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LA REVOLUCION DEMOCRATICA DE 1952 Y LAS TENDENCIAS SOCIOLOGICAS EMERGENTES (*) * Poncacia presntad Ievide a eabo en jlo de 1974 1 Congo Lainoamericto de Socionin iudad de San José, Costa Ric, del al 12d D dunce BP yresles 4 SE ee fobleann 4 le YariTudnves 4 le hesiided i 4 Seurt $6 ¢ , f Be (site olgrequicn => douden & z : L>? Gel cept {sob ue te LK wie) a Reve be peter Seas we. 23 AEE nd eKUSTe Scho Cowan . 22 Ren tence , EX con gun B gi Sed Re Welw (Ada pen 1 ig Jerte Belted Cavs TAGs eR Pees HESTEN Wo O~rendetes Fy ae AS yeales fe exeryiiv y cre 2 ai Ne hoy uncon ote cS. Ft “eo 7 Qve Chambre ta ch tatenks Let it he 27 * Mi a! Be git.) Rovere Le iets ro anon to Bat i de LmApeviniie wns WEKORS pilot o! OM) hegemmraie imine y ow pore poli Z a exe Ora lech Vt pou ee" 1. INTRODUCCION El obsticulo sistematico de una sociodad atrasada se rai- «a en un momento esencial: su propio conjunto de determina: 8 ciones Ia hacs incapaz de volver sobre_si_misma, ls pase itivas aqui son como luna prolongaciin del desconocimiento de esas determinaciones, las compensaciones son el principio y el fin de todos sus modos de conciencia y,en general, se puede decir que es una sO- ciedad que carece de capacidad de autoconocimiento, que no Gene fos datos més pobres de ba deseribirse. Con rela- ci6n a su propio ojo tedrico esta sociedad se vuelve un notimeno, Puesto que los fendmenos sociales no se muestran sino ‘como objetos crréticos de un sujeto que o no esté ahi o mo sabe {que le pertenece el papel de sujeto, para construir esa unidad de accién que ¢s la confusidn sujeto-objeto, puesto que los he~ chos no son sentables ni delimitables_y que, por consi- Quienie no se puede claborar_cl continuum concreto- represen va-concreto de Td /Sociolégico, por consiguiente, ‘conduce aqui a que lo que se pueda producir de inteligencia so- cial se entregue a la construccién de un movimiento voluntaris- ta. La colocacién misma del sujeto sociokbgico intelectual est dada de un. AO, ‘Sino nocery hasta su propia actividad no es ino una acenivae fa torsidn general. No en balde, en la historia de las ideas ‘social inoamericanas, sus momentos més lticidos son _aquéllos en Jos que su intcligencia se subleva contra el vasallaje ‘consagrado de las ideas europeas, en un arranque autonémico ‘que seria bérturo si noconllevara el supuesto-de qué la importa- ign de tales supvestor que se proclamatan universes, como toda idea ocasional en el decurso del pais central, acurmalaban 19 noe A ged rst ods reyes ee ase’, gitar hr20r yen ee tas imposibitidades de auoconocimieno y retorian aun més ie ee Aestas alturas es totalmente obvio que, icipal con: cia clog el nosionm ones ae y tudo dea crisis nacional senza como método dz conociiss- e-unia formacién econémicy-social atrasada, Es seguro que Tos idedingcs de Ta clase obrers de exe momento, es deci. los ‘portadores de la fusién enue la colocacién estructural de la clase ¥ 30 insiame de rewelacn, tnian ya, adouindo elconcep. to de que cl marxismo como tal se seficre al_andlisis de las situaciones concretas;pere, por cero, es diffi que conoc=rant Sve ee nin ca gues lana de la totalidad a prielpal da er stuacde cs deci. de Su aslamier comp calegoria sintética. de soncsimisnto de.Ja lolalidad social. Fuc el movimiento de la formaciin econdmico-social lo que pidid el tuso de un método que no estaba conscientemente insertado en. nadie, sofa es aces ca a.m. scar io +a, por comsigun, la cisis alcanza ala universalidad de los sujetos del Smbito de a crisis, es decir, todo el alcance Politico-prdctico de la sociedad y no solamente a los grupos in- tegrados a les indicadores por cierto voldtiles que se usan co- ‘munmente para medir la panicipacién, ‘Lo mismo que los individuos con relacién a su aconteci- miento culminante que es su muerte natural, hecho tan flagrante frente al cual no pueden sr sino lo que son, las sociedades no_ 20 "2 [| ion tena deta sociedad, gue Bi $ Payee iexishigeatetotaan Se ER alt Stace tie se” [bivrde pee Regge a dete Craterl OLE h, asisten eee ens vagus ia cies iad de sus mito, la inersia de su auto sea_es la fuerza_material_ de sus clases, ontenidas en la expresién’ politica de su éstauto previo. Lo i WK * ergs Chia ore ~ | __versidn del méiodo histérico que consiste en Ia categoria de la {So mpeg presne yen Mar RCOMdo MD o 5 delasclases y a nde los moxks deprodaccien ques § | Smarimaton i culate is aio Spear . siea'y comiens a lo anerios La crisis, po tab ceTMOW © > ee fiona arses ‘De aqui se derivan las cuestiones 4 Z to social. es decir. de la sibita capacitacién del suieto. que esta I ee peacome ge si a els ee: ’ 4 Spee Iegalmente acentada pero que s6lo ahora se presenta © ' como todo su mimero y, por iltimo, la crisis como escuela, porque sélo Ia clase que se ha| en ese momento conocer To que le ocurte. De otra manera, como es el caso, el “GonocimiTento serd posterior a la perspectiva objetiva del poder. Y¥ como ol poder es, en sttimo término, la unidad entre 1a posi- sh tilidad objetiva y la conciencia subjetiva de esa fF tanto a crisis se convieré en una Sanaa neee ‘mucho pero ha perdido Ia ocasisn. Uiwale necueryeta \ LA MATRIZ DEL 52 ‘Tomamos pues como punto de referencia la crisis na. ‘onal_general_que en_torno a ls inzurreccién popula Jel 9 de abril de 1952. ee ae momento se reconstituyen Jas clases, cada una de lias 1B totalidad dil poder del pals ve loconcenra cn wa media que. no Gene todo et lo ulteriee del proceso. En todo caso, con lo que. esto tiene de necesariamente. provisional, es por estas razones que estudiar las actuales ten- dencias socioldgicas que se dan en Bolivia es algo que debe ha- cerse a partir de ese momento, La desigualdad basica del de- sarrollo ideolégico es algo que conviene tener en cuenta. ‘Assign ol borenaie de ieibilided sos dado: pox el sto 52, 9 embargo lo que all no aparecia sing como un matiz, puede ‘anlecedentes en toda la vida republicana, Se estd entonces ante gina en blanco. Como no hay ejército, por ejemplo, se pucde decidir si debe existir uno o no y cual es la forma que ‘debe adoptar. Pues las iniluencias regionales clisicas no pesan ‘en el nuevo poder, se puede resolver dénde se intensifican los ‘esfuerzos de inversién para el desarrollo de la economia, etc, ‘Configura todo cllo un momento de disponibilidad general pero ello condicionado por dos aspectos o niicleos de atencion en el anilisis. que no pueden ser horraos: primero, que la propia dis cexistenieo zea que la continuidad de un mismo proceso capita- lista puede contener varias revoluciones burguesas y no una sola o sea fnvevaclase burguesa destruye y Sustituye a Ratee bean cmid mee Gee ares nario, que esid ademis confirmado por su tipo de alianzas, lo cual ¢s posible, Ja. modatdad regresiva ala en el s solamente entre las clases del pacto rev sino aun en 0 revolucignario sino aun en, ‘su extensidn hacia las contradicciones dentro del nticleo que no censor cool tonesdendel ile 2D cisivas para sefalar la manera de el bloque anterior, que impide la. elseno segundo, que atcameee Scinsala en el sen de-a revolucion hurguesa iriunfante, no_ verse ya en foma.cs decir, cuerpo bien delineado, en 1974, asi como Jo que pudier parecer una squisicin invalnerabTe de oo momento, la libertad de las clases en el seno del Estado de- mocratico, por ejemplo, puede extinguirse y hasta la propia clase, la ver que acumlar ss formas de conciencia, puede re- 5 Sarge COMO THEW Esiado en lasuia’ * 9" acon. atrasado, We a” tico de las masas, bajo la dominaci¢n is: _mo. La" piéiehicia sémi-colcnial de los norteamericanos en el aparato represivo del mevo Estado es un dato impactante de + la modemizacién de ese aspecto represivo. Los mecanismos de 3.2 F mediacin. sobreviven todavia, pero el concepio ico de 5 > mediaciGn esté siendo répidamente sustituido por el de control { cslalal auptura politica entre la busocracia civil y el prole “2 teiad minero, ane uh momentineament asada, es moni © daporla imeligencia imperialista y facilita la emergencia de es- %) tas fases conservadoras def nuevo aparai, 4) Fase militar-burguesa. La burguesia ya se ha reconsti- ‘f luldo como clase es deci, se ha constituido como clase politica en su nueva extensién, yla derecha militar se ha ¢ ella, La qediatizacien erel campo es en ciertos: r § ficiemtemente estable gore para que se abandone el pacto mili- -campesino 0 Jos sectores campesinos que se rebelan como |Fesultado del nacimiento de nuevos apetitos democriticos siguen lamisma suerte que in clase obrera 0 sen que se eoree una dita. frontal sobre la clase obrera, ue sigan a Su descontento, Todos los sectores propiamente estata- '« CONDICIONES DEL CAMBIO DE FASE u Desde luego, no ¢s el objeto taxonémico fo que aqut in- teresa sino la adopcin de periieiros de andlisis, Cuando los fenémenos sociales ocurren sobre masas en movimiento no s6lo los codos de muptura_ sino los propios cambios de acen- tuncién no pueden ocurrir sino por medio de golpes de mano 0 ‘mposiciones bruscas desde el lugar social donde se asienta el poder real. En efecto, no se puede concebir, por ejemplo, le sus- timci6n de la fose a) po Tin ques produzca un ote de rao dears ge dat por cl dep 30 ‘miento del ito Tepresivo del Estado de! pueblo en armas al rein etgancady Se wicanninds catieececlseenel aparaio de Estaco burgués: no es ya cl proletariao e! que enca- teza la TevOluCiOn bargutsa sino la burocraci ‘mente, opera como conjunto. Fs un goipe de Estado dado por la ‘burocracia contra el proleariaio. El desberatamienio de las fasos siguientes, como contra implica solamente Ton de hegemontas de las fracciones_dentro_de la burocracia, somo adminisiradora del ‘Poder estatal burgués o de Ia burguesia misma que ensaya su ‘poder directo unificado conira la burocracia y el proletariado, Pero es una li tiva Ce ‘ejemplo, et atl estatuto del 52, en condi- ciones que han suftido sus naturales mutaciones y, en cambio, i burocracia militar intenta restablecer el momento Sefiibona- _parisia, con la consecuencia de ser vencidos aribos. PEFO n6 es ‘in solo proyecto el que se derrumba sino dos: s6lo la derroia tos une, cada uno es vencido en su propio propésita!”. 6. LA TEORIA DE LAS ETAPAS ‘La propia discusidn en torno a las primeras fases dentro de la revolucién burguesa, el examen provisional de sus resulta- tos, tiene como cfecto la ereciente diferenciacién entre la wen dencia socioligis ae 5001 ja Para la case obrer, por ejemplo, una pregunta capil era ee a Gen SSSI tor qué ey benim poke en 1952, una hegemonfa automitica, no preconcebida en concreio or madie y por qué se produce Ia pérdida de hegemonia, ‘La prueba de que la clase siente como insuficiente una explicaccn subjeiva de dicha pérdida eid en que sus drgentes, Jos que presuntamente habrian entregado el movimiento de ma- 31 sas, no son desplazados. En una clase menos cautelosa, la di- ‘vision del movimiento otrero habria sido en esa coyuntura un, hecho inevitable, Agu‘, pec cierto, hay una temprana conciencia ‘de que la clase debe moverse siempre como ioda la clase 0 sca ‘de que, como dice el Marificio Comunista, los sectores avan= zailos del protetariado "no tienen intereses que los separen del onjunio del proletariado”, que el proketariedo, en suma, debe vivir como conjunto su propio atraso y su propia cvolucién. La condicién natural es la existencia de la democracia proletaria, 5 decir, Ja democracia dela clase para sf misma, la lucha ‘deoldgica en el interior de la clase. En segundo término, como.derivaciGn, viene lacritica de Ja teoria de las etapas y su consecnencia que es fa asuncién de ta ‘esis de mayoria general. Se sabe de dénde viene, en Bolivia I teorfa de las eta- | | pss. 1.adescripcion mds clara de esta posiciéa sigue siendo has- | lahoy la esbozasta por eltesrico del MNR Walter Guevara en | eiteinecas Menitis g's Elects 65 Avtoaye ais 1g @s la inca ciertamente. Guevara postula alld especiticamente ue la revolucién burgues debia cunplise a plenitud cn e pais ‘para que fuera posible después; seal poste socialis- ta, Guevara, en lo que seri en lo posterior una prictica politica ‘muy generalizada en Bolivia, aplica la jerga y las propias cate- Borias del marxismo a ura postulacién propiamente burguesa; es explicable, por otra pate, que en el mismo Guevara la posi- cin de las etapas lo condajera, en el momento del paso del pro- Jetariado de clase hegeménica a clase complementaria del poder, ‘ postular, con menos rigor aun que en El Manifiest, que la di teccién de Ia revolucién correspond! cclase_media, 32 (0, todos los geztor s En. supueso de ellas al advertir quo el propio desarrollo de la fuerzas productivas, écito en el impacto revolucionaro, convo- ccaba a un desarrollo conjunto, paraleloe intercorrespondiente de la burguesia y el proletariado y que debia hablarse por tant de revolucién nacional Laccitica de 1a tori de las tapas suscita varias conclu ‘siones sumamente ttiles para el conjunto de ideas que designa- ‘mos como saeialogéa de la class obisra. En primer témino que el desconocimiento de las etapas, que ¢s un impulso carac- ‘efistico de masas en las que el caricter espontineo prima 10- eee eee iE sino @ que las elapas se expresen conta claes se exper conta clae ober, en nengea de su capaci ‘poder, En segundo lugar, que las que se considere a la revolucién burguesa misma como una eta ‘Pa, sea que uno considere las ctapas en cl seno de la revoluci burguesa, afronten crisis especiales, deberd ser cada vex més poderosa 0 sea cada ver més diferente de si misma, spate todo ello de la reconstruc de cu eontorn, agregacién clasista y no retrocederd sino excepcionalmente de juisici (una adquisicién sdlo prictica en ‘odo ease; deseubre lo que siempre podia pero, hasta quela clase 1 lo sabe, ¢s como ua potencia encongida. Por eso se lama acumulaci6n de conciencia al descubrimiento 0 reconocimiento 4e una posibilidad otorgada por su colocacién en el procss0 pro- uctivo més su devenir subjetivo). Esto es algo asf como un cambio hacia adelante; estos grupos no se repiten porque se en- riquecen, Pero la burocracia no logra repetirse con éxito, sseuacte, on ve Ga Geeelas B penpeae ‘mediacion, que es vist en la etapa semibonapartista como una necesidad por todos, una vez que las puntas se han acostumbra- do a vivir sin su intermediacién, entonces, ya no se funda sino ‘en una memoria o ea un propésito estatalista sin mayor en- vergadura en su impacto sobre los intereses materiales de Tas 48 clases. Su episodio de retomo tiene por eso esta iragilidad fun- damental. Binzer Torres. Sa aE Fer air eas comin ree tado burgués, aunque-es de hecho la fase de emergencia del Esta- do del 52, cn aquello se manifiesia la contradiccién conc. Los sectores mili jiamente estatalistas (porque en este sector ‘se vive al Estado como un deber patrio), que aspiran a lal reconsiruccign de la fase semi-bonapertista, aunay ‘aja laheyemonia dee burocracia military no deta civil (deta cual, sin embargo, resultan algo asi como un devenir) y los sec- toces militares que estin_ya inconporades, aun en To per gar 7 Tania Ges ci fre ote dour malacién que es la corrupeién desde el aparato estatal, muy amplia en los altos mandos a partir de 1964) a la_nueva_| ay. que se proponea acelerar Ta scumalacin capita- tisia con una diciadura fata sobre las masas, dictadura que, por lo dems, se inserta mejor con el rush anticomunista ‘que vive la regién geopolitica. Asf no obstante, esta tiene en poienci ‘de un modo mucho ms inmit _gfftcito (en lo que se expresa el hecho de que la clase obrera cs @ Ta ver la mis avanzada clase capitalista y sunegadora) y Ia_se- enc discisiones imparinles, sobre todo aquellas que se localizaron en la cuestiGn del método, De alld resulta ¢! estudio de las otras ‘clases como pant del conocimiento de la propia y 1a conciencia de que, mientras el campesinado se prepara para nuevos apetitos 9 |, democrético-burgueses, es decir, para una nueva revolucién de~ | moctitica, el comportamiento de la burocracia esata e 10 es- | pecifico la militar, iende a conformar una alianza con el prole- tariado que-dura hasta el instante mismo en que se toma el ‘poder; en este instante, en efecto, la burocracia recuerda su rcli- | gidn esiatal y aplica la contradiccién Estedo burgués- proletariado, La formidable concuccisn obreraen los hechos de ‘cctubre de 1970,_que_dieron lugaral goBiemo de Torres, Fue la. aplicacin de estas el conocimienio inlerclasista en Bo- livid, | see 14, ESTRATEGIA DE LA BURGUESIA NACIONAL ELsecior csaiaita 0 progresista o nacionalisa del cr- ito, el sector militar de 1s bumcracia ¢statal creada por el MINR, se expresa £2 areal. Mandato tls Euerzas Arma das, con el que sube Ovando y gobiema Torres y en la llamada Estrate lica del desarrollo nacional, Puesto que «Ste segundo es uno de os pocos documentos en los que ha ha- bido infiuencta de las comcates sociologicas continentales s9- _bre una definiciGn boliviana, yale la pena hacer algin hincapié en él Para lacstraicgis: ‘a deperdencia)la marginalidad consituyen los rasgos centrales de nuesrasociedad'™. "No se rata agulsolamente de a subordinactén histérica del pais a otros mds fuertes sino que se apunta al hecho de que (a estructuracién interna de su economia y su vida social y. polltica-ve deriva bisi sides formas‘ ane agnise Kzstot Meee eaten? so Se define a ta marginalidad como "el resultado del ‘srrollo desigual de la sociedad dependiemee, Cada una de tas ‘grandes etapas de cambio de los paises metropolitanos ha gene ado cambios en la organizacin de 1a economia, deta soc ydel Estado en los palses periféricos. Pero como esos cambio} no se hicieron para responder a necesidades internas, en lot paises latinoamericanos se ha producido una situacin en lac se combinan y se integran, en el mismo momento, modos y eles de produccién, de esratificacién y de poder politic correspondientes a etapas dstintas del desarrollo capitalist los tthimos siglos, dando. como resultado un proceso de de serrolio desigual y combinado®S. ‘Ya aqui podemos esbozar algunas observaciones: sistema esiatal-ccondmico--Aqut, en cambio, s¢ apunta com¢ cardcter principal algo que no es sino derivacién del ca principal. Esto mismo de naturaleza de clase, sin embargo, s6lo una manera do aludi a lo que es Ia fisonomia o perfil de I formacién econdmico-social, entendida ella de dos maneras: pri ‘mero, como un proceso, es decir, como formacién econémicd social que atraviesa el tiempo; esto que Hamamos hoy fo cin econémico-social boliviana, con sus grandes vari cespaciales yfisonémicas, sin embargo, no es algo que nace ji to con el mercado mundial ni aparece cuando Iiegan 10s por ‘dores del mercado mundial; en segundo término, como remate q ‘conclusion de ese proceso, caso en el cual, en efecto, nos. samos en la forma de la unidad. es decir, en el modo de la a ccalacién de aquella desigualdad hist6rica acumblada, En am Se eee oe een | ne la dependencia es su rasgo central seria lo mismo que decir st que su “rasgo cenural"en su polilingitismo o su fala de integra- | ‘cién nacional o cualquier otro cardcier zonal de una formacién {ue sin embargo, dete conocese como cojuno. Vamos aver mi ue ello .cémo la propia de- etic deme eat nada por la soviedad que la resibe aunque ‘obyiamente dctermindndola a Ja vez.en el grado en que el tipo de recepeiin lo admie, 2. Noes es fa lucha SoTino eee [ila noe si epee acfnicanehie saci las Dropias luchis de lo sectors oprimidos no podfan moverse ‘sino en los términos dados por la conservacién del sector opre- tor La propia dependent exons en pearl epic porel ino dein cor ei clases aunque es obvio que, hasta que no triunfe la linea de li- ‘qUiTACICn de la dependencia, esio no hace sino condicionar una dependencia que de todas maneras debe suceder. Aquila exter- ‘nizaci6n del andlisis tiende a suprimir o disminuir o eufemizar ta imponanciafundarrental dela uch de claes Este defecto del dngulo o perspectiva es algo decisivo dentro de la Estrategia, cs decir, en su desvalorizacién. En la fase que vivimos en Bolivia, por ejemplo, el “rasgo central” estd dado por la existencia de la revolucin burguesa en el 52, €8 decir, el tipo de sociedad al que dio lugar. Pero la revolucién dad: por el conirario, exist a pes dela dependencia y de la ‘arginalidad, exis conira ambas, Ie: 1no fue resultado de ta dependencia ni resultado de la manginali- desigual_y“combinala. Todas las sociedades 3. Tampoco significa nada decir que una sociedad es lé ‘tiuyendo Tas socialisias, son desiguales y coml interesa en un andlisis es el mc idad y el modo & la combinaciong| eta ee ‘aunque encuadradas como es natural por el modo de produccién nivel mundial, dependen, sin embargo, tanto del proceso de la formacién, es decir, de sus predeterminaciones, como, en lo ac- ‘wal, otra vez, del desarrollo interno de la Iucha entre las clases. 4. En cuanto a la Bolivia como tea Teiterativa a pesar de sus débiles cone: Saati ‘ecenomia (aunque esto mismo —lo del mercadeo— es algo que podria discutirse bas- tante). Pensar que "la impermeabilidad e incomunicacién Ee los diferenies estratos sociales’** es pane de ese carécter (el ras- \ ‘go central) es también ignorar momentos estelares imprescindi- ties des historia del pas La caracerisicn dees histori) oe eee a insurreccién del 52 0 los perfodos de Ovando y Torres, etc, ‘La evoluci6n de Ios hechos hist6ricas habla més bien de perfodos de incomunicacién y periodos de intensa c . EEahn apa ahem ‘5. Aparte de ello, erores de hecho pero muy abultados. Ejemplos: cnencia de las roformas estructurales, sg. la Estrategia) crea ce dciones para la organizacién de laclase obrera’®? es llanamente Gls, Pox ot cota. i. ia ational de las ins | fe te resultado de la onganizacin de la clase obrera 3 obrera, Lo mismo cuanto se dice que "ta descomposicién de la {medals anata posit una primera movizacion del campesinado’®), Es falso otra. ver. Las luchas agrarias en Bolivia son may antiguas y no se puede suprimir de un pluma- 12 por ejemplo la participacion campesina en 1a Guerra Federal ‘de 1899 ni los movimientos mismos posteriores Villarrcel, que fueron pane de la construccién del 52, Otro tanto cuando se dice que “la Revolucin de 1952 ‘jue encabezada en parte por sectores medios (profesionales, ‘naestros, periodistas, empleados, etc). eer eS es ‘brera, que tuvo un rol aplastantemente superior al d¢ todos los smencionados. 15. M. P. DE PUNTA, M. P. DE RESABIO Lastrategia dice que "para la explicacién de la margi- nalidad econémica sorial, la dependencia juega un papel cen- ‘ral en nuestro pais, camo en los demas pals latinoamerica- nos, las relaciones de dominacién a que histéricamente fueron | sometidos, se fueron modificando concomitantemente con las wansformaciones que ocurrian en las economias de los patses desarrollados. Esto significa que, en cada una de las etapas de cambio en las formas de dominacién, se han generado transfor- inacionesen las esiructuras econsmicas, sociales y polidcas de los paises perijéricos, Pero como estas transformaciones se rea- lézaron en forma desarticulada y ademis como las mismas tuvie- ron su origen an fendmanos exégenos a los paises periérices, el resultado fue un proceso de desarrollo desigual en los distin- ios sectores de la economia y en diversas formas de relacién so- tial, ‘anto decde el punn de vista regional como sectorial Ai mismo estas transformaciones no fueron totales en cada etapa, 34 Siempre perduran en los paises periféricos vestigios de formas de produccidn y de retaciones sociales no syperadas sotalmente. Asi se genera una situacidn en lacual se integran en el mismo momento histérico, formas y niveles de produccién, de estrati- ficacién social y de poder politico correspondientes a etapas tisiricas distinias de las relaciones de dependencia’®, Esto es verdad en el mismo senido en que, por ejemplo, 'a prosiuccin pre-feudal se vuelve marginal con relacin ala feudal cuando ella aparece y ésta lo mismo con relaciGn a la ‘roduccisén mercantil simple y asi con el capitalismo, et. Pero ms dice pra ali apa de m uv éginen pd] / tivo es también un modo de disolucién del anterior y por qué \ 80 no ocurre aqui, donde la eternizacidin de las fases predeceso- | rs —en el concepto de ia detinicién que data estrategia— pe- receria sera regia. “Tal sucede porque se presta una momento de Ja la periferia de las fases del capitalism, 5 cen Ta economfa mundial ya existe) y no al ‘modo de recepcidn de esa fase que-es, a juicio. "que da el tono de un tipo a ‘otro de subdesarrollo, Esto se puede decir de otra manera: lo_ ‘eeisivo no ese] modo de produccign que se sitia ena cuspide ae ae ae cea Tur se. j0 mundial, sino cudl es el resabio ° eens ae mnie bait pacibaner aie ese modo de 6a domi i ao. g{ Pero ésia no es Ja visién que desarrollé In Estrategia. Para ella, lo normal es la fase del pais central que Hea a la periferia. Dentro de 050, "perduran” los vestigios © hay rels- cones. “no superadas totalmente” pero como un incidente del 55 episodio central que es la fase que ha Hegado, Perduran mientras 19 hay progreso y el progreso las superard. Nos parece que las Gee ens ie teeters & her bead a sarrollo del capitalismo en Ja India no se cumplicron y ello no fe its de a netlencia glen ino ea nds Os reac narse que tienen las formaciones econémico-sociales que provie- nen de la fase no mundial de la historia, No sGlo que-el sector de spervivecioeaio aes go sgn "no sapere do del * sind que determina la posibilidad o potencia del Sector de punta. Es el resabio el que impide 0 mata ab ovo la Fomialiaod do pacibr askanete Goa varpuoca cas cles 10 como supercolccacisn sino como nacimiento intemo, y es el resabio, por diltimo, ¢l que en general, a nuesiro modo de ver, ‘Sn gE pase a Bettie tol decal apis un pais como Bolivia. ‘Nos parece que tstamos.ante.un quid de cuestién. Si la /[ burguesia no tiene aqui un surgimiento original es porque no race como resultado de la fase auténoma de la formacién econémico-social sino de la fase de la irrupcién del centro sobre Ja parte a la que convertira en periferia. Aun esto empero con su propios reparos. Los mismos conguistadores no pexlian ve- air sino_con to que_eran, es decir, con su propia formacién econémico-social, que no habia completade tampoco su unifica- cin (sie que Espaia la complet jamé) y era ilusorio por ‘anto pensar siquiera en la uniformidad de una fase de la forma- cin en trastado cuando, ademés, la propia complejidad espafiola 10 podin existr aqut ni siquiera como lo que tuviera de feudal, ‘de mercantil o de burgués, omitiendo la resaca 0 resabio de las propias formaciones precolombinss. Sizndo defectuosa, no tenia condiciones ni aun para reproducir su propio défecid: Cuando \ilega a existir la burguesia es porque se la hace existir, es una derivacion de a exisencia de ouas burguestas del mundo y, por |consiguiente, no estamos sélo ante una formacién econdmice- 56 ‘social idicnte sit it fa i dé Info, sors que pregumarsé inclu si.cs.cso una sexta ‘burguesia, pero vamos a dejar la cosa. Por otro lado, no solamente este tipo de capitalismo no lene en os scours prepilin a enamig io que, po. al.conirario, en gran medida se furda en la existencia de dichos) ene ene Chania ‘por ejemplo, Ia oligard Such eas nail rafison bongueta Go cobs lcdrgaco| imponerse sobre el poder politico de la oligarquia latifundista del sur, en la Guerra Federal de principios de siglo, sin apoyars? en el movimiento encabezado por Zérate, el Temible Willka?, Por el otro lado, ;podian el MNR (partido pequetio burgués por! tador de los ideales de la nueva burguesia), y el proletariado im- ‘ponerse sobre el Superestado minero al margen de aquel movi, flowy Canpesio chal Gue5 ui elsv ici pie of visiGn de las haciendas y la reivindicacién de las comunidades? Finalmente, ¢s la misma aplicacién de la ley de Jas for ‘maciones econémico-sociales la te intepretar Ia dife- ‘ecla Ssaoll cpl ene uns y vas ons dees 9 Wilco linoamercanoy también 1a desgualad iterng italista | y no| la teoria de la dependencia, $i el desarrollo capitalista es més, “apelerado en el pols oriental de Bolivia, por ejemplo (en Santa Cruz) se debe aque aqui existen menos resabios que en el sector} cece y, po consign una vercreata una iniaesucte fy ra minima, puede desenvolverse sin mayor resistencia. Lo mis ‘mo en el desarrollo comparado de los paises latinoamericanos.! Aquellos que tienea que afrontar menos resabios son los q estén dispuestos para adquirir un mayor desarrollo | La disposicién de buenos recursos naturales o de una poblaci reviamenic acostunbrada a la preducciGn capitalist pueden see ‘entajas pero no son las decisivas. ;Qué habré ocurtido enton- 7 «es? {Se podrd decir que "las transformaciones que ocurrian en las economtas de los paises desarrollados” Hegaban de maneras diferentes a los diferenies lugares? Si la determinacién mayor viniera de la fase del pais central, {eémo es que no somos, paises uniformes? Perocs, en cambio, el indice de resistencia cl ‘que explica que dicho impacto tenga implicaciones ea todo dite ronkes cn su comparacidn enlze una formacién evondmico-social yla otra. Con_todo, sulo para un pleno de- sarrollo-burgués capitalsta no lo es para el desarrollo del prole- {ariado ni de sa sistema politico. Esto es algo que vamos a ver evunmomenb. 16. TEORIA DE LA DEPENDENCIA Y NACIO- NALISMO REVOLUCIONARIO. ‘Aun con estas considerables salvedades, la exposicién de tal esquema de desarrollo en torno al continuum dependencia- ‘TO deja de tener sus propios indiscutibles méritos. En el fondo, éta fue Ia "ideologia" con la que actué el sector progresista del ejécito y el propio nacionaismo en general. Por ‘cuanio ellos son aliados, ocasionales pero importantisimos, del proletariado, es una pesicién netamente més progresisia que aquella que se tipifica en Binzer y expresa la alianza entre la_ Sargesia mineo-comerial del aiplano la barges capita- eg ‘Veamos cémo se produce dicho ensamblamiento. Dice la Bsuraegia que: "Como los diferentes sectores sociales se vinculan entre si, los grupos dominant internos sustituyen ala gran mineria ¥ a los latifundios, sin conformar un grupo nacional fuerte y 8 ‘autdnomo capaz de constituir un frenie con los grupos popu lures, para hacer viable l proceso revotucionario del 52°84 Es decir, debe crearse dicho “GRUPO NACIONAL FUERTE Y AUTONOMO CAPAZ DE CONSTITUIR UN FRENTE CON LOS GRUPOS POPULARES". Para ello, st

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