Breve ensayo de una sucia sociedad americana

Al borde de las cosas que no comprendemos del todo, inventamos relatos fantásticos para
aventurar hipótesis o para compartir con otros los vértigos de nuestra perplejidad.
Adolfo Bioy Casares

En esta noche, para no variarle a los ensayos, es menester hablar sobre un clásico, una
obra de la literatura americana, la cual marco toda una generación de lectores, asesinos
en serie, músicos, cineastas, escritores, pintores etc., una novela que fue muy aceptada
por los críticos, como pocas y supo llegar en el momento preciso al lugar preciso para
marcar un hito cultural.
El guardián entre el centeno, descifró al individuo en una sociedad marcada por las
guerras, publicada en 1945, Salinger pudo imaginar a uno de los personajes más
significativos de las últimas décadas; Holden Caulfield, sin duda algo más que un
estudiante que va en mal camino, y con el sueño de salvar niños que corren en un campo
de centeno con el riesgo de caerse a un precipicio, para hacer de: “guardián entre el
centeno”; Holden es el reflejo de una sociedad devastada, como bien saben la obra de
Salinger fue publicada acabada la segunda guerra mundial.
El joven aislado que se encamina a un lugar desconocido, con una intolerancia
inmensurable, llegando a odiar en el menor de los estímulos, hace de esa actitud un
aislamiento que simboliza, para mí, la muerte de la idea de colectividad, rebasando en
toda situación el instinto de rebaño. El sentimiento que parece inconsciente en un
adolescente, es un sentimiento de suicidio, es un grito individualista que se rebela contra
la asfixia de la vida en esa época, adoptando una postura estoica y abandonando todo
tipo de sociedad Caulfield es el héroe que todos supieron entender en su época porque
rechaza el mundo embustero y cínico de la gente que le rodea.
Probablemente estas palabras simbolizan a ustedes escuchas alguna insatisfacción pero
les ofrezco una disculpa si es así, pero mi ánimo no me permite hacer algo que excite
sus sentidos.