Conviene que seamos generosos con todo el mundo, en la
medida de nuestras fuerzas, pues con frecuencia necesitamos la ayuda de alguien ms dbil que nosotros De esta verdad dar fe la fbula siguiente: Un da que sali un ratoncillo de su agujero, muy aturdido, fue a caer entre las garras de un len. El len, rey de los animales, se mostr muy generoso y decidi no comerle y perdonarle la vida. Pero aquella generosidad no haba sido gratuita, y el len haba visto en el insignificante ratn a un importante aliado. Aquel fiero animal, haba cado en unas redes de las cuales no poda escapar, y de nada le servan sus rugidos y sus temibles garras. En cambio, el ratoncillo qu bien se mova entre las redes! De este modo, trabaj a fondo con sus minsculos dientes hasta roer la malla, y conseguir devolverle el favor al len de perdonarle la vida, desarmndole todos los nudos de la malla. Y es queconsigue ms la paciencia y el tiempo, que la ira y la fuerza bruta