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L. Alonso Schékel LA PALABRA INSPIRADA La Biblia a la luz de la ciencia del lenguaje EDICIONES CRISTIANDAD Imprimi potest R. A. F. MacKenzie, SI, rector del Instituto Biblico Pontificio Roma 18 de octubre de 1964 © Copyright by EDICIONES CRISTIANDAD, S. L. Madrid 1986 Depésito legal: M. 29.649.—1986 ISBN: '84-7057-393-4 Printed in Spain Fotocomposicién en Grafilia, Pajaritos, 19 - Madrid Impresién: Artes Graficas Benzal, $.A. Virtudes, 7. Madrid CONTENIDO Prdlogo a la primera edicién 13 Prologo a la tercera edicién... 15 PRIMERA PARTE LA PALABRA DIVINO-HUMANA 1. El articulo de fe y su contexto 19 En el contexto del Espiritu 20 En el contexto del logos 23 Revelacién por la creacién . 28 Revelacién por la historia 35 Revelacion por la palabra 40 Palabras de hombres..... 46 2. La palabra divino-humana 49 La accién del Espiritu... 49 Inspiracion y encarnacién 49 Precisiones negativas 54 Cuatro analogias 56 Instrumento 58 Dictado .. 66 Mensajero.. 71 El autor y sus personajes 72 Dios, autor dels Escritura. 76 Conclusién... 82 Formulas proféticas 88 Sapienciales . 1 Los historidgrafo: 95. Conclusién: la inspiracién en el Nuevo Testamento 98 Apostoles y profetas 99 Unidad y distinciones . 101 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Contenido 9 Un simple artesano 189 Un Arbol ........... 192 Un detalle de estilo y un salmo de imitacion . 195 Una narraci6n 200 Inspiracién sucesi' 201 La entonaci6n ... 202 Nuevo Testamento 203 Sintesis .. 206 8. Sociologia de la inspiracién 211 Critica 217 Lengu: 218 Literatura . 221 9. Hablar y escribir 225 El probletia 226 Soluciones... 228 Hablar y escribir 231 Técnicas de composicién 233 Composicién literaria en la Biblia 234 La palabra 237 CUARTA PARTE LA OBRA INSPIRADA 10. La obra inspirada.. 243 Los libros sagrados 243 ¢Obra literaria? . 245 Estructura miltiple 250 Pluralidad estructurada. 255 Consistencia 258 Repetibilidad 260 Fidelidad oe 261 En la Iglesia 263 11. La obra y su traduccion . 267 Principios teolégicos 267 aso _histdrico.. 269 a traduccion griega de los 271 La Vulgata 274 Traducciones modernas 277 12. Recepcién de la obra 281 La obra mediadora.... 284 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 14 Prologo a la primera edicion He preferido el tono expositivo del ensayo, por ser mas libre y accesible, y he recluido en notas la informacién més técnica. El ensayo me permite una reflexién en términos imaginativos y simbédlicos, sin llegar muchas veces a la formula conceptual dife- renciada. Al componer este libro, he tenido mentalmente presente un publico cristiano culto, que ya se ha incorporado al movimiento biblico. Por eso el libro desearia encontrar otra vez a ese ptblico que ya ha estado presente y activo en la elaboracién. Jerusalén, Pascua de 1964. Roma, fiesta de Todos los Santos de 1964. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 1 EL ARTICULO DE FE Y SU CONTEXTO ARTICULO DE FE En la misa dominical el pueblo, dirigido por el sacerdote, se pone en pie para profesar su fe. Es un acto litargico solemne: la comunidad alzada, no en pie de guerra, sino en pie de profesion; en posicién firme, porque esta expresando una firmeza del espi- ritu; en posicién uniforme, porque expresan animos undnimes. Pero al mismo tiempo humildes, porque el acto de fe es un acto de humildad, y es un don de la gracia. En este momento littir- gico una avenida de gracia nivela, levantandolos, a todos los pre- sentes; y los nivela al nivel del sacerdote, al nivel de la vida so- brenatural. Un crecimiento sobrehumano pone en pie a la comu- nidad, porque fluye una profunda crecida de gracias. ¢Entienden todos lo que profesan? Si, al menos de modo ele- mental: porque creer es ya comprender, es abrirse y entregarse en una comprensién. ;Entienden todos lo mismo, es decir, con la misma claridad, profundidad, precisién, riqueza? No, porque estas perfecciones variables pueden acrecentarse con la medita- cidn, el estudio. La actividad intelectual, operando sobre el ob- jeto de la fe, nos hace ganar conocimiento. Aqui tenemos des- crita sumariamente la teologia como actividad: una fe que busca comprender. Ya en la liturgia podia suceder un crecimiento de entender sobre la fe profesada: la composicién del oficio litargico de una fiesta intenta iluminar el misterio celebrado, presentando y revi- viendo una armoniosa e intuitiva composicién de elementos va- rios, como lecturas del Antiguo Testamento y del Nuevo, ora- ciones, himnos, gestos, etc. Ademas, durante la ceremonia litir- gica, puede un sacerdote explicar el sentido de la fiesta y del misterio, lo cual acrecienta el entendimiento del objeto de la fe. Este crecimiento del entender, por medio de la celebracién litar- gica, es mis vital y orginico, menos consciente y sistematico. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. En el contexto del logos 23 Esta organizacién de Benoit devuelve la inspiracién de la Sa- grada Escritura a un contexto amplio, vario, «analdgico», sefia- lando conexiones, y el comin parentesco en el Espiritu. Puede citar a su favor la etimologia de la palabra «in-spiraci6n», y el uso fluctuante de escritores antiguos, que también Haman «inspi- rados» a los concilios y a algunos escritores eclesiasticos. Con todo, no creo recomendable la terminologia de Benoit. Modernamente, el uso ha consagrado y especificado el término «inspiracion»: usarlo anulando la diferenciacién admitida, facil- mente nos hard deslizar de la analogia a la ambigiiedad. Mucho més tradicional y menos peligroso es recurrir al término «ca- risma», como contexto de unificacién y de conexiones, reser- vando la «inspiracién» como término técnico. Lo cual no nos impedira distinguir dentro del proceso total de la inspiracién di- versos estadios o aspectos. En esta linea, los estudios de Benoit son un progreso en la diferenciacién especulativa del misterio. Santo Tomas nos habia ensenado a colocar la «profecia» (no estrictamente la «inspiracién») en el contexto de los carismas o gratiae gratis datae (Summa Th. q. 171-178). Por su amor al sa- bio orden de las divisiones, repartié los carismas en tres grupos: gracias de conocer, la profecia y el rapto; gracias de hablar, la glosolalia y el discurso; gracias de obrar, los milagros. Asi cae la profecia en el primer grupo, un poco contra la abundante evi- dencia biblica. La prosecucién rigida de esta division ha traido problemas innecesarios al tratado neoscolistico De Inspiratione Sacrae Scripturae. Mas tarde tendremos ocasién de volver sobre este tema. Por ahora, baste afirmar, sin entrar en «cuestiones disputadas», que la inspiracién es un carisma de lenguaje: locutus est. EN EL CONTEXTO DEL LOGOS La teoria de la revelaci6n se encuentra de nuevo en movimiento y en un centro de interés. Como sintesis histérica y exposicién sistematica puede consultarse: R. Latourelle, Teologia de la revelacién (Salamanca 1966). En su parte historica ofrece resimenes claros de las teorias y controversias mas importantes. La parte sistematica comienza con tres capitulos titulados: «La revelacién como palabra, testimonio y encuen- tro», «Revelacién y creacién», «Historia y revelacién». Se trata de una descripcién breve, sin entrar en las relaciones mutuas. Véase la amplia aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Tres vias de revelacién 27 hemos entrado en la divinidad con audacia especulativa agusti- niana. Si usamos el término «revelacién» en sentido mas estre- cho, entonces la vida interna de Dios no nos basta; necesitamos un movimiento de apertura de Dios, que se exteriorice en ac- ciones 0 palabras. ¢Sera posible este tipo de revelacién por parte de Dios? Otra vez, siguiendo la especulacién de san Agustin, apoyado a su vez en datos biblicos, podemos decir: porque den- tro de Dios hay una palabra que es expresi6n total de la divini- dad, por eso es posible una accién externa que sea reflejo parcial y multiplicado de la divinidad. Por eso dicen san Juan y san Pa- blo que todo ha sido hecho por él y en él, porque toda manifes- tacién externa de Dios radica en la interna manifestacién que es el Hijo, la Imagen, el Logos. Toda revelacién de Dios hacia fuera es reflejo de la misteriosa manifestaci6n interna de Dios. Si sabemos algo y podemos decir algo de la vida interna de Dios, es porque se ha realizado una revelacién externa de Dios, que nos permite de algiin modo entrar hasta su propia vida. TRES VIAS DE REVELACION La carta a los Hebreos se abre con un comienzo solemne y ma- cizo: «En miltiples ocasiones y de muchas maneras hablé Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por un Hijo, al que nombré here- dero de todo, lo mismo que por él habia creado los mundos y las edades. El es reflejo de su gloria, impronta de su ser; él sos- tiene el universo con la palabra potente de Dios; y después de realizar la purificacién de los pecados, se senté a la derecha de su majestad en las alturas, haciéndose tanto mas poderoso vale- dor que los angeles, cuanto mas extraordinario es el titulo que ha heredado». En esta sintesis teologica sdlo nos falta una enunciaciGn ex- plicita de la revelacién por la historia —que encontramos en el capitulo 11 y que esta implicita en las formas verbales del pro- logo—. Encontramos una referencia a Cristo como resplandor de su gloria e impronta de su ser. Estas palabras se refieren es- trictamente a Cristo encarnado, pero en la encarnaci6n entra esa Participacién de la divinidad como imagen sustancial, que es propia de la vida trinitaria. Escuchamos ademas que por él fue aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Revelacion por la creacién 31 éste es el camino religioso, sinceramente religioso, de muchos pueblos. El que sea un camino emotivo, cargado de intensa emoci6n, no excluye su naturaleza intelectual, puesto que toda percepcién simbélica es intelectual, aunque pueda radicar en es- quemas subconscientes del alma. Esta percepcién simb6lica se traducird después en mitos y ea grandes imagenes poéticas, con valor cognoscitivo y expresivo ” Si entre los salmos encontramos uno tomado y adaptado del culto cananeo, quiere decir que el autor sagrado encontré en él una auténtica experiencia religiosa, formulada con suficiente co- rreccién para ser transportada al contexto yahvista. Se trata del salmo 29, que canta a Dios presente en la tormenta. Es poesia auténtica, sin rastro de raciocinio: un hecho de la naturaleza, di- namico ¢ impresionante, esta contemplado y hecho pasar por una reflexién simbélica —noormena—, en la cual el trueno se profundiza en voz de Dios. De modo semejante los poetas reli- giosos hebreos toman prestados grandes simbolos de la religion cananea, para formular alguna cualidad de Dios: por ejemplo, el tumulto oceanico, visto como una rebelién o desorden, sobre el que Dios impone victoriosamente el orden: Levantan los rios, Senor, Jevantan los rios su voz, levantan los rios su fragor; pero mas potente que la voz de aguas caudalosas, mas potente que el oleaje del mar, mas potente en el cielo es el Senor (Sal 93,3-4). No hay que pensar que las imagenes, simbolos, mitos de estas religiones orientales sean puro embuste y falsedad, y que al entrar en el uso israelitico se conviertan de repente en auténticos y santos: no es de este orden la trasmutaci6n biblica. Y mas ri- diculo seria pensar que los autores biblicos proceden por racio- cinios y silogismos, que después visten y disimulan con ima- genes, a causa de la ignorancia o incultura de los lectores. La poesia no es el arte de vestir silogismos. 7 R. Guardini, Religion y revelacién, capitulo primero, «El caricter simbélico de las cosas» y su precioso libro Los signos sagrados. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Revelacion por la historia 35 uso secular de los santos padres, nos garantizan la validez de nuestra explicacién. Si podemos partir de nuestra experiencia de lenguaje, para explicar analégicamente la actividad divina, es que realmente nuestro lenguaje imita la actividad divina. Mas ade- lante veremos cémo. En conclusién, tenemos la primera manifestacién de Dios, que genéricamente Ilamamos revelacién, por las obras de su creacién, por las criaturas. En éstas hemos encontrado ya una prefiguracién y una analogia del lenguaje formal, que sera la re- velacién en sentido estricto. REVELACION POR LA HISTORIA El tema de la revelacién por la historia es de actualidad, sobre todo en la teologia protestante. Entre las obras recientes pueden consultarse: W. Pannenberg (ed), Revelacién como historia (Salamanca 1977) y Teo- logia del Antiguo Testamento, de G. von Rad. A. Végtle, Revelacién e bistoria en el Nuevo Testamento: «Conciliums 21 (1967) 43-55. Existen en estos momentos dos obras teolégicas que, al intentar la renovaci6n de la teologia segun el espiritu del Vaticano II, parten de la base de la realidad histérica de la revelacién. Mysterinm Salutis, que es la primera de ellas, lleva por subtitulo: «Manual de Teologia como his- toria de la salvaci6n». Consta de cinco gruesos volimenes, cuyos titulos expresan bien su orientacin: I. Fundamentos de la Teologia como his- toria de la salvacion (1102 pags.). II. La historia de la salvacion antes de Cristo (933 pags.). III. El acontecimiento Cristo (1105 pags.). IV. La Iglesia (1700 pags. en 2 vols.). V. El cristiano en el tiempo y la consu- macién escatolégica (891 pigs.) Publicado por Ediciones Cristiandad, Madrid 1980-85, La segunda de las obras, Iniciacién a la practica de la Teologia, wa- ducida igualmente por Ediciones Cristiandad (1984-86), consta también de 5 vols. I. Introduccién. II. Dogmitica 1. III. Dogmitica 2. IV. Etica. V. La practica. Acciones pastorales. Preparada por los Dominicos de Paris, es la respuesta francesa a la vision alemana a la teologia. Con me- nor intenci6n critica y cientifica, resulta mas sencilla y asequible para quienes se inician en esta materia. En el comentario de la BAC a la constitucién Dei Verbum puede leerse el articulo Cardcter historico de la revelacién, cuyo indice es: La historia como escenario de la revelaci6n; como objeto; como prueba; la historia reveladora. El progreso de los esquemas. Los hechos revela- dores: la raz6n biblica. El hecho y la serie: teoria de Pannenberg. Pala- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 40 El articulo de fe y su contexto tacién. En el cine los hechos, reales o ficticios, se transforman y subsisten en forma de imagenes organizadas, y en este estado ya reciben y transmiten su interpretacion; muy mediano es el direc- tor que tiene que ir explicando el sentido de sus imagenes, sea en voz narrativa, o haciendo discursear a sus personajes. Dios actua en la historia, crea y dirige dicha historia; y envia su pala- bra para explicar el sentido de su obra. Esta es la gran tarea del profeta, del inspirado, interpretar el sentido de la historia, con- tandola. No es que primero cuente los hechos —como una voz en off—, sino que, contando, interpreta. La seleccién y compo- sicién de los hechos es significativa, interpreta el verdadero sen- tido de los hechos, revela a Dios como protagonista. Ademas el autor sagrado se reserva el derecho de utilizar otros medios de lenguaje para interpretar hechos: discursos en boca de perso- najes, introducciones, reflexiones, etc. Por medio de la palabra de Moisés y de los profetas, va comprendiendo el pueblo de Dios la historia que esté viviendo, y esta inteligencia nos la lega en unos escritos que podriamos llamar «las memorias de Dios». Dice san Pablo (1 Cor 10,11): «A ellos les sucedian estas cosas para que aprendieran, y se escribieron para que escarmen- temos nosotros». Los hechos convertidos en palabra narrativa, recibiendo asi la interpretacién auténtica por la palabra, clevan- dose a revelacién formal. De nuevo concluimos sobre esta segunda forma de revela- cién, por la historia: ella nos ha mostrado su caracter especifico, y a la par su uni6n intima con la palabra activa e interpretativa. REVELACION POR LA PALABRA Daré una bibliografia escogida encabezando el capitulo 4. Por ahora puede tenerse en cuenta el articulo de J. R. Geiselmann Revelacton, en Conceptos fundamentales de la Teologia I (Ed. Cristiandad, Madrid 21979) 569-578, con amplia bibliografia. Para un horizonte biblico y patristico, puede verse R. Gégler, Zur Theologie des Biblischen Wortes bei Origenes (Dusseldorf 1963). J. Levie, La Biblia palabra humana y mensaje de Dios (Bilbao 1961). P. Grelot, La Biblia, palabra de Dios (Herder, Barcelona 1968). La palabra es la forma plenaria de comunicacién humana, y aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 44 El articulo de fe y su contexto Asi lo atestigua Ch. Pesch: «Toda revelacién sobrenatural, en cuanto se opone a la revelacién natural de Dios, es inmediata. En la revelacién natural, Dios crea y gobierna las criaturas, que el hombre puede usar como medios, para llegar al conocimiento analégico de Dios: es decir, Dios se manifiesta como objeto cog- noscible mediatamente. Por el contrario, en la revelacién sobre- natural, Dios manifiesta su mente, como una persona comunica sus pensamientos a otra persona: en lenguaje propiamente dicho. Esta manifestacién personal, como sujeto, es por naturaleza mas inmediata que la manifestacién como objeto, de la causa por el efecto. Y Dios nos habla inmediatamente en la Escritura, porque la Escritura es palabra de Dios formal en sentido estricto» '>. Tenemos delimitado el contexto de nuestra profesién de fe: el que Dios hable, pertenece al contexto del Logos, de la revela- cién; concretamente, formalmente, por el medio de la palabra. Dios se abre, se revela a nosotros como persona a persona, en un medio personal, o interpersonal. Es interesante notar que, en el comienzo de la carta a los Hebreos, el verbo «hablar» no lleva complemento directo, sélo enuncia las personas: «Dios hablé antiguamente a nuestros padres... ahora... nos ha hablado a nos- otros». En este contexto tenemos que seguir precisando, como lo hace muestro articulo de fe locutus est per prophetas. Dios nos habla en un lenguaje humano, por medio de hombres. Aqui el articulo de fe comienza a adensar su misterio. PALABRA HUMANA ¢Pero es que Dios puede hablarnos en palabras humanas? Si ha de hablarnos a los hombres, no puede hacerlo de otro modo. La palabra es medio de comunicaci6n interpersonal cuando la len- gua es comtinmente compartida por ambas personas: un medio comin hace a los dos vasos comunicantes. ~Puede Dios tener un lenguaje en comin con los hombres? Supongamos un misionero que intenta traducir nuestra elabo- rada teologia, o una parte de ella, a una lengua primitiva: entre la lengua culta occidental y la hipotética lengua primitiva hay un 'S De Inspiratione Sacrae Scripturae, (Friburgo 1905) n.° 411. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 48 El articulo de fe y su contexto Cerramos un circulo de inteleccién, y se nos abre otro mas alto, quiza mas dificil: geémo es esta accion del Espiritu? Que- remos penetrar de alguna manera en el modo de la inspiracién, para enriquecer nuestra inteligencia del misterio, aun sabiendo que nuestra pregunta nos enfrenta con problemas en definitiva insolubles. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 52 La palabra divino-humana «gQué significaba para Moisés y para los profetas componer la Sagrada Escritura —que es la Palabra de Dios—, sino, por medio del espiritu profético, concebir mentalmente y dar a luz oralmente a Cristo?» 7 «Toda la Escritura, ley y profetas, fue establecida, antes que Dios concentrase en el vientre de una virgen la totalidad de las Escrituras, su Palabra unica. Esta virgen concibié mentalmente antes de concebir carnalmente, dio a luz profetizando oralmente, antes de dar a luz del vientre. Por tanto es falso decir que Cristo no existié antes de Maria. Pues antes de parir a su carne, la bien- aventurada Sidn parié por boca de los profetas al mismo y tinico Cristo, al mismo y tnico Verbo» 77, Garnier, en el sermén sexto sobre la Navidad: «Antigua- mente Dios nos escribié un libro, encerrando en muchas pala- bras una sola; hoy nos abre el libro, donde en una palabra con- densa muchas... El es el libro que en vez de pergamino tiene carne, en vez de escritura tiene la Palabra del Padre... El libro maximo es el Hijo encarnado: porque, como por la escritura la palabra se une al pergamino, asi asumiendo la humanidad la Pa- labra del Padre se une a la carne» 78 Aplicando la comparacién tradicional a la inspiracién y her- menéutica, Pio XII dice en la enciclica Divino afflante Spiritu: «Como la Palabra subsistente de Dios se asemejé a los hombres Unum est Verbum Dei universitas Scripturarum... Cum igitur Scripturam Sanc- tam legimus, Verbum Dei tractamus, Filium Dei per speculum et in acnigmate prae oculis habemus» (PL 167, 1575-76). 26 «Quid fuit Moysi et prophetis sanctam Scripturam, quae Verbum Dei est, contexere, nisi Christum et corde per spiritum propheticum concipere et ore pa- rere» (PL. 167, 1157) 2” «Sic omnis Scriptura legalis et prophetica condita est antequam omnem Scripturae universitatem, omne Verbum suum Deus in utero virginis coadunaret, Ipsa virgo prius mente quam carne concepit, prius ore prophetando quam ventre parturiendo peperit. Igitur falsum est ante Mariam non extitisse Christum. Nam antequam carnem eius parturiret, peperit ore prophetarum beata Sion unum eumdemque Christum, unum idemque Verbum» (PL 167, 1362). 28 .Olim librum nobis scripsit Deus, in quo sub multis verbis unum com- prehendit; hodie librum nobis aperuit, in quo multa sub uno verbo conclusit... Ipse enim liber est, qui pro pelle carnem habuit et pro scriptura Verbum Patris... Liber maximus est Filius incarnatus, quia sicut per scripturam verbum unitur pelli, ita per assumptionem hominis Verbum Patris unitum est carni» (PL 205, 609-10). aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 56 La palabra divino-humana bajo la mocién del Espiritu, sus palabras son palabras de Dios, y toda palabra de Dios revela a Dios: 0 sea, el resultado es revela- cién para nosotros, subsiguiente. Toda la Biblia es revelacion para nosotros, porque es palabra de Dios; no toda la Biblia ha sido compuesta con previas revelaciones hechas a los autores. Esta distincién ya la elaboré agudamente santo Tomas, cuando distingue entre la recepcién o presentacién de los datos y el juicio sobre ellos (q. 173); y es actualmente doctrina comun en el tratado de la inspiracion. Me atrevo a decir que es una de las claves para entender el tratado, y por eso reaparecera en estas paginas. Aunque también encierra un peligro de simplificacién, de concebir la revelacién previa tnicamente como transmisién de enunciado ya concluido. Afiadamos otra précisién negativa a las dos del Vaticano: para que la palabra humana sea palabra divina no basta una mo- cién moral, un simple consejo 0 mandato de Dios. Esta mocién haria a Dios autor moral de la obra, y ésta quedaria en su cali- dad humana. La accién del Espiritu tiene que ser fisica, tiene que afectar al autor humano en su actividad de lenguaje. Esta moci6n fisica es carismatica, pertenece al orden sobrenatural, y es lo que Ilamamos «inspiracién» en sentido estricto. Otras precisiones negativas iran apareciendo en la seccion si- guiente que nos transportara al terreno de las analogias. CUATRO ANALOGIAS Sobre la funcién cognoscitiva del simbolo, ademas de la pagina citada de Séhngen, puede verse W. Stahlin, Symbolon. Vom gleichnishaften Denken (Stuttgart 1958). La funcién simbolica en la religion esta descrita por A. Brunner, Die Religion. Eine philosophische Untersuchung auf geschichtlicher Grundlage (Friburgo 1956; trad. castellana: La Religion, Barcelona 1963). R. Guardini dedica el capitulo II de su libro Religion y revela- Gién a las imagenes de Dios, y sefiala c6mo algunas son anteriores y aun intraducibles a conceptos (Ed. Cristiandad, Madrid 1964) 183-274. Para explicar el misterio de una palabra que es a la vez divina y humana, los tedlogos de la Iglesia, desde los primeros tiempos, han echado mano a diversas analogias. Analogias como instru- mentos de conocer, como ilustraciones positivas y validas, aun- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 60 La palabra divino-humana Gregorio Magno (discutiendo quién es el autor del libro de Job, declara superflua la cuestién): «, hace falta distinguir. Y la distincién es bien sencilla: Dios pone el contenido, el hombre pone la forma; Dios pone las ideas, el S* De regula fidei, dissertatio 1. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 72 La palabra divino-humana He aqui otra imagen, de gran raigambre biblica. Los profetas son enviados de Dios, mensajeros, heraldos del Senor; los apés- toles son enviados y heraldos de Cristo. En una cultura sin teléfono, telégrafo ni aviones, el mensa- jero desempefia un oficio importantisimo. Si su oficio consiste simplemente en transportar y entregar cartas escritas, le basta ser buen jinete. Muchas veces el mensajero tenia que dar el mensaje en voz alta, aprendido de memoria, porque el escrito era sdlo un control: para ello le bastaba la técnica de memorizar. Pero no faltaba el mensajero de categoria, que recibia el asunto para ex- ponerlo y desarrollarlo segtin las circunstancias, Este mensajero era una especie de embajador con amplios poderes. En nuestra cultura subsisten el enviado especial, el embajador, con instruc- ciones precisas y libertad de adaptacién al momento. Son media- dores que informan sobre la voluntad del que los envia, pero no decimos que las palabras del embajador sean palabras de su pre- sidente. Los profetas se presentan como enviados de Dios, y utilizan formulas tipicas del estilo postal: «Asi dice el Sefor a N...» Ellos salvan la distancia entre Dios y el hombre con la palabra. Como se ve, esta tercera analogia anade muy poco a la pre- cedente. En el primer caso el mensajero ni siquiera necesita ha- blar. En el segundo su memoria recibe como al dictado. En el tercero ejercita una actividad inteligente y de lenguaje, y en cierto modo el que le envia habla por él. EL AUTOR Y SUS PERSONAJES En general, libros que traten del arte y ficcién narrativa, tocan de un modo u otro el tema. Una sintesis con multiples referencias en R. We- liek / A. Warren, Teoria Literaria (Madrid 1953; original americano, Nueva York 1949; pocket-book, Harcourt Brace, N.Y.). Testimonios selectos de autores en Writers on Writing, refundido y editado por Walter Allen, Nueva York 1948; capitulo 13, «Characters». Esta es una analogia que me brinda el mundo de la creacién literaria. Voy a introducirla con una cita de san Justino, fijan- dome s6lo en lo que tiene de notaci6n literaria: «Cuando escu- chais las palabras de los profetas dichas como por boca de al- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 76 La palabra divino-humana netracién intuitiva, capaz de captar hechos minimos, de com- prender su sentido, de ensancharse por analogia. Sobre todo, in- cluyendo lo anterior, es la capacidad del artista para convivir con los personajes, para vivir en sus personajes, para encarnarse en ellos. . Ha sonado la palabra «encarnarse», y es como un salto meta- férico al revés, volviendo a un punto de partida o de referencia. Decimos que Dios se ha encarnado en un hombre, que su pala- bra se encarna en palabra humana, como el artista se encarna en sus personajes. Aqui desemboca nuestra analogia. Como las anteriores, tiene sus limites; el personaje literario no es una persona viva y real, con cuerpo y alma, derechos y deberes. Aun las mas ricas y complejas personalidades literarias, esas que llama E. M. Forster «caracteres redondos» (round Cha- racter) *°, son una estilizacion, una simplificacion. Segin W. So- merset Maugham, «el escritor no copia sus modelos, sino que toma de ellos lo que quiere: un par de rasgos que han atraido su atencién, una manera de pensar que ha encendido su imagina- cién, y con ellos construye su personaje». La existencia, la liber- tad, la responsabilidad de los personajes literarios son traslati- cias. Mientras el hombre vivo, la persona humana, existe y obra antes y fuera de su actividad de hablar, el personaje dramatico slo existe en su hablar o en su presencia escénica, el personaje novelesco existe cuando habla o cuando se habla de él. Es muy distinto mover dentro de la fantasia personajes, que son de len- guaje, que mover a un hombre responsable en su actividad de escritor. Este es el limite de la ultima analogia. A pesar de ello, me atrevo a cerrarla con una cita por semejanza de san Agustin: «Si dos en una sola carne, gpor qué no dos en una sola voz? Hable la ca- beza, hablen los miembros, es el tinico Cristo quien habla» %. DIOS, AUTOR DE LA ESCRITURA Los dos articulos fundamentales: A. Bea, Deus auctor Scripturae: Her- kunft und Bedeutung der Formel: «Angelicum» 20 (1943) 16-31; N. I. ** E. M. Forster, Aspects of the Novel, especialmente 67-78. «Si duo in una came, cur non duo in una voce? Sive caput loquitur sive membra, unus Christus loquiturs (CCL 40, 2027). 6 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 80 La palabra divino-humana Rahner utiliza el término Verfasser, en un sentido particular: Dios es autor de los libros sagrados porque predefine que la Iglesia, en el acto de constituirse, se exprese a si misma; autor li- terario de dicha expresién es también el hombre. Dios y el hom- bre son causa de un mismo efecto, la Sagrada Escritura, segtin una diversa formalidad: la formalidad de Dios es que la Iglesia se exprese a si misma, la del hombre es la formalidad literaria. Segiin Rahner es inexacto decir que Dios escribe una carta a Fi- lem6n; y pienso que no aceptara a la letra la frase de san Juan Criséstomo: «... cuando escribe Pablo, mejor dicho, no Pablo, sino la gracia del Espiritu, dicta una carta a toda una ciudad, a un gran pueblo, y por ellos a todo el orbe...» *. * En la linea opuesta esta sobre todo el cardenal Bea, que, re- conociendo tratarse de una cuestién disputada, toma la palabra en su sentido comun, como lo hicieron los antiguos. La f6rmula aparece por primera vez en los llamados Anti- guos Estatutos de la Iglesia, Statuta Ecclesiae Antiqua, que inti- man al obispo en su consagraci6n la siguiente pregunta: «Si cree que Dios es el autor tinico de! Antiguo y Nuevo Testamento, es decir, de la ley, los profetas y los apostoles» 75; el texto es ya conocido a principios del siglo VI, y se opone a la doctrina ma- niquea. San Agustin, en controversia con los Mmaniqueos, cita unas palabras del hereje Fausto: a la iglesia maniquea «le repug- nan los dones de] Antiguo Testamento y de su autor; celosa de su propia fama, solo recibe cartas de su esposo Cristo» 7°. Estos textos no son univocos: el primero no habla expresamente de es- critos, el segundo tiene un marcado caracter metaférico. En otros escritos antimaniqueos la referencia a la Escritura —no bent originem». Diferente es la sentencia de Desroches en Jugement pratique et jugement spéculatif chez fécrivain insprré (Ottawa 1958) 107. La formula a que Mega Desroches esta en la definicién del Vaticano. 7* Tlathou 82 yoapovtos NaAAOV dé Ob Mawhov, ddAa Tig rod Mvetparos xagutos vyvimotohiv inayogevotons dhoxdEop TosotTp, zai dU Exeivwv TH olxounévy xéon (In R 16, 3: PG 51, 187). «Si novi et veteris Testamenti, id est, legis et prophetarum et apostolorum unum eundemque credat auctorem». 7 ; y lo que pone por escrito en las cartas no es dis- tinto de lo que predica; sus cartas son también «evangelio». «Podemos aducir las palabras de Pablo para mostrar que todo el Nuevo Testamento es evangelio, cuando escribe “segtin mi evangelio”. Entre los escritos de Pablo ninguno se suele lla- mar comunmente evangelio. Pero lo que proclamé y dijo, eso lo escribid; por eso lo que escribié es evangelio. Y si los escritos de Pablo son evangelio, se sigue que también los de Pedro y, resu- miendo, los escritos que confirman su venida o preparan su pa- rusia, o la introducen en las almas que desean recibir al que esta en pie a la puerta, llamando y queriendo entrar: la palabra de Dios» ””. 9 “Bow dé nqooaxSivat xd ui ond Maihov Acyouévwy xegi tod xGoaY Thy yoagiy eivat ebayyéhia, day xo yoapi Kara tO ebayyéhy pov. "Ev Yoanpatt yao Mavhov odx Exouev PiPMov ebayyéov ovv4Bas xahowpevov. Alda nav 6 dajquooe xai Heye waira xai Eyoaye xai & Eyoawe Goa evayyé- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Los evangelios 105 esa memoria casi mecdnica, mds bien pasiva, para que resuenen sus palabras por siempre. Cristo emplea otro medio mas sutil e inesperado: tengamos la humildad de reconocer que sabe hacer mejor las cosas. Sube al cielo, desde alli envia a su Espiritu, con el encargo de ensenar a los apédstoles el misterio de Cristo, de recordarles sus palabras, de dirigirles en la tarea de conservar y hacer resonar estas pala- bras. Entre las palabras que é] mismo pronuncié y los oidos per- durables de la Iglesia, Cristo interpone la inspiracién. El Nuevo Testamento y en particular los cuatro Evangelios son palabra de Cristo, no tanto porque registran su recuerdo, sino principal- mente porque son un libro inspirado por el Espiritu de Cristo. «Esto es lo que tenia que deciros mientras estaba con voso- tros; el abogado que os enviard el Padre cuando aleguéis mi nombre, el Espiritu Santo, ése os lo ensefiaré todo y os ira re- cordando todo lo que yo os he dicho» (Jn 14,25-26). «Cuando venga el abogado que os voy a enviar yo de parte de mi Padre, el Espiritu de verdad que procede del Padre, él sera testigo en mi causa; también vosotros sois testigos, pues habéis estado conmigo desde el principio» (Jn 15,26-27). «Mucho me queda por deciros, pero no podéis con tanto ahora; cuando venga él, el Espiritu de la verdad, os ira guiando en la verdad toda, porque no hablara en su nombre, sino comu- nicard lo que le digan y os interpretara lo que vaya viniendo. El manifestara mi gloria, porque tomara de lo mio y os lo interpre- tard» (Jn 16,12-14). Ante semejantes hechos, algunos sienten una cierta desilu- sién: como quien averigua que la reliquia de su mayor devocién no es auténtica. Entonces, el evangelista, gno repite a la letra las palabras que Jesis dijo? Muchas veces no: escribe en griego, no concuerda a la letra con su compafiero evangelista, por ejemplo en las palabras del padrenuestro, de la consagracién. Entonces, ges que las palabras no importan, sino que importa sélo el sen- tido? Falso: importan las palabras porque son inspiradas, y por- que en ellas me llega resonante la palabra original de Cristo. Nuestro gesto de desilusién es otra manera de querer ense- fiarle a Dios el camino més seguro. Aunque se disfrace en un gesto de piedad, en realidad esta mds cerca de la impiedad. No aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. SEGUNDA PARTE EL CONTEXTO DEL LENGUAJE NloAvueo@s xai moAvtQdmMS 6 Oeds AaAHoas 4. La escritura como palabra 5. Tres funciones del lenguaje 6. Tres niveles del lenguaje aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 114 La Escritura como palabra comin de «manifestacién». En el presente capitulo quiero re- flexionar sobre el enigma de esa unién de lo divino y lo hu- mano. Después hablaré del concepto que llamo «la palabra ins- pirada», dando preferencia a sus aspectos de palabra y literatura humana. Es importante tener en cuenta estas distinciones, para evitar equivocos. Todo lo que tiene de revelacién y de gracia la palabra inspirada, le viene de haber sido asumida por la palabra divina; todo ello esta encarnado en una palabra realmente humana. Si me detengo a describir la riqueza de sentido y de fuerza que tiene la palabra humana, es para mostrar bien el cuerpo verbal en que se encarna la revelacién y la gracia divina. Por eso !lamo a este libro «la palabra inspirada», conside- rando la realidad biblica como realidad divino-humana. LA ENCARNACION En nuestra profesién de fe afirmamos que Dios ha hablado por los profetas, y los santos padres repiten sin cesar que en la Sa- grada Escritura Dios nos habla o nos escribe. La Biblia se de- signa con el término «palabra de Dios». ¢Hace falta repetir que la inspiracién es carisma de lenguaje? No entenderemos mejor lo que es este carisma si entendemos lo que es el lenguaje? La Sagrada Escritura es palabra de Dios: gqué es palabra? En la Sa- grada Escritura nos habla Dios: gqué es hablar? No pongamos el acento con tanta fuerza en el genitivo «de Dios», que neguemos la analogia del sustantivo «palabra». Ni pensemos que Dios no puede contaminarse con la palabra hu- mana, tan material y limitada, y que sdlo puede seleccionar un elemento minimo, menos indigno de su trascendencia. Afirmar la trascendencia y la analogia es importante, el minimismo es inaceptable. Leamos las palabras de Pio XII: «Como la Palabra subsistente se asemeja a los hombres en todo, excepto el pecado, asi las palabras de Dios, expresadas en lenguas humanas, se ase- mejan al lenguaje humano en todo, excepto el error» '. La referencia a la encarnacién es en extremo importante: Dios no selecciond algunos elementos mas dignos, mis espi tuales del hombre para encarnarse, sino que asumié la entera na- " EB 559. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 118 La Escritura como palabra palme con la tradicién milenaria de la teologia catélica, ha de- vuelto su interés al puesto y funcién de la palabra en la econo- mia de salvacién. Y nos invita a repensar la inspiracién en su ca- racter de lenguaje *. La sensible laguna de la neoescolastica y la reaparicion teol6- gica de la palabra explican la novedad y la conveniencia de este nuevo enfoque, que no intenta suplantar sino completar los an- teriores. L. Scheffezyk expone en su obra citada algunas razones que exigen hoy una teologia de la palabra, entre las cuales subrayo: Ja vuelta a la Escritura, el movimiento liturgico, el didlogo con la teologia protestante, corrientes antropolégicas modernas (pp. 11- 26). Véase igualmente’ el estudio, antes citado, de P. Ricoeur, Hacia una teologia de la palabra. Sobre la evolucién del concepto de inspiracién hasta el Con- cilio Vaticano I, puede consultarse la obra ya citada de A. Ar- tola, De la revelacién a la inspiracion (Valencia 1983), especial- mente la introduccién. LA ESCRITURA COMO PALABRA Podemos partir de los libros inspirados, y llegamos al mismo re- sultado. En el Antiguo Testamento encontramos personas, acciones, palabras, de Dios y de los hombres: verdaderos personajes hu- manos, y a Dios como persona; verdaderas acciones humanas, y la accién de Dios protagonista; verdaderas palabras humanas, y la palabra de Dios resonando en la historia. Todo ello lo encon- tramos en estado de lenguaje: en el rigor ontoldgico, los hechos no vuelven a suceder, ni las personas vuelven a vivir, ni vuelven a pronunciar sus palabras ch Ia situacién original. Su condicin * Un testimonio reciente de este interés ¢s la coleccién de articulos publicada en la serie «Readings in Theology of the Word (Nueva York 1964). Contri ciones tomadas de libros y revistas: «Theologisches Jahrbuch», «La Vie Spiritue- lle», «Gregorianum», «Lumiére et Vie»; autores: R. Latourelle, H. Rahner, L. Claussen, A. Léonard, A. Deissler, J. Giblet, L. Bopp. Y.-B. Trémel, J. Ratzin- ger, D. Grasso, E. Schillebeeckx, ©. Semmelroth, L. M. Dewailly. Puede con- sultarse en el Elenchus Bibliographicus Biblicus de P. Nober el apartado Il, 5, i «Theologia verbi et analysis linguae>. om aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 122 La Escritura como palabra Como realidad social, que el individuo aprende e incorpora, la lengua tiene un cierto influjo en la formacién intelectual de cada uno. Si bien la verdadera formacién intelectual la da, no tanto la lengua como tal, cuanto las obras que existen y se asi- milan en dicha lengua; con todo, el sistema de una lengua puede condicionar en parte el modo de pensar, de distinguir, de articu- lar. Sobre todo en el individuo medio, que asimila y no crea en su lengua. El individuo medio normalmente acepta los sentidos de las palabras, con sus cargas de connotaci6n, con su precisién © vaguedad, con su lucidez o sugestion; juntamente acepta sis- temas de categorias y articulaciones como instrumental para dar forma a sus pensamientos, acepta un sistema de relaciones 16- gicas ofrecidas por la sintaxis. En este sentido, la lengua cola- bora a educar la sensibilidad y mentalidad del individuo, cola- bora con el factor decisivo, que son las aserciones, las teorias, las doctrinas. Apliquemos estas nociones a la palabra inspirada. La palabra de Dios, al encarnarse en palabra humana, necesariamente tiene que asumir una lengua concreta; porque sélo en lenguas con- cretas se realiza la radical capacidad humana de lenguaje. La len- gua concreta es el punto de insercién de la trascendencia en el tiempo, del mensaje divino en el lenguaje humano. Y depende de una eleccién positiva de Dios. Histéricamente sabemos que las lenguas elegidas son el hebreo, el griego, y en pequefia escala el arameo. En el caso del hebreo, la revelacién divina, sucesivamente formulada por muchos autores inspirados, influye intensamente en la conformacién de la lengua: el hebreo queda, como la tierra de Palestina, marcado por las huellas de Dios. Al comienzo es una lengua ya existente: una variedad del cananeo. Esta lengua se va desarrollando histéricamente bajo el influjo de la predica- cién profética, del rezo de los salmos, de las narraciones reli- giosas. Todo ello enriquece, afina, depura, actualiza y ensancha las posibilidades de esta lengua, sin quebrar su estructura. Hay que notar que el hebreo que nosotros conocemos es el hebreo biblico: no poseemos muestras de lenguaje comin o rigurosa- mente profano. Por eso nuestro juicio es algo parcial: casi todo el hebreo que conocemos esta levantado al nivel de revelacién. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 126 La Escritura como palabra «Biblia», nombre plural (= libros), delata su naturaleza como coleccién de obras de lenguaje, sistemas verbales fijados por es- crito. Para la inspiracién, las distinciones precedentes tendrén importancia cuando planteemos la cuesti6n autor-obra. Para la hermenéutica es indispensable el instrumento exacto de la filolo- gia, y el menos exacto, pero muchas veces mas adecuado, de la ciencia literaria. También es posible describir la obra literaria con el método fenomenoldgico, para explicar lo que significan esos sistemas de lenguaje en el seno de una socitdad; concretamente en el seno de la Iglesia. Finalmente, las obras de lenguaje plantean mds agudamente el problema de la traduccién, como medio normal de expansién y acceso; pues el aprendizaje de la lengua original es para el pueblo de Dios medio extraordinario de acceso. TEOLOGIA Llegamos asi a nuestra teoria: la inspiracién es un carisma del Espiritu, que mueve al autor humano en el proceso de transfor- mar experiencia humana en palabra. El autor inspirado comparte con su pueblo una experiencia religiosa 0 tiene una experiencia personal; por su talento personal y su mision especifica ha de convertir las experiencias humanas en palabra, para que sean co- municables y permanezcan. Para ello emplea individualmente, personalmente, la realidad social del lenguaje compartido —he- breo, griego, arameo—, realizando una obra de lenguaje. En esa actividad se inserta la accién del Espiritu, de tal modo que el re- sultado sea obra de lenguaje del escritor o autor y quede consa- grado como palabra de Dios. Aqui encaja la definicién y descripcién que ofrecid en el Concilio Vaticano II mons. Nedphytos Edelby, en nombre de la tradicién oriental: «Querriamos proponer el testimonio de las Iglesias de Oriente... Nuestros hermanos ortodoxos reconocerin en este testimonio nuestra fe comtin mas pura. por editorial Gredos con el titulo Teoria literaria, con prologo de D. Alonso (Madrid °1985). Cf. la reciente traduccién del libro de W. Welte, Lingiistica moderna. Terminologia y bibliografia (Madrid 1985). aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 130 Tres funciones del lenguaje influyendo sobre él, impresionandolo; con cierta preferencia por la segunda persona, por el modo imperativo; es una funcidn in- tersubjetiva, que mira a la sociedad, propia de la oratoria. Este esquema, tan limpio e inteligible, es en rigor una distin- cién de laboratorio; no porque no existan las tres funciones dis- tintas en la realidad, sino porque su funcionamiento es gestaltico o estructural, y porque el informe —en cuanto representacién— domina y polariza las otras. Es muy dificil encontrar en la reali- dad del lenguaje formas puras de cada funcién: un informe cli- nico, una interjeccién expresiva, un imperativo elemental. En la realidad las tres funciones funcionan entrelazadas, mutuamente condicionadas: lo que podemos hacer ante una unidad de len- guaje es distinguir su cardcter de simbolo (informe, representa- cién), de sintoma (expresion de la interioridad), de seftal (Ila- mada a otro). El informe es mio porque yo hablo, y es tuyo porque escu- chas: ya esta en juego el elemento subjetivo, intersubjetivo. En el informe, o en el modo de informar, yo me expreso y te im- presiono. Y te impresiono precisamente porque me expreso; y te impresiono también por los contenidos y por el tono de infor- mar. Y como mi informe expresivo provoca una reacci6n en ti, me respondes, iniciando una alternancia en el proceso, que va elevando la potencia y tensién del lenguaje. Es el didlogo. En el dialogo funciona el informe mutuo, la mutua expresién, el mu- tuo influjo: en un acto de comunicaci6n interpersonal plenaria. Si bien la representacién del informe polariza y domina, ella sola no bastaria para la plenitud de comunicacién. E] funcionamiento gestaltico '® de las tres funciones del len- guaje le da su complejidad y riqueza; y puede devolverle su ele- mentalidad. Antes de complicar las cosas, volvamos al tema central. Roman Jakobson, que procede de la gramatica estructural y del formalismo ruso, dotado de formidable rigor para el andlisis lingiiistico y de sensibilidad para el andlisis estilistico, propone el siguiente diagrama: 19 Es decir, como unidad orgénica, que no se reduce adecuadamente a la suma de las partes, 0 a una asociacién de simultancidad, segiin los principios de Ja Hamada ley gestaltica. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 134 Tres funciones del lenguaje Las consecuencias de este principio para la lectura e inteli- gencia de la Sagrada Escritura son graves. Ya no es legitimo des- montar la Biblia en varios miles de proposiciones, cada una con- teniendo una verdad objetiva de fe. No es legitimo extirpar todos los elementos emocionales, expresivos, y todo lo que apela a nuestra respuesta. La Sagrada Escritura hay que leerla como obra de lenguaje total, funcionando plenamente, en la que Dios me habla. Lo dice muy bien el Criséstomo: «Considere cada uno que por la lengua de los profetas escuchamos a Dios al habla con nosotros» 73, Lo mismo piensan Hilario y Jerénimo: «Por medio de tus siervos, Moisés y los profetas, me has instruido con los libros sagrados, para que te conociera» **. «Este tesoro en el que estan escondidos todos los tesoros de sabiduria y ciencia, es la Palabra de Dios o la Sagrada Escritura, en la cual se encuentra el conocimiento del Salvador» *°. «Desconocer la Escritura es desconocer a Cristo» 7°. ALGUNOS EJEMPLOS Imaginemos una tesis de un manual de teologia: Deus amat po- pulum suum: definiciones, qué es amar, qué es pueblo, qué es pueblo suyo; divisiones, amor carnal, emocional, espiritual, pue- blo de Israel, Iglesia... Argumento de Escritura; aquel verso «asi amé Dios al mundo...», «Dios es amor», etc. No sé si tendria un argumento de concilios: en el indice de materias de Denzinger- Schénmetzer amor y caritas se refieren a la virtud con que amamos a Dios. Concluiria con algun escolio ofreciendo conse- ® Od yaQ Orpatd Lortiv athOC, GAG TOD NVEvpaTOS Tod dylov dipata, xai $& todto ohby got Tov OnoaUEdy ebgeiv xai ev Hig oUAafi ... St diet Tig THY ROOGHTaY yhrINE TOU Beod mds Hes Siareyoupévon dxovouev (Criséstomo, In Gn 2, homilia 15, 1; PG 53, 119). 24 Ad cognitionem me tui, sacris ut arbitror, per servos tuos Moysen et prophetas, voluminibus erudisti» (Hilario Pict.; PL 10, 171). 25 «Thesaurus iste in quo sunt omnes thesauri sapientiae et scientiae abscon- diti, aut Verbum est, aut sanctae Scripturae, in quibus reposita est notitia Salva- toris» (Jernimo, Jn Mt 2, 13; PL 26, 97). 26 ”, La pluralidad de funciones descrita explica en parte desde la vertiente humana por qué los santos padres podian buscar y en- contrar en la Sagrada Escritura la doctrina cristiana, la oracién cristiana, la vida cristiana. En este lenguaje total no se da la dis- tincién entre doctrina y vida, teoria y practica, que nos aqueja a los modernos; y que estamos en via de solucionar, precisamente por una vuelta a la Escritura y a la liturgia. La liturgia debe actualizar la Sagrada Escritura en su triple funci6n: una lectura 0 proclamacién que presenta los contenidos de la informacién, que da relieve a los valores expresivos, que Mega a impresionar a los oyentes. En la liturgia debe recobrar la Sagrada Escritura su virtud dialdgica. En la oracién privada, de ordinario no partiremos de «ver- dades teoldgicas», que transformamos en lengua concreta, plena y vital; sino que de ordinario partiremos de la lengua biblica, en su integridad funcional. Otro sector mete el escalpelo con la pretension de una nueva interpretacién existencial °*. Inspirada (atencién a la metafora) seria la funcién biblica de apelar a mi respuesta existencial; esta ¥7 En el comentario a la constitucién Dei Verbum publicado en 1969 por la BAC dedico un articulo al tema «Revelacién y doctrina» S# Esta es una cuestin de actualidad, discutida en innumerables articulos: en el «Elencus biblicus» correspondiente a 1963 registra P. Nober 14 titulos refe- rentes a Bultmann. Pero no es facil encontrar una exposicién asequible. H. Noack, Sprache und Offenbarung (Giitersloh 1960), aborda la cuestion en un lenguaje dificil; en Glimo término, defiende la necesidad de un lenguaje «mitico» (simbélico) para formular la experiencia religiosa. L. Malevez, Le message chrétien et le mythe. La théologie de R. Bultmann (Brujas 1954). Exposicién bastante clara, aunque no muy cehida al tema del len- guaje. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Lengua comin 151 Y Pio xi, hablando de pasajes historicos, propone una expli- cacién semejante: «Donde algunos jactanciosamente acusan a los autores sagrados de falsedad historica o de inexactitud, se trata sencillamente de las formas ordinarias de decir y de narrar pro- pias de los antiguos que solian usarse en la conversacién ordina- ria» *7, Con todo, ni Jerénimo ni los dos pontifices recientes respon- den afirmativamente a nuestra pregunta, porque no se la propo- nen. Lenguaje comin en estado puro no se da en Ja Biblia; en cuanto es el humus de todo, de donde parte y adonde retornan los demas, no puede faltar totalmente en la Biblia. En la lengua religiosa de una oracién privada a Dios puede perder importancia y consistencia el hablar, puede automatizarse el proceso verbal, puede discurrir uniéndome a Dios. No es ésta la lengua biblica, ni la lengua de la liturgia. Hemos dicho que de la lengua comtn crecen las demas. En el caso de la lengua inspirada, no preexiste una lengua religiosa cotidiana que se cleve después por la inspiracion; sino que de la lengua comin ordinaria, profana, selecciona sus materiales la lengua inspirada; salvo cuando el autor inspirado utiliza y adapta lenguaje religioso de otros pueblos. Como todas las len- guas revierten de algan modo en la lengua comin, la lengua ins- pirada influye indirectamente en la lengua religiosa comun, e in- directamente puede influir en la lengua profana: testimonio, las huellas biblicas en la literatura occidental, y en muchos mo- dismos de nuestras lenguas. Friso Melzer persigue algunas de estas huellas en la lengua alemana, sobre todo en el capitulo VII y VIII de su libro Unsere Sprache im Lichte der Christus-Offenbarung. Entre los subti- tulos leemos: «Muerte de palabras paganas», «Nueva vida de pa- labras paganoalemanas», «Palabras derivadas del latin», «Traduc- ciones derivadas». Como prueba, toma unas cuantas palabras cristianas de la letra D, persiguiendo su evolucién seméntica, sus parentescos y derivaciones. En el capitulo x leemos el titulo «Cémo influye la oracién en la lengua». No conozco un trabajo equivalente en castellano, y seria muy interesante realizarlo. Helmut Hatzfeld, en su obra El Quijote como obra de arte del ” EB 560. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Lengua técnica 155 y cambia los nombres, buscando mas bien el sentido de pleni- tud, de interpenetracién **. 2. En el capitulo 7 del libro de Josué aparece como Leit- wort la palabra herem en diversas formas gramaticales. Herem es la consagracién a Dios del enemigo y del botin de la guerra santa: puede ser exterminio de la poblacién, de los guerreros, y dedicaci6n al calto: de los objetos preciosos. La: palabra cambia de sentido a lo largo del capitulo: «... cometieron un pecado con lo consagrado... robaron de lo consagrado (1)... han robado de lo consagrado (11)... se han he- cho execrables... si no extirpdis la execracién (12)... hay algo execrable dentro de vosotros.,.. mientras no extirpéis la execra- cidn (13)... el que sea sorprendido con algo consagrado (15)». Este cambio de sentido concreto, con la identidad de la pala- bra, conjura la presencia de una realidad potente, misteriosa y activa. E] autor puede conjurarla literariamente, no describirla o denominarla con rigor. 3. De modo semejante emplea Pablo la palabra amartia, que no es el concepto técnico del pecado individual, sino la po- derosa y terrible realidad, el mundo del pecado en su manifesta- cién activa. No es legitimo leer estos pasajes con mentalidad técnica, ni es buena exégesis reducir a término preciso lo que el autor quiso impreciso y global. Una palabra, una formula, a fuerza de recurrir en un con- texto preciso, con una funcidn idéntica, adquiere una cierta fi- jeza, se tecnifica. Por ejemplo, la formula «tierra que mana leche y miel» es de ascendencia mitica, y conjura una tierra que habi- tan los dioses, tierra de vegetacion paradisiaca, que produce sin trabajo. La formula la toman los israelitas de los cananeos, la aplican fijamente a su territorio, la utilizan en los simbolos de fe y en sus derivados: y asi se fija en formula relativamente técnica, sin perder del todo la connotacién, en potencia o actualizada, de su origen mitico. Del mismo modo algunas instituciones y prac- “8 N. Lohfink, Das Hauptgebot. Eine Untersuchung literarischer Einleitungs- fragen zu Dt 5-11 (Roma 1963) 54-58. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Lengua literaria 159 cin **. Toda la riqueza de las experiencias que deseamos com- partir, ‘toda la Tiqueza de nuestra vida interior que deseamos co- municar, no siempre alcanzan plena objetivacion en el lenguaje comin de la conversacién. Suple en buena parte el contexto, el conocimiento previo, los factores extraldgicos que pueden acom- pafiar el didlogo. Terminada la conversacién, muchas veces sen- timos la distancia, la inadecuacién de nuestras palabras, que ya pasaron, y que cumplieron a medias su tarea. Un chispazo ins- tant4neo tuvimos que diluirlo en meandros prolongados, una in- tuicién central se volvié demasiado refleja o result6 periférica, la urgencia del didlogo nos robé las palabras, la intensidad del sen- timiento inhibié en vez de favorecer la expresién. Y esos mo- mentos en que lamentamos: «no sé cémo decirlo... me faltan las palabras...» La lengua literaria no se resigna con esta aporia, sino que in- tenta actualizar y objetivar en plenitud: engranando todas las funciones del lenguaje y elevando a potencia su rendimiento. El literato aprovecha todos los recursos de su lengua en orden a la expresién, aun los recursos todavia no actuados; cuando siente que la lengua le falla, no se da por vencido, sino que la ensancha y doblega; m4s atin, la resistencia y limitacién de su lengua puede enardecerlo, como el marmol al escultor. Potenciar no es exactamente multiplicar, y en nuestro caso ni siquiera es una multiplicacién de multiplicaciones. La lengua li- teraria ama muchas veces la densidad, la concentracién. Cudnto mundo y cuanta alma en muchos poemas de pocos versos: To see a world in a grain of sand and a Heaven in a wild flower, hold Infinity in the palm of your hand, and eternity in an hour (Blake) Por esta fuerza y para esta fuerza, la lengua literaria muchas veces estiliza, simplifica, se salta los espacios neutros. * Dice Roman Jakobson: «La poeticidad no es un complemento del discurso con ornato retérico, sino una reevaluacién total del discurso y de todos sus di- versos componentes». aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Comparacion de niveles 163 La lengua técnica devuelve a la lengua ordinaria algunos tér- minos y formulas: éstos se vulgarizan, pierden precisi6n y rigor, y con esta pérdida enriquecen la lengua comin (y los cientificos se enfadan porque, vulgarizada su ciencia, el pueblo confunde los términos). Por ejemplo, reaccién en cadena, antibidtico, complejo. En nuestra cultura moderna, esta bajada de la lengua técnica a la comin se verifica con muchos medios, bastante efi- caces. ‘A veces la ciencia asume hechos obvios y simples, ya formu- lados en Ja lengua cotidiana. Al trasponer esas cosas tan simples aun nuevo lenguaje técnico, provoca un momento de estupor y otro de ridiculo: «;Ah, eso es lo que querian decir!, pues se po- dia decir sin camelo». La sociologia es por ahora la campeona del procedimiento. Aunque el peligro de pedanteria es palmario, la trasposicién es legitima, en cuanto que diferencia el conoci- miento y permite una manipulacién precisa. El Antiguo Testamento no levanté a sociologia las experien- cias humanas sociales, sino que se content6 con la forma literaria sencilla del proverbio, la etopeya, etc. 2. Lengua comin y literaria E. Stankiewicz, Poetic and Non-Poetic Language in their Interrelation (Varsovia y La Haya 1961). La lengua ordinaria precede a la literaria, y le ofrece todo como posibilidad. La lengua literaria ama una cierta distancia de la cotidiana. Suele comenzar por formas hieraticas y estilizadas, y evoluciona hacia el realismo. Pero si mantiene mucho tiempo la distancia, y progresa en ingulo divergente, puede caer en el hermetismo o mandarinismo. Entonces tiene que volver a la len- gua comin, para que la poesia exangiie recobre sus fuerzas (T. S. Eliot). Es la practica constante de Ezra Pound en sus Cantos, y es relativamente frecuente en la poesia contemporanea. La lengua biblica tiene momentos de gran estilizacion —Gé- nesis 1—, o de gran refinamiento —Job—; nunca cayé en el hermetismo o mandarinismo. En cuanto podemos juzgar, se ha alimentado constantemente de la lengua del pueblo, a quien es- taba destinada. Este puede ser uno de los sentidos de la formula Sitz im Leben: literatura arraigada en la vida del pueblo. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Comparacin de niveles 167 La lengua técnica puede regalar a la lengua literaria algunas formulas y términos, que la fantasia explotara. La literalizacion de los tecnicismos es relativamente moderna: la us6 Géngora en la poesia, la utiliza el ensayo moderno. La lengua literaria puede desenvolverse hacia la técnica —se- gun vimos— por depuracion y racionalizacién del simbolo, por ejemplo, «instrumento - causa instrumental», por repeticién constante de una palabra en el mismo sentido, por fijeza de una férmula en un contexto, por espiritualizacién. La lengua literaria puede ser parcialmente traspuesta en len- gua técnica: por extraccién del elemento cognoscitivo 0 proposi- cional con nueva formulacién. Asi se obtiene una especie de vi- sién distante, una especie de pardfrasis conceptual. Por via de extraccién llegamos de ordinario a un extracto que no adecua el original. Algunos quieren hacer consistir en esto la exégesis: pero esto no es verdadera interpretacién, sino trasposicién. Al- gunos, con formacién y mentalidad conceptual, pueden pensar que sélo la formulacién conceptual es inteligible, o que es mas inteligible *'. Ello no quiere decir que interprete mas fielmente un texto que no es conceptual, o que aprehenda mas fielmente un contenido que es trascendente y misterioso. La trasposicién conceptual no es propiamente exégesis: es una operacién dis- tinta, en extremo importante. En el mapa de fronteras trazado tenemos planteado uno de los temas mis actuales de la teologia. Esta planteado de algin modo el problema de la relacién entre Escritura y tradicion, esta planteado plenamente el problema de la relaci6n entre Sagrada Escritura y teologia, entre teologia biblica y teologia dogmitica. dad convencional, puede inducir a error: libros histéricos, libros proféticos, li- bros didacticos. Y entre los libros didacticos estan Job, los Salmos y el Cantico. Mas aiin: en las introducciones especiales es frecuente tratar la poética hebrea como introduccién a los que llaman libros didacticos y, de ordinario, esta poé- tica se reduce al paralelismo y la métrica. ® Llevado al extremo por Max Eastman en su libro The Literary Mind: «Los poetas luchan por el derecho de los literatos a hablar vagamente y, a pasar de ello, a ser tomados en serio en una edad cientifica»: «e! literato... posee todavia libertad soberana en el vasto reino de nuestra ignorancia». Véase también la controversia aceptada y resuelta a favor del lenguaje literario por Philip Wheelwright en su obra The Burning Fountain: A Study in the Language of Symbolism (Bloomington 1954). aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Conclusion 171 teolégico es un quehacer de lenguaje, en el sentido mas pro- fundo. CONCLUSION Hemos realizado un corte vertical en el lenguaje para reflexionar sobre sus niveles. Este corte no refleja necesariamente una suce- sién historica, como los estratos arqueolégicos de una excava- cién, Cronolégicamente habria que distinguir el lenguaje primitivo del lenguaje de la cultura. Para estudiar Ja palabra inspirada no nos ayuda mucho tal distincién, pues el lenguaje biblico no es un lenguaje primitivo, sino que nace y crece en ambiente de cul- tura. Si el hebreo biblico es pobrisimo en adjetivos, modesto en vocabulario, simple en estructura sintactica, en cambio posee una conjugacién diferenciada, y en manos de sus buenos poetas llega a un vigor elemental. Quizas a alguno le interese saber que la lengua del Antiguo Testamento es mas rica en fuerza que en refinamiento (aunque en efectos sonoros podria dar lecciones), que tiene una concre- cién elemental de sustantivos y verbos. Estas cualidades se refie- ren a la lengua que han usado y nos han legado los autores bi- blicos; no son diagnéstico universal de la lengua hebrea. En cuanto a la griega, todos sabemos que es una de las lenguas me- jor cultivadas que conocemos, y que el Nuevo Testamento se contenta con unas cuantas posibilidades de esta lengua. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. El modelo de los manuales teolégicos 177 consulta de fuentes, etc. En este caso el autor inspirado realiza un juicio interior sobre la verdad de tales conocimientos: «asi es» —explicito o implicito—, y este juicio sucede iluminado por Dios «bajo la luz de la verdad divina»; esta iluminacién es parte integrante del proceso inspirado. Por la luz divina los juicios son divinos: no tanto el enunciado como tal, su materia, cuanto el juicio de verdad, que es la forma del enunciado. Siendo esta forma verdad divina, nos exige el asentimiento formal de la fe a la verdad revelada. No es necesario ni ordinario que el hagié- grafo sea consciente del influjo divino en su mente. 2. «Ninguna profecia sucede por voluntad humana». Dios mueve la voluntad humana de escribir, sin quitar la libertad; de ordinario, sin que el hombre sea consciente de la mocién divina; la moci6n divina es infalible en obtener el resultado. Esencial es el influjo fisico interno, a veces se da también el influjo divino moral, dirigiendo las circunstancias que moveran de hecho la vo- luntad del escritor. Bajo la accién infalible de Dios, la decisién del hombre es divina: Dios es autor del proceso, y por él del li- bro. 3. Ejecucion. Es el hecho de escribir, que el autor humano realiza por si o por otros; y es el hecho de formular en términos aptos y sin error. La ejecucién no esta dirigida por una mocién sobrenatural de Dios, sino que solamente se da la asistencia di- yina para que las formulas sean aptas, y para que no se deslicen errores. Esta asistencia no es una moci6n fisica en las facultades ejecutivas. Al leer la exposicién precedente, estoy seguro de que el lec- tor ha escuchado en su interior una oleada de preguntas y difi- cultades, que ni siquiera ha tenido tempo de formular: «Aun como esquema resulta demasiado esquemitico... Es un modelo psicolégico primitivo... Sdlo considera el caso del escritor... ¢Es la fantasia de un poeta facultad ejecutiva?, ¢qué decir de todo lo que no es juicio ni doctrina?... La formulacién ocupa un rango secundario... Desconoce la psicologia del lenguaje... Se resiente de la visién de la profecia como carisma de conocimiento...». Que se calme el oleaje, para poder entendernos y seguir dis- curriendo. Otros autores han sentido la insuficiencia del es- 12 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. El artista del lenguaje 181 no querran tranquilizar su conciencia, para tratar a los autores biblicos con técnicas auténomas; otros investigadores dan la im- presién de no poseer gran sensibilidad literaria. Quien defienda que en el Antiguo Testamento no hay literatura ni poesia, tiene un concepto particular de ambos términos. Pensemos en el Cantar de los Cantares — 0 en sus unidades inferiores—, en el libro de Job —aun removiendo adiciones—, en la introduccién de Qohelet, en un salmo escogido, en tantas paginas proféticas. $i nuestra sensibilidad artistica vibra con su lectura, es que no se trata de un mundo poético absolutamente distante del nuestro. De obras a obras descubrimos una analogia espiritual, que basta para justificar la tentativa de andlisis. Ademis, tampoco faltan las distancias dentro de nuestra cultura: del arte poética de Horacio a la de Verlaine o Gerardo Diego hay un buen trecho. EL ARTISTA DEL LENGUAJE H. Lusseau, Essai sur inspiration scripturaire (Paris 1930). Esta tesis, defendida en 1928, dedica un capitulo a la «Psicologia del escritor», antes de desarrollar el modelo leonino. Son trece piginas. Entre los au- tores citados se encuentran Pesch, Billot, Schiffini, santo Tomas; hay una breve cita de Boileau y no falta Pascal; en nota se citan dos dis- cursos, uno de M. H. Houssaye (1895) sobre Leconte de Lisle, y otro de Brunetiére (1894) sobre Bossuet. A. Desroches, Jugement pratique et Jugement spéculatif chez I’Ecri- vain inspiré (Ottawa 1958). También dedica un capitulo a «La psicolo- gia del autor literario», pp. 107-123. Sus autoridades son Cayetano, santo Tomas, Juan de Santo Tomas, Aristételes. Hay una cita de Cha- teaubriand, otra de Maritain y dos de Longhaye. No puedo seguir tal método. Las pocas paginas que voy a escribir han de tener una base mas ancha. Después de una larga familiaridad con el hecho literario y la técnica literaria, me seria imposible mencionar todos los autores que influyen en mi exposicién. Solamente puedo citar algunas autoridades con que recientemente, en vista a estas paginas, he refrescado mis ideas. J. Maritain, Creative Intuition in Art and Poetry (Nueva York 1955). Elabora con categorias tomistas el aspecto filos6fico; sobre el es- fuerzo del tomismo moderno por incorporar el hecho poético, véase E, R. Curtius, Literatura europea y Edad Media latina (México ‘1984) aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Un gran poeta 185 de expresién, una necesidad de traducir lo que sentimos; a veces, por el contrario, se trata de un elemento formal que busca su causa, que busca un sentido en el espacio de mi alma... Fijaos bien en esta dualidad posible de entrar en juego: a veces algo quiere expresarse, a veces un medio de expresi6n quiere servir de algo» ” Con estos datos aproximados, vamos a emprender una ex- ploracién por la tierra prometida del Antiguo Testamento. No sé si el resultado seran racimos de tamafo humano, o si nos de- rrotara este mundo diverso. En todo caso, vale la pena inten- tarlo. UN GRAN POETA Uno de los trozos liricos mas intensos de todo el Antiguo Tes- tamento es el poema de Oseas sobre la mujer infiel 5. Aparte di- ficultades de detalle, nadie niega el sentido fundamental del poema, su unidad sustancial, su vigor de lenguaje. Inmediata o reflejamente, todos pueden admirar la arrolladora compenetra- cién del plano matrimonial, el plano de la tierra, y el plano di- vino: Os 2,4-22. El buen amor: pleito y reconciliacién Pleitead con vuestra madre, pleitead que ella no es mi mujer ni yo soy su marido, para que se quite de la cara sus fornicaciones y sus adulterios de entre los pechos; si no, la dejaré desnuda y en cueros, como el dia que nacid; la convertiré en estepa, la transformaré en tierra yerma, la mataré de sed; y de sus hijos no me compadeceré, porque son hijos bastardos. Si, su madre se ha prostituido, se ha deshonrado la que los engendré. ? Ocwores 1338. * Vease el comentario en Profetas Il, pp. 874-880. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Un simple artesano 189 realizacién verbal; y en ello consiste ser autor poético o literario (recordemos el dicho de Mallarmé: la poesia se hace con pala- bras). Por tanto, esta tarea esencial no puede quedar fuera de la inspiracién. gLa podemos descomponer en una serie de juicios practicos o especulativos de accion sobre la aptitud de la fér- mula escogida? No niego la existencia de tales juicios: muchas veces son explicitos, y llegan al final de los tanteos, otras veces estan implicitos en el gozo del hallazgo fulgurante. Afirmo que la realizacion literaria es mas y es anterior a dichos juicios. Ni podemos identificar la intuicion que contempla con un juicio es- peculativo que afirma explicita o implicitamente la verdad del enunciado. La intuicién puede ir acompafiada de una afirmacién tacita «asi es»; pero me parece dificil reducir la intuicién poética a un juicio especulativo. La poesia del Antiguo Testamento —una buena tajada— no se explica adecuadamente con el modelo psicolégico de los jui- cios; consecuentemente, su inspiracién rompe el esquema pro- puesto. El ejemplo aducido como hipotesis tiene sus limitaciones de probabilidad. Comentadores de hace varios siglos, por escri- pulos morales, consideraban el incidente matrimonial de Oseas como pura ficci6n literaria, especie de alegoria. Muchos comen- tadores modernos aceptan la historicidad del hecho, como base psicoldgica del oraculo. Otros insisten en el caracter de accién simbélica: la accion simbolica se puede tomar como episodio real y como pura pantomima; yo creo mas justa la explicacién historica. Aun los que minimizan la realidad psicolégica, reco- nocen la intensidad del sentimiento del profeta. Es decir, quien niegue la realidad psicolégica de la vivencia, tendra que recono- cer en Oseas una prodigiosa capacidad poética de sumergirse en vivencias humanas ajenas, para tomarlas como materia de su creaci6n poética. Seria una instancia de la necesaria distincién que hace el critico entre el yo del poema y el yo del poeta. UN SIMPLE ARTESANO. Saltemos del gran poeta y profeta del amor a un anénimo arte- sano de tiempos posteriores, que no recibid un adarme de tem- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Un arbol 193 ha hecho significativo de una realidad superior: Dios vigila en la historia para cumplir su palabra. El chispazo o intuicién ha sido una analogia trascendente. Reconociendo esta percepcién como oracular, Jeremias tiene que trasformarla en oraculo proclamable, con su trabajo arte- sano. Para ello aprovecha una formula ya conocida, quizas té- pica desde el tiempo de Amés: «El Sefior me dirigié la palabra: éQué ves, Jeremias? Respondi: Veo una rama de alerce. Y el Se- for me dijo: ;Bien visto! Que alerta estoy yo para cumplir mi palabra» (Jr 1,11-12). Segtin esta reconstruccién, el proceso inspirado comienza con el chispazo de comprensién, sigue por el movimiento o im- pulso, continta por el trabajo artesano. Este ultimo apenas ha tenido valor creativo, pues ha consistido en rellenar una formula preexistente. Sobre esta paronomasia utilizada por el profeta (adaptada en alerce-alerta) véase L. Alonso Schikel, Profetas I (Madrid 1980) 423 ss. Me gusta comparar este ejemplo de Jeremias con un poema castellano de Antonio Machado. EI poeta paseante contempla un olmo, hendido por un rayo —diriase muerto— con unas inespe- radas hojas tiernas en la punta de alguna rama. Y en el arbol re- verdecido, el poeta intuye el misterio de la vida, de la primavera, de la esperanza: el arbol es una intimacién para su melancolia. Y decide —impulso— anotar este descubrimiento, antes que el Arbol sea talado: olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi coraz6n espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera. E] poeta de Castilla ha descubierto un sentido humano tras- cendente en el olmo; el profeta de Anatot, polarizado por su eleccién, ha descubierto un sentido divino en el almendro. El profeta ha conformado su descubrimiento en una forma t6pica, de ascendiente reconocido y brevedad incisiva; el otro emplea 13 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Un detalle de estilo y un salmo de imitaci6n 197 *La voz del Sefior es potente, la voz del Senor es magnifica, 5la voz del Senor descuaja los cedros, el Senor descuaja los cedros del Libano. ®Hace brincar al Libano como a un novillo, al Sarién como a una cria de bifalo. 7La voz del Sefior lanza llamas de fuego, 8 Ja voz del Senor sacude el desierto, el Senor sacude el desierto de Cades. °La voz del Sefor retuerce los robles, el Senor descorteza las selvas. En su templo un grito undnime: ;Gloria! '°E] Sefor se sienta por encima del aguacero, el Senor se sienta como rey eterno. “El Sefor da fuerza a su pueblo, el Seftor bendice a su pueblo con la paz. De este salmo 29 me ocupé ampliamente en el libro Treinta Salmos: Poesia y oracion (Ed. Cristiandad, Madrid 1981; 71986) 121-132, analizindolo verso por verso, sus recursos formales, antecedentes y raices, trasposicién cristiana, etc. El arranque del salmo es la experiencia de una tempestad: la experiencia en si no es mas que el material. En la experiencia sobrecogedora de la tempestad el hombre ha captado la presencia terrible y fascina- dora de Dios: la tempestad se ha ofrecido como teofania, como manifestacién de Dios en poder, a la visién simbélica. Esta pe- netracién de sentido trascendente es el punto de ignicién del poema. Para objetivar la percepcién central el poeta escoge la forma del himno litargico, y esta cleccién inicial determina una actitud dominante conformadora del poema: alabanza comunita-~ ria. Para realizar el poema cstiliza la tormenta en siete trucnos, sustantivos, casi corp6reos, sujetos activos. Estos elementos han ido apareciendo en la ejecucién, intensamente creativa. Hasta aqui el caso parece facilmente reductible al ejemplo ti- pico de Oseas. Sélo que entra un nuevo factor: el salmo, con toda probabilidad, es de origen cananeo, y ha sido adaptado por un autor biblico, inspirado. Este dato probable nos impone una pregunta: ¢Quién es el inspirado?, ¢donde se inserta y como obra la accion del Espiritu? La respuesta sera otra vez. tentativa. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. INSPIRACION SUCESIVA El Gltimo caso es de importancia especial, porque muchas partes del Antiguo Testamento, como llegan a nosotros, han sido com- puestas con métodos semejantes. Ademas de explicar multiples casos biblicos, nos propone una pregunta importante: ;Estaban inspiradas las formulaciones previas? gO sdlo es inspirada la al- tima, la canénica? Es la cuestién de la «inspiracién sucesiva». Todavia en tiempos de Pesch se podia pensar 1a composicién de los libros sagrados un poco al estilo moderno: Moisés escribe su Penta- teuco, Isaias escribe y edita su libro, etc. Cosa insostenible hoy. Muchos libros biblicos van creciendo en una serie de etapas lite- rariamente creativas: tradiciones locales, composicién del yah- vista, version variante del elohista, reflexién ciltica de un cuerpo sacerdotal, nuevas redacciones y combinaciones...; 0 cantares de gesta profanos y religiosos, coleccién en unidades mayores, uni- ficacién con un principio religioso, adicién de un marco de re- flexién teoldégica (libro de los Jueces) o adicién de dos versos fi- nales al salmo 51 para uso durante el exilio; o adicién de un verso para enderezar a Juda un ordculo dirigido a Israel; 0 com- posicién de tres oraculos auténomos en nueva unidad dinamica en tres tiempos (Is 8), etc. éTenemos que imaginar al Espiritu Santo cruzado de brazos, contemplando todo el trabajo literario de los hombres, hasta que decide intervenir, justo, justo en la etapa final? ;Tendremos que considerar inspirado tnicamente al colector, al editor que corri- gid? ¢Tenemos que suponer que la inspiracién amanece en tiempos posteriores, entre el destierro y Esdras? Las preguntas se responden solas. Una visin tan pobre de la inspiracién, que aleja al Espiritu Santo en los momentos mas creativos, y le abre la puerta cuando no hay casi nada que hacer, al momento de cerrar la edicién, me parece inaceptable. De un modo o de otro tenemos que aceptar la «inspiracién sucesiva», como explicacién correcta de principio. Donde ha habido verda- dera contribucién literaria religiosa, alli ha actuado el Espiritu. En la etapa profana y neutra, o no israelitica, no es necesario postular la inspiracién; en la etapa de simple coleccién, sin con- tribucién literaria, tampoco. Los libros biblicos han crecido aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Nuevo Testamento 205 «Responderia a esto que la ley y los profetas, antes de la ve- nida de Cristo, que habia de esclarecer sus misterios, no conte- nian el mensaje que incluye la definicién de evangelio. Pero cuando vino el Salvador y dio un cuerpo al evangelio, entonces, con el evangelio, lo convirtié todo en una especie de evange- lio» 7°, Esta trasposicién la realiza primero Cristo en su encarnacién, y la va explicitando en sus palabras: cuando anuncia en la sina- goga de Nazaret «que hoy se ha cumplido esta Escritura» (Le 4,21), cuando va comentando «porque esta escrito»; y sobre todo cuando, después de la resurreccién, explica a sus apdstoles el misterio pascual «abriéndoles las Escrituras». No es del todo exacto decir que la Iglesia recibe la Biblia de la sinagoga: solo mediatamente, porque Cristo es quien entrega a su Iglesia el An- tiguo Testamento. Y en esta accién, da un ejemplo, que siguen los apéstoles y demas escritores del Nuevo Testamento, y los santos padres, y tantos tedlogos. Ahora bien, esta trasposicién de sentido, este Ilenar de sen- tido, es una auténtica actividad literaria; Lohfink la llama un «acto hagiografico» *!, Porque es dar forma literaria a la nueva realidad misteriosa; y es un completar el sentido de formulas li- terarias que estaban en camino. Este acto tiene que estar movido por el Espiritu. Por eso trae como consecuencia ineludible la «inteligencia espiritual» del Antiguo Testamento 22. 2° AeyBein d'Gv 0d¢ toito St Od Tig XoLatow emdqptac 6 vowoc xai ot Roogrtat, Gte undéxw EnhvOdtoc tod ta Ev adtoic pvoTHeLa oagnvitovtoc, odx eiyov 16 énaeyyehua Tot regi TOD evayyedou Sgov. ‘O dé TuorIjo éxrdyun}- gas xai w ebayyéhov owpatoxombivar XoUoas, TH ebayyehiy XévtA woei evayyéAov xexoinxev (Origenes, /n fo 1, 8; PG 14, 33; GCS 4,11). «Los libros enteros del Antiguo Testamento, incorporados a la predicacién evangélica, alcan- zan y muestran su plenitud de sentido en el Nuevo Testamento, y a su vez lo iminan y explican», segtin la constitucién Dei Verbum, 16. Véase el comenta- rio amplio a este tema en el volumen de la BAC. 2'-N. Lohfink, Uber die Irrtumslosigkeit und die Einheit der Schrift: «Stim- men der Zeit» 89 (1964) 161-181. #2 P. Grelot, Sentido cristiano del Antiguo Testamento (Bilbao 1967). Véase L. Alonso Schokel, The Old Testament, a «Christian Book»: Bib 44 (1963) 210- 216. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Sintesis . 209 lengua que han recibido, dejandose ayudar a veces del sonido de las palabras, del ritmo alterno tradicional para equilibrar, de un ritmo breve para concentrar... Todo este proceso tenemos que concebirlo bajo la accién del espiritu. Aqui reside principal- mente el carisma: la misién de los hagidgrafos es transformar en sistemas de formas significativas la historia del pueblo, sus per- sonales experiencias, las iluminaciones de Dios, el sentido de la historia, las obras de salvaci6n, la respuesta del pueblo de Dios... La inspiracién es carisma de lenguaje, y el lenguaje fragua en esta etapa. Y no hay dificultad en concebir dos formulaciones distintas inspiradas, una mejor que la otra, aun del mismo autor; precisamente del mismo autor. Antes de esta actividad no existe la palabra, no hay palabra de Dios. En este proceso se realiza el nacimiento de la palabra: si la Biblia es palabra de Dios, es porque el Espiritu ha dirigido este proceso. Por otra parte, el ser de las palabras es significa- cién y sentido, el ser de la obra es sistema de formas significa- tivas: en la palabra biblica esta presente y patente la revelacion, como su sentido. Evito aqui expresamente el término , para escribir el libro: «A este propésito podemos distinguir dos vocaciones distintas: la que hace pronunciar un ordculo bajado del cielo, y la que impulsa a componer un libro. Las designaremos con los nombres tipicos de profeta y escritor sagrado... En el caso del profeta, que recibe de Dios un mensaje para comunicarlo, el juicio especulativo ocupa el primer plano... Es distinto el caso del escritor sagrado que recibe de Dios el im- pulso para componer un libro... En este caso, el impulso inspira- dor alcanza primero a la raz6n practica del escritor, y tiene por objeto primario el juicio practico» >”. Esto lo escribia Benoit en 1947. Doce afos mis tarde, en el % Véase P. Dausch, Die Schriftinspiration. Eine biblisch-geschichtliche Studie (Friburgo 1891) 188, y todo el capitulo sobre la escuela de Tubinga. 3” La prophétie, pp. 317-318. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 236 Hablar y escribir maci6n cultica actualizaba los hechos pasados: «no vuestros pa- dres, sino vosotros mismos... como el dia de hoy» (Dt 5,3); ahora va a cumplir la misma funcién la escritura, y ella podra mover al pueblo a la alabanza del Sefior. El salmo 149 parece aludir a la sentencia judicial escrita: «Ejecutar la sentencia dic- tada [=escrita] es un honor para todos sus fieles»: quizas en- tonces la escritura era un acto juridico para la validez de la sen- tencia. El caracter de testimonio que la escritura confiere a la pala- bra esta muy claro en Is 8,16. En cuanto a la preservacién de la palabra, es muy significativo el episodio narrado en el libro de Jeremias (cap. 36). El rey atenta contra la perduracién de la pa- labra profética, cortando el manuscrito y arrojando los frag- mentos al fuego; pero la palabra profética es superior a la ma- quinacién regia, existe todavia en la memoria, y sera de nuevo registrada para futuras generaciones. En la literatura sapiencial tenemos testimonios del arte de es- cribir: en el caso de los Proverbios se trata de una actividad aca- démica de recoger, incluso con variantes, aun colecciones previas y extranjeras. Actividad parecida a la de nuestros especialistas de folklore, pero al parecer con intenci6n religiosa. Como veremos en el capitulo siguiente, esta actividad también tuvo un caracter literario de componer una antologia. Al final del Eclesiastés, un discipulo testimonia sobre la actividad de componer del maestro: «estudié, inventé y formulé muchos proverbios; procuré un es- tilo atractivo y escribié la verdad con acierto». En resumen, algunos testimonios biblicos indican que el he- cho de escribir no siempre es pura notaci6n grifica para la pre- servacién, sino que ademas puede afadir un valor juridico, de instrumento, de testimonio, de norma. Oua serie de hechos demuestran que parte de la literatura biblica tiene una prehistoria oral. La tarea basica de los profetas ‘s proclamacién: como se dice en el mandato divino, o como la descripcién del , El Nuevo Testamento, cuando cita el Antiguo, prefiere la formula «Escritura» a los nombres de los autores, sin exclusi- vismos. Los comentaristas medievales, por su orientacién hermenéu- tica, prefieren la segunda formula. Toda la teoria de los cuatro sentidos no la aplican los medievales a los autores, sino a los li- bros, a las obras: el sentido alegérico y el tropolégico y el ana- gdgico estan allf en el texto, visible para el cristiano que lee con * ”, Mucho mas matizada es la formulacién de Rilke °8, respal- dado por tan intensa experiencia poética: «Sélo vemos tus versos, que venciendo la inclinacién de tu sentir, ain llevan las palabras que ti clegiste. A veces no pudiste elegirlas: un arranque se impuso como un todo, y lo decias como un encargo: triste para ti. Jamis de ti lo hubiera escuchado. Tu Angel resuena aan hoy, pero acentia de otro modo aquel texto: y me rebosa el gozo por su modo de decir, por ti, porque esto si que ha sido tuyo: Tu salvacién hubiera sido ver cémo entra por los versos el destino y no vuelve a salir, y se hace imagen y sélo imagen: un antepasado que, cuando ti le miras, en su marco, parece y no parece asemejarte. Asi hubieras perseverado». La objetividad del poema, su crecimiento de sentido, su cali- dad de imagen no excluyen una presencia del autor. Unamuno ha sentido y expresado con fuerza la tensién entre el autor, la ” The Verbal Icon. Studies in the Meaning of Poetry, 1954, pp. 5 y 81. ** Requiem fiir Wolf Graf von Kalckreuth, trad. de José Maria Valverde. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. QUINTA PARTE CONSECUENCIAS DE LA INSPIRACION dxoboavtes tov Adyov Tig GAnGelac (Ef 1,13) 13. En el contexto del Logos: la verdad 14. La doctrina y su uso E@v 6 Adyos tot Geod xai Eveoyris (Heb 4,12) 15. En el contexto del Espiritu: la fuerza aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Ute SOs una omu Ora e pre ' Tesy, era, ta per propre Patente La verdad literaria 303 seguir aqui 3 Hans Meyerhoff, ave se recomienda por su clari- dad expositiva Ss, Una obra Jiteraria contiene una serie de informacionesy ele- mentos descriptivos de vida € historia, artes y oficios, ete Son datos extrinsecament controlables, Y son accidentalmente inte- grantes de Ja obra. Esto es lo que buscan un historiador critico, un socidlogo, UD arquedlogo, cuando consultan monumentos li terarios. En. la Iliada aprendemos muchas cosas sobre las cos glo vill) em la Odisea podemos aprender usos marineros de una epoca. Todas estas jnformaciones 2° constituyen 1a verdad espe- cifica de la obra literaria, ¥ el erudito que solamente busca esos También la Sagrada Escritur® nos suministra multiples infor- maciones sobre costumbres Y concepciones de Ja epoca: casas le dos pisos, com columnas para apoyar el piso superior» molino de mano movido Por dos mujeres> Y tambien la idea de una boveda solida en el cielo los pastores usaban hondas, Y también la idea de que hay en dl cielo depositos de granizo, etc Estas jnformaciones 0 constituyen la verdad especifica de la Sa- grada Escritura. Esto y@ lo explico san Agustin, Y el cardenal Baronio (segan testimonio de Galileo) lo formulaba asi el Espi- contrat jnformaciones cientificas reveladas en el Génesis.) Mas aun, estas jnformaciones secundarias puede mangjarlas el sgutor con una cierta libertad, pues! que las subordina a la ver~ dad de su obra. Puede simplificar Ja informacion, puede aceptar Ja informacion sin molestarse > controlarla criticamente, puede inventar elementos jnformativos SeBUP le conviene, pucce defor- mar positivamenté algunas informaciones POF conveniencias 13° rrativas © expresivas puede exagerar una informacion. Todo esto no es tramp ni capricho, sino sentido funcional, pues todo ha Mle quedar subordinade Y summado por fa verdad de a obra. Si el docto utiliza la obra Jiteraria come fuente de informacion fide- digna, él carga con la responsabilidad de sus propios errores, Y no tiene derecho a atribuirselos al autor. * Time in Literature (Berkeley 1960) capitulo cuarto, aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 310 En el contexto del Logos: la verdad es el contraste de opiniones camino de la verdad encontrada y poseida en comtn; no se ve por qué esta dimensién del lenguaje deba quedar fuera de la inspiraci6n. Cosa muy humana y muy noble es este didlogo, para que lo excluyamos a priori de la Bi- blia: «Un dia pascual iban dos discipulos de Jess hacia Emats. En el camino dialogaban los dos sobre los acontecimientos del viernes. Y mientras los dos conversaban y juntos buscaban (év tw Suieiv xal ovEntetv)...». He aqui el verbo precioso que usa san Lucas: iban buscando entre los dos: éste es el didlogo de la majfiana pascual. Y en medio de la busqueda en compaiia, surgié entre ellos la Verdad, Jestis; aunque tardaron en reconocerla. Es emocionante y sugestiva esta escena del evangelio. No ol- videmos el precioso verbo griego ov§yteiv, buscar juntos. La mas perfecta definicién del dialogo: «buscar entre dos la verdad y la Verdad» '°. EI Eclesiastés incorpora a su libro el proceso de meditacién, o va descubriendo su verdad dinamicamente. Y no se puede en- tender este libro ni el de Job, si no es como piezas dialécticas en la gran discusién de la retribucién, especie de quaestio disputata. Manifiesta es la intencién dialéctica de la carta de Santiago. Y el libro de la Sabiduria parece pensar y responder al Qohelet. Y el gran problema discutido no recibe respuesta satisfactoria hasta Cristo. El Deuteronomista investiga el sentido de algunos he- chos, a veces busca la coherencia de dos de ellos: es una especie de fides quaerens intellectum. Podemos decir que la Sagrada Escritura, sobre todo el Anti- guo Testamento, nos propone la verdad también en forma de busqueda. Y esto es parte de su dramatismo interno. Con ello nos revela también al hombre bajo la luz oscura del misterio, o bajo el don y desaffo de la palabra. Y como no da todas las ver- dades en forma de respuesta final, o de proposicién conclusiva, la Escritura queda perpetuamente abierta a la indagacién y cons- tante penetracién de los fieles. «Esta tradicién apostélica va cre- ciendo en la Iglesia con la ayuda del Espiritu Santo; es decir, crece la comprensién de palabras e instituciones transmitidas cuando los fieles las contemplan y estudian repasdndolas en su '5 L, Alonso Schdkel, Pedagogia de la comprensién (Barcelona 1961) 117. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 314 En el contexto del Logos: la verdad una falsa divisi6n de la palabra inspirada:

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