del misterio; tan negra como un lbrego jams, como un adis, como un quin sabe! Pero hay algo ms negro an: tus ojos! Tus ojos son dos magos pensativos, dos esfinges que duermen en la sombra, dos enigmas muy bellos... Pero hay algo, pero hay algo ms bello an: tu boca. Tu boca, oh s!; tu boca, hecha divinamente para el amor, para la clida comunin del amor, tu boca joven; pero hay algo mejor an: tu alma! Tu alma recogida, silenciosa, de piedades tan hondas como el pilago, de ternuras tan hondas... Pero hay algo, pero hay algo ms hondo an: tu ensueo! Autor: Amado Nervo