La soledad es dolorosa cuando es real, no pocas personas de la tercera edad
son olvidadas por sus familiares, vemos personas pidiendo limosna, desde hace muchos aos, mujeres con un rebozo y con sus trenzas, sentadas en cualquier lugar, en cualquier calle, hombres con alguna amputacin o deformidad. Muchas personas ya no voltean a verlas, se han vuelto parte del paisaje urbano, parte del fondo. Pero la soledad no solo forma parte de los ms vulnerables, como se ha dado por llamar a las personas antes mencionadas, tambin la tiene el hombre o la mujer que no cuenta con el amor de los dems, y an peor, que no siente amor por los dems. Jesucristo dijo que amaramos a nuestros enemigos, y tiene razn, pero mnimo tendramos que amar a los ms cercanos, a nuestras familias. De esa forma gran parte de la soledad se ira. No sera necesario que hombres y mujeres se sintieran solos siendo este un planeta sobrepoblado y la soledad inherente al hombre se cubre con el gran acompaante Dios o el amor si as prefieres llamarlo, en su concepto ms amplio.