Está en la página 1de 9
3. LA CASA DE LA LOCURA icuzL roucauLr En el fondo.de la préctica cientifica existe un discurso que dice: “no todo es verdadero; pero, en cada punto y a cada moniento, existe una verdad, por decir y por ver, una verdad que acaso, dormita, ero que espera silo nuestra mirada para manifestarse, muestra mano para ser révelada; corresponde a nosotros encontrar la correcta perspec- tiva, el Angulo adecuado,- los instrumentos que son necesatios, puesto que de todas maneras ella existe alli y est por doquier”, Em- pero nosotros encontramos profundamente anclada en nuestra cultura también esta otra idea que la ciencia y Ia filosofia contradicen’. la verdad, como el rélémpago, no nos espera en cualquier lugar donde tengamos la paciencia de espiatla y Ia habilidad de sorprenderla, sino que tione momentos propicios, lugares privilegiades, no s6lo para salir de la somibra, sino. directamente para producirse; si existe una geo~ gratia, de Ja.verdad, es aquella de lag sedes en las que reside (y no simplemente de, los fugares ei los cuales situanios para, mejor obser- varia) ; su eronologia es la de'las coyunturas que le permiten llegar como un acontecimiento (y no aquella dé los momentos que se deben aprovechar para’ percibirla, como entre los nubes). Se podria encon- rar en nuestra. historia toda una “tecnologia” de esta verdad: locali- zacién de los lugares, calendario de sus ocasiones, saber de los rituales en medio de los cuales sé produce, Ejernplo de esta geografia: Del fos, en donde la verdad hablaba, lo que sorprendia a los. primeros filésotos griegos; les lugares de retiro en ef antiguo monasterio, el pil- pito del: predicador-o Ia cétedra del magisterio, Ja asamblea de los fieles. Ejemplo de esta cronologfa: Ia que encontramos muy elaborada en la neci6n médica de:crisis y que siguié siendo tan importante hasta fines del siglo xvi La-ctisis, tal como era concebida y pucsta cn accién, no es-exactamente el momento en el cual Ia naturaleza pro- funda’de:la enfermedad sube a la superficie y se muestra; es ef momento -en el.cual el proceso mérbido, por su propia energia, se desvinicula' de aus obsthculos, se libera de todo aquello que podria madurar'y en cierto modo se decide: se decide a ser una que otra, décide su propio futuro (favorable o desfavo- rable). Movimiento auténomo en_un cierto sentido, pero eA el cual ‘el médico ‘piiédé "debe participar: G1 debe reunir alrededor de ts) “efecto prod A CASA DE LA LOGURA, ise ‘Gata Gtisis todas las coyunturas que'le son favorables, por’ consigiiente pararla, invocarla, suscitarla, pero debe también tomarla como una \ Prepararl ‘gcasi6n, inseitar su accién terapéutica y empezar con ella una lucha fen el momento mis favorable. La crisis puede posiblemente desarro- flare sin el médico, pero si éste quiere intervenir deber’ hacerlo segin na. estrategia que.se ordene a Ia crisis come moménto de’ verdad; sin dejar de desplazar aubrepticiamente este momento a uris fecha que fe sea favorable a él, ei terapeuta, En el penstimiento y en’la prdctica médica, la crisis era al mismo tiempo momento fatal, efecto dé un ritual y ocasién estratégica, Lae En otro orden de cosas, también la prucbi, judiciatia‘era wna forina para disponer la produccién de la verdad, La ordalia’que some- ‘fa al acwrado a una prueba o el duelo que enfrentaban ‘acusado y agusador (0 sus representantes) no eran una forma frustrada ¢ iera- ional de “detectai” Ia verdad y de saber todo lo que realménte habia sucedido en el asunto ‘en litigio; era una forma de decidir de qué parte’ Dios ponfa akora aquel suplemento de: fortuna “o dé” fuerza ‘que’ procuraba el &xito a uno de les dos rivales: aquel éxito, si era Jogrado regularmente, liabria indicado a favor.de quien deberia termi nar e! litigio, Y Ia posiciéa del juez, no era 1a del enouestidor que ‘rata de descubrir una verdad ocuita y restituirla exactimente; su papel ‘era, por el contrario, el dé organizar” su’ proditceién, de’ autentificar Jas formas rituales en las que ésta’ habla siséitidd. La’ verdad era el ido por la‘ determinaciért rita del vencedor, : Por consiguiente poderos suponer en nucitra civilizaciény «* to largo de los siglos toda una tecnologia de la verdad que -la ‘praxis Gientifica y el discurso filos6fico han descalificado, recubierto y recha- zado poco a poco, La verdad no esti en el orden de Jo que'es,'sino de lo que acaece: acontedimiento, Ella no es constatada’ sing »provo- cada: produccién en vez de apoffintica, Ella no se da ‘mediante ini- trumentos, se fa provoca a través ‘de rituales, so le atréc con ciertas astucias, se le capta segtin las ocastones: estrategia, no. método,-De un tal acontecimiento, producido asi, al individuo que lo aéechaba y que queda inapresionado por ello, ta relacién no es de! objeto;al sujeto de conocimiento, es una relacién, ambigua, reversible, belicosa, de auto: Hidad, de dominio, de victorin: una relacién de ‘poder: Naturalmente esta tecnologia dé la’ verdad-acontecimicnto-ritual- prueba parece haber desaparecido hace tiempo, Pero hit durado larga mente, niicleo no reduetible al pensamiento cientifico, La importancia ‘de Ja alquimis, su obstinacién en no desaparecer a pesar-de tantos fracasos y de tan infinitas repeticiones, el poder de encanto que, ha -ejercido, sin ducla se deben a esto: ella ha establecido una de tas formas més elaboradas de este tipo de saber; no trataba’ tanto de conocer. aacinat, roUCAULT : 137 Ia verdad como dé producirla ‘segint una’ detérniinactéa” de’ los “ros mentos favorables (de aqut su parentesco con la astrologia), siguiéndo * ciertas prescripciones, ciertas reglas de comportamiento. y-ejercicio ” (de aqui sus vinculos con la mistica) y proponiéndese como fin una victoria, un dominio, una soberania sobre un secreto, més bien que el descubrimiento de una incégnita. El saber alquimistico es vaéfo' y vano en Ja medida-en la que se le someta.a un interrogatorio en t6rmiinos de verdad representada; él est4 Heno si se le considera como un conjunto de reglas, de estrategias, de procedimientos, de cAlculos, de combina + Gones que permitan. obtener ritualmente la’ produccién del aconteci- miento “verdad”, Sogéin esta perspectiva también se podria hacer una historia de ta confesi6n, en el orden de Ja penitencia, de la justicia criminal y de Ja psiquiatria, Un “buen sentido” (quo de hecho se basa en toda tina concepeién, de la verdad como objeto de conocimiento) reinterpreta y justifica fa basqueda’ de In confesién diciendo: si el mismo sujeto confiesa su crimen,.o su culpa, 0 su'loco deseo, ésta es la mejor prucba, el signo mds cierto, Pero’hist6ricaménte, mucho antes de ser ‘consi- derada como prutha, la confesiOn era la produccién de una’ verdad al final de und prueba y ‘segtn formas canénicas: confesién’ ritual, suplicio, tortura, En este tipo de confesién —tal como’ sé 16 Uikes én las pricticas religiosas ‘y Iuego judiciales del medioevo— el proble: ma no era tanto que la confesién fuera exacta y que viniera’a inte- grarse como elemento suplementario a las otras pruebas sino que se hiciera y que fuera segrin Jas reglas. La secvencia interregatorio-con= fesién tan importante en Ia practica médico-judiciat moderna, de hecho fluctiia entre wn viejo ritual de la verdad-prucba ordenada al acontecimiento que se:produce y una epistemologia de la verdad-cons- tatacién” en orden a Ja verificacién de Jos signos y también de Ins pruebas, El. paso de Ja verdad-prueba a la verdad-"constatacién” es tal vez uno de los procesos més importantes en In historia de Ia verdad. Y la palabra “paso” tal vez no es exacta, Ya que no se.trata de dos formas extrnfias Ia una a la otra, que se opondrian y de las cuales vwna Jograrfa triunfar sobre Ja otra, La verdad-“constatacién” en Ia formi del conocimiento tal vez no es més que un caso particular de J. verdad-prueba en In forma del acontecimiento, Acontecimiento ue se produce como potencialmente repetible, de derecho, hasta el jnfinito siempre y dondequiera; ritual de produccién que toma cuerpo ‘en una instrumentacién y en un método accesible a todos y uni- formemente eficaz; resultado que designa un objeto permanente de conocimiento y que califica a un sujeto universal dé conocimiento, Precisamente esta singular produccién de verdad pgco a’ poco “ha storia: de, perpostciénseifa poco’ ris o.anenos la his- 2 jobia' misma del: saber ent Ta sociedad. occidental desde Jos.tiempos del medicewo: historia, no del conocimiento' sino del riiodo en, que la pro- duicclén.de Ja’ vérdad ha tomado fornia, y.te a imipuesto, la norma £ “del. conacimients,, Tal-ver se puedén indicar tres puntos de referencia’ en este proceso, En.primer lugar la institucién y la: generalizacién, del + procedimiento de investigacién en la practica politica y en'la practica {judicial (civil o religiosa) :-procedimiento cuyo resultado se determi a través del acuerdo de varios individuios sobre un hecho, un acon! ‘cimiento, una costiimbre que pueden, desde ese-momento; ser.-consi- derados. como’ notorios, ésto_es,.que pueden y ‘deben ser recono- ‘idos: hiechos conocidos porque son: reconocibles por todos.-La. forma ‘juridico-politica de’ la investigacién ‘es :correlativa “al :desarrollo.’del estado y, 2 de poder: politico “ea el elemento: del feudalisino. La" prui tipo de poder-saber de caricter esencialiénte'titual;.la inyestigacién ‘es un tipo.de poder-saber éeoncialimiente administrative, ‘Preclsamente este motlelo, cofforitc ée iban desaérollando las extructuras del Estado, impuso al saber la forma del:conocimiento:' un’ sujeto :soberario.que todos debe ser reconocible en’ cuitnto’ quie:ya dado, s+ : "EL segundo’ gran momento se Stuatta en la época.en‘que'éste pro- \cedimiento "juridico-politico -pudo .tomar cuerpo ‘én: una’ tecnologia: que permiitia una investigacién de fa natuialeza, Una tecnologia hecha de instrumeritos ya. no. desiinados'a' ericontraf. el lugar: de In: verdad, apresuras y hacer madurar su'momento, sino & atraparla‘en cualquier tio yen’ cusiqui Ja distancia o eliminar el obsticulo que nos “separa de una :vérdad que nos espera en toda’ partes y qlie nos ha esperado en todo instante.» Esta, gran inyetsi6n ‘tecnolégica, probablementé data de la 'época dela aves que ya no é. eenttaba,cn lor hombres’ y sus bienes sino en la-tierea y sus riquezas; data de la conquista del mar més bien que de la: te ra, Deide la’ nave, elemento: infinitamente mévil,:el navegante debe saber a cada instante y.cft'cada- punto déndé sc encuentra; el instru mento. debe ser-tal que ningtin. insiante seid privilegiado.'y nivgin Ihigar tend. priimacia sobre oti6. El, viaje ha introducido 16. universal ‘en_la tecnologia de la verdad; le ha impuesto la norma det “en-tuale: quier momento” ¥ “dondoquieta”” y por contiguiente: la normadel ~ Nquienquiera”, La verdad ya ‘no tiene riecesidad -de ser’ producidas! ella debers presontaise y-represeniatse cada vez que sele busque, Tents aparicién, en’ el siglo sarin, de un ‘nuevo. tipo, jene fuineiéa:de universalidad y: un objeto de conocimieito. @ue’ por inomento; instrumentos ‘idecuades para. superar / sa, de los grandes viajes, ‘de aquellairimensa “inguiticiéa’” it vg oS is ©.” oFinalméiite,el:tercer shomento, en los sltimes afos.del siglo. vm, éuando.en ef elernento’de'la verdad tonstatada por. medio’ de, inétru- ‘mentos de tipo. universal, la quimiea y'la électticidad permitieron Ia: produccién de’ Jos. fenbmienos, Esta “produccién "de fenémérios “en Ja experitientacién es Jo més lejano posible de la produccién de ver- dad en la priieba::ya’que ellos son répetibles, pueden y deben ser cors- tatados; controlador y medidos, La experimientacién no es otra cosa que una investigacién conducida ‘sobre hechos provocidos:artificial- ‘mente; producir- fendmerios por medio “de. un equipo. dé laboratorio no significa ‘suscitar iitualniente. el advenimiieito de ta. vetdad,. es sélo wun modo. de constataf. una verdad por’ medio de” una’ téenica ‘cuyos datos’ son: universales. La produccién de la’ verdad. ha tomado ya la'forma de la. produccién de feri6menés constatables por’ todo: sujeto de conotimiento., * Claratiente, esta: graft trasformacién “de los procédimientos del ‘tabier‘acompafia’a los" cambios eienciales de: las, sotjedades occidenta- led} stirgimiento de un’ poder politico” que: tiene lx forma ‘del Estados extensi6n de’ las relaciones.miercantiles ‘a. eseala mundial; puesta en dbra de las grandes técnicas de‘ produccién, Péro también es claro que; fen eitas rodificaciones, del saber, no se trata de un sujeto dé, condei- miento que es. aféciado,por las traslormacioncs de la infraestructura, sind més bien -por' formas-de -poder-y-de-siber, de -podet-saber. que funcionan y que tienen’efecto a nivel de la “infraestructura”.y dan h gai a Ia reldcién:de conscimiente (sijeto-cbjeto) como horma del saber,;Pero coma jiorma de-dicho saber no hay que olvidar que es histéricamente singular, En esias condiciones s¢ purde entender bien e6mo tal northa. no’ se apliquia sin dificultad a todo aquello que opote resistencia a sus-Iimites 0 incertidumbres en’ el’ campo, ‘del conocimiento, pone en tela de juicio el.conocimiento, la forma del condcimiento, la norma ‘‘sujeto- ‘objeto, cuestiona’ las” relaciones entre’ las estructuras politico-eco- hdmicas de nuestra’sociedad y of conocimiento (no ei sus contenidos verdadero; o falsos sino en sus fuinciones de poder-saber), Por coisi- guiente ciisis histérico-politica, © ‘Tomemos pot ejemiplo Ia medicina, con'el espacio que le es:conexo, ‘esto es el hospital, Hasta hace ‘poco: tiempo el hospital habia perma- ~ necido como:un. lugar:ambiguo: de constatacién de una yerdad escon- dida y dé prueba para una verdad por producir, ‘Instrumento ‘de # . obéervacién, el hospital debia ser el higar-én donde todas las enfermé- dades. podian’ ser, clasificadas unas’ respecto a. otras, confroatadas, ‘separadas, reagrupadas.en: familias; cada ‘una podfa ser observada en UA CASA DRA LOCUAA ispécilicas, seguida en’ si evoluci6n, identificada’por iia’ tener dé esencial"o de accidenital. El-hospital: “Saquello qué élla : _ Jardin ‘botinico “del Mal,” herbario vivieite de. énfermos. Se. abria mi espacio de‘observacién fécil y diéfano; la veidad permanenté de las enfeimedaces no, pcdlia ya’ estondersé all.” Pero “por. oti patte se prenimia’ que el ‘hospital. ejerciese una fagcién directa sobre la enfermedad? né s6lo je permitia déseubrir su + propia verdad a los ojos del imédico, sino’ que también le’ permitia ‘producitla, ©: Hospital, lugar donde se manifiesta Ja verdadsra enfermedad, En eféeto, se supdtia que el enferino dejido en estado libre ~en su “ame biente?; en su familia, en six recinto, con su dicta, sus costumbres, sus prejuicios; sus ilusfones— no podia estar afectado més que por una enfermedad compleja, ‘confusa, enredada, una especie’ de enfermedad contranatura ‘constitiida al :mismo* tlemyo: por la. mezcla -de~ varias ‘enfermedades y, por' el obstdculo;-parala. verdadera ‘enfermedad; de [producirse’en.Ja autenticidad.de ‘su naturaleza, Por consiguiente el co- ‘metido det: hospital, descartiindo tal, vegetacién’ pardsita y:tales formas absurdas,, era: no s6lo et de dejar-vérslavenfermedad tal.como es, sinojel'de producirla finalmehte en su. verdad hasta ‘aquel-momento: impedida.y obstaculizada, ‘Su -naturaleza ‘misma; sus cardctersticas esenciales, ‘su. desarrollo especifico,’fiialmente’ podian: convertirse en realidad, gracias al efecto de la hospitalizacion. <2). » 52 ‘Se suponia. que el-hospital del. siglo::xvir eteaba “las’-condiciones: ‘heoesarins pata’ que.la'verdad ‘del’ mal ‘éstillara,, Por consiguiente-éra: tun lugar de observacién y de demostracién “pero también de: puritis ‘cacién y-de ‘prucba, Constituia una especie de equipo complejo que. contempordnéaments debia hacer que apareciera y producir realmente Ia enfermedads. lugar botdnico para la: conterpplacién de la-ospecie, lugar también alquimfsticd para la elaboracién de:las sustancias. pa~ tolégicas, Bg'preckamente'esta doble funcién la que por muchd' tiempo ha.~ “sido adoptada ‘por, las ‘estructuras . hospitalasias establecielas .en el siglo. xix," ¥ por todo un siglo’ (1760-1860) la prdctica. yla-teorfa ‘de Ja, hospitalizacién,, yen. genéral, et-concepto de enfermedad ‘han ‘sido-dominados por este equivoco:’ ¢EI hospital estructura de"refugio de:la- enfermedad, debe ser ian espacio dé cohocimiento:o un lugar de pnieba?... : wtses ‘Dé aqui-s¢ deriva toda una série. de problemas. que ‘han invadido rictica,y la teorie médicas, He aqui algunos: site La terapia consiste en suprimir el mal, en reducirlo a la inexis- j:pefo, para que“éata teripia sea raciohal, para que-ella’ pueda lamentaisé en la-verdad, yn0.es necesario que permita ata enfer- sincrize -roveauiex *, medad desarrollarse? 2 Cudndo es necesario intervenit yen tido?, 2Hlay incluso que ‘nervenin?, dala aes arrollar la enfermedad o para.que se detenga? ¢ Pai =: guiarla a su corilusin? =. 2 Hay enfermedades y modificaciones de las enfermedades, En fermedades ‘puras ¢ impuras,. simples y ‘complejas. En fin, zpodémos wuarla'6 para’ GBs necesario- actin con-el finde “dés- decir, que exista una sola enfermedad de Ja cual fodas lag dems son formas mils 0 menos derivadas lejanaracinte,-o bien debemos admitir categorias irveductibles, (Discusi6n entre Broussais y' sus adversarios 2 Props de la nocién de.isritacién, Problema de ias fiebrés esen- ciales. ak : 3. ¢Qué cosa ed una enfermedad normal? {Qué cota’es usia ci fetmedad que sigue su curso?.zUna enfermedad que lleva a la muerte © una enfermedad que cura espontineamente, una vez terminada su evolucién? En este sentido ev intérrogaba Bichat, sobrs la posictén do Ia enfermedad entre la vida y. la muerte, z Sabernos .gUé,prodigiosa:isimplificacién: ha'inttoduitido" en’ tédoi «estos problemas la biclogia, pastétiriana, Determinandol. agente. del mal y,aislindolo como organismo:singular, permitié, que-et heipital ‘se convirticrs en un lugar de‘obséryacién, de diagnéstico, de identili- catién clinica y experimenital, pero también de-intervericién inmediata, de;contrataque desencadenado: contra la invasién microbiana: : A cuanto a Ia {uncién de laprieba, se entiende. cémo ella pueda desaparecer, EI lugar dondé=laveilermedad se manifestaré, serd el Iboratorio, Ia probeta; pero en este caso la enfermedad yang se efectiia en una crisis; s¢ reduce su ptocéio-a’ uni mecaiiismo que: se ampli- fica, selo-convierte en un fénémeno verificable y controlable. El ambiente hospitalario ya no.debel ser:él Nigar’ favorable a un aéonte- miento decisivo; simplemente permite una reducciéu; una trasferencia, una ampliacién, una.constataciin; las pruebas se trasforman en prueba ex el interior de la’estructura técnica del laboratorio y en la repre: sentacién, del médico, Si se quisiera hacer una eino-epistemologia” del persenaje médico, sorfa necesario decir-que [a revolucién de Paiteur le ha privado de. su papel sin duds milenario.en Ia producci6n situa! y en la-prueba dela enfermedad, ¥ la desaparicién de este papel probablements ée ha hecho mds ‘dramética por el hecho de que Pasteur. no ha demostrado simplemente que ¢l médico no debia ser el productor dé la enfermedad. en.su: verdad” sino que, por. la, ignorancia de’ la verdad. snisma, i habia sido, millares de veces, su propagador y reproductor:-el iné dico de:hospital, yendo de cama én ‘cama, er uno de los mayores" agentes de contagio, Pasteur habia causndo una formidable heridw narcisita’a los, médicos, que ellos tardaron “imucho en ‘pérdonalé: e is EA.cASA DE ZA Toya |fgulissoanos de mio que debian exglorar ol cuerpo del snférno, Epalparlo, exardinarlo,, aquellas, manos qué debfan descubrir. ln ‘enfer~ Tnedad, sacarl a uz, ‘mostrarla,, Paswaif-lag habia, sefialado como pértadoras.del mai. El espacio: del hospital y Ia sabiduria del médico ‘fabian tenido hasta ese momento'el cometide de producir lx verdad eyitica”” de a. enfeimedad y he agit que el cuerpo del médico, ta aglomericién del hoipital aparecian como artifices dela realidad de ta enfermedad, a ‘Tornando aséptico al médico y al hospital se les ha. dado una nue- ya inocencia, de Ia cual han recabado mmuevos poderes 'y un nuevo statute en la mente de los hombres, Pero es otra historia, Estas pocas anotaciones pueden ayudar’ a entendet la posici6n: del loco y del psiquiatra en el interior del esfacio del manicomio, Ewiste sin duda una correlacién histérica entre dos hechos: antes del siglo xv, In locura no era sisieméticannente intemada; en sui- tancia era considerada como una. forma del error o de la’ jlusién: Todavia en los inicios de fa edad, clésica-la locura era concebida como perteneciente a las quimeras del mundo; podia vivir en medio de ellas y no debia ser separada sino hasta cizindo alcanzara formas extre- mas o poligrosas. En estas condiciones, se entiende cémo el lugar privilegiado donde Ia locura podia y debia extallar en el momento de su ‘verdad no podia ser ol espacio artificial del hospital, Log lugares: tera ‘Péuticos reconocides eran, en primer lugar la naturalezay ya que ella ‘onatitula Ia.forma virible de_Ja_verdad; ella tenia en si el poder de disipar el error, de hacer desaparecer:las quimeras, Por cotsiguiente Jas curaciones que ordenaban los: médicos eran fos viajes, el reposo, cl pasco, el lugar apartado, el alejamigato neto del zaundo ‘artificial y ‘vacto de la ciudad. Esquirol.lo record cuando, al proyectar win hor pital psiquidtrice, recomendaba: qué cada patio se abriera ‘amplia~ mente a la'vista d¢.ua jardin, Ot lugar terapsutico usado era’ el featto, ‘naturaleza, invertida: se fepresentaba al enfermo la comedi de su propia locura, se la ponia en escina, se le otorgaba un rho~ mento de realidad fleticia, a fuerza de escenografias y disfraces 10 le presentaba como verdadera pero, de forma tal, que el errors cogide ‘on esta trampa, terminara por saltar a la vista aun de quien era su vie~ tia, Tampoco esta téeniea habia desaparecido del todo en el siglo xncs Esquirol, por ejemplo, recomendaba inventar para los melancélicos procedimientos ‘que procuraran estimular su energia y el gusto-por- Ja tucha. La prdctica de la reclusi6n en los inicios del siglo xxx coincide con el momento en el cual Ja Jocura es concchida no tanto en relacién sae aciees, soveauny, 7 aes al error como en relacién a un comportamiento regular y normal; en él ‘cual aparece ya no como juicio trastornado sino comb trastorno en el modo de comportarse, de querer, de experimentat las pasiones, de tomar decisiones, y de ser libre; en suma, cuando se inicribe no ya en el je verdad-crror-conciencia, sino sobre el eje pasibn-voluntad-libervad; momento de Hoffbauer y. de Esqjuirol, “Hay enajenados cuyo delitio apenas es visible; pero no hay absolutamente ningiino en qua las siones, los sentimientos morales no estén desordenados, pervertidos ‘© anonadados... La disminucién del delirio es un signo cierto de ‘euracién s6lo cuando los enajeriados retoman a sus sentimientos primi- tivos” (Bsquirol). En efecto geudl es el procéso de la curacién?, gral vvez el movimiento por el cual el error se disipa y aparece de nuevo. la verdad? De ningtia modo, sino mis bien “el retorno dé los sentimientos morales a sus justos limites, el deseo de volver a ver los propios amigos, Jos propios, hijos, las-lgrimas de la’sensibilidad, la. necesidad de abrir el propio corazéa, de volverse.x encontrar en medio de la propia far milla, de volver a tomar sus: propiss costumbres”, Entonces cul podré ser la funcién del manicoinio eri este’ movi- rmiento de retorno de las conductas regilares? Ciertamente, ante todo tendri el papel que era propig de los hospitales fines del siglo xvnrz permitir descubrir 1a verdad ‘de la enfermedad mental, alejar todo aquello que en el ambiente del enfermo pede ,enmastartrla, mez- carla, darle formas aberrantes, y, también mantenerla y reanimaria, Pero aun antes de ser un lugar de revelaciéa de la verdad, el hospital del cual Esquirol ha presentado un modelo, es un lugar de enfren- tamiento; la lacura, voluntad perturbada, prsién pervertida, debe re- encontrar alli una voluntad recta y pasiones ortedoxas, Su confron: tacién, su choque inevitable, y a decir verdad predecible, prodcirén dos efectos; Ia voluntad enferita, que podia muy bien’ permanccer inasible ya que no se expresaba en algin delirio, manifestard a plena Juz su mala través de Ia resistencia que opondré a Ja recta ‘vo- luntad del médico; y por otra parte, Ia lucha que se entaBlard. desde aquel momento, si es bien conducida, debers evar a la victoria do, ta vyoluntad recta, a la sumisién, a In renuncia de la voluntad turbada, Por consiguiente un proceso de opesicién, de lucha, de dominio, "Se debe aplicar un método perturbador, romper el espasmo con ‘el espas- mo... Es. necesario sojuzgar todo el caricter de ciertos enfermos, Veneer sus pretensiones, domar sus éxtasis, quebrar su orgullo mientras se dobe incitar, estimular a los otrox” ‘Asi se ponen Ins premisas dela curiosa funcién del hospital psi quidtcico del siglo ne} sede del diagnéstico y de In clasficacién, reetingulo boténico en donde tas diversas especies de enfermedades son subdivididas en pequeiios Jotes cuya disposicién so parece a win 14 1A CASA DE LA LoGURA vaito hueitos pero también espacio cercado. para un enfrentamiento, lugar de yma: jusia, campo institucional en donde estén en juego “victoria y sumisién, El gran médico de asilo —ya se trate de Leuret, Charcot © Kraepelii— es quied. puede decir Ia verdad de ia enferme- dad en’virtud del conacimiento que tiene sobre ella y al.mismo tiempo ‘es quich puede realizar la enfermedad en su verdad y someterla a su realidad en virtud del poder que su voluntail ejerce sobre et mismo. ‘enfermo. Todas las téenicas 0 provedimientos levados a cabo en los ‘manicomios del siglo xrx —el aislamiento, el interrogatorio privado © piblico, los tratamientos-castigo como la ducha, las conversaciones morales (estimulos o regafios), la disciplina rigucosa, el trabajo obli- gatorio, las recompensas, Jos tratos de preferencia entre el ‘médico y ciertos enfermos, las relaciones de sumisién, de posesién, de domes- ticidad, a veces de servilismo, entre el enfernio y el médico—, todo esto tendia a hacer del personaje médico el “amo.de Ia locura”: aquel aque la hace aparecer en su verdad (cuando se esconde, éuanio queda sepultada y silenciosa) y el que la domind, la calma y la reabsotbe después de haberla desencadenado sabfamente. ‘Digamos pues en un modo. esquiemitico: en.el hospital paiteuriano, Ja funci6n “producir la, verdad” de Ja enfermedad n6,ha, cesado’de atenuarse; el médico productar de verdad desaparece en una estructura de condcimiento, Por. el conirati6, esi el hospital de Esquirol.:o de Charcot, Ja funcién “produccién de verdad” se hipertrofia, 6 exalta en tomo a fa figura del médico, ¥ todo esto en un juego, ef donde estd en juego la prepotencia del inédico, Charcot, taumaturgo. de Ia histeria, es indiscutiblemente el personaje mis altamente simbélico de este tipo de funcionamiento, Ahora bien, esta oxaltaciée se verifica en usa época’ en donde el poder médico encuentra sus garantias y sus justificuctones en los privi- logics del conocimiento; el médico es comaetente, el médico conoce las enfermedades y al enfermo, tiene.un saber cientifico que es. del rrismo tipo que of del quimico 0 del bidlogo: he aqui lo que aciual- mente le fundamenta para intervenit y decidir. El poder que el asilo da al_psiquiatra deberd encontrar su justificacién (y al mismo tiempo enmascararse como prepotencia o pluspoder primordial) produciendo fen6menos intogrables a In ciencia médica. Ast se entiende por qué Ja técnica de la hipnosis y de la sugesti6n, el problema de ta simulacién, el diagnéstico diferencial entre enfermedad orginica y -enfermedad psicol6gica hayan estado por tantos aifos (al menos desde. 1860 a. 1890) en ol centro de-la prictica y de In teoria psiquidtrica, El punto ‘de perfeccién, perfeecién demasiado milageota, ha sido alcanzada cuando, Jas enfermas de Charcot se piisieron a reproducit, a peticién del pader- saber niédico, una sintomatologia caleada sobre la epilepsia, esto’ ¢s, eg scum rovcauuT 9 susceptible de ser. interpretada, conocida y reconocida en términos de enfermedad orgénica. Episodio decisivo en donde se redistribuyen y vienen a superpo~ nerse exactamente las dos funciones del hospital (prueba y produccién - de Ia verdad por un lado; comprobacién y conocimiento-de los fend- menos por ef otro). El poder del médico le permite producir la rea- Tidad de una enfermedad mental cuya peculiatidad es la de reproducie Jenémenos enteramente accesibles al conocimiento, La histériea era la enferma perfecta, ya que ella ofrecia material de conocimiento:: ella misma retrasctibfa los efectos del poder médico en formas que el mé- podia.describir-segtin in discuiso clentificamente aceptable, En cuanto a la relacién de poder qué hacia posible toda esta operacién, c6mo,habria podido ser détectado en st papel determinante ya que —suma virtud del histerismo, dotilidad incomparable, verdadera santi- dad epistemolégica— las mismas ‘enférmnas ‘asumaian el cometido y aceptabaa la responsibilidad?: aparecia ea la sintomatologia, como, sugestionabilidad enfetmiza, Todo se desplegaba en adelante -en: la © limpidez del conocimiento entre él sujeto cognosconte y el objeto conocido. ~ Mipstesis: 1a crisis fue abierta y apenas se inicié.la.edad de Ja anti- psiquiatria cuando se tuvo la sospecha y muy pronto In certeza de que ~ Charcot préducfa eféctivatnente Ia crisis histériea que 61 describfa. En tal caso. tenemos mis 0 menos el equivalents del descubrimiento hecho por, Pasteur segtin la cual el métlico trasmitis las enfermedades que se suponia estaba obligado a combatir. En toclo caso me parece que todas las grandes sacudidas que-han hecho vacilar a Ia psiquiatria desde fines del siglo xrx, sustancialmente han puesto en discusién el poder del meédico, Su poder y el efecto, que producia en el enfermo, aun mis que su saber y que In verdad de Jo que él decia de Ia enfermedad, Para ser més precisos, desde Beabeim a Laing o Basaglia, se ha tratado sobre todo: del mado en el cual el poder de! médico estaba implicado en Ia verdad de lo ‘que 41 afirmaba ¢ inversamente del modo en que’ esta titima podia ser fabricada y com prometida por su poder. Cooper ha dicho: “La violencia es la esencia de nucitro problema”; y Basaglia: “La caracteristica de éstas institu ciones (escuela, fabrica, hospital) es una separacién decisiva entre, los. que detentan el poder y aquellos que no lo detentan.” Todas las grandes « seformas no s6lo,de la praxis psiquiitrica, sino del pensamiento psiquid= trico, se sitfatien esta relacién de poder; cllas constituyen otras tantas fentativas de desplazarlo, disfrazarlo, elimninarlo, anularlo. El.conjunto,:! de Ia psiquiatria moderna es en el forido atravesado, por 1a-antipsi quia, Sconce téomine se ented too aquello que AE: ER uz aac u, Vice Sate fo. i! eon ‘qué son totalmente distintos desdé el punto gta’ histérieo, epistéemolégice y. politico: : "Anke todo tia, éxistido el movimiento de “despsiquiatrizaclén”. Es el gue. apatece:.inmediataments después, de Charcot, Se trata. éntonces no.tanto de-anular'el poder del médico, como de desplazairlo -én-nomi- wre dé-.wn. saber mis ‘exacto, de darle otro punto. de aplicacién. y. ‘pusevas rhiedidas, Despsiquiatrizar la medicina’ mental para’ restablécer ‘en sit jista-eficacia un poder médito que. la imprudencia. (0 la igno- “Fancia)- de Charcot habfa, arrastrado- a-uina producci6n: abusiva dé ‘enfermedades, por lo “tants enfermedades jas, 7 °-J.Una. primera forma de: despriqilatridacion’ émpieza con’ Ba- binski“en“quien ‘encuentra, su héroe_critico: Mis, biéh- que buscar produtir teatralmente'la verdad de, Ta eiiferinedad,: és mejor’ trotar de Toducirla atu estridta realidad que, tal vez, frecuentemiente no es.otra + osa que la aptitud a dojarse teatralizar: ‘pitiatisino, “Asi: 1é relacién ‘de dominio del riédico sobre el enferrio, no sélo'no perder nada dé su rigor, ‘sino-que su-miismo Hgor condiitieé a'la reduccidn:de la. enfer- ‘inedad su. minimo.indispenisable:’ los ‘signos yiecesarios’y suficientes. para:que ella piieda sor diagnosticada ‘como’ enfermedad imental tas téenicas indisperisables” para que’ estis. mianifestaciones desaparezci, Se trata en cjerto.imodo de pasteurizar “al -hospital’ psiquiftrico, ‘dé obtener en''el manicomio el mismo” efecto de. simplificacién. que Pasteur habia impuesto”a. los. hospitales: articular direceamente: el Uno, sobre’ a otra, diagnéstico y-terapia, ef conocifaiénto:de Ix miatu- shlezs-de la‘enfermedad-y, la supresiéa, de sus manifestaciones. El mo- ragito de'la prueba, aquet en:quie Ja enfermedad se manifiesta eri #3 ‘verdad y sleanza sweiimplimiento, ese momento ya no:tiefie que figurar en: el proceso inédi ei0%6 en donde’ la forma del poder: médica §¢ mantiene en -aquello qué tiene dents estricto ato sin que deba ir al encuiéntro’6 afrontar ala misna locura..A esta forma “aséptica’™ y “asintarhdtica” dé despsi- quiatrizacién Ia llamamos psiquinttia de, produccién cero, La’ psico- cirugin y a psiquiatria farmacoldgica son sui dos formas rf notables, 2." Otra forma-de‘despsiquintrizacién, exactamenté contraria ala anterior, Se trata de hace? lo més ‘ntensa posible Ia produccién’ de Ta locura en su verdad, pero haciendo de tal modo que las relaciones do poder: énire médico'y enfermo: sean’ exaictaimente investilas. én esta produccién; que permanezenn adécuadas-a ella, qué’ no se.dejen des- bordar por ella, y. que’ puedan conservar su control, La primera El hospital puede convertitse ent un'higar silen~". acid! Foca “ Condicién, necesaria’ para que se conserve este, poder imédico. “despsi SRI SEE te get oe pate mht “tor (espacio del mianicomio, ‘Ante todo es’ necesario evitar la trampa ef Ja eal aa cde a tauinatrgia de Charcot; irapedir que la obediencia cspitalaria se burle de la autotidad médica, y que en este lugar de 1 complicdadesy de es ours sabres éolezves, la clencia wberana el médico. quede prisionera’en el engranaje. que iavoluntariamente Puueda haber producido, Por consigiiiente, regla del difilogo entre dog, regia de-Ja libre contratacién entre el enfeio y el-médico; por lo < Tanto weyla de’ la Tinnitacibn, de todos ios efectos ‘de Ja relacén slo nivel.del.discuiso, (“no te pido més que iuria cosa; esto es que digas, Pero ‘que digas efectivamente: todo.,lo que te pasa’ por Ja mente”); ast pues, reglade Ia libertad discursiva, ("no’ podrés ya’ jactarte ‘de _tngailar 8, tu médieo, puesto.que ya no responderés. a preguitas que te hacen; difés lo.que'te viene a la'mente, sin-que’siquiera'tenyes {que Pregtintarine qué cota pienso yo, yak quieres éngaharme infin. Biendo esia regla, yo. no seré engafiado realmente; tt mismo té:habrés ucsto und trampa, ya que habré estorbado la produccién dé la. ver- lad y atmentado.en algunas consultas Ia'clfra: que me debes") + por sonsiguieate regla del divdn que solamente Considera reals les eects, producid’s €h aque! tugir privilegiado y durante aquella’ hora par Seula ca due te ejéce el poder del ‘miédico —poder wiilateral, sin Bonible rroaci, en cuanto que obra completamente en el silencio ©» EL psicoandtisis puede ser hist6riéattiente interpreta gran ‘forma de’ despsiquiatrizacién ‘provocada - por’ el eer Charcot refugio: fucra det espacio del manicomio para bortar los efectos paradéjicos del pluspoder psiquidtrico;: pero ‘restauracién' ‘del, ‘poder rnédico, productor de verdad, en un espacio preparado con el fin de qui esta produccion quede sicrapre adecunda a’ este poder. La “-nocién de trasferencia, como procesp.esencial para Ia curaciin, es un modo’de pensar conceptualmente eita sdecuacién en la forma del cone. Gmiento; la inversion de una cifra de dinero, contrapartida monetaria oc. la trasferencia, es una.fonna de garantizarla en la realidad: in «modo “de impédir. que Ia produceiin. de la verdad sc’ convierts i soiree que. ponga’ trampas, anule © subvierta el’poder del 2» Accstai'dos grandes formas de, despsiquiatrizdcién, las. dos cont: vadoras a: Boder, la una porque anula ia produecién Se ee vJa'‘otta pore: trata de que seadecuen tanto la. producciénde tz verdad ‘corio el poder médico, se opone la aitipsiquiatria, Més bien {que un Fetigio“fuiééadel"espacio del manicomio,.s¢ trata'de su des, ° truceién’ sstemética a’ través ‘de in ‘trabajo interno; y so trata do wr. 14 © 1A CASA DE LA LOCURA ttasferir al rhismo enfermo el poder de producir su locura y la verdad ‘de su locura, mds bien que tratar de reducirlo a cero, A partir de este ‘momiento, creo que se puede entender, lo que estd en juego en la. ant psiquiatria y que de ningtin modo es el valor de verdad de la psiqui tela en térmninos de conocimiento (de precisién diagnéstica o-de efi- ‘eacia terapéutica). ‘En el coraz6n de la antipsiquiatrfa esta la lucha con, en y contra Ja institucién, Cuando al inicio del siglo xrx se instituyeron las grandes estructuras manicomiales, fueron justificadas por una marayillosa armonia entre las exigencias del orden social —que pedfa ser protegido coritra el desorden de los Jocos— y las necesidades-terapéutiens, tue requerian el aislamiento de lox enfermos? Cinco. eran las razones principales que aducia Esquirol para justificar, el aistamiento de. los Jocos: 1) garantizarles su seguridad personal y. la de. sus. familias; 2) librarlos de las influencias externas; 3) yencer sus resistencias per~ sonales; 4) gometerlos por fuerza a.un résimen. médico; 5). impo- nerles nuevas costumbres intelectuales y morales, Como se.ve.es-toda una cuestién de poder: dominar el poder del, loco, neutralizar los poderes externos que pueden influenciarlo; establecer sobre él un poder de terapia y de amaestramiento, de “ortopedia”, Ahora bien, es precisa- mente fa institucién, en cuanto lugar, forma de distribucién y me canismo de estas relaciones de poder, fo que la: antipsiquitria ‘ritica a fondo, Con el pretexto’ de una internaciin que. permita constatar en un lugar aséptico lo que es, y de interveniz donde, cuando-y como es debido, Ia institucién hace surgir relaciones de dorainio propias de las relaciones institucionales: “el puro poder del médico —dice Basaglia constatando en el siglo xx los efectos de las prescripciones,de Esquirol— aumenta tan vertiginosamente como disminuye el poder del enfermo; Gte, por el simple hecho de ser internado, se convierte en. un ciuda- dano sin derechos, a merced del mi y-de.los enfermeros que pueden hacer de € fo que quicren sin posibilidad de’ apelacién”. ‘Me parece que se podrian encuadrar los diversos aspectes de la: ant psiquiatria segiin su estrategia en las confrontaciones con estas relacio= nes del poder institucional: evitarlas bajo Ia forma de un contrato bilateral y libremerite admitido por ambas partes (Szasz) ; preparar un lugar privilegiado en donde deben ser suspendidas 0 perseguidas siom- pre que vengan a reconstituirse (Kingsley Hall) ; individualizarias una a una y destruirlas progrosivamente en el interior de una institucin de tipo elisico (Cooper en el Pabellén 21) ; volverlas a poner en contacto con Jas otras relaciones de poder que habian contribuide on el exterior 2 Gt, a este propbrite, Robert Castel, Le phychanalyeme, Paris, M pero, 1973, pp. 150-53. | wits Fouckuur 149, del hospital a determinar la segregacién de un indiyiduo como, enfer- mo-mental (Gorizia). De todos modos las relaciones de:poder que Utilizaban todas las relaciones en el interior del manicomio ¢ imporian un sistema de constriccién valido al mismo. tiempo. como regia de funcionamiento de la institucién y como ‘principio de intervencién médica, se-convierten cllas mismas, en la antipsiquiatria, en el objeto primordial de una intervencién comin a todos aquellos que tienen en el hospital su lugar de vida o de trabajo, De condicién, han pasado a ser blanco. Las relaciones de poder constituian el @ priroi de ta préctica psi- quidtrica: elas condicionaban el funcionamiento de la institucién manicomial, ellas distribuian las relaciones entre los individuos, ellas onganizaban las formas de la intervencién médica. Por el contrario es propio. de Ia antipsiquiatria situarlas en el centro del campo proble- initico y de cuestionarlas.en forma primordial, _ Ahora bien, lo que en primer lugar estaba implicito en estas rela clones de poder, era el derecho absoluto de Ia no-locista sobre la locura, Derecho ejercido on términos de competencia sobre Ja ignorancia, del buen sentido (de acceso a Ja realidad) que corrige errores (ilusiones, alucinaciones, fantasias) de Ja normalidad ‘que se impone sobre-el desorden y Ia desviacién, Este triple poder hizo ‘de Ia locura un objeto de conocimiento posible. para una ciencia médica que Ja cilificaba como enfermedad en el momento mismo en que el “sujeto” herido: por esta enfermedad se encontraba descalificado como loco, es decir despo- Jado de todo poder y de todo saber sobre su enfermedad. “Tu -sufti- miento y su singularidad, sabemos de ellos bastantes cosas (que ti ni siquiera imaginas) para entender que se trata de una enfermedad pero aesta enfermedad la conocemos lo suficiente para saber que tit no puedes ejercer sobre ella ni sobre su atencién ningin derecho, Nuestra ciencia nos permite lamar enfermedad a tu locura y por esto, nosotms Jos médicos estamos calificados para intervenir y diagnosticar en ti vuna locura que te impide ser un enfermo como los demés: por lo tanto td sorés un enfermo mental.” Este juego de una relacién de poder que da lugar a un conocimiento sobre el cual se fundan de rebote bos derechos de este poder, caracteriza a la psiquiatria “clésica”, Es prici- samente este ciroulo cerrado el que Ia antipsiquiatria se dispone a romper: confiando al individuo el cometido y el derecho de, admin: trar su propia locura, de vivirla hasta el fondo, en una experieicia cn Ia cual también. pueden contribuir los dems, pero nunea en-nom- bre de un poder que les seria conferido por su raz6n'o st norinalidads separando los comportamientos, los suftimientos, los deseos del estatura médico que se les habia asignado, liberdndolos de'un diagnéstico.y-de<*; 69, una sintomatologia que simplemente no tentan’ valorde clasifie ig la ibcura es correlativa’ a ‘este, cuestiona~ ial. del: poder’ en. Ix prictica antipsiquidtrica: En esto ‘ig dpoiicion deena “altima a la “despsiquiattizacién” que me i ‘éatacterizat tanto al psicoandlisis comio a la psicofarmacologia: ‘Gsainbas!derivan inds, bien ‘de una sobremedicalizacién de la locura. Yhe aqui que’i2 abre el ‘problema.de Ia eventvial liberacién de la ‘focard’ en relacifnn'a éua singular forma de poder-saber que es el cono- ‘dimiento, 22s pusible que la produccién de Ia verdad de la locura ‘efectuarse en formas que no son aquellas de Ja relacién de cono- ‘cimiento? Problema ficticio, se dir, problema que encuentra su lugar _ so en Ia utopia, En realidad se plantea concretamente todos los dias ‘a propésito del papel del médico —del sujeto estatutario de conoci- “miento— en la empresa de la despsiquiatrizacién, ROBERT CASTE: - La paiquiatela ha de considerarse como Ia expresién de un sistema que hasta ahora ha creldo poder negar y anlar Jas.propias contradieciones alejindolas de sf, rechezando su iieetiea, tratando. de reconocerse idcolégicamiente como una sociedad sin contradicciones. Si el enfermo cs lt fnica realidad 1k que haya que referirse. se deben afrontar las dos caras do. tas, cuales tal realidad esti precisamente constituida: quella de ser un enfermo con una problemética psicopato- ligics. (aislectica y no ideolégica) y aquotla de ser un exclai- do, un extigmatizado socal. FRaNco masdctiny La instiucién negada “fia 'psiquiatria es Ia prictica de una contradicci6n, Digamos, esque- If ndticamente para empezar, entre una finalidad terapéutica proclamada Sten vos alta y ciertas funciones politico-administrativas de control foeial. Pero no por esto la medicina mental esti necesarfamente H consciente de tal-contradiccién, Antes al contrario:. el psiquiatra se. ee [ponsidera cast siempre un especialista y-con su competencia se esfuerza ‘Si porrtratar lo més.“cientificamente” posible la enfermedad mental. ."Tradicionalista, él busca el modelo de su préctica on Ia medicina clé- ‘sicay Progresista; él inventa nuevos modos:de intervencién mis flexi- S bles, -més.eficaces y- lo «mis -alejados. posible del esquema’ médica ‘itadicional (hoy corresponde sobre: todo al psicoandlisis suministrar {Gles recursos) , Pero en ambos casos !a operacién especifica de la medi- “tina mental consisto en desplazar la dificultad a la que°responde su ‘existencia, Ella actia como si algin perfeccionamiento de la ciencia fF o.cierta prudente innovacién institucional pudiera Nevar a una solu- f icidi del problema, “Flay contradiccién, Cuando los elementos antagonistas cocxisten en 1a determinada situacién y su oposicién no puede ser .superada sig trasformar la misma situacién, No subsistiendo una posibilidad rde‘trasformacién, gcudl es el margen de maniobra que les queda a los “sujetos implicadas en la contradiccién? Las més de Ist vce, trabajan juno,,de sus-términos, el més accesible, negando, subestimando. ‘dando una soluciéa verbal a la presencia del otro, Esto; no quiere

También podría gustarte