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GEOLOGIA PETROLERA DE LA SIERRA DE CHIAPAS * Rafael Sanchez Montes de Oca ** RESUMEN En la Sierra de Chiapas se tienen expuestas rocas igneas intrusivas, prin cipalmente granitos y granodioritas, con edades que van, en el Macizo de Chiapas, desde el Precambrico hasta el Mioceno, destacanco la intensa actividad intrusiva en el Pérmico Superior, que marca la terminacién de Paleozoico; en cambio no han sido detectados intrusivos laram{dicos, como ocurre en Guatemala al sur de la Falla Motagua. Los granitos del Mioceno, ubicados a lo largo de la probable prolongacién de la Falla Polochic hacia México, parecen estar asociados a los movimientos de esta falla y a un perfodo de intensa deformacién. Cubriendo mediante una discordancia angular al Paleozoico, en el lamado Homoclinal de la Sierra, afloran estratos de ambiente de Ilanuras de inundacién que fueron depositados durante el Jurasico Medio; estas rocas, subyacen concordantemente a los Lechos Rojos o Capas Todos Santos. Con esta nueva informacién se controla la posicién estratigrafica de estos tiltimos. Por otra parte, en el pozo Trinitaria No. 2, se identificaron palinomorfos y macrofésiles correspondientes al Rético-Lidsico, de ambiente lagunar marginal, que prueban la existencia del Triasico en Ja Zona Sur. Debido a que estas rocas cubren a la sal, puede pensarse aue ésta es de edad triasica, Se espera que hacia el norte del Homoclinal existan facies marinas, tanto del Rético-Lidsico, como del Jurasico Medio, depositadas en una cuenca alojada entre el Macizo Granitico y la actual Plataforma de Yucatan. Los episodios tecténicos que afectaron a la Sierra dieron lugar a Ja formacién de varias unidades estructurales, que por ser titiles a la explo- racién petrolera han sido designadas con los nombres de provincias: de Fallas de Transcurrencia, de Simojovel, de Miramar, de Yaxchilan y Macizo de Chiapas. Estas provincias fueron deformadas por un evento correlacionable con la Orege-Laramide y fueron sometidas a esfuerzos que las plegaron durante el Mioceno, dando lugar a la arquitectura actual de la Sierra. Desde el punto de vista petrolero, se considera que las provincias de Simojovel y de Yaxchilan, son las més importantes; en ellas se espera obtener produccién del Cretacico y posiblemente del Jurasico. En las provincias de Miramar y de Fallas de Transcurrencia se tiene como objetivo al Cretécico Inferior y al Jurasico. En general se piensa que la Sierra de Chiapas es un buen prospecto petrolero, pero seré necesario perforar un mayor niimero de poz0s ex- Ploratorios antes de obtener éxito. * PRESENTADO EN LA IV CONVENCION GEOLOGICA NACIONAL, 1978. Manuscrito Tecibido en noviembre de 1979, ** PETROLEOS MEXICANOS, SUPTCIA. GRAL. DIS: TRITOS EXPLORACION ZONA SUR. 67 RMT Sv 5 eae GiaeRe ARIE RE TAT SCP AH TAREE Ser MRE Mle TREE Se RE ANE PMR EE Si BOL. ASOC. MEX. GEOL. PETR. ABSTRACT Instrusipe igneous rocks, mainly granites and granodioritis are exposed in the Sierra de Chiapas. Their age range, in the Macizo de Chiapas is from the Precambrian to the Miocene; there an intensive intrusive activity during the Late Permian, which marks the end of the Paleozoic intrusives, such as those south of the Montagua Fault in Guatemala, have not been found. ‘The Miocene granites, located along the probable continuation of the Polochic Fault towards Mexico, seem to be associated to this fault's movement, and to a period of intensive deformation. ‘The so-called Homoclinal de la Sierra, is covered, through an angular disconformity, by strata of flooded plain environment that were deposited during the Middle Jurassic. These rocks underlie conformably the Red Beds or Todos Santos Layers, and this new information allows for a stratigraphic control of the latter strata. Macrofossils and palinomorphs of Rhetic-Liassic age from the well ‘Trinitaria N’ 2 were identified, and attributed to a marginal lagoon environ- ment; this proves the presence of the Triassic in the Zona Sur of Petroleos ‘Mexicanos. These rocks cover the salt, thus it may be of a Triassic age. It is expected that north of the Homoclinal there are marine facies in the RheticLiassic and the Middle Jurassic that were deposited in a basin located between the Macizo Granitico and the present Yucatan Peninsula. ‘As a result of the tectonic episodes that affected the Sierra, several structural units can be distinguished. Due to their usefulness for petroleum exploration, they have been named as the following provinces: Fallas de ‘Transcurrencias, Simojovel, Miramar, Jaxchilan and, Macizo de Chiapas. ‘These provinces were deformed by an event correlationable with the Laramide Orogeny, and were subject to efforts that folded them during the Miocene giving as result the present aspect of the Sierra. From the petroleum viewpoint, the Simojovel and Yaxchilan provinces are the most important; it is expected to obtain production from the Cretaceous and possibly from the Jurassic; whereas the Miramar and Fallas de Transcurrencia are expected to yield petroleum from the Lower Cretaceous and Jurassic. Generally speaking the Sierra de Chiapas is considered as a good petroleum propect, but it would be necessary to drill a larger number of exploratory wells in order to have results. INTRODUCCION La Sierra de Chiapas ha sido objeto de exploracién desde finales del Siglo XIX, cuando gedlogos que prestaban sus servicios a las compafiias petrole- ras de diversas nacionalidades hicieron numerosos recorridos de reconocimien- to; con la informacién que colectaron establecieron las bases de la nomen- 68 clatura estratigrafica de esta zona e iniciaron la investigacién del aspecto estructural. Por su parte, Petréleos Mexicanos desarrolla su exploracién principal- mente mediante brigadas de geologia de superficie, que han empleado los métodos propios de trabajos de reco- nocimiento, de semidetalle y de detalle estructural y estratigrafico. Actual- mente y como resultado de una eva- Juacién geol6gico-petrolera, se llevan ‘a cabo varios trabajos de detalle es- tructural, encaminados a seleccionar Jos lugares mas adecuados para hacer perforaciones. exploratorias, Simul- téneamente algunos grupos estan de- dicados a esclarecer problemas, tanto de tipo estructural como estratigréfico, que se consideran de importancia para Ja exploracién de la Sierra. LOCALIZACION La Sierra de Chiapas, ubicada en el extremo suroccidental de nuestro pais, incluye, ademds del Estado que le da nombre, a porciones de los Estados de Veracruz y Oaxaca. Por el norte, su limite es el inicio de la Planicie Cos- tera del Golfo, por el sur la Planicie Costera del Pacifico (de extensién muy reducida); al occidente, la Sierra ter- mina en la Depresin Istmica y por el sureste penetra en la Republica de Guatemala, siendo interrumpida por la Falla Polochic en las inmediaciones de nuestra frontera. (Fig. 1). Bajo el nombre de Sierra de Chia- Pas se incluye aqui, tanto a las rocas igneas del Macizo Granitico de Chia- as, como a las: llamadas Cadenas Frontales de la Sierra, formadas por Tocas sedimentarias, tanto marinas como continentales. ESTRATIGRAFIA Y PALEOGEOGRAFIA ; Basamento, Las rocas del basamento forman el llamado Macizo Granitico de Chiapas, que ocupa una franja para- lela a la costa del Océano Pacifico y Se extiende desde el Istmo de Tehuan- tepec hasta la Republica de Guate- 69 VOL. XXXI, NUMS. 1 y 2, 1979 mala. En el Macizo se encuentran rocas intrusivas y metamérficas, con edades que varian entre el Precambrico y el Plioceno, estas Wltimas, formadas por eventos tecténicos relacionados con la Falla Polochic. En 1975, el CRNNR publics nume- rosas determinaciones de edad de mé- todos radioactivos, hechas en rocas fgneas y metamérficas colectadas en Ja Sierra de Chiapas, la mayor parte de ellas procedentes del Macizo Gra- nitico. En la Tabla 1, se ilustran las épocas de actividad intrusiva. Esta grafica se construyd con los datos de edad aportados por el CRNNR. En ella des- taca la frecuencia de intrusiones de granito en el lapso entre 230 y 240 millones de afios que sefiala la separa- cién del Paleozoico; curiosamente este periodo de intrusiones coincide con la actividad del sistema de fallas Mon- tagua-Polochie y podrian asociarse a la actividad orogénica del Mioceno que afecté fuertemente a la Sierra de Chiapas. Las rocas metamérficas (ortogne- isses, gneisses, esquistos, etc.) cuyas edades también se muestran en la gra- fica, son del Precimbrico y del Paleo- zoico principalmente. Aqui conviene destacar la existencia de marmoles no consignados en la gréfica, formados por calizas del Cretdcico Medio en el frente suroccidental del Macizo, asi como de esquistos originados por sedi- mentos terrigenos del Cretécico Supe- rior en la zona del Istmo de Tehuan- tepec, que no estén formando parte del basamento premesozoico y que al parecer estén ligados a fenémenos tec- ténicos que afectan solamente al flan- co suroccidental del Macizo Granitico de Chiapas. BOL. ASOC. MEX. GEOL. PETR. MERIDA Fig. 1. Plano de localizacién del area estudiada. 70 CENOZOICO VOL, XXXI, NUMS. 1 y 2, 1979 Grafica que muestra la distribucion de edades de las rocas igneas y metamérficos en la Sierra de Chiapas. Simbolos ® Granodiorita O Andesitas y Dacitas * Granito Tomada de Seyfert and Sirkin 1973 + Dioritas %* Gneiss y Ortogneiss ‘cuATERNARIO | _¥ TERCIARIO i ee g cRETACICO 8 2 | vurasico a = TRIASICO A rig = PERMICO [oo np 7 ¥ [eed © |shwsisieico 3 3 | DevoNico 8 e+ 3 5 5 & [[siwurico fares # : is a per bila sn = @ | oroovicico | orsewe sie: - _ — camarico [cones] 71 tre — + 100 * 8 2 8 8 PREcaMaRIco — froo 2 a is g ° = ‘Tabla 1. Tabla estratigrafica regional. 7 BOL. ASOC. MEX. GEOL. PETR. En la citada tabla se nota la ausen- cia de actividad intrusiva durante el Cretacico Superior que, de existir, po- dria asociarse a la Orogenia Laramide. Es posible que con un muestreo mas intenso, se encuentren intrusiones de esta edad. En Guatemala, Wilson (1974) cita algunas localidades de intrusivos de granito que ocurrieron en el Cretacico Superior (92 m.a., 84 maa. y 95 m.a.) en localidades al sur de la Falla Mon- tagua. PALEOZOICO Los afloramientos del Paleozoico es- tan restringidos al SE de la Sierra, en la regién de Chicomuselo. Se trata de rocas metamérficas (metasedimen- tos) y rocas sedimentarias con edades que van desde el Misisipico al Pérmi- co (Tabla 2). La region ha sido trabajada desde el Siglo XIX, por Sapper. (1899-1927) ; mis tarde Thompson y Miller (1944- 1956) clasifican los fusulinidos de esta regién y definen, con bases bioestrati- graficas, las unidades Grupera y Vai- nilla. En 1956, Thompson y Gutiérrez Gil trabajan en el Area. La explora- cién del Paleozoico es continuada por A. Hinojosa Gémez en 1964 y final- mente, R. Hernandez (1978) realiza un trabajo de detalle estratigrafico en el que elimina el uso de a Formacién Vainilla debido a que su litologia es similar a la de la Formacién Paso Hondo, agrupando ambas bajo este tl- timo nombre. Define ademas los am- bientes de depésito de los sedimentos del Paleozoico y postula su paleogeo- grafia. 72 Formacién Santa Rosa Inferior. La unidad mas antigua es la Formacién Santa Rosa Inferior, constituida por esquistos, pizarras y metacuarcitas donde Hernandez (op. cit.) encontro restos de crinoides y pelecipodos, que la doctora Buitrén asigna al Pensil- vanico y al Misisipico Inferior-Pérmi- co Superior, respectivamente, Debido a sus relaciones estratigraficas Her- néndez (op. cit.) ubica a la Sta. Rosa Inferior en el Misisipico y sefiala una discordancia entre esta unidad y la Sta, Rosa Superior. Formacién Santa Rosa Superior. Esta formacién est4 constituida por lutitas y limolitas, de colores café- amarillento y gris oscuro, con ocasio- nales intercalaciones de areniscas. En su cima hay capas de grainstone bié- geno, que se acufian y consecuente- mente no son cartografiadas. Hernandez (op. cit.) ubica a esta formacién en el Pensilvanico y marca una discordancia entre las Formacio- nes Santa Rosa Superior y Santa Rosa Inferior. De probarse la presencia de esta discordancia, resultara convenien- te designar con un nombre diferente a una de estas formaciones, conside- rando ademas que la Sta. Rosa Infe- rior es metamérfica. Formacién Grupera. Se trata de lu- titas de colores café, gris oscuro y gris verdoso, que alternan con wackestone gris oscuro. Ambos tipos de rocas con- tienen abundantes fésiles que incluyen corales, briozoarios, fusulinidos, equi- nodermos, etc. Esta fauna fue estudiada por la Biél. Clemencia Téllez G. y por el Dr. W. E. King, quienes la sitadn en el Leonardiano Inferior. Hernandez VOL. XXXI, NUMS. 1 y 2, 1979 i speuoyar woyypispeyse eqeL “% PIGeL Terms —soimwws | OTM aWY “t ¥ 5 | z * coinenaisnsa] 9 3 | OoIWa3d| y = ECEFD : ZA as Lords w] OolsviaL uOwSdNS TH ll warn | wowant 1 soins S000! o1aaw v [| sores Bocas His | Vavwvazn [enaniod al” woluaans ° osvarvn sa] ania |e z 1 EMTs o sanons |e so |g woIwa3NI : osve ETERS ERE TUE CREPE Saaain of |-wTSLNNS |g Staswhl Ooi ole at varnwan3 18 5 seal i ws 6021992] syeanevenor [| ve ANID | | i Ns syziwo, 4 3 S| 8 3 yoraans Gousmny [| caocn a [>See] zaewan a | zaonan-a [2 %crvne We sea] “SIWASS | OWIOS | Otveos [NTS a7 onasoai¥d 7 antag] anosoe 1a| anosce a] ancs0e 7a | wg Taira kok g MS. ays | we aT ; eens ere ORT ‘oNa0ST70 A vein a | wera a | vein a |—oprgpg eee ee owazoin [OluvioNaL! > vavixi Y iz N ona90114 a ISS SPS paay [own vaawna| 9 Shona val OdNisoao| anoroWis | vavix1 | OSvaiwnlowsMmcono| OWLSi y, aE s3no0 1a 3a YNO vival v3 20-wairjomma| OS 1d | 3143S |VWaLSis} VIONSYYNOSNVHL 3G SvIIvs 30 VIONIAOYd TvNnoi9gy volavuoiivuisa vigvi 73 ee | | | | | | BOL. ASOC, MEX. GEOL. PETR. (op. cit.) considera, por sus observa- ciones de campo, que puede colocarse entre el Wolfcampiano y el Leonar- diano Superior. Formacién Paso Hondo. Esta cons- tituida por calizas (mudstones, wack- estone, packstone y grainstone) de color gris oscuro y café grisdceo, su- mamente fosiliferas; con crinoides, briozoarios, braquiépodos, corales, gas- terépodos, ete. En ocasiones, incluyen nédulos de pedernal y en su base es comin la presencia de lutitas que con- tienen restos de plantas. Su contacto con la Formacién Gru- pera es transicional y descansa bajo la Formacién Todos Santos mediante una discordancia angular. La edad de esta formacién es del Leonardiano, No se encontré fauna ni del Guadalupano ni del Ocl.-ano, lo que acenttia la discordancia, MESOZOICO ‘Trifsico. Hasta la fecha no se han reportado afloramientos del Tridsico en la Zona Sur, por lo que se considera que parte de la Sierra estuvo ocupa- da por un continente. Durante mucho tiempo ha sido dis- cutida la edad de la sal que constituye un factor importante en la acumula- cién de aceite; en la Cuenca Terciaria del Sureste generalmente se le ha co- locado en el Tridsico-Jurdsico de una manera general, e incluso se ha lega- do a pensar que podria pertenecer al Creticico Inferior. A medida que ha avanzado la explo- racién petrolera, los pozos han apor- tado nueva informacién estratigrafica. El Ing. Garcia Palomares en su exploracién del area de la Concordia, 74 en la Depresién Central de Chiapas, colecté muestras en la base de los Le- chos Rojos, en contacto discordante con la Formacién Santa Rosa Inferior, en las cuales el Bidl. Eloy Salas, del LMP. (informe inédito, 1978) clasi- ficé palinomorfos del Jurésico Medio. En el area de Cerro Pel6n, bajo las calizas Chinameca hay una secuencia de Lechos Rojos, del Jurasico Medio que, a juzgar por las complicaciones estructurales de esta localidad, deben superyacer a la sal. Finalmente, también en la Sierra de Chiapas, en el Pozo Trinitaria No. 2, la Dra. Gloria Alencaster y el Dr. Enrique Martinez del Instituto de Geologia (informe inédito, 1978), me- diante estudios de macrofésiles y pali- nolégicos respectivamente, asignan la parte inferior de la columna atrave- sada al Rético-Lidsico. Estas rocas su- peryacen a la sal, que debe estar alo- jada entre ellas y los estratos del Pérmico que afloran al sur, cubiertas por el Jurasico Medio. Esta informacion permite ubicar a la sal de la Zona Sur dentro del Tri- sico y seguramente .se deposité for- mando parte de una depresién que se extiende hacia el Golfo de México (Fig. 2). El ambiente de depésito del Rético- Lidsico es de lagunas marginales, y tender a hacerse marino hacia el nor- te. En la figura 3, se agrupan el Trid- sico Superior y el Jurasico Medio para mostrar en forma esquematica su pro- bable distribucién. SJURASICO, Formacién Todos Santos. De acuer- do con la informacién de que se dis- pone, la columna mesozoica expuesta VOL. XXXI, NUMS. 1 y 2, 1979 BOL. ASOC. MEX, GEOL. PETR. S ESCALA GRAFICA EN KM 76 Fig. 3. Esquema paleogeografico del Tridsico Superior-Jurasico Medio. en afloramientos en el “Homoclinal de ia Sierra”, se inicia con los estratos de rocas continentales de la Forma- cién Todos Santos del Jurdsico Medio y Superior (Batoniano a Oxfordiano), que cubren en discordancia a las rocas del Macizo Granitico y a las Andesitas Pueblo Viejo (148 + 5 millones de afios) y en la regién de Chicomuselo, al Misisipico-Pérmico (Santa Rosa Su- perior y Grupera) y al Misisipico (For- macién Santa Rosa Inferior). JURASICO Y CRETACICO INFERIOR Formaciones: San Ricardo, Malpaso y Chinameca. En el Homoclinal, desde €l Rio Pueblo Viejo hasta el Istmo de ‘Tehuantepec, sobre los Lechos Rojos esté expuesta una secuencia sedimen- taria, en su mayor parte de caracter marino de aguas someras, que repre- senta al Jurdsico Superior y al Cre- tacico Inferior, con un espesor maximo de 1,200 m (en el Rio Uzpanapa). En- tre Cintalapa y el puente sobre el Rio Las Flores (Carretera Panamericana) hay + 1,400 m formados de calizas y margas de plataforma y de laguna y estratos de arenas y areniscas de ambiente fluvial y litoral, correspon- dientes a la Formacién San Ricardo. Al sureste de Tuxtla Gutiérrez, el Jurasico es exclusivamente continen- tal (Formacién Todos Santos), en tan- to que el Cretdcico Inferior incluye @ la secuencia evaporitica de la For- macién Coban. Al norte de Cintalapa, entre la Pre- sa Nezahualesyotl y Cerro Peldn, los sedimentos del Jurdsico Superior y del Cretécico Inferior, muestran un mar- cado cambio en su ambiente de depé- sito, pues de las rocas continentales, 77 VOL. XXX, NUMS. 1 y 2, 1979 litorales y marinas de aguas someras (Formacién San Ricardo), en las lo- calidades antes descritas, pasan a ser rocas de mares abiertos (cuenca) en el drea de Cerro Pelén y Malpaso (For- maciones Chinameca y Malpaso, Fig. 4), Este cambio de facies es de gran importancia petrolera pues da lugar @ Ja formacién de rocas generadoras de hidrocarburos, tanto en el Titoniano como en el Cretacico Inferior (Figs. 5y 6) Hacia el noreste de Cerro Pelén, en- tre esta localidad y la zona producto- ra del Mesozoico, durante el Jurasico Medio (Batoniano-Caloviano), y el Ju- rasico Superior (Oxfordiano y Kime- ridgiano), se desarrollé una platafor- ma, en la que se formaron rocas evaporiticas y calcarenitas ooliticas de las que se extraen aceite y gas asociado en los campos de Cunduacan, ‘Tres Pueblos y Ojiacaque. El Titoniano esta representado aqui por calizas ar- cillosas generadoras de hidrocarburos. Los depésitos de Cuenca del Titoniano se extienden hacia el mar, donde fue- ron tocados por los pozos Chac 1 y 2 y Tunich 1. La figura 5, ilustra Ja pa- leogeografia de esta edad. En contraste con el Cretacico, poco se puede decir acerca de las condicio- nes de depésito del Jurdsico en la por- cién central del Estado de Chiapas, va que ni existen afloramientos ni se han alcanzado estas rocas en ninguno de Jos pozos hasta ahora perforados; en consecuencia, solamente pueden hacer- se consideraciones de caracter general. Actualmente se postula la existencia de un Area de depésito de rocas jura- sicas que debe ocupar las porciones central y norte de la Sierra, alojada entre la Plataforma de Yucatan y el Macizo Granitico. Esta regién sera in- “OuRISpHOUM [ep wiyeIBoasoaed “} “BLL ote oor ° BOL. ASOC. MEX, GEOL. PETR. Wx NB voldvuo vavosa 79 VOL. XXXI, NUMS. I y 2, 1979 g 109. ESCALA GRAFICA EN KM. Fig. 5. Paleogeografia del Titoniano. BOL. ASOC. MEX. GEOL. PETR. vestigada en breve con la perforacién de varios pozos exploratorios. La dis- tribucién geografica postulada se ilus- tra en las figuras 1 a 5. CRETACICO Adems de la Formacién San Ri- cardo, el Cretacico incluye en su parte media a las calizas Sierra Madre. En trabajos anteriores, hechos por gedlo- gos de Petréleos Mexicanos, esta uni- dad se dividié en los Miembros Cantel- ha y Cintalapa del Cretdcico Medio y se identificaron estratos de calizas de plataforma en el Cretacico Superior (Formacién Angostura); més tarde, los miembros Cantelhé y Cintalapa fueron considerados como formaciones en los informes privados de PEMEX, con lo cual se hizo necesario utilizar el nombre de Sierra Madre para de- signar un grupo integrado por las for- maciones Cantelhé Cintalapa y Angos- tura, en la porcién de plataforma del Cretacico. (Tabla 2.) Los afloramientos de los carbonatos cretacicos cubren una gran parte de la superficie de los “Plegamientos Fron- tales de la Sierra”, desde el Homocli- nal de la Sierra, por el SW hasta la Provincia de Yaxchilén, en el limite con la Plataforma de Yucatan, El Cre- tacico Inferior incluye, ademds de los sedimentos de la Formacién San Ri- cardo, expuestos en la base del Homo- clinal, a una potente columna evapori- tica (Formacién Coban) formada por una alternancia de dolomias y anhi- dritas que se extiende, en el subsuelo, desde Jas inmediaciones de Tuxtla Gu- tiérrez hacia el NE, hasta la Peninsula de Yucatan y por el SE hasta la Repi- blica de Guatemala. (Fig. 6.) El Cretdcico Medio esta represen- tado en la superficie, por los carbona- tos de plataforma de las formaciones Cantelha y Cintalapa, que también se extienden hacia Guatemala y hacia Yu- catén y tienen desarrollos evaporiticos en la zona del Arco de la Libertad. (Fig. 7.) (Provincia de Yaxchilan.) El Cretacico Superior, ademas de calizas de plataforma, de la Forma- cién Angostura tiene, de Malpaso, Bo- chil y equivalentes a las Formaciones de mar abierto (Formacién Jolpabu- chil y equivalentes a las formaciones Méndez, San Felipe y Agua Nueva), entre las que se incluyen de manera convencional a depésitos de talid. (Fig. 8.) La pila de sedimentos cretacicos tiene caracteristicas adecuadas para ser roca almacenadora y ha sido el objetivo de las perforaciones explora- torias en la Sierra en las cuales has- ta ahora no se ha tenido éxito comer- cial, aunque se han encontrado nu- merosas manifestaciones de petréleo e inclusive, se obtuvo una pequefia pro- duccién de aceite en Cerro de Nan- chital. En el drea de Reforma, se postula la existencia de una discordancia del Cretacico Superior (Maestrichtiano) sobre estratos del Turoniano (;Agua Nueva?) o bien sobre rocas del Cre- tacico Medio, que resulta correlacio- nable con la discordancia identificada en el 4rea de Malpaso entre el Maes- trichtiano y el Cretacico Inferior. Esta discordancia se ha considerado como una consecuencia de los movi- mientos de las fallas de transcurrencia en su fase inicia!, producto de una pul- sacién correlacionable, por su edad, con la Orogenia Laramide. 81 i 5 VOL. XXXI, NUMS. 1 y 2, 1979 Fig. 6. Paleogeografia del Cretacico. DN ES 5 NS A, den AP RNR ERE GPL SR PONS SEES CoE, LON ORE PENT SSE BOL. ASOC. MEX. GEOL. PETR. 82 Fig. 7. Paleogeografia del Cretacico Medio. g i eo wa youre sropredng oopyjer9 [ep wyyeidoaBosyed “8 “StH 83 BOL. ASOC. MEX. GEOL. PETR. TERCIARIO El Terciario de la Sierra esta cons- tituido en su mayoria por terrigenos sin y postorogénicos formados como consecuencia de dos eventos tecténi- cos (ocurridos, uno a finales del Cre- tacico y otro en el Mioceno). Estos terrigenos carecen de interés petrole- ro, en contraste con las arenas depo- sitadas al norte, en las cuencas Salina del Istmo, de Comalcalco y Macuspa- na, que durante muchos afios dieron auge a la Zona Sur, antes del descu- brimiento de los yacimientos del Cre- tacico en la Planicie Costera del Golfo. TECTONICA El marco tecténico regional est for- mado por las placas de Norteamérica, de Cocos y del Caribe (Fig. 9), mien- tras que en el marco local, los elemen- tos principales son la Plataforma de Yucatan, el sistema de fallas Motagua- Polochic, el “Macizo Granitico de Chia- pas”, y el cinturén plegado que forma los plegamientos de la Sierra (Fig. 10). En las figuras 9 y 10, se muestra que la Falla Polochie penetra en nues- tro pais y se prolonga en direccién al Istmo de Tehuantepec. Esto hace cam- biar la idea de que el sistema Mota- gua-Polochic penetra en el Golfo de Tehuantepec. Como consecuencia de los movimien- tos tecténicos, existen varias discor- dancias de cardcter regional, a saber: La mas antigua ocurve entre el Pen- silvanico y los metamérficos de la Formacién Santa Rosa Inferior. ‘Sigue la discordancia angular entre el Juré- sico y el Paleozoico; en ella el Jurasico Medio descansa sobre las calizas del Pérmico (Formacién Grupera), 0 so- 84 bre los metamérficos de la Formacién Santa Rosa Inferior. Después de la transgresién del Cre- tacico Medio ocurre una nueva discor- dancia; esta vez son los sedimentos del Cretacico Superior los que descansan, bien sea sobre el Cretacico Medio o sobre el Cretacico Inferior, como su- cede en el area de Malpaso. Al pare- cer esto es resultado de una pulsacién tecténica que vuelve a manifestarse al final del Cretacico e inicios del Paleé- ceno con una discordancia mayor. En algunas localidades, el Mioceno Infe- rior es discordante ya sea con el Oli- goceno 0 con el Eoceno y, finalmente, Jos depdsitos del Mioceno Superior superyacen en discordancia angular sobre estratos mAs antiguos, como consecuencia de la deformacién del Mioceno. En algunas localidades han sido identificadas algunas capas del Plio- ceno y del Pleistoceno depositados en cuerpos lacustres en actitud horizon- tal, que sdlo han sido afectados por la emersién del continente actual. La combinacién de los efectos del tectonismo que ha actuado sobre la actual Sierra de Chiapas, dio lugar a la formacién de varias provincias tec- tonicas, cuyos limites se han fijado combinando los trabajos de campo con el andllisis de las imagenes de satélite. Citadas de norte a sur estas provin- cias son: el Macizo Granitico de Chia- pas, la Provincia de Fallas de Transcu- rrencia (citada en informes anteriores como Fosas y Pilares), Provincia de Simojovel, Provincia de Miramar (ple- gamientos en abanico y en caja) y la Provincia de Yaxthilén (Fig. 11). wey | feos) et eae ns ean op eres Gua BOL. ASOC, MEX. GEOL. PETR. ATAFORMA a a =u =! s etse Tau E = i! “ \ \ \S MACIZO DE CHIAPAS WN NCA DE TEHUANTEPEC Fig. 10. Marco tecténico local. 86 VOL, XXX, NUMS. 1 y 2, 1979 87 BOL. ASOC. MEX. GEOL. PETR. MACIZO GRANITICO DE CHIAPAS Est formado por rocas igneas in- trusivas que han sido inyectadas en varias etapas cuyas edades van desde el Precambrico hasta el Plioceno y ocu- pa una franja que va desde la Depre- sién Istmica hasta la regién de Chi- comuselo. Al norte del Macizo, ocupando prac- ticamente toda la porcién central del Estado de Chiapas y el extremo sur- oriental de Veracruz y de Oaxaca, se extiende la Provincia de Fallas de Transcurrencia. En ella se distinguen claramente dos orientaciones, la pri- mera de NW a SE (falas Malpaso, Tuxtla y Chicoasén), y la segunda de poniente a oriente (fallas Yajalén, Ba- chajén, Ocosingo, Oxchue y San Cris- tébal). Las tres primeras forman un siste- ma de “horst” y “grabens”, tipico de las zonas de maximo esfuerzo cortante, generado por un par de fuerzas no paralelas, y las segundas parecen re- presentar las fallas sintéticas origina- das por el mismo par, y se interrum- pen al intersectarse con las fallas principales (Malpaso, Tuxtla y Chi- coasén). En el campo se distinguen grandes alineamientos hasta de 200 km de lon- gitud que sefialan el paso de estas fallas, que limitan bloques general- mente formados por carbonatos creté- cicos y depresiones topograficas cons- tituidas por terrenos terciarios, 1a mayor parte de ellas de cardcter te- rrigeno. Estos alineamientos destacan en las imagenes de satélite, donde es posible seguirlos con facilidad. (Figs. 13, 14 y 15.) Se trata, en todos los casos, de fa- las orientadas WNW-ESE con des- 88 me WS fr MIN RRO ST SE PM ENG TRO RE RS TE NE (a Sa A AY a plazamiento a rumbo, con los bloques el norte desplazados hacia el occi- dente en relacién con los del sur. (Fig. 11.) Ademas de los desplazamientos a rumbo y como consecuencia de ellos, las fallas Yajalén, Ocosingo, San Cris- tébal y Tuxtla, forman grandes fallas inversas en las que el Cretacico ca- balga sobre el Terciario; este fenéme- no es mas notable en las fallas Yajalén y Ocosingo, a inmediciones de los po- blados que les dan nombre, donde el bloque cabalgante pasa sobre los sin- clinales Chilon y Simojovel (Figs. 13, 14), en cuyos ejes afloran estratos del Mioceno Inferior. En la Fosa de Ixtapa, al NW de San Crist6bal, se puede apreciar que los pilares de calizas cretacicas que en- marcan la fosa, comprimieron los sedi- mentos miocénicos alojados en ella, e incluso se advierte que las fallas tie- nen una actitud de tipo inverso provo- cando que las calizas y dolomias del Grupo Sierra Madre se encuentren “montando” a los terrigenos del Mio- ceno Inferior; este fenémeno se acen- tia al WSW de San Cristébal al des- aparecer completamente la Fosa de Ixtapa bajo los bloques de caliza y dolomias cretacicas que la limitan. (Ver fallas San Cristébal y Tuxtla, Fig. 15). Poco se sabe acerca de las dimen- siones de los desplazamientos de las fallas, tanto en el sentido vertical como en el horizontal. Se estima que el salto a rumbo de la mayor parte de ellas es de varias decenas de kil6- metros a juzgar por el efecto que cau- san sobre los flancos de los sinclinales (Ver Fig. 15, Formacién Bachajon y Fig. 14 en las inmediaciones de Oco- singo, Formacién Ocosingo.) La edad de los movimientos de las VOL. XXXI, NUMS. 1 y 2, 1979 “OOISHINL, TOP wIFerSoooopea “eT “BLL 89 BOL. ASOC. MEX. GEOL. PETR. Fallas de Transcurrencia esté mejor controlada que sus desplazamientos. ‘Al parecer, estas fallas se iniciaron formando pilares y “grabens” en el Cretacico Superior (aunque bien po- dria suceder que se trate de fallas tridsico-jurdsicas), como consecuencia de una pulsacién correlacionable con la Orogenia Laramide. El efecto de este fenémeno se percibe en la discor- dancia del Maestrichtiano citada en el capitulo de estratigrafia, asi como por su influencia en la distribucién de lito- facies de las rocas de esta edad. La reconstruccién de la historia del desa- rrollo estructural del Campo Sitio Grande (G. Pech, 1976), donde se ha encontrado esta discordancia, muestra que el plegamiento laramidico es de poco relieve, lo que concuerda con lo observado en la Sierra en la provincia de Fallas de Transcurrencia, en la que el afallamiento en bloques es més im- portante que los plegamientos. El-evento laramidico se acentiia en- tre el Paleoceno y el Cretacico, dando como consecuencia una nueva discor- dancia, después de la cual se deposita una columna de sedimentos sinerogé- nicos y postorogénicos, Una nueva perturbacién tecténica se inicia al finalizar el Oligoceno. Esta da lugar a la formacién de la Fosa de Ixtapa (que se azolva durante el Mio- ceno) y provoca que en la mayor parte de la Sierra el Mioceno Inferior sea discordante, bien sea sobre el Oligo- ceno 0 sobre el Eoceno (como ocurre al sur de Palenque). El mayor movimiento de transcu- rrencia de las fallas, asi como las ca- balgaduras y fallas inversas que pro- duce este desplazamiento a rumbo, se producen después del Mioceno Inferior Jo que naturalmente, ya no es un mo- ae | Se Ae kas ee) oer EC mc Ree ct 2 90 vimiento laramidico. Es precisamente en este tiempo cuando se producen al gunos intrusivos graniticos a lo largo de la prolongacién de la Falla Polo- chic (Tabla 1) que podrian ser consi- derados sintecténicos. Al SE de la Provincia de Fallas de Transcurrencia, al SE de Ocosingo y NE de Comitan, se extiende la Hamada Provincia de Miramar (Fig. 11), carac- terizada por anticlinales en abanico y en caja, abiertos en calizas cretacicas los cuales cominmente estan cortados por fallas inversas longitudinales que cabalgan sobre los sinclinales. (Fig. 14). Al SE de esta provincia, en algu- nos anticlinales, se percibe cierta geo- metria démica, seguramente originada por la actividad de la sal. El rasgo més destacado de esta pro- vincia es la falla inversa Honduras que penetra en Guatemala y junto con la Falla Jalisco, constituyen el limite SW entre las provincias de Miramar y la de fallas transcurrentes. Se ha postu- lado, que tanto en el limite SW, como al oriente de Ocosingo, los plegamien- tos de la Provincia Miramar estan ca- balgados por los bloques de la zona de fallas rumbo deslizantes, pero esta hipétesis atin no ha sido comprobada por trabajos de campo. Al noreste del Estado de Chiapas entre Villahermosa y el Rio Usuma- cinta, hay un cinturén plegado con es- tructuras apretadas, orientadas de NW a SE, la mayor parte de ellas cortadas por fallas inversas longitudinales que eliminan los sinclinales. Los anticlina- les son de gran longitud, algunos hasta de 60 km en la porcién suroriental, donde se exponen dolomias y calizas del Cretacico, eu tanto que al NE, en- tre Palenque y Villahermosa, donde aflora el Terciario, la longitud de los Fig. 13. Interpretacién tecténica de la Sierra de Chiapas. 7 BOL. ASOC. MEX. GEOL. PETR. Fig. 14. Interpretacién tecténica de la Sierra de Chiapas. 92 VOL, XXXI, NUMS. 1 y 2, 1979 Fig. 15. Interpretacién tecténica de la Sierra de Chiapas. 93 ejes es menor y persiste la presencia de fallas inversas. La distribucién de los sedimentos muestra un marcado buzamiento de toda la provincia hacia el NW (Fig. 13). Por el SE esta pro- vincia tect6nica limita con la de Fallas de Transcurrencia y con la de Mira- mar y por el norte esta en contacto con la Plataforma de Yucatan. Este cinturén plegado se conoce en la literatura geolégica con el nombre de Arco de la Libertad, y en trabajos de Petréleos Mexicanos ha sido nom- brada Provincia de Yaxchilan. Tanto en la Provincia de Miramar como en la de Yaxchilan, es indudable la influencia de la porcién evaporitica del Cretacico sobre la geometria de los plegamientos. En ambas provincias se espera encontrar en el subsuelo, fe- némenos de despegue a partir de las capas de anhidritas y se supone que la mayoria de las fallas inversas sur- gen de este nivel. Al norte de una linea imaginaria que une Cerro Nanchital con Bochil y Yajalon, hay una provincia mas, a la que se dio el nombre de Provincia de Simojovel, de importancia petrolera in- mediata, caracterizada por estructuras armadas en sedimentos terciarios, con fallas inversas longitudinales (forma- das durante el Mioceno), y que con- servan en el subsuelo a la columna me- sozoica, con excelentes condiciones como trampas de hidrocarburos. Es precisamente esta columna, sepultada bajo estratos del Mioceno Superior, la que produce actualmente la mayor parte del petréleo del pais, procedente de estratos jurasicos y cretacicos, en el area mesozoica de Chiapas y Ta- basco, La secuela de esfuerzos que provocé los movimientos y la geometria de las 95 VOL. XXXI, NUMS. 1 y 3, 1979 fallas de transcurrencia, afect6 a todas las unidades tecténicas descritas. Las diferencias de estilos de deformacién seguramente estén provocadas mas que por diferencias de constitucién li- tolégica de la columna sedimentaria cretacica, por diferencias en la congi- guracién del basamento, que debe ser més somero en el area de las fallas de corrimiento horizontal que en el resto de Jas provincias. También debe estar presente la influencia de las rocas precretécicas y su distribucién paleo- geogrdfica, pero hasta la fecha es poco Jo que se ha trabajado en el esclare- cimiento de este problema, ya que se carece de la informacién del subsuelo. En algunos trabajos publicados por de Cserna (1960), Guzman y de Cserna (1963), Dengo y Bohnember- ger (1969) citados por Weyl (1974), se identifican dos ciclos geotectonicos que incluyen a la Sierra de Chiapas: E| Jaliscoense que culmina en el Juri sico con la fase tafrogénica, y el Mexi- cano, donde se incluye al movimiento laramidico. Este ciclo, de acuerdo con los autores mencionados, culmina con una fase tafrogénica en el Oligoceno y con vulcanismo en el Terciario. Esta historia de la tect6nica debe modificarse, agregando el plegamiento intenso del Mioceno, que indudable- mente es el causante de la expresion estructural actual de la Sierra. Debe agregarse también la formacién de al- gunos de los rasgos principales, debi- dos a esfuerzos de tensién, en las sub- cuencas de Comalealco y de Macus- pana, que recibieron los sedimentos originados por el plegamiento miocé- nico, asi como el actual movimiento de emersién del continente. ‘Algunos autores identifican al orien- te del 4rea, (Vinson, 1963) en la Ha- BS (0 eeeumpemmemee rc ee BOL. ASOC. MEX. GEOL. PETR. mada region del Caribe, un movimiento pliocénico que correlacionan con la Orogenia Cascadiana y al evento del Mioceno Jo Uaman Antillano. El vuleanismo de andesitas y rioli- tas y algunos intrusivos granodioriticos del Plioceno y el Cuaternario, se con- sideran eventos postecténicos del ple- gamiento del Mioceno. GEOLOGIA ECONOMICA Las provincias que de acuerdo con el conocimiento actual de la Sierra ofrecen mejores posibilidades, son la de Simojovel y la porcién norocciden- tal de Yaxchilén, en el limite con la Provincia de Fallas de Transcurren- cia. En ambas se espera encontrar hidrocarburos en rocas mesozoicas. En la primera, los objetivos son el Cre- tacico Medio, el Cretacico Inferior y; en algunos casos, el Jurasico Superior; en la segunda se postula la existencia de una columna jurdsica capaz de ge- nerar y acumular hidrocarburos y se espera también acumulacién en el Cre- tacico Inferior. En la provincia de Fallas de Trans- currencia considerada como segunda en importancia, el objetivo es la co- lumna del Cretacico Inferior y del Ju- risico. Se cuenta ya con varias localizacio- nes que permitirén continuar la eva- Tuacién. Ademés, varias brigadas de geologia de superficie estudian a de- talle algunos anticlinales, para ubicar una localizacién mas con el objeto de buscar acumulacién en rocas del Cre- tacico Inferior y en el Jurasico. Se estima que hay buenas posibili- dades petroleras en esta unidad tect6- nica, Esto se ha visto confirmado por las manifestaciones encontradas en los pozos Turipache 1, Trinitaria 1 y 2 y en el Villa Allende 1. La identificacion de sedimentos de ambiente lagunar marginal, capaces de generar hidrocarburos correspon- dientes al Triésico Superior-Jurdsico Inferior y al Jurasico Medio, en la re- gion de La Concordia y en el pozo Tri- nitaria 2, junto con la posibilidad de que esta parte de la columna incluya facies marinas hacia el norte (Fig. 3), mejora las posibilidades petroleras, tanto de la provincia de fallas de trans- currencia como la de Yaxchilén y la de Miramar; en todas ellas es frecuen- te encontrar manifestaciones de hidro- carburos, generalmente en forma de asfalto, alojadas en zonas de falla. Finalmente, como tercera en orden de importancia, debido a su compleji- dad estructural, se tiene a la Provincia de Miramar, con posibilidades de acu- mulacién en la secuencia evaporitica de la Formacién Coban que es produc- tora en la regién del Petén, en la Re- piblica de Guatemala. A la fecha, s¢ hace trabajo de detalle estructural en varios plegamientos cercanos a Gua- temala, para tratar de ubicar, por 10 menos, una perforacién exploratoria (ver plano de evaluaci6n, Fig. 12). En general, se considera a la Sierra de Chiapas como un buen prospect? petrolero, pero sera necesario perforar ‘un namero mayor de pozos explorato- rios antes de obtener éxito econdmico. % VOL. XXXI, NUMS. 1 y 2, 1979 BIBLIOGRAFIA CONSULTADA Burkart, B., R. E. Clemons and D. C., Crane, 1973. Mesozoic and Cenozoic stratigraphy of southeastern Guatemala, Amer. Assoc. Petrol. Geol. Bull, v. 57, num. 1, p. 63-73. Carfantan, J. Ch., 1977. La cobijadura de Motozintla un paleoarco volcdnico en Chiapas. Univ. Nal. 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