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De Alain Badiou en esta coleecién La filosofia y el acontecimiento Seguido de una Breve introduccién ala filosofia de Alain Badiou ctr. Sai elf Heidegger: el nazismo, Lae (em eotabonacion e Alain Badiou con Fabien Tarby Amorrortu editores Buenos Aires. Madrid Filosofia y politica: wna relacién eatgmtia fen preparacicin Colecciéa Némadar Le philoraphic of 'odmement, entrtiens ot Cowetéintruction la pilosopive Alin Bacow, Albin Mason con Fbaen Tarey © Faions Germina, 2010 “Teadueciéns rene Agolt Todos Ios darechor de ba chin en castellano reserrados poe Amorrort editores Espana, CLopex de Horos 15, guia 25006 Madrid ‘Amororns elites 8... Farapuay 123 ‘es piso ~ CLOSTAAS Banos srvnamorsauediroescom La veproducci roral parcial de ext iby Forma iia oa ‘rads por cuakgwer medio mectnio, electnicu wsnfonbtica, ct nde fvocopen, gabacidn,dgitalaacin cualquier sistem de ne [Shamdents recuperscin de informacion, auroriaads por fos ‘Sloe, vila develo reseeeadan. (Queda hechoel dpio que presene aley ni 1.723 loshin angering, Made in Argentina ISIN 974-950-515-354-8 (Argeninat ISHN 974-84. 10-9080.5 (apa ISDN 979-2-917285+168, Meow (Fane) edicién orginal ain, Alain La flsofa y el acontesimieato, Segue Bruna Bese ‘neroduccidn 3 la filo de Alain Badiout Alain Badiow, Tanby.= Fed» Buenos Aires: Amorrory, 20 1208 p.; 20x12 om, «(Coleccn Nomads) Thaduccib de: Heme Agatt ISBN 974-950.5 18-3848 (Anpeoina ISIN 9TH-84-610-9085-5 (spat 1. Fino Tay, Fabien. I, Ago, lene, ta, Tul, cop tsa Lnnpreso elon Tlleres Grificos Color fe, Paso 192, Avellaneda, pom vinwia de Bases Aires, en marzo e201 “Trad de eta: 2.000 jem Indice 11 La politica 41 Elcampo politico en la actualidad: a ui Saas iaquierdalderecha, el consenso jedios cle comunicacisn y propaganda 21 Elacontecimiento oe 27 Acontecimiento Idea 30. Fl comunismo 39. Retorno a la situaeién conereta: Sarkozy, Israel, Europa 54 Perspectivas 59 Elamor 59 Amorvs. politica 62. Flacontecimiento-encuentro y la construceién de la escena del Dos 69 La fidelidad. Amor y deseo. Amor y familia 75 Amor y filosofia. Amor y amistad 87. Posicism hombre/posicién mujer. Amor y sexualidad 93 Elarte 93 la yularidad de la condicitin artistica 96 Elacontecimiemto y el sujeto artistica 102 109 ny 125 141 141 158 167 173 174 v7 182 187 190 195 199) 201 La incorporacién artistiea Arte culto y arte popular La filosofiay el estilo. Escribir la filosofia Las ciencias La filosofia Después de El ser'y ef acomtecimiento y tras Logicas de los mundos, La inmanencia de las verdades El filésofo y la transmision La diakécts Breve introduccién a la filosoffa de Alain Badiou, Fabien Tarby Un filésafa elasico, un sistema filossfico La resis fundamental sobre el ser No todo son estructuras. . » De la verdad y de la incretble extensién que puede tener una fidelidad Vivir como sujeto ola felicidad en la Idea Las cuatro condiciones La iltima palabra es de la ética ‘Obras de Alain Badiou Picnso cn aquellas horas de diflogo que dieron materia a estas paginas. Alain Badion recibié con natutalidad y pronta disposicién la idea de hacer un libro de entrevistas sobre su obra. Fueron momen- tos de gran intensidad intelectual y humana Se impuso con rapidez el criteria de fijar cinco temas. @Habria un erayecto mejor que el de pasar por las cuatro condiciones de la politica, el amor, el arte y las ciencias, paca culminar en la filosoffa? La eleccién de la politica camo eje de la primera entrevista resulté particularmente afortunada, Mos. tr6 ser un primer peldano de acceso a la obra y una ocasidn para definir, en un contexto asequible a to- dos, nociones filoséficas gue seguramente hu sido ms dificil abordar por sf mismas. Las entrevis- tas sobre el amor representaron una continuacién bastante ldgica de las referidas a la politica; esto fue confirmado después por los encuentros sobre el ar- te, las ciencias y la filosoffa. Dicho en otros rérm nos, el propio diglago iba convirtiéndase, de la ma- nera mas aforcunada, en introduccién al pensamien- to. Esto se debe, en amplia medida, ala forma eailida y amigable con que Baliou acogid cl proyecto de es- we libro, Avan Baur rato mediatico tecnico, diferenciado. éPuede consi- derarse que ejerce una influencia mayor, mas osten- sible, que el aparato de propaganda al que acabe de referirte? Nada menos seguro. Fl apararo de pro- paganda contemporineo es como la sociedad en- tera, Por un lado, esel érgano del consenso, con m: Yor razén por cuanto lo sustentan las grandes porer cias financieras. Por otto lado, probablemente esté nds diversificado y sea menas groseramente ideolS- ico que la propaganda arcaica de la Tglesia o del Es- tado mondrguico. Por supuesto, como ocurre on toda propaganda masiva, es el organizador de la opinion, $6lo que en los paises democraticos, park: mentarias, a la opinién no se le pide mas que una obediencia muy general, y no una obediencia estric- ta: esta propaganda, que me parece un hecho in. cuestionable, masivo, «lorninante, permite bastante juego en el plano de las conductas individuales. Fl juego que perinitian las propagandas antiguas cra, por el contrario, muy limitado, A mi juicio, el sistema mediiticn tiene su-verda- dera naturaleza en cl consenso mismo: silos medias son lo que son, es porque este reina, No creo que los medios construyan el consenso. Es cl consenso el que hace que se-tolere la mediocridad repetitiva y la pobreza informativa de los medios, Por anadidura, la gente se alimenta de ¢l, con él se recrea, a él con. tribuye, en él cumpliri su papel. Hay que ver c6mo s¢ conveca a la gente en los medios, y cémo esta acude encantada, Adora decir que forma parte del proceso. Est4 lista para que el negocio mediatico funcione. Fn el fondo, los medios son ala apinién lo 20 La siecnonts ver scowrecumure que las clecciones son al consentido. stado; un reclutamiente El acontecimiento FT: Hemos hablado de las estraecturas de nuestra época. Usted opone a esas estructuras la posibilidad del acontecimiento, Abora bien, équé es, finalmente, son acontecimiento polttico? A.B. Para mi, un acontecimiento ¢s algo que hace aparecer cierta posibilidad que cra invisible o inclu so impensable. Un acontecinsignto no es par sf mis mo creacién de una realidad; es creacién de una po- sibilidad, abre una posibilidad. Nos muestra que hay tuna posibilicad que se ignoraba. En cierto modo, el acontecimicnto cs s6lo una propuesta. Nos propone algo. Todo dependerd de la manera en que esta posi bilidad propuesta por el acontecimiento sea capta da, trabajada, incorporada, desplegada en el mun- do. Esto es lo que yo llamo «procedimiento de ver- dad». E] acontecimiento crea una posibilidad, pero liege hace falta un trabajo, colectivo en el plano de la politica, individual en el caso de la creacién artis: tica, para que esa posibilidad se haga real, ¢3 decir, se inscriba, etapa tras etapa, en el mundo. Aquf se trata de las consecuencias que produce en el mundo seal esa ruptura que cs cl acontecimiento. Urilizo la palabra «verdad» parque se crea alga que expresa no s6lo la ley del mundo, sino la verdad del mundo, 21 Avan Bansou acontecimiento ¢s la creacién, ¢n el mundo, de la posibilidad de un procedimiento de verdad, no es el creador de! procedimiento en si. Se pueden dar cjemplos en todos los terrenos, sea politicos 0 extrae politicos. El mas simple es el del amor. Se dice que usted «se enamora». Usted conoce a alguien, Resulta que entre usted y ese algnien, entre e8¢ alguiciy us ted, se abre una posibilicad inesperada e imprevisi- ble para Ia existencia personal, emp significa que el encuentro por sé solo constituya cl amor, Hard falta vivir algo, hardin falta consecuen- sias, EL encuentro es la apertura en mi propia vida de una posibilidad que no era calculable de anrema- no. Un acontecimiento politico como el del asalto a las ‘lullerias en 1792, 0 como el de marzo de 1874, cuando se pretende arrebatar los cafiones a los pari- ica. Esto no sines hecho que desencadena la Comuna de Pa- ris—, ¢8 también aparicidn de una posibilidad (la Repablica, el poder obrero. ..) antes inadvertida, Hoy, un acontecinizento politico, enalquiera que sea su-dimensiéa, es una apertura local de posibilidades politicas, KT: Sim embargo, siempre hay, por supuesto, una estructura dominante que se-opone ab acontecimnie 10 a lo inédito que este prodiga: que lo imposible se wwelva posible. amente el poder, el Estado, el retenden tener <] monopolio de las posibilidades. No representan simplemente ague- Ho que manda sobre To real. Representan aquello 22 TA Muowonia ¥ eb aconrecuneso que dice qué cs posible o imposible. Esto es may importante en lo que atafie a la épaca contempors- nea, El poder actual no nos demanda que estemos convencides de que lo hace todo muy bien —por otra parte, hay siempre una oposicién para la cual Io hace tode muy mal—, sino que estemos canwenci- dos de que ¢s lo tnico posible. Un acontecimiento politico es alga quc hace surgir una posibilidad que escapa al control de los posibles ejercide par el po- der dominante. De repente, cierta eantidad de per- sonas —a veces, masas de personas— empiezan a pensar que hay otra posibilidad. Se retinen para ha- blar sobre ello, forman nuevas organizaciones y eventualmente cometen grucsos errores, pero esto no es lo importante. Estas person posibiliclad abierta por el aconte Picnso que las cosas suceden asf en tados los 6 denes creativos. En un momento dado aparece algo gue trastorna el control de las posibilidades y la de- finisién mds general del Estado, Se ha insistido rei- teradamente en que] Estado sigailicaba la apresién real, pero, ms esencialmente, es el que diseribuye la idea de lo posible y de lo imposible. Por su parte, el acontecimiento va.a transformar en una posibilidad aquello que fue declarada imposible. Lo posible va a serle argaticade alo imposible. De ahi esta consigna del 68: «iPidan lo imposible», Como todas | signas de esta indole, era en parte generusa y super ficial, pero también sumamente profunda. «Pidan Jo imposible» quiere decir: «Abranse a nucvas posibil dadles, no se esfuercen por retornar a lo que el orden establecido declaré posible o imposible». En-euanto hacen vivir Ia iento. 23 Lary a0 su pregunta sobre cl compromiso, comprometers¢ en este tipo de circunstancias es apropiarse de 650. Aceptat apropiarse , por otro lado, ser apropiado, “Agui, la actividad, la pas mo. Apropiarse 0 ser apropiado por esa posi nueva, por ese imposible que va a volverse real lad, son un poco Ia E, Tes Alguros dicen que limitarse a esperar del acon- tecimiento una verdad politica es ama especie de r0~ manticismo atrasado. . A. Bu: Bsta visién de mi filosofia que tiende a iclenti- ficar lisa y Hanamente verdad y acontecimiento no es nds que wna simplifieacin. Br toda situacién hay procesos ficles a-un acontecimiento anterior, No sc trata de esperar con zozobra un acontecimiento mi= lagroso. Se trata més bien de sostener hasta el fin, hasta la saruracién, lo que se pudo extraer del acon- tecimiento anterior y, de eve modo, prepararse lo ncjor posible para la recepcién subjetiva de lo que se produciré inevitablemente. Para mi, la verdad ex tun teabajo, un proceso hecho posible por cl acante- cimienta, El acontecimienta est ah tan sélo como ereador de posibilidades. Las posibilidades abiertas por un acontecimiento s¢ hallan atin presemtes ent la situacin durante un largo tiempo secuencial. Se agatan poco a poco, pero estin presentes. Es por ello que todavfa hoy me considero un he- redero de Mayo del 68. Mayo del 68 quedé muy atris, fue olvidado, las huellas casi se perdieron. Sin embargo, en la medida en que yo haga algo 0 tenga principios de aceiOn, estos principios san homogé- 24 La miosorla¥ 6 ACONTRCMAESTOS ‘2cos.a la que sucedié entonces 0, mais en general, a fo gue sucedid en la primera mitad de los aitos seten- , antes de que la contrarrevoluciGn vencieta abier- tamente, ET: Puesto que no se debe esperar el aconteckmien- fo como una gracia milagrosa, écéme podemos pre- pararnas para él? A. B.: -Fstar preparado para un acontecimientor significa hallarse en la disposicién subjetiva de reco- nocer la nueva posibilidad. Dado que el aconteci- micnto cs necesariamente imprevinible, pues no fi gura en la ley de las posibilidades dominantes, pre parar el acontecimiento ¢s estar dispuesto a acoger Jo, Es estar convencida de que el estado de-cosas no prescribe fas postbilidades. vis importantes, aque- Mas que habilitan la constraccié des. Estar preparado para un acantecimiento es ha- llarsc en un estado mental en que ¢l orden del mun- do, las poteucias dominantes, no tienen el control absoluto de las posibilidades. éCémo se prepara uno, entonces? De dos ma- neras, Primero, manteniendose fiel a un aconteci- miento anterior, ficl a las lecciones que ese aconte- cimicnto le ha dado al mundo. Esto expliea la lucha ‘encarnizada que el orden dominante libea al respec- to, Este orden quiere mostrar que los acomtecimien- tos anteriores no crearon ninguna posibilidad nue- va. De ahi el descrédito que se echa sobre todos lox episodios acontecimemtales, Desde hace treinta aiios, tuna parte sustancial de la propaganda consiste en de nuevas verda~ 25 ALUN Hci dccit que no pasé realmente nada o, mas atin, que bo que pas, lejos de crear una nueva posibilidad, pro- | vocé un nuevo horror, un nuevo orden, una nueva ues, la primera mancra de preparar- se consiste en no dejarse invadir, en la medida en que se pueda, por ese sector de In propaganda, bus- car aquello que atin puede sostener una fidelidad a acontecimientos anteriores. Por eso afirmo que el sujeto politico se halla siempre entre dos aconteci mientos. Nunca se confronta simplemente con la oposicién entre el acontecimiente y la situacién. Se ‘encuentra ex una simacién labrada por aconteci- anientos del pasado, sca cercano a Iejano. Se aloja en ‘el intervalo entre el acontecimicnto precedente y el acontecimiento venidero. ‘La otra manera de prepararse, conexaa la prime: 1a, es lacritica del orden establecido. Aun suponien- do que cl orden establecido sea el defo de las po- sibilidades, sc trata de demostrar que estas siltimas 800 insuficientes para nosotros. Es un trabajo criti- co, en el sentide elasica: mostrar que el sistema de posibilidades que se nos ofreee cs, ca tihima instan- cia, y respecto de una larga serie de puntos, inhuma no, Inbuimano en un sentido concreta: no le propo neal colectivo, a la humanidad viviente, posibilida des que estén ala altura de aquello de que es capaz. La erftica consistira siempre-en mostrar que las posi bilidades, tal come las propone el orden estable- lo, no despliegan realmente Ins capacidades colec tivas, Por supnesto, esta critica no es s6lo um ejerci cio intelectual. La fidelidad a acontecimientos del pasado se plasma a menudo cn procedimicntos prie- 26 (La muowovia y et aconreciumno ‘Scos, en organizaciones, en tomas de posicidn, en ‘ena militancia que conserva la memoria de las cosas. Esa critica experimenta en la sociedad misma el ea sfexer insuficiente de las posibilidades Acontecimiento e Idea ET: Candles serian, en su opinién, las posibilidades suevas que padrtan postuclarse conto preparacién pua- va el acomtecimientot A. B.z Partamos de un poco antes. Yo amo «ldear a aquello que nos propone, acerea de una cuestién de- teeminada, ef horizonte de una posibilidad nueva. En politica, la ddea no es directamente la prdetica po liticas tampaco es un programa, no es algo que uno yaa realizar apelando a medias concretos. Es, més bien, la posibilidad en nombre de la cual se actia, se seansforma, se tiene un programa. La Idea esté, pues, muy cerca del «principio» —eactuar en nombre de principios—, pero es algo mis preciso. La Idea es, en realidad, la conviccién de que puede surgir una posibilidad distinta de aquello que hay. Podemoas muy bien decir que el acontecimiento», en el sen tido de que se trataba, como lo hemos expresade, ale la creaci6n de una posibilidad, crea una Idea. A un acontecimiento le est asociada una Idea, puesto que el acontecimiento es la ercacién de wna posibili- dad, y la Idea ¢s el nombre general de esta posibili- dad nueva, Por cjemplo, la Revolucion Francesa te- 7 Aun Baoiou i nia tres grandes ideas, que por lo demas suclen ser lamadas sideales de la Repiiblica Francesa», a saber: libertad, igualdad y fraternidad, La revolucién bol chevique tenia como Idea el comunismo al poder: el Estado-Parrido prolerario, Desde este punto de vista, yo hablo hoy de la Idea del comunismo en un senticlo diferente: la.accién puede estar animada por la conviccion de que ¢s posible otro mundo social, colectivo, politico, un munels que de ninguna ma neta esté basado en la propiedad privaday cl lucto. F. i Ex resumen, los ideates de la Revolucién Fran eesa son muy distintos de la Idea del comunismo, Como se organizan las Idests entre sl, c6mo comutni cunt ucomtecimientos tan diferentes, que son todos, sin embargo, verdades politicas? A, Ba: Sobre este punto, mi pensamiento es secuen- cial. Pienso que la Idea rectora de las insurrecciones: o de las innovaciones politicas cambia, Durante la época clasica, es decir, duramte la maduracién de la Revolucién Francesa, la categorfa axial es la de li hertad. Ella norma la igualdad y la propiedad. Liber tad, si, pero a condieiéin de que incluya la libre pro- piedad, la propiedad privada, A su ver, la propiedad norma la igualdad. Igualdad, sf, pero a candicién de que no cuestione los lerechos 2 la propiedad priva- da, que a su vec cuestionaréan loquese entiende por Principias de la libertad. Un ajuste progresivo dara nacimicato entonces a la slibertad formals, Este marco juridico ya ao ¢s el de la sujecién absoluta, ef de la esclavind, en el sentido de que de ahi en acle- 28 Gare Ia igualdad estaré normada por esc principio e libertad, en el sentide de que ya no habri castas, 0 habré desigualdades hereditarias formalizadas, no se distinguiré, por ejemplo, entre nobles y plebe. yos. Ajuste simbolizado por la ejecuciin del rey, pero también por el hecho de que se wa a sacr: ls propiedad. Tencmos aqué un primer conjunto. Sin cmbargo, hay un segundo conjunto, que ain a0 ha podido estabilizarse, en cl cual cs la igualdad a que se eleva a concepto primordial y la que nor- a, a su ver, la libertad y la propiedad. La igualdad sorma la libertad en el sentido de que afirma que la libertad no debe afectar gravemente a la igualdad. Y a propiedad misma sc vera normada por su condi- cin de soporte de designaldades monstrnosas, lo cual va a determinar una primacia de la propiedad colectiva sobre la propiedad privad: Estamos en una secuencia politica que comenz6, en realidad, hacia finales dela Revolucién Francesa, a partir del compromiso entre igualdad, libertad y propicdad, compromiso- que ni siquicra sc habia ¢s~ tabilizado y ya cra objeto de impugnaci6n, Asf suce- dis con los extremistas de la Revolucion Francesa, con Babeuf y con el comunismo utépico. Podemos lamar «clemacracia» © «repiblica», aunque las dos cosas no scan idénticas, a los nombres politicos que se ajustan a la primera secuencia. Debe llamarse «co- munismo» al nombre politico que se ajusca a la se gunda. 1 vs. politica « Tanny: Para entrar en materia podriamos to- ‘esta frase de Hannah Arendt, en La condicién a: «Esencialmente ajeno al tundo, ef amon fo se fo emplea para fines politicos como el de dar o salvara aquel, no puede sino mentie a per- arse. Tenemas aqui, al mismo tiempo, tuna tran {Quisiera sested comentar esta cita? én en= por scondiciOn aunorosas? Baatou: EL amor es, esencialmente, el mo- en que él mando se experimenta de a dos, en de ser experimentado de a uno. La construccién , por lo tanto, no es en absoluto wna reduc del dos al uno, Esta es la cancepeién romsntica |, cr Ja cual lox amantes desaparecen en una d suprema, extitica, que slo encuentra su en Ia muerte, como sucede en Tristdn e Isol- Muy por el contrario, pienso que el amor frac- ta unidad narcisista de cada cual de modo tal abre ala experiencia del mundo en cuanto ast como experiencia del dos. He llamado al amor del Dos», En tanto que la politica toma la encia como matetial e intenta construir una 59 Aun Brorow uunidad activa minima en el elemento de esa diferen- cia, el amor, en cambio, quiebra las unidades pri- ‘mordiales ¢ instala el reino del Dos sobre la expe- fiencia clel mundo. He aqui la razcn por la cual digo que el amorem- pieza donde Ia politica termina. ¥ este valida, me parece, lo que dice Hannah Arend, Desconfio mu- cho de cualquier uso de la categoria del amor en ef campo de la colectividad. La que pracede asf es la religién, Ella utiliza ef amor, ademas, para pola- Fizarlo y reordenarla con arreglo al amor de la tras- cendencia. Al final, a clave de tode es cl amor que sentimos por Dios, o el que Dias siente por noso- tros; el amor queda instrumentada al servicio de la trascendencia. Por otra parte, es Hamativo que el amor tanto como el terror, o-una mezela de ambos, pueden ser instfumentados al servicio de la trascen dencia, Desde este punto de vista, las grandes dicta: duras son isomérficas a las grandes religiones, La. relacién com el «padrecito de los pueblos. era, por 1un lado, un amor extraordinario y, por el otro, un ‘error total. Las dos cosas-eran reales, yno ficciones La abrumadora mayoria de los soviéticos sentian ‘tealmente un amor inmenso por Stalin. Cuando mu- 41i6, hubo un duelo cotectivo giganteseo. Fs verdad también que el miedo reinaba en forma absoluta, ES- ta indiscernibilidad del amor y el terror, quea veces, Por desgracia, hace estragos también cn la vida prie vada, es un elemento de la autoridad de ka rel F. Ts Usted llega a decir que la politica comienza donde el amor termina, 60 Li rupsorti ver acowrecienr = Cuando dije que el amor comicaza donde la basaba en un andlisis em real al, casi algebraico. En definitiva, 60 de lo que esté unido, o de lo que es uno, aes siempre un resultado. La‘politica parte snultiplicidad infinira; mas precisamente, parte ‘echo de que la multiplicidad infinita presenta- por la afirmacién popular se diferencia sustan- ite del tipo. de infinidad que representan el y el Estado. Bll acontecimiento inicial de toda es csa especie de doble i Tas categorias de Fi ser y ef acontecimiento, lo de la presentacién popular y lo infinito de la ntacién estatal, Al fin de cuentas, se trata pre de la manera en que la infinidad popular ser capaz de reftenar, normar y, tendencial. :, debilitar o hacer desaparecer la potencia es- despética, Lo que se daba al comienzo como nciamicnto, multiplicidades, dificultad de co- i6n, divisiones internas, culmina de mancta ‘Suencial en la construccion de formas de unidad, Como lo digo también en otro lenguaje, lo cons- “Sstivo no es cl problema de la diferencia. La dife- “seacia cs lo que hay. Las personas, [as naciones, son “Srrosamente diferentes. Fl problema radica en sa- Ber como se produce fo mismo, Es wit punto muy Smxportante. Se sale de un perfado de culto de la ci- ‘Erencia que era, en definitiva, bastante negative. La ‘gan politica verdadera apunta mas bien a prodiucit ‘a2 unidad con un material diferenciado, Este cra, ‘ese a too, el objetivo supremo del internacionalis- ‘So: hay culturas, civilizaciones, naciones, pero es 61 Asan Baow preciso, en definitiva, instalarse en el punto en que todo esto no impida que actuemos politicamente todos juntos. La politica va, pues, de la diversidad a Jo misma, micnteas que ¢] amor es, al contrario, la construccién de una diferencia asumida come cami- no nico. La politica va de la diferencia a lo mismo; el amor introduce la diferencia en lo mismo. El acontecimiento-encuentro y la construcci6n de la escena del Dos FT: Sise intenta describir la manera en que su pen~ -samiento general del sujeto y de la verdad se articula con esa condicidn que es el amor, se comprucha que elamorcomienza con un acontecimiento: el enctien- tro. éSignifica esta que scla hay aritor a partir det fle- chazo? A. B.: El flechazo es una manera de poetizar cl en- cucntro, de describiclo en wn estilo un tanto enfatico. yy preciso os decirlo, reteoaetivo: se evoca, por ejem- plo, e! cardcter iInminador de la cosa. Fn ciertos casos, esto puede scr verdad. Usted esti en a sitio, ve llegar a una mujer y, de pronto, algo trasta- Dilla absolutamente cn su representaciGu del mun- do. No es por entero una inveneién. Lo que perma- ‘nece de algin modo, flechazo 0 no, es un elemento de contingencia. Este elemento del cncuentro, ine- luctable, es el comienza de todo. Es casi nada, como en el fondo lo cs todo acontecimiento, Un aconteci 62 La mown ¥ tr acowrecauscre saiento es, en general, casi nada: aparece al mismo Sempo quedesaparece, de entrada no se percibe que tenga algdn futuro, en un primer tiempo es ilegible en cuanto a sus consecuencias. Aeeste respecto, el amor es un buen ejempl presentan a una conpafiera de o fra persona, Estamos easi en lo infimo. Algunas vrecesse siente de inmeciato que es importante. Oteas seces, en eve momento nose sicnte nada de tal indo- Je. En este terreno las variantes son muchas, Lo que aqui me interesa es la contingencia, Es sorprendente ‘Fer que muy tempranamente ha sido puesta en es- cena, especialmente en el teatro, la contradiecion entre tal contingencia pura del origen amoroso y la Mégica del matrimonio arreglade como simbolo de le que, precisamente, no cs contingencia, El teatro ‘pone él puro encuentro del muchacho y la mucha- cha que se han visto-en la calle, en la iglesia, que han ccrurado sus miradas, y la maquinaria social que ha previsto, en cambio, un dos sélidamente armad eon ‘sno, un dosbien construido. Fs un tema teatral ina- sotable: la contradiccidn entre un otigen absoluta- mente contingente y un origen absolutamente pre- parado. Por mi parte, a menudo propongo cl amor ‘como cjemplo de acontecimiento. Un encuentro ame maso parece que noes nada, Nietasche no se equiva sen absoluto cuando dice que los acontecitnientos importantes llegan -cn patas de palomay.” Es casi = La imagen ex de F. Nietatche en Asi bublobe Zavatustna: Les palabras ndssilenciosas son ls que eraen la cempestad, lox ‘Peniamientos que cxminan con patas de paloma dirigen el ‘snd. (N. deta) 63 La osorda £1 ACONTECIIRTO Atane Banou elo. Todas estas cosas forman el contenido del pro- ‘eedimiento amoroso. La realidad del amor es esto. ise lo reduce al estado psicol6gico, no-se entiende ‘gan coxa de él, Por snpucsto, el estado psicolégico uno y otro importa; pero, en definitiva, lo que seelda la totalidad es una experiencia compartida gst no puede reducirse a la psicolngia o al narcisis- ‘0 singular de los miembros de la pareja, Como s¢ ‘Sbe, el narcisismo, o el egoisma inevitable, suclen = un obstiéculo, mucho mds que un apoyo, para el “Sepplicguc de la figura amorosa. El amor no es una ‘eezociacidn enire dos egoismos, no es un contrato. Agul no hay instancia arbitral. Se estd en la inma- ‘eencia, pero en la inmanencia de una construccién: ‘construccién de la propia escena del Dos. Esto hace que el amor sea creador. Elamor cons- ‘uye una expericncia singular de fa diferencia. Es ‘ena expericncia nica, radical, intensa, vital, hasta sel panto de que las dificultades con que se tropieza, Jas amenazas de interrupeidn, son dramaticas. Nun- ‘er dejo de recordar que el amor es un procedimien- se cruento que puede deseneadenar violencias, asc- “Snatos. Desde este punto de vista se fo puede com- ‘parar con la politica, En cl amor hay slo dos, y no arillones, pero ello no obsta a que haya muchos dra- mas, muchas pérdidas, cantidades no desdefiables esuitimieno. ELamor es un asanto creador, y na- acrcador es fieil. Pexe a todo, en-el amor (como en politica) hay extraordinarios momentos de entusias- ‘m0, en los que cada cual siente quc ha ido mésallé de ssimismo, que realiza costs sensacionales, pues en el @so del amor el afecto fundamental es La felicidad. nada, y sin cmbargo puede ser punto de origen de una historia fabulosa ¥. Ta Sin embargo, usted insiste sobre el procedi- imiento resteltante, sobre el «trabajo» amoroso, como dice, al tiempo que rechaza una visién trascendente ide este procedimiento y afirma que no se trata de una ilusion, sino de ta realidad productiva A.d&; Evidentemente, siel amor sélo fuera la conse- euencia en cierto modo mecdnica de exa contingen- Gia inicial, de csa ead inexistencia, no se eompren- deria su verdadera naturaleza. No sc comprends que esté hecho de una sucesi6n de elecciones, de de- liberaciones, de dramas, de tentativas, de esperas, de rectifieaciones. Ahora bien, todo el mundo sabe que llega un momento en que el encuentro queda se- lado por una declaracién: «le amor. Cuando el en= cuentro queda fijado en la declaracién, tenga la for- ma que tenga, comicnza entonces la experiencia la experiencia de on mundo stalarén en un departamenta, el espacio mismo debera ser un espacio de a dos. El tiempo, por su parte, serd un fiempo dea dos: {Cun- do nos vemos? @Cudndo no nos vemos? ¢Saldremos de vacaciones juntos? Poce a poco, una serie de cle- mentos de la vida corriente quedan tomados, capt rados, por esta pregnancia del ser-dos. Todos estos elementos deben entrar en la escena del Dos. No en= tran en ella de manera natural. Es preciso hacerlos entrar, con puntos problematicos que pueden ser importantes: tener un hijo o no tenerlo, por ejem- 65 4 ‘Atam Banrou Todo el munde sabe muy bien que mostrar felicidad es mostrar amor, No se advierte de qué otro moto se podria mostrar felicidad. Ahora bien, este afecto es producto de una labor a la que él acompana, 2 fa que él escolta y que incluye muchas otras faccras. @or qué? Porque es la experimentacién de la dife- rencia, la experimentacidn de un mundo suspen- dido, para cada uno de los dos, del hecho de ser dos. E. Tes Usted dice también que el amar es la verdad de sora disyunci6u, una verdad gue no es, por lo tanto, una totalidad » we saber. Podria explicarnos esto? Por ejemplo, sise toma su formula del adtomo U», que puede parecer muy sorprendente para quienes no entienden que se pueda formalizar el amor, esle aparece en general coma lo ~informalizables por ex- eelencia, A.B.: iEstamos aqui en el «arolladero de la formali- zacién, come decia Lacan! Sin embargo, podemes. presentar las cosas de manera bien simple. La hipé- resis segtin Ia cual el acontecimiento inaugural es un encuentro s6lo tiene sentido si se supone una sit cidn de disyuncidn anterior a ese encuentro. Para que haya encuentro tiene que haber habido antes se paracidn, en un sentido eventualmente cadical: no nos conociamos, no sabiames que el otro existia. Se puede pensar también en laseparaciéin ereada por la sexuacidn, o por el estatus social, o por la edad, 0 por la nacionalidad. ©, simplemente, por el hecho de que un individuo dificre infinitamente de otro i dividuo, 66 Li mnasorts ¥ 6, sconcucrmrart Supongamos tan sélo una disyuncién: o bien es- tamos totallente disyuntos y cl encuentro ¢s cnton ces una falsa aparicucia, de modo que nos compro- ‘metemos en amores aparentes, ilusorios, en nego- iaciones contractuales acerca de inteteses recipro- cos —serfa esta la teoria del moralismo clisico, para taenal cl amor, fuera del placer sexual, no es nada 3 s6lo convencién social—, o bien podemos con- siderar que hay fusién, puesto que se pasa de la dis- yuncién a launidad—se tratarfa de la visién romdin- fica, segiin la cual el amor no es en absoluto la csce- faa del Dos, sine la trascendencia del Uno, la capaci- dad de dos subjetividades de identilicarse realmente una con otra, para fusionarse—, Ahora bien, se pu de terminar, digamos, en el medio. Para cmplear meriforas politicas, se puede termainar entre la dere- cha y la ultraizquierda. La derecha ve ¢l matrimonio como una ilusién cémoda, como un arreglo social, y {i ultraizqnicrda ve el amor como una fusion tras- cendcnte, gloriosa, que lo cambia todo pero. que sonduce a Ja muerte. En este caso, la disyuncién tiene que subsistir, pero «no todas. Fl rerreno sobre cloual se erea esa escena del Dos no pretende abolir ‘sta disyuncién, pero tampoco mantenetla tal cual. E.Tu: éMasta com wn solo pueato entre disyuncién y fusion para que nazcael amor? A.B.: En todo caso, sise quiere resolver el problema al que me refiero, es precisa que haya un punto de caganche, tal ver nn solo punto. El encuentra debe or Atay Baosou dejar una huella, Podemos decir también que a tra- vés del encuentro se revela una huella: la disyuncién es sin duda una disyuncién, pero hay un punto de interseccién, un punto de tangencia. De lo contra rio, no se comprende gue significa «encuentro». El encucntro debe apoyarse, al comienzo, sobre casi nada, sobre la percepcidn de un punto. Hay un pun- to comin. La construccién de la escena del Dos con siste en volver a ver el Dos a partir de ese punto co- min, ¥ no a partir de la disyuncién pura, Al prod cirse el encuentro, no hay todavia otra cosa que ese punto, Es algo que siempre me fascina, embarcarse en una aventura tan increfble sabiendo tan poco: uno sabe que hay «algo», slo eso. En la formalizacién que he propuesto hay «hamn- bre» y mujer», porque yo trabajo en ese caso sobre Ia disyuncién sexuada, y hay también nn parnto «ts, ‘Ucomo universal, o como Uno. Después del encuen: tro, se tratar4 sicmpre de presenrar las cosas que dlilatan de alguna manera el punto, que lo rodean, Hay, por supuesto, momentos en que nos re-con- traemos sobre el punto, sobre la th cosa que exis tia realmente al comienzo, Propongo entonces pre- sentar cl amor come momentos de sistole y de dias tole, es decir, de expansidn y de contraceién, Esto se abserva empiricamente: hay momentos de dilata- cidn en los que el dos se apropia de un fragmento del mundo en forma verdaderamente dual, ¥ mo- mentos en que, al exigir el narcisismo sus derechos, nos replegamos sobre Ia base, sobre algo que esti may préximo al punto inicial. Este juego puede cu 68 {La ritosoria ¥ aL acotecaureares sninar en un instamte en que ¢l punto U cede y abre seltema de la separacién. En Blogio del amor, pro- pongo como una de las definiciones posibles del mor la lucha obstinada contra la separacién. ‘Todo amor proviene de la scparacién, ‘odo, ella ronda este proceso. La fidelidad Amor y deseo Amor y familia ET: Hablemos de ta «fidelidad». EI compromiso gue constituye la fidelidad, 4es esencial para el amor, @ simplemente accesario? ‘A.B.: El sentido comin de este término, sobre todo sqxando se trata del amor, ¢s prineipalmente negati- ‘0: ser fiel es no acostarse con otro. Cuando se pro ‘Poncia la palabra en este contexto, loque se tiene en ‘mente es claramente ¢sto. ‘Tocamos aqui un punto real y mds bien compli ‘exdo: el de las cxactas relaciones entre deseo y amor, problema se plantea tambien en muchas otras as, ademas de la de saber si alguien se acuesta 0 “#5 con otr9, Se plantea de manera intrinseca, por see el amor debe absolutamente incorporar al de- Jo cual implica que el amor na sea la amistad, no | Blogs le Pamsour, con Nicolas ‘tevong, Flammarion, «Cafe 200. 69 Avan Babwos sea la simpatia, El euerpo mismo debe constituir una prueba de amor, esti involucrado como una prueba de amor. iF desdichado Auguste Comte, cuando le hacia la corte a Clotilde de Vaux, no se cansaba de reclamarle lo que ¢! Ilamaba sla pracha irrecusable que ella no querfa darle! Y no s¢ equivecaba al hablar de , Hay en cl abandono sexual y en el desnudarse ante el otro un elemento de prueba confirmatorio de que el cucrpo, nuestra realidad tinica, estd imserto en la escena del Dos: esta es la prucha de que no se ha mantenido en reserva. Asi pucs, ol amor debe incorporar al deseu, pero el deseo en sf no esti, en cambio, ligado directamente alamor: tiene leyes propias que no son directamente las del amor. Forma parte de las incontables cosas heterogéneas que el amor tiene que ser capaz de in regrar. Hay motivos, por ende, para decir quc la fidelidad ¢s, en el fondo, una modalidad muy simple y observable de la disciplina que el amor le impone al deseo. F. Tis La fidelidad es también un concepto funda- mental de su pensamiento. SQué relacién hay entre el sentido comiin del término que usted acaba de evocar y el sentido conceptual que da a la palabra sfidelidads? A.B. Yo me sirvo del término efidelidady en un sen~ tide filosdfico y que es aplicable a cualquier proce- dimiento de verdad. Este sentido filosSfico recuerda gue cl origen de un procedimiento de verdad es un acontecimiente, Siyo, conte individue, como cuer- 70 La muosoris ¥ ue acowrecawento ‘po, como elemento de la situaci6n, pretendo ser ‘minseco al procedimiento de verdad que ese acon Simiento inaugura, debe asumir las consecucncias de la manera mas tenaz posible: las del aconteci- smicato, las de su nominacién, las del compromise: ‘gzc he contraido. En elcaso del amor, no se trata so- mente de las consecucncias del enenemtro, sino de Bdeclaraciéa. Dijes «Te amor, y csto tiene consc- ‘Swencias. Son las consecuencias de wna experimen- sacidn del mundo de a dos. Fn cuante-a este punto, debo dar prucbas de la tenacidad requerida, pues li ‘Geestidn no ticne continuacién mecanica, Las conse- ‘sucncias demandan ser desplegadas, y no se desplie- gen solas, La fidelidad consiste en integrarse en cl elemento subjetive de esas consecucneias. Lo cual significa, en el fondo, que se acepta patticipar en ese ssuevo sujeto hecho posible por el acontecimicnto. ET: éLa fidelidad es siempre, entonces, fidetidad a mi acontecimiento, al nacimiento de un sujeto (aged, satieto de a dos), es decir, al fimyy al cabo, fidetid.ad sana verdad? A.B. De hecho, yo asocio todo procedimiento de verdad a un sujeto que es, precisamente, esa nueva ‘erientacién de la experiencia hecha posible por un -scontecittiiente inaugural. En lugar de estar centra: Gapor entero en mi, esa nueva orientacién de la ex- Petiencia esta en parte descentrada. Ya no puedo aaficmar que soy el centro. Hay que setle fiel a ese sdescentramiento. La fidclidad designa ua modo de ‘aorma que yo me impongo: la de no abandonar ese n ALaw JDO descentramicnto, 0 ¢se sujeto nuevo, por razones exclusivamente relativas a mi nareisismo primor- dial, a mi singularidad irreductible, En el amar siem: pre hay un elemento de disciplina, lo cual coincide con la significaci6n trivial, digamos, de la palabra -fidelidad». Bebo hacer la posible por continuar or- xganizando mi experiencia de una manera que esté sorporada a alge respecto de lo cual ella no es la me- lida completa, y esto quiere decir que yo n0 soy la tinica medida de un amor. Si el amor no se reduce a la psicalogia de tos enamorados, es por eso. Esta re- duccién supone que la psicologia de los enamorados seria la medida del amor. Sin embargo, clamor esun sujeto que esta un poco ms allé de la psicologia. Por €40 ¢8 preciso serle ficl, aun si tiene que atravesar tempestades, tentaciones, separaciones. Poner fin a un amor es siempre desastroso, Incluso si uno puede aceptary hasta descar ese desastre, fa ruptura es in= trinsecamente desastrosa. F. Tis éBsto significa, entonces, que ta familia tiene que ser reinventada® Qué sentido le da usted a ta fa- milia ex el procedimiento amoroso? A, B.s Pienso que la familia es, respecto del amor, ‘exactamente lo mismo que el Estado respecto de la politica. Hin su texto Ef origen de la familia, la pro~ piedad privada y ei Estado, Engels asociaba con toda legitimidad esos tres términos: la familia, la propie- dad privada y el Estado, La familia constimye fo que se supone que es el producto socializado del amor, as{ comoe] Estado constituye lo que se sapone que n Le vnosorts van scenerrenuinste Sel producto de a politica, salve que el Estado no ‘Genc, en verdad, necesidad de la politica, He soste- ‘sido incluso que cl Estado, en su esencia, esta siem- ‘pre despolitizado, Se encarga de Ia gestiGn, no pone “21 Piietica principios. De la misma manera, fa fami- Bs, comp todo el munsto sabe, puede muy bien exis- Srsinel amor. La interrelacién entre familiay amor plantea, pues, es mismos problemas que ta interrelacién ontre Estado y politica. En las condiciones presentes, puede hacer omisién de que hay Es- ado, y ningtin amor puede hacer omisién de que Say familia. Simplemente, en los dos casas el pro- sedimicnto de verdad esté sordamente subordinado una cosa distinta de él mismo. El Estado es un Principio de autoridad independiente destinado 2 Ssegurar la continuacidn y la repraduccién de lo splectivo, asi como la familia esta destinada, en ht. sainstancia, a asegurar la continuacidn de la espe- sei. De modo que, al revés de lo que ocurre com las Gnalidades de la politica y del amor, las del Estado y 16s de la familia no son del orden del principio o de everdad. E. Ts éPodria, entonces, el amor «superars a la fa- ‘walia y hasta rescindir de ella? A.B: Empecemos por seftalar que tanto en el plane cl Estado como en el de Ia familia tenemos una Pectensién muy singular: dos finalidades diferen- 5—una, en téiminos de Idea, verdad y principios, ‘plaotra, en términos de «perseveranc ‘em el ser», 73 Atay BawsOu como diria Spinoza— aspiran a articularse entre si Las ideologfas dominantes pretenden que la finali- dad de la familia ¢s eh amor y que la finalidad del Es- tado es la politica. Esto na es de ningdn modo asi, ‘pero tampoco podemos decir que ambas finalidades pueden funcionar en completa disyuncién. Nos ha- llamos en una situacién realmente compleja. Por otra parte, en lo referido al Estado, Marx describié sta situaciin en términos de «desintegracién del Es- tados. Idealmente, la politica deberéa onganizar la «de sintegraci6n del Estado»: la politica guarda comple tarelacién con él, pero‘en el sentido de gue apeta a su desaparicién. De igual modo, idealmemte, el amor deberfa organizar la desintegraciGn de la familia nso que establecer Ia familia como finalidad cobligada del amor le genera a este timo dificulta- ‘des considerables. Asimismo, instituir la toma det poder estatal como objetivo inevitable de la politica le acarrea a esta considerables dificultades. Se trata, en realidad, de figuras de alienacién, si nos permiti- ‘mos usar este vocabulario. La reproduecién de laes- pecic debe tener, por supucsto, alguna organizacién. No voy a adoptar en nombre del amor un nihilism que termine con ela, diciendo: (Hagamos desapare- cer la especie y todo mareharé bien! iEsto sonaria demasiado a Schopenhauer! FT: éTendrda entonces el amar wna eficacia politica en lo que ataite a la familia? A. B.: En realidad, incluso de la idea marxista mas. ¥y mis descuidada de todas, yo rescato algo: LA mosorta ya acnscauento Si bien la politica no hard desaparecer al Estado con tun golpe de varita magica, debe ser, de todos mo- ddos, coextensivaa la idea de una progresiva desinte- gracién de aquel y un reemplazo de sus figuras de gestién por figuras de asociacion y creacién. Alli donde hay reproduccién deberta haber asociacién libre y creacisin, Picnso que lo mismo sucede con la familia. Contrariamente a lo que se crec, entre las tareas bisicas del amor no se cuenta en absoluto la sonstrucciéin de la familia, sino la invencién de for mas que liberen del egofsmo de esta tltima a la esce- ma del Dos —sin dejar de asumir, por supueste, la ‘existencia de los hijos y el amor por ellos—, porque 4 familia construye una escena del Dos, trae hijos al saundb, pero se encierra en wn narcisismo colectivo, ‘Sin la menor duda, la herencia viene 4 sellar el con: junto, y todo acaba asi por conectarse: la-gestion de Hes bienes cl Estado In familia. La fais pasa aser, ‘eatonces, 1o que el mando contemporinco anhela ‘Sisicamente que sea: una umidad _. Lafa- | vailia cumple un enorme papel en la organicacién déel consumo: ies una devoracién mereantl! Amor y filosofia Amor y amistad ET: Etimolégicamente, filosofia es amos a la sa- a verbo «philein» (amar, desear) cumple ids 10 imaportante papel en la definicién de la fi- Keofia platénica, aunque «Eross cumple otro tam- 78

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