Era una tranquila tarde de verano cuando yo y mi familia nos disponamos a ir
hacia Vacarisas. Todos bamos en un solo coche, era un pequeo coche de cuatro plazas donde nos ponamos cinco personas. Delante siempre se sentaban mi padre y mi abuelo, detrs iba mi madre y mi abuela, yo iba en el regazo de mi madre. Siempre que bamos a Vacarisas solamos comer y arreglar un poco la casa, que era bastante pequea pero aprovechbamos cada centmetro de ella. Aquel da, como de costumbre, comimos pella, la cual hizo mi abuelo con ayuda de mi padre. Mi abuelo en la cocina se desarrollaba muy bien, yo siempre he tenido a mi abuelo en un pedestal ya que nunca paraba de aprender cosas nuevas con l al lado. Ese da mi abuelo tena que barnizar unas ventanas que l mismo hizo tallando la madera de un viejo pino que hace una semana cedi y cay enfrente de nuestra casa. Mi abuelo era fumador de puros, siempre que trabajaba en cualquier cosa tena uno de sus puros encendido. Entonces cuando mi abuelo comenz a barnizar se encendi un puro, pero no saba que el barniz era inflamable, mi padre minutos antes le advirti, pero mi abuelo era muy cabezn. Al cabo del rato le cay un poco de ceniza en la mesa donde haba barniz por todos lados, lo que provoc una gran llamarada de fuego. Cuando nos quisimos dar cuenta mi abuelo tena las manos en llamas y rpidamente se las apagamos con agua. Desde aquel da hemos explicado esta historia miles de veces ya que es un recuerdo que nos queda de l, ya que muri el 25 de agosto del 2015. En definitiva, aquel accidente qued en una ancdota que nos recuerda como era mi abuelo y los momentos vividos con l.