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ALA DERIVA. La vindicacién del paseo como técnica de (re)apropiaci6n y resistencia. Beatriz Guijarro Turégano' bea.guijarro0@gmail.com La ciudad, en los tiltimos siglos, ha sido un elemento transformador, pero. también transformado. La ciudad actual se ha convertido en una entidad visual, construida para ser mirada, ero no para ser vivida con libertad, y mucho menos para serlo como individuo subjetivado, en vez de constituirse como un atomo en multitud. Lo que wuelve a poner en juego una de las probleméticas ms elevantes de la vida moderna: la demanda del individuo de preservar la autonomia e individualidac?, Diferentes autores, se han preocupado de la caracterizaciOn de las ciudades contemporéneas, otorgando a éstas una conceptualizacién que va més allé del simple espacio fisico, hueco 0 neutral. Destacamos la aportacién de Robert Ezra Park, como exponente de la escuela de Chicago, que recoge la nocién de lo urbano como materia inestable, pero que ademas lo conceptualiza como en elemento que va més allé de la simple congregacién de individuos; la ciudad es un estado mental, un cuerpo de costumbres y tradiciones organizadas, la ciudad no es solamente un mecanismo fisico y una construccién artifical, la ciudad “esta implicada en los procesos vitales de las gentes que la forman” (Park, 1999, p. 46). 1 Estudiante del Méster Derechos Humanos y Cludadani, Universita de Barcelona, de Trai tal de la asignatura Teoria Social Critica, imparida por el doctor Antonin Aguilera. Enero de 2018. 2 Demanda defendida por autores como el mismo Simmel en (Simmel, 1808)y Beniamin Constant en (Constant, 1819). 5 Le intensicacén dl estinulo nervioso, es det, itercambio inntrrumpido de impresionesextemas e interna, la aglomeracion e imagenes cambiantes: luces, masas en movimiento, anuncos, sonidos; ganeran ene indvduo uranta una concencia aaptada la fugacidad, apidez y movimiento dela vida en la gran ciudad. ‘Una concienca que acta como disposiva de protecin frente ala Siendo continuistas en este postulado, utilzaremos las aseveraciones de Georg Simmel para perflar cudles son y cOmo impactan en la psique del sujeto las idiosincrasias de la urbe. El autor propone un individuo que se encuentra atravesado por una tensién constante, resultante de! ritmo “vertiginoso e imposible de esquivar" (Simmel, 1903) de la ciudad, marcado por la intensificacién, masivo de estimulos nerviosos; un zapping continuo que comienza a configurar la personalidad moderna del_—_individuo, caracterizada por la indiferencia resultante de la sobreestimulacién del nervio®. 1 autor hace referencia también al capitalismo, el flujo masivo de bienes yel dinero, se convierten en elementos, relevantes para constitucién del sujeto* en el momento en que pasan a contribuir a la ordenacién de los contenidos de la vida (como se cita en Jensen, 2006, p. 148), en detrimento de otros valores de corte tradicional, como la religién ola familia. Siguiendo ls indicios de esta primera prospectiva sobre los efectos del capitalismo y la sociedad de consumo de masas, nos centraremos en la conceptualizacién de la sociedad hipermoderna de Lipovetsky en (Lipovetsky & Charles, 2004), por a cual, lejos de haber superado la modernidad, hemos asistido a su culminacién final, una culminacién que se materializa con el liberalismo universal, con la comercializacién de los modos de vida, la razén instrumental, la individualizacién vertiginosa y el posblidad de desubiczion, por una part; y desposeyndoo de a ‘apacidad de reacién por otra, vohténdoloinsesible, la acttud Blasée. “A igual que una vids de gooe descontolado tae como cconsecuencia a indferencia, por excitar fos nervos durante demasiado tiempo provocando sus reanciones mis fvrtes hasta ‘ue fname, se welven incapaces de reaccin alguna” Simmel, 1803, p.4). + Apunta als ato posteriores dela uniacn germana, como el momento donde se potencian el "materialism prictico"yel"goce material da vida, una estimulacién que subording todas as cosas a inereses materi, (sty, 1986, p. 42) [ALA DERIVA La vindcacn del paseo como técnica de (e)epropiacion y resistencia 2 hiperconsumo®. La consecuencia dltima de la autonomia prometida por la lustracién ha sido Una alienacién total del mundo humano, que vive bajo el terrible peso de las dos plagas de la modernidad, la técnica, e!liberalismo econémico, el cual, en vez de garantizar una auténtica liberacién, ha resultado un estado de esclavitud burocratica y disciplinara (Ibid.) que se ejerce no s6lo sobre los culerpos, sino también sobre la psique y que se camufla distorsionada por la miopia generada como resultado del espejismo “libertad” que nos otorga el libre mercado y la eleccién de consumo. No podemos obviar, para completar el retrato del sujeto contemporéineo, la influencia de las nuevas tecnologias, que facilitan los dafios colaterales de los elementos descritos con anterioridad, creando sucedéneos virtuales de identidades y espacios, que nos alejan de la experiencia y de la calle, aunque estemos habiténdola fisicamente. “La proximidad fisica ya no choca con la lejania espirtual” (Bauman, 2003, ».6) Por su parte, la ciudad tampoco se ha gestado descontroladamente. 1 urbanismo y la planificacién han procurado la _modelizacién deliberada del espacio, potenciando el influjo de los ejes comentados en los parrafos anteriores, La ciudad pasa a estar codificada para evitar la confrontacién ya insurreccién, asi como liquidar la simple voluntad de practicarla ciudad de forma heterot6pica. Para ello, se han llevado a cabo proyectos de reorganizacién y esponjamiento de ® Siendo fees a exo de Lipovetsty, podemos aire rei ~ hiper a los conceptas que ya aparecieron en la modemidad (indviduasmo, clase, caitaismo, consuma) que después del impase de a postmademidad, caracterizada por la reduccn de as tras las imposicions soils, ha dado lugar aura modernidad ‘esbocada, sin bras, la cul ya no puede ser contnida por los ‘alors tradicional, que hn sido superados en la actualiad © Hablamos de ibertad ene sentido que otorga Lipovetsky en a sociedad hipermedera, por cua supuestaibetad de consumo, femulando una imagen de selfserice de consumo, que ‘supuestamente ns bea, fa vez nos ata aura nueva dependenca, producindo asi un simple espjsmo de libertad y autonoma, (Lipovetshy & Charles, 2008) "Un ejemplo de étefendmeno lo encontramos a gran escalaen el proceso detranstomacin qu lev acabo Haussmann en Pais en la dada d 1840, quién proyecto bulevares mucho més anchos de ln proyectad en la ép0c, revised barrios enters, anexiono para ello suburbies, cambié de gone toa a cutad (Harvey, 2012), Con las ciudades. El espacio pasa a pensarse, a generarse de forma reticulada y especializada, se promocionan las estructuras arquitect6nicas que permiten el rapido reconocimiento de la topogratia urbana: a través de las grandes avenidas y los espacios abiertos’, asi como métodos mas sofisticados de control apoyados en las nuevas tecnologias®. En consecuencia, la ciudad agudiza su significacién e influencia en la psique y la corporalidad e! individuo? Una ciudad que se construye respetando las necesidades del urbanismo funcionalista (que responde a cuatro funciones basicas: habitat, trabajo, circulacién y ocio) a la vez que en su ejercioio tiende a “liquidar la complejidad i la riqueza de la vida urbana’ (Lefebvre, 1974, p. 16). La voluntad de este modelo no es mas que la de erradicar la irreductiilidad de la ciudad basdndose en|a reduocién del plano urbano a un simple espacio de desplazamiento mediado porel principio utiitrista de la orientacién, minimizando la posibilidad de generar situaciones nno esperadas (Lopez Rodriguez, 2005, p. 99), y conformandola con una arquitectura que acompatia dulcemente a los usuarios de ésta a transitar perpetuamente. Convirtiendo el espacio piiblico en un lugar de paso, despojéndolo de su razon de ser en éste ejercicio, convirtiéndolo en un no-espacio (Ibid: 21-22) 0 produciendo modelos de urbe mediados, que no sea mas que una burda imitacién del original, la simulacién del espacio genuino (Davis, 2001), aunque pensado la inencin manifesta de evitar insurrection ola simple construcion de baricadas. (Benjamin, 1982) ® Una concepualizacin del ciudad que no dstra de a imagen ue sobrevene det planteamiento panoptist de Foucault. Pore cul ba ciudad pasa estar contiuia sobre las tasas de as dspostvos ‘de conrolydscilna. Tomando les trminos dl gre discpliaro el mismo autor, por lo que. “Las discipinas sustyen el velo Drinipio de “eecucdnsvolenca”, por et principio de “suavidad- producciémprovecho” (Foucault, 1975: 222}. Donde se produce una {ors en el poder que castga, en pro de un poder dscpiaro ave vila, a ras dela exhaustivay omnipresent capacidad de hacerlo todo vse, a condicién de volvrse el mismo invisible (Foucault, 1975: 217228). ® Analisis de impact en la psiqus humana, qe e8 amplamente «estuiado por la psicogeogratia, que se define como “el estudio de los efectos de un determinado ambiente geogrtco sobre los sonimientos y comportamianto del indvduo" (Lopez Rodriguez, 20085, p. 1), Beatriz Gurr Turégano para controlar latotalidad de los movimientos que se gestan dentro. Manuel Delgado cartografia el espacio urbano, ya no como una melancolia de lugares caracterizados por el libre acceso, o un ambito en el que desarrolla unvinculo social. Delgado carga el espacio piiblico de un trasfondo ideolégico", que procura regular las conductas de los usuarios de la calle (Delgado, 2011) y que no solamente se queda en lo ideoldgico, sino que se codifica legalmente, como ha sucedido en los iltimos afios en la metr6polis occidental, donde se ha ampliado el consenso de lo que se debe y no se debe hacer en el espacio urbano. Una imposicién del orden social estético, que ha taido asociada la aplicacién de modelos de tolerancia 0 con comportamientos contranormativos en las ciudades". Tendencias por las que se promueve la homogeneidad estética, cultural, ideolégica, identitaria de practicas y acciones; permitiendo Gnicamente la isotopfa conformista. (re)productora del statu quo rompiendo con la evidencia de la irreductibilidad de la urbe. “La ciudad es homogénea s6lo en apariencia. Incluso su nombre cambia de acento segin donde lo pronuncien.” (Benjamin, 2013, p. 27) eCémo salimos entonces de la isotopia conformista? No debemos subestimar la multidimensionalidad de elementos normativos, incorporados, por los que estamos hirientemente atravesados, en relacién ala circulacién, accin y pensamiento caracteristicos de la urbe que nos introyectan de forma irreflexiva e indecible, gQué hay més ordinario en nuestra experiencia urbana que respetar las luces de tréfico, el caminar por la cera, callar en el metro, reificando lo ireificable; saludar al vecino, eso si, manteniendo la mirada transparente, la desatencién cortés, tipica de la " Ota perspectiva, mucho més punzante, sobre ta itenclonalidad el urbanism, es la dada por Guy Debord en (Debor, 1967, p. 55) donde lo caracterica como la “ealizacién moderna de le tarea inintrrumpita qu slvaguardael poder de clase: el manteimiento e a atomizacion de los trabaladores que las condiciones urbanas, e producién habianreagrupado peigrosamente "La propia descuiada se converte en presa cl de gente que sale advertise a saquear, incluso de gente que normalmente ciudad, conjuntamente con la identidad velada, espacios de no reconocimiento que nos presentaba Goffman (Goffman, 1993); evitar ciertas zonas de f urbe y frecuentar tantas otras, Por ello, partimos de la premisa esencial del cuestionamiento de la préctica urbana infraordinaria™®. La fugacidad de la percepcién moderna genera en los individuos una ilusién, tuna (inconsciencia colectiva en la cual a realidad toma la forma de un suefio distorsionado (Buck- Morss, 1986, p. 109). Hace falta que se produzca tun awakening, un despertar en las conciencias, Cuando ejercemos la ciudad, (re)producimos autométicamente c6digos de conducta aceptados, el mantenimiento de estas conductas los perpetta. Gestos, acciones y cédigos, que solamente nos podemos notar atravesados, si nos detenemos a hacer uso de los sentidos para verlescuchar nuestras conductas habituales, infraordinarias. Congelar la rueda en movimiento de producciémreproduccién, dando un paseo introspective. Para acentuar esta imagen de detencién del movimiento, de repensar el ritmo de la urbe, se ha considerado oportuno saturarla con una agencia que personitica la voluntad comentada anteriormente, basada en el afén del mantenimiento de la ndividualidad en la multitud, asi como la resistencia a la corrosién de la modernidad; al mismo tiempo que no se constituye como un outsider (evitando los costes que conlleva serlo), sino que se posa en la frontera in/out, ya que mantiene la capacidad de ser “reconocido como un tipo sociaf” (Featherstone, 1998, p. 913). Forma en parte de la_masa, en cuanto que resta fascinado por modernidad y sus propuestas, pero acogiéndose a una observacién externa y resistiendo a las fauces homogeneizadoras de ésta; utilizando el 10 soar con hace sas cosas y que probablements se consteren si mismos cumpiidores de ly” (Wison & Keling, 2001-70) ® Enel setido que da Georges Perec al infzardinario,es decir, evolver la importancia@ a interagacin de fo comin, lo tal “Interrogar al ail, al esmento, al iro, a nuestros madales en la mesa, euestros uteniios, a nuestras agendas, a nuestros rims." (Coma seca en Jalon, 2008: 275). [ALA DERIVA La vindcacn del paseo como técnica de (e)epropiacion y resistencia 4 paseo y la deriva? no consumista como herramienta de retencién de consciencia, Tales el hastio que le genera a esta figura el ritmo de la vida moderna, que muestra su indiferencia dando largos paseos, sin rumbo, a veces, incluso, extremando su intervencién en lo urbano, acompafiado por una tortuga como seguro la ralentizacién de su paso y por ende, conseguir atesorar en un estado de plena consciencia, los impactos de los estimulos de la ciudad y la modernidad. Nos referimos al fléneur de Baudelaire y Benjamin. El término fléneur, hace referencia al curioso casual, al observador y reportero de la vida de calle en la ciudad moderna. Es una figura que aparece ampliamente representada en los textos de Baudelaire, concretamente en a libro El pintor de la vida moderna" (1863); esta figura es releida, retomada y dotada de valor analitico y académico, durante el siglo XX por Walter Benjamin en el “Libro de los pasajes”. En este proyecto, extenso aunque incompleto, utiliza el fléneur de Baudelaire como punto de partida para la exploracién del impacto de la ciudad moderna en la psique humana’. (Seal, 2013) Para Baudelaire, el fldneur es un esteta y un dandy/*, que deambula por las calles y los pasajes del Paris del siglo XIX sin una destinacién aparente, observanda y escuchando las ® Enel consonancia con los postulads de Guy Debord, uno de los mximos exponents de la orients Intemaconal Stuaconsta; que ‘arateriza la deriva como “Modo de comportamiantoexperimrtal Tigao a ts condiciones de la sociedad urbane; téeica de paso ininterrumpido a través de ambientes diversos” (Ctado en Lépez Rodriguez, 2005, p. 82). Donde una o varias personas renunian ‘durante un tiempo als motiracones habivales de desplazamianto © actuacién que propone la ciudad. (Debord, 1958, p. 1) *'E érmino surge a partir del cuento “El hombre en a multtud™ (1840) de gar Alan Poe. El antecedent roménico del éneur se ‘encuentra en la obra “Ensuefos de un paseante soliario™ de Rousseau (Orjudo Pedrosa, 2008) ® Beniamin se interesa por los margenes de fa cudad modema, rebuscando en textos e historias oraes que han so omidas 0 boradas, Estabaintresado no solamente ay lo que es 0 era la ‘iad, también en lo que debera ser y noes (Seal, 2073). En el mismo sentido que ns dtimos aes muchos académicas. han buscadovisibilzarosubatemo,Habitando ls limite, devoliendo la impotania a éstos, caracerzandlos como grsor y no como trazo, (Mater Rodicio, 2013. 289) "El laner tiene a aparencia de un dandy, desartolla un estilo de vie reacconaio,centrado en la era donde el placer er le forma de caleidoscépicas manifestaciones de vida de la ciudad moderna’? (Ibid, 2013). El flaneur no podria haber surgido en otro sitio que no fuera Paris, una ciudad caracterizada por estar construida bajo la autenticidad de la vida en la ciudad y que, ademas, era poseedora de espacios donde los individuos podian mirar, pasear y merodear; los pasajes, dénde la actividad del fléneurpodia ser ampliamente desarrollada. El fléneur es el explorador de la muititud (Benjamin, 1982, p. 58). Sin embargo, aunque distruta de ella, no se mimetiza integramente con la muchedumbre'®. El flaneur consumado es un bohemio, a la vez que un déraciné” (Benjamin, 1999, pp. 894-895), un sujeto desarraigado, que slo se siente en casadentro dela muchedumbre, aunque no comparta con ella su idiosincrasia, su clase 0 su procedencia; y aunque la viva plenamente y sea complice de ella, no deja de practicarse como un sujeto que mantiene la conciencia individual y la mirada extema. La muttitud, ademés, le otorga el anonimato que le permite ver sin ser visto, fundirse en ella es un Tequerimiento indispensable para poder ejercer su mirada observadora. El paseante de Baudelaire es un tipo social interesante ya que “apunta a la centralidad de la locomocién de la vida social: el merodeador, esta constantemente invadido por nuevos flujos de vida, yun signo de pertenenca ala clase dominate. No obstant, ro debemos conceptualzari como un arstcrata, pra sobreviir_ ‘ena sociedad capitalist, escribe sobre lo que ve, io vende como producto (BuckMorss, 1966 pp. 110-110) ” Una interpretacdn ms dura dd féneur a hace Martina Lauster en (Lauster, 2007), qu io asemeja a un observedor, 0 mirén, que encuentra el placer abandondndosea él mismo en el mundo artical bela cilizacién del alo captalsmo. ® ia debemos. contundir a igua del flneur con la otros mmerodeadores que aparecen también en la Iteratura Paisina del siglo XIX, como por ejamplo fa del badaud sein Victor Fourel, fleur seria el gourmet de a calle, mientras que ol badaud serie Glin. Err los dos exist un mai ierencial El lineur puro se halla siempre en completo dominio desu individvalda, mientras ue le indviduaidad del badaud desaparece, absorbida por el mundo exterior. que lo contamina hasael punto de hacerse caer ‘en el oli yl leva a un estado de éxtasis, Bao a influencia de especticulo que ote de si mismo, el badaud se converte en un ‘er impersonal; ya noes unser humano, ese plo, es la masa (Shaya, 2004, pp. 48-50) Beatriz Gurr Turégano experiencia y desarrolla nuevas percepciones cuando se mueve a través del paisaje urbano y las. muchedumbres”. (Featherstone, 1998, p. 910) “El método de! fléneur, el flénerie, no se retiere al simple ejercicio de pasear, es un intento ideolégico de reprivatizar el espacio social, y garantizar a observacién pasiva individual como tun método adecuado de conocer la realidad social” (Buck-Morss, 1986, p. 103). El paseo se convierte en una forma elemental de vivir la ciudad. (Dreyer & McDowall, 2012, p. 41) A partir de las décadas de 1850 y 1860, la topografia y habitat del fléneur cambian drésticamente 0 desaparecen; bajo el plan de reordenacién urbanistica de la ciudad de Paris, liderada por Haussmann, se eliminaron los desfasados bulevares, en pro del desarrollo de centros comerciales y vias férreas. Este elemento, sumado al desplazamiento de la sociedad de la produccién a la del consumo, dénde el consumo se convierte en el maximo exponente de la significacién en la vida contemporénea (Dreyer & McDowall, 2012, p. 31), inicia el declive del paseante, Tal y como asevera Victor Fournel, el fléneur con sus habilidades de observacién ¢ individualidad, pasa a ser substituido por el anteriormente comentado badaud, un ente hueco, que se acaba intoxicando por la escena urbana. (Featherstone, 1998, p. 914) No obstante, yen sintonia con diferentes autores, no podemos decir que la actitud del fléneurhaya desaparecido en la actualidad, aunque probablemente haya sufrido una metamortosis; e! contexto actual imposibilta la figura del fléneur tradicional, pero de forma paralela, posibilta tantas otras. Lo que si ha muerto, y si no lo ha hecho, deberiamos ajusticiar, es la figura genuina del fléneur parisino del siglo XIX como hombre blanco privilegiado, que restaria obsoleta para dar * La mujer presenta restciones respect aa prctca geri dl ‘liner. En primer lugar, porque, aunque hayan avanzado en relacin ala division sexual, y los géneros cada verse aleen del binarismo; la poscin del género feenino en la cudad sigue estando limitadarespecto ala del masculino, dé la ideologa latent dei ciudad ha sepudo asando y manteniendo ala mujer explicacién en la sociedad/urbe actual. Para ampliar esta nocién, se presentardn a continuacién diferentes aproximaciones de académicos contempordneos, que buscan actualizar a nuestros dias, y dotar de significado en la contemporaneidad ala figura del flaneur. En primer lugar destacamos una de las reconceptualizaciones més proliferas: la del desplazamiento del fléneur hombre, a la fléneur mujer, la fiéneuse Un intento no exento de controversia, que en primer lugar rastrea la imagen del fléneur genuino del siglo XIX en la prostituta de las calles de Paris. Y que, en los tiltimos afios, ha relegado al fléneurfemenino al espacio semipiiblico del centro comercial, dénde la mujer se siente segura y en total libertad de dar largos paseos, sin intencién de consumo, Conceptualizacién que deja en evidencia la posicién problematica de la mujer en las esteras piblicas de la ciudad y la necesidad de la superacién de los componentes diferenciales de género que atraviesan la ciudad y, por ende, la voluntad de hatitarla a través de la deriva” (Dreyer & McDowall, 2012) En segundo lugar se ha repensado esta figura desde las posibilidades que otorga la ciudad actual: el turismo y las nuevas tecnologias. El turismo por la inauguracién de la posibilidad de ejercer la actitud que se acerca a la idea flanerie, observando y reportando la ciudad, siendo coutsidersa la vez que buscan imitar las précticas yeel lenguaje de los locales (Featherstone, 1998, p. 920 y Mallan, 2012, p. 72) Asi como también se ha detectado la emergencia de un nuevo tipo, paseante virtual, el cyberflaneur, que encuentra en la red todos los elementos para poder dar largos paseos virtuales, caracterizados por la inmediatez, y el desplazamiento instanténeo; ast como la intensificacién de la posibilidad de sujal patiarcado. En segundo, porque no se ha superado fa objeicacion dea mujer, que bajo la economia de mercado, es vita ‘en laciudadcome un product, una mercaneia, que puede se abjto «e consumo, como el resto componentes dl ciudad, (Oayer & McDowall, 2012) [ALA DERIVA La vindcacn del paseo como técnica de (e)epropiacion y resistencia 6 serendipia, dada la vasta extensién de la esfera virtual. Como se cita a Morovoz en (McGarrigle, 2013, p. 2) permite “la soledad y la individualidad, elanonimato y opacidad, misterio y ambivalencia, curiosidad” Finalmente acercamos la nocién del flineur con rasgos eivindicativos, cercanos al activismo (Ibid., p. 3). ¥ en éste planteamiento es en el que nos queremos detener, para reivindicar la técnica de fiénerie como método de rehabitar la ciudad, Teapropiar la experiencia, la capacidad de sentir enteramente todo aquello que nos atraviesa en la ciudad; y como resistencia politica a la hipemodernidad. Inaugurando una posibilidad de cambio, desbancando el derrotismo que se lee de una ciudad que parece inmévil e invencible cuando se hallamediada por el poder. Una ciudad que debe ser entendida primigeniamente como un elemento vivo, y que por tanto puede ser herido’ e influido. Y una relacién sujeto-urbe, que debe intuir, que tal y como la ciudad atecta al individuo; el individuo puede intervenir en el mismo sentido en ella. Individuo y ciudad se condicionan mutuamente, se _intervienen Teciprocamente, se afectan intimamente. El individuo puede (y debe) dejar huella en ésta, puede incluso “hacerla temblar y sumergirla” (Zambrano Alarcén, 1985). El gercicio propuesto, de desorientacién y deriva no en ningdin caso estaré exento de numerosas restricciones. Hablamos de restricciones de la deriva, no solamente de la constriccién de ésta a ralz de tendencia social de la modernidad, que prescribe el transito perpetuo, la fugacidad, y la accién indispensablemente productiva; sino que lo hacemos también en referencia a un corpus social ya veces juridico que proscribe y constrifie las formas de fiénerie. ES —necesario £9 t mismo autor en MeSarigle, 2015) cuestona el concept del cybertlneur,caracterzindolo como una nostaga més que como una figura pragma, consecuencia de las resriciones. que paulatinamente se van apicando end mundo viral 2 La ciudad segin Mara Zambrano, debe serentendda como un lemento vivo que puede ser vista “como la unidad y la manfestacién de un animal, de un érima que ene su cuerpo, de un ‘cuerpo que sostiene su dnima, su alma” Una cudad con cuerpo y despatologizar, la figura del paseante sin rumbo, desligarla del merodeo peyorativo, acabar con el estigma, que en muchas sociedades presenta efectos sociales y juridicos reales”. Se debe, producir una torsién sincrénica que desacelere los vestigios negativos de la practica, y a la vez acelere la comprensién de la deriva como método y forma de lograr autonomia y resistir a la hipermodernidad, usando la deriva y la desorientacién como técnica de hackeo del ritmo urbano; método que propone dispositivos faciitadores del despertar de la consciencia individual, que permiten la reapropiacién de la experiencia para sentirla completa (0 simplemente sentir), ver viendo y escuchar escuchando, logrando asi la capacidad para diferenciar “los distintos pliegues del espacio, sus distintas capas es fundamental para situarse en el mundo y contextualizarse, con el deseo de, desde ahi, prolongar el goce de la plena experiencia existencial” (Lopez Rodriguez, 2014, p. 91), Superar la insensibilidad y apatia a la que nos aboca la moderridad, ademés del objetivo extensible a lo. comin de rehabitar/reapropianeconquistar la ciudad, y anclarla a un posible modelo de decrecimiento, contrapuesto a la tendencia de crecimiento sostenido capitalista y del consumo de masas. ama que estén unids por las viscera de esta, y que también son ‘susceptibes a “ser ofendias por el hombre” (Zambrano Alareén, 1985) En ls pases de tracn anglosajna, est descontinza se ha . 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