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Introduccién a la Semi6tica SEMIOTICA DE LA POESIA José DOMINGUEZ CAPARROS U.N.E.D, Madrid, En contra de lo que se espera, el uso del tecnicismo “semidtica” no sirve, precisamente, para designar una actividad cuyas caracterfsticas y modos de proceder sean inmediatamente identificables para quienes hablan de semidtica ola practican. Que hay lugar para la discusi6n y para la produccién metateérica entomoalateorfa semiética, es un hecho comprobable enla consulta de trabajos que retinen los presentados en las reuniones cient{ficas dedicadas a esta disciplina o filosoffa. La definicién de semistica es, sin duda, asunto merecedor de amplios trabajos exclusivamente dedicados a ella, aunque estos se limitaran a damos el estado de la cuestién. Lacomplejidad y amplitud del problemanonos exime, sin embargo, de que manifestemos cul es la idea de semiética que vamos a adoptar en nuestra exposicién. Como punto de partida nos puede servir perfectamente el tratamien- to que a la cuestién dan Greimas y Courtés en su ya cldsico diccionario Sémiotique. Diccionnaire raisonné de la théorie du langage. Tres son los grandes apartados en que se dividen las notas caracterfsticas de la semidtica: Segiin que esta voz designe, en primer lugar, “un conjunto significante que se sospecha, a tftulo de hipétesis, que posee una organizacin, una articulaci6n interna aut6noma”. Es decir, se trata de una semidtica objeto, o de un objeto que se va a describir porque se piensa que tiene una forma peculiar de organizacién de sentido, En cuanto que es significativo, dicho objeto produce sentido y es semidtico. Los grandes lugares en que se manifiestan los signos, en que se ejercita el conjunto delassemi6ticas -0 de las semidticas-objeto, mejor- sondos: el mundo natural y as lenguas. Seginestaprimeraacepci6n, pues, porsemidtica poéticao semidtica de la poesfa debemos entender un objeto (poesfa) construido 3 Instituto de Estudios Almerienses con la lengua natural y que pensamos que tiene una organizacién intema, auténoma, de sentido, aunque todavfa no la hayamos descrito ni sepamos cual es exactamente. El objeto poético se integra en el dominio de la semi6tica literaria (véase la definicién en el mismo diccionario), “cuyos {mites parecen haber sido establecidos més por 1a tradicién que por criterios objetivos formales”. Pero esto es entrar en una discusi6n, topica en los estudios teérico- literarios, acerca de la definicién de 1a literatura. No vamos a seguir por aquf; simplemente nos bastaconel reconocimiento de quela poesfa es un objeto al que -cultural o formalmente- reconocemos una entidad, una organizaci6n auténoma de produccién de sentido, y por eso hablamos de semiética de la poesta o poética. Una segunda acepcién de la palabra semidtica se refiere a la semidtica ‘objeto que es aprehendida, informada y articulada poruna teorfa semidtica. La teorfasemiéticadeL. Hjelmsley, porejemplo, consideralossistemassemidticos, significativos, como una red de relaciones jerérquicamente organizada y dotada de un doble modo de existencia (paradigmatico 0 sistemdtico; y sintagmatico 0 proceso), al tiempo que organizada en dos planos de articula- ci6n (expresi6n y contenido). Fruto de la descripcién del objeto semidtico es elestablecimiento de una tipologta de las semidticas, que pasamos por altoen todo lo referente a los tipos distinguidos por Hjelmslev, y nos referimos solamente a la tendencia actual, sefialada por Greimas y Courtés, a una distinci6n de semidticas lingilfsticas y semidticas no lingillsticas. Aunque inmediatamente hay que hablar de semiéticas sincréticas para aquellas semi6ticas que emplean signos lingiifsticos y no lingiifsticos. El sincretismo est presente aun en la semidtica del lenguaje natural, donde no es raro el empleo de signos gestuales, por ejemplo. Todas estas distinciones, aunque a veces crean confusi6n, deben ser consideradas, segun los autores del diccio- nario de semidtica, como “un signo de salud y de vitalidad de una semiética que quiere ser un proyecto de investigacién y una investigacién en vias de realizarse”. Esta manifestacién de provisionalidad y de incompletitud puede utilizarse, sin duda, para darse 4nimos, pero puede justificar quiz4 andlisis y clasificaciones tan dispares entre sf que se pierda lo que de comin parece que deben tener las investigaciones que se agrupan bajo el mismo rétulo. Si aplicamgs esta segunda acepcién a la caracterizacién de la semiética de la poesfa, diremos que ésta es un sistema descrito por una teorfa, o en vias de descripcién por la misma. Resultado del andlisis es la enumeracién de procesos significativos propios de esta semidtica y su consiguiente insercién 4 Introducci6n a la Semistica enunaclasificaci6n. La poesfa, por referimos ala clasificaci6n anterior, diremos que es una semidtica lingiifstica, pero no deja de presentar caracteres de una semi6tica sincrética: recordemos, por ejemplo, el valor significativo de la disposicién grafica -disposiciGn que obedece aun sistema distinto del lingtifstico- en algunos tipos de poesfa, como los caligramas. Portiltimo, la tercera acepcién, que se sittaen el nivel epistemolégico, hace referencia a la semidtica como semidtica general, que da cuenta de todas las semidticas particulares, 0 como teorfa semiética, que, como tal, debe cumplirlas normas de cientificidad de toda teorfa. Muchas son, nos dicen Greimas y Courtés, las teorfas semi6ticas posibles, y la comparaci6n entre ellas serfa la que decidiera cudl es mejor, pero resulta que hoy por hoy tal comparacién es imposible, “ya que no existe todavfa una teorfa semidtica digna de este nombre”. Se encuentran, sf, teorlas intuitivas sin procedimientos operativos o formaliza- dos fundados en alguna teorfa. Enestasituaci6n, s6loes posible referirse alas condiciones generalesde una teorfa semidtica, Esta debe presentarse como una teorfa de la significacion, con forma generativa y orientada al estudio de la enunciacion. Pero esto es, segin explican los autores, una opci6n particular suya. Es indudable que ala semidtica dela poesfa importa -lo mismo que a todo objeto que se considera aut6nomo en ‘sus procesos de creaci6n de significacién- 1a naturaleza de la teorfa semidtica general que va a dirigir los andlisis y clasificaciones de dicho objeto. Pero, como vemos, Greimas y Courtés son bastante poco contundentes acerca del tipo de método o de teorfa general que pueden ser calificados de semi6ticos; o acerca de las propiedades y caracterfsticas en funcién de las cuales se excluyen de la semiética procedimientos y teorfas. Parece que lo tinico que imprime una sefia de identidad y una indudable unidad a los estudios semiticos es el interesarse por la semiosis, la produccion de sentido, La caracterizaci6n de la semiética, asf, no puede entonces ir més all4 dela definicién que diera Saussure cuando se referfa ala semiologfa, en su Curso de Lingiifstica General, como ciencia que estudia la vida de los signos enel seno de la vida social, Esta ciencia nos ensefia en qué consisten los signos y cuales son las leyes que los gobiernan. La ligiifstica, nos dice Saussure, es una parte de esta ciencia, que, a su vez, es parte de la psicologfa social.’ 1, Vid. Ferdinand de Saussure, Curso de Lingilfstica General, pig. 60. 75 Instituto de Estudios Almerienses Notiene dudastampocola profesora Carmen Bobes Naves cuando serefiere ala unidad sustancial del objeto de la semiética, aunque metodolégicamente se hayan diferenciado tres aspectos (sintdctico, seméntico y pragmético), en los siguientes términos: “En este panorama de presupuestos para el andlisis no cabe duda sobre launidad basica de los tres aspectos dela semiética y sobrelaunidad sustancial de su objeto, que es invariablemente un proceso semidtico concreto y su producto objetivado, el texto, que se manifiesta exterior- mente por medio del signo, sea verbal, sea literario o de otro tipo, Resulta utépico pensar en unos limites claros, por muy minucioso que se haga el andlisis, entre las unidades sintécticas, los valores seménticos y las relaciones pragméticas, puesto que los tres son aspectos del signo y los tres son simulténeos en el uso y en el ser del signo.”? Es decir, el objeto de la semistica es el proceso de creacién de sentido en el texto, que se manifiesta como signo, Ante definici6n dela semiticatan general, parece muy oportunalacuestién que plantea Umberto Eco al principio de su Tratado de semiética general: “Es frecuente la pregunta de si la semidtica es una DISCIPLINA especffica con su propio objeto y métodos propios o un DOMINIO de studios, un repertorio de intereses todavfa no unificado y quiz4 no del todo unificable.” * Por otro lado, el dominio aparece hoy leno de variedad y desorden en sus formas, aunque hay que proponer un modelo de investigacién (de disciplina) susceptible de ser revisado continuamente. 2. Vid. La Semiologta, pég. 101 Esta misma concepeién general de la semistica como estudio. del texto en tanto que signo, parece desprenderse de las palabras con que Michael Riffaterre empieza su obra Sémiotique de la poésie: “Un article publié en 1971 ob j'analysais les mécanismes qui donnent sa littérarité & une phrase litéraire fut la premiere ébauche de la théorie de sémiotique poétique proposée dans cet ouvrage. Auparavant, je m’6tais presque exclusivement occupé des structures de surface du discours poétique et de ce que le lecteur identifie et reconnait comme le style, Avec cet article, je commengais & étudier le potme comme tout: il m’apparaissait que cette entité finie et close qu'estle texte était "unité de sens propre & la poésie et que la méthode 1a plus fructueuse pour expliquer le discours poétique devait étre sémiotique plutdt que linguistique” (pag. 9). 3, Vid. Tratado de semistica general, pig. 32. 16 Introduccién ala Semistica Por lo que atafie ala semi6tica literaria, no nos puede extrafiar que se llegue aconcepciones tan amplias de la semidtica como la propuesta por Miguel Angel Garrido Gallardo: “En el estado actual, la Estilfstica serfa una parte, como semiolog{a literaria, de una presunta semi6tica general y compafiera de semiticas tan importantes como la de las lenguas naturales o Lingiifstica, 0 mds limitadas como la de los relatos 0 Narratologfa. Nétese que la realidad dista de conocer delimitaciones tan tajantes como las que acabamos de sugerir.” Lo que importa es destacar la asimilaci6n de Estilfstica a semiologfa literaria, que leva al camino por el que se va a considerar semidtico cualquier estudio de la literatura en que se aprecie una incidencia de los métodos 0 conceptos propios de la lingiifstica. Quiero resumir este largo predmbulo teérico, y digo que por semidtica de la poesfa entendemos un objeto, la poesfa, que crea sentido por medio de procedimientos particulares de significaci6n; quelos distintosmétodos semiCticos ensayados -no hay unanimidad, como veremos- producen, en su andlisis, el conocimiento de los procedimientos significativos y las caracterfsticas del sistema de la poesfa como sistema semidtico; y que la teorfa semidtica general de la que hay que partir se define como la biisqueda de un conocimiento de los procedimientos de creaci6n de sentido, del funcionamiento del signo. Por otra parte, me parece muy oportuno recordar, a propésito de lo que venimos tratando, Jas palabras de la profesora Alicia Yllera Fermdndez en su magnifico y temprano panorama de la semistica literaria: “Lasemiologfano presenta hoy un campo de estudio universalmente admitido y, menos, salvo ciertos axiomas generales, un procedimiento de andlisis aplicable a todos estos dominios. Por eso, la semidtica de la literatura sigue acudiendo a la lingiifstica -claro est4 que el problema se zanja al considerar a la semiologfa una parte de la lingilfstica, como hizo Barthes- en busca de modelos.”* ‘Todo esto venfaa cuentode la desmitificacién de una creencia que, pecando de optimismo, estuviera tentada de ver en la semiética un método de estudio 4.Vid. Estudios de semidtica literaria, pig. 29. 5.Vid, Estillstica, poética y semiética literaria, pig. 143. Lo amplio de los limites de lo que cabe entender por semidtica, puede comprobarse con el anélisis de los titulos recogidos en la bibliografia de José Romera Castillo, Semiética literaria y teatral en Espafa. 7 Instituto de Bstudios Almerienses perfectamente construido y dispuesto a ser aplicado al andlisis de la poesfa. Pero no quiero, ni mucho menos, ignorar los inteligentfsimos trabajos que se han Nevado a cabo, para un mejor conocimiento de la poesfa, desde variadas posturas que se califican de semidticas y que han conseguido conquistar parcelas de nuestro ahondamiento en el andlisis del proceso de significacién poéticaque hoy no puede negar nadie que se interese en el estudio de la poesfa. stg ‘Veamos, reconociendo siempre la variedad de posiciones, algunosmétodos semiol6gicos ensayados en el estudio de la poesfa. El cardcter semiolégico de Jos métodos que vamos a enumerar a continuacién se cifra en que parten del modelo del signo propuesto por Saussure, 0 de las distinciones establecidas por Hijelmslev (expresi6n y contenido, forma y sustancia). Cardcter semidtico de indudable rafz hjelmsleviana tiene la propuesta de ‘Svend Johansen para el estudio del signo estético. El poema, seguin esta teorfa, es la manifestacién de un signo connotativo complejo, es decir, el signo de una semi6tica, de un sistema de produccién de sentido (la literatura), cuya sustancia de la expresi6n es el sistema de la lengua natural. Dicho de una manera més coloquial: la literatura es una semidtica que significa mds que la lengua comin, en la que se basa; que aprovecha los planos del signo ligiifstico (recordemos ‘que estos planos son: sustancia del contenido y forma del contenido; sustancia de la expresion y forma de la expresién) para crear sentidos que son propiamente literarios. La rima, laaliteraci6n ola paronomasia, por ejemplo, constituyenusos estéticos de los sonidos -de la sustancia de la expresion de la lengua, es decir, de 1a semi6tica denotativa-. Estas formas de la expresi6n estética tendrén un contenido estético cuando, en el contexto del poema -signo connotativo complejo, segtin sabemos-, sean objeto de una experiencia, una interpretaci6n © una reaccién esponténea -una emocin experimentada- de cardcter no lingtifstico. Los efectos del ritmo, las libertades sintdcticas o las preferencias; por ciertos asuntos serfan otros ejemplos de formas de expresién estéticas que se basan en distintos planos del lenguaje (Edf, Cdf, Cds, respectivamente)®, A, Stender-Petersen, Leiv Flydal o Jurgen Trabant son autores que se basan de 6. Vid. Svend Johansen, “La notion de signe dans la glossématique et dans la esthétique”. 78 Introduccién # la Semistica manera muy directa en la teorfa de Hjelmslev para su concepcién semistica de Ja obra literaria, y de 1a poesfa, consiguientemente. De rafz hjelmsleviana es igualmente la semiética de Barthes.” Magnifficos ejemplos de andlisis semidticos de corte hjelmsleviano aplicados a la poesfa espafiola, nos los ofrece el profesor Gregorio Salvador Caja. Podemos citar su “Andlisis connotativo de un soneto de Unamuno”, 0 su comentario “Orillas del Duero, de Antonio Machado”. La base de estos trabajos, y de la semidtica de la poesfa fundada en el modelo glosemitico, es que el poema es un signo complejo en cuyo contexto encuentran suexplicacién los rasgos estilfsticos propios dela poesfa(estilemas modernos, 0 figuras de estilo tradicionales). ‘Sigamos viendo alguno de los muchos modelos de 1a poesfa, para tener una idea de la vocacién de teorfa general que la semiotica introduce en los tradicionales estudios de la lengua poética. Pues todos estos modelos preten- den dar cuenta de la totalidad de la obra 0, al menos, de los mecanismos textuales de creacién de sentido literario. Marcello Pagnini, en Estructura literaria y método critico, hace una util ordenacién de los artificios poéticos basada en los conceptos de la semiética lingilfstica de significante, significado, funcion sintagmdtica (relacién de los elementos presentes entre sf) y funcién paradigmatica o sugestiva (relacion de Jos elementos presentes con los ausentes, para establecer una semejanza: el elemento presente sugiere el ausente). Entre los medios de creacién de sentido en poesfa que parten del significante y se fundanen el sintagma, en larelacién de elementos presentes, todo lo que tiene que ver con Ia iteracion fonica es de capital importancia, y, en primer lugar, los fenémenos métricos. Basados en la funci6n sugestiva del significante est4n todos los hechos que tienen que ver con el simbolismo f6nico: onomatopeya, o las funciones simbélicas de los hechos métricos (sensaci6n de rapidez si hay muchas sflabas dtonas entre dos acentuadas, por ejemplo). Por lo que se refiere al significado, la funcién sugestiva (del elemento presente con relaci6n a elementos ausentes) est4 ilustrada por el sfmbolo, la met4fora y 1a alegorfa. En poesfa, finalmente, el significado suele ordenarse sintagméticamente en ruptura con el orden légico, metonfmico, frecuente en la prosa; aqu{ tenemos, pues, un ejemplo de funcién sintagmatica del significado propia de la poesfa. 7. Vid, José Dominguez Caparrés, Critica literaria, 719 Instituto de Estudios Almerienses En sus Principios de andlisis del texto literario, Cesare Segre nos ofrece un modelo semiético del texto que se inspira en el esquema hjelmsleviano y sus conceptos de expresién y contenido, forma y sustancia. En poesfa, la sustancia de la expresi6n grafica es utilizada como artefacto significativo en los caligramas con valor icdnico (semejanza entre la forma del signo y el objeto que denota); la disposicién de las palabras en un verso puede tener un parecido con el significado, como es evidente en el poema de Nicanor Parra titulado Solo, SOLO Poco a poco me fui quedando solo Imperceptiblemente: Poco a poco Triste es la situaci6n Del que goz6 de buena compafifa Y la perdi6 por un motivo u otro No me quejo de nada:tuve todo Pero sin darme cuenta Como un 4rbol que pierde una a una sus hojas Fuime quedando solo poco a poco. Introduccién ala Semistica La cafda en la soledad y la lentitud del proceso (poco a poco) estén simbolizadas (parece evidente) en la disposicién escalonada de algunos versos, En cuanto al valorsimb6lico de los sonidos (sustancia de la expresién), cualquier analista de poesfa, o lector de andlisis de poesfa, conoce perfecta- mente la tendencia a dotar de sentido, relacionado con el tema del texto, atoda aliteracién o al predominio de un sonido normalmente calificado de claro ode oscuro. La métrica, en su aspecto puramente fénico, es un esquema que produce indudables efectos significativos. Piénsese, por ejemplo, en la rima ylaconfluencia que en ella se da de lo f6nico, lo seméntico ylo rftmico. Forma de la expresién literaria es lo que tradicionalmente llamamos “estilo”. En el plano del contenido, Cesare Segre marca ciertas distancias respecto de lo que se entiende por tal en la teorfa lingtifstica de Hjelmslev, pues el texto, como producto semi6tico, incluye otros significados aparte de los lingtifsticos: hechos, motivos, etc. No es que C. Segre trate de construir una semi6tica del texto literario, pero en su estudio del mismo estén presentes los conceptos semi6ticos. Vamos a comentar un tiltimo modelo semitico dela poesfa que se alinea con 1a teorfa semiGtica europea conformada segiin el pensamiento de Saussure y Hijelmslev. Estoy pensando en Greimas y el estudio con que se abre la importante coleccién de trabajos de distintos autores que leva por titulo Ensayos de semiética poética. El artfculo de Greimas se llama “Hacia una teorfa del discurso poético”. El car4cter espectfico de la semidtica poética se define en el postulado de “la correlaci6n entre el plano de la expresién y el del contenido”. Ademds, el objeto poético, el signo poético, reunién de un significante y un significado, puede tener dimensiones variables: una palabra, una oraci6n, todo el poema. Me parece importante fijarse en esta peculiaridad de la semi6tica poética, segtin Greimas, porque de esa manera se justifica el comentario ola donacién de sentido fundada en el reconocimiento de unidades de andlisis diferentes de las unidades que tiene en cuenta la lingiifstica, Asf pues, el objeto poético es un signo complejo en el que se postula un isomorfismo del plano de la expresi6n y del plano del contenido en el plano de la manifestaci6n (fonemas realizados y lexemas)*. La presencia del modelo del signo lingiifstico no necesita ser comentada, 8 Vid. Ensayos de semiética poética, pigs. 12, 16-17, 20. 81 Instituto de Estudios Almerienses Caracterfsticas generales de las teorfas semidticas de la poesfa hasta ahora resefiadas son su estrecha relaci6n con la lingilfstica y su limitaci6n al texto o al c6digo que rige los mecanismos textuales de creaciOn de sentido. Aunque pueda encontrarse una alusi6n al autor o al receptor, es el mensaje el centro de sus preocupaciones. Son modelos de la poesfa claramente vinculados al estructuralismo. No son modelos del funcionamiento de la poesfa en el acto de comunicaci6n: pocas referencias directas se encontraran al emisor 0 al receptor. i De cardcter también principalmente estructural es la teorfa semidtica de I, Lotman, tal y como queda expuesta en su Estructura del texto artistico. A ‘Lotman le interesa la descripcién de las estructuras del arte, que funciona, lo mismo que el lenguaje, como un sistema que sirve alos fines de la comunica- cin, es decir, un sistema que utiliza signos, que van ordenados de manera particular. Al mismo tiempo, el arte se caracteriza por ser un sistema modelizante secundario, es decir, un sistema de comunicaci6n que se constru- ye segiin el tipo de sistema que constituye la lengua natural. Y esto porque la conciencia del hombre es, ante todo, una conciencia lingtifstica. “Asf, el arte -dice Lotman- puede describirse como un lenguaje secundario y la obra de arte, como un texto en este lenguaje.” ° Por lo que se refiere a la poesfa, est4 claro que la eleccién de este género supone la eleccién de un lenguaje, en sentido semiético, y esto justifica la identificacién de una semidtica de la poesia, Dice Lotman: “La eleccién por el escritor de un género, de un estilo o de una tendencia artfstica determinados es también la elecci6n del lenguaje en el que prevé hablar al lector.” © Caracterfstica esencial de los signos art{sticos es que no son convencio- nales, como en la lengua natural -al menos tal como los sentimos hoy y prescinndiendo del posible origen onomatopéyico, motivado, del signo, tal como se plantea en el Crdtilo de Plat6n-, sino que tienen un cardcter icénico, 9. Vid. La structure du texte artistique, pig. 37. 10, Ibidem, pig. 48. 82 Introduccién a la Semistica es decir, estén construidos segtin el principio de una dependencia entre la expresi6n y el contenido. Se semantiza, se carga de significado todo. Todo funciona como signo, como elementos del signo acabado que es el texto 1. Dejamos aparte otros interesantfsimos aspectos de la teorfa general de la semiética del arte lotmaniana, para centramos en lo que se refiere ala semidtica especffica de la poesfa. El texto artistico (y poético) se construye seguin dos ejes: el paradigmatico y el sintagmatico. Estos dos ejes son paralelos y se explican a partir de las dos operaciones que realiza quien produce (0 genera, en términos ms técnicos) una frase en unalenguanatural: elige, de un conjunto de elementos, de un paradigma, ‘uno, que es el que emplea en la construcci6n lingiifstica; combina las palabras en sintagmas, en cadenas, ajustandose a sus relaciones seméntica y gramatical. El texto artistico, y esta es una peculiaridad del arte, tiende, ademas -segiin explicé Jakobson-, a hacer una proyeccién del paradigma en el sintagma, es decir, una proyeccién de los elementos equivalentes en la manifestacién textual. ‘La consecuencia es que se repiten elementos semejantes 0 iguales, y esto es lo que se llama ritmo precisamente. Dice Lotman: “Asf, el texto artfstico se construye sobre la base de dos tipos de relaciones: la cooposicién de elementos equivalentes repetitivos y la cooposicién de elementos vecinos (no equivalentes). /.../ Todos los elementos del texto se hacen equivalentes. Es el principio de la repeticion, del ritmo.” # Segiin se desprende de las palabras de Lotman, junto al ritmo -manifesta- cién del paradigmaen el texto- est4 la oposicion de elementos vecinos. Ejemplo tfpico de la oposicién sintagmitica en la poesfa son los tropos (y en especial la met4fora), pues la metéfora surge de la supresin, en poesfa, de ciertas restric- ciones de combinacién entre elementos léxicos en la lengua natural. Sdlo en poesfa puede hablarse de rfo vertical o rlo morado, como hace Pablo Nerudaen Jos siguientes versos: atatides subiendo el rfo vertical de los muertos, el rfo morado. 11, Ibidem, pigs. 52-53. 12. Ibidem, pég. 129. 83 Instinuto de Estudios Almerienses La semidtica del texto poético, pues, estudiaré el eje paradigmdtico y el sintagmitico. Y esto es lo que hace Lotman en su espléndido trabajo, del que destaco especialmente el largo capitulo VI consagrado al andlisis del ritmo en. el verso. Se comprobaré, allf, a enorme capacidad que los fenémenos ritmicos tienen alahora de producir y transmitir significados poéticos. Hay enestaparte un verdadero tratado de métrica poética, es decir, de métrica en relacién con el significado de la poesfa, de métrica como marco de creacién de sentidos potticos. No pretendo resumir un libro de la riqueza del de Lotman, solamente he querido mostrar las grandes Iineas de las que parte para la construcci6n de la semidtica poética, No hay duda del car4cter semidtico de su enfoque, por cuanto que trata del estudio de la creacién y transmisién de sentidos poéticos basdndose en el estudio del sistema artfstico, que se estructura como un lenguaje. Iv De lo hasta aquf dicho a propésito de distintos planteamientos en el estudio de la semiosis poética, del proceso de creacién de sentidos poéticos, podemos trazar unas Ifneas constantes en los estudios, que pueden damos una idea delo que esla semidtica dela poesfa, a pesar de la disparidad de posiciones y de la carencia de un concepto unfvoco de semiética. Esta falta de dogmas metodolégicos marcaba nuestro punto de partida. A pesar dela frustracion que elusodel tecnicismo“semiética” pueda produciren el principianteno avisado, hay, sin embargo, ciertas constantes con las que, apoyéndonos en el examen anterior, podemos hacer la siguiente enumeraci@n: 1,-1a lingtifstica inspira el estudio de la poesfa, y la semidtica poética utiliza como conceptos basicos los de signo (y los con él relacionados de forma, sustancia, expresidn y conteni- do), paradigma y sintagma, denotacién y connotacién, por citar los més Hamativos; 2.- el modelo del signo lingufstico sirve casi siempre de marco de organizacién de los estudios de la poesfa, en los que se suele distinguirunplano de la expresi6n y un plano del contenido, o un significante y un significado como ejes organizadores de todo el andlisis; 3.- como lenguaje especial, es decir, como semi6tica o sistema semi6tico peculiar, la poesfa se caracteriza por ser el poema un signo complejo en el que se da una estrecha dependencia, un isomorfismo, entre significante y significado oexpresi6n y contenido; el signo pottico, se dice, est4 motivado, es icénico, es decir, establece una relacién de 84 Introducci6n aa Semistica semejanza entre el signo y la cosa designada, lo que significa; y por eso, a todo, en poesfa, se le busca un significado. Estas son, me parece, caracteristicas de la poesfa como lenguaje, como semiética, que se desprenden de los modelos examinados. Modelos que, repito, pueden calificarse de estructurales, y tienen en comtin una estrecha dependencia de la lingiifstica europea formulada por Saussure y Hjelmslev. Entiéndase esta calificaci6n en su voluntad generalizadora, obligada, por tanto, a prescindir de matices, necesarios, sin duda, cuando se examinan minuciosamente e indivi- dualmente los modelos. vi Pero hay otra importantfsima orientacién semistica, cuyos or{genes son americanos, que organiza de manera peculiar el estudio de los procesos de significacion. Que esta semiética, o alguna de sus partes, es la hegeménica hoy en los estudios literarios, se comprobaré al final. Antes, los datos imprescindi- bles, que pueden encontrarse magnfficamente sintetizados en la reciente obra de Ja profesora Carmen Bobes Naves, La semiologia. EI rico pensamiento del filésofo norteamericano Charles Sanders Peirce (1839-1914) es punto de partida de muy numerosas exégesis con vistas ala construccién de una teorfa semidtica general. Su definicién de signo, y las clases del mismo (icono, fndice y simbolo), son conceptos de la teorfa de Peirce que se prestan a una continua reflexién y comentario con la finalidad de utilizarlos en los modelos de las semidticas de objetos particulares. Para comprender la direcci6n filos6fica y la amplitud del campo de su teorfa, solamente reproduzco la definicién de semidtica que da Peirce: “doctrina de la naturaleza esencial y las variedades fundamentales de semiosis posibles.” LY qué es la semiosis? “una acci6n o influencia que es o implica la cooperacién de tres Sujetos, tales como un signo, su objeto y su interpretante, no siendo esta influencia tri-relativa reductible de ninguna manera a acciones entre parejas.” 13, Vid. écrits sur le signe, pags. 135 y 133. Ver un comentario de esta definicién en U. Eco, Tratado de semidtica general, pigs. 45-47. 85 Instituto de Estudios Almerienses La vocaci6n de ciencia general, o teorfa general de las ciencias, que tiene la semistica, es sefialada por Charles Morris‘. Pero mAs nos interesa en este momento indicar la vinculacién de su division de la semi6tica en sintaxis, seméntica y pragmitica, con la teorfa de Peirce. Enla misma lfnea del filésofo norteamericano, Ch. Morris lama semiosis, objeto de estudio dela semiética, “al proceso en el que algo funciona como signo.”” En este funcionamiento, lo mismo que habfa hecho Peirce, sefiala Morris laimplicaciéndelos siguientes términos: un veh{culo del signo, un designatum, un interpretante, y puede afiadirse un intérprete. Por ejemplo: en el caso del perro que al ofr un sonido determinado caza conejos, tenemos un proceso en que algo funciona como signo, tenemos semiosis, objeto de la semidtica. Veamos los términos de este proceso especifico: el sonido concreto es el vehiculo del signo (S), el significado de “‘cazar conejos” es el designatum (D), y la conducta que responde a esa accién es el interpretante (1); los intérpretes son los agentes del proceso, los usuarios de los signos. ** Pueden establecerse relaciones diddicas, es decir, relaciones entre dos de los tres elementos que constituyen la relacién triddica de la semiosis, del funcionamiento del signo, tal como acaba de describirse: vehfculo del signo, designatum e intérprete '*. Y asf tendremos: la relaci6n del signo con los objetos a los que puede aplicarse, relaci6n que amamos semdntica; 0 la relaci6n de los signos con los intérpretes, que llamamos pragmdtica. Hay que 14 Vid. Fundamentos de la teorta de los signos, pig. 54. 15, Ibidem, pags. 55-56. 16, Noesté claramente definida la naturaleza del intérprete, porque en un momento se refiere alos agentes del proceso, que son res (designatum, interpretantey vehiculo del signo),y bwego cl interpretante desaparece para colocar en su lugar al intérprete, en sentido ya de usuario, Y sobre esta sustitucién (0 desaparicién) del interpretante, se construyen las oposiciones diédicas que dan lugar a la sintaxis, a la seméntica y a la pragmitica. Carmen Bobes Naves (La semiologia, pg. 99) deja entrever el problema, y sefiala dos definiciones de pragmética en Morris. Puede encontrarse una clara definicién de los conceptos fundamentales de la semiticade Ch. Morris,en A. Yllera, Estilistica, poéticay semidtica literaria, pigs. 124-125. Tomés Albaladejo (Teoria de los mundos posibles ymacroestructura narrativa, pigs. 16-17) entiende la pragmética como relaciones entre emisor, productor, receptor, signo, y afiade el contexto de comunicacién, Entiende, pues, Albaladejo por intérpretes en Morris a los agentes del proceso semistico (emisor, receptor y signo). 86 Introduccién a la Semistica afiadir, segtin Momris, “la relaci6n formal de los signos entre sf”, que constituye Ja dimensi6n sintdctica o sintaxis de la semiosis.!” Todo lenguaje, todo sistema de signos es susceptible de ser considerado en estos tres niveles o dimensiones. De hecho, 1a semidtica literaria utiliza frecuentemente esta estratificaci6n. Por no poner més que algunos ejemplos cercanos, véanse los trabajos de la profesora Carmen Bobes Naves, que siempre ha tenido en cuenta esta division en sus estudios semiolégicos de la poesfa ola novela. Pronto nos referiremos a su semidtica de la poesfa, Puede verse, igualmente, el capftulo primero del libro del profesor Tom4s Albaladejo Mayordomo, Teorfa de los mundos posibles y macroestructura narrativa, donde estén claramente explicados el cardcter de la semiética (especialidad de la semi6tica lingiifstica) y las tres dimensiones de su estudio: sintdctica, sem4ntica-extensional y pragmética, de las que la primera se centra enel texto y las otras dos enel contexto, pero siempre tomandola manifestacién ligiifstica textual como punto obligado de referencia, pues es el objeto con el que tiene que vérselas el andlisis. Ya sabemos, por las palabras de la profesora Carmen Bobes citadas hace un rato, que es ut6pico un reparto tajante de tareas entre estas ramas de la semidtica, ya que se refiere a dimensiones del signo que se dan conjuntamente en su uso. A la misma interrelaci6n de los tres aspectos en la realidad del texto concreto, se ha referido igualmente el profesor Tomés Albaladejo"*. No nos puede extrafiar, entonces, que puesto que la pragmatica estudia el contexto de comunicacién y las relaciones de los elementos en la comunicacién, se haya pretendido que la semiética no es mds que pragmatica 9, Esto 3e debe al auge actual de la pragmtica, parte de la semidtica que, después de los grandes avances de la sint4ctica y la semAnticadebidos al inmanentismo. estructuralista, conoce el protagonismo de los estudios literarios, en clara Superacién del estructuralismo, * Pero téngase en cuenta, también, que la 17. El distinto cardcter de cada una de estas dimensiones queda perfectamente aclarado con la.utilizacién de los términos que se refieren a estas relaciones: implicar (sintaxis), designar y denotar (scméntica) y expresar (pragmética) (vid. Fundamentos de la teorta de los signos, &g. 59). Estas denominaciones aclaran mucho el cariicter de cada una de las partes de la semi6tica, Aclara mucho también el caricter de estas dimensiones el paralelo que establece entre cada una de ellas y una concepcién del lenguaje. La sintaxis se asocia con la concepcién formalista (que ve el lenguaje como un sistema axiomético); 1a seméntica, con la concepcién empirista (necesidad de una relacién de los signos con los objetos), y la pragmiética, con la concepcién pragmatista del lenguaje (interesada en considerarlo como una actividad comunicativa, de origen y naturaleza sociales) (Ibidem, pag. 62). 18. Vid. Teor‘a de los mundos posibles y macroestructura narrativa, pig. 24, 19, Vid, Carmen Bobes Naves, La semiologia, pig. 99. 20, Ibidem, pig. 100. 87 Instimto de Estudios Almerienses semiética literaria no desprecia los logros conseguidos en el conocimiente dela structura textual, o del carécter ficcional del texto, por trabajos que vienen haciéndose desde hace mucho tiempo. Integra, por el contrario, todas estas investigaciones en un modelo semiético de la obra literaria. No vamos a seguir ahora en la discusién teérica de las caracterfsticas de la semi6tica literaria que se fundaenel modelo de Ch. Morris. Porel contrario, para hacernos una idea de qué es la semiética de la poes{a dentro de esta corriente tedrica, ilustraremos con algtin ejemplo el tipo de trabajos que se dan en la sintaxis, en la seméntica y en la pragmatica de la teorfa de la semiosis postica. A la sintaxis de la semiética poética, que, recordemos, estudia la relacién de los signos entre sf, se adscriben investigaciones que ilustran el principio de estética de 1a poesfa enunciado yaen tiempos del formalismo ruso y que consiste encomprobarc6moenlapoesfa se tiende al acercamiento de unidades, sean éstas seménticas (paralelismos, met4foras, por ejemplo) oeuf6nicas (rimaoaliteraci6n, por ejemplo) #4. Se trata ni m4s ni menos que del principio de repeticién, del ritmo, en sentido amplio, de que hablaba I. Lotman, segiin sabemos. En poesfa, la organizaci6n de los signos tiende a la repetici6n y a que esta repetici6n sea significativa. La famosa teorfa de Samuel R. Levin a propdsito de los emparejamientos, y las investigaciones a que da lugar, noes més que un camino hacia el estudio de la sintaxis semitica de la poesfa*. Recordemos que, segin Levin, las relaciones sint4cticas son productoras de relaciones seménticas y fOnicas, con lo que el texto, en su manifestacin lingiifstica, se ve cargado de significado y de cohesién. Veamos, por ejemplo, el poema de Jorge Guillén titulado Sol con frio, de su obra Cantico: Sol con frio Se derrama un aire juvenil Una brisa de frio. ‘Mis juvenil ain, Jovial, Resbala el frfo sobre el sol mientras yo corro, A través de clarfsima frescura Con limpidez en creaci6n me embriago. 21. Vid. Roman Jakobson, Questions de poétique, pig. 21. 22. Vid. S. R. Levin, Estructuras lingiifsticas en la poesia. 88 Introduccién a la Semistica La inteligencia es ya felicidad, Bocanada de gracia Como un frfo de luz que se respira. En los dos primeros versos, “un aire juvenil”, y “una brisa de frfo” son sintagmas que estanen posiciones comparables respecto de “se derrama”, pues desempefian idéntica funcién con relacién al mismo nticleo. Es evidente el parentesco semitico entre aire y brisa. Por lo demés, los versos 3 y 4 (Mas Juvenil ain, | jovial) no hacen més que insistir en el significado del adjetivo Jjuvenil del verso primero. Repeticién, pues, de unidades, que produce un ritmo. poético. En general, todos los hechos de estilo que tradicionalmente se diferencian enlos estudios centrados en el texto son clasificables en a sintaxis poética. Por ejemplo: paronomasia, isotopfas fonéticas -es decir, repeticién de sonidos iguales-, enumeraciones, paralelismos, isotopfas de contenido -es decir, repeticiones de significados iguales-, metéforas, son algunos de los procedi- mientos semidticos (de creacién de sentido) que tienen interés para la sintaxis poética, Por poner otro ejemplo, obsérvese el primero y el ultimo verso del poema de Nicanor Parra. Hay allf una evidente voluntad de forma estética en la disposicién cruzada, invertida, enel quiasmo: Poco apoco/1/me fui quedando solo /2/ /| Fuime quedando solo /2/ poco a poco /1/. Simbélicamente parece significarse 1a circularidad, terminando por donde se habfa empezado, con lo que el poema representa su propia finitud. Como hecho de sintaxis poética de enorme poder significativo, hay que considerar la métrica. El verso, en efecto, supone la imposicién en el texto de un esquema fijo en el que todos los elementos lingiifsticos son susceptibles de sufrir transformaciones. Piénsese en la influencia que el ritmo tiene en el significado de la palabra; el hecho de que el ritmo ponga en relacién dos palabras por estar rimando, por ejemplo, hace que se hable del significado de lasmismas en términos de pobre (ripios) orico (rimas raras y poco frecuentes). Aestos aspectos de la métrica en relacién con el lenguaje poético he dedicado un trabajo, Métrica y poética, que me permite no extenderme més en este momento, 89 Instituto de Estudios Almerienses Queda claro, me parece, el tipo de cuestiones por el que se interesa la sintaxis de la semidtica de la poesfa, cuando estudia la relacién de los signos entre sf. En lo que atafie a la poesfa, la sem4ntica semidtica -que estudia, recordemos, las relaciones del signo con el objeto al que se refiere- suele observar la ambigiiedad, la polivalencia significativa de los elementos del texto poético, o la falta de referencia exterior del mismo, lo que se inserta en el problema general dela ficcionalidad, dela adecuaci6n del texto ala realidad, de su grado de verosimilitud. Hay un estudio de Michael Riffaterre, titulado “Sémantique du po’me”, que centra perfectamente, en mi opinién, los problemas de seméntica poética, la manera en que el poema crea la ilusi6n de realidad por medio de procedi- mientos tales como la acumulaci6n de construcciones -en tal acumulacién, el sentido de una de las construcciones suele impregnar al de las otras-. La funci6n referencial en poesfa, segtin Riffaterre, se ejerce de manera horizontal, de significante en significante; el lector percibe que ciertos significantes son variantes de una misma estructura. Pero veamos, mejor, un ejemplo de andlisis del aspecto semAntico de la poesfa. Con esta finalidad, reproduzce las palabras de la profesora Carmen. Bobes Naves en que sintetiza los resultados de su estudio de la seméntica del poema de Jorge Guillén, Sol confrio. Después de un anilisis detalladfsimo del significado “realista” del poema (las dos primeras estrofas son una fotograffa directa, realista, que sirve de ambiente a ia creacién del poeta),™ observa la comentarista la novedad de la uni6n de “sol” y “frfo” en la poesfa espafiola, y la de la asociaci6n de felicidad e inteligencia, y afirma: “GOnicamente queremos afiadir que el mensaje que transmite este poema no es verificable: la lengua no est4 utilizada como representacién de algo exterior, es un mensaje aut6nomo que s6lo se verifica en su coherencia intema, en un sistema semidtico nuevo: el de los signos 23, Vid. La production du texte, pigs. 29-44. 24, Podrfa entenderse también el poema, no como la recreacién de un ambiente realista, sino como una comparacién, sugerida por una vivencia real o imaginativa, entre su forma de crear y la atmésfera de un claro y frio invierno castellano; o entre Ia sensacién que experimenta en tales dias y la que experimenta en su crcacién; o entre la inteligencia més fria y el mfs frio y nitido sol invernal. Son todos estos aspectos de la misma idea, muy de acuerdo, por otra Parte, con el carécter intelectual normalmente atribuido a la poesia de Guillén, 90 literarios. El sentido que pueden tener las frases y el conjunto de Sol con frlo se verifica tnicamente en la unidad significativa que es el poema completo, y éste en el conjunto dela obra, en Cdntico, El sol, la brisa, el frfo, la frescura ... no tienen el valor seméntico que tienen habitualmen- te, son simbolos de actitudes 0 procesos poéticos. El poeta no nos habla de un tiempo atmosférico frfo, con sol, nos habla de un ambiente para la creacién poética, y los simbolos podrfan ser otros, por ejemplo, la nieve, Ja mafiana ...”*, Nos queda referimos ala pragmatica de la poesfa, al estudio delasrelaciones entre el signopoéticoy susintérpretes, sus agentes ousuarios. {Qué actitudtienen el emisor y el receptor del poema en el acto de comunicacién poética? En qué condiciones se dadichacomunicacién? Laimponente complejidadeimportancia de estas preguntas justificael quela pragmatica pretenda, segiin hemosinsinuado antes, no slo erigirse en rama protagonista de la semitica, que hoy yaloes, sino en representante exclusiva de la misma, hasta el punto de que todo lo semi6tico sea ahora ya nada mas que pragmitico. Ahora se trata inicamente deilustrarqué tipo deinvestigaciones llevaacabo Ja pragmatica, y es lo que voy a hacer refiriéndome brevemente a uno de los instrumentos que més se utiliza en el estudio de este aspecto de la semitica: la teorfa de los actos de lenguaje. En un trabajo publicado en 1981 estudié las relaciones de la literatura y los actos de lenguaje **, La teorfa de los actos de lenguaje nace en la filosoffa anal{tica de Oxford, y su m4ximo representante es ILL. Austin. El interés de esta filosofia se dirige al conocimiento de las reglas que gobieman el uso lingiifstico en una unidad de comunicacién, de intercambio lingitfstico, que es 1o que se lama acto de lenguaje. Un acto de lenguaje, por ejemplo, es “afirmar”, “ordenar”, “preguntar”, “prometer”, ... y es esencial que se apliquen ciertas reglas para que el acto lingiifstico se cumpla satisfactoriamen- te. Por ejemplo, que los intervinientes actien sinceramente. Por lo que se refiere a la poesfa, hay un trabajo de Samuel R. Levin” que centra perfectamente la cuestiGn. La pregunta es: ,qué clase de acto ligiifstico se lleva a cabo cuando se produce un poema? La respuesta es: un acto de una 2S, Vid. Gramética de “Céntico” (Anélisis semiolégico), pég. 143. 26. Vid. “Literatura y actos de lenguaje”. 27. Vid. “Concerning what kind of speech act a poem is”, 91 Instituto de Estudios Almerienses clase especial que solamente ser4 comprensible si se supone como punto de partida implfcito una frase en la que el autor dice: “Yome imaginoam{mismo en, y te invito a ti a concebir, un mundo en el que (yo te digo, pregunto, muego . De esta manera, el autor entra en un mundo en el que las condiciones de exigencia nomales de la verdad quedan en suspenso, invitén- dose igualmente al lector a que adquiera la fe poética y renuncie a la incredulidad ante ciertos hechos que se le van a presentar en el poema. El poema es, pues, un acto de lenguaje imaginativo en el que se reproducen actos de lenguaje de la vida normal (por ejemplo, una invitaci6n, una oraci6n, una lamentaci6n, ...); pero, al mismo tiempo, tiene sus reglas, que loidentifican como acto literario, En poesfa, porejemplo, las propiedades mas externas de]amanifestacién textual (porejemplo, el verso) son indices seguros de la marca de literario que tiene el acto que se va a llevar a cabo. La pragmatica no puede agotarse en el estudio de la poesfa como acto de Jenguaje, pues los aspectos contextuales de la literatura incluyen la atenci6n al proceso de lectura -para lo que la conocida estética de la recepcion seré de gran ayuda-, o el interés por 1a manera en que el texto se inserta en la historia, sobre todo a través del diélogo implfcito mantenido con otros textos enel muy conocido fenémeno de la intertextualidad o el dialogismo bajtiniano. Pero nose trata de hacer ni siquiera un fndice de cuestiones que interesan ala semi6tica de la poesfa, si es que tal indice es factible. Porque la semiotica, estudio de los procesos de creacién de sentido, aspira a ser la teorfa general del texto literario, y consiguientemente le interesa e intenta integrar todo lo que tiene que ver con el poema como objeto, como signo, de la actividad poética. 28, El carécter irreal, imaginativo, de la lirica es una nota frecuentemente sefialada. Pricticamente al azar, me encuentro en H. -R. Jauss afirmaciones como las siguientes: “Actualmente estoy dispuesto a admitir/.../que la lirice antigua y 1a moderna /../ tienen, con todo, algo en comiin: el que, en ambos casos, la expectativa no se dirige al reconocimicnto de una realidad represenntada y que se conoce ose ha vivido, sino alamanifestacién de aquello que es diferente al mundo de nuestra experiencia cotidiana”. Y un poco més abajo sefiala que “la experiencia de la cotidiana ¢ histérica”, Vid. Experiencia estética y hermenéutica literaria, pigs. 380. 92 Introduccién ala Semiética REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ALBALADEJOMA YORDOMO, Tomas: Teorfa de los mundos posibles ymacroestructura narrativa, Alicante, Universidad, 1986. BOBES NAVES, Carmen: Gramdtica de Céntico". (Andlisis semioldgico). Barcelona, Planeta 1975. —— La semiologta. Madrid, Sintesis, 1989. DOMINGUEZ CAPARROS, José; “Literatura y actos de lenguaje”, en Anuario de Letras (México), XIX (1981), pags. 87-132. (También recogido en José Antonio Mayoral (e4.), pags. 83-121.) Mérrica y pottica, Madrid, UNED, 1988. Critica literaria. Madrid, UNED, 1989, 2" ed. ECO, Umberto: Tratado de semidtica general. Barcelona, Lumen, 1977. GARRIDO GALLARDO, Miguel Angel: Estudios de semidtica literaria, Madrid. C.S.C., 1982. (ed): Ensayos de semidtica poética. Barcelona, Planeta, 1976. GREIMAS, A. -J., y COURTES, J.: Sémiotique. Dictionnaire raisonné de Ia théorie du langage. Paris, Hachette, 1979. (Trad. cast. Madrid, Gredos). 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