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Rev BEENVAG CMT UNG RO NTVR y PSICOLOGIA HUMANISTA REVISTA DE ANALISIS TRANSACCIONAL Y PSICOLOGIA HUMANISTA (Boletin informativo de ASOCIACION ESPANOLA DE ANALISIS TRANSACCIONAL -AESPAT-) Edita: AESPAT (fundada en 1978) * Domiciio soci Isaac Pera, 16 - Bajo lzda 28015 Madrid Teléfono: (@1) 20 43.11 + Fax (@1) 320 49 11 * Apdo. Correos: 8.222 - 28080 MADRID Junta Directiva de AESPAT Presidente: José Alvarez Custodio Secretaria: Mz Angeles Oiaz Veiga Tesorera: Iciar Garmendia tzaguirs Vocal Biblioteca Vocal Gal Consejo Realizacisn: Depésito Le \sst Marco Aurelio Granado 'M> Angeles Onega Foariguez iia: Isabel Lopez Avias Editorial + Direceién institucional ~ La Junta Directiva de AESPAT * Direceion Técnica ~ Wan Garcia Moreno GRAFICAS DEHON La Movera, 25-25, Towjin de Arcs7 -96843-1981 212 - 9876 RPA. n? 1095354 (provisional) NE. 1 Consejo E: eta Ravieta: 1095854 ditorial de Ia Revisia no asume neceaariamente el punto de vista expresade on 20n loe propios autores los responsables do su contonido. DITORIAL Enel presente N® 98 de la Revista presentamos: = Varios articulos originales de tematica general: + “La localizacisn corporal de las emociones auténticas", de José Gutiérez Valife, baséndose en varios autores relacionados con ta Blo- cenergética: + "Los Cuentos, una forma de autoconocimiento”, de Lola Campos Pérez, que presenia un procedimiento proyectivo de ia personalidad, ya clésico en la Psicologia, apicable a escolares y adultos; + y "La Integracién de la Psicoterapia (segunda parte)”, de Juan Garcia ‘Moreno, dentro a2 la tematica general de la Efectividad de la Psicoterapia {que viene publicando desde numeros anteriores de la Revista = Varias traaucciones, de autores representatvas del A.T. + “EI Triéngulo de! Ganador”, de Acey Choy (1980); + "Comparacién de los Modelos de Personalidad de Freud y Berne", de Ted Novey (1997); + "Verguenza y ravvinaicacion de uno mismo: Perspectivas de Analisis Transaccional e Intervenciones clinicas”, de Richard G. Erskine (1994); + "Usanco 1a Terapia de Redecision con aiterentes adaptaciones de Personalidad’, de Vaan S. Joines (1986): + y “Sele atapas del Tratamiento”, de Richard G. E. Erekine (1973). Aparecen, por tilimo, a lista de nuevos socios, la Catexis de AESPAT, y {ado fo relacionado con el préximo IX CONGRESO ESPANOL DE A.T. a cole- rar en Zaragora (11-19 de Septiombre, 1990), que deseamos sea un rotundo exit, De nuevo, pecimos la aportacién de artioulos para la Reviste, que es de todos y para todos. Fevsta. de Andis Taneaciona!y Picolgia Humanist La ocean cool das erociones watas LA LOCALIZACION CORPORAL DE LAS EMOCIONES AUTENTICAS SUMARIO LA LOCALIZACION CORPORAL DE LAS EMOCIONES AUTENTICAS. | 229 S006 Ccusiérres ell) JOSE GUTIERREZ VALIRO LOS CUENTOS, UNA FORMA DE AUTOCONOGMIENTO Psicologo Lola Campos Pérez 232 Miembro Clinico do AESPAT LA INTEGRACION DE LA PSICOTERAPIA (2 PARTE) Juan Garcia Moreno 235 Este articulo es una sintesis de notas recogidas a lo largo del curso de Papen eae amammeen oa Formacién de Terapeutas en Bioenergética impartido por Luis Pelayo vie Rodriguez, de conferencias pronunciadas y talleres dirigidos por el COMPARACION DE LOS MODELOS DE LA PERSONALIDAD DE FREUD Y BERNE. Dr. John Pierrakos en Madrid y, sobre todo, de las obras del Dr. Alexander Uitinas aporacions aun argo debate Lowen que se citan en la Bibliografta, al final del articulo. Ted Novey .. 289 VERGUENZA Y REIVINDICACION DE UNO MISMO. Perspectivas do Normalmente, las acciones de. un indivi luna reaccién de expansion. Descansa so- ‘Andlisis Transaccional ¢ Irtervenciones Clinicas. duo saludable demuestran un pertecto equi- bre un flujo de sangre on direccion a la su: Richard G. Erskine... 251 liv ent el sory el hacer, sentir y pensar, pertice det cuerpo que provoca una sensa- ‘eapontaneidad y respuesta deiberada. La flén de calor. La musculature esté svetta, USANDO LA TERAPIA DE REDECISION CON DIFERENTES ADAPTACIONES ‘astonomia del EGO y el ELLO, del Adulto y escontraida, el corazén late lentamente DE PERSONALIDAD, ‘e Nifo, conduee a movimienios que son las puplias estén corradas. Al calor sigue un Vans e"icinas] wm tanto esponténeos como deliberados. *Emo- ‘deseo de contacto fisico con la persona ob- én" tiene connotacion de movimiento y, jeto del sentimionto SEIS ETAPAS DEL TRATAMIENTO. por tanto, una implicacién fica y menta: el La HOSTILIDAD es o! sentimiento opues- prey ecard " ‘movimiento tone lugar a nivel isco, pero la to: el flujo de sangre se rtira de a piel y pro- Gordon Erskine * parcepcién ocurre en la esfera mental voca una sensacion de fio. La musculatura Desde el punto de vista de la Bioenergét- se contra y el ritmo cardiaco se acelera. u a istkibe Wuevos comes Denes 286 2, el placer y el dolor son emociones com- EI MIEDO es una “emocion de urgencia® , puestas, En el resentimiento tay célera, y que surge cuando la amenaza del dolor pro- a al ‘miedo. A veces Se superponen juicios de iene de una fuerza superior. En el miedo, « s valor a los sentimientos, dando lugar a emo: el sistema muscular se moviliza y carga 1X CONGRESO ESPANOL DE ANALISIS TRANSACCIONAL Sa ‘cones abstractas, como culpa, verguenza y ara la huida. La excitacién permanece . vanidad, ‘prisionada on el cuello y la espalda, y la NORMAS PARA LA PUBLICACION DE ARTICULOS 2a TToda emacién auténtica tiene como cali= fenergia descendente tiene como efecto in- ‘ad personal el sor una expresién directa ‘& la fuerza vital que existe dentro de la persona, Cuando la accién fluye directa mente del sentimiento se tiene la granciosa sensacion de ser libre y se conmueve todo a ser. lnterrumpir ese fujo es Interrumpir la sensacion de libertad. EI AFECTO es una apertura hacia os de- ‘mas y 01 mundo, que procede de una antici- pacion de placer agradable y representa todueir la regién caudal y cargar las piernas. ‘con miras a fa huida. Se manifesta el miedo por la apertura desmesurada de los ojos, hombros alzados, cabeza vuelta y nalgas ‘comprimidas. Se feprime bajando las cejas, aprelando mandibulas y sonsiendo. 'Si el YO no es lo suficientemente fuerte como para mantener el sentimiento en los limites precisos, el miodo se transtormard fen PANICO, quo se basa en la impresion de Revita de Ans TrassccionalyPaclogia Humariia ester acorralado, impotente para el combate © la huida, y se manifiesta en un pecho in- flad> con incapacdad de espiar y tension generalizada, inhibiéndose el impuiso de (Fitar apretando la boca, corrando la gar- {gania, reteniondo el aliento y tensando el Vieet. El PANICO llega a su limite con el TE- ROR, que paraliza el sistema muscular y spa la agonia, manteniéndose con la in- ‘capacdad da inspieae FI FUROR se corres- onde con el TERROR, siendo una especie do sélera sin piadad, devasiadora. A dife- tencia de la COLERA, que es fogosa, y de la RABIA, que es sahaje, el FUROR es duro y ff, representando el asperto agresi vo del odio: el inaividuo que odla esta furio- 0 interiormente, y fio exteriormente. La COLERA es otra “emocién de urgen- cia en la que ol sistema muscular se movil= za y carga para la accion de combatir una vvez reconocida la causa y el objeto al que hha de diigirse, con la conviccién de estar uno en su derecho (cuando la COLERA no puede desiigarse del hecho de que ol poli- ‘gros vago, desconocido e impersonal ~por ‘ejemplo, el MIEDO a la oscuridac de los ni- fos~ of MIEDO es la reaccién natural). Es una reaccién fisica més eficaz que ol lanto ppor cuanto su objetivo es aparta’ la causa {el dolor, sobrepasando la sensacién de im- ppotoncia a la que ot lanto va emparejado. MIEDO y COLERA se corresronden de ‘modo que uno y otra se transtorman, siendo la razén que al fujo de excitacién cambia de ireccion. En la COLERA, el flujo ascendente se desplaza a lo largo de la espalda sobre el ‘custo cabelludo, mavilar superior y brazos “que han asumido la funcién delensiva de {os dientes de los animales, por su mayor radio de accién-. La inhibicién de fa COLE FRA tensa los misculos de la espalda y los hhombros, produce contracciones en la man= dibula (que representan Ia contencién del Impulso de morder e impiden que la excita- cidr suba a la cabeza y la boca) ytensiones fen ls masculos de las piernas (representa {a represidn de la accion de dar patadas) 38 A097 (Cuando fata el control del YO, la COLE- RA se transforma en RABIA, destructiva para el entomo y para uno mismo. Al igual que el PANICO, la RABIA so basa en la im- presi6n de estar acorralado, impotente para fl combate como el preso del PANICO Io festa para la huida, Las sensaciones y la fenergia se retraen én la superficie del cuer- po y se concentran en el aparato muscular, y s6lo pueden liberarse mediante una ac- cién volenta, Descargada la rabia, el tanto Y los solozos afiaden otra liberacién, que- dando entonces la energia disponible para otras tunciones placenteras dol cuerpo. El sentimiento de TRISTEZA y el de ALE- GRIA se localizan en el estomago. Ante el dolor, se estremecen los intestinos, se con- trae 6 estémago y se tensa todo oi cuerpo. El llarto es el mecanismo mas eficaz para Aipecar al cuerpo de esas tensiones. La inhi- bicion dl llanto se detecta por las tensionos de los misculos de fa garganta, pecho y ab- criterio allernativo y exci sivista <..0..> por el mas reciente ciiteriointegrador <..y..> y solide rio" (p. 135). (..) “La infagracién aqui propugnada se dirige decid- damente a buscar la implementa- ‘ida de ia eficacia terapéutica, pero tuna implementacién cuaitatva y ‘espectca y, por consiguiente, ato- ‘ida a ls resultados cientificos y al perfil sitomatolégico de cada pa iente. Esta integracion mas. que aditiva 0 sumatoria es trans-aditiva, fen tanto que integra, en mayor o rent ged, Ios eierentes, Gre ponentes intervinientes en los dite- Fentes procedimientos usados, en funcion de la prediccién que pueda establecerse respecto de la efica cia terapéutica de todos y cada uno de ellos”. (..) "La razén que fundamenta esta propuesta es la Cconviceién de la existencia de un tniéngulo reobrante, en el que las ‘modificaciones cognitivas, conduc- tuales y biolégicas pueden poten- ciarse reciprocamente y, en conse- cuencia, autorizan al empleo sin- crono de la farmacoterapla y de la psicoterapia"(p. 144) Yates (1970) revisé la stuacién, después de 20 aftos de desarrollo de la terapia de ‘conducta, y concluyé que podian especi- ccarse cuatro hipétesis respacto de ia rola ion entre la torapia concuctual y la psicote- ‘apia, que se habian sucedido en el tiempo, Yy que expresan actitudes diferentes res. Pecio de su posible integracin: a) Las diferencias entre terapia de con- dducta y psicoterapia son tan funda- ‘mentales que las hace lereconcilia- bles. Asi Barret - Lennard (1965) ientiicaron siete diferencias grincipa- les y concluyeron que su: ‘vistin de la ‘naturaleza humana y de sus cbjotivos ¥y métodos terapéuticos eran ian dis pares y opuestos que una reconcila cid apareci6 como imposible” (p. 32). ‘Similar punto de vista tue expresado por Eysenck (1958), entra ote. Alre- \dedor de 1970 los terapeutas conduc- tuales, de un modo general, mante- nian que las diferencias eran tan radi- cales que cualquier reconciiacin re sultaba inconcabible, sobre 1090, Fespecto del psicoandiisis ortosoxo de S. Freud (Yates, 1983). ) La segunda postura_mantione que cexisten similaridades y diferencias que hhacen a los dos onfoques comple- ‘era oy Anes Tansy Pscclogi Humes ‘mentatios. Asi pionsan Bergin (1968), Moyer y Crisp (1968), y Marke y Go! der (1968), que especificaron detalla- damonte ichas similaridades y cife- fancias, y que Son recogidas por Yates (1970, p. 444). Segin Yates (1983): “Durante el periodo entre 1960 y 1980 se hicieron grandes estuer- 208, en términos. generales, para buscar una reconcliacién e inte- gracion de los rasgos mas sobre salientes do unos onfoques opues- tos, aparentemente _irreconcila- bles. Estos esfuerz0s tuvieron cier- tamente una influencia general y cespecitica ene | campo de la psico- terapia y de la torapia conductual pero sirvieron, sobre todo, como base de influencias mas especit- ‘eas dentro cal campo de la torapia Psicol6gica”(p. 108). Para Yates (1983), duranto esta ép0ca (1950-1980) $@ hicieron inten- tos importantes de comparacion entre la psiootorapia en general (e.g. Ale- ander, 1963; Brady, 1967, 1968; Por- ter, 1968) y el psicoandliss en particu- lar (eg. Marmor, 1964; Aronson, 1972; ‘Siverman, 1974; Shectman, 1975; Murray, 1976), y la terapia de Conducta. En ninguno de estos casos '8e intenté mostrar que la terapia con- gru- pales cuando las personas estan ligadas 2 través de un contrato terapéutico, Lapersona ha de incrementar su sapa- Cidad de resolver los problemas sn pe- dir quo la salven dentro o fuera de la terapia, entre amigos, en familia, etc. Las habilidades de escucha en las perso- ‘has empaicas: el autor se refiere a la impor. tancia de estas hablidades do escucha (ex- plicadas empliamente en los libros de Tho- mas Gordon, “P.E.1." y "ME.T.", Ed. Dana) Estas hablidades de escucha pasiva y act- va, al no hacer interpretaciones 0 evalvacio- nes de lo que se escucha y davolver el men- ‘saje comgrencido, confiando en las capaci-

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