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Quitar la vida: los animales
Fin el capitulo 4 se examinazon algunos principios generales sobre
el valor de la vida. En éste y en los dos proximos capitilos,
sacaremos, a pani de esa dscusién, algunas conctusiones sobre
wes casos en los que matar ha sido objeto de un acalorado debate:
‘1 aborto, a eutanasia y matar animales. De las tes, la cuestion
de quitar Is vida a los animales es la que menor potemica ha
levantado; de cualquier manera, por razones que quedaran claras
con posterioridad, resulta imposible defender una postura sobre
el abortoo la eutanasia sin formular una opinion sobre la muerte
de animales no humanos. For todo esto, veremos esta cuestion en
primer lugar
(Puede ser persona un animal no humano?
Hemos visto que existen razones para mantener que matar a una
persona es peor que matar a un ser que no sea persona. Lo
anterior es cierto, aceptemos 0 no el utilitarismo de preferencia,
1 argumento de Tooley sobre el derecho a la vida, 0 el principio
del respeto a la autonomia. Incluso un utiiarista elisico dira
que pueden existir razones indirectas que hacen que matar a
tuna persona sea peor. Por lo tanto, al discutir lo injusto que es
matar a un animal no humano es importante plantearse si alguna
de ellos es persona,
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Quitar la vidar tos animales
Suena raro llamar persona aun animal, sta rateza quizas no sea
mis que un sintoma de nuestra costumbre de mantener a nuestra
‘especie profindamente distanciada de las demis. De cualquier
forma, se puede evitar Ia extrafieza lingiistica reformalando la
‘uestion de acuerdo con nuestra definicion de “persona”. Lo que
realmente nos preguntamos es si los animales no humanos son
seres racionales con conciencia propia, conscientes de ser entidades
diferenciadas con pasado y futuro,
{Son los animales conscientes de si mismos? Bn la actualidad
cexisten pruebas solidas de que algunos lo son. Es posible que
1a prueba mas dramatica proceda de los monos que pueden
comunicarse con nosotros utilizando un lenguaje humano. El
antiguo suefio de ensefiar nuestro lenguaje a otra especie se
convirtié en realidad cuando dos eientificos americanos, allen y
Beatrice Gardner, intuyeron que el fracaso de anteriores intentos
para ensefiar a hablar a los chimpancés se debia a que éstos
‘arecian, no de a inteligencia necesaria para usar el lenguaje, sino
de las facultades vocales necesarias para reproducir los sonidos del
lenguaje humano. Por lo tanto, los Gardner decidieron tratar a una