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Tooer Gsreus (#95) Ree. Visevin Beceseza Ca aunaae Oa INTRODUCCION ‘Sin embargo, al igual que'en otras instancias histéricas de gran- des transformaciones tecaolégicas, Ins profecfas tienden a ocupar el lugar de los andlisis, en los esfuerzos por comprender las formas y pProcesos sociales y eopaciales que emergen. Los futurblogos predi- ‘cen la evoluciém de la sociedad sobre la base de una extrapolacién I neal de las caracteristicas de las nuevas tecnologfas, sin tomar €n ‘cuenta la mediaciGn hist6rica realizada por la organizacién social entre el potencial de las muevas tecnologfas y sus efectos en la reali- dad. Se nos dice, por ejemplo que las telecomunicaciones nos permi- ten trabajar en casa en ehogares electrénicoss, ala vez que las em- presas ganan Ia posibilidad de instalarse en cualquier lugar, i en suis operaciones por la flexiblidad de los sistemas de in. formacién y por la densidad y rapidez de las redes de trensportes. O ‘que la gente puede quedarse en casa sin dejar de estar expuestos 2 toda una gama de imégenes, sonidos y flujo de comunicaciones po- 221 La cludad informactonal tencialmente interactiva, eliminando de este modo la necésidad de Jas ciudades tal y como las hemos conocido hasta la legada de la era informacional. Tanto el optimismo hist6rico como el pesimismo mo- ral expresan en diferentes touos un mensaje igualmente simplista de determinismo tecnolégico, ya sea en la liberacién del individuo de las restricciones de lo local como en Ia alienacién de la vida social desintegrandose en ¢l anonimato del descontrolado crecimiento suburbano. De hecho, ninguna de estas profecias resiste la confrontacién més elemental con la observaci6n real de tendencias sociales. Las teleco- municaciones estn reforzando el papel de liderazgo de las principa- les concentraciones empresariales alrededor del mundo. El trabajo asalariado a domicilio, en efecto, significa principalmente el duro trabajo en la industria de confecciones, mientras que el «tele-traba- jo» (trabajo a domicilio mediante ordenador) es practicado hasta ahora tan sélo por una insignificante proporcién de trabajadores en Jos EE.UU, La intensamente urbanizada ciudad de Paris representa el éxito del uso de sistemas telemsticos instalados en domicilios, mientras que el equivalente americano del Minitel francés no logré atraer clientes dentro del 4rea de Los Angeles; la frontera suburbana Por excelencia. Las industrias de alta tecnologia constituyen un in- grediente clave para el crecimiento éconémico actual en muchas re- giones, pero son incapaces de generar una dinamica de desarrollo en otros contextos. Las sociedades y las economfas se resisten a dejarse moldear por la aplicacién de nuevas tecnologias: de hecho, éstas dan forma a dichas teenologias seleccionando sus modelos de difusién, modificando sus usos y orientando sus funciones, Las nuevas tecno. Jogias de la informacién s{ tienen un impacto fundamental sobre las sociedades y por ende sobre las ciudades y las regiones, pero sus efectos varian de acuerdo a la interaccin con los procesos politicos, sociales y culturales, que dan forma a la produccién y al uso de los anevos medios tecnolégicos. Este libro pretende analizar la relaci6n entre las nuevas tecnolo- sfas de la informacion y los procesos urbanos y regionales en el con- texto més amplio de la transformacién histérica dentro de la cual es- tas tecnologias surgen y se desarrollan. Mi hipétesis sostiene que este contexto se caracteriza simulténeamente por el surgimiento de un nuevo modelo de organizacién socio-téenica. (que lamaré modo de desarrollo informacional) as{ como por la reestructuracién del ca- pitalismo como matriz fundamental de la organizacién econémica e institucional en nuestras sociedades. Las revoluciones tecnoldgicas forman parte siempre de un proce- so de cambio més amplio dentro del paradigma tecno-econémico ue constituye la base del proceso de produccién, consumo y ges- 1% vee, Jntroduccisn (23 Hot. Los descubrimientos cientificos y la innovacién tecnol ambos parte integral y efecto consecuente de dich cami Por lo te el tiltimo cuarto del siglo xx, los efectos de div has tecnologias sobre el tiempo y el espacio han cerahe condiciona. dss fandamentalmente por una modificacion sustancial oy sistema mayormente por las caracteristicas desarrollo sl proceso de rees- tructuracién. , & * qanuucturaciGn del capitalismo. Sin embargo, dicho argumento pen Fone gi satidio de las fuentes sociales de ia innovacign teanelébica 7 Sst fuera del mbito de este libro, Mi enfoque de este tee oc Ca sencillo y se concentra en un tema conereto de investigacion, Aral dMalizaré las presentes transformaciones de las formas ¥ poceves Sapatisles como manifestacién especifica de la interaccion ere ol modelo de desarrollo informacional (en sus dos dimensiones: tecno- Jogica y onganizativa)y la reestructuracisn del capitalinny, El proceso de reestructuracién no con: de adaptacion. Se trata de un proceso politicamente determinado, ‘puesto en prictica por gobiernos v organizaciones. Por ello, al adop- tar un enfoque amplio de investigacién que abarque tahto la trans- formacién estructural como la reestructuracién socio-econémica, ciertos efectos sociales podrfan atribuirse a las nuevas tecnologias 0 al modo de desarrollo informacional que se hallan en realidad liga- dos a las circunstancias hist6ricas de un determinado régimen, por ejemplo la administracién Reagan en los EE.UU. 0 el gobierno de ‘Thatcher en el Reino Unido. Si bien resultarfa imposible explicar completamente las implicaciones epistemol6gicas que conllevaria ar- ticular los andlisis de estructura y proceso para explicar el cambio social, es de gran importancia considerar dicha cuestién en aras de tuna mayor claridad en Ja presentaci6n de los hallazgos de investiga- cién contenidos en este libro. ‘Si bien los procesos de reestructuracién son levados a cabo por los agentes sociales, se diferencian de otras politicas o decisiones en su relacién con la dinémica global del sistema social: son res- puestas a los retos estructurales contra la légica expansiva de un sistema dado en una coyuntura hist6rica particular. Las crisis de- terminan conflictos sociales y debates politicos que provocan, a ve- ces, procesos de reestructuracign que, sobre la base de coaliciones y estrategias politicas, modifican las reglas del sistema social a la vez que mantienen su légica fundamental. La reestructuracién no llega necesariamente a realizarse; otros resultados dé las crisis pue- den ser una revolucién o un largo periodo de inercia social en él que «se las arreglan de-alguna manera. Ademés, si bien la rees- * tructuracién no puede llegar a darse independientemente del pro- ceso politico, cuando finalmente ocurre, si importancia va més alla de la orientacién politica o del interés personal de los actores politicos, cualquiera que sea la importancia de dichos actores para Ja puesta en préctica y los resultados finales del proceso de rees- tructuracién. En los afios ochenta, la reestructuracién se dio clara- mente en los EE.UU. con Reagan y en el Reino Unido con That- cher; pero también se dio en Francia con un gobierno socialista con participacién communista, dado que las polfticas socialistas, tra- @icionales para lidiar con la crisis dentro de los pardmetros del ca- pitalismo habfan fracasado en el perfodo 1981-83. La reestructura- cién se levé a cabo en la mayor parte de Europa Occidental: en la cuenca del Pacifico, debido al impulso obtenido por la internacio- nalizacién de la econom{a, y en el Tercer Mundo, como resultado de las polfticas de austeridad dictadas por las instituciones finan- cieras internacionales. Cada proceso de reestructuracién siguié un curso espectfico, dependiendo de las condiciones éconémicas, polf- ticas y sociales de los diferentes pafses; pero en todos los casos te- nia que tratar con cuestiones de polftica similares y tenfa que atra~ {oy it as vesar debates polfticos. semejant. in Parra je = que convergian en una franja orientaciones y resultados del proceso de 1cturaci¢ (am ineluctables n tenfan por qué desara aise caaionte et ca en que lo hicieron. Sin embargo, una vez aplicados; transfor: ‘aron las sociedades, as tecnologia y el espacio en una direction icterminada que ahora tiene pleno significado histérico, Sin tomar en consideracién lo que podria haber ocurrido con las mucvas tecno- Jogias de la informacién en un contexto histrico diferente, el hecho le que florecieran en sus aplicaciones potenciales en el momento en que el capitalismo se estaba para entrar en una nue- va etapa de desarrollo es de una importancia fmdamental. La ‘ees. tructuracién del capitalismo constituyé una fuerza clave en el remo. delado de ciudades y egiones a finales de los afios setenta y durante Jos ochenta, al enmarcar Ié produccin y el uso de las nuevas Tecno- logias de la informacién y forjar las zelaciones entre nuevas tecnolo- gias y nuevas formas y procesos espaciales. En cambio, la innova- cién tecnolégica y la reestructuraci6n territorial han modificado a rs ae ‘emergente sistema socio-econémico. Es esta com- im de un nt q Blcja gencracén de um nuevo proceso urbano-egional lo gue talaré El émmbito central de investigacién emptrica anilisis Jos Estados Unidos Esta cs una eticclon tnpusste eno nen al estudio a fin de facilitar la comprensi6n de la amplia gama de in. teracciones que se dan entre reestructuracién, tecnologia y espacio dentro de un contexto geogréfico, cultural ¢ institucional relativa. mente homogéneo. Ademis, los EE.UU. es la sociedad mas avanza- a, o al menos lo ha sido hasta el momento, en Ja produecién y uso de nuevas tecnologias de la informacién y es el pats que se ha em. barcado durante los afios ochenta en el proceso mAs audaz de rees- tructuracton capitalista. Dado su tamatio y su amplia red de conexio- zes con la economia internacional, ofrece mAs que ningtin otro pafs y desarrollo informacional) que son fundamentales en todas las ciedades capitalistas avanzadas. Por €9, i bien el andlisisen este 128i _La ciudad informacional bro se sirve casi exclusivamente de datos norteamericanos, los temas de investigacién y las relaciones planteadas intentan ayudar en la comprensién de la transformacién tecno-econémica del proceso ur- bano-regional en una amplia gama de contextos sociales. ‘Una segunda restriccién impuesta deliberadamente a este estudio ¢s la concentracién en la relaci6n entre las tecnologias de la informa- cién y la dimensién espacial de los procesos de produccién y gestién, ‘dejando de lado el estuidio de la vida social y los modelos de residen. cia. Existe una raz6n obvia para ello: se trata de la imposibilidad de tratar todos los aspectos en un libro que ya de por sf es bastante den- soy complejo. De todos modos, existen también razones metodolégi- cas y teéricas para esta cleccién. Con respecto a lo primero, se ha he- cho muy poca investigacién empfrica fiable sobre la interaccién entre las tecnologias de la comunicacién y la vida social urbana, en un campo especialmente sesgado por la ideologta, y resulta por ello dificil hacer ninguna evaluacién seria sobre las transformaciones ac- tuales en lo concerniente a los cambios tecnolégicos. Con respecto a Jo segundo, segiin mi hipétesis el impacto fundamental de las tecno- Jogfas de Ia informacién se produce en la organizacién de la produc- cién y la gestién, asf como en la esfera del ejercicio del poder por las instituciones del Estado. Por consiguiente, es necesario primero comprender la transforinacién de los pardmetros fundamentales dle] nuevo sistema urbano-regional, antes de poder investigar los cam- bios que ocurren en la ésfera privada. El estudio presentado en este libro est4 basado en un volumen importante de documentos y fuentés secundarias que he acumulado durante varios afios con el fin de examinar preguntas especificas de investigacién planteadas al principio del estudio. Esencialmente, los estudios citados en este texto constituyen la base de datos del mis- mo. No es mi intencién presentar los argumentos de los diversos att- tores o discutir las interpretaciones alternativas, excepto cuando el propésito analftico lo requiera. Tampoco me encargo de realizar una Tevisién bibliogréfica sobre los diferentes temas examinados en el li- ‘bro. Mi anilisis de los datos y observaciones esté dirigido hacia la comprobacién de una serie de hip6tesis especificas en el proceso de elaboracién de un argumento. Fl lector interesado en los varios enfo- gues de investigacién referidos en este libro, deberé consultar estos estudios directamente en lugar de depender de las interpretaciones agui propuestas. Si bien he tomado extremas precauciones para no distorsionar los resultados empfricos descritos en este libro, su uso y su presentacién han sido seleccionados de acuerdo a un enfoque es- pecifico de investigacién, sin entrar en ningiin debate de mayor in- dole, con el propésito de centrar la atencién en mis propuestas analf- Not *genizacién del libro es sencilla. E} primer capitulo presenta ¢l marco te6rico, define lo que se entiende por emodo de desarrollo informacionals y por «reestructuracién del capitalismo», resume las caracteristicas de la revolucién tecnol6gica actual y trata de formal. zar las relaciones entre capitalismo, informacionalismo y cambio tecnol6gico. Este marco te6rico no es desarrollado ni utilizado en to. das sus dimensiones, dado el propésito especifico de este libro, que es llegar a comprender el nuevo proceso urbano-regional. La utilidad de dicka elaboraci6n teérica se demuestra en que provee una base conceptual para los andlisis especificos que serén presentados y ana. eats empfricamente en los cap{tulos sustantivos subsiguientes del Estos capftulos examinan secuencialmente las transformaciones urbano-regionales determinadas primero por el modo de desarrollo informacional y posteriormente por el proceso de reestructuracién capitalista, El capitulo 2 examina la relacién entre la produccién de nuevas tecnologias de la informacién y los modelos espaciales, mien- tras que el capitulo 3 analiza los efectos territoriales del uso de tec- nologias de la informacion en actividades de servicio y oficina, Los capitulos 4, 5 y 6 estudian el impacto de la interaccién entre rees- tructuracién socio-econémica y tecnologias de la informacién en ciudades y regiones, en las tres dimensiones propuestas como catac- terfsticas del proceso de reestructuracién: las nuevas relaciones entre » capital y trabajo; la transformacién del Estado, con la transicién del «Esiqdo del bienestar> al «Estado militarizados, y la intemnacionali- zacién de la economfa. Un tema central que recorre estos anélisis en diferentes formas es el surgimiento de un espacio de flujos que domi- na el espacio de lugares construidos histéricamente en Ja medida que la légica de las organizaciones dominantes se aparta de las res- tricciones sociales de las identidades culturales y las sociedades loca- les por medio de las tecnologias de la informacion. La conclusion examina proyectos espaciales alternativos que pueden ponerse en Practica para contra.restar el dominio de los flujos. . Tras las paginas de este libro subyace un objetivo intelectual uni- ficador: comprender cémo la interaccién entre tecnologia, sociedad ¥ espacio genera un nuevo proceso urbano-regional como base mate- Hal de nuestras vidas en el despertar de,la era de la informacion. Este libro es una investigacién sobre el amanecer histérico de la ciu- dad informacional. 18 i. ELMODO DE DESARROLLO _INFORMACIONAL Y LA REESTRUCTURACION DEL CAPITALISMO Introduccién: modos de produccién, modelos de desarrollo y estructura social El cambio tecnolégico tan s6lo puede ser comprendido en el con- texto de la estructura social dentro de Ja cual ocurre. Sin embargo, dicha comprensién necesita de algo mé3 que una descripcién hist6r- camente espectiica de una sociedad determinada. Debemos ser capa- ces de situar la técnologfa en el nivel y proceso de la estructura so- cial subyacente’a la dindmica de cualquier sociedad. Sobre la base de una caracterizaci6n teérica de este tipo, podemos pasar a investi- gar las manifestaciones concretas de Ja interaccién entre la tecnolo- ‘gia y los otros elementos de la estructura social en un proceso que da forma a la sociedad y, poi lo tanto, al espacio. Para proceder en fun- cidn de estas lineas sera necesario introducir algunas propuestas te6- ricas y adelantar urias cuantas hipétesis que traten de situar el andli- sis del cambio tecnolégico y la reestructuracién econémica, tal como se presenta en este capftulo, dentro del marco de una teorfa social ms amplia que inspira la investigacién global abordada en este libro. EI enfoque analftico se centra en el surgimiento de un nuevo modo de desarrollo, que he dado en amar «modo informacional», en relacién hist6rica con el proceso de reestructuraci6n de la forma de producci6n capitalista. Por ello, debo definir qué entiendo por forma de produccién, modo de desarrollo y reestructuracién. Dichas definiciones, si han de ser teéricas y no simplemente taxonémicas, Tequieren una presentacién sucinta de una teorfa social mas amplia que otorgue sentido analitico a dichos conceptos como herramientas 2 30) La cluded infermacfonat para comprender las estructuras y los cambios sociales. Para los pro- ésitos de este libro, la presentaciGn del marco teérico general debe ser reducida a unos pocos elementos indispensables para exponer mi hipétesis segrin la cual la interaccién entre formas de producci6n y modelos de desarrollo se halla en la base de la generacién de nuevas formas y procesos sociales y espaciales. Esta perspectiva tedrica postula que las sociedades estan organi- zadas en funcién de procesos humanos estructurados por relaciones de produccién, experiencia y poder hist6ricamente determinados", La produccién ¢s la acci6n ejercida por el ser humano sobre la mate- ria para apropiérsela y transformarla para su beneficio al obtener un producto, consumiendo parte de éste (en una forma de distribucién desigual) y acumulando el excedente para la inversién de acuerdo con las metas socialmente determinadas. La experiencia es la accién de los seres humanos sobre sf mismos dentro de las varias dimensio- nes de su entidad biolégica y cultural en una biisqueda inextinguible de satisfaccién de sus necesidades y deseos. El poder es esa relacién entre los seres humnanos-que sobre la base de la produccién y la ex- periencia impone la voluntad de unos sujetos sobre otros por medio del uso potencial o real de la violencia. La produccién est organizada en relaciones de clase que definen el proceso por medio del cual el sector improductivo se apropia del excedente del sector productivo, La experiencia se estructura alrede- dor de relaciones de génerolsexo, orgahizadas histéricamente alrede- dor de la familia y caracterizadas por la dominacién del hombre so- bre la mujer. La sexualidad, en el amplio sentido psicoanalitico, y las relaciones familiares estructuran la personalidad y enmarcan la inte- raccién simbélica. El poder esté fundado sobre la base del Estado, ya que el mono- La teorfa social subyacénte a este andlisis no puede ser completamente presentada en el contexto de este libro, el cual se refiere a un t6pico especifico de investigacién. Sin embargo es importants intelectnlmeaterelaconareste coud al marco telco ‘general que lo informa. La elaboracién de esta teoria se ha construido sobre diversas fEadiiones eléscas Mare para el anise dela relaciones de laze, Fread y Reich para la comprensién de la personalidad sobre la base de las relaciones farniliares y se- Zusles, Weber para el sndlisis del Estat, Algunoe ceatifieos sociales contempors- ‘eos haa sido crulales para entender las coneiontsy los deserollos no controle dos en los esrtos cliscos Nicos Poulantzas, para la relasiicacion dela tora de as clases sociales y el Estado; Alain Touraine por su andlisis sobre el post-industrialismo; Naney Chodorow por la conexi inelctul entre teorfa feminist y tradiién pal counaitica: Agnes Heller para la comprensn dea crear hsres de necesiades Sociales; Michelle Focauk'y Richard Sennets para la conexion entre pods y calture Al dar a conocer exlctaznente mis fuentes teoricas espero ayudar a colock ete su into resmen sobre mal mare teéricasobyacente ex los contcs debate intclecbua- Terenas cencias sociales, n0 Polio instizucionalizado de Ja violencia en el aparato estatal asegura Ja dominacién de los que detentan el poder sobre sus Soe Taco: municacién simbélica entre los sujetos sobre la base de la produc. cin, la experiencia y el poder, cristaliza a través de la historia en de. terminados territorios y culturas. Todas estas instancias de la sociedad interaccionan unas con otras enmarcando ast los fenémenos sociales; no obstante, dado el Particular interés de invest.gacién de este. trabajo sobre la relacién entre cambio tecnolégico y reestructuracién: econémica, el esfuerzo de definicién te6rica se concentraré en Ja estructura y la Igica del proceso de produccién. La produccién ha sido definida anteriormente como el acto in- tencional del ser humano de apropiarse y transformar la materia, obteniendo de ese modo un producto, Se trata de un proceso com. plejo ya que cada uno de sus elementos est4 constituido a su vez de relaciones entre otros elementos. La humanidad como actor colecti. vo esté diferenciada en su proceso de produccién entre fuerza de tra- bajo y los organizadores de la produccién; la fuerza de trabajo estd internamente diferenciada y estratificada segin el rol de los produc- tores en el proceso de produccién. La materia incluye aJa naturale- 2a, la naturaleza modificada por el ser humano y la materia produci- da por el ser humano?, las vicisitudes de la historia nos obligan a apartamos de la clasica distincién entre la condicién humana y la naturaleza, que ha sido en gran medida sustituida por la reconstruc. cién de nuestro medio ambiente a través de miles de afios de accion humana. La relaci6n entre fuerza de trabajo y materia en el proceso de tra- bbajo es compleja a su vez: inchaye el uso de los medios de produc. cién para actuar sobre la materia, sobre la base de la energ{a y el co- nocimiento. La tecnologia se refiere al tipo de relacién establecida entre fuerza de trabajo y materia en el proceso de produccién a tra- vés de la intermediacién de medios de produccién que utilizan ener- gia y conocimiento?. El producto se subdivide a su vez en dos categorias principales, dependiendo de su utilizaci6n en el proceso general de produccién y 2 Bajo el término «materia transformada por el hombres, incluit‘a lo que podria ta- charse de paradéjico, «materia inmaterial»,o sea, el conjunto de simabolos y los oa. {ges comunicacionales que son generados por la mente humana y el eual, a pesar de ‘ental en el proceso de expansién del naturaleza ‘La definicién es de Harvey Brooks, citado pur Daniel Bell en The Cimning of Post Industrial Society (Nueva York, Basic Books, 1973), pg. 29 dela edicion de 1976, 32! La cluded knformacionel reproduccién: reproduccién y excedente, La reproduccién inchve tres subcategorfas: reproduccién del trabajo, reproduccién de las instituciones sociales (haciendo cumplir en sltimo término las rela- ciones de produccién) y la reproduccién de los medios de produc- ign y su base de apoyo tecnolégico. El excedente es la parte del pro- ducto que excede las necesidades hist6ricamente determinadas para de los elementos del proceso de prodticciGn. Este se acuerdo a Jas reglas de la sociedad. La inversi6n se dirige hacia la ex- pansiGn cuantitativa y cualitativa del proceso de produccién los objetivos determinados por los controladores del excedente. Las estructuras sociales interactiian con los procesos de produc- ci6n determinando las reglas para la apropiacién y distribuci6n del excedente. Estas reglas constituyen formas de produccién y estos modos definen las clases sociales sobre la base de las relaciones so- ciales de produccién. El principio estructural por el cual el exceden- te es apropiado, designando asf el beneficiario estructural de dicha apropiaci6n, es decir, la clase dominante, caracteriza un modo de produccién. En las sociedades contemporéneas existen dos’ modos de fundamentales: el capitalismo yl estatalismo. Bajo el capitalismo;la separaci6n entre los productores y los medios de pro- ducciGn, la mercantilizacién del trabajo y la propiedad privada de os medios de produccién sobre la base del control del excedente co- mercializado (capital) determinan’ el principio bisico de la apropia- cién y distribuci6n del excedente por parté de la clase capitalista, ino. necesatiamente para su beneficio exclusivo, sino también por los procesos de inversién y consumo decididos por esta clase en el con- texto especifico de cada unidad de produccién bajo su control. Bajo 1 estatalismo, el control del excedente es externo a la esfera econé- mica: recae en las manos de los detentores del poder en el Estado, es decir, en el aparato que se beneficia del monopolio institucional de Ia violencia. En ambos casos se produce la expropiacién de los pro- ductores de su control sobre el excedente, si bien los criterios para la distribucién del consumo ¥ para Ja asignacién de la inversién varfan de acuerdo a los principios respectivos de cada modo a 4 excedente apropiad cién. El estatalismo esti orfentado maximizaci6n del poder, es decir, hacia el incremento de la capacidad ideol6gica y militar del aparato polftico para imponer sus metas sobre un mimero cada vez . mayor de sujetos a un nivel cada vez més profundo de sus concien- clas. e mr ee neencreecnrrenne: ae ree , Los modeles de produccién no apar resultade de "na 4 < = de vy necesidad histérica, Son més bien resultado de proeeee neti do, dentro de la tradicién ‘gramsci: histor iana, la ic clase dada Para Jegitimar su Tevidleaies te ee Giones polticas y valores culturalescapaces de moviizar «la saayor tae ner dase donates MERE Su interes expectics ‘Las relaciones sociales de produccién, a s rc y por ende el duecién, determinan la apropiacin y dictibucign dal oeciene na cuestién aparte, pero ental, se refiere al. nivel de dicho aaa determinado por la productividad de un proceso de pro. ducci6n particular, esto es, por la relacién del valor de cada united le produceién con el valor de cada unidad de inversion, La producti fico del msde de desarrelio informacional es que en este caso el c nocimiento acta sobre el conocimiento en s{ mismo con el fin de generar una mayor productividad. En otras palabras, mientras que ‘en los modelos de desarrollo pre-industriales el conocimiento se uti- liza para organizar la movilizacién de mayores cantidades de trabajo y medios de produccién y en el modo de desarrollo industrial el co- ocimiento se utiliza para proveer nuevas fuentes de energfa y para de forma correspondiente reorganizar la produccién, en el modo in- formacional de desarrollo el conocimiento moviliza la generacién de nuevo conocimiento como fuente clave de la productividad a través de su impacto sobre los otros elementos del proceso de produccién asf como sobre sus relaciones. Cada modo de desarrollo tiene a su vez uma meta estructuralmente determinada o un principio de rendi- miento alrededor del cual se organizan los procesos tecnolégicos: el industrialismo est4 orientado hacia el crecimiento econémico, es de- cir, hacia la maximizacién de la producci6n; el informacionalismo esté orientado hacia el desarrollo tecnol6gico, o sea, hacia la acumu- Jacién de conocimiento, Mientras que niveles de conocimiento cada vez més altos resultarén en niveles més altos de producci6n, es la ‘bisqueda y acumulacién de conocimiento en sf mismo Jo que deter- mina la funcién tecnol6gica bajo el informacionalismo. Las relaciones sociales de i6n, definiendo modos de pro- duccién, y las relaciones técnicas de produccién (o fuerzas producti- vas), definiendo modelos de desarrollo, no se superpanen, aunque st interaccionan en las sociedades contemporéneas. En este sentido puede llevar a equivoco pretender que el modele informacional de desarrollo (0 sociedad post-industrial) reemplace al capitalismo, ya que, segin indicaron ‘Alain Touraine, Radovan Richta y Daniel Bell Tha afios’, se trata de diferentes nivelesanalticos refiriéndose uno principio de la organizacién social y otro a la infraestru: . aerieavie ln sotlctal. De todos modes exsten entre los dos proce- sos estructurales relaciones complejas y significativas que constitu- ‘yen un elemento fundamental en las dinamicas de las sociedades. ‘Las sociedades estén constituidas por una compleja red de rela- ciones histéricamente especificas que son una combinacién de mo- dos de produccién, modelos de desarrollo, experiencia, poder y cul- ura, Bajo el capitalismo, debido a que hist6ricamente se ha basado en la esfera econémica como fuente de poder y legitimidad, el modo de produccién tiende a organizar la sociedad segdn su propia l6gica, sin ser capaz de agotar Jas fuentes de la reproducci6n y del cambio ‘social dentro de la dindmica del capital y el trabajo. De todos modos, + Alain Touraine, La Société t-industrielle (Paris, Denoel, 1969); Radovan Richta, 7 or et nt oe M2 dada la preponderancia estructural de las relaciones sociales capita- listas en Ja estructura de clases y la influencia que ejercen sobre la cultura y la politica, cualquier transformacién fundamental en los procesos mediante los cuales el capital se reproduce y expande sus intereses afecta a la organizacién social en su totalidad. Los modos de produccién (y el capitalismo no es una excepcién) se desarrollan con el procesy dé cambio hist6rico. En algunos casos, esto conduce a su brusca sustitucién, pero generalmente se transforman respon- diendo a los conflictos sociales y las crisis econémicas y retos politi- cos, a través de una reorganizacién que incluye como elemento fun- damental el uso de nuevas relaciones técnicas de produccién que puedan incluir la introduccién de un nuevo modo de desarrollo. Por reestructuracién se entiende el proceso mediante el cual los modos de produccién transforman sus medios organizativos para llegar a realizar los principios estructurales inalterables de su operaci6n. Los progesos de reestructuracién pueden ser tanto sociales y tecnolégi- cos como culturales y politicos, pero estdn todos orientados hacia el cumplimiento de los principios contenidos en la estructura basica del modo de produccién. En el caso del capitalismo, el impulso que leva al capital privado a maximizar beneficios constituye el motor fundamental del crecimiento, la gestién y el consumo. Los modelos de desarrollo evolucionan de acuerdo a su légica in- tema; no responden mecénicamente a las demandas de los modos de pproducci6n o de otras instancias de Ja sociedad. Pero ya que las rela-~ cones técnicas se hallan hist6ricamenté subordinadas a las relaciones sociales de producci6n, experiencia y poder, tienden a ser moldeadas en su estructura y orientacién por los procesos de reestructuracién. Por otro lado gozan de una légica especifica que los intereses socia- Jes dominantes ignoran a riesgo de echar a perder su propio poten- cial tecnolégico, del mismo modo en que, por ejemplo, una actitud intolerante hacia la tecnologia militar aplicada puede frustrar el pro- greso cientifico. Los modos de desarrollo surgen de la interaccién entre los descubrimientos tecnolégicos y cientfficos y la integracién organizativa de dichos descubrimientos en los procesos de produc- cidn y gestién. Dado que dichos procesos dependen de Ja organiza- cién social general y concretamante de la din4mica del modo de pro- duccién, existe en efecto una estrecha relacién entre modelos de desarrollo y modos de produccién. Dicha interaccién se da de dife- rentes formas dependiendo del ritmo de los cambios histéricos. Exis- te una adaptacién continua y gradual de las nuevas tecnologias a las cambiantes relaciones sociales de produccién. Existen a su vez pe- rfodos en que el cambio hist6rico es mayor, en lo referente tanto ala economfa como a la organizaci6n social. Cuando las circunstancias hist6ricas crean una convergencia entre cambio social y cambio tec- solégt 2 r que acuncia el advenimiento de un nueve modo de desarrollo. Son estas circunstancias, segGn mi opinién, las que han hecho posible la stnesis del modo informacional de desarrollo en el tiltimo cuarto del siglo xx. La nmeva revolucién tecnolégica yel modo informacional de desarrollo Elnuevo paradigma tecnolégico Durante las dos décadas que van de finales de los sesenta a fina- Jes de los ochenta, una serie de innovaciones cientificas y tecnol6gi- ‘cas han convergido constituyendo un nu i Ia microelectrénica, que se ha ido desarrollando mediante los des- cubrimientos del transistor (1947), el circuito integrado (1957), el proceso planar (1959) y el microprocesador (1971). Los ordenado- ayudados por los * Fara um resumen detallado del aumento y las implicaciones de las tecnologias de 4s infrmacién ver, como ejemplo, Tom Forester, High Teck Society: The Story of the xformation Technology Revolution, ( 1987); también Bruce R. Gui Je (ei), Information Technologies and, Social 2 DC, Natio. mal Academy Press, 1985). = 7 Ver E: Braun y S. Mac Donald, Revolution in Miniature (Cambridge, ‘University Press, 1982). 15 rores. el léser y las fuentes de energia renovables. En un proceso pa- Talelo que se benefici6 del aumento de la capacidad para almaceaar iGn, la ingenierfa genética extendié la revolu- * Ver Edward J. Sylvester y Lynn C. Klotz, The Gene Age: Nas Chara Yok Se, Bay Intent the on of Information Teckolges ex Gull, fora Hlarnessing Tech- ‘DC, National Academy Press, 1986). ‘Age: Evolution or Revolutions, en ales an todas las revoluciones ceenologicas, ya que en ultimo término la tecnologia supone la habilidad para efectuar nuevas ope- raciones 0 para realizar mejor las précticas ya establecidas sobre la base de la aplicacién de nuevos conocimientos. De hecho, los cam- bios tecnolégicos principales se basan siempre en nuevos conoci- mientos. Sin embargo, lo que distingue al actual proceso de cambio tecnol6gico es que la informacion constituye tanto la materia prima como el producto. Lo que permite el circuito integrado es acelerar el procesamiento de la informacién, toda vez que aumenta la compleji- dad y precisién del proceso. Lo que los ordenadores hacen es organi- zar los conjuntos de instrucciones requeridas para el manejo de la informaci6n y, de modo cada vez més generalizado, para la genera- cin de nueva informacién sobre la base de la combinacién ¢ inte- raccién de informacién almacenada. La telecomunicacién permite transmitir dicha informacién posibilitando que exista un flujo de in tercambio y tratamiento de la informacién a cualquier distancia, bajo costo y con perfodos de transmisién cada vez menores. La inge- nieria genética permite descifrar y eventualmente programar el cédi- go de la materia viva, aumentando de manera espectacular el émbito del procesamiento controlable de la informacién. El producto de las nuevas tecnologias es también la informacién. Su inclusi6n en-bienes y servicios, en decisiones, en procedimientos, es el resultado de la aplicacién de su produccién informacional, no de la produccién en sf misma. En este sentido, las nuevas tecnalo, gias deren de ls revolucionesteenclogicasamtrioregy justi sgico infor- que al nuevo paradigma se le llame «el paradigma tecn¢ macional» a pesar del hecho de que algunas de las tecnologias fun- damentales con él relacionadas (por ejemplo, la superconductividad) no sean en sf tecnologias de la informacién. Pero el paradigma en sf existe y articula un grupo convergente:de descubrimientos cient{fi- cos concentréndose en el proceso de la informacién y utilizando la capacidad informacional recién adquirida para permitir su articula- cién y comunicacién a lo largo de todo el espectro de innovaciones tecnolégicas. dems, con el progreso de la nueva revolucién tecno- 1égica, las maquinas pasan a un segundo plano respecto a la sinergia creativa, posibilitada por su uso como fuente de productividad. Di- cha tendencia suele estar descrita en la bibliograffa como la impor- tancia creciente del software sobre el hardware, tema estimulado por la promesa de investigacién en temas tales como la inteligencia arti- ficial. De cualquier modo, éste sigue siendo un debate abierto en tér- minos cientificos. Un mejor disefio de los circuitos integrados, una integraci6n a escala cada vez mayor, una capacidad ampliada de te- Jecomunicacién y el uso del nuevo material en la produccién de equipos para el procesamiento de la informacién, son en una pers- mt pectiva a medio plazo probeblemente mas importantes que la inteli- gencia artificial como base para la ‘capacidad de fran de la infor- macién as{ como de su generacién. A grandes rasgos, la tendencia fundamental no parece depender tanto del concepto un tanto obsole- to de la creciente dominacién del software sobre el hardware, como del potencial de las nuevas tecnologias de la informacién para gene- rar nueva informacién, enfatizando asf la naturaleza especifica de su producto con relacién a los paradigmas tecnol6gicos anteriores. La segunda caracterfstica principal de las nuevas tecnologias ¢3 - de hecho comin a todas las grandes revoluciones tecnolégicas. Los principales efectos de sus innovaciones recaen sobre los procesos més que sobre los productos. Existen por supuesto grandes innova- clones en los productos, y de hecho la cleada de nuevos productos es un factor fundamental para incentivar un nuevo crecimiento econé- mico. Pero el impacto més profundo de la innovacién esté asociado con Ja transformacién de los procesos “. Lo mismo ocurrié con las dos revoluciones industriales asociadas a paradigmas técnicos orga- nizados respectivamente en torno a la maquina de vapor y de electri- cidad."’. En. ambos casos, la energia se constituyé como elemento. fundamental, el cual, penetrando gradualmente todos los procesos de producci6n, distribuci6n, transporte y gesti6n, revolucioné la eco- noma y la sociedad, no tanto a causa de Jos nuevos bienes.y servi- clos producidos y distribuidos, como por las nuevas maneras de lle- var a cabo los procesos de produccién y distribucién, sobre la base de una nueva fuente de energia que podria ser descentializada y dis- tribuida de un modo ms flexible. Los nuevos procesos organizativos ¢ industriales de base energética dieron lugar a una serie de bienes y servicios, y productos, por lo tanto, que no podrfan haberse imagina- do siquiera antes de la difusién de los equips para el procesamiento de la energia. Pero fue la revolucin energética, con su influencia so- bre todo tipo de procesos, la que permitié la oleada de nuevos 'pro- ducts. El proceso impone el tipo de producto, aunque los efectos de retroalimentacién funcional, econémica y social resulten cruciales para una mejor comprensién del proceso histérico. De modo similar, dentro de la revolucién informacional en curso, ™ Ver Melvin Kranaberg y Carroll W. Pursell, Ir. (eds), Technology in Western Civili sion (Nera York. Oxford tery Pres, 196 2 va 31. Mackintosh, Sunrise Europe: The Dyamics of I Techn cel ‘of Information Technology (Oxford, pattitian Roser, Ponpectnes on Technolog (Cambridge, Cambridge Universty "Ver Eugene S, Fergusson, +The Steam Enginé Before 1830s, John R. Brae, «Ener- ‘97 Conversion», y Harold I. Sharlin, «Applications of Elecricitys, en Kranzberg y Pur- sell, Technology in Western Civilization. ™ ye finatidad de ias nuevas tecnoiogias de la informacién ss procesar. significado . Mientras todas las actividades bioldgicas y sociales son de hecho rocesos, algunos elementos de dichos procesos cristalizan en for- mas materiales que constituyen bienes y servicios, el contenido nor- mal de los productos de la economfa. Las revoluciones teenolégicas estén hechas de innovaciones cuyos productos son en realidad pro- cesos. Estas dos caracteristicas principales del paradigma tecnolégico in- formacional ", tienen efectos fundamentales en su impacto sobre la sociedad (la sociedad misma, como afirmamos anteriormente, enmar- cae infinencia la innovaci6n tecnolégica en una relacién dialéctica de Ja cual, hasta ahora, sélo estamos examinando un factor, concreta- mente, el impacto de las nuevas tecnologias sobre la organizacién so- cal). Una consecuencia fundamental se deriva del hecho de que la inno- vacién tecnolgica estéorientada fundamentalmente hacia el procesa- - pero ‘sf como “un conjunto més amplio de factores que determinan el compartamiento humano y la arganiza- iéu social. H hecho de que las nuevas tecnologfes se encuentren enfocadas +hatia el procesamiento de Ja informacién, acarrea c¢ codificada, verificada por la ciericia y/o or la experiencia social. Asi, el papel predominante de las nuevas

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