sus carnes; en el gusto, por la
hiel y el vinagre que le dieron a beber; en el odo, por las blasfemias y
burlas que le dirigieron; en la vista, por la presencia de su afligida
Madre, presente a tantos suplicios. Padeci en todos sus miembros: su
cabeza fue atormentada por las espinas; sus manos y sus pies, por los
clavos; su rostro, por las bofetadas y salivas, y todo su cuerpo por la
cruel flagelacin, en la cual se cumpli la profeca de Isaas, que haba
anunciado que el Salvador aparecera en su Pasin como un leproso que
no tiene en el cuerpo parte sana, y pone espanto en quien lo mira, pues
era una pura llaga desde los pies hasta la cabeza.
REFLEXIONES SOBRE LOS IMPROPERIOS DIRIGIDOS A JESUCRISTO
MIENTRAS ESTABA EN LA CRUZ
Agona de Jess en la Cruz
El orgullo, fue el que, precipitando a Adn en el pecado, caus la ruina
del gnero humano; por eso vino Jesucristo a reparar tan gran catstrofe
por la humillacin, abrazndose generoso con los oprobios y ultrajes que
le preparaban sus enemigos. Como dice San Pablo: En vista del gozo que
le estaba preparado, acept la cruz, sin hacer caso de la ignominia1.
Se mofan de su divinidad
Mientras que Jess agonizaba en la cruz, y estaba por expirar, todos los
que le rodeaban, sacerdotes, escribas, ancianos y soldados, inventaban
mil medios para afrentarle con burlas y sarcasmo. Y los que pasaban por
all, dice San Mateo, le escarnecan y blasfemaban, meneando la
cabeza2. As se cumpli la profeca de David, cuando hablando de Cristo,
dijo: Todos los que me miran hacen mofa de m con palabras y
movimientos de cabeza3.

1 Hb 12, 2.
2 Mt 27,39.
3 Sal 21,8.

Slvate a ti mismo, le decan; pero no comprendis, hombres ingratos,

que si el Hijo de Dios hecho hombre hubiera querido librarse de la
muerte, no la hubiera voluntariamente escogido? Y aadan: Si eres Hijo
de Dios, baja de la Cruz. Pero no adverts que si Jess desciende de la
Cruz, sin acabar con la muerte la obra de nuestra redencin, no
podamos librarnos de la muerte eterna? Prefiri salvar mi alma, dice
San Ambrosio, muriendo en la cruz, que salvar su vida bajando de ella.
Por eso, dice el Santo Doctor, no baja dela cruz, porque es Hijo de Dios
y vino al mundo para salvarnos de la muerte eterna. Del mismo parecer
es San Atanasio diciendo que Jesucristo quiso ser reconocido por
verdadero Hijo de Dios no bajando de la Cruz, sino permaneciendo en
ella hasta la muerte.