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HOMO SACER El poder soberano y la nuda vida I Giorgio Agamben Traduccion y notas de Antonio Gimena Cuspinera PRE-TEXTOS Coie ema de poduin,dntnci, comic pio waren de ‘sss ol pander ose acon de a lve sn pe” ‘is porno Dice + CEDRO (Cane apt Se Dens Reppin, tecera meet nopaeecar 9 er eigies ‘Sain agen de oct ised culo: PreTeas (5. 6.) "re de ect ilo lng an “pte soon ea da os ‘on: S686 267 HOMO SACER Bl poder soberano y la nuda vida 1 ‘Das Recht hat kein Dasein for sch, sein We- ‘sen vielmebr ist das Leben der Menschen selbst, ‘Yon einer besonderen Seite angeschen, Ita ia fuse civitas, civiumque olficlis inves Lugandis opus est, non quidem ut dissolvatur ‘vias, sed tamen ut tanquam dissoluaa consi- dereru, i est, ur quals sit natora humana, qu bus rebus ad eivitatem compaginandam apta vel inepta sit, et quomodo homines inter se ‘compoal debeant, qul coalescere velunt, sec te inelligatar os griegos no disponian de un término tinieo para expresar fo que nosotros entenclemos con la palabra vida. Se servian {GC dos terminos, seméntica ¥ morfologicamente distintos,au- {gue reconducibies a un étimo comtin: 206, que expresaba el Simple hecho de vivi, comb a todos los seres vivos (anima- fea, hombres 9 dioses) y bios, ue indicaba la forma o manera {Ge vivir propia de un indviduo 0 un grupo. Cuando Plstén, en {lFilao, menciona tres géneros de vida y Anstteles, en la B- Ca Nicomaquea, distingue la vida contemplativa del filésofo (ios thoortibts) de la vida de placer Cotas apolaustths) ¥ de la vida polities (bias politika), niaguno de los dos habria po- dlido utilizar nunca el término 208 (que signficativamente a rece de plural en grego) por el simple hecho de que para ellos ‘no se trataba en modo alguno de la simple vids natural, sino de una vida cualflead, xn modo de vida partculat. Aristore- les puede hablar, desde huego, con respecto a Dios, de una 20° Liste kal adios, vida mas noble y eterna (Met-1072, 26), mas solo en cuanto pretence subrayar el hecho nada banal de que también Dios es un viviente (de la misma manera que, en el ‘mismo contexto, recure al (érmino 206 para definis, de modo Jgualmente poco trivial, el acto del pensamiento}, pero hablar dle una 208 politike de los chudadanos de Atenas habria carecido de todo sentido. Y no es que el mundo clsico no estvier Fam larizado con la idea de que Is vida natura, la steple 38 como. tal, pudiers ser un bien en st misma. En un parrafo de la Pol fica, (1278, 23-3), después de haber recordado que el fin de Ih ciudad es el vive segin el bien, aiswteles expres con in- superable lucider esta consciencia: so (el vivir sen el bien es pencpulmene 9 Sn, nto para 2: oss hombres en comin, como pus cada uno de elias por separ Pero tambien se unen y mantenen a comand polities et vit tt plemente de viv, porque fay prbablemente alge de bacno ene so lohhecho de vv Caza 9 zon atid anon, sno hay un exces de 6 ‘veesidades en cuanto al modo de Wir ust fin bio), ex vio |i mayors de lo bomres sopons muchos paciionoe ye afr 2 vida G0, como a hubiera en ella coma srenidad(euemers, bello 0) y una dates natural No obstante, en el mundo clisico, la simple vids natural es ‘excluida del émbito de la pols en sentido propio y queda con fhnada en exclusiva, como mema vida reproductiva, en el aot. Dito de Ia ofvos (Pol.12523, 26-35). Ea el iniclo de la Politica, Aristoreles pone el maximo cuidado en distingair ent el of: ‘hondmos (el jefe de una empresa) y el despots (el cabeza de familia), que se ocupan de la reproduccion de la vida y de su ‘mantenimiento, y el politico, y se burla de los que immginan, que la diferencia entre ellos es de cantidad y no de especie, YY cuando, en un passje que se convertita en candnico en Ia — | i ‘radicicn politica de Occidente (1252b, 30), define ef fin de la ‘comunisad perfecta, lo hace precisamente oponiendo el sim- pile hecho de vivie (0 20n) a la vida polticamente cualificada {to ea 20m): ginomena men olin toa zn béneken, ofsa de toa eft sin, -nacida con vistas a vivir, pero existente eeencialmen- {econ vistas al vivir bien: (en la traduccién latina de Guiller to de Mocrbeke, que tanto Sto.Tomis como Mars de Pa- (doa tena a a vse: facta gidom igiturvivendl grasa, istens ‘autem gratia bene vivend®, ‘Bs clerto que en ua celebérrimo pasale de la misma obra se define al hombre como poltthor zon (12538, 4; pero aul Gl fargen del hecho de que en la prosa dtica el verbo bional no se ulliza prictcamente en presente), politico no ¢s un atu to del viviente como tal, sino una diferencia espectfica que determina el género 2007 Cinmediatamente después, por Io ‘demas, la politica humana es diferenciada de la del resto de los “ivientes porque se funda, por medio de un suplemento de po- liscidad ligado al lenguaje, sobre una comunidad de bien y de smal, de justo y de injusto, y no simplemente de placentero y de doloreso). "Foucault se reflee a esta definicién cuando, al final dela Yo~ luntad de saber, sintetiza el proceso a traves de] cual, en los ‘umbrales dela vida moderna, la vida natural empieza a ser in- ‘luida, por el contrario, ea les mecanismes y los cileulos del poder estatal y la politica se transforma en bio-poiica: Duran- te milenios el hombre siguio siendo lo que era para Arstéeles: ‘un animal viviente y ademds capaz de una existencia politica; el hombre moderno és un animal en cuya politica est puesta fen entredicho su vida de ser viiente: (Foucault I, p. 173) ‘Segtin Foucault, el umbral de modernidad biol6gica- de una sociedad se sita en el punto en que la especie y et individuo, fen cuanto simple cuerpo viviente, e convierten en el objetivo de sus estrategias politeas. A partir de 1977, los cursos en el Collige de France cowsienzan a poner de manifiesto et paso del ‘Estado temtorial. al Estado de poblacion: ¥ el consigulente aumento vertiginoso de la inportancia de la vida biologica y dela salud de la nacicn como problema especitico del poder soberano, que ahora se transforma de manera progresiva en. “gobierno de los hombres: (Foucault 2, p. 719). El resultado Ge ello es una suerte de animalzacion del hombre levada @ ‘Sabo por medio de las ans refinadas técnicas poliicas. Apare ‘cen entonees en la historia tanto la mulkiplicacson de as posi bildades de las ciencias bumanas y sociales, como la simul ‘pea posiblidad de proteger la vida y de autorzar su holocaust En particular, el desarrollo y el triunfo del capitastp0 n0 ha brit sido posibles, en esta perspectiva, sin el cont discpli- zario llevado a cabo por el nuevo bio-poder que ha creado, por asi decirlo, 2 waves de una serie de tecnologias adecuadas, fos -cuerpos déeiles que le eran necesarios. or otra parte, ya a finales de los afios cincuenta (es decir casi veinteafios antes de la Volonté de saves?) H. Arendt habia fanalizado, en The Human Condition, el proceso que conduce Al bomo laborans, y con él & la vida bjologiea como ta, 3 0ca- ar progresivamente el centro de la eseena politica del mundo oderno, Arendt atribuia precisamente 2 este primado de la vida natural sobre la accicn politica la wansformacion y la de~ ‘adencia del espacio publico en las sociedades modernas. #1 hecho de que is investipacion de Arendt no haya tenida pric tleamente continuidad y el de que Foucault pudiera empren- der sus trabajos sobre Ia biopolitica sin ninguna referencia a ‘lla, consutuye todo un testimonto de las difeultades y de las Feslotencias con que el pensamiento iba a tener que enfrentar se en este Ambito. Y a estas diiculades ce deben, probable mente, tanto el hecho de que en The Human Condition la at tora nd establezca conexiGh alguna con los penetrantesanilisis ‘Que habia dedieado con anterioridad al poder totaitasio Cen los i a que falta por completa la perspectiva biopolitica), como la cit- ‘Rinseancia, no menos singular, de que Foucault no baya tas- {dado nunca su investgaciGn a los lugares por excelencia de Eblopolitea moderna: el campo de concentracion Y la es- tructura de los grandes Estados toxalitarios del siglo X=. iis muerte impidié a Foucault desarollar todas las implica- ones del concepto de bio-politea y también mostrar en qué Sentido habria podido profundizar posteriormente la. invest- ‘obee lla, peo, en cualquier caso, el ingseso de la 208 En la esfera de In polis, la politizacion de a nuda vida como tl, Consttuye ol acontecimiento decisivo de la modernidad, que fave uba transformecion radical de las eategorias poltio-f- oeseas del pensamiento clisca, Es probable, incluso, que, si I politica parece sulte hoy un eclipse duradero, este hecho se ‘dea precisamente a que ha omaitido medirse con ese acontec- {niento fundacional de la modernidad. Los -enigmas- (Puret, >. 7) que nuestro siglo ha propuesto ala razén historica y que Riguen siendo actuales (el nazismo es sélo el ms inquletante fenite ellos) s6lo podtan resolverse en el émbito “la bio-polt tier on que se forjaron, Unicamente en un horizonte bio-po~ Itico se podea decd, en rigor, si las categorias sobre las que se ha fundado la politica moderna (desecha/izquierda; priva- So/pablico, abeolutisma/democracia ec), ¥ que se han ido di- Juntinando progreswvamente, hasta entrar en la actualided en luna auténtica 2ona de indiferenciacién, habrin de ser abando- pados definkivamente 0 tendrin la ocisiGn de volver a encon- | travel significado que habian perdido precisamente en aquel hhorizonte, ¥ s6lo una reexi6a que, recogiendo las sugerencias de Benjamin y Foucault, se interrogue temdticamente sobre Ix else entre la nuda vida y la politiea, que rige de forma en- Cublert las ideologias de In moderaldad aparentemente ms Slejaclas entre si, pods hacer salir a la politica de su ocultacion ys la vez, cestituir el pensamiento a su vocaciin préctica, Una de las orientaciones mis constantes de Ia obra de Fou ‘aul es el decidido abandono del enfoque tradicional del pro- Dems del poder, basado en modelos juridico-institacionales da dlefinicion de la soberania, la teorfa del Estado) en favor de un anilisis no convencional de los modos concretos en que el po- der penetra en el cuerpo mismo de los sujtos y en sus formas, de vida. En sus tihimos afios, como pone de manifesto ne ‘minario de 1962 en la Universidad de Vermont, este analsis pa rece haberse orientado segun dos directrices de investigacion sliferentes: por una parte, el estudio de las técnoas politicas Gomo la ciencia de la policia) por medio de las cuales el Es. tado asume e integra en su seno ef culdado de la vida natural de los individuos. Por ota, el de Ins focnologias del yo, me dante las que se efectia el proceso de subjetivacion que lleva al individuo a vincularse a la propia identidad y 4 la propia ‘concienciay, al mismo tempo, 2 un poder de control exterior. Es evidente que estas dos lineas (que prolongan, por lo des, dos fendencias que estan presentes desde el principio en la ‘obra de Foucault) se entrelazan en muchos puntos y remiten un centro comtn. En uno de sus tltimos escrltos, el autor firma que el Esado occidental moderno ha integrado ea und medida sin precedentes taenicas de individualizacion subjet- vis y procedimientos de toxalzacion objetives, y habla de un Auténtico {yconservando en 61a propia voz, de la misma forma que ha~ Bier en in polis dejando que en ella quede apartada su propia dude vida La politica se presenta entonces como la estructira ropiamneate funsamental de Ia metafisica occidental, ya que Supa cl umbral en que se cumple la arculacion entre el vi- Viente y cl logos. La -politizacién de la nuda vida es la tarea rmetaisica por excelencia en la cual se decide acerca de la hu ‘manidad del ser vivo hombre, y, al asumie esta tarea, la mo- dernidad no hace otra cosa que declarar su propia fidelidad a lnestructura esencial de la tadicion metafisica La pareja cate ‘goral fundamental de Ia politica occidental no es la de amnigo- Soemigo, sino la de nuda vida-existencia politica, 206 Dias, ex ‘lusi6rvinclusion. Hay poitica porque el hombre es el ser vivo ‘que, en’el lenguaje, separa Ia propia nuda vida y la opone a sf ‘isino, y, al mismo tiempo, se mantiene en relacion con ella fen una exelusién inclusiva, Protagonist de este libro es la nuda vida, es decis la vida a quien cualgutera puede dar muerte poro quee es 1 la vez in Sacrficable del bomo sacer caya funcin esencial en la poli fica moderna hemos pretendido reivindicas. Una oscura Agar del derecho romano areaico, en que la vida humana se inelu= ye en cl orden juridico dnicamente bajo la forma de eu exclu sion (@s decir de la posibilidad absoluta de que cualquiera le ‘mate, nos ha ofrecido la clave gracias ala cual no sélo los tex ts sagrados de la soberanta, sino, mas en genera, los propos césdigos del poder pollco, pueden revelat sus arcanos. Pero, 4 la vez, esta acepeién, que es quizis la mis antigua del wer- ‘mino sacer, nos ofrece el enigma de una figura de lo sagrado que esti mis act y mis ali de lo religioso y que consttuye el primer paradigma del espacio politico de Oceidente. La tesis oucaultiana debe, pues, ser corregida 0, cuando menos, com pletida, en el sentido de que lo que caracteria a la politica ‘modem no es la inclusién de la 20@ en la polis, en st misma ansiquisima, al el simple hecho de que ls vida como tal se con vierta en objeto eminente de los ealcalos y de las previsiones | Tad de saber tcaptda, coms bates ee on ss Ke laciéa ejemplar el proceso mediante el cual, en los umbrales | de la Edad Moderna, la vida pasa a ser Io que realmente ocw |]opaclcentro de la poltica: -Durante milenion, el hombre siguid Sendo lo que era para Arstéeeles: un animal viviente y capes, ‘ademis de existencia poltica; el hombre moderna es un ent. smal en cuya politica esté puesta en entredicho su vida de ser Viviente;, No obstante, Foucault conunue investigando tenaz- {nente hasta el final los ~procesos de subjetivacion- que, en el {ansito entre el mundo antigo y el moderno, levan al indi Viduo a objetivar el propio yo ¥ 4 consutuirse como sujeto, Yinculdndose, al mismo tempo, a un poder de control exte- ‘thon pero no fransfirio su instrumental de trabajo, como habia 5d legitino esperar, a lo que puede aparecer como el lugar por excelencia de la biopolitiea moderna: la politica de log 5 Fatados ttaltanios del siglo NK, 1a javesuigacion, que “Ge abir inicio Con la teconstraccicn del grand enfermement a los hospitales y en las prisiones, a0 coneluye con un anali- ‘5s de los campos de concentracin. ‘Por tm pate, silos penewantes esudios que Hannah Arendt dedicé en la segunda posguerra aT estructura de los Estados Twailiadoe denen und limtaciOn, Ga es preceamente Ia fal “Ge cualquier perspeciva bropolitica. Arendt esablece con cla- ‘I neko entre domino totlitario y esa particular condi- Gion de vida que es el campo de concentacién (El totalitaris- Imo ~escube en un Proyecto de snacstigacian sobre los campos de concentracion que, por desgracia, no tivo continuidad~Se- tne como objetivo oltino la daminacion total del hombre. Los ‘Campos de concentraciin son laboratorios para la experiment ‘én de! dominio total, porque, siendo la naturaleza humana lo {que es, ese objetivo sélo puede aleanzarse en las condiciones Saremas de un inflemno consinuido por el hombres Arendt 2, P 240). Pera lo que se le escapa es que el proceso es, de alk (guna manera, inverso y que precsamente la transformacién 1a- ical de la politica en espacio de la nuda vida (es deci, en un ‘campo de concentracién), ha legitimado y hecho necesario et ‘ominio total. Solo porque en nuestro tempo i politica ha pax ‘sido 4 ser integralmente biopolitica, se ha podido consti en ‘una medida desconocida, como police toalitara eee : | {Que los dos extudiosos que quizis han pensado con mayor agudeza el problema politico de muesivo tempo no hayan con- sequido entrecruzar sus propias perspectvas es cletamente tn ‘Buen inicio de Ia dficultad de este problema, El concepto de “nuda vida 0 wida sagrada- es el foco a través del cual vamos Tatar de bacer converger sus puntos de Visa. Ea tal con. ‘epto, politica y vida han pasado a entelazarse de manera tan fotima, que no se deja analizar coa faciidad. Ala nuda vida y 2 sus avatares en el mundo moderno (la vida biol6gica, la se~ ‘onldacl, etc) lees inherente una opacidad que es imposible Ganificar st no se cobra comciencia de su cardcter politico; in- versamente, la poliiea moderna, una vez que entra en simt- biosis con la nuda vida, piesde esa inteligibilidad que todavia thos parece caracterstiea del edict juridico-politis de la po- ies elasiea| 1.2, Ma sido Kal Lowith el primero que ha definido como -poltizacién de la vidas el cardcter fundamental de la politica Clos Exados totalitarios y, al mismo tlempa, el primero que ha observad, desde este punto de vista, la curiost relic de Contgiidad entre democracia y totalitarismo: ‘as neutaizacion dels diferencias polcament elevates y a setativa pend de importanca de Ie decsiones se han devacllndo | pate de I emancipaion de Teer Estado, la Formacicn de a de noticia burguea you tanslornacin en democracia Industral de trast Hasta Lega al pato decavo en que tad ext se i ocado ‘eas opueso: en nd polascgn tal de todo (otal Polisorung), Incluso J las esferas del vida mo neutales cn apaencs, Ae ere peas en In Rusia marca un Estado del uabsjo que es mas icens ameate extatal que todo lo que we i conocido anes en or Estados {eIoesnberancesbsolitee en Ia Kala area un Bada corporat, 1 ‘que regula normativamente 20 soe wabajo nacional, sina el des- Puts del trabajo y toda la vida expt, y en Ia Alemania nacional ‘socialist un Estado lnegralmenteompanizado, que politza por medio Se a eyes racials incheo la vida que Basta entonces haba stop vada (Lowi, p. 33). La contigtidad entre democracia de masa y Estados toulita- sos no tene, sin embargo (como Lowith parece considerar aqui siguiendo las huellas de Schmit) la forma de una transform: ion imprevista: antes de emerger impetuosamente a la luz de nuestro siglo, el rio de la biopoitca, que arrastra consigo la vi- a del Domo sacer, discurre de forma subterranea pero cook ‘hua. Es como si a partir de un certo punto, cualquier aconte- cimiento politico decistvo tuviera siempre tna dable faz. los espacios, las lbertades 7 los derechos que los individos con- Auistan en su conflicto con los poderes centrales preparan en. cada ocasién, simultineamente, una ticita pero creciente ins ‘ripcisn de si vida en el orden estatal, ofreciendo ast un ae vvo'y mis temible asiento al poder soberano del que querian le Derase. I "derecho" ala vida ~pa esento Foucault para explicar Ja Importancia que ha azumido el sexo como tema de con: frontaciGn politica, al cuespo, ala salud, a a felicidad, ala si tisfaccién de las necesidades, el “dorecho", més alla de todas las opresiones o “alienaciones", a encontrar lo que uno es ¥ to do lo que uno puede ser, este derecho tan incomprensible pa- rel sistema jurcico clasico, fue la replica polities 3 todos 0s ‘huevos procedimientos de poder. (Foucault I, p. 175). El he- cho es que una misma reivindicacion de la nuda’ vida conduce, ‘en las democracias burguesas, al prinado de lo privado sobre lo piiblico y de las tbertadesindividuales sobre lat obligacio= nes colectivas y, en los Estados toaltaios, se converte, por el ‘contrari, en el criterio politico decisivo yen el higar por ex- ‘celencia de las decisiones soberanas. Y solo porque la vida bio- 154 legica con sus necesidades se habia convertida en todas par- tes en el hecho polticamente decisivo, es posible comprendet Ja rapidez, que de otra forma seria inexplicable, con que en nuestro siglo las democracias parlamentaras han podide tans formarse en Estados toalitarias, y los Estados totalitarios con vertirse, casi sin solucién de continvidsd, en democracias par Iamentirias. En las dos casos, estas transposiciones se han pproducido en un contexto en el que la polities se habs trans” formado ya desde hacfs tiempo en biopoltica y en el que 1o due estaba en juego consistia ya exclusltamente en determinar qué forma de organiacion resultaria més eflez para asegurar el cuidado, et contol y el disfrate de Ia nda vida. Las distin. Ciones politicas tadicionales (como las de derecha ¢ izquier 4a, liberalismo y toalitarismo, pvado y pablica) pierden st clatidad y su inteligiilidad y entran en una zona de indeter- ‘minacin una vez que su referente fundamental ha pasado a ser la nuda vida. Incluso l repentino deslizamiento de las ca ses dljgentes ex comunisias heia el raciamo més extresno (oo- ‘mo en Serbia, con el programa de Jimpieza etnies) el ena- ‘imiento en nuevas formas del fascismo en Europa tienen aqui ‘su maz, ‘Simulténeamente a la afirmacion de la blopolitic, ve asst, len efecto, a un desplazamiento y a una progresiva ampliacion, iis alla de los limites dal estado de excepcion, de las deci siones sobre la nuda vida en que consists la soberania, i, en todo Estado modemo, hay una linea que marca el punto en el {que Is decisin sobre la via se hace decisién sobre Ia verte Yen que Ia biopolitica puede, asi, ransformarse en tanatopo- Iitica, esta lines ya no se presenta hoy como tina frontera ia que divide dos zonas claramente separadas: es més bien una tinea movediza tra de la cusl quedan sinadas zonas més y mas amplias de la vida social, en las que el soberano entra eh una simbiosis cada vez mis fatima no s6lo con el furista, sino tam PA bien con el médico, con el cientifico, con el experto 0 con el Sheondote, Fa las paginas que siguen, intentaremos mostrar que SIgunce acontectnientos fundamentales de la historia politica er mnodemicad (come las decaraciones de derechos) y otros (Gue, por el contrario, parecen gepresentar una intrusiGn in- Ueiekencibte de principios biologico-ciensificos en el orden Sollee (como la cugentsia nacional-socalista con su elimina- Bin de la vida indigna de ser vivida- 0 el debate actual sobre fa determinacion normativa de los eters de la muerte) slo aquieren su verdadero significado cuando se restinayen al eo Shun contexto biopolitco (o tanatopolitco) al que pertenccen. Enc pepe, el campo de consent, Som Fo, lbscluto e insupecada espacio biopalitico Tundado en coanto Hielsivamenie ene] estado de excepcin), aparece como Fiparsdigma oculo del espacio pallico de Is modemidad, del sTpacadigms oot spaio pattico de Tas metamorfosis y_ gue tendremos que aprender a recomoes 113.3 primer registro de la nuda vida como niuevo sujeto po~ ico es ya implieno en el documento que, segin un cxiterio buy extencido, se encuentra en la base de Ia democracia mo- Gernar el Writ de Habeas corpus de 1679. Cualquiera que se ‘onigen de la formula, que se encuenta ya en el siglo =, po fr segura la preseneta fisica de una persona ante un tsibunal Ue justcia, 5 singular que en sb. centro no estén ni el antiguo Sbjgto de las relaciones y de las ibertades feudales ni el fura- fo etioyen, sino el puro y simple corpus. Coando en 1235 Juan fa Tierra concede a sus sibditos la Gran Carta de las Uber~ adden, se dirge a los atzobispos, abispos, abades, condes, ba- ones, vizcontdes, gobernadores, oficiales y acaldes alas ciu- iis, alos burgus ya las villas, mas en general los hombres libres de nuesto reinow, para que puedan gozar -de ous ant 16 _guas libertades y libres costumbres-y de las nuevas libertades {Gue ahora se reconocen especificamente, El Aft. 29, que pre- Ende gurantizar libertad fisica de los stbaitos,reza ais “Nin- igin hombre libre (homo liber) sea arrestado, encarcelad, des- Tecelto de sus bienes, ni presto fuera de la ley (utlagenr) © Trolesado en forma alguns, nosotros no pondremos la mano Gobre él ni permitizemas que nadie la ponga (nee super eum Goimus, nec euper eum mitimus) s 20 estas un jucio legal de Su pares y segin la ley del pais. Andlogamente, un antiguo lirit que precede al Habeas corpus y estaba destinado 2 ase- ‘gor la presencia del imputado en tn proceso, leva la rib Ge bomine replegiando (0 repigliando) ‘Considerese, en cambio, la Formula del wnt, que el Acta de 1679 genetaliza y transforma en ley: Prascipimus bt quod Cor puck on custodia vestra detent, destuy, una cum causa Peptionts et deventionss, quodcumaue nomine idem X censea- bern eadom, baboas coram nobis, apud Westminster, ad sub- jfdendum.”. Nada mejor que esta fermula permite medi la dl ferencia entre la Ubertad antigua y la medieval, y la que estt tela base de la democracia moderna: el nvevo sujeto de I po- Iitica no es ya el hombee libre, con sus prersogativas y tatu tos, ti siquiera simplemente bomo, sino corpus; la democra- ‘Ga modema nace propiamente como reivindiccién y exposicién Ae este scuexpon babeas corpus ad subjictendum, bas de tener fun cuerpo que mostrar. “Que, entre os diversos procedimientosjurisciccionales des- sinados a la proteceién de las Uberades individuales, fuera pre- ‘samente el Habeas corpus el que recbiese forma de ley y se Conviniera ast en inseparable de la historia de la democracia Secidentl, se debe clemtamente 2 cixcunstancias accidentales evo igualmente cleno es que, de este modo, ls naciente de- Mmoceacia europea ponia en el centro de su lucha eon el sbso- Turismo no Dios, la vida cualifcada del ciudadano, sino 206 lx nuda vida en su anonimato, incuida come tal en ef bando so- bberano (fodavia en las formulaciones moderas del writ the body of being taben.. by whatsover name he may be called there i). [Lo que emerge a la luz desde las mazmotras para ser ex- puesto apud Westminster es, una vez mis, el carpe del boro ‘cer y, una vez mas, una nuda vida. Tal 6 la faerea ¥, al mis ‘mo tiempo, la fetima contradiccién de la democracia moderna. ‘6a no suprime la vida sagrada, sino que la fragoenta ¥ dise- ‘mina en cada cuerpo indivilal,hacendo de ella el abjeto cen tral del conflcto politi. Y aqui est precisamente la raiz de ‘su secteta vocacién biopottica: el que mas tarde se presenta "4 como portador de derechos y, con tn curioso oximoron, €o- ‘mo el nuevo sujeto soberano (ubtectus superaneus, es dealt {que esté por debaio y, al mismo tiempo, por encima), 36lo pue: dle consttuirse como tal repitieade la excepcién sobetartay ais Jando en si mistno corpus, la nuda Vida, Si es cierto que la ley ‘iene necesidad, para su vigencla, de un cuerpo, si se puicde hnablar, en este sentido, del xleseo de la ley de tener un cuer Po», la democracia responde a tal deseo obligand a la reocuparse de este cuerpo. Este caracter ambiguo (0 pola) de Ia democracia es mucho mas evidente en el Habeas corpus, ppor el hecho de que, si en su origen se dirigia « asegurar la presencia del imputado en el proceso y, en consecencia, & fmpedir que quedara sustraido al jicio, en la nueva y defini ‘va formula tal situacion se transforma en obligacion para el imagistrido de exhib el expo del lasputaco y de expones los rmotivos de su detenciGa. Corpus es un ser bijronte portador ‘tanto de la sufecion al poder soberano como de las libertades sndtoiduats, ‘Esta nueva humanitariase [que cmpujaron a Hider y Himmler a elaborar inmediatamente Aespues de la toma del poder un programa de eutanasia fuc- fan de buena fe, como de buena fe actuaban cieramente, des- Ue su punto de vista, Binding y Hoche al proponer el concep to de vida indigna de ser vivida., Por motives varios, entre Ios Cuales la oposicién, que se dio por descontada desde el prin- Cipio, de los ambientes eclestistcos, el programa tuvo un es ‘caso cumplimicnto, y slo a principios de 1940 Hitler conside- to que no pods retrasase indefinidamente. La puesta en prictics ‘el Eutbarnacte Programm flr unhelbaren Kranken se prod= Jo, pues, en unas condiciones -al igual que la economia de _pucm y Ia mullplicacin de los campas de concentracién pa "1 judios ¥y otros indeseables- que podan favorecer errores y abusos. Sin embargo, la taansformacion inmedliata en el tans ‘curso de los quince meses que duré, hasta que, en agosto de 1941, Hitler deciaio ponerle fin'por Iss crecientes protestas de obispos y familiares) de un programa teoricimente huma- nitario en una operacién de exterminio masivo, no depends ‘exchusivamente en modo alguno de las circunstancias, Fl nom- bre de Grafeneck, la pequeaa ciudad de Werremberg en la que ‘operabs uno de los centres principales; ha quedadotristemente ligado a esos sucesos: pero exisian instiniciones anslogas en Hadamer (esse), Hartheim (cerca de Linz) y otras localidades del Reich, Las declaraciones de los acusados ¥ de los testigos del proceso de Noremberg nos informan con suficiente preci. sion de la organizacion del programa en Grafeneck. El centro recibia cada dia a cerca de 70 personas (en edades compres. dldas entre los 6 y los 93 afos) elegidas entre enfermos men- tales incurables que se encontraban distabuldos en los diver 180s manicomios alemanes. Los dactores Schumann Bauer, que eran los responsabies de la aplicacion del programa en Grafeneck, realizaban una vista sumaria los enfermos'y de dian si reunfan © no los requistos exigidos por tal programa, En la mayor parte de los c2s0s, se mataba a los enfermos den- two de las 24 horas siguientes 2 sa llegada a Grafeneck. Se les ‘suministraba primero una dosis de 2 cm. de Morfina-Escopo- lamina y después se los itroducta en una cimara de gas. En ‘otras instnuciones (por ejempio en Hadames), se quitaba la vi- dda a Jos enfermos con una fuerte dosis de Lsmaiaal, Veronal 9 Morfina. Se calcula que de esta manera fueron eliminadas cer ‘a de 60.000 personas, 135. Se ha inteatado atribuir la tenscidad con que Hier qui- sollevar a cabo su Butbanasie-Programm en ciecunstancias tn poco favorables,a los principios eugenésicos que guiaban la Diopaltica nacionalsouialista. Pero desde ua punto de visa es- tictamente eugenésico no habia una necesidad particalae de Ja eutanasia: no sélo las leyes sobre prevencién de enferme- dades hereditarias y sobre la proteccion de la salud heredia- ‘a dal pueblo alemdn representaban ya una tutela suficient, ‘300 que los enfermos ineurables ncluides en el programa, ni. 0s ¥ Viejos en gran parte, no estaban, ea todo caso, en con dliciones de reproducise (desde un pusto de vista eugenésico, lo imporante no es obviamente la eliminacién del fentipo, s- 10 s6lo la del patrimonio genético), Por otta parte, no consta ‘en modo alguno que el programa estuviea ligado a conside- ‘aciones de indole econdenica: por el contraio, consituy una ‘carga organizativa no-desclenable en un momento en que la ‘maquinaria publica se hallaba totalmente empeniada ea el es- Tuerzo de guerra. ;Por qué entonces Hitler a pesar de ser per Fectamente consciente de la impopularidad del programa, qui- so llevao a cabo 2 toda costa? [No queda otra explicacion que la de que bajo la apariencia de un problema humanitaio, lo que ea el programa estaba en juego era el ejercicio, en el honzonte de la nueva vocscisa bio- politica del Estado nacionalsocialista, del poder de decisin so- Derano sobre la nuda vida, La «vida digna de ser vivida: no es como resulla evidente- un concept politico referido alos le- ‘timos descas y expectaivas del idividuo. es, mis bien, un Concepro politico en el que lo que se pone en cuestiéa ¢s la ‘metamorfouis extrema dela vids eliminable ¢ inactificable del ‘bomo sacer, en la que se funda el poder soberano. Si la euta- pasta se presta a esta transformacidn, se debe a que st aplicn- ion pone 2 un hombre ante la simacion de tenes que separar fen otto hombre la 20¢ del bas y de aisar, pues, en él algo si- milar ala nuda vida, una vida la que puede darse muerte im- punemente. Pero, en la perspectiva de la biopoliiea moderna, Tal vida se sisda en cesta modo en la enerucijada entre Ia de- sign soberana sobre esa vida suprimible impunemente y la Ssuncion del cuidado del cuerpo braligico de la nacion, y se- Fala ol punto en que la biopoitica se tansforma necesaramente cen tznatopolttica "Aqui se ve bien cGmo el iatento de Binding de transformar Ja eutanasia en un concepia jurcico-politico (a vida indigna de ser vivida}) tocaba na cueation crucial. Sel soberano, en ‘cuanto decide sobre el etado de excepcion, ha dispuesto des- {de siempre del poder de decidir cuales la vida a la que puede ‘darse muerte sin cometer homieidio, en la epoca de la biopo- lisa este poder tende a emanciparse del estado de excepcicn ‘ya converte en poder de decidir sobre el momento en que In vida deja de ser politicamente selevante. Cuando la vida se ‘convierte en el valor politico supremo, no s6lo se plantea, co- ‘mo sugiere Scheat, et problema de st disvalor, sino que todo fe desarrolla como si en esta decisin esuviera en juego la con: ‘Sistencia Ukima del poder soberano. En la biopolitca moder ha, soberano es aquel que decide sobre el valor 0 disvalor de la vida en tanto que tal. La vida que, por medio de las decla- suciones de dereches, habia sido savesuda como tal con el prin- pio de soberania, pasa a er ahora ella misma el lugar de una ‘decision soberana, El Fabrer representa precsamente la vida ‘misma en cuanto decide sobre la efeciva consistencia biopo- Itica de és. Por eso su palabra, segia una teoria cara 2 los juristas nazis, sobre la cual tendemos ocasion de volves, € ine ‘mediatamente ley. ¥ por eco el problema de la eutanasia es cspecificamente moderno, un problema que el nazismo, como Drmer Estado radicalmente biopoliica, ao poda dejar de plan tear ¥ ésta es tambien la razon de que algunos de los aparen- tes desvarios y contradicciones del Euthanasie Programm s&- lo sean explicabies por el context sociopolitico en que aquél se taserbia ‘Use médicos Kad Brand y Viktor Brack que, como responsa~ bles del programa, fueron condenados a muerte en Nuremberg, ‘eclaricon, después de la condena, que no se sentian culpa: bes, porque el problema de Ia ovtanasis volveria 2 planteasse Ge nuevo, La exactitud de In prediccion podia darse por des- ‘ontada, mas interesante es, empero, preguntarse cémo fue po- ‘Sle que, cuando los obispos pusicron el programa en cono- ‘Smiento de la opinicn publica, no se regisraran protestas por parte de las organizaciones médicas.¥, sin embargo, no solo El programa de eutanasia contradecia el pasaje det juramento {de Hipserates que reza -no daré a alngin hombre un veneno ‘moral, aunque me lo pid, sino que, al no baberse promul- fgado ninguna disposicion legal que asegurara la impunidad, Tos médicos que pariciptban en él podran enconwarse en una sinuacin jridica delicada Cesta Ultima circunstancia dio lugar, Consecuentemiente, a protestas de jurists y abogados). El he- tho es que el Reich nacionalsocialista sefala el momento en {que Ia integracion de medicina y politica, que es uno de los Caracteres esenciales de la biopalitica modema, comienza 2 {sumir su formna acabada. Y esto implica que la decision so- Derana sobre la nuda vida se desplaza, desde motivaciones Ambitos estictamente politicns, a un terreno mis ambigue, en ‘que médico y soberano pasecen intercambiar sus papeles. 44 -POLITICA, £5 DECIR DAR FORMA A LA VIDA DE UN PUEBLO. 4.1, Br 1942 el mstitus Allemand de Paris decidié difundi una publicaciéa destinada a iaformar a los amigos y aliados Iranceses sobre el caricter y los meritos de la politica nacic- ‘nalsocialista en materia de salud y de eugenesia. Hl Ibo, que recoge intervenciones de los mas prestigiosas especalistas ale- ‘manes en este ambito (como Bugen, Fischer y Otunar von Ver “chuer) y de fos mis altos responsables de Ia poitiea sanitara del Reich (Como Libero Cont Hlans Reiter) lieva el significa- tivo titulo Biat et santé CEsado y salud) y es quizés, entre las Publicaciones oficiales 0 semioficiales del eégimen, equela en. ue Ia poltizacion (o el valor politica) de Ia vida biologica y ‘transformacién de la ttalidad del horizonte politico que iz plica, son examinaclos del modo més explicito [Elo igloe que no han previo csc Reiter lot grins con ‘cos ene ln pcos ham sido auraon en mayor 0 menor Media por lt necesidad de garantizar as posesiones del Beado Cemendenes| ‘qu con a palabra posestones- ao ao el tersitero del pas sno am ‘bien lor contenidce mates). E tenor a que ls Eston vee se _agrandaranerpoialneite a id alamo cus ce ets om ‘car, on los que no fe ena en cuenta 2 Jo Indviduer, conser, ‘por as decile, como pare de lon medice necesrioe para reali los Ines perseguido Solo prncpios de muesto siglo se ha Uegado, en Alemania, ba- doe Inieimenca en toons de cube netanente ibe, fmm 6 ‘Considenciin valor delos homer y+ cei, cefiilon Ue, Por ‘puta, no pocta buses entonces me que ents Formas 7 Ine ei ‘pies Iberles que doauaaban la economia. As mientas Heese fat esinado en 510 mil alles de marcos siquézn nacional ler a, Zaha ha hecho obserae quel lado de st sigue teil ex te una quess vente: Yalorale en 1.051 mies de millones de tar coe Werchuer I, p30. 1a gran novedad del nacionalsacialismo consist, segin Rel ter, en el hecho de que es este patimonio viviente el que pa- S812 ocupar ahora el primer plano en los intereses y en fos eal- {ules del Reich y se conviere en la base de una nueva politica, que comienza por establecer -el balance de los valores Vivos de un pueblo- (ib. p. 30 y se propane asumis el culdad del -cuerpo biologico de la nacione ibid, p. 51): Dos times aproxinando una snk ga de aioli yd a ‘economia. 1a politica tends que ear en condones de ela de ‘manera cada ves an pecs eta sens gue hoy apenas exh en los Inioos, pee que penn ys recanocey, como un hecho iehcable, Inverdependenea de eae doe erat id, p48) A partir de-abi, se produce una transformacién radical de significado y de las areas de la medicina, que se integra cada ‘yez mas esizechamente en las funciones y en los érgancs del Estados Si el economisay ef comeriante son reeponsables de fa economia de los valores materiales, de I laa anra ol médco responsi ble dela economist ¥de los valores humanas.. Es indispensable oe ‘ene el de asl del pueblo la condi del reine eon ‘nico... 138 osclacones de a mizancia biologics y ls el balance a ‘enl Son, en gener, paraiels Gd, p40). los principios de esta nueva biopoliicsestin dictadas por la eugenesia, entendida como clencia de la herencia genética de lun pueblo. Foueault ha investigado la importancia creciente ‘que asume, a partis del siglo xin, la clencia de Ia polica, que, fon De Larsare, Frank y Von Justi se propone coma abjetive ‘explicio el cuidado de la poblacicn en todos sus aspectos (Fou ‘cau 3, pp. 150-61). A partir de finales del siplo x, es Ia obra de Galton la que oftece el marco teérico en el que la ciencia de Ia policia, convertida ahora en biopoiities, ests llamada a de- senvolverse, Bs importante hacer notar que, contrariamente a lun difundide prejucio, el nazismo no se limits simplemente 4 utlizar ya distorsionar para sus propios fines politicos los Conceptos polticas que le eran necesariog a relaciGn entre la ‘deologia nacionalsocialista y el desarrollo de las clencias £0- ales ¥ biologicas del momento, en pauticula el de la geneti- 3, €5 mis inimo y complejo y, 4 la ver, mis inquiete. Una Simple ojeada a las intervenciones de Verschuer (que, por s0%- pprendente que pueda parecer, siguid ensehando genética ¥ an- twopologia en la Universidad de Frincfor incluso despues de la caida del IIT Reich y de Fischer (elrector del tastnuto de Ar tropologia Kaiser Wilbelm de Betlin) muestra mas alls de cual- {quler dda que es precisamente a investigacion genética de la epoca, con el descubrimiento de fa localtzacion de los genes fen Ios cromosomas (esos gene's que, como escribe Fischer, 5° {in ordenados en los cromosomas como las perlas de tn co- lan) la que offece la estructura conceptual que sirve de refe- rencia para In ideologia nacionalsocialists. “La raza —escribe Tischer no esta determinada por el ensambiaje de una w otra ‘aractesstica que sea posible medir, on ayuda por ejemplo de In escala de colores... 1a raza 6s herencia penetice ¥ nad mas que herenciar(Verschuer 1, p. 84). No asombra, pues, que los ‘studios de referencia, tanto para Fischer camo para Verschues, fueran los experimentos de Morgan y Haldane con la Draso- pila y, snas en general, los tabsjos de la genetics anglosajo- ‘ha que llevaron, en los mismos anes, a la constitucion de tn ‘mapa del eromosoma X ea el hombre y a la primera ident ‘acl6n fable de las predisposiciones patologicas herecitaria. ‘a novedad es, sia embargo, que tales conceptor no som fs tacos como ertetos externos (aunque sean vinculantes) de ust decision politica: son, mis bien, inmediatamente politicos be Atein Kampy, como en el momenta en que decide la sol- én final constituyen en sentido propio wna reza). El termine rracismo (i se entiende por raza un concepto estrictamente Dio- opico) no es pues la eaificaciéa mls covrecta para la biopolt ‘ica del It Reieh, és se mieve mis bien teniendo a la vista un 5 horizonte en que el euidado de la vider, hexedado de la cien- cia de i polica del sigo 10m, Se absolutza y se unde con preo- cupaciones de orden propiamente cugenéico. Al distingulr en- tre politica (Politi) policia Polize), Vor Just asignaba a la primera una tarea puramente negativa Ga lucha contra los ene- Imigos exterires interores del Estado) y 2 la segunda tna ts. zea postiva (el culdado y el crecimiento de la vida de los cu ‘dadanos), fa biopolitca nacionalsocialisn (7, con ella, buena parte de la politica moderna, incluso fuera del II Reich) no es omprensible a no ser que se advierta que implica la desapari- ion de Is dstinci6a ent ess dos términes: Ia polita se hace ahora politica y el cudado de la vida coincide con la lucha con- tia el enemigo. -La revolucion nacionalsacialista ~ce lee en la Introduccion a Bia’ er santé= quiere apelar a las fuerzas que tlenden a la exclusica de los Factores de degeneracion biol6- gica yal mantenimiento de la salud herectara del pueblo, Pre- tende, pues, foralecer la salad del conjunto del pueblo y eli ‘ar ls nflueneiss nocivas para el completo desseollo biolégico. de la nacidn, Los problemas tratadas en este libro no se refie- ren a ua solo pueblo; las cuestiones que aqiut se plantean son, fc una importancia vital para el conjunto de la civilzacion et ropea- Solo en esta perspectiva adquiere todo su sentido l ex: terminio de los judios, en el que policiay politica, modivos eu- luenésicos y motivos ideol6gicos, cuidado de la salud y lucha ‘contra el enemigo ce hacen absolutamente indiscernibles, 42. Algunos anos antes, Verschucr habia publicado un opsscu Jo, en el que la ideologia nacionalsocialista encuentra, quizis, ‘84 mas rigurosa formulacica biopolitica. “#1 nuevo Hxado no conoce otra tare que el cumplimlento del funcionesnecesanas pala conseracice del puebla sts palabras 116 el Falversgncan que todo acto politico del ado nacionalsoce- Tia sie a a vida del pcblo Hoy sabemos que la vida de un pe lo solo se paranioa sl ve conservan lay cuales racials Y a a herent dal cuerpo popular Voitaherper) (ersnver 29.5) EI nexo establecido por estas palabras entre politica y vida no es (segs una difundida y completamente taadecuada is terpretacion del racismo) una selacion puramente instrumen- tal, como sila raza fuese un simple dato natural que basta con salvaguardar. La novedad de ta biopolitica moderna es, en r- 80%, quel dato bioldgico es, como tal, inmediatamente polit. (oy tceversa, Politica ~eseribe Verschuer-, es decie dat forma 41a vida del pueblo (Polini, das boust die Gestaltung des Le- ‘bens des Valles bid, p. 8). 1a vida que, con las declaracion nes de derechos habia pasado 2 ser el fundamento de la so- Derania, se comvierte ahora en el sujeto-abjeto de la politica cesatal (que se presenta, por tanto, cada vez mas como -poli- {is} pero sélo un Estado intimamente Fundado en la vida mis- sma de la nacion podia reconocer como su propia vocacton do- ‘minaate la formacioa y el caldado del cuerpo popular. De ahi la aparente contradiccién en virad dela cual un da- to natural tende a presentarse como objetivo polit La he- rencia biolégica -prosigue Verschuer-es, sin dda, un dest= ‘no: mostremos, pues, que sabemos ser duenios de este destino, fen cuanto contideramos eaa herencia biolbgica como la area ‘Que nos ha sido asignada y que debemos cumplir» Esta con- version en tarea politics de la propia herencia natural express mejor que cualquier otra cosa la paradoja de la biopolitica la necesidad en que ésta ve encuentra de someter Ia vida misina 2 una incesante movilizadén. Al foualitarismo de nuestro siglo ‘None su fundamento en esta identidad dinamica de vida y po- lite, 9, sx ella, sigue senda tncomprensibl, Stel nazis se nos presenta todavia como un enigma y si su afnidad con el 1 cesalinismo (sobre la que tanto ha insistido HL Arendt) perma- fneve atin inexplicads es porque hemos omitido situa el Fené- {eno foalitanio globalmente considerado en el horizonte de la biopelitic. Cuando vida y polities, divididas en su origen ¥ ar tuladas entee sta través de la tera de nadie del estado de ‘excepeién, en ef que habita la nuda vida, enden a identifi ‘arse, toda vida se hace sagrada y toda politica se convierte en excepcién, 43. Sélo desde esta perspectiva se entiende por qué entre las primesas leyes dictadas por el régimen nacionalsocialisa fi dguran precisamente Ins relativas 2 la eugenesia. EL 14 de julio Se 1933, pocas semanas después del ascenso al poder de Hit- ler, se promulg la ley para la sprevencion de Ia descendencix hhoredtariamente enferma, que establecia que el que estéafec- ‘ado por una enfermedad hereditaia puede ser exteriizado me- Sane una operacién quirisBica, cuando haya una alta proba- Dilidad, segun la experiencia de Is cencia médica, de que sus

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