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1era.

fabula
Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empez a perseguir a una lucirnaga; sta
hua rpido y con miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir.
Huy un da y ella no desista, dos das y nada. En el tercer da, ya sin fuerzas, la
lucirnaga par y dijo a la serpiente:
Puedo hacerte tres preguntas?
No acostumbro dar este precedente a nadie, pero como te voy a devorar, puedes
preguntar.
Pertenezco a tu cadena alimenticia?
No.
Yo te hice algn mal?
No.
Entonces, Por qu quieres acabar conmigo?
Porque no soporto verte brillar.

2da fabula

Un buen da, un campesino andaba con su burro por el campo y este ltimo cay a
un pozo. El pobre animal llor fuertemente durante varias horas mientras al
campesino pensaba cmo lograr sacarlo de ese lugar.
Despus de pensar, decidi que como el burro ya estaba muy viejo y el pozo
estaba seco, de todas maneras necesitaba ser tapado. No vala la pena sacar al
burro del pozo. Pidi ayuda de sus vecinos para que lo ayudaran en esta decisin.
Cada uno de ellos se acerc con una pala y empezaron a tirar tierra al pozo.
El burro al darse cuenta de lo que pasaba, llor. Pero despus de que un poco de
tierra entr al pozo, el animal se qued quieto. La gente no saba lo que pasaba.
El campesino intrigado mir al fondo del pozo y se sorprendi con lo que vio. Con
cada porcin de tierra echada en el pozo, el burro se sacuda y la pisaba formando
un piso cada vez ms alto.
Pronto todos vieron como el burro lleg hasta la boca del pozo, pas por encima
del borde, sali trotando y haciendo ruidos que probablemente hayan sido de
felicidad por su libertad.

3er. fabula

Mira qu pequea y dbil eres. Hasta un simple pajarillo es para ti un grave peso;
la brisa ms ligera, que riza la superficie del agua, te hace bajar la cabeza. En
cambio, mrame, mi frente detiene los rayos del sol, desafa tambin a la
tempestad.
A la caa le daba mucha pena ver como el roble se haba convertido en un ser
presumido y soberbio. Un da lleg una tormenta muy fuerte. Enseguida la caa se
dobl, mientras el roble luchaba con todas sus fuerzas para mantenerse en pie
Durante un tiempo lo consigui, pero el tiempo empeor y la tormenta se convirti
en un tornado. La fuerza del viento fue tal que arranc el roble. Cuando el
temporal amain, unos leadores aparecieron y lo cortaron en unas horas.
La caa, triste por su vecino, pens:
Me doblo, pero no me rompo. Qu pena que tanta soberbia y vanidad le hayan
llevado hacia tal extremo!.

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