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ANALISIS Y CRITICA en la jurisprudencia constitucional Luciano LOPEZ FLORES* El autor desarrolla los precedentes vinculantes sobre acusacién constitucional, juicio po- litico, inhabilitacién politica y la funcién investigadora del Parlamento. De esta forma, nos presenta la diferencia que realiza el Colegiado entre antejuicio y juicio politico, la in- “reglas integradas” dadas por los casos Tineo Cabrera y Toledo Manrique sobre el rol y | compatibilidad de la sancién de inkabilitacién politica con la Convencién Americana y las | | acciones de las comisiones investigadoras del Congreso. ie INTRODUCCION El Congreso de la Repablica, segiin la Cons- titucién de 1993 que hoy nos rige, cuenta con instrumentos de control politico de suma im- portancia y poder. Los mas importantes son el juicio politico, el antejuicio y la facultad de investigacién parlamentaria. Sin embargo, como bien anota Valadés', “e]l constitucionalismo modemo ha tenido como eje la defensa de la libertad y como conse- cuencia la limitacién del poder. Esto, desde luego, implica establecer una amplia gama de instrumentos de control”. En ese sentido, cexiste algiin instrumento que sirva para con- trolar estos instrumentos de control politico que tiene el Parlamento? Indudablemente que si. Y ese control radiea en la observancia del debido proceso y el res- peto cabal a los derechos fundamentales tan- to de quienes son sometidos al juicio politi- co (0 antejuicio) como de quienes son sujetos “investigados” en las respectivas cortisiones investigadoras. En la jurisprudencia del Tribunal Constitucio- nal en sus 20 aftos de funcionamiiento y, mas especificamente, en los iltimos 15 affos de re- toro a la democracia tras la caida de! fujimo- rato, destacan los fallos vinculantes recaidos en las SSTC Exp. N°s 02791-2005-AA/TC, 03760-2004-AA/TC (en la cual desarrolla los criterios ya adoptados en la STC Exp. N° 00006-2003-AV/TC) y la muy reciente = Magister en Derecho con Mencién en Politica Jurisdiceional de la Pontificia Universidad Cat6lica del Pera (PUCP), Profesor de las Maestrias en Derecho Procesal y Politica Jurisdi ‘onal de la PUCP. 1 VALADES, Diego. £7 control del poder. Universidad Auténoma de México, Instituto de Investigaciones Juridicas, México, 1998, p. 150. GACETA CONSTITUCIONAL Y PROCESAL CONSTITUCIONAL N° 100 Bos PRECEDENTES VINCULANTES POR MATERIAS STC Exp. N° 04968-2014- PHC/TC (caso Toledo Manrique), donde se han plasmado criterios juris- prudenciales sobre el con- trol constitucional de los ff verde con Garcia que las aludidas distinciones entre juicio poli- tico y antejuicio son simple- tratado desventajoso para el pais. Bajo Carlos I los Ministros debian respon- der ante los Comunes por la honesty, justice y utility de su gestién, Mas tarde se instrumentos de control politico —_parlamentario. Sobre estos criterios trata el presente trabajo. JUICIO POLITICO E INHABILITA- CION POLITICA EN LAS SSTC EXPS. N°S 2791-2005-AA/TC Y 3760-2004- AATC Un instrumento de control que aporta la Constitucién del Pert para determinar y san- cionar la infraccién constitucional es el de- nominado juicio politico (previsto en los articulos 99 y 100) cuya naturaleza es san- cionadora dado que prevé sanciones tales como la suspensién, la destitucién y la inha- bilitacién del funcionario infractor para ejer- cer funcién piiblica por 10 afios. El modelo del juicio politico peruano se inspira -como lo hacen las Constituciones de los paises la- tinoamericanos~ en el impeachment sajén cuyos origenes, como bien seftala mi maes- tro Javier Valle-Riestra’ “Desde 1376, en que aparecié, hasta el si- glo XVII, el carcter del impeachment fue penal. Solo se admitia la acusacién contra el gran oficial del reino que hubiera come- tido crimen 0 delito. Paulatinamente este proceso fue desvidndose de su caricter penal y adquiriendo fisonomia politica, Se empezé a apuntar contra los Ministros por faltas graves cometidas en el ejerci- cio de sus funciones, como por ejemplo la falta de haber aconsejado o negociado un 2” VALU torial San Marcos, Lima, 2004, p. 109. mente terminolégicas. vuelve un medio de fisca- lizar la accién del Gobier- no y los Lores asumen una libertad irrestricta para in- : criminar los hechos y fijar la pena, Se empezé a juzgar a los funcio- narios del reino, conereta y especialmen- te a los Ministros por haber abusado de la confianza, por haber defraudado la con- fianza del Parlamento. El impeachment se hizo innecesario: habia sido reemplaza- do por la responsabilidad politica ministe- rial o “deber de contestar las preguntas del Parlamento, con la consiguiente perspec- tiva del voto de confianza y la dimisién”. La tradicién peruana del juicio politico sigue el mismo camino de las Constituciones Lati- noamericanas (a excepcién de la de Venezue- a) que deposita la competencia para conocer- lo, integramente, en el Parlamento Nacional. Al respecto, Domingo Gareia Belaunde’ ano- ta lo siguiente: “Esta Constitucién [de 1979] constituye, en cierto sentido, un remate 0 corolario de lo que fue la tradicién politica perua- na en materia de juicio politico, y que fue muy utilizado en perfodos anteriores (por ejemplo, en 1963-1968, y en 1980-1992). Sefiala su articulo 183 que corresponde a la Camara de Diputados acusar ante el Senado al Presidente de la Repiiblica —y luego sigue una enumeracién de funcio- narios~ para agregar que ello también RA GONZALES-OLAECHEA, Javier. La Responsabilidad Constitucional del Jefe de Estado. Edi- 3 GARCIA BELAUNDE, Domingo. cAntejuicio, acusacién constitucional,juico politico? En: Lima, 2004, pp. 9-11 alcanza a los altos funcionarios que se le la ley, por infraccién de la Constitucién y por todo delito que cometan en el ejerci- cio de sus funciones, aunque hayan cesa- do en estas En este articulo cabe destacar algunos puntos: 1) El mimero de funcionarios pasibles de acusacién constitucional, es inde- finido. Lo sefiala la ley, que puede au- ‘mentarlos y Iuego reducirlos a su an- tojo. Esta es, sin lugar a dudas una opcién valida, pero no muy cons tente. El antejuicio, acusacién const tucional o juicio politico, es un privi- legio procesal que rompe el principio del juez natural y de la igualdad ante la ley, por razones muy atendibles. Y si es un privilegio, debe ser restringi do, y en eso ha acertado la Constitu- cién de 1993. 2) El privilegio es indefinido. Acompa- fiaba al funcionario de por vida, aun cuando hubiesen pasado muchos afios desde que cesé en el cargo. La Cons- titucion de 1993 precisa que el plazo es de 5 afios. Se trata de una opcién tan valida una como la otra. En otras partes, cuando cesa el funcionario en el cargo, cesa el privilegio, pues pre- cisamente el objetivo principal ya se cumplié: O sea, removerlo del cargo. 3) La referencia a las infracciones a la Constitucién es de antigua data, y se mantiene en la Constitucién de 1993 Sin embargo, a diferencia de épocas pasadas, no existe una ley que tipi- fique la infraccién constitucional, ni tampoco una penalidad taxativa. EDICION ESPECIAL El articulo 184 agrega que corresponde al Senado declarar si ha o no lugar a forma- cién de causa como consecuencia de las acusaciones hechas por la Camara de Di- putados. En el primer caso, queda el acu- sado en suspenso en el ejercicio de sus funciones, y sujeto a juicio segin la ley. Como hemos visto, en otras partes se acompafia a esta decisién la inhabilita- cién, estimada fundamentalmente como una sancién politica, como es el caso de los Estados Unidos y México”. La Constitucién de 1993 ~que prevé un Con- greso unicameral regula el juicio politico en los articulos 99 y 100. ¥ nuestro Tribunal Constitucional -siguiendo determinados pos- tulados de nuestra doctrina nacional~ distin- gue el denominado antejuicio del juicio poli- tico, al interpretar el contenido de los aludidos dispositivos constitucionales, como asi fluye de lo establecido en los fundamentos 42, 47 y 48 de la STC Exp. N° 00013-2009-P/TC*: “42. (...) el antejuicio politico ha sido concebido como una prerrogativa funcio- nal cuyo objeto principal es la proscrip- cién del inicio de un proceso penal contra un alto funcionario si es que previamente no ha sido sometido a un proceso inves- tigatorio y acusatorio en sede parlamen- taria. No cabe, pues, formular denuncia ni abrir instruccién penal sino se cum- ple con este requisito sine qua non; mu- cho menos en virtud de lo establecido por nuestra propia ley fundamemtal en su ar- ticulo 159, que a la letra dice “correspon- de al Ministerio Pablico: 1. promover de oficio, o a peticion de parte, la accidn judi- cial en defensa de la legalidad y de los in- tereses piiblicos tutelados por el derecho”. 4 Cr. , GACETA CONSTITUCIONAL Y PROCESAL CONSTITUCIONAL N° 100 5 “47. Por otra parte, el Tribunal Constitu- cional ha considerado que la funcién con- gresal sancionadora, prevista en el primer ~ parrafo del articulo 100 de la Constitu- cién, no se limita a aquellos casos en los que exista una sentencia condenatoria emanada del Poder Judicial, por los deli- tos funcionales en que incurran los fun- cionarios previstos en su articulo 99, sino que se extiende a los casos en que, a jui- cio del Pleno del Congreso, se configuren responsabilidades eminentemente politi- cas, aun cuando no exista la comisién de un delito de por medio. Y es que si bien la funcién punitivo-jurisdiccional es privati- va del Poder Judicial (aquella que puede sancionar sobre la base de la “‘razén juri- dica”), la funcién politico-punitiva (aque- lla que puede sancionar sobre la base de la “razén politica”) no lo es. Y no podria serlo, pues justamente el principio de se- paracidn de poderes es el que garantiza la ausencia de toda valoracién politica en las decisiones del Poder Judicial. 48. Asi, en la Carta Fundamental se er cuentra constituido el juicio politico por el que se permite iniciar un procedimiento a Jos funcionarios enumerados en su articulo 99, en razén de las infracciones constitu- cionales de carécter politico cometidas en el ejercicio de sus funciones, y de encon- trarse responsabilidad se autoriza al pro- pio Congreso de la Repiblica a sancionar- Jo e incluso inhabilitarlos para el ejercicio Dice Garcia Be OS PRECEDENTES VINCULANTES POR MATERIAS. de la funcién piblica. En otras palabras, en el juicio politico el funcionario es acu- sado, procesado y, de ser el caso, sancio- nados por el propio Congreso, por faltas a la Constitucién dnica y estrictamente po- liticas. Claro esta la sancién y, en su caso, la inhabilitacin, deberd estar enmarcada dentro de los cénones constitucionales de proporcionalidad y razonabilidad”. No obstante, concuerdo con Garcia Belaunde em que las aludidas distinciones entre jui- cio politico y antejuicio son simplemente terminol6gicas* Pues bien, en el afio 2003 se dicté la impor- tante STC Exp. N° 00006-2003-AV/TC don- de el Tribunal Constitucional establecié cri- terios sobre el control politico parlamentario representado en la acusacién constitucional, el juicio politico y el antejuicio, Tales crite- rios sirvieron de base para el dictado de los dos fallos: SSTC Exps. N°s 02791-2005-AA/ TC y 03760-2004-AA/TC. Y esta wiltima sen- tencia recoge y desarrolla los postulados con- tenidos en la primera de las sentencias men-: cionadas con especial énfasis en el contenido, alcances y efectos de la sancién de inhabilita- cién politica impuesta como resultado del jui- cio politico, 1. La inhabilitacion politica Enel fundamento 3 de la STC Exp. N° 02791- 2005-AA/TC el Tribunal Constitucional dijo que la inhabilitacién politica es consecuen- cia de un juicio politico y que es diferente junde (Ibidem, pp. 17-18.): “8. {Es juicio politico lo que existe en la Constitucién de 1993? Pues claro que sf. Que no haya seguido el modelo historico, y mas atin que haya aislado la facultad de la inhabilitacién, abriendo la puerta a eventuales excesos, no nos autoriza a cambiarle de nombre, que es el de siempre. Pretender de- cir que uno es el antejuicio y otro es el juicio politico, es un ingenioso juego de palabras que no se compadece con Ja naturaleza de la institucién, ni con su desarrollo histérico. E1 impeachment se tradujo siempre asi, no obstante que cexisten varios modelos de juicio politico. Y no existe ninguna razén valedera para distinguir donde ni la doctrina, ni la leislacién, nila historia, han distinguido. Si el modelo nos parece arbitrario, llamémoslo asf; un juicio politi- 0 autoritario, antidemoeritice 0 como queramos llamarlo. Pero no le cambiemos de nombre, porgue en derecho no saludable jugar con las palabras ni darles un sentido distinto a lo que siempre fueron. Por lo menos, mientras no cambie la situacién actual de aceptacién generalizada en el Derecho comparado” EDICION ESPECIAL de la inhabilitacién judi- cial. La primera es im- puesta por el Parlamen- to y tiene los efectos de inhabilitar al funcion: para el ejercicio de toda funcién piblica, mientras que la segunda es conse- cuencia de una sentencia judicial que suspende el ejercicio de la ciudada- nia conforme lo establece el articulo 33’ de la Constitucién. ‘Asi mismo, en los fundamentos 10 y 11 de la STC Exp. N? 03760-2004-AA/TC el Tribunal Constitucional interpreté que de lo dispuesto en los articulos 99, 100 y 117 de la Constitu- ion, no se requiere que el funcionario de la alta jerarquia estatal acusado deba encontrarse ‘en ejercicio de sus funciones, sino que los de- litos de funcién y la infraccién constitucional —que fureran materia de acusacién— hayan te- nido lugar con ocasién de haber ocupado el cargo piblico. Y en el caso concreto de que el funcionario acusado sea el Presidente de la Re- piiblica, salvo los casos establecidos en el ar- ticulo 117 de la Constitucién, siempre debia de acusarsele una vez concluido su mandato constitucional o cuando se declara su vacancia conforme con el articulo 113 de la Magna Lex. Pero lo mas importante de la STC Exp. N° 03760-2004-AA/TC esta referido -como ya lo he dicho antes~ en el contenido, alcan- ces y efectos de la sancién de inhabilitacién politica impuesta como resultado del juicio politico, asi como su control jurisdiccional (fundamentos 15 a 27). taa criterios de razonabilidad constitucional y es distinta de la inhabilitacién penal y ad- ministrativa. 9 © En efecto, en primer lu- gar, el Tribunal Constitu- cional sefiala que la inha- bilitacién es una sancién politica discrecional su- jeta a criterios de razona- bilidad constitucional y es distinta de la inhabilita- cién penal y administrati- va. Se impone por infrac- cién a la Constitucién® y por los delitos cometidos en el ejercicio de funciones. Al respecto, nétese que el em- pleo de esta facultad discrecional, en el Esta- do Constitucional, obliga a cumplir y obser- var una garantia basica del debido proceso: la motivacién de la decisién que adopta el Parla- mento. Y como también se desliza de lo dice el TC, dicha decisién motivada debe girar sobre el eje de la razonabilidad de dicha decisién, lo cual significa la identificacién de la finalidad constitucional de la sancién aplicada al caso concreto que se est juzgando y la observan- cia de los subexémenes de idoneidad, necesi- dad y proporcionalidad en sentido estricto. De alli que en los fundamentos 23 a 27 se abra la puerta al control jurisdiccional posterior ante la justicia constitucional de la’ discrecionali- dad empleada y de la observaneia de la razo- nabilidad de la decisién. Y es que como bien apunta el Tribunal Constitucional en el funda- mento 8 de la STC Exp. N° 00728-2008-PHC/ TC (caso Giuliana Llamoja Hilares): “8. (...) en sentencia anterior, este Tribu- nal Constitucional (Exp. N° 05601-2006- PAJTC, f. j.3) ha tenido la oportunidad de precisar que “El derecho a la motivacién 6 Sobre la infraccidn consttucional, el Tribunal Constitucional ha dicho en el fundamento 20 de la STC Exp. N° 00006- 2003-A1/TC lo siguiente (negritas y subrayados agregados): “Esa es la manera como se debe interpretar la previsién ‘constitucional segiin la cual esté permitido acusar a los referidos funcionarios piblicos por “infraccién de la Cons- titucién’. Toda falta politica en que incurran los funcionarios que componen la estructura orgdnica prevista en la Carta Politica, compromete peligrosamente el adecuado desenvolvimiento del aparato estatal. En estos casos, la ra- 26n del despojo del cargo no tiene origen en la comisién de un delito, sino en la comisién de faltas que aminoran, en grado sumo, la confianza depositada en el funcionario, la que debe ir indefectiblemente ligada al cargo que ostenta” (resaltado agregado). Cir. , GACETA CONSTITUCIONAL Y PROCESAL CONSTITUCIONAL N° 100 __________ 65 Bos PRECEDENTES VINCULANTES POR MATERIAS. debida constituye una garantia fundamen- tal en los supuestos en que con la decision emitida se afecta de manera negativa la esfera o situacién juridica de las personas. Asi, toda decision que carezca de una mo- tivacién adecuada, suficiente y congruen- te, constituird: una decisién arbitraria y, en consecuencia, seré inconstitucional” (resaltado agregado). Y en segundo lugar, hay un aspecto que llama la atencién sobre los alcances y efectos de la sancién, puesto que en el fundamento 21 de la citada STC Exp. N° 03760-2004-AA/TC el Tribunal Constitucional dijo: “21. Dentro del Ambito temporal, el Con- greso de la Repiblica puede inhabilitar al funcionario piblico ‘hasta por diez afios’ (articulo 100 de la Constitucién), 1o cual implica que el Congreso tiene discrecio- nalidad, dentro de los limites que estable- ce la Constitucién y el Reglamento del Congreso, para definir el tiempo durante el cual el funcionario quedara inhabilitado para ejercer sus derechos politicos Para el Tribunal Constitucional, esta li- mitacién en el ejercicio de toda funcién piiblica no afecta al contenido constitu- cionalmente protegido de dicho derecho, porque su imposicién es razonable y pro- porcional al daiio constitucional cometi- do. Atribucién que el poder constituyen- te le otorga al Congreso de la Replica en la Constitucién Politica, en tanto que é1 ‘ocupa, dentro del ordenamiento constitu- ional, una funcién de tutela de los princi- pios y valores democraticos”. Llama la atencién esta potestad constitucio- nal del Parlamento, toda vez que en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, existen Jos casos Leopoldo Lépez Mendoza vs. Vene- zuela’ y Gustavo Francisco Petro Urrego vs. Colombia’, en los que tanto la Corte como la Comisién IDH consideraron que de acuerdo con el articulo 23.2 de la Convencién Ameri- cana o Pacto de San José de Costa Rica, las saneiones que no provengan de un proceso pe- nal, de una sentencia condenatoria en dicho fuero, impuesta por un juez penal, que restrin- jan‘o inhabiliten el ejercicio del derecho de participacién politica (derecho a elegir y ser elegido), no son conformes con la citada Con- vencidn. En efecto, en los fundamentos 107 y 108 de la sentencia de la Corte IDH sobre el caso Leopoldo Lépez se dijo lo siguiente: “107. El articulo 23.2 de la Convencién determina cudles son las causales que per- miten restringir los derechos reconocidos en el articulo 23.1, asi como, en su caso, los requisitos que deben cumplirse para que proceda tal restriccién. En el presente caso, que se refiere a una restriccién im- puesta por via de sancién, deberia tratarse de una ‘condena, por juez competente, en proceso penal’. Ninguno de esos requisi- tos se ha cumplido (...). 108. La Corte estima pertinente reite- rar que “el ejercicio efectivo de los dere- chos politicos constituye un fin en si mis- mo y, ala vez, un medio fundamental que las sociedades democraticas tienen para garantizar los dems derechos humanos previstos en la Convencién y que sus ti- tulares, es decir, Jos ciudadanos, no solo deben gozar de derechos, sino también de ‘oportunidades’ (...). En el presente caso, si bien el sefior Lopez Mendoza ha podi- do ejercer otros derechos politicos esti 7 Caso Leopoldo Lpez Mendoza vs Venezuela. Sentencia del | de setiembre de 2011, Véase en . Consulta: $ de marzo de 2016, 8 Caso Gustavo Petro Urrego vs. Colombia. Resolucién N° 5/2014, Medida Cautelar 374-2013, de fecha 18 de marzo de 2014. Véase en: . Consulta: 5 de marzo de 2016. plenamente probado que se le ha privado del sufragio pasivo, es decir, del derecho a ser elegido”. Si bien es cierto en estos fallos citados, los hechos del caso versaron sobre imposicién de sanciones en la via administrativa, lo cier- to es que el articulo 23.2 de la Convencién ‘Americana expresamente seflala que la uni- ca condena admisible que inhabilite el ejerci- cio de los derechos politicos es una sentencia penal. Frente a esta situacién, jes compatible la sancién de inhabilitacién politica otorgada al Parlamento por la Constitucién con aque- Ila restriccién que exclusivamente autoriza la citada disposicién convencional, especifica- mente aquella que dispone que solo una sen- tencia penal ejecutoriada emitida con respeto al debido proceso, puede inhabilitar el dere- cho de participacién politica? En mi concepto, lo dispuesto en la Constitu- cién del Pert que faculta al Parlamento Nacio- nal a imponer una sancién de inhabilitacion sobre los derechos politicos de un funciona- rio de la alta jerarquia estatal es contradicto- ria con la tinica sancién que autoriza la Con- vyencién Americana: condena penal impuesta por Juez Penal. Notese que la Corte Interame- ricana emitié la Opinién Consultiva N° 14/94 del 9 de diciembre de 1994 donde seftalé la responsabilidad internacional de los Estados cuando aprueben leyes que vulneren normas de la Convencién, como asi ocurrié cuando la Comisién IDH formulé consulta por la re- forma constitucional peruana que pretendia ampliar los supuestos de pena de muerte que contenia la Constitucion de 1979. Sin duda, este es un aspecto que lo veo ausente en la doctrina nacional y que merece el necesario y sano debate sobre el particular. EDICION ESPECIAL ll, LAS “REGLAS INTEGRADAS” DE LOS FALLOS TINEO CABRERA Y TOLEDO MANRIQUE, A PROPOSITO DE LA STC N° 04968-2014-PH/TC En un reciente trabajo” comenté la STC Exp. N° 04968-2014-PHC/TC publicada el 4 de noviembre de 2015 en la cual el Tribunal Constitucional resolvié la demanda de habeas corpus interpuesta por quien elabora este en- sayo en mi calidad de apoderado y abogado del expresidente de la Repablica, Alejandro Toledo Manrique y su esposa, Eliane Karp— contra la Comisién de Fiscalizacién y Con- traloria del Congreso de la Repiblica. Luego de dos afios de tramite supuestamente suma- rio de dicho habeas corpus y de un afio de in- gresada la causa a la sede del TC, el caso por fin obtuvo sentencia de fondo. Indiqué en dicha oportunidad que mas alla de las peripecias de la defensa en este mediéti- co caso, sabia de antemano que la sentencia que emitiera el TC tendria dos consecuencias previsibles: en primer lugar, podria haber bo- rrado de plano las reglas del caso Tineo Ca- brera, STC Exp. N° 00156-2012-PHC/TC, € impuesto nuevas, dado que dicho fallo ha sido duramente criticado en el plano académico" e, incluso, en el politico, puesto’ que la Comi- sion de Constitucién y Reglamento del Con- ‘greso de la Repiblica emitié la Opinion Con- sultiva N° 002-2014-2015-CCRICR de fecha 2 de diciembre de 2014 en la cual desconocié su efecto vinculante y refuté la aplicacién de varias de sus reglas en sede de la investiga- cién parlamentaria, Y, en segundo lugar, po- dria haber asumido una posicién intermedia, derogando algunas de las reglas del caso Ti- neo Cabrera y modificando o morigerando al- gunas otras, En cualquiera de ambos casos, 3 LOPEZ FLORES, Luciano. “El debido proceso en las investigacionesparlamentaras. Las reglas “ntegradas’ de los fallos Tineo Cabrera y Toledo Marque” En: Gaceta Consttucional & Procesal Contitucional. N° 96, Gaceta I~ ridica, Lima, diciembre 2015, pp. 21-38. 10 En un ensayo anterior he referido varias de las diversas opiniones y iabajos eitcos sobre el Caso Tineo Cabre- ra. Cfr. LOPEZ FLORES, Luciano: “,Es ahora el Congreso el Maximo Intérprete de la Consti Constitucional & Procesal Constitucional. Tomo 88, Gaceta Juridica, Lima, abril 2015, pp. 2 GACETA CONSTITUCIONAL Y PROCESAL CONSTITUCIONAL N° 100 jcidn?”, En: Gaceta 07. [Jos PRECEDENTES VINCULANTES POR MATERIAS estariamos frente a la se- fog gunda e importante sen- tencia en materia de inves- tigaciones parlamentarias. EITC ha optado por la se- gunda via, es decir, ha en- mendado algunas de las reglas de la STC Exp. N° 00156-2012-PHC/TC, no se ha pronunciado so- bre varias de ellas apli- cables a la sede parla- mentaria (con lo cual continéan siendo ratio decidendi que vincula al Parlamento Nacio- nal) y se ha pronunciado, a propésito de los cargos contenidos en la demanda, sobre algu- nas garantias cuya conceptualizacién no fi- gura en el caso Tineo Cabrera. En ese sen- tido, estamos frente a una suerte de “reglas integradas” que deben regir en las investiga- ciones parlamentarias, segiin las sumas y res- tas de Tineo Cabrera y Toledo Manrique, mas aiin en el caso de este iiltimo fallo cuya parte resolutiva seffala 12 reglas vinculantes con- forme a lo dispuesto por el articulo VII del Titulo Preliminar del Cédigo Procesal Cons- titucional (“CPC”). En lo particular, no estoy conforme con el pronunciamiento del TC en el caso Toledo Manrique, tanto en varios de los aspectos ma- teriales de las reglas establecidas como en el anilisis y la decisién adoptada en el caso con- creto. De alli que considero, desde el punto de vista profesional, que el caso es susceptible de llevarse a la jurisdiccién supranacional. No obstante, en esta oportunidad el propési- to de este breve trabajo consiste en mostrar cuales son las que denomino “reglas integra das” para el control constitucional jurisdic- cional de las investigaciones parlamentarias establecidas en los fallos antes menciona- dos y comentarlas, someramente, por razo- nes de espacio de publicacién de este ensa- yo. Para ello, he preparado un cuadro en el que se muestran trece (13) temas vinculados é ticulo.23.2 de la Con- én Americana expre- samente sefiala que la tni- ca condena admisible que inhabilite el ejercicio de los derechos politicos es una sentencia penal. “) a instrumentos u objeto de proteccién en sede parla- mentaria respecto de los cuales existen reglas (ra- tio decidendi) tanto en el fallo Tineo Cabrera como en el Toledo Manrique. De esta forma, como lector, usted podré comparar las ratio decidendi y verificar . sus modificaciones 0 mo- deraciones 0, en su caso, | qué ratio del primer fallo se mantiene porque no ha sido tocado por el segundo 0 qué ratio contiene este iiltimo sin referencia respecto al primero. El cuadro completo va integramente como anexo al final de este trabajo. CONCLUSIONES En materia de control politico, no cabe duda que los fallos del Tribunal Constitucional que comento en este trabajo son de singular im- portancia y abren el debate y la polémica so- bre algunos temas que considero claves en dicha materia. He propuesto debatir si la in- habilitacién politica es acorde o no con el ar- ticulo 23.2 de la Convencién Americana, a la luz de los dicho por la Corte y la Comisidn IDH en los casos Leopoldo Lépez vs. Ve- nezuela y Gustavo Petro vs. Colombia. Esto por un lado. Y, por otro, no abe duda que la STC Exp. N° 04968-2014-PHC/TC (caso Toledo Manrique) ha establecido nuevas re- glas, ha enmendado varias que ya existian en la STC Exp. N° 00156-2012-PHC/TC (caso Tineo Cabrera) y no ha afectado otras reglas de esta tiltima sentencia. De esta manera, es importante hacer un esbozo de esta suerte de “reglas integradas” entre ambos fallos para poder tener un derrotero de control constitu- cional jurisdiccional de las investigaciones parlamentarias, més alld de la critica y el de- sacuerdo que profeso respecto del fallo Tole- do Manrique. Mientras, finalizo este ensayo con el cuadro general que ofrect al inicio de | este ensayo. EDICION ESPECIAL Pepyevoriodad ap o¥dound (ep 2] 2 eprpaw eyorpJezjeue eyved anb eamyanasa eunaisH@ ‘04 0643 euomjysuo9 vig unBU 2p earoLasl as J8d $9 OU 09 -ygnd spre] ap ownse un ap sisieue ja eed uoweBSaAU €p UO'S -juog eun smysul ap osas6uog ep ova @P UDI 9, “BEL = oojand s9zaq [0 se sa8 ag ‘ope|sa jap souetu0 $0) a OU O uoraEn: ‘oo upjaejnoula eyganse un uepsend soye Is [sopeN ‘Soeuojauny us OU anb seuosiad sajuaqui90u09 So\yDey eONSOA -u) epand euejuawreyed uoineBgsanul 9p uojstwoo kun, “ez 14 050009 [220d uoioeBasanu! ap ol 90188 uapand ‘owue sod A “ooyqnd savant ap Uos fee}s0 uoRSaO plgep v| ap oprenbisa jo una sopeuoieyel sojnse S07, “12 1a ‘upioebSeAut ea | eajow anb ,coygnd S910, P jeuotonsuod joa vonandae | 2p aquapssaxdxa un ap ojsedsau uoae6gsanu) ej auodns enb 02 -liqnd saraiu ja 40d 'sewape “ovedwy ua uoisieAuod P| apado.d ‘ojasougo oseo ja uz “O1edwe ja $9 jesao0ud BAA &7 “SareWUaW nj Soyoav0p uajoln enb epjpals e| UO ‘jeuoIonysUOD /eUO|9O -ni josjuaa ap sejqndagsns uos souewwoweved soyze $07 “SL ‘td uoronyysuoo eYouaprudsy -nl | ua sepjaeiqeisa sosaa0,d ap uo}siaauoD ap sej6a: se} Sepoy uo ajduina ‘enbuueyy opajoy awapisaada jap oseo 13-38 AOL Ta ‘seuEuaUeyed seuoroeOyseau quo cred wy ap eiouapeddid “oved “iy U2 OH ®P uo/sianuog = soyne ap epuew ap 2} © oyY9UL UeP anb Sosaons so] ap o9JeU! 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