La fiesta que se celebra

el 1 de Noviembre se dedica
a lo que san Juan describe como
una gran muchedumbre
imposible
de contar, de todas las
naciones,
tribus y lenguas; los que gozan
de Dios, canonizados o no,
pero individualmente amados
y redimidos por l, que conoce
a cada uno de sus hijos por su
nombre
y su afn de perfeccin.

Entre los desconocidos tambin estn aquellos

veinticuatro carros repletos de huesos de mrtires que
Bonifacio IV hace trasladar
al Panten del paganismo para fundarlo de nuevo sobre
cimientos

Y se aglomeran en la gran fiesta comn los humanamente

ilustres como Pedro, Pablo, Francisco, Domingo, Toms, Ignacio,
y los desconocidos:
la gente vulgar y buena de todos los tiempos y todos los
lugares
que tanto unos como otros se esforzaron por ser santos como

Cualquiera que en lugar de abandonar el camino de la

santidad,
ante cada cada, se levantaba por la misericordia divina, con
ms valor
y ms entusiasmo, porque si el justo peca 7 veces al da y se

Cualquiera que supo ser fiel sin que nadie se enterara,

o aquel otro que abandonando todo vivi entregado al
apostolado
que Dios le inspir y capacit a pesar de la incomprensin

Festejamos con alegra a los

Santos, que gozan de la gloria
de la inmortalidad, donde
interceden por nosotros.
Cada Santo vive intensamente
la visin de Dios y su amor,
mas su conjunto forma una
ciudad,
la Jerusaln celeste,
el Reino de los
bienaventurados.
Son la Iglesia del cielo.

La Gloria de los Santos, nuestros hermanos, procede de

Dios,
cuya imagen se reproduce en cada uno de ellos de una
manera nica.

Todos fueron salvados por

Cristo, todos nacieron
de su costado abierto.
Este es el motivo por el que
el lugar por excelencia de
comunin
con los Santos es la
Eucarista.

En ella les santific el Seor

Jess con la plenitud de su
amor;
en ella podemos tambin
nosotros suplicarle con
humildad a Dios
que nos haga pasar de esta
mesa
de la Iglesia peregrina al
banquete
del Reino de los cielos.

Dios todopoderoso y eterno,

que nos concedes celebrar los
mritos
de todos los santos en una
misma solemnidad, te rogamos
que,
por las splicas de tan numerosos
intercesores, nos concedas
en abundancia los dones
necesarios
para nuestra santificacin.
Por nuestro Seor Jesucristo,
tu Hijo. Amn

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